Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 16
NUEVAS FORMAS DE APRENDIZAJE EN LA ERA DIGITAL, RETOS Y DESAFÍOS
PARA ESTUDIANTES Y MAESTROS.
NEW WAYS OF LEARNING IN THE DIGITAL AGE, CHALLENGES AND CHALLENGES
FOR STUDENTS AND TEACHERS.
Autoras: ¹Claudia Alejandra Rosero Noguera y ²Dora Inés Arroyave Giraldo.
1
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-2909-5723
²ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-0913-4841
¹E-mail de contacto: carosero@elpoli.edu.co
²E-mail de contacto: dora.arroyave@usbmed.edu.co
Afiliación: ¹*Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid ²*Universidad de San Buenaventura-Medellín
Articulo recibido: 17 de Marzo del 2023
Articulo revisado: 22 de Abril del 2023
Articulo aprobado: 29 de Mayo del 2023
¹Ingeniera de Sistemas, graduada de la Universidad Mariana (Colombia). Magister en Ingeniería, graduada de la Universidad Escuela de
Administración, Finanzas e Instituto Tecnológico (Colombia). Estudiante de Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad
de San Buenaventura-Medellín (Colombia). Profesora investigadora de la Facultad de Ingenierías del Politécnico Colombiano Jaime Isaza
Cadavid, Medellín (Colombia).
²Profesora titular de la Universidad de San Buenaventura-Medellín (Colombia). Doctora en Ciencias Pedagógicas graduada de la
Universidad de Pinar del Río (Cuba). Magíster en Educación graduada de la Universidad Pontificia Javeriana (Colombia). Licenciada en
Pedagogía Reeducativa graduada en la Universidad Católica Luis Amigó (Colombia).
Resumen
El artículo plantea los desafíos que enfrentaron
los maestros y estudiantes con la llegada de la
pandemia del COVID-19 en el proceso de
aprendizaje, la adaptación y uso de
herramientas tecnológicas y, en especial la
disposición de toda la comunidad educativa a
aceptar el reto de aprender y enseñar a través de
una pantalla; convencidos de que todo es
posible si se tiene actitud de cambiar ese
paradigma educativo tradicional,
potencializando el aprendizaje, aceptando que
las nuevas generaciones aprenden de forma
diferente y que el uso pedagógico de las
Tecnologías de la Información y la
Comunicación -TIC -, aportan a la enseñanza,
el aprendizaje, el currículo, la evaluación entre
otros aspectos. En primera instancia se muestra
como las herramientas tecnológicas, invitan a
tener la mente abierta y dejar de lado las
creencias del mundo tradicional,
específicamente se aborda el metaverso el cual
puede aplicarse en diferentes ámbitos, pero
puntualmente se enfatiza en los procesos de
enseñanza y aprendizaje. Posteriormente se
plantea como este cambio tecnológico ha sido
un reto para los profesores con las nuevas
generaciones, exactamente con los Centennials
y se enfatizan los pilares y características de un
profesor con actitud de cambio y adaptación
permanente. Finalmente se aborda el currículo
flexible, inclusivo y adaptable al contexto para
dar respuesta a las nuevas generaciones,
teniendo en cuenta factores como la
desigualdad asociada a la deserción, y como los
procesos de enseñanza y aprendizaje están en
una nueva etapa gracias a la era digital que
permite que sean más integradores e
incluyentes.
Palabras clave: Enseñanza, Aprendizaje,
Era digital, Herramientas tecnológicas.
Abstrac
The article raises the challenges that teachers
and students faced with the arrival of the
COVID-19 pandemic in the learning process,
the adaptation and use of technological tools
and, especially, the willingness of the entire
educational community to accept the challenge
of learning and teaching through a screen;
convinced that everything is possible if there is
an attitude of changing this traditional
educational paradigm, empowering learning,
accepting that the new generations learn
differently and that the pedagogical use of
Information and Communication Technologies
-ICT-, contribute to teaching, learning,
curriculum, evaluation among other aspects. In
the first instance, it is shown how technological
tools invite us to have an open mind and put
aside the beliefs of the traditional world,
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 17
specifically the metaverse is addressed, which
can be applied in different fields, but
punctually it is emphasized in the teaching and
learning processes. Subsequently, it is
considered how this technological change has
been a challenge for teachers with the new
generations, exactly with the Centennials, and
the pillars and characteristics of a teacher with
an attitude of change and permanent adaptation
are emphasized. Finally, the flexible, inclusive
and adaptable curriculum to the context is
addressed to respond to the new generations,
taking into account factors such as inequality
associated with desertion, and how the teaching
and learning processes are in a new stage
thanks to the digital age. that allows them to be
more inclusive and inclusive.
Keywords: Teaching, Learning, Digital age,
Technological tools.
Sumário
O artigo levanta os desafios que professores e
alunos enfrentaram com a chegada da pandemia
de COVID-19 no processo de aprendizagem, a
adaptação e uso de ferramentas tecnológicas e,
principalmente, a vontade de toda a comunidade
educativa em aceitar o desafio de aprender e
ensinando através de uma tela; convencido de
que tudo é possível se houver uma atitude de
mudança deste paradigma educativo
tradicional, potenciando a aprendizagem,
aceitando que as novas gerações aprendam de
forma diferente e que a utilização pedagógica
das Tecnologias de Informação e Comunicação
-TIC-, contribuam para o ensino, aprendizagem,
currículo, avaliação entre outros aspectos. Em
primeira instância, mostra-se como as
ferramentas tecnológicas nos convidam a ter
uma mente aberta e deixar de lado as crenças do
mundo tradicional, especificamente é abordado
o metaverso, que pode ser aplicado em
diferentes campos, mas pontualmente é
enfatizado no ensino e processos de
aprendizagem. Posteriormente, considera-se
como esta mudança tecnológica tem sido um
desafio para os professores com as novas
gerações, precisamente com os Centenários, e
destacam-se os pilares e características de um
professor com atitude de mudança e adaptação
permanente. Por fim, aborda-se o currículo
flexível, inclusivo e adaptável ao contexto para
responder às novas gerações, tendo em conta
fatores como a desigualdade associada à
deserção, e como os processos de ensino e
aprendizagem estão numa nova etapa graças à
era digital. que lhes permite ser mais inclusivos
e inclusivos.
Palavras-chave: Ensino, Aprendizagem, Era
digital, Ferramentas tecnológicas.
Introducción
Urge reflexionar sobre este auge de la era
digital, impulsada en gran medida por la llegada
de la pandemia del COVID-19, asunto que llevó
a pensar, replantear y cambiar paradigmas
educativos y que además exigió contemplar en
los procesos del aprender el uso de nuevas
herramientas tecnológicas como, por ejemplo,
el metaverso o las redes sociales. Y aunque los
profesores se vieron obligados a crear nuevas
estrategias para enseñar y evaluar; también se
confirmó no solo que los estudiantes aprenden
de forma diferente, sino que en el proceso de
enseñanza se presentan límites generacionales
que exigen a los docentes a estar
permanentemente motivados para reaprender.
Ahora bien, no se puede desconocer que el uso
de estas herramientas tecnológicas puede traer
consigo la disminución de las relaciones
interpersonales, debilitamiento en la formación
de valores (competencias blandas), incluso
aumento de la deserción estudiantil, no obstante
el reto está justamente en que educadores y
educandos asuman una actitud de cambio y
creencia en que es posible, desarrollar
habilidades digitales que fortalecen y fomentan
la autonomía, la convivencia y el pensamiento
crítico-reflexivo con impacto en los proyectos
de vida de ambos actores.
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 18
Desarrollo
El desafío del metaverso como herramienta
para los procesos de enseñanza y aprendizaje
La importancia de dialogar, de escuchar al otro,
interpretar y aportar en la vida del semejante o
en la propia, es algo que nos diferencia
significativamente de otros seres vivos, “todos
nos encontramos en un proceso de
comunicación dialogal e interacción con el
universo; todos producimos informaciones y
todos podemos aprender unos de otros” (Boff,
2011, p. 24). Sin embargo, el mundo moderno
ha cambiado, con la llegada de Internet el sin
número de herramientas tecnológicas son
usadas para dialogar o comunicarse. Por
mencionar algunas: Meta (Facebook), Twitter,
Youtube, WhatsApp, aplicaciones con las
cuales se envía o recibe información por medio
de mensajes de texto que plasman estados de
ánimo o sentimientos que se reflejan a través de
un emoji o imágenes o vídeos que elaboran los
Influencers, Youtubers, Instagramers,
Videobloguers. Pero surge una pregunta
¿Aportan en el proceso formativo de un
estudiante? Quizás la respuesta es un sí,
siempre y cuando se aprovechen de la forma
adecuada, usándolas de manera pedagógica, en
pro de mejorar la enseñanza y motivar el
aprendizaje.
Ciertamente, uno de los desafíos que enfrentan
los educadores y los educandos es el reaprender
continuamente y lograr aadaptarse y usar las
nuevas herramientas tecnológicas; el reto en los
procesos de enseñanza y aprendizaje que llegó
abruptamente con la pandemia del COVID-19,
demostró que efectivamente el entorno puede
cambiar y que los sujetos educativos como seres
inacabados estamos en continuo aprendizaje.
Así como lo menciona Freire (2004),
Desde el punto de vista democrático en el
que me ubico, pero también desde el
punto de vista del radicalismo metafísico
en que me sitúo y del cual deriva mi
comprensión del hombre y de la mujer
como seres históricos e inacabados y
sobre el cual se funda mi entendimiento
del proceso de conocer, enseñar es algo
más que un verbo transitivo-relativo.
Enseñar no existe sin aprender y
viceversa y fue aprendiendo socialmente
como, históricamente, mujeres y hombres
descubrieron que era posible enseñar. (p.
12)
El llamado entonces como educadores es estar
dispuestos a aceptar retos, a aprender e
investigar para compartir ese conocimiento con
nuestros educandos teniendo como aliado todo
lo que nos ofrece el Internet y el sin número de
herramientas.
La mente abierta para aprender dejando de
lado las creencias
A simple vista se puede pensar que la ciencia
moderna está apartada de las creencias, porque
tenemos el concepto de que estas no necesitan
demostración y son consideradas inmutables,
mientras que la ciencia por su naturaleza está en
continuos procesos de cambio, en búsqueda de
posibilidades, de demostraciones, de
construcción de teorías. De Sousa Santos (2015)
plantea que
las creencias son una parte integral de
nuestra identidad y subjetividad,
mientras que las ideas son exteriores a
nosotros. Mientras que nuestras ideas se
originan desde las incertidumbres y
permanecen ligadas a ellas, las creencias
se originan en la ausencia de duda. (p.
25)
Un ejemplo de ello es la pandemia del COVID-
19. Se tenía la creencia de que no llegaría una
pandemia, pero apareció e inesperadamente nos
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 19
llevó a reflexionar que somos vulnerables y a
enfatizar que no somos seres perfectos; desde lo
educativo, puede decirse que todos necesitamos
educación y estamos en constante aprendizaje.
Señala Gutiérrez, que “los profesores han
vivido en el confinamiento, una gran tensión
emocional, han hecho un gran esfuerzo para
enfrentarse a una nueva realidad de un día para
otro y con los medios personales disponibles en
ese momento” (2021, p. 11), esto llevó a
reaprender la forma de enseñar y pensar la
manera más acertada para que los estudiantes
adquieran exitosamente el conocimiento. El
proceso formativo se tuvo que reinventar e
idearse estrategias, buscar herramientas
tecnológicas, incluso llegar a usar las redes para
no desescolarizar a los estudiantes.
Desde lo social, indudablemente, los humanos
somos seres sociales y como tal necesitamos
unos de otros para sobrevivir, tener experiencias
e incluso para adquirir o crear nuevo
conocimiento. Desde esta perspectiva Boff
(2014), sugiere que
todos los seres están interligados pues
unos necesitan de otros para existir y
coevolucionar. En razón de este hecho
hay una solidaridad cósmica de base que
impone límites a la selección natural.
Pero cada uno goza de autonomía
relativa y posee sentido y valor en
mismo. (p. 34)
Exactamente, como sujetos se tiene diferentes
potencialidades o habilidades y destrezas y eso
facilita aprender del otro. El aprendizaje no es
individual sino colectivo. Por naturaleza todos
somos curiosos y con la era digital se puede
explorar diferentes áreas del conocimiento, de
lo relacional o de entretenimiento. Las
diferentes redes sociales y los aplicativos de
software inducen al individuo a tener
inclinaciones, preferencias y múltiples
opciones.
El metaverso aplicado a la enseñanza y
aprendizaje
La era digital ha llevado a cambiar paradigmas
educativos. A los docentes los invita a
contemplar el aprender de las nuevas
herramientas tecnológicas, a aplicar otros
mecanismos para los procesos de enseñar,
adicionalmente a enfatizar que el estudiante es
el centro de la formación y un actor relevante
del proceso de enseñanza y aprendizaje; Edgar
Morín, en el libro “Cambiemos de vía, lecciones
de la pandemia”, expresa que
Parece que la propagación de lo digital,
que ya está en curso y que el
confinamiento ha acentuado (teletrabajo,
videoconferencias, Skype, correos
electrónicos y redes sociales), ha venido
para quedarse. Las herramientas
digitales son a la vez instrumentos de
libertad y de esclavización. Internet
permite la libre expresión, que va desde
la creatividad hasta el delirio de las redes
sociales. (2020, p. 45)
Desde luego, la tecnología llegó para quedarse
y como tal se debe aprovechar de la mejor
manera para desarrollar en los estudiantes la
curiosidad, la creatividad y la motivación para
su proceso formativo. El aprendizaje basado en
proyectos, problemas o retos es una excelente
estrategia didáctica que, articulada a las TIC,
impulsa el aprendizaje colaborativo,
desarrollando o fomentando la competencia
transversal del trabajo en equipo; aspecto tan
solicitado por el sector productivo, pues se sabe
que “en la mayoría de las organizaciones
modernas se habla de trabajo en equipo, una de
las cualidades más evaluadas en los procesos de
selección” (Beleño, 2018, párrafo 1). Desde esa
lógica, está la posibilidad de usar el metaverso,
lo que exige al profesor que en sus clases
plantee actividades retadoras e interesantes para
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 20
sus estudiantes que los motive a aprender tanto
de forma individual como grupal.
Checa (2011) describe el metaverso o mundo
virtual como “construcciones ficticias en las
que los participantes interactúan a través de
avatares creados por mismos tratando de
reproducir la participación o vida real en un
entorno de metáfora virtual sin las limitaciones
espaciotemporales (2011, p. 3). Desde el
ámbito educativo puede ser utilizado como un
espacio para la enseñanza y el aprendizaje ya
que se pueden recrear aulas, incluso integrar las
aplicaciones que se usan actualmente y lo más
llamativo, los estudiantes pueden crear su
avatar, en suma, las clases serían en línea,
simulando un aula y con actores/avatares reales
representado por los estudiantes.
Al hilo de lo expresado Anacona, et. al., (2019),
comentan que
La educación está haciendo uso de
nuevas pedagogías buscando resultados
para sus estudiantes, por lo cual se
implementan herramientas como es la
realidad virtual acompañada de los
metaversos, estos complementos son
parte fundamental atrayendo la atención
de los estudiantes, son estos los
beneficiados adquiriendo participación
espacios didácticas practicando nuevas
maneras de centrar su atención hacia un
tema específico. (p.5)
Checa (2011) expresa que el metaverso no es
algo nuevo, y que, aunque en los últimos
tiempos ha tenido un auge significativo no solo
en el ámbito educativo, es fundamental tener en
cuenta que así se recreen espacios virtuales que
apoyen el aprendizaje es imprescindible
considerar también, en la medida de lo posible,
el contacto físico con y entre los estudiantes.
La siguiente figura 1. El metaverso con sus
diferentes espacios, indica los negocios,
inversiones y finanzas, también investigación,
capacitación, entretenimiento y socialización
como diferentes espacios en los que se puede
hacer uso de éste. He ahí la importancia de
involucrar estos procesos en la práctica
educativa con el fin de innovar y quizás motivar
de otras formas al estudiante en su proceso de
formación.
Figura 1. El metaverso con sus diferentes espacios
Fuente. Elaboración propia.
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 21
El constante cambio tecnológico, el reto para
los profesores con las nuevas generaciones
Considerando la creciente práctica del
capitalismo se tiene la idea de mejorar la calidad
de vida de las personas, no obstante, teniendo
en cuenta los problemas, intereses o
insuficiencias de los diversos grupos
poblacionales, lo que ha devenido, ha sido un
consumismo desmedido. De hecho, al decir de
Mejía "ese consumo se ha ido convirtiendo en
el "Vivir del sector urbano"" (2019, pp. 74, 75),
pues no se puede desconocer que con la
industrialización se busca satisfacer
necesidades, así como que los procesos sean
más ágiles y que las máquinas realicen
actividades en menos tiempo; sin embargo, esto
no es lo único; en todas las áreas y sectores se
han ideado e implementado máquinas entre
ellas para el hogar, para el sector productivo e
incluso para el ocio.
En ese sentido se puede afirmar que, en muchos
casos, ese consumismo se da para suplir una
necesidad, solucionar un problema o por un
interés en particular, pero cabe resaltar con
absoluta certeza, que no todas las personas
tienen acceso a ello, debido a la desigualdad
social que se presenta a lo largo y ancho de los
territorios del planeta.
En efecto, los avances tecnológicos son muy
notables para todas las áreas en general y en
particular para la educativa; específicamente en
los últimos años han tenido una gran relevancia.
A modo de ejemplo, se pudo observar con la
llegada de la pandemia del COVID-19, el cómo
nuestro mundo social, laboral y académico
cambió de una forma abrupta, todos los
ciudadanos del mundo nos tuvimos que adaptar
a una cuarentena prorrogable donde las
herramientas tecnológicas posibilitaron, entre
otros asuntos, la comunicación a través de
videollamadas con familiares, amigos, médicos,
así como también realizar teletrabajo,
comercializar, estudiar, entre otros. En síntesis,
en clave educativa, es preciso compartir la
certeza de que “La educación debe soportar ese
encuentro entre sociedad y tecnología,
suavizando sus consecuencias negativas y
potenciando las positivas” (Del Prado, 2022, p.
342)
Aunque cabe aclarar que tal situación no se va a
dar por igual en todas las poblaciones, ni
siquiera en los contextos urbanos, pues las
brechas de conectividad, propias de la
desigualdad social en la que se vive en los
diversos territorios del planeta, permanecerán
por largo tiempo.
El desafío de los maestros: los centennials
Se supone que hoy la educación dejó de ser el
privilegio para unos pocos, de hecho, es
considerada una prioridad gubernamental,
independientemente del nivel social al que se
pertenezca, ello con el objetivo de avanzar en la
transformación social; sin embargo, es sabido
por todos que eso aún no se cumple
completamente, sobre todo en Latinoamérica y
puntualmente en Colombia. La realidad muestra
que no hay equidad, entre otras cosas, porque
muchos padres se ven obligados a
desescolarizar a sus hijos, porque no cuentan
con los recursos suficientes para alimentación,
vestido, transporte, educación, entre otros.
Ahora bien, es claro que todo ser humano
necesita adquirir conocimientos, formarse
como persona para servir a la sociedad; en fin,
aprender a lo largo de la vida; pero ¿qué pasa
con los menos favorecidos?; es innegable que,
si al menos tuvieran oportunidades educativas,
quizás se vería reflejado su aprendizaje de
habilidades y competencias en una mejor
calidad de vida.
En Colombia la educación se define como “un
proceso de formación permanente, personal
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 22
cultural y social que se fundamenta en una
concepción integral de la persona humana, de su
dignidad, de sus derechos y de sus deberes”
(Ministerio de Educación, 2020, p.1), en suma,
un derecho para todos con igualdad, calidad,
equidad e inclusión. Incluso, se trabaja en ese
norte como políticas públicas, pero la verdad es
que aún falta mucho por recorrer para que
realmente se evidencie esa equidad educativa en
los diversos contextos de las regiones.
Por cierto, que la calidad en el sector educativo
es muy amplia, al respecto Martínez-Boom
señala que
a inicios del siglo xxi, la calidad
abarca ya no solo a los individuos (la
excelencia docente), sino a las
instituciones, los procedimientos de
acreditación institucional y la
construcción de sistemas de
aseguramiento de la calidad, es decir,
mayor velocidad, flexibilidad, innovación
y autogestión del aprender a aprender.
Uno de los signos más notables de la
tecnocratización de las reformas es
precisamente la centralidad ganada por
el concepto de calidad que, analizado en
su materialidad, alude a la adquisición
de un sello capaz de avalar, garantizar y
legitimar socialmente la prestación de un
servicio educativo. (2019, p. 126)
Podría entonces decirse, a modo analógico, que
la calidad educativa es como una carretera en la
cual se transita, con altos y bajos y en la que
están involucrados varios actores: profesores,
estudiantes, Instituciones Educativas
(directivos), empresarios y el Estado; y en ese
recorrido con múltiples caminos, cada uno de
ellos juega un papel importante para la
construcción mancomunada de la calidad.
Para el caso de los profesores, en gran medida
para lograr esa calidad, se les reclama que
desarrollen enérgicamente la aptitud para
desaprender y reaprender aspectos propios de su
labor, para innovar en sus clases, con otros
métodos de enseñanza y, para ello se requiere la
práctica de la autoevaluación, y, sobre todo, la
disposición de querer aprender e implementar
nuevas herramientas tecnológicas que motiven
y faciliten el aprendizaje de los estudiantes.
Efectivamente, “la docencia en educación
superior demanda y necesita cambios. Estos
cambios deben adaptarse y responder a las
demandas y necesidades actuales de la sociedad
del conocimiento”. (Ruiz et al., 2022, p. 1241)
Otros actores importantes son los estudiantes,
particularmente los nacidos después del año
2000. Para los investigadores sociólogos y
antropólogos los identifican como una
generación diferente en sus formas de
relacionarse y de interaccionar en sucesos
sociales, económicos o tecnológicos. Estas
personas son los llamados generacionalmente
los Centennials o generación Z, son sujetos que
no conciben el mundo sin Internet, sin
herramientas tecnológicas; incluso ya no toman
apuntes en las clases, se limitan a sacar su
teléfono celular y realizan una foto al tablero.
En esencia, los estudiantes ubicados en este
rango necesitan estar continuamente motivados
para captar su atención pues innegablemente, su
aprendizaje es diferente y resulta ingenuo
desconocer que hoy “La educación y el
aprendizaje varían, y se capitalizan alrededor de
plataformas que se adaptan a sus necesidades.”
(Arango, et al., 2019, p. 30) En la figura 2.
Comportamiento de los Centennials en clase, se
puede observar lo anteriormente expresado.
Del mismo modo son valiosas para aportar a la
calidad educativa las Instituciones Educativas -
IE-, quienes, en cabeza de sus directivos,
trabajan colegiadamente para cumplir con los
lineamientos definidos por el Ministerio de
Educación Nacional (Estado) en cuanto a
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 23
autoevaluación, planes de mejoramiento y
autogestión; procesos que se desarrollan con
miras a tener calidad y finalmente a obtener la
certificación de la acreditación institucional.
Figura 2. Comportamiento de los Centennials en clase
Fuente. Archivo personal. Fotografía tomada en agosto
23 de 2018. Estudiantes de primer semestre. Programa
Tecnología en Sistematización de Datos Politécnico
Colombiano Jaime Isaza Cadavid
Para lograrlo se necesita compromiso,
implementación de actividades del plan de
mejoramiento, analizar los currículos para ser
actualizados e involucrar la flexibilidad y las
políticas y prácticas de inclusión, entre otros
aspectos, puesto que en el presente “la inclusión
implica aspectos de gran significación en la
práctica pedagógica como: la ética profesional,
el respeto a los derechos, solidaridad,
cooperación y atención a la diversidad” (Bernal
& García, 2019, p. 979).
Igual de fundamental es el aspecto productivo,
pues todas las Instituciones Educativas -IE-
deben dar cuenta del contacto estrecho que se
sostiene con el sector productivo con el fin de
actualizar la oferta educativa, los perfiles y
micro currículos, entre otros. Adicionalmente
ha de realizar estudios del fenómeno de la
deserción estudiantil e iniciar proyectos para la
retención. En general se espera que desde el
equipo institucional se cuenta de la
implementación de estrategias de innovación
para fortalecer la docencia, la investigación y la
extensión, pues ciertamente “las nuevas
generaciones no están interesadas en la
educación centrada en charlas teóricas y
magistrales, sino un sistema participativo y
colaborativo, que le permita potenciar sus
intereses y pasiones y que esté conectada con la
realidad”. (Pérez, 2017, p. 17)
En virtud de lo anterior, puede decirse que al
sector productivo se le considera un actor
sustancial porque en esta ruta de la calidad
educativa es quién empleará a los graduados,
razón por la que se le involucra en la academia
ya que tiene información de primera mano de
las necesidades actuales para un mercado
laboral. Es decir, para las IE, no se trata solo de
instruir y otorgar diplomas, se trata de que el
conocimiento adquirido sea aplicado y
contextualizado para tener empleabilidad y
mejorar no solo la calidad de vida de los
formados, sino también los entornos sociales
donde se desenvuelven. Tal como afirman
Hernández et. al., “el vínculo universidad-
sector productivo, es un proceso que requiere
del consenso entre las partes involucradas, con
el fin de resolver problemas sociales presentes
y futuros, para contribuir al desarrollo social de
manera integral”. (2020, p. 27)
Marcar, dejar huella y trascender
Afirma Freire que "La historia no termina en
nosotros: sigue adelante" (2015, p. 150). En
efecto, la historia está en cada uno, en lo que se
deja como persona, en el legado; en ese sentido,
el maestro al difundir conocimiento, al aprender
continuamente, como profesor que lo dialoga
con los estudiantes con actitud amorosa y
amigable, con el fin de que ellos lo recuerden
por ser el maestro con capacidad de adaptación,
de escucha, que genera confianza y co-
construye conocimiento y, de esta manera
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 24
marque un hito en la vida de esas personas que
se encuentran en proceso de formación.
En esencia, es la práctica de una educación
planteada desde tres dimensiones: la de la teoría
del conocimiento puesta en acción, la del acto
político y la del acto estético; la triada actúa en
momentos simultáneos de teoría y práctica, de
arte y política (Freire, 2015). En ese sentido se
desarrolla
El acto de conocer, al mismo tiempo que
crea y recrea objetos, forma a los
estudiantes que están conociendo. […]
características de la enseñanza [que] se
vuelven cada vez más claras para el
educador, él o ella podrán mejorar la
eficacia del acto de enseñar, de su
pedagogía […] Nosotros hacemos arte y
política cuando contribuimos a la
formación de los estudiantes, lo sepamos
o no. Saber lo que estamos haciendo nos
ayuda a hacerlo mejor. (Freire, 2015, p.
157)
Figura 3.
Pilares y características de un profesor con aptitud de cambio y adaptación.
Fuente. Elaboración propia.
Conviene reflexionar que cada vez que se inicia
un año escolar, un semestre académico, un
período de clases o un curso, todos los actores
en conjunto, llegan con la expectativa de lo que
va a suceder y con el deseo de que se lleven a
cabo experiencias educativas agradables y que
desde un punto crítico, sean actos pedagógicos
con aprendizajes a la vez liberadores y
relacionados con un componente ético que lleva
a la actuación con responsabilidad y disposición
para modificar lo que se necesita y cambiar en
medio de una educación sin discriminación, es
decir, incluyente y con un compromiso activo
con la justicia social. La figura 3, sintetiza lo
expresado.
Un currículo flexible, inclusivo y adaptable al
contexto para las nuevas generaciones
Las Instituciones Educativas -IE- han centrado
sus procesos de enseñanza y aprendizaje de
manera que los estudiantes adquieran el
conocimiento y algunas veces su aplicabilidad
en casos de la vida diaria, en no dejar
simplemente la memorización de los conceptos
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 25
teóricos, los cuales se quedan plasmados en un
tablero y en la imaginación del alumno, la
apuesta hoy consiste en aplicarlos en múltiples
actividades procedimentales y
fundamentalmente contextualizadas. Pero
¿dónde queda el lado humanista, todas las
competencias asociadas al aspecto actitudinal o
del ser? En ocasiones se subvaloran y son tan
relevantes e importantes como el aspecto
cognitivo y procedimental.
Ante lo dicho, López señala que
Si bien una orientación humanista de la
educación escolar no puede reducir sus
metas y sus fines a este ámbito, no es
menos cierto que no se pueden
minusvalorar sus requerimientos, so
pena de comprometer el futuro de las
próximas generaciones. Es preciso por
tanto, orientar el rediseño del currículo
de modo que se atiendan, junto con las
exigencias del nuevo contexto vinculadas
a la economía, esas otras que conciernen
a la persona y a su integración en la
sociedad. (2020, p. 149)
En efecto, en una visión de país, se ha de tener
una educación de calidad por competencias
evidenciadas en resultados de aprendizaje, con
el propósito de que los estudiantes mejoren su
calidad de vida y su entorno, formando
profesionales con los conocimientos,
habilidades y actitudes que el sector productivo
y la sociedad en general demandan; porque “la
educación no solo se basa en el desarrollo de un
temario, sino de las relaciones interpersonales,
las formas de pensar, la transformación del ser,
en el actuar ético con el otro”. (Torres y
Arroyave, 2021, p. 310)
Es necesario recordar que en la pandemia del
COVID-19, el Internet y sus herramientas
tecnológicas, llevaron a los estudiantes a estar
permanentemente frente a una pantalla, hasta el
punto de que sus relaciones personales,
familiares e incluso las amorosas se plasmaban
en un dispositivo. Y aunque ciertamente, “Las
relaciones interpersonales son interacciones
recíprocas entre dos o más personas y estas
interacciones suceden a largo de nuestra vida
construyendo nuestra personalidad” (Ramírez y
Tesén, 2022, p. 21). También es indudable que
las relaciones interpersonales se forman y se
construyen desde el currículo de forma
transversal mediante el contacto estrecho con
otros, el compartir, el reír, el trabajar en equipo
para aprender a aceptar las diferencias y a llegar
a acuerdos. ¿De qué sirve formar sujetos con
mucho conocimiento, pero vacíos
sentimentalmente, poco colaboradores, egoístas
e incluso retraídos en su propio mundo?
Uno de los retos es cambiar ese paradigma o
percepción que tienen los estudiantes de que los
módulos o asignaturas que apuntan a esas
competencias blandas son catalogados como
“relleno”. El desafío está en planear estrategias
de enseñanza y aprendizaje que resalten su
importancia e implementar actividades que
denoten su aplicabilidad en su vida personal,
familiar y en sociedad ya que el deber ser de una
IE, es formar profesionales integrales con
conocimientos, que los sepa aplicar pero que
adicionalmente sean buenas personas. Para tal
efecto se puede tener en cuenta que
La puesta en práctica de otros métodos
para organizar la enseñanza, que
respuesta a esas otras formas de
aprender, puede expresarse a través de
algunos modelos educativos que
fomentan un aprendizaje interactivo,
cooperativo e investigativo y que a la vez
desarrollan y estimulan la
responsabilidad, autonomía,
autodisciplina y motivación del propio
aprendizaje del estudiante. (Arroyave,
2021, p. 32)
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 26
Por consiguiente, en todo proceso curricular, se
debe involucrar a todos los actores, ya que los
aportes, puntos de vista, oposiciones,
percepciones, justificaciones entre otros,
permiten enriquecer el proceso y se toman
decisiones más acertadas, en pro de una
formación efectiva del estudiante, que son la
razón de ser de las IE, dado que los alumnos
actualmente tienen una forma diferente de
aprender y necesitan estar motivados, en
consecuencia los currículos deben estar
pensados en los educandos, con carácter
flexible y adaptable, planeado con estrategias
creativas para enseñar y evaluar, sin dejar de
lado que se debe formar personas integrales,
con valores que se hacen necesarios para la
sociedad actual.
La desigualdad asociada a la deserción
La tecnología bien usada y correctamente
aplicada juega un papel importante para formar
ciudadanos integrales, esto se puede notar en el
uso de las redes sociales, en el caso del ser
solidarios con el otro, estar en pro del reciclaje
o protección al medio ambiente, conformar
grupos para apoyar a ecologistas, animalistas o
el mismo respeto a la comunidad LGBTIQ+, tan
estigmatizada, pero a la vez tan sólida. Dicho
de otra manera, las redes han facilitado el
comprender que todos somos iguales en
derechos, pero con gustos e inclinaciones
diferentes, adicionalmente, ha demostrado que
en efecto somos multiculturales, como lo es
Colombia misma; entonces, ¿por qué se
presenta el rechazo, el “bullying” en los
diversos grupos sociales? Algo difícil de
responder, no obstante, el uso de la tecnología
puede disminuir el fenómeno.
Aunque ciertamente, hay que reconocer que la
desigualdad y la brecha tecnológica están
presente en los menos favorecidos, en los
campesinos, indígenas, comunidades negras,
entre otros, asunto que se evidenció
significativamente con el confinamiento a causa
del COVID-19. También es preciso recordar
que aquellos que pudieron y accedieron a la
educación virtual con encuentros sincrónicos o
asincrónicos, tuvieron impactos inesperados,
porque no es lo mismo la presencialidad en la
cual se cuenta con la cercanía del profesor, de
los compañeros. También en repetidas
ocasiones, la inestabilidad en las redes de
conexión, el exceso de actividades
extracurriculares. Todo ello generando
desinterés, poca atención y hasta deserción,
pues incluso los profesores tuvieron que
adaptarse a las herramientas dispuestas para la
virtualidad sin la formación respectiva en la
mayoría de los casos. En definitiva, como
afirma Rama,
La deserción y el abandono que es uno de
los principales problemas educativos, se
agrava en este contexto por las
dificultades de vinculación. Unos pueden
aprender más y mejor, en tanto que otros
aprenden menos y peor, siendo estos los
que se desligan del proceso educativo por
abandono. Sin embargo, no es un tema
estructural de la educación digital, sino
del bajo nivel de preparación y de
conformación de dinámicas sociales y
administrativas para soportar y apoyar
la disrupción digital en curso. (citado por
Arroyave, 2022, pp. 186-187)
Adicionalmente surgió otra consecuencia de
esas situaciones que vivieron los actores
educativos durante la pandemia, que consistió
en la discriminación entre estudiantes, trayendo
consigo la depresión y en algunos de los casos
hasta el suicidio, pues es innegable que el
mismo encierro, escuchar noticias con el
fallecimiento de tantas personas, la falta de
motivación para llevar a cabo la educación, la
desconexión permanente, la falta de recursos
económicos, en fin, como así como lo expresan
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 27
Uriol y Mego (2021), “las razones son múltiples
[…], la familia, los limitados recursos
económicos, embarazos no planificados, etc.
Sin embargo, todas estas razones percibidas
pueden ir acompañado por razones que recaen
en la propia casa de estudios”. (p. 57)
En ese orden de ideas, los factores de deserción
son muchos y no siempre están asociados
únicamente a las situaciones específicas del
educando, pues ciertamente, en no pocas
ocasiones, también se presentan factores que
implican a las IE que carecen de muchos
recursos, de igual manera a los docentes que
requieren formación, capacitación y/o
actualización en temáticas, en uso pedagógico
de las TIC o en recursos didácticos para planear
estrategias que respondan a los ideales de la
pedagogía y, en ese sentido, se retengan a los
alumnos; en otras palabras es estar
permanentemente en “la búsqueda de las
mejores eficiencias didácticas para alcanzar los
mejores aprendizajes” (Rama, 2020, p.70), y
con ello dar cuenta de la flexibilidad en los
procesos asociados a la enseñanza.
Para el caso de la educación terciaria, el
Ministerio de Educación Nacional cuenta con el
Sistema para la Prevención de la Deserción de
la Educación Superior SPADIES-, el cual
ordena y consolida la información de los
estudiantes que ingresan a la educación superior
en cuanto a las condiciones académicas y
socioeconómicas, y publica información
estadística sobre deserción y graduación. En su
versión 3.0, SPADIES informa que la deserción
de acuerdo con el estrato para el año 2021-2022,
obtuvo el siguiente resultado: el estrato 1 el
39.28%, estrato 2 el 40.14%, estrato 3 el
12.32%, estrato 4 el 0.64% y los estratos 5 y 6
el 0.13 y 0.05% respectivamente; por otro lado,
para ese mismo año, por género, cabe aclarar
que solo presenta femenino y masculino, arroja
los siguientes datos: mujeres 83.82% y hombres
el 16.04%. (Ministerio de Educación Nacional,
2022)
Teniendo en cuenta las cifras presentadas se
puede analizar que los estratos bajos, los cuales
tienen menos oportunidades son aquellos que
desertan de su proceso formativo y
paradójicamente, son aquellos que más
necesitan educación para tener acceso a un
empleo digno y consecuentemente mejor
calidad de vida. También llama la atención que
la deserción de mujeres es muy alta en esos tres
primeros estratos. Por otro lado, se habla de una
educación incluyente y en la información
presentada no se visualiza a la comunidad
LGBTIQ+, puntualmente estos grupos
minoritarios, en muchos casos, son
estigmatizados y se les vulneran los derechos
esenciales como el acceso a la educación y al
trabajo.
Datos pues que lastimosamente dan cuenta de
una realidad de país y que obligatoriamente
invita a una reflexión en clave educativa a todos
los actores de la sociedad involucrados: el
estado, las instituciones, los profesores,
estudiantes, familia y el gremio empresarial.
Un proceso de enseñanza aprendizaje
integrador e incluyente
Todo proceso de enseñanza y aprendizaje debe
facilitar en el sujeto el logro de competencias
actitudinales, conceptuales y procedimentales,
pero lo primordial es que visualice la aplicación
a sus múltiples realidades y el aporte que le hace
como persona formada integralmente. Ahora
bien, esta era digital permite usar y emplear
diversas herramientas como la realidad virtual,
la realidad aumentada, objetos virtuales de
aprendizaje; todos ellos con desarrollo de
proyectos en los cuales puede aplicarse los
conocimientos adquiridos y proponer nuevas
ideas, solucionar problemas, apoyar a sus
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 28
compañeros entre otros; esencialmente un
ambiente de aprendizaje a través de “la
generación de experiencias dentro del aula que
despierten la curiosidad en el alumnado […]
elemento fundamental para el desarrollo del
pensamiento crítico y del pensamiento sobre
uno mismo”. (Sánchez et. al., 2021, pp. 118-
119)
De cualquier modo, es un proceso que lleva
tiempo, el mantener a los estudiantes motivados
mediante el uso de la tecnología depende mucho
de los profesores que co-construyen ese
conocimiento, por ende, es preciso tener en
cuenta que siempre se requiere planear y
construir experiencias de aprendizaje con miras
a captar el interés y el deseo del estudiante por
aprender, así como lo plantean Arias, et. al.,
(2021), “enmarcando el uso de la tecnología en
un nuevo modelo pedagógico, que busque
desarrollar la autonomía en el aprendizaje y en
el uso del tiempo y se centre en el desarrollo de
competencias y habilidades socioemocionales”
(p. 16), pero para ello se necesita que los
docentes se interesen por adquirir también esa
competencia. La figura 4. Lo procesos
formativos llevan tiempo, esquematiza lo
anteriormente planteado.
Figura 4. Los procesos formativos llevan tiempo.
Fuente. Elaboración propia.
Conclusiones
Sin lugar a duda, el conocimiento del siglo XXI
es de puertas abiertas, se puede adquirir de
muchas formas en las diversas expresiones
culturales y para ello, todo el entorno facilita el
adquirirlo; en esa dirección lo menciona Morin,
La cultura está constituida por el
conjunto de los saberes, saber-hacer,
reglas, normas, interdicciones,
estrategias, creencias, ideas, valores,
mitos que se transmite de generación en
generación, se reproduce en cada
individuo, controla la existencia de la
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 29
sociedad y mantiene la complejidad
sicológica y social. (1999, p. 28)
Una de las formas de construir conocimiento en
esta era digital, consiste en el metaverso, que,
como herramienta con uso pedagógico, permite
innovar la práctica educativa, involucrando y
motivando al estudiante en su proceso
formativo, no obstante, el reto está en que los
profesores quieran cambiar sus metodologías
tradicionales y de otro lado, que estén
dispuestos a aprender de las nuevas tecnologías.
A ello hay que agregar que el ser maestro, ha de
concebirse como un arte maravilloso que puede
transportar a otros mundos, incluido el de los
estudiantes, pues ciertamente ejercer la
docencia no es solo impartir de forma
transmisiva y pasiva el conocimiento, se sabe
que es mucho más que eso, es aprender del día
a día con y para los estudiantes, es investigar,
observar, explorar, y sin excepción, aceptar la
opinión del otro con respeto, así no se
compartan las mismas opiniones de los otros
estudiantes.
En esencia, se requiere como docentes liberarse
para los posibles, con disposición, guiando y
potencializando el aprendizaje constante, con el
fin de estar a la vanguardia del cambio
inclusivo, heterogéneo, adaptativo,
convencidos de que las nuevas generaciones
aprenden diferente y que la tecnología es la
herramienta que aporta a la pedagogía,
enseñanza y evaluación.
Es decir, es un transitar hacia diseños
curriculares acompañados de estrategias
modernas de enseñanza, con carácter integral,
incluyente, adaptativo y flexible, que involucre
a todos los actores y que tenga en cuenta que su
desarrollo y gestión se da en la era digital, la de
las nuevas tendencias tecnológicas. En fin,
diseños curriculares que permitan disminuir las
brechas generacionales y que enfatice en
pedagogías activas con el fin de mantener al
estudiante con interés y motivado en todo su
proceso de formación; permitiendo a niños y
jóvenes fortalecer sus habilidades blandas, sus
capacidades para reaprender y, en esa dirección,
fortalecer su autonomía orientada a su proyecto
de vida.
Referencias Bibliográficas
Anacona, J., Millán, E., & Gómez, C. (2019).
Aplicación de los metaversos y la realidad
virtual en la enseñanza. Entre Ciencia e
Ingeniería, 9.
http://www.scielo.org.co/pdf/ecei/v13n25/1
909-8367-ecei-13-25-00059.pdf
Arango, C., Camelo, C., Huertas, M.,
Rodríguez, C., Sánchez, V., Sánchez, C., &
Sojo, J. (2019). 1218 Centennials:
generación sin etiquetas. Bogotá: Sancho
BBDO.
https://www.researchgate.net/publication/35
1324186_1218_Centennials_Generacion_si
n_etiquetas
Arias, E., Dueñas, X., Elacqua, G., Giambruno,
C., Mateo, M., & Pérez, M. (2021). Hacia
una educación 4.0: Módulos para la
implementación de modelos híbridos. Banco
Interamericano de Desarrollo.
Arroyave, Giraldo, D. (2022). Guía de
seminario de nea de investigación II:
estudios críticos sobre educación y currículo.
Doctorado en ciencias de la educación
[documento de apoyo con fines didácticos
exclusivamente de circulación interna]
Universidad de San Buenaventura.
Arroyave Giraldo, D. (2021). Roles, prácticas,
dinámicas de la gestión educativa,
pedagógica y didáctica en tiempos de
cambio. En Arroyave (Comp). Estudios
multirreferenciales sobre educación y
currículo: reflexiones en tiempos de
pandemia. Bonaventuriana, pp. 17-44.
Beleño, I. (4 de Abril de 2018). Trabajo en
equipo, una de las competencias que más
valoran las compañías modernas. La
República. https://www.larepublica.co/alta-
gerencia/trabajo-en-equipo-entre-las-
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 30
competencias-que-mas-valoran-las-
companias-2708939
Bernal, E., & García, I. (2019). La preparación
a los docentes de la educación inicial para la
inclusión educativa. En M. Tolozano, & R.
Arteaga, La formación y superación del
docente: "desafíos para el cambio de la
educación en el siglo XXI". Instituto
Superior Tecnológico Bolivariano.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codig
o=743196 , pp. 22-64)
Boff, L. (2011). Ecología: grito de la tierra,
grito de los pobres. Trota.
Boff, L. (2014). Características del nuevo
paradigma emergente.
https://www.servicioskoinonia.org/boff/arti
culo.php?num=676
Checa, F. (2011). El uso de metaversos en el
mundo educativo: gestionando
conocimiento. Revista de Docencia
Universitaria, 14.
Del Prado Ruza V. (2022). Tecnología y
educación. ¿(des)encuentro necesario?
Byung-Chul Han y su visión del enjambre
digital. En Méndez-Martínez, José Ángel y
Garrido-Ramos, Beatriz (Coord). Educación,
Ciencia y Tecnología del Siglo XXI.
Proyectos, reflexiones y metodologías.
Dykinson, pp. 340- 359
De Sousa Santos, B. (2015). Una epistemología
del sur. México: Siglo XXI.
http://secat.unicen.edu.ar/wp-
content/uploads/2020/03/BONAVENTURA
-SOUSA-EPISTEMOLOIGIA-DEL-
SUR..pdf
Freire, P. (2015). Pedagogía de los sueños
posibles. Siglo veintiuno.
Freire, P. (2004). Pedagogía de la Autonomía.
Sao Paulo. https://redclade.org/wp-
content/uploads/Pedagog%C3%ADa-de-la-
Autonom%C3%ADa.pdf
Generación Z. (2023, 25 de marzo). Wikipedia,
La enciclopedia libre. Fecha de consulta:
02:29, abril 2, 2023 desde
https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=
Generaci%C3%B3n_Z&oldid=150119359
Gutiérrez, J. (2021). La educación en tiempos
de pandemia. Super visión 21. Revista de
educación e inspección.
https://usie.es/supervision21/wp-
content/uploads/sites/2/2021/08/ART-
SUPER-21-No-61-JULIO-21-
EDUCACIO%CC%81N-EN-
PANDEMI%CC%81A-JOSE%CC%81-M.-
GUTIERREZ-CANO.pdf
Hernández, G., Mármol, M., Noriega, J.,
Ramos, E., & Faría, G. (2020). Integración:
educación universitaria, estado y sector
productivo mediante las prácticas
profesionales. Negotium: Revista de
Ciencias Gerenciales, 19-29.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?co
digo=7969761
López Ruperéz, F. (2020). El currículo y la
educación en el siglo XXI. La preparación
del futuro y el enfoque por competencias.
Narcea.
https://es.scribd.com/read/482049377/El-
curriculo-y-la-educacion-en-el-siglo-XXI-
La-preparacion-del-futuro-y-el-enfoque-
por-competencias#a_search-menu_114804
Luque Sergio. (2022). Millennials y
centennials. Dos generaciones de prosumers
a través de instagram y de tik tok. En: Husted
S., et al., (Coord.). Comunicación y
pluralidad en un contexto divergente.
Dykinson, pp. 116-138
Martínez-Boom, A. (2019). ¿Para qué nos
educamos hoy?: Escolarización y educapital.
En C. Noguera , & D. Rubio, Genealogías de
la pedagogía. Universidad Pedagógica. doi:
https://doi.org/10.2307/j.ctvt9jzj, pp. 273-
304
Mejía, M. (2019). Reinventar la transformación
social y Los nuevos desafíos de la educación
popular y los movimientos sociales. En M.
Mejía, Acción Social Colectiva y
Pedagógica. Universitat Oberta de
Catalunya, pp. 34-95
Ministerio de Educación Nacional. (29 de 08 de
2022). SPADIES 3.0.
https://www.mineducacion.gov.co/sistemasi
nfo/spadies/Informacion-
Institucional/363411:SPADIES-3-0
Ministerio de Educación. (21 de mayo de 2020).
Mineducación.
https://www.mineducacion.gov.co/portal/Ed
ucacion-superior/Sistema-de-Educacion-
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 6
Junio del 2023
Página 31
Superior/231235:Sistema-Educativo-
Colombiano
Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios
para la educación del futuro. (M. Vallejo,
Trad.) Paris.
https://www.uv.mx/dgdaie/files/2012/11/CP
P-DC-Morin-Los-siete-saberes-
necesarios.pdf
Morín, E. (2020). Cambiemos de vía, lecciones
de la pandemia. Barcelona: Planeta.
Obtenido de
https://static0planetadelibroscom.cdnstatics.
com/libros_contenido_extra/45/44591_Cam
biemos_de_via.pdf
Pérez, O. (2017). Los millennials y centennials:
desafios para la educación.
https://ciec.edu.co/wp-
content/uploads/2017/05/101.-
MILLENNIALS-Y-CENTENNIALS.-
DESAFIOS-PARA-LA-
EDUCACIO%CC%81N.pdf
Rama, C. (2020). La nueva educación híbrida.
México.
https://www.udual.org/principal/wp-
content/uploads/2021/03/educacion_hibrida
_isbn_interactivo.pdf
Ramírez, J., & Tesén, J. (2022). Las relaciones
interpersonales y la calidad educativa.
TecnoHumanismo.
Ruiz Bravo P.; Díaz Ureña G. y Alarcón
Guerrero R., (2022). Metodologías activas
¿qué pueden aportar? Un caso en CAFYD.
En Romero García C. (Coord). Innovación
docente y prácticas educativas para una
educación de calidad. Dykinson, pp. 1225-
1245
Sánchez, Y., & Fuentes, J. L. (2021). ¿Es
necesario un nuevo pensamiento crítico para
la era digital? En R. González, J. Zaldivar, &
G. Olmeda, Condiciones del pensamiento
crítico en el contexto educativo del inicio del
siglo XXI.
Torres, O., & Arroyave, D. (2021). Educación
como eje transformador del ser ético en
sociedad. Revista Educare.
Uriol, G., & Mego, B. (2021). Factores que
inciden en la deserción universitaria. Revista
científica Tzhoecoen.
https://revistas.uss.edu.pe/index.php/tzh/arti
cle/view/1999/2545
Esta obra está bajo una licencia de
Creative Commons Reconocimiento-No Comercial
4.0 Internacional. Copyright © Claudia Alejandra
Rosero Noguera y Dora Inés Arroyave Giraldo.