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positiva o negativa en la función principal. La
familia es para la sociedad una institución con
cierto status jurídico, con una situación
material determinada, con normas de
conciencia social que la regulan, pero, para sus
miembros, es el grupo humano en el cual
viven, donde ocurren importantes
manifestaciones psicológicas y realizan
diversas actividades. Es también el grupo más
cercano, con el cual se identifican y desarrollan
un fuerte sentimiento de pertenencia, donde
enfrentan y tratan de resolver los problemas de
la vida de convivencia. (Ares, 2002)
Cada familia tiene un modo de vida
programado que depende de sus condiciones
económicas, de sus actividades sociales y de
las relaciones de sus miembros con la
sociedad, las relaciones laborales y de su nivel
de preparación La función educativa de la
familia es de gran interés para psicólogos,
pedagogos y educadores cubanos que
consideran acertadamente que esta se produce
a través de otras funciones ya mencionadas,
pues se manifiesta lo que se ha llamado el
doble carácter de las funciones; satisfacen
necesidades, pero a la vez educan a la
descendencia.
La aspiración de la familia es que los niños se
eduquen y se desarrollen, que se parezcan a
mamá y a papá o a sus abuelos, que tengan una
adecuada identificación con el sexo, así como
la trasmisión de valores y normas de
conductas, que estudien y alcancen un buen
nivel profesional que le permita, ganarse la
vida honradamente y formar su propia familia
para alcanzar estas metas la familia debe
convertirse desde mucho antes del nacimiento
en la primera escuela del niño y cobra una
extraordinaria importancia a partir de la
realidad cubana donde la mayor cantidad de
niños de 0 a 6 años se encuentran totalmente
bajo el cuidado y educación de sus padres, en
ausencia de los padres, sus abuelos y
representan uno de los pilares fundamentales
para la educación y desarrollo de los niños.
Consuelo
Evidentemente, se debe al hecho de reconocer
la importancia de su influencia en la educación
infantil, pues desde muy temprano intervienen
en el desarrollo social, físico, intelectual y
moral de su descendencia, hecho que se
produce bajo una base emocional muy fuerte.
El modelo educativo no institucional con un
enfoque intersectorial y comunitario, cuya
particularidad radica en crear un ambiente de
aprendizaje en el que participan las familias,
los niños, los promotores o ejecutores como
facilitadores, ha demostrado el efecto positivo
en el desarrollo integral de los niños, así como
las posibilidades de su aplicación en
condiciones del hogar si, se prepara a la
familia para continuar las acciones educativas
en el hogar.
Por tanto, la función educativa de la familia
impone altas exigencias morales y sociales;
esta debe ser cumplida ante todo a través de
ejemplos positivos de los padres y adultos que
interactúan en el medio donde vive, cuya
participación en la sociedad significa el mejor
modelo de comportamiento para los niños ante
la vida, debido a que las posibilidades del
desarrollo infantil pueden ser aprovechadas
sustancialmente si se trabaja con los padres,
familias y otros adultos que lo rodean.
Se ha comprobado que una madre bien
preparada puede ser un agente muy
significativo en la calidad del desarrollo
integral de su hijo, ya que en el hogar existen
innumerables objetos que bien utilizados son
novedosos medios de enseñanzas, se
transforman, se reciclan y se convierten en el