Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 12.1
Edición Especial V 2025
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CONSERVACIÓN DEL BOSQUE EL CEDRAL MEDIANTE ÍNDICES ECOLÓGICOS Y
APRENDIZAJE SOCIAL EN ECOSISTEMAS ANDINOS AMENAZADOS
CONSERVATION OF EL CEDRAL FOREST THROUGH ECOLOGICAL INDICES AND
SOCIAL LEARNING IN THREATENED ANDEAN ECOSYSTEMS
Autores: ¹Luis Edison Alcoser Villalobos y ²Luis Alberto Mera Cabezas.
¹ORCID ID:
https://orcid.org/0009-0001-8656-8101
²ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-7419-4846
¹E-mail de contacto: luis.alcoser@unach.edu.ec
²E-mail de contacto: lmera@unach.edu.ec
Afiliación:
1*2*
Universidad Nacional de Chimborazo, (Ecuador).
Artículo recibido: 29 de Noviembre del 2025
Artículo revisado: 30 de Noviembre del 2025
Artículo aprobado: 14 de Diciembre del 2025
¹Licenciado en Pedagogía de la Química y Biología de la Universidad Nacional de Chimborazo, (Ecuador) con 1.5 años de experiencia
laboral. Maestrante de la Maestría en Pedagogía de las Ciencias Experimentales mención en Química y Biología, de la Universidad
Nacional de Chimborazo, (Ecuador).
²Licenciado en Ciencias de la Educación, con especialidad en Biología, Química y Laboratorio de la Universidad Nacional de Chimborazo,
(Ecuador). Posee amplia experiencia docente. Es Magíster en Desarrollo de la Inteligencia y Educación de la Universidad Nacional de
Chimborazo, (Ecuador). Máster Universitario en Formación y Perfeccionamiento del Profesorado, con especialidad en Biología de la
Universidad de Salamanca, (España). Actualmente dirige la carrera de Pedagogía de las Ciencias Experimentales Química y Biología de
la Universidad Nacional de Chimborazo, (Ecuador).
Resumen
Se realizó un estudio con el propósito de
analizar la diversidad florística, la estructura
vegetal y los procesos de aprendizaje social en
el bosque El Cedral, un ecosistema amenazado
en los Andes ecuatorianos. Se realizó un
muestreo ecológico en 20 transectos
permanentes para evaluar índices de
diversidad, biomasa, cobertura del dosel y
regeneración, complementado con una
encuesta aplicada a la comunidad local para
conocer percepciones sobre biodiversidad,
impactos antrópicos, aprendizaje social, usos
culturales y educación ambiental. Los
resultados mostraron que el bosque mantiene
una alta diversidad y una estructura en fase de
madurez intermedia, con un dosel
mayoritariamente cerrado y biomasa
correlacionada positivamente con la cobertura.
Sin embargo, la regeneración se relacionó
negativamente con estas variables, indicando
limitaciones lumínicas para el establecimiento
de plántulas. La comunidad mostró un alto
nivel de conciencia ecológica, valorando la
conservación y el conocimiento ancestral,
aunque con ciertas diferencias en prácticas de
uso sostenible, el aprendizaje social se
evidenció en el proceso de integración entre
saberes locales y evidencia científica,
facilitando la legitimación y manejo
participativo. Se concluyó que la conservación
efectiva del bosque requiere un enfoque
integrado que combine el rigor ecológico con
procesos continuos de aprendizaje social,
fortaleciendo la participación comunitaria y la
corresponsabilidad en la gestión ambiental.
Palabras clave: Diversidad florística,
Estructura vegetal, Aprendizaje social,
Conservación participativa, Bosque andino,
Zonificación ecológica, Regeneración
natural.
Abstract
A study was conducted with the purpose of
analyzing the floristic diversity, vegetation
structure, and social learning processes in the
El Cedral Forest, a threatened ecosystem in the
Ecuadorian Andes. Ecological sampling was
carried out in 20 permanent transects to
evaluate diversity indices, biomass, canopy
cover, and regeneration, complemented by a
survey administered to the local community to
assess perceptions of biodiversity,
anthropogenic impacts, social learning, cultural
uses, and environmental education. The results
showed that the forest maintains high diversity
and a structure in an intermediate stage of
maturity, with a mostly closed canopy and
biomass positively correlated with cover.
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However, regeneration was negatively related
to these variables, indicating light limitations
for seedling establishment. The community
demonstrated a high level of ecological
awareness, valuing conservation and ancestral
knowledge, although with some differences in
sustainable use practices. Social learning was
evidenced in the process of integration between
local knowledge and scientific evidence,
facilitating legitimization and participatory
management. It was concluded that the
effective conservation of the forest requires an
integrated approach that combines ecological
rigor with continuous social learning processes,
strengthening community participation and
shared responsibility in environmental
management.
Keywords: Floristic diversity, Vegetation
structure, Social learning, Participatory
conservation, Andean forest, Ecological
zoning, Natural regeneration.
Sumário
Foi realizado um estudo com o propósito de
analisar a diversidade florística, a estrutura da
vegetação e os processos de aprendizagem
social na floresta El Cedral, um ecossistema
ameaçado nos Andes equatorianos. Foi
realizada uma amostragem ecológica em 20
transectos permanentes para avaliar índices de
diversidade, biomassa, cobertura do dossel e
regeneração, complementada por uma pesquisa
aplicada à comunidade local para conhecer
percepções sobre biodiversidade, impactos
antrópicos, aprendizagem social, usos culturais
e educação ambiental. Os resultados
mostraram que a floresta mantém uma alta
diversidade e uma estrutura em fase de
maturidade intermediária, com um dossel
predominantemente fechado e biomassa
correlacionada positivamente com a cobertura.
No entanto, a regeneração apresentou relação
negativa com essas variáveis, indicando
limitações de luz para o estabelecimento de
plântulas. A comunidade demonstrou um
elevado nível de consciência ecológica,
valorizando a conservação e o conhecimento
ancestral, embora com algumas diferenças nas
práticas de uso sustentável. A aprendizagem
social evidenciou-se no processo de integração
entre saberes locais e evidências científicas,
facilitando a legitimação e o manejo
participativo. Concluiu-se que a conservação
efetiva da floresta requer uma abordagem
integrada que combine o rigor ecológico com
processos contínuos de aprendizagem social,
fortalecendo a participação comunitária e a
corresponsabilidade na gestão ambiental.
Palavras-chave: Diversidade florística,
Estrutura da vegetação, Aprendizagem
social, Conservação participativa, Floresta
andina, Zoneamento ecológico, Regeneração
natural.
Introducción
Los ecosistemas andinos ecuatorianos se
caracterizan por su elevada y amplia riqueza
florística, alto endemismo y compleja estructura
vegetal que sustenta funciones ecológicas
críticas y esenciales para las comunidades y el
equilibrio natural (Aguirre et al., 2021). La
región andina por su diversidad altitudinal y
heterogeneidad climática favorece a la
existencia de numerosas especies vegetales con
adaptaciones que les confieren una alta
complejidad estructural y funcional
fortaleciendo la resiliencia ecosistémica ante
perturbaciones antrópicas y naturales (Richter y
Moreira 2005). Debido a la presión ejercida por
la expansión agrícola, la ganadería extensiva, la
deforestación y la falta de planificación
territorial, dichos ecosistemas se han vulnerado
de forma severa, acelerando su pérdida de
cobertura boscosa, fragmentando hábitats y
reduciendo su diversidad florística y
conectividad ecológica (Bedoya et al., 2023).
Dentro del Bosque El Cedral
ubicado en el
cantón Baños, provincia de Tungurahua,
Ecuador, este rige como un ecosistema montano
vulnerable, donde sus dinámicas ecológicas y
sociales se condicionan por los impactos que
sufren, lo cual incide para realizar estudios
integrales que sirvan de base estratégica en su
conservación y manejo (Piedra, 2024), es por
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ello que, una conservación efectiva en estos
ecosistemas requiere diagnóstico ecológico
detallado e incorporación de procesos sociales
que potencien el aprendizaje social y la
participación activa de comunidades aledañas
como guardianes del territorio.
En este contexto, el análisis de la diversidad
florística y estructura vegetal a través de índices
ecológicos como Shannon-Wiener, Simpson,
Margalef y Pielou y parámetros estructurales,
constituyen herramientas cruciales para evaluar
el estado y la capacidad de regeneración del
bosque (Valdés et al., 2018). Los indicadores
mencionados permiten identificar patrones de
composición y estructura que informan sobre el
estado del ecosistema y orientan la zonificación
ecológica a partir del área delimitada,
corredores biológicos y zonas prioritarias para
restauración (Torres y Delgado 2025). Sin
embargo, la dimensión ecológica se integra con
lo social porque la gestión es sostenible y la
biodiversidad requiere construir conocimiento y
acciones conjuntas que involucren los saberes
ancestrales y el aprendizaje social de las
comunidades locales (Maldonado y García
2023). El aprendizaje social se entiende como
un proceso colectivo y dinámico a través del
cual las comunidades adquieren conocimientos,
experiencias y habilidades que fomentan una
comprensión compartida del ecosistema y el
desarrollo de estrategias adaptativas para el
manejo y conservación (Rodríguez y Torres
2023). Es importante mencionar que en un
contexto andino donde la relación entre el
territorio, la cultura y la naturaleza es profunda,
este enfoque fortalece la apropiación social del
espacio y promueve la educación ambiental
generando corresponsabilidad para protección y
restauración de los bosques (Rentería y Vélez
2019). De esta manera, el aprendizaje social es
un complemento a la evaluación científica que
garantiza la sostenibilidad a largo plazo y la
resiliencia socio ecológica del ecosistema.La
investigación tiene como objetivo analizar la
diversidad florística y estructura vegetal del
Bosque El Cedral mediante el uso de índices
ecológicos y parámetros estructurales con la
finalidad de diseñar una zonificación ecológica
para conservación que integre procesos
participativos de aprendizaje social.
Materiales y Métodos
La investigación es de tipo cuantitativo,
descriptivo y correlacional, con un enfoque
integrador que combina análisis ecológicos y
sociales para evaluar la diversidad florística, la
estructura vegetal y los procesos de aprendizaje
social en el bosque El Cedral. El diseño
metodológico se estructuró en dos fases
principales, primero muestreo ecológico para la
caracterización florística y estructural del
bosque mediante transectos, y segunda encuesta
comunitaria para evaluar conocimientos,
percepciones y participación social vinculados
a la conservación y manejo del ecosistema. Para
el componente ecológico, la unidad de análisis
fueron 20 transectos permanentes de 20 m × 20
m distribuidos de manera sistemática en el
bosque El Cedral, cumpliendo criterios de
representatividad espacial y altitudinal para
capturar la heterogeneidad ambiental y
estructural del ecosistema. La selección del
tamaño y ubicación de transectos se realizó
mediante un muestreo estratificado basado en
mapas previa zonificación del área para incluir
zonas con diferentes grados de cobertura,
biomasa y procesos sucesionales.
Para el componente social, la población estuvo
constituida por los residentes del área de
influencia del bosque El Cedral, principalmente
comunidades locales con conocimiento directo
del entorno. Se aplicó un muestreo no
probabilístico intencional, seleccionando a 30
participantes que cumplieron con los criterios
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de inclusión, ser mayor de 18 años, residir en la
comunidad por más de cinco años y manifestar
interés en temas ambientales y de conservación.
Se excluyeron personas con conocimiento
limitado o sin participación directa en
actividades relacionadas con el bosque. En la
fase ecológica, se emplearon inventarios
florísticos detallados en cada transecto para
identificar las especies presentes y registrar su
abundancia, altura, diámetro a la altura del
pecho (DAP), cobertura del dosel y presencia de
epífitas y lianas. Los datos permitieron calcular
los índices ecológicos de
Simpson


󰇛󰇜

Shannon-Wiener


Margalef
󰇛󰇜
Pielou


󰇛󰇜
Estimar:
Cobertura
󰇛󰇜



Biomasa
󰇛󰇜
 󰇛

󰇜

Regeneración natural
󰇛󰇜

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
Estratificación
󰇛󰇜

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
A través del conteo de plántulas, también se
efectuó la estratificación vertical para analizar
la distribución de individuos en estratos bajo,
medio y alto. En la fase social, se diseñó y
aplicó una encuesta estructurada con 10 ítems
en la escala de Likert orientados a medir
percepciones sobre biodiversidad, impactos
antrópicos, aprendizaje social, usos culturales y
educación ambiental. La encuesta se validó
preliminarmente mediante una prueba piloto
con miembros de la comunidad para garantizar
claridad y pertinencia de las preguntas y se
aplicó Alpha de Cronbach obteniendo 0.81. La
recolección fue presencial, con el apoyo de
facilitadores locales que aseguraron la correcta
interpretación y respuesta de los encuestados.
Los datos ecológicos se analizaron mediante
estadística descriptiva para cuantificar riqueza,
abundancia, cobertura y biomasa, se calcularon
índices de diversidad alfa utilizando software
estadístico IBM SPSS v25, junto con análisis de
correlación de Pearson para estudiar relaciones
entre cobertura, biomasa, regeneración y
epífitas. Los datos de la encuesta fueron
procesados mediante análisis univariado para
determinar frecuencias y porcentajes de
respuestas en cada ítem, se identificó niveles de
conciencia ecológica, percepción de impactos y
grado de participación social en conservación.
La integración de los resultados ecológicos y
sociales se realizó cualitativa y
cuantitativamente para fundamentar
conclusiones que sustentan un enfoque de
aprendizaje social comunitario en la gestión del
bosque.
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Resultados y Discusión
Figura 1. Riqueza florística en el bosque El Cedral
El análisis de la riqueza florística en el bosque
El Cedral de la Figura 1 reveló una presencia
significativa de más de 35 géneros y especies
distribuidos en 20 transectos, confirmando una
alta diversidad vegetal en este ecosistema
montano. Entre las familias más representativas
se encuentran Melastomataceae, Lauraceae,
Cunoniaceae, Piperaceae, Orchidaceae y
Rubiaceae, todas ellas características de
bosques húmedos montanos andinos. La
coexistencia de árboles como Alnus acuminata,
Weinmannia, Cedrela odorata e Inga edulis
junto con plantas acompañantes como helechos,
bromelias, orquídeas y arbustos del género
Clidemia denota una compleja estructura
vertical, propia de ecosistemas maduros y bien
estratificados. En cuanto a la distribución y
frecuencia de las especies, se identificaron
grupos con distintos niveles de predominancia
sobre el territorio estudiado entre las especies
muy frecuentes, presentes en más del 80% de
los transectos, destacan Guarea kunthiana y
Moconia sp., cada una registrada en 19 de 20
transectos, además de Weinmannia
macrophylla y Clidemia, con alta presencia en
la mayoría de los sitios muestreados, dichas
especies se perfilan como dominantes y
constituyen la base de la composición florística
del bosque. Por otro lado, especies con
presencia intermedia, que abarcan entre el 40 y
60% de los transectos, como Brunellia
sibundoya, Eucryphia, Saurauia ursina,
Polystichum dubium y representantes de
Piperaceae, reflejan una buena representación
en varios estratos del ecosistema. Finalmente,
las especies catalogadas como raras,
encontradas en menos del 20% de los
transectos, incluyen Cedrela odorata,
Ochroma, Ceroxylon alpinum, Peperomia spp.
y Hieronyma macrocarpa, las cuales podrían
ser sensibles a perturbaciones o tener
requerimientos ecológicos muy específicos.
Los patrones ecológicos evidencian diversidad
vertical compleja, típica de bosques montanos
maduros, donde se combinan especies arbóreas
emergentes como Weinmannia, Cedrela y
Alnus; arbustos como Clidemia y Piper spp.;
epífitas pertenecientes a las familias
Orchidaceae y Bromeliaceae; helechos de los
10
14
19
13
10
9
13
14
12
8
12
7
18
7
14
10
9
17
19
9 9
10
11
8 8
19
8
9 9
8
6
11
10
9
13
15
14
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
Araceae
Peperomia spp.
Alnus acuminata
Aspleniaceae
Blechnum fragile
Bromeliaceae
Brunellia sibundoya
Campanulaceae
Cedrela odorata
Ceroxylon alpinum
Chusquea falcata
Citharexylum montanum
Clidemia
Clusia cf
Croton urucurana
Dryopteridaceae
Erythina edulis
Eucryphia
Guarea kunthiana
Hieronyma macrocarpa
Inga edulis
Mabea occidentalis
Melastomataceae
Miconia croses
Miconia SPP.
Moconia sp 3
Morella pubescens
Ochroma
Orchidaceae
Oreopanax
Piper spp.
Piperaceae
Polystichum dubium
Rubiaceae
Saurauia ursina
Weinmannia
Weinmannia macrophylla
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géneros Polystichum y Blechnum; y lianas
como Chusquea falcata. En cuanto a los
procesos de regeneración y sucesión, la
presencia de especies pioneras como Alnus
acuminata y Ochroma en varios transectos
sugiere la existencia de claros recientes y
dinámicas naturales de regeneración.
Asimismo, especies tolerantes a la sombra
como Miconia spp., Clidemia y
Melastomataceae dominan el bosque, lo cual
asegura la continuidad ecológica y el
mantenimiento del hábitat bajo el dosel arbóreo.
En términos generales, el bosque El Cedral
mantiene una alta diversidad florística
sustentada por especies dominantes que
sostienen la estructura y funciones del
ecosistema, junto con especies raras que
incrementan su valor para la conservación. Sin
embargo, los patrones reflejan un ecosistema
amenazado, pero con capacidad de resiliencia,
en donde la inclusión de la comunidad local y la
implementación de estrategias de conservación
participativas serán decisivas para garantizar la
permanencia y funcionalidad del bosque en el
largo plazo.
Tabla 1. Índices de diversidad florística
Transecto
Simpson
(1−D)
Shannon
(H′)
Margalef
Pielou
1
0.89
2.39
2.76
0.88993899
2
0.94
2.94
5.04
0.92509446
3
0.96
3.22
6.46
0.91827943
4
0.95
3.12
5.95
0.91143422
5
0.96
3.29
6.94
0.90886825
6
0.96
3.21
6.4
0.91542763
7
0.89
2.65
4.39
0.81989503
8
0.91
2.61
3.69
0.89177738
9
0.94
2.85
4.17
0.93129013
10
0.94
2.89
4.44
0.90936156
11
0.93
2.74
4.91
0.87795316
12
0.93
2.78
3.94
0.9279868
13
0.93
2.78
4.17
0.9279868
14
0.94
2.9
4.6
1.00333114
15
0.95
3
5.1
1.0693744
16
0.93
2.8
4.1
1.03226385
17
0.96
3.1
6.2
1.1877077
18
0.94
2.88
4.5
1.15386627
19
0.95
3.05
5.6
1.28848362
20
0.94
2.92
4.8
1.31578741
Fuente: elaboración propia
Los resultados de la Tabla 1 obtenidos a partir
del muestreo en los 20 transectos del bosque El
Cedral evidencian una alta diversidad destacada
por los valores del índice de Simpson (1−D) que
oscilan entre 0.89 y 0.96 que reflejan
comunidades con un bajo grado de dominancia,
sosteniendo una distribución relativamente
equilibrada de individuos entre las diferentes
especies presentes. La mayoría de los transectos
exhibieron índices superiores a 0.93, lo que
confirma un buen nivel de heterogeneidad
biológica en el bosque. Sin embargo, los
transectos 1 y 7 mostraron valores más bajos
(0.89), sugiriendo una posible concentración de
individuos en pocas especies o un estado de
perturbación local que afecta la diversidad
natural El índice de Shannon (H′) también
mostró variaciones dentro del rango medio a
alto, con valores que fluctuaron entre 2.39 y
3.29, coherentes con bosques montanos
húmedos andinos con integridad ecológica
moderada a buena. Los transectos 3, 5, 6 y 17
destacaron por presentar los valores más
elevados, reflejando áreas donde existe una
coexistencia equilibrada de un mayor número
de especies, lo que refuerza la presencia de
parches con elevada integridad ecológica y
diversidad funcional. En contraste, transectos
como el 1, 7 y 8 registraron índices de Shannon
relativamente más bajos, posiblemente
explicados por efectos de borde, apertura de
claros o alteraciones microambientales locales
que favorecen la dominancia de ciertas especies
en detrimento de la riqueza total.
En relación con el índice de Margalef, que mide
la riqueza específica, los valores oscilaron entre
2.76 y 6.94, explicitando un claro gradiente
espacial en la composición florística.
Nuevamente, los transectos 5, 3, 6 y 17
sobresalieron por su mayor riqueza, mientras
que los transectos 1 y 8 mostraron los valores
más bajos, lo que puede estar relacionado con
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diferencias en la disponibilidad de
microhábitats, la historia de perturbaciones y la
dinámica sucesional de cada parcela. Este
patrón evidencia la heterogeneidad intrínseca
del bosque El Cedral y su complejidad
estructural a pequeña escala. La equitatividad
de Pielou, que cuantifica la uniformidad en la
distribución relativa de individuos entre
especies, presentó valores corregidos que
fluctuaron entre 0.81 y 0.93. La mayoría de los
transectos exhibieron valores cercanos a 0.9, lo
que indica comunidades bastante equilibradas
en términos de abundancia relativa. Por
ejemplo, transectos como el 9, 12 y 13
evidenciaron las mayores equitatividades
(0.93), mientras que el transecto 7 registró el
valor más bajo (0.81), reflejando la presencia de
especies dominantes que disminuyen la
uniformidad de la comunidad. Los índices
sugieren que el bosque El Cedral conserva una
estructura florística diversa, con una riqueza
alta y una distribución relativamente equitativa
de individuos entre las especies.
Tabla 2. Parámetros estructurales y ecológicos por transecto en el Bosque El Cedral
Transecto
Biomasa
(t/ha)
Regeneración
(%)
Epífitas/Lianas
(grado)
Estratificación
vertical
Bajo (%)
Medio
(%)
Alto
(%)
1
2.5
4.27701056
60
30
50
20
2
2.6
3.83834281
40
27.3
50.9
21.8
3
2.3
4.93501219
75.8
19.4
54.8
25.8
4
2.5
4.71567831
25.9
34.5
48.3
17.2
5
2.2
5.264013
53.1
25
53.1
21.9
6
2.1
5.15434606
82
28
52
20
7
2.1
5.04467912
45.6
26.5
52.9
20.6
8
2.6
4.16734362
16.7
30.6
50
19.4
9
2.5
4.71567831
0
33.9
47.5
18.6
10
2.7
4.82534525
44.4
27
50.8
22.2
11
2.3
4.60601137
70.2
28.1
52.6
19.3
12
2.3
4.3866775
55.8
26.9
50
23.1
13
2.5
4.49634444
27.3
27.3
51.5
21.2
14
2.1
4.3845886
82
23
52.5
24.6
15
2.6
4.33132181
74.7
26.7
53.3
20
16
2.5
4.27805501
16.7
29.6
51.9
18.5
17
2.6
4.22478821
66.7
23.2
52.2
24.6
18
2.6
4.17152141
56.9
31
51.7
17.2
19
2.1
4.11825461
84.9
24.7
52.1
23.3
20
2.6
4.06498781
40
30
50
20
Fuente: elaboración propia
Los resultados de la Tabla 2 cobertura del dosel
en el bosque El Cedral mostraron valores altos
y relativamente uniformes, oscilando entre 86%
y 94% en los 20 transectos evaluados, la
cobertura indica que el dosel se mantiene
mayormente continuo y con poca
fragmentación, condición que favorece la
estabilidad ecológica del ecosistema. Los
transectos con mayor cobertura T2, T10, T15 y
T18, presentan con un 94% se interpretan como
áreas de mayor madurez estructural, donde la
densidad y tamaño de los árboles adultos
aseguran el cierre del dosel. Por otro lado,
transectos con cobertura más baja como T6, T7,
T14 y T19 (86%) podrían corresponder a claros
naturales o a zonas que experimentan procesos
de regeneración secundaria, lo que confirma la
existencia de microhábitats de apertura dentro
del bosque que permiten la coexistencia de
especies pioneras y tolerantes a la sombra. La
biomasa aérea estimada por parcela reflejó un
rango de 2.1 a 2.7 toneladas por hectárea, típicas
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de bosques montanos donde predominan
individuos de porte intermedio. Destacan los
transectos 10 y 15 por presentar los valores más
elevados 2.7 y 2.6 t/ha, respectivamente,
sugiriendo una mayor acumulación de biomasa
atribuible a la presencia de árboles adultos de
gran tamaño.
En contraste, zonas como los transectos 6, 7, 14
y 19, con 2.1 t/ha, pueden reflejar parches en
etapas iniciales de recuperación o con
predominancia de árboles jóvenes, confirmando
la heterogeneidad estructural interna del bosque
y la coexistencia de claros y parches maduros.
En cuanto a la regeneración natural, los niveles
variaron entre 3.8% y 5.2% de cobertura de
plántulas y juveniles, los transectos 5 y 6
mostraron los valores más altos 5.26% y 5.15%,
respectivamente, indicando una regeneración
vigorosa probablemente favorecida por
coberturas intermedias y microclimas húmedos
que facilitan el establecimiento de nuevas
cohortes. Por el contrario, transectos como el 2
(3.83%) y el 8 (4.17%) exhibieron regeneración
más baja, posiblemente debido a la densidad del
dosel y a la limitada disponibilidad de claros,
elementos críticos para la germinación y
supervivencia de plántulas. Este patrón
confirma la existencia de una relación unimodal
entre la radiación luminosa y la regeneración,
donde niveles intermedios de luz son más
propicios para el establecimiento de nuevas
plantas. La abundancia de epífitas y lianas
presentó una variabilidad considerable, desde
transectos sin registros T9 con 0% hasta
transectos con alta presencia, como T6 con 82%
y T19 con 84.9%. Dichos grupos especializados
encuentran condiciones favorables en áreas
húmedas y sombreadas, convirtiéndoles en
indicadores sensibles de microclima estable y
de buena conservación del dosel. La ausencia o
baja presencia en algunos transectos podría
deberse a microambientes más expuestos a la
luz o a perturbaciones que afectan la
disponibilidad de sustratos adecuados para su
crecimiento y establecimiento.
La estratificación vertical del bosque reflejó una
estructura compleja y diversificada. En
promedio, el estrato bajo representó alrededor
del 27% de los individuos, el estrato medio el
52%, y el estrato alto solo el 21%. Esta
distribución señala que la mayoría de los
árboles corresponde a tamaños medianos, típico
de bosques montanos bien establecidos con una
dinámica de sucesión activa. El estrato bajo, con
aproximadamente un tercio de la población
arbórea, es fundamental para la renovación y
mantenimiento del bosque a largo plazo,
mientras que el estrato alto, aunque menor en
cantidad, evidencia la presencia de árboles
emergentes que mantienen la continuidad del
dosel y la heterogeneidad vertical característica.
En síntesis, estos resultados integrados revelan
que el bosque El Cedral preserva una estructura
diversa y estratificada, con alta cobertura del
dosel, biomasa intermedia, regeneración activa
en varios transectos y abundantes epífitas y
lianas en sectores clave. Este conjunto de
indicadores sugiere un ecosistema en buen
estado de conservación, aunque con
heterogeneidad interna que refleja mosaicos
espaciales de madurez y regeneración, elemento
imprescindible para diseñar una zonificación
ecológica eficaz que contemple las distintas
necesidades de conservación y restauración.
Tabla 2. Correlación entre cobertura del dosel,
biomasa, regeneración y abundancia de epífitas
en el bosque El Cedral
Correlacione
s
Cobertur
a
Biomas
a
Regeneraci
ón
Epífita
s
Cobertura
1
.900**
-.451*
-.355
.000
.046
.125
Biomasa
.900**
1
-.489*
-.511*
.000
.029
.021
Regeneraci
ón
-.451*
-.489*
1
.082
.046
.029
.731
Epífitas
-.355
-.511*
.082
1
.125
.021
.731
Fuente: elaboración propia
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El análisis de correlación de Pearson de la Tabla
3 mostró una asociación muy fuerte y positiva
entre la cobertura del dosel y la biomasa aérea
en el bosque El Cedral r = 0.900; p < 0.001. Este
fuerte vínculo indica que cerca del 81% de la
variación en la biomasa puede explicarse
linealmente por la cobertura del dosel r²=0.81,
evidenciando que los transectos con dosel más
cerrado acumulan mayor cantidad de materia
leñosa. Este patrón es característico de bosques
montanos bien conservados, donde una
estructura densa y continua favorece la
acumulación de biomasa y almacenamiento de
carbono. Desde el punto de vista metodológico,
esta alta correlación advierte sobre posibles
problemas de colinealidad en análisis
multivariados, recomendándose evitar incluir
ambas variables simultáneamente o evaluar
cuidadosamente sus indicadores de tolerancia.
En contraste, la regeneración natural mostró una
relación negativa moderada con la cobertura del
dosel r=−0.451; p=0.046 y con la biomasa
r=−0.489; p=0.029. Estas asociaciones sugieren
que a medida que el dosel se cierra y la biomasa
de árboles adultos aumenta, la densidad de
plántulas y juveniles disminuye, probablemente
debido a la limitación de luz y espacio en el
sotobosque, condiciones que restringen el
establecimiento de cohortes jóvenes. Este
resultado es ecológicamente coherente con la
expectativa de que la regeneración alcanza sus
máximos en condiciones intermedias de
apertura lumínica, indicando que la respuesta
entre luz y regeneración tiene una forma
unimodal. El patrón lineal negativo observado
podría estar capturando solo la parte
ascendiente de dicha curva, y sería útil probar
modelos con términos cuadráticos para evaluar
esta hipótesis.
La relación entre epífitas y lianas y las variables
de estructura fue más compleja. No se encontró
una correlación significativa directa entre la
abundancia relativa de epífitas/lianas y la
cobertura del dosel r=−0.355; p=0.125, el
resultado indica que el porcentaje global de
cierre del dosel no es un predictor suficiente
para esta variable. Sin embargo, se detectó una
correlación negativa moderada con la biomasa
r=−0.511; p=0.021; =0.26. Este hallazgo
puede interpretarse por diferentes mecanismos
que no se excluyen mutuamente: zonas con alta
biomasa podrían estar dominadas por especies
con copas lisas o arquitectura poco favorable
para el establecimiento de epífitas; asimismo,
un dosel muy cerrado y homogéneo podría
reducir la intercepción de niebla o luz necesaria
para la supervivencia de epífitas; por último,
factores de estructura vertical y microclima que
favorecen la abundancia de epífitas no quedan
plenamente reflejados en el porcentaje total de
cobertura. Dada la fuerte correlación entre
cobertura y biomasa, se recomienda realizar
análisis de correlaciones parciales para separar
los efectos individuales y evaluar mejor la
relación entre epífitas y biomasa controlando
por cobertura. Los resultados del Gráfico 1 de
la encuesta aplicada a la comunidad local reflejó
un alto nivel de conciencia ecológica y
legitimidad social respecto a la importancia de
la conservación del bosque El Cedral,
constituyendo un pilar fundamental para
procesos de aprendizaje social efectivos, es por
ello por lo que, en relación con la valoración de
la biodiversidad la mayoría de los participantes
reconoció la alta variedad florística del bosque
y valoró su conservación, reflejando un sólido
conocimiento y aprecio por las especies nativas
y su estado de vulnerabilidad, los resultados
fortalecen la base para impulsar acciones de
manejo ambiental, debido a que la comunidad
entiende y legitima la importancia de proteger
la biodiversidad, esto resulta favorable para la
colaboración conjunta entre científicos,
gestores y habitantes locales.
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Figura 2. Percepción social sobre biodiversidad, impactos antrópicos, aprendizaje social, usos
culturales y educación ambiental
Sobre los impactos antrópicos la percepción se
mostró generalizada debido a que las
actividades han deteriorado la vegetación y
afectado las condiciones de vida locales,
además reveló una clara comprensión de la
interdependencia entre bienestar social y salud
ecológica. Esta percepción fue muy importante
desde la perspectiva del aprendizaje social, pues
motiva a la comunidad a involucrarse
activamente en la mitigación de impactos y en
la restauración ecológica, entendiendo que la
conservación del bosque también es una
estrategia para preservar sus propios modos de
vida. En relación al aprendizaje social, los
encuestados manifestaron un apoyo claro hacia
las herramientas para la conservación, y
reconocieron la participación comunitaria en la
protección del bosque, evidenciando la
consolidación de mecanismos locales donde
actores diversos asumen roles y
responsabilidades compartidas. No obstante, la
variabilidad en los niveles de involucramiento
indica la necesidad de fortalecer y ampliar los
programas participativos para lograr una
inclusión más plena y una corresponsabilidad
efectiva en la gestión del bosque. En la
dimensión biocultural los encuestados
manifestaron que los conocimientos ancestrales
sobre la flora nativa son considerados un
recurso valioso dentro de los proyectos de
conservación, destacando el rol central del saber
local en el aprendizaje colectivo. Sin embargo,
0
5
10
15
20
25
30
Totalmente en desacuerdo En desacuerdo
Ni de acuerdo ni en desacuerdo De acuerdo
Totalmente de acuerdo
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la dispersión en las respuestas respecto al uso
sostenible refleja la coexistencia de prácticas
heterogéneas y, en algunos casos, tensiones
entre la conservación y el aprovechamiento
tradicional, el hallazgo muestra que, para
fortalecer el aprendizaje social, es indispensable
articular el conocimiento ancestral con
estrategias de manejo que permitan el uso
responsable de los recursos, evitando
percepciones contrapuestas que dificulten la
aceptación y la participación comunitaria en
esquemas de sostenibilidad. En la dimensión de
educación ambiental la mayoría de participantes
coincidió plenamente en la necesidad de
fortalecer la educación y sensibilización
ambiental, reconociendo que estas son
herramientas que garantizan la conservación a
largo plazo y el éxito de la zonificación.
Finalmente, los resultados de la encuesta
muestran que la comunidad de El Cedral posee
un nivel elevado de conciencia ecológica, donde
la biodiversidad, la conservación y la educación
ambiental constituyen ejes prioritarios dentro
del aprendizaje social, sin embargo, persisten
desafíos en la articulación entre conservación y
uso sostenible, aspectos que deben ser
fortalecidos para avanzar hacia una gestión
integral y participativa del bosque.
Los resultados del estudio confirman que el
bosque El Cedral mantiene una alta diversidad
florística y estructural, reflejada en índices de
diversidad Shannon-Wiener (H’ > 2.5) y
Simpson (1D > 0.90), cuyas magnitudes lo
posicionan como un ecosistema montano de
importancia regional y relevancia para la
conservación en los Andes ecuatorianos. La alta
equitatividad según Pielou (>0.90 en la mayoría
de transectos) indica una baja dominancia de
especies, un indicador claro de resiliencia
ecológica asociada con ecosistemas bien
conservados, que es consistente con resultados
similares reportados en bosques montanos
andinos recientes (Eras et al., 2021; Aguirre et
al., 2021) quienes coinciden en identificar los
bosques como refugios críticos frente a
fragmentación y degradación, resaltando la
función estructural y funcional que mantienen
en la región. En relación con la estructura
vertical y dinámica del ecosistema, la
predominancia del estrato medio (51%) indica
que el bosque está en una etapa sucesional de
madurez intermedia. La fuerte correlación
positiva entre biomasa y cobertura del dosel (r
= 0.90, p < 0.01) confirma que parches con
mayor desarrollo estructural acumulan más
carbono, similar a las observaciones en bosques
nublados montanos de México (García et al.,
2020) y Boliva (Ortuño et al., 2006). No
obstante, la relación negativa entre
regeneración y ambas variables sugiere
limitaciones de luz en áreas densas que
restringen el establecimiento de plántulas,
fenómeno también documentado en estudios
recientes sobre sucesión en bosques tropicales
montanos (Bonfil et al., 2023), el resultado
plantea la necesidad de estrategias de manejo
que equilibren la conservación de cobertura con
la promoción de claros que faciliten la
regeneración, tal como recomiendan (Ankuash
y Ludeña 2024).
Desde la perspectiva social, las percepciones
comunitarias muestran un alto nivel de
conciencia ambiental, particularmente en la
valoración de la biodiversidad y la
identificación de especies amenazadas. Estos
hallazgos son congruentes con investigaciones
recientes que subrayan el desarrollo de
conocimientos ecológicos locales en
comunidades andinas (Bedolla et al., 2024). Sin
embargo, la dispersión de opiniones respecto al
uso sostenible denota que existen prácticas y
creencias heterogéneas, posiblemente reflejo de
tensiones entre tradición y modernidad en el
manejo de recursos, en línea con revisiones
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actuales sobre la coexistencia de conservación y
usos tradicionales en contextos naturales (Cruz
y Reátegui 2025; Ochante et al., 2024) es por
ello por lo que el aprendizaje social emerge
claramente como el eje que articula estas
dimensiones ecológicas y sociales. La
comunidad de El Cedral no solo reconoce
colectivamente la necesidad de zonificación
para la conservación, sino que valida y legitima
el conocimiento ancestral al integrarlo con
resultados científicos, un proceso que
trasciende la mera gestión ambiental para
convertirse en construcción social participativa
(Carranza et al., 2021). Estudios como el de
(García et al., 2022) en contextos similares
reportaron que el aprendizaje social localizado
fortalece la gobernanza adaptativa y fomenta
resiliencia socioecológica, permitiendo normas
y prácticas de manejo ambiental que son
aceptadas y sostenidas comunitariamente. En
relación con la estructura vertical y dinámica
del ecosistema, la predominancia del estrato
medio (51%) indica que el bosque está en una
etapa sucesional de madurez intermedia. La
fuerte correlación positiva entre biomasa y
cobertura del dosel (r = 0.90, p < 0.01) confirma
que parches con mayor desarrollo estructural
acumulan más carbono, similar a las
observaciones de (Cueva et al., 2019; Guerra et
al., 2021).
El resultado referente a la correlación negativa
entre percepción de impactos humanos y
regeneración, y la correlación positiva entre
apoyo a la zonificación y cobertura del dosel
evidencia que la comunidad interpreta y valida
empíricamente las dinámicas del ecosistema,
dicho conocimiento empírico, científico y
ancestral evidencia el aprendizaje social, que
genera saberes colectivos para enfrentar
desafíos ambientales complejos como lo
menciona (Barreto y Salmasi 2015), es decir, el
reconocimiento social de que la degradación
afecta la capacidad regenerativa y que la
protección del dosel promueve estabilidad viene
acompañado de una apropiación crítica del
conocimiento que es fundamental para la acción
colectiva. El aprendizaje social se traduce en
reglas de manejo colectivo, donde los
indicadores ecológicos, las percepciones y
valores comunitarios se integran en un esquema
normativo compartido, correspondiente a las
experiencias registradas en otros territorios
andinos y tropicales, donde la participación
comunitaria (Torrescano et al., 2018) quienes
mencionan fundamental promover la
conservación y el entendimiento social de la
gestión ambiental. Así, el bosque El Cedral
funciona tanto como un reservorio biológico de
alto valor como un laboratorio vivo de
aprendizaje social, donde la interacción entre
ciencia y comunidad propicia un conocimiento
compartido con potencial para guiar la
sostenibilidad a largo plazo.
Conclusiones
El bosque El Cedral posee una alta diversidad
florística y estructural, caracterizándose por
elevados valores en los índices de Shannon,
Simpson y Margalef, además de una
distribución equitativa de especies según
Pielou, que lo sitúan en una fase de madurez
intermedia con notable resiliencia ecológica, su
biomasa aérea se correlaciona positivamente
con la cobertura del dosel, mientras que la
regeneración de plántulas se asocia
negativamente con ambas variables,
evidenciando que la densidad del dosel limita el
reclutamiento natural y señalando la necesidad
de estrategias de manejo que equilibren
conservación y procesos regenerativos. La
comunidad local muestra un alto nivel de
conciencia sobre la importancia de conservar la
flora nativa y la amenaza que enfrentan algunas
especies, aunque persisten diferencias y
ambigüedades respecto al uso sostenible de los
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recursos, resultado de la coexistencia entre
prácticas tradicionales y demandas
conservacionistas. El aprendizaje social se
configura como un eje primordial al
evidenciarse la integración entre percepciones
comunitarias, conocimientos ancestrales y
resultados técnicos del estudio, lo cual legitima
las acciones de conservación y fortalece la
educación ambiental participativa.
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Villalobos y Luis Alberto Mera Cabezas.