Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 10.2
Edición Especial IV 2025
Página 317
PERFIL PROTEICO EN VACAS LACTANTES EN DIFERENTES FASES DE
PRODUCCIÓN
PROTEIN PROFILE IN LACTATING COWS AT DIFFERENT PRODUCTION PHASES
Autores: ¹Damaris Alejandra Sánchez Herrera, ²Jean Pierre Delgado Miranda, ³José Rubén
Párraga Zambrano y
4
Tommy Francisco Cueva Navia.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0005-2543-1549
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0009-0547-8269
²ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-5976-0168
4
ORCID ID:
https://orcid.org/0000-0001-5995-1730
¹E-mail de contacto: damaris.sanchez@espam.edu.ec
²E-mail de contacto: jean.delgado@espam.edu.ec
³E-mail de contacto: jrparraga@espam.edu.ec
4
E-mail de contacto:
tommy.cueva@espam.edu.ec
Afiliación:
1*2*3*4*
Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí Manuel Félix López, (Ecuador).
Artículo recibido: 24 de Septiembre del 2025
Artículo revisado: 25 de Septiembre del 2025
Artículo aprobado: 8 de Noviembre del 2025
¹Estudiante de la Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí Manuel Félix López, (Ecuador).
²Estudiante de la Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí Manuel Félix López, (Ecuador).
³Docente de la Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí Manuel Félix López, (Ecuador).
4
Docente de la Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí Manuel Félix López, (Ecuador).
Resumen
El presente estudio evaluó el perfil proteico en
vacas lactantes según el número de partos y las
fases de producción. Se realizó un estudio
experimental con 12 vacas, distribuidas en
primíparas, secundíparas y multíparas. Se
aplicó un diseño factorial mixto con medidas
repetidas, considerando la paridad como factor
entre sujetos y los tiempos de muestreo (−30
días preparto, +30, +60 y +120 días postparto)
como factor intra-sujeto. Los resultados
mostraron que la paridad no tuvo efecto
significativo sobre proteína total (7.15 ± 1.55
g/dL, p = 0.60), albúmina (3.21 ± 0.63 g/dL, p
= 0.58) ni urea (26.51 ± 8.82 g/dL, p = 0.90).
En cambio, las fases de lactancia provocaron
variaciones relevantes: la albúmina disminuyó
a los 30 días postparto (2.52–2.66 g/dL) con
recuperación progresiva a los 60–120 días
(2.93–3.38 g/dL); la proteína total bajó a los 30
días (6.03–6.56 g/dL) y aumentó a los 60 días
(7.51–8.43 g/dL); la urea presentó incrementos
a los 60 días (33.06–38.10 g/dL) y se estabilizó
a los 120 días (22.53–28.07 g/dL). En
conclusión, la fase fisiológica fue el principal
factor que influyó en el perfil proteico,
mientras que la paridad no mostró efecto
significativo. Estos resultados resaltan la
importancia de ajustar el manejo nutricional y
sanitario según la etapa de la lactancia para
optimizar la salud y productividad del hato.
Palabras clave: Albúmina, Paridad,
Proteína plasmática, Urea, Vacas.
Abstract
This study evaluated the protein profile in
lactating cows according to parity and
production stages. A total of 12 cows, classified
as primiparous, secundiparous, and
multiparous, were included in an experimental
study. A mixed factorial design with repeated
measures was applied, considering parity as the
between-subject factor and sampling times
(−30 days prepartum, +30, +60, and +120 days
postpartum) as the within-subject factor. Parity
did not have a significant effect on total protein
(7.15 ± 1.55 g/dL, p = 0.60), albumin (3.21 ±
0.63 g/dL, p = 0.58), or urea (26.51 ± 8.82 g/dL,
p = 0.90). In contrast, lactation stages induced
relevant variations: albumin decreased at 30
days postpartum (2.52–2.66 g/dL) with a
progressive recovery at 60–120 days (2.93–
3.38 g/dL); total protein dropped at 30 days
(6.03–6.56 g/dL) and increased at 60 days
(7.51–8.43 g/dL); urea increased at 60 days
(33.06–38.10 g/dL) and stabilized at 120 days
(22.53–28.07 g/dL). In conclusion,
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physiological stage was the main factor
influencing the protein profile, while parity had
no significant effect. These findings highlight
the importance of adjusting nutritional and
health management according to lactation stage
to optimize herd health and productivity.
Keywords: Albumin, Parity, Plasma
Protein, Urea, Cows.
Sumário
Este estudo avaliou o perfil proteico em vacas
lactantes de acordo com a paridade e as fases
de produção. Um estudo experimental foi
conduzido com 12 vacas, divididas em grupos
primíparas, secundaristas e multíparas. Foi
aplicado um delineamento fatorial misto com
medidas repetidas, considerando a paridade
como fator entre sujeitos e os tempos de
amostragem (−30 dias pré-parto, +30, +60 e
+120 dias pós-parto) como fator intra-sujeitos.
Os resultados mostraram que a paridade não
teve efeito significativo sobre a proteína total
(7,15 ± 1,55 g/dL, p = 0,60), albumina (3,21 ±
0,63 g/dL, p = 0,58) ou ureia (26,51 ± 8,82
g/dL, p = 0,90). Em contraste, as fases da
lactação causaram variações significativas: a
albumina diminuiu aos 30 dias pós-parto
(2,52–2,66 g/dL) com recuperação progressiva
entre 60 e 120 dias (2,93–3,38 g/dL); a proteína
total diminuiu aos 30 dias (6,03–6,56 g/dL) e
aumentou aos 60 dias (7,51–8,43 g/dL); a ureia
apresentou aumento aos 60 dias (33,06–38,10
g/dL) e estabilizou-se aos 120 dias (22,53–
28,07 g/dL). Em conclusão, a fase fisiológica
foi o principal fator que influenciou o perfil
proteico, enquanto a paridade não apresentou
efeito significativo. Esses resultados destacam
a importância do ajuste do manejo nutricional
e sanitário de acordo com o estágio da lactação
para otimizar a saúde e a produtividade do
rebanho.
Palavras-chave: Albumina, Paridade,
Proteína plasmática, Ureia, Vacas.
Introducción
En los sistemas de producción lechera intensiva,
la selección genética orientada hacia altos
niveles de producción ha incrementado la
incidencia de trastornos metabólicos en vacas
lactantes, afectando su salud, eficiencia
reproductiva y rentabilidad del hato. Ante este
contexto, la monitorización del perfil
metabólico y proteico en las distintas fases de
producción se considera una herramienta clave
para la prevención y el manejo de desequilibrios
fisiológicos (Gómez et al., 2013). Muchos de
estos trastornos derivan de un desbalance entre
la ingesta de nutrientes, su biotransformación y
los egresos metabólicos, los cuales se
manifiestan inicialmente como alteraciones
bioquímicas y posteriormente como
reducciones productivas o predisposición a
patologías (Moreyra, 2019). El perfil proteico
comprende las concentraciones sanguíneas de
proteínas totales, globulinas, albuminas, urea y
enzimas hematológicas. Las proteínas totales,
con valores de referencia entre 6.7 y 7.5 g/dL,
son esenciales para mantener la presión
osmótica y la función inmunológica (González
y Silva, 2006; Kaneko et al., 2008). La
albúmina, con rangos normales de 3.0 a 3.5
g/dL, desempeña un papel fundamental en el
transporte de ácidos grasos, hormonas y
vitaminas (Cozzi et al., 2011). La urea, por su
parte, refleja el estado proteico-energético del
animal; valores bajos indican dietas deficientes
en proteína, mientras que niveles elevados
pueden asociarse a un exceso de nitrógeno o
dietas desbalanceadas (Herdt, 2000; Roseler et
al., 1993; Contreras et al., 2012).
Durante el período de transición (−30 a +30 días
alrededor del parto), las vacas experimentan
adaptaciones metabólicas que priorizan la
producción de leche. Si estos ajustes
fisiológicos se alteran, pueden surgir trastornos
como hipocalcemia, cetosis o metritis (Varas y
Menge, 2017). En esta etapa, la evaluación de
parámetros como albúmina, urea y proteínas
totales se vuelve fundamental para prevenir
desequilibrios metabólicos y mejorar la
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eficiencia productiva (Chacha et al., 2022).
Asimismo, Kerwin et al. (2022) destacan que el
período de transición representa una fase crítica
por el intenso estrés metabólico y fisiológico
que enfrentan las vacas lecheras. De igual
manera, Matthews et al. (2012) y Dancy et al.
(2019) señalan que durante estas semanas se
producen cambios hormonales, inmunológicos
y nutricionales decisivos para la salud y la
productividad. Además, una excreción excesiva
de urea indica un uso ineficiente del nitrógeno,
afectando la salud animal y generando impactos
ambientales en el suelo, el agua y el aire (Froldi
et al., 2022). En la región Costa del Ecuador,
particularmente en el cantón Tosagua (Manabí),
la producción lechera bajo sistemas de libre
pastoreo se ve condicionada por la
estacionalidad climática. Durante la época seca,
la disponibilidad y calidad de los forrajes
disminuye, afectando el balance proteico y
reduciendo la producción de leche (Brandstetter
et al., 2017; Herbut et al., 2019). Estas
condiciones refuerzan la necesidad de estudiar
el perfil proteico en vacas lactantes según la fase
de producción y el número de partos, con el fin
de identificar variaciones metabólicas y
proponer estrategias nutricionales adecuadas a
las condiciones tropicales. Analizar los
indicadores de proteína total, albúmina y urea
permite detectar alteraciones metabólicas y
orientar decisiones de manejo que optimicen la
salud, la productividad y la sostenibilidad de los
sistemas lecheros de la región.
El objetivo del presente estudio, fue evaluar el
perfil proteico en vacas lactantes según el
número de partos y fases de producción,
analizando el efecto de la paridad sobre las
concentraciones de proteínas totales, albúmina
y urea, y comparando las variaciones del perfil
proteico en preparto y postparto (+30, +60 y
+120 días).
Materiales y Métodos
El estudio se realizó en la Hacienda Los Pozos,
ubicada en el sitio Los Pozitos, parroquia
Tosagua, cantón Tosagua, provincia de Manabí,
Ecuador a una altitud aproximada de 18 metros
sobre el nivel del mar. Su localización
geográfica corresponde a una latitud de
0°41'52.0" sur y una longitud de 80°18'04.5"
oeste (Google Maps, 2024). La ganadería está
conformada por vacas mestizas Bos indicus
(GYR, Girolando Girsey y Guzerat). El
mestizaje de las vacas criollas se inició con
toros puros de registros como Tabú, Delegado,
Jaguar, y desde hace 4 años se continuo con
programas de mejoramiento genético a través
de la inseminación artificial. Con base en la
disponibilidad de animales de la hacienda, se
seleccionaron 12 vacas adultas requeridas para
el estudio siguiendo criterios descritos por
Benavides et al. (2018). En relación a la
alimentación, se llevó un registro de los
primeros 30 días antes del parto y
posteriormente a los 30, 60 y 120 días postparto.
Las vacas recorrieron entre 2 y 3 km diarios,
dependiendo de la disponibilidad de forraje y
las condiciones ambientales, el desplazamiento
diario del ganado varía según el estado
fisiológico y el sistema de manejo, con
consumo de pastos nativos complementados
con arbustivas como leucaena (Leucaena
leucocephala), algarrobo (Prosopis juliflora) y
samán (Samanea saman), además de
leguminosas forrajeras como lentejilla
(Aeschynomene americana) y manícillo
(Arachis pintoi).
El ordeño se realizó una vez al día, mediante el
método ternero en pie, a las 5:30 am. Según la
recomendación del propietario, las muestras se
tomaron inmediatamente después del ordeño,
no se suplemento (alimento balanceado)
durante el ordeño, se administraba (200gr por
animal por día) de Foscasal leche, un
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suplemento mineral. Además, se utilizaba
Vigantol AD3E vía inyectable IM en dosis de 5
ml por animal cada tres meses, y Catosal un
tónico metabólico que contiene butafosfán (100
mg/mL) y cianocobalamina (vitamina B12, 50
µg/mL), en dosis de 20 ml vía IM por tres días
seguidos, cada tres meses, para contribuir con la
salud metabólica del animal, el consumo de
agua se cubrió mediante albarradas y bunques,
como fuentes principales de abastecimiento
hídrico (Quinteros et al., 2017).
Se trabajó con un total de 12 vacas de acuerdo a
Benavides et al. (2018) en producción,
distribuidas equitativamente según número de
parto: cuatro vacas primíparas (primer parto),
cuatro secundíparas (segundo parto) y cuatro
multíparas (tercer parto). Las primeras muestras
se realizaron, 30 días antes de la fecha prevista
de parto, las siguientes a los 30, 60 y 120 días
postparto y después del ordeño. Se extrajeron
aproximadamente 4 ml de sangre por cada vaca,
mediante punción en la vena coccígea,
realizándose el procedimiento durante 4 meses
consecutivos en las 12 vacas del estudio, lo que
representó un volumen total de 192 ml en 48
muestras, utilizando tubos anticoagulante (tapa
lila BD Vacutainer® Aditivo K2 EDTA creada
en EEUU), las muestras de sangre obtenidas
fueron debidamente rotuladas y conservadas en
una hielera a 5 a 7°C, y trasladadas al
Laboratorio de Química de la Escuela Superior
Politécnica Agropecuaria de Manabí Manuel
Félix López, donde se realizó los procesos de
centrifugación (Dynac® 297C USA) a 4000
rpm por 10 min, para la separación del suero
(Madreseh y Dehghani, 2020). Se retiraron
25 μL de plasma sanguíneo, los cuales se
colocaron en cubetas para espectrofotometría.
Para cada ensayo, se mezclaron 1,75 ml del
reactivo correspondiente del kit (Wiener Lab
Proti 2 y Spinreact Urea líquida) con la muestra.
Las mezclas para la determinación de albúmina
se dejaron reposar a temperatura de laboratorio
(aproximadamente 17 a 22 °C) durante 15 min,
mientras que las mezclas para la determinación
de proteína total y urea se incubaron en baño
maría a 37 °C durante 15 min. Posteriormente,
todas las muestras se analizaron en un
espectrofotómetro a 560 nm utilizando el
analizador Genesis® 10 UV, y las
concentraciones de las variables se calcularon
mediante espectrofotometría UV-visible.
Se empleó un diseño factorial mixto (between
por within; medidas repetidas). El factor entre-
sujetos A (Paridad) tiene 3 niveles, con 4 vacas
por nivel, para un total de S = 12 vacas; el factor
intra-sujeto B (Tiempo) tiene 4 niveles (30 días
preparto, 30 días post, 60 días post, 120 días
post). La respuesta de la k-ésima vaca i en el
tiempo j se modela como Y_kij=μ+α_i+τ_j+〖
(ατ)〗_ij+s_(k(i))+ε_kij , donde μ es la media
global, α_iy τ_j son efectos fijos de Paridad y
Tiempo, 〖(ατ)〗_ij es la interacción fija entre
Paridad y Tiempo, s_(k(i)) N(0,σ_s^2)es el
efecto aleatorio entre vacas dentro de Paridad y
ε_kij es el residuo con una estructura de
covarianza adecuada para medidas repetidas
(por ejemplo AR(1) o Compounding
Symmetry). Se realizó estadística descriptiva
(n, media, desviación estándar, mediana,
mínimo y máximo) para cada nutriente
(proteína, albúmina, urea) en función del
número de partos. Posteriormente, se evaluó la
existencia de diferencias entre grupos mediante
ANOVA de un factor, verificando el supuesto
de homogeneidad de varianzas con la prueba de
Levene. En caso de incumplimiento de
supuestos, se empleó la prueba no paramétrica
de Kruskal–Wallis. Asimismo, se estimó el
tamaño del efecto (η²) para valorar la magnitud
práctica de las diferencias encontradas. Las
pruebas se realizaron considerando un nivel de
significancia de α = 0.05. Los análisis permiten
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no solo detectar diferencias estadísticas entre
partos, sino también estimar la relevancia
biológica y productiva de los cambios en
metabolitos proteicos.
Resultados y Discusión
Se evaluaron las concentraciones plasmáticas
de proteína total, albúmina y urea en vacas de
primíparas (un parto), secundíparas (dos partos)
y multíparas (tercer parto), muestreándose 30
días antes del parto y 30, 60, 120 días después
del parto, con el fin de determinar el efecto de
la paridad sobre el perfil proteico. Los
resultados obtenidos se resumen en la Tabla 1.
Tabla 1. Concentraciones medias (± EE) de
proteína total, albúmina y urea plasmática
según número de partos
Nutrien
te
N_Tot
al
Med
ia
SD
Media
na
Mi
n
Max
F
ANOVA
_p
Eta
²
Proteín
a
48.00
7.15
1.5
5
7.15
3.2
6
11.8
2
0.5
1
0.60
0.0
2
Albúmi
na
48.00
3.21
0.6
3
3.25
1.9
4
4.67
0.5
4
0.58
0.0
2
Urea
48.00
26.5
1
8.8
2
27.22
7.3
6
42.8
3
0.1
0
0.90
0.0
0
Fuente: elaboración propia
La Tabla 1 presenta los estadísticos descriptivos
y los resultados del análisis de varianza
(ANOVA) para los tres metabolitos sanguíneos
evaluados: proteína total, albúmina y urea,
considerando un total de 48 observaciones para
cada variable. En el caso de la proteína total, se
obtuvo un valor medio de 7.15 g/dL, con una
desviación estándar de 1.55, una mediana de
7.15 y un rango entre 3.26 y 11.82 g/dL, lo que
refleja una distribución bastante homogénea
entre las muestras analizadas. Para albúmina, la
concentración promedio fue de 3.21 g/dL, con
desviación estándar de 0.63, mediana de 3.25, y
valores mínimos y máximos de 1.94 y 4.67
g/dL, respectivamente. La menor dispersión de
esta variable indica una distribución estable en
comparación con proteína y urea. Por su parte,
la urea presentó un valor medio de 26.51 g/dL,
con desviación estándar de 8.82, mediana de
27.22, y un rango comprendido entre 7.36 y
42.83 g/dL. Si bien evidencia una mayor
variabilidad que las otras variables, los valores
se mantienen dentro de un rango razonable, sin
la presencia de valores atípicos extremos que
puedan distorsionar el análisis. En relación con
los resultados del ANOVA, ninguna de las
variables mostró diferencias estadísticamente
significativas entre grupos. Para proteína total
se obtuvo F = 0.51, p = 0.60, η² = 0.02, lo que
indica un tamaño de efecto pequeño. Para
albúmina, F = 0.54, p = 0.58, η² = 0.02, también
sin diferencias significativas. Finalmente, para
urea, F = 0.10, p = 0.90, η² = 0.00, confirmando
la ausencia total de efecto entre grupos. Estos
resultados reflejan que, en conjunto, los niveles
de los tres metabolitos se mantuvieron
relativamente constantes entre los grupos
evaluados, sin cambios estadísticamente
relevantes.
Evolución según fases de lactancia
Las Tablas 2, 3 y 4 muestran la dinámica de
proteína total, albúmina y urea en función de la
fase de lactancia y el número de partos.
Tabla 2. Concentraciones proteicas según fases
y número de partos (g/dL)
GRUPO 1
GRUPO 2
GRUPO 3
30 días
pre
7.15 g/dL ± 0.62
g/dL (med = 7.21)
[n=4]
6.88 g/dL ± 1.36
g/dL (med = 7.27)
[n=4]
7.53 g/dL ± 1.27
g/dL (med = 7.38)
[n=4]
30 días
post
6.03 g/dL ± 1.09
g/dL (med = 5.72)
[n=4]
6.04 g/dL ± 0.50
g/dL (med = 5.93)
[n=4]
6.56 g/dL ± 1.32
g/dL (med = 6.38)
[n=4]
60 días
post
7.59 g/dL ± 0.74
g/dL (med = 7.57)
[n=4]
7.51 g/dL ± 1.49
g/dL (med = 8.00)
[n=4]
8.43 g/dL ± 0.43
g/dL (med = 8.50)
[n=4]
120 días
post
6.70 g/dL ± 0.52
g/dL (med = 6.73)
[n=4]
9.28 g/dL ± 2.01
g/dL (med = 9.02)
[n=4]
6.15 g/dL ± 2.98
g/dL (med = 5.53)
[n=4]
Fuente: elaboración propia
La Tabla 2 muestra las concentraciones de
proteína sérica según fases y número de partos
(g/dL). En los primeros dos momentos de
evaluación, los valores se mantienen
relativamente estables entre los grupos, con
medias cercanas a 7.15 g/dL en los 30 días
preparto y entre 6.03 y 6.56 g/dL a los 30 días
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postparto, lo que indica una estabilidad inicial
en los niveles proteicos tras el parto. A los 60
días postparto, se observa un aumento en los
niveles de proteína en los tres grupos,
destacando el grupo 3, que alcanza un valor
medio de 8.43 g/dL, superior al de los otros
grupos. Este incremento podría reflejar la
recuperación del balance proteico conforme
avanza la lactancia. Finalmente, a los 120 días
postparto, se evidencia una divergencia más
marcada entre los grupos: el grupo 2 presenta la
media más alta (9.28 g/dL), mientras que el
grupo 3 muestra una disminución notable (6.15
g/dL). Estos resultados sugieren que existe una
interacción entre el número de partos y el
momento de la lactancia sobre el metabolismo
proteico, afectando de manera diferente la
evolución de los niveles de proteína sérica en
cada grupo. Los datos reflejan que, aunque los
niveles proteicos son relativamente estables en
las fases iniciales, las diferencias observadas en
las fases posteriores podrían estar asociadas con
factores fisiológicos relacionados con el
número de partos y la recuperación nutricional
durante la lactancia.
Tabla 3. Concentraciones de albumina según
fases y número de partos (g/dL)
GRUPO 1
GRUPO 2
GRUPO 3
30 días
pre
3.81 g/dL ± 0.21
g/dL (med = 3.85)
[n=4]
3.99 g/dL ± 0.71
g/dL (med = 4.23)
[n=4]
4.12 g/dL ± 0.40
g/dL (med = 4.04)
[n=4]
30 días
post
2.62 g/dL ± 0.21
g/dL (med = 2.64)
[n=4]
2.66 g/dL ± 0.40
g/dL (med = 2.70)
[n=4]
2.52 g/dL ± 0.54
g/dL (med = 2.44)
[n=4]
60 días
post
3.13 g/dL ± 0.55
g/dL (med = 3.35)
[n=4]
3.38 g/dL ± 0.22
g/dL (med = 3.31)
[n=4]
2.93 g/dL ± 0.44
g/dL (med = 2.92)
[n=4]
120 días
post
3.10 g/dL ± 0.25
g/dL (med = 3.17)
[n=4]
3.36 g/dL ± 0.04
g/dL (med = 3.36)
[n=4]
2.95 g/dL ± 0.32
g/dL (med = 3.05)
[n=4]
Fuente: elaboración propia
La Tabla 3 muestra las concentraciones de
albúmina según fases y número de partos
(g/dL). En los 30 días preparto, se observa cierta
variabilidad entre los grupos: el grupo 3
presenta la media más alta (4.12 g/dL) y una
dispersión mayor, mientras que los grupos 1 y 2
se mantienen más homogéneos, con valores
cercanos a 3.81–3.99 g/dL. A los 30 días
postparto, todos los grupos presentan una
disminución de albúmina, con medias entre
2.52 y 2.66 g/dL, reflejando la caída fisiológica
típica de este metabolito en el periodo
inmediato después del parto. En las fases
posteriores, 60 y 120 días postparto, los niveles
de albúmina tienden a estabilizarse, con valores
medios aproximados entre 2.93 y 3.38 g/dL,
mostrando una recuperación progresiva hacia
rangos cercanos a los observados antes del
parto. Estos resultados sugieren que la albúmina
sérica sufre una caída significativa en el periodo
temprano postparto, seguida de una
recuperación gradual, y que la variabilidad entre
grupos es más evidente en los valores preparto
y disminuye conforme avanza la lactancia.
Tabla 4. Concentraciones de urea según fases y
número de partos (g/dL)
GRUPO 1
GRUPO 2
GRUPO 3
30 días
pre
15.37 g/dL ± 5.51
g/dL (med = 16.67)
[n=4]
15.29 g/dL ± 6.43
g/dL (med = 15.54)
[n=4]
24.92 g/dL ± 13.03
g/dL (med = 26.99)
[n=4]
30 días
post
27.32 g/dL ± 2.12
g/dL (med = 27.35)
[n=4]
28.35 g/dL ± 1.11
g/dL (med = 28.16)
[n=4]
27.60 g/dL ± 2.83
g/dL (med = 27.45)
[n=4]
60 días
post
33.73 g/dL ± 7.43
g/dL (med = 34.44)
[n=4]
38.10 g/dL ± 4.47
g/dL (med = 38.33)
[n=4]
33.06 g/dL ± 5.72
g/dL (med = 33.12)
[n=4]
120 días
post
28.07 g/dL ± 9.70
g/dL (med = 26.75)
[n=4]
22.53 g/dL ± 7.02
g/dL (med = 20.27)
[n=4]
23.82 g/dL ± 5.25
g/dL (med = 23.95)
[n=4]
Fuente: elaboración propia
La Tabla 4 muestra las concentraciones de urea
según fases y número de partos (g/dL). En los
30 días preparto, los valores se mantienen
dentro de rangos moderados y fisiológicamente
esperables, con medias de 15.29–24.92 g/dL y
mayor dispersión en el grupo 3. A los 30 días
postparto, se observa un incremento en todos
los grupos, alcanzando valores medios de
27.32–28.35 g/dL, lo que refleja la respuesta
fisiológica del metabolismo proteico y
nitrogenado tras el parto. En la fase de 60 días
postparto, los niveles de urea continúan
elevándose, con medias entre 33.06 y 38.10
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g/dL, siendo el grupo 2 el que presenta la mayor
concentración, evidenciando una variabilidad
moderada entre grupos en esta etapa.
Finalmente, a los 120 días postparto, los valores
tienden a estabilizarse, con medias de 22.53–
28.07 g/dL, mostrando una ligera disminución
respecto a los 60 días, pero aún por encima de
los niveles iniciales. Estos resultados indican
que los niveles de urea presentan oscilaciones
asociadas a la fase postparto, reflejando la
influencia del metabolismo nitrogenado y la
recuperación fisiológica de los animales a lo
largo del periodo de lactancia.
El análisis del perfil proteico en vacas lactantes
permitió identificar que la paridad no tuvo un
efecto significativo sobre las concentraciones
plasmáticas de proteína total, albúmina y urea,
lo que coincide con lo reportado por González
et al. (2021), quienes indican que, bajo
condiciones de manejo nutricional estable, el
número de partos no genera diferencias
marcadas en los parámetros bioquímicos, ya
que las vacas mantienen mecanismos de
compensación metabólica que permiten
conservar su equilibrio fisiológico. Sin
embargo, sí se observaron variaciones
importantes asociadas con la fase de lactancia,
lo que demuestra que el estado fisiológico de la
vaca influye directamente en el metabolismo
proteico. Durante el postparto temprano (30
días), las vacas presentaron una disminución en
las concentraciones de albúmina y proteína
total, coincidiendo con lo descrito por Cozzi et
al. (2011) y Chacha et al. (2022), quienes
mencionan que este descenso se relaciona con
el balance energético negativo característico de
esta etapa. En este periodo, los aminoácidos son
dirigidos principalmente hacia la síntesis de
leche, reduciendo la disponibilidad de proteínas
plasmáticas (Kaneko et al., 2008). Además, el
parto y el inicio de la lactancia generan una
respuesta inflamatoria que también puede
disminuir la albúmina sérica, ya que esta
proteína actúa como marcador negativo de fase
aguda (Varas y Menge, 2017).
A medida que la lactancia avanza,
especialmente hacia los 60 y 120 días postparto,
se observa una recuperación progresiva de la
albúmina y la proteína total, lo cual refleja una
mejor adaptación metabólica y una mayor
disponibilidad energética. Esto coincide con los
hallazgos de Herrera et al. (2018) y Moreyra
(2019), quienes sostienen que, una vez superada
la fase de mayor exigencia metabólica, las vacas
restablecen la capacidad hepática para la
síntesis de proteínas y normalizan los
indicadores bioquímicos. La estabilización de la
proteína total en estos días también sugiere un
equilibrio entre la síntesis y degradación
proteica, favorecido por una mejor oferta
nutricional y menor demanda de nutrientes para
la producción láctea (Gómez et al., 2013).
Respecto a la urea plasmática, los valores
mostraron un incremento entre los 30 y 60 días
postparto, seguido de una disminución hacia los
120 días. Este patrón refleja los ajustes
metabólicos propios del uso del nitrógeno y
coincide con los resultados obtenidos por
Contreras et al. (2012) y Herdt (2000), quienes
explican que concentraciones elevadas de urea
pueden deberse a una ineficiente utilización del
nitrógeno ruminal, cuando las dietas son ricas
en proteína soluble, pero con déficit energético.
Esta situación es común en sistemas de pastoreo
tropical, como los presentes en la Costa
ecuatoriana, donde la calidad del forraje varía
según la época del año (Brandstetter et al.,
2017; Uvidia et al., 2024). La disminución
observada a los 120 días podría indicar una
mejor sincronización entre la energía y el
nitrógeno disponible en el rumen, permitiendo
un metabolismo proteico más eficiente y una
reducción del exceso de urea plasmática (Froldi
et al., 2022).
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En cuanto a la influencia de la paridad, aunque
los resultados no mostraron diferencias
estadísticas, se observaron ligeras variaciones
en los metabolitos según el número de partos.
Las vacas multíparas tendieron a presentar
valores más altos y variables, lo cual puede
atribuirse al desgaste fisiológico y a la mayor
demanda energética acumulada de lactaciones
previas (Matthews et al., 2012). Las primíparas,
en cambio, mostraron perfiles más estables,
posiblemente por su menor producción de leche
y mejor respuesta adaptativa. Esto sugiere que,
aunque el efecto de la paridad no fue
significativo, puede influir de forma práctica en
el rendimiento y en la eficiencia metabólica de
las vacas. Los resultados del presente estudio
refuerzan la importancia de monitorear el perfil
proteico como herramienta de diagnóstico y
prevención en los hatos lecheros. Tal como
indican Gómez et al. (2013) y Kerwin et al.
(2022), el seguimiento de estos indicadores
permite detectar a tiempo desequilibrios
nutricionales o metabólicos, y ajustar el manejo
alimenticio según la fase productiva. En
especial, el control de albúmina y urea resulta
útil para evaluar el estado proteico y energético,
ya que su alteración refleja deficiencias en la
dieta o un metabolismo ruminal ineficiente
(Herdt, 2000; Contreras et al., 2012).
Asimismo, el estudio evidencia la necesidad de
complementar el perfil proteico con otros
marcadores metabólicos como los ácidos grasos
no esterificados (NEFA), el β-hidroxibutirato
(BHB), la glucosa, el calcio y enzimas
hepáticas, que proporcionan una visión más
completa del estado fisiológico de la vaca
(Duque Quintero et al., 2011; Kerwin et al.,
2022). Esta integración permitiría identificar
con mayor precisión el balance energético, la
función hepática y la eficiencia en el uso de
nutrientes, aportando criterios sólidos para
mejorar el manejo nutricional y sanitario de los
rebaños en condiciones tropicales. En conjunto,
los resultados obtenidos indican que la fase de
producción es el principal factor que modifica
el perfil proteico en vacas lactantes, mientras
que la paridad ejerce un efecto menor.
Comprender estas variaciones fisiológicas
permite ajustar los programas de alimentación y
suplementación según el momento de la
lactancia, contribuyendo a mejorar la salud, la
productividad y la sostenibilidad de los sistemas
lecheros de la región.
Conclusiones
Los resultados muestran que la paridad no
influye significativamente en el perfil proteico
de vacas lactantes, mientras que la fase de
lactancia es el principal factor de variación,
evidenciándose descensos de albúmina en el
postparto temprano, aumento de proteína total
hacia los 60 días y fluctuaciones de urea. Esto
resalta la importancia de considerar la dinámica
fisiológica en el manejo del hato. Se
recomienda ampliar el tamaño muestral y
reforzar el muestreo en el postparto para
mejorar la detección de efectos modestos,
además de incorporar variables de nutrición y
salud. El uso de análisis multivariados que
integren otros marcadores metabólicos como
NEFA, BHB, glucosa, calcio y enzimas
hepáticas permitiría identificar patrones
metabólicos más completos y generar
recomendaciones prácticas para optimizar el
manejo y monitoreo productivo en la Costa del
Ecuador.
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