Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 9.2
Edición Especial III 2025
Página 486
EL LIDERAZGO TRANSFORMACIONAL COMO MOTOR DE INNOVACIÓN EN LAS
INSTITUCIONES EDUCATIVAS: RETOS Y OPORTUNIDADES EN EL SIGLO XXI
TRANSFORMATIONAL LEADERSHIP AS A DRIVER OF INNOVATION IN
EDUCATIONAL INSTITUTIONS: CHALLENGES AND OPPORTUNITIES IN THE 21ST
CENTURY
Autores: ¹María Magdalena Pallango Espín, ²Rosario Maricela Pallango Espín, ³Tania Marcela
Núñez Betún y
4
Mónica del Pilar Lascano Porras.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0001-2459-5219
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0003-0984-8040
³ORCID ID: https://orcid.org/0009-0004-2109-2984
4
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0004-2855-9698
¹E-mail de contacto: maria.pallango@educacion.gob.ec
²E-mail de contacto: rosario.pallango@educacion.gob.ec
³E-mail de contacto: marce.nunezb@educacion.gob.ec
4
E-mail de contacto: pilar.lascano@educacion.gob.ec
Afiliación:
1*3*
Unidad Educativa Comunitaria Intercultural Bilingüe PCEI “El Chaquiñan”, (Ecuador). ²Unidad Educativa “Rosa Zárate”,
(Ecuador).
4*
Unidad Educativa “Ignacio Flores”, (Ecuador).
Artículo recibido: 30 de Agosto del 2025
Artículo revisado: 15 de Septiembre del 2025
Artículo aprobado: 17 de Septiembre del 2025
¹Licenciada en Ciencias de la Educación Especialización Informática y Computación, Universidad Técnica de Ambato, (Ecuador) con 15
años de experiencia. Magíster en Educación Básica Universidad Técnica de Cotopaxi, (Ecuador).
²Licenciada en Ciencias de la Educación Especialización Cultura Física, Universidad Técnica de Ambato, (Ecuador) con 23 años de
experiencia. Magíster en Educación Básica Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador).
³Ingeniera en Contabilidad y Auditoría CPA, Universidad Técnica de Cotopaxi, (Ecuador) 8 años de experiencia. Magíster en Educación
mención Pedagogía, Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil, (Ecuador).
4
Licenciada en Ciencias de la Educación Especialización Informática y Computación, Universidad Técnica de Ambato, (Ecuador) con 18
años de experiencia. Magister en Educación Básica Universidad Estatal de Milagro (UNEMI) (Ecuador).
Resumen
El presente artículo tuvo como objetivo
analizar, a través de una revisión bibliográfica,
la relevancia del liderazgo transformacional en
el fortalecimiento de las instituciones
educativas en el contexto contemporáneo. El
estudio permitió identificar que este modelo de
liderazgo se ha consolidado como una
estrategia esencial para promover la
innovación pedagógica, la mejora del
rendimiento docente y estudiantil y el
desarrollo de culturas escolares inclusivas y
colaborativas. La revisión se sustentó en
fuentes científicas recientes, abarcando
literatura publicada entre 2015 y 2025, lo que
garantizó la incorporación de perspectivas
actuales y contextualizadas. Los hallazgos
destacan que las dimensiones centrales del
liderazgo transformacional influencia
idealizada, motivación inspiradora,
estimulación intelectual y consideración
individualizada contribuyen a generar entornos
educativos resilientes, éticos y orientados al
bienestar de los miembros de la comunidad
educativa. Los resultados evidencian que el
liderazgo transformacional, complementado
con enfoques colaborativos como el liderazgo
distribuido, ofrece respuestas más efectivas a
los desafíos educativos actuales, entre ellos la
inclusión, la diversidad y la integración de
tecnologías emergentes. Se identificó también
que el bienestar del personal y la ética
institucional son factores críticos para
garantizar la sostenibilidad de los cambios y la
cohesión organizacional. A pesar de sus
beneficios, se reconocen limitaciones
relacionadas con barreras estructurales y
culturales que requieren adaptaciones
contextuales. El estudio concluye que formar
líderes transformacionales es una inversión
estratégica para garantizar calidad, equidad y
pertinencia en la educación del siglo XXI, y
abre la necesidad de continuar investigando en
entornos rurales, instituciones con recursos
limitados y contextos de alta diversidad.
Palabras clave: Liderazgo
transformacional, Educación, Innovación.
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Abstract
This article aimed to analyze, through a
bibliographic review, the relevance of
transformational leadership in strengthening
educational institutions in the contemporary
context. The study identified that this
leadership model has established itself as an
essential strategy for promoting pedagogical
innovation, improving teacher and student
performance, and developing inclusive and
collaborative school cultures. The review was
based on recent scientific sources, covering
literature published between 2015 and 2025,
which ensured the incorporation of current and
contextualized perspectives. The findings
highlight that the core dimensions of
transformational leadership, idealized
influence, inspirational motivation, intellectual
stimulation, and individualized consideration,
contribute to generating resilient, ethical, and
well-being-oriented educational environments
for members of the educational community.
The results show that transformational
leadership, complemented by collaborative
approaches such as distributed leadership,
offers more effective responses to current
educational challenges, including inclusion,
diversity, and the integration of emerging
technologies. Staff well-being and institutional
ethics were also identified as critical factors in
ensuring the sustainability of changes and
organizational cohesion. Despite its benefits,
limitations related to structural and cultural
barriers that require contextual adaptations are
recognized. The study concludes that training
transformational leaders is a strategic
investment to ensure quality, equity, and
relevance in 21st-century education, and
highlights the need for further research in rural
settings, institutions with limited resources,
and highly diverse contexts.
Keywords: Transformational leadership,
Education, Innovation.
Sumário
Este artigo teve como objetivo analisar, por
meio de uma revisão bibliográfica, a relevância
da liderança transformacional no
fortalecimento das instituições educacionais no
contexto contemporâneo. O estudo identificou
que esse modelo de liderança se consolidou
como uma estratégia essencial para promover a
inovação pedagógica, aprimorar o desempenho
de professores e alunos e desenvolver culturas
escolares inclusivas e colaborativas. A revisão
baseou-se em fontes científicas recentes,
abrangendo literatura publicada entre 2015 e
2025, o que garantiu a incorporação de
perspectivas atuais e contextualizadas. Os
achados destacam que as dimensões centrais da
liderança transformacional influência
idealizada, motivação inspiracional, estímulo
intelectual e consideração individualizada
contribuem para gerar ambientes educacionais
resilientes, éticos e voltados para o bem-estar
dos membros da comunidade educacional. Os
resultados demonstram que a liderança
transformacional, complementada por
abordagens colaborativas como a liderança
distribuída, oferece respostas mais efetivas aos
desafios educacionais atuais, incluindo
inclusão, diversidade e integração de
tecnologias emergentes. O bem-estar da equipe
e a ética institucional também foram
identificados como fatores críticos para
garantir a sustentabilidade das mudanças e a
coesão organizacional. Apesar de seus
benefícios, são reconhecidas limitações
relacionadas a barreiras estruturais e culturais
que exigem adaptações contextuais. O estudo
conclui que treinar líderes transformacionais é
um investimento estratégico para garantir
qualidade, equidade e relevância na educação
do século XXI e destaca a necessidade de mais
pesquisas em ambientes rurais, instituições
com recursos limitados e contextos altamente
diversos.
Palavras-chave: Liderança
Transformacional, Educação, Inovação.
Introducción
En la era contemporánea, las instituciones
educativas enfrentan desafíos complejos, como
la rápida transformación digital, la creciente
diversidad estudiantil y la demanda de prácticas
pedagógicas innovadoras. Estos factores
obligan a replantear los modelos tradicionales
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de liderazgo, que en muchos casos resultan
ineficaces ante la necesidad de adaptación y
cambio estructural. El liderazgo
transformacional se perfila como una
alternativa robusta, pues promueve una visión
compartida, inspira compromiso y motiva a
todos los miembros de la comunidad educativa
a superar límites convencionales (Bass y
Riggio, 2006). Además, este enfoque plantea no
solo objetivos institucionales claros, sino
también un desarrollo integral de las
capacidades profesionales y personales del
profesorado, lo cual es fundamental en un
contexto globalizado. Por estas razones, resulta
indispensable analizar cómo este tipo de
liderazgo puede servir como palanca para la
innovación y la mejora continua de las
instituciones educativas. El liderazgo
transformacional, según Bass y Riggio (2006),
se caracteriza por cuatro dimensiones
esenciales: influencia idealizada, motivación
inspiradora, estimulación intelectual y
consideración individualizada. Estas
dimensiones permiten que los líderes no solo
dirijan desde la autoridad, sino que generen un
entorno donde la creatividad es estimulada y las
voces individuales son valoradas. En este
sentido, al fomentar la reflexión crítica en el
cuerpo docente y promover la participación
activa, se generan condiciones propicias para la
implementación de prácticas pedagógicas
novedosas y eficaces. Esa reflexión inherente al
liderazgo transforma la cultura institucional,
impulsando una praxis educativa más centrada
en el aprendizaje significativo y en la resolución
colaborativa de problemas. Con ello, se
potencia no solo el rendimiento académico, sino
también la calidad del clima organizacional y la
autoestima profesional del docente.
Los estudios empíricos recientes respaldan el
impacto del liderazgo transformacional en la
promoción de la innovación educativa. Por
ejemplo, investigaciones en el ámbito de
educación superior han encontrado que los
líderes que ejercen de manera transformacional
impulsan iniciativas pedagógicas que
incorporan tecnologías emergentes, estrategias
de aprendizaje profundo e innovación
curricular. También se observa que dicho
liderazgo favorece la colaboración
interdisciplinaria, genera comunidades de
práctica y estimula la experimentación
educativa bajo criterios de mejora continua.
Estos elementos contribuyen significativamente
a enfrentar los retos del siglo XXI, entre ellos la
inclusión, la equidad y la preparación para
entornos laborales futuros. De esta manera, el
liderazgo transformacional se convierte en un
catalizador de transformación institucional, más
allá de recetas administrativas.
Desde la perspectiva teórica, el concepto
original de liderazgo transformacional fue
definido por Burns (1978), quien lo presentó
como una forma de liderazgo capaz de elevar la
moral y motivación tanto de líderes como de
seguidores, conduciéndolos a alcanzar niveles
superiores de rendimiento y compromiso ético.
Este enfoque contrasta con el liderazgo
transaccional, basado en recompensas tangibles
y control rígido. Burns (1978) enfatiza que el
liderazgo transformacional genera
transformaciones profundas en las personas y
en la cultura organizacional, al vincular los
valores personales con la visión institucional.
Esta teoría sigue siendo un referente clave en el
campo del liderazgo educativo, pues su
relevancia se ha reafirmado tanto en contextos
occidentales como en América Latina. La
búsqueda de sentido, la construcción colectiva
y el enfoque ético siguen siendo, hoy más que
nunca, elementos vitales en los procesos
educativos sostenibles. En el contexto
latinoamericano, se ha explorado cómo el
liderazgo distribuido y colaborativo
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complementa y amplifica las virtudes del
liderazgo transformacional. Esta aproximación
reconoce que el liderazgo no debe concentrarse
exclusivamente en una figura jerárquica, sino
que debe emerger desde distintos actores:
directivos, docentes, estudiantes y
comunidades. En particular, el liderazgo
distribuido promueve estructuras horizontales,
retroalimentación constante y toma de
decisiones compartida, lo que refuerza la
innovación y la resiliencia institucional. Dicha
configuración colaborativa resulta
especialmente útil frente a la diversidad social y
las desigualdades propias de muchos entornos
educativos en la región. Por tanto, integrar
liderazgo transformacional y liderazgo
distribuido se convierte en una estrategia
prometedora para construir instituciones más
democráticas, inclusivas y orientadas hacia la
excelencia académica.
Otro aspecto trascendental radica en las
competencias del siglo XXI: innovación,
adaptabilidad, pensamiento crítico, resolución
de problemas y fluidez digital. El liderazgo
transformacional actúa como facilitador del
desarrollo de estas competencias, al invitar al
profesorado y al estudiantado a superar métodos
tradicionales, asumir riesgos pedagógicos y
utilizar tecnologías educativas de manera
creativa. Bajo esta mirada, el liderazgo ya no es
un instrumento de control sino una fuerza
promotora de desarrollo humano y colectivo.
Así, se crean ambientes de aprendizaje
dinámicos, emocionalmente sostenidos y
orientados al crecimiento personal de cada
miembro de la comunidad. En última instancia,
este enfoque contribuye a preparar ciudadanos
críticos, autónomos y proactivos, capaces de
transformar sus entornos sociales y laborales.
Este artículo plantea la necesidad de examinar
de manera integral el liderazgo
transformacional como motor de innovación
educativa en el siglo XXI. Se propone analizar
cómo, en conjunto con prácticas de liderazgo
distribuido, puede consolidarse una cultura
institucional que fomente la inclusión, la
creatividad, la participación democrática y la
mejora continua. Además, se reflexionasobre
el papel del liderazgo en el desarrollo de
competencias clave, aplicables tanto en aulas
tradicionales como en entornos virtuales y
mixtos. Igualmente, el estudio buscará
identificar factores facilitadores y barreras
estructurales que inciden en la implementación
de este modelo de liderazgo en contextos reales.
El objetivo es generar insumos teóricos y
prácticos que guíen a líderes educativos,
formadoras y formadores, y equipos directivos
en la transformación efectiva de sus prácticas
institucionales.
Este trabajo aspira a contribuir al campo del
liderazgo educativo mediante una propuesta
teórico-empírica en la que se entrelacen
nociones clásicas y contemporáneas de
liderazgo, adaptadas al contexto
latinoamericano y global. Se enfatizará la
importancia de construir marcos conceptuales
contextualizados, capaces de orientarse hacia
propuestas pedagógicas innovadoras,
participativas y culturalmente pertinentes. A
través del análisis de experiencias y evidencias
documentadas, se espera delinear
recomendaciones concretas para líderes que
buscan instaurar cambios profundos en sus
instituciones, equilibrando la visión
transformacional con la colaboración
distribuida. Así, se persigue no solo describir un
modelo ideal, sino también ofrecer alternativas
viables y adaptables para transformar la
educación del siglo XXI de manera sostenible,
equitativa y creativa. El liderazgo educativo ha
sido objeto de un creciente interés en la
literatura científica debido a su impacto directo
en el funcionamiento de las instituciones y en
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los resultados de aprendizaje. Diversos estudios
señalan que el liderazgo no solo implica la
gestión administrativa, sino que actúa como un
elemento transformador de la cultura
organizacional (Hallinger y Wang, 2022). Este
enfoque subraya que el liderazgo efectivo
trasciende la autoridad jerárquica y se convierte
en un proceso relacional que orienta, motiva y
guía al personal docente y administrativo hacia
objetivos compartidos. En este contexto, el
liderazgo transformacional surge como una
respuesta a la necesidad de gestionar cambios
profundos, adaptativos y sostenibles en la
educación, generando un clima de innovación y
mejora continua. El concepto de liderazgo
transformacional fue introducido por Burns
(1978) y posteriormente desarrollado por Bass
(1990), quien lo definió como un proceso en el
que los líderes inspiran a sus seguidores para
alcanzar resultados superiores, alineando sus
intereses individuales con los objetivos
organizacionales. Este tipo de liderazgo se
distingue por sus cuatro dimensiones: influencia
idealizada, motivación inspiradora,
estimulación intelectual y consideración
individualizada (Bass y Riggio, 2006). Estas
dimensiones permiten que los líderes
promuevan la creatividad, fomenten el
pensamiento crítico y atiendan las necesidades
particulares de los miembros de la organización.
En el ámbito educativo, estas características han
demostrado ser fundamentales para la
implementación de reformas curriculares y la
incorporación de tecnologías emergentes.
La literatura contemporánea destaca que el
liderazgo transformacional es especialmente
relevante en entornos educativos debido a la
complejidad de los sistemas de enseñanza y
aprendizaje. Según Leithwood et al. (2020), los
líderes educativos influyen en el aprendizaje
estudiantil principalmente a través del
desarrollo profesional docente y la creación de
culturas escolares positivas. Esto implica
establecer metas claras, apoyar el crecimiento
del personal y asegurar que las condiciones de
trabajo favorezcan la innovación pedagógica.
Así, el liderazgo no se limita a la gestión de
recursos, sino que se convierte en un catalizador
para la mejora de la enseñanza y el aprendizaje,
impactando en la calidad educativa. Un aspecto
clave en la comprensión del liderazgo
transformacional es su capacidad para gestionar
el cambio. Kotter (2012) señala que las
instituciones educativas, como cualquier
organización, enfrentan resistencias al cambio
que pueden obstaculizar el progreso. En este
sentido, el liderazgo transformacional ofrece
herramientas para superar estas barreras, al
generar confianza, comunicar una visión
compartida y motivar a los miembros de la
comunidad educativa a comprometerse con el
proceso. Esta capacidad de influir en las
actitudes y creencias es esencial en tiempos de
reformas educativas, donde la flexibilidad y la
adaptabilidad son necesarias para lograr la
sostenibilidad de los cambios implementados.
La relación entre liderazgo transformacional e
innovación ha sido ampliamente documentada.
Según Nguyen et al. (2021), los líderes que
adoptan este enfoque son más propensos a
promover entornos de aprendizaje
colaborativos, introducir nuevas metodologías
de enseñanza y facilitar la integración de
tecnologías digitales. Esto es especialmente
relevante en el contexto de la educación híbrida
y en línea, donde las competencias digitales del
personal docente y el liderazgo visionario son
determinantes para garantizar experiencias de
aprendizaje significativas. En consecuencia, el
liderazgo transformacional no solo dirige, sino
que inspira e impulsa la creatividad
institucional. En América Latina, la
investigación sobre liderazgo educativo ha
señalado la necesidad de adaptar los modelos
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internacionales a las realidades locales.
Estudios recientes resaltan que las instituciones
enfrentan desafíos como la inequidad, la falta de
recursos y la diversidad cultural (Murillo y
Román, 2020). En este contexto, el liderazgo
transformacional debe complementarse con
estrategias de liderazgo distribuido, que
reconozcan el valor de la participación colectiva
y el empoderamiento de todos los actores. Este
enfoque permite una mayor resiliencia
institucional, ya que distribuye
responsabilidades y fomenta una cultura de
colaboración y corresponsabilidad.
El liderazgo distribuido, definido como la
capacidad de compartir el poder y la toma de
decisiones entre diversos miembros de la
organización, ha demostrado ser un
complemento eficaz del liderazgo
transformacional (Spillane, 2006). Este modelo
promueve la democratización de las
instituciones educativas, al facilitar que las
ideas innovadoras surjan de cualquier nivel
jerárquico. En combinación, ambos enfoques
potencian la creación de redes de aprendizaje,
fortalecen la comunicación interna y
promueven una cultura institucional más
participativa y flexible. De este modo, las
instituciones no dependen exclusivamente de un
líder, sino que desarrollan capacidades
colectivas. Asimismo, el liderazgo
transformacional tiene un impacto significativo
en el desarrollo profesional docente.
Investigaciones recientes sugieren que este
estilo de liderazgo motiva al personal a
reflexionar sobre su práctica, a asumir riesgos
pedagógicos y a comprometerse con procesos
de formación continua (Klar y Brewer, 2021).
El apoyo emocional, la retroalimentación
constructiva y la creación de comunidades de
aprendizaje son elementos centrales en este
proceso. Esto no solo mejora el desempeño
docente, sino que también influye
positivamente en la satisfacción laboral y en la
retención de talentos en las instituciones
educativas.
El liderazgo transformacional también
desempeña un papel crucial en la construcción
de culturas escolares inclusivas. Según
Ainscow (2020), los deres educativos que
adoptan esta perspectiva fomentan entornos
donde todos los estudiantes,
independientemente de sus características, se
sienten valorados y apoyados. Esto implica
diseñar políticas inclusivas, promover la
equidad y garantizar que las prácticas
pedagógicas respondan a la diversidad. Al
integrar estos principios, el liderazgo
contribuye a reducir las brechas de aprendizaje
y a mejorar la cohesión social dentro de la
escuela. En la gestión de instituciones
educativas, la toma de decisiones basada en
evidencia se ha convertido en un requisito
esencial. Los líderes transformacionales suelen
apoyarse en datos para guiar sus acciones,
evaluando continuamente el impacto de las
estrategias implementadas (Marzano et al.,
2021). Esto permite ajustar los planes de acción,
responder a las necesidades emergentes y
optimizar los recursos disponibles. De esta
manera, el liderazgo se convierte en un proceso
dinámico, que combina la visión a largo plazo
con la capacidad de respuesta inmediata a los
desafíos cotidianos.
Por otro lado, la literatura señala que el
liderazgo transformacional no está exento de
críticas. Algunos autores argumentan que este
enfoque puede ser percibido como idealista y
que su efectividad depende de factores
contextuales, como la cultura organizacional y
las políticas educativas (Evers y Lakomski,
2012). En este sentido, es fundamental
considerar las limitaciones y adaptar el modelo
a cada realidad institucional. Esto incluye
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reconocer que, en entornos altamente
normativos o con estructuras jerárquicas
rígidas, la implementación de un liderazgo
transformacional puede encontrar mayores
obstáculos. Las competencias digitales y el
liderazgo en entornos virtuales son otro campo
emergente de estudio. Investigaciones recientes
destacan que el liderazgo transformacional es
un elemento clave para la adopción efectiva de
tecnologías educativas, ya que impulsa la
capacitación docente y promueve el uso
pedagógico de las TIC (Trust y Horrocks,
2021). Este tipo de liderazgo es especialmente
necesario en escenarios pospandemia, donde las
modalidades híbridas y el aprendizaje en línea
han ganado protagonismo. Así, el líder
educativo se convierte en un facilitador del
cambio digital, asegurando que la tecnología
sirva a los objetivos pedagógicos.
Otro aspecto relevante es la ética en el liderazgo
educativo. Los líderes transformacionales
suelen caracterizarse por actuar con integridad
y promover valores éticos, lo que fortalece la
confianza y la cohesión institucional
(Northouse, 2021). Este componente ético es
esencial para gestionar situaciones de conflicto,
tomar decisiones complejas y garantizar que las
acciones estén alineadas con el bienestar de la
comunidad. Al priorizar la ética, se consolidan
relaciones de respeto y compromiso que son
fundamentales para cualquier proceso de
innovación educativa. Además, la relación entre
liderazgo y bienestar ha cobrado mayor
atención en la literatura reciente. Estudios
muestran que los líderes que apoyan
emocionalmente a sus equipos y promueven el
equilibrio entre la vida laboral y personal
contribuyen a la salud mental del personal
docente y administrativo (Gray et al., 2022).
Este bienestar organizacional es un factor clave
para mantener la motivación, reducir el
ausentismo y asegurar una enseñanza de
calidad. De esta manera, el liderazgo
transformacional se muestra como un modelo
que no solo se centra en el rendimiento, sino en
el desarrollo integral de las personas. La
revisión de la literatura permite concluir que el
liderazgo transformacional, cuando se adapta a
las necesidades del contexto y se complementa
con enfoques colaborativos, es una herramienta
poderosa para impulsar el cambio en las
instituciones educativas. Este marco teórico
establece la base para analizar cómo este estilo
de liderazgo puede generar entornos de
aprendizaje más innovadores, inclusivos y
sostenibles. Al comprender sus fundamentos,
dimensiones y desafíos, se facilita la
construcción de modelos prácticos que orienten
la acción de líderes educativos en distintos
niveles.
Materiales y Métodos
La presente investigación se enmarca en un
diseño de revisión bibliográfica, con un enfoque
cualitativo y alcance descriptivo-analítico. Este
tipo de metodología resulta pertinente para
estudiar fenómenos educativos como el
liderazgo transformacional, ya que permite
integrar y sintetizar hallazgos teóricos y
empíricos obtenidos de diferentes fuentes
académicas. La revisión bibliográfica, según
Kitchenham (2004), se utiliza para identificar,
evaluar y sintetizar la literatura relevante,
estableciendo relaciones entre estudios previos
y las preguntas de investigación. Para este
estudio, el objetivo central fue analizar las
principales aportaciones científicas sobre
liderazgo transformacional y educativo, así
como sus implicaciones en la innovación
institucional, tomando como base marcos
conceptuales clásicos y actuales. Esta
aproximación garantiza una visión integral, sin
la necesidad de aplicar encuestas, entrevistas u
otros instrumentos de campo. El proceso de
recopilación de la información se realizó
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mediante una búsqueda exhaustiva en bases de
datos académicas reconocidas, entre ellas
Scopus, Web of Science, ERIC y Google
Scholar, seleccionadas por su amplio alcance en
ciencias sociales y educación. Las palabras
clave utilizadas incluyeron “liderazgo
educativo”, “liderazgo transformacional”,
“innovación educativa”, “gestión escolar” y
“educational leadership”. Se aplicaron filtros
para incluir estudios publicados entre 2015 y
2025, con el fin de garantizar la actualidad de la
información y la pertinencia de los hallazgos.
Asimismo, se priorizó literatura de alto
impacto, tales como artículos en revistas
indexadas, libros especializados y documentos
de organismos internacionales, con énfasis en
contextos latinoamericanos y globales.
Los criterios de inclusión fueron definidos con
precisión para asegurar la calidad y relevancia
de la literatura revisada. Se incluyeron estudios
que abordaran directamente el liderazgo
educativo en instituciones escolares o de
educación superior, con enfoque en liderazgo
transformacional o modelos relacionados.
También se consideraron trabajos que
analizaran su impacto en el clima
organizacional, el rendimiento docente y
estudiantil, y la innovación pedagógica. Por
otro lado, se excluyeron publicaciones no
académicas, literatura gris sin respaldo
científico y documentos que no ofrecieran
evidencia directa sobre el fenómeno estudiado.
Esta rigurosidad metodológica asegura que las
conclusiones obtenidas estén sustentadas en
evidencia válida y confiable (Snyder, 2019). El
análisis de la información se realimediante
técnicas de categorización y comparación de
contenidos. Cada estudio fue revisado y
clasificado según sus objetivos, metodología,
resultados y conclusiones, para identificar
patrones, similitudes y diferencias relevantes.
Este proceso permitió generar una estructura
temática coherente, destacando los aportes más
significativos sobre las dimensiones del
liderazgo transformacional, sus aplicaciones en
la educación y sus limitaciones. La cnica de
análisis cualitativo utilizada es recomendada
para revisiones bibliográficas, ya que favorece
la construcción de conocimiento integrador y
facilita la identificación de vacíos en la
literatura (Tranfield et al., 2003).
La validez de la revisión se reforzó a través de
la triangulación de fuentes y la comparación
crítica de resultados. Esto implicó contrastar las
conclusiones de distintos autores, analizar el
contexto en que se desarrollaron los estudios y
revisar la consistencia de sus hallazgos.
Además, se tuvo en cuenta la calidad
metodológica de las investigaciones, evaluando
aspectos como el diseño de estudio, el rigor
analítico y la relevancia de las muestras. Este
enfoque crítico evita sesgos, permite una
interpretación más robusta de los datos y ofrece
una visión global del fenómeno (Okoli, 2015).
El proceso de revisión se desarrolló respetando
la ética académica y las normas de citación en
la séptima edición de APA. Todas las fuentes
consultadas fueron referenciadas
correctamente, garantizando la transparencia y
la trazabilidad de la información presentada. Al
ser un estudio bibliográfico, no se involucraron
participantes humanos ni se requirieron
consentimientos informados. Esta metodología
asegura que el artículo no solo cumple con los
estándares científicos, sino que también se
convierte en un aporte útil para la comunidad
académica al integrar el conocimiento existente
sobre liderazgo transformacional en educación.
Resultados y Discusión
El análisis bibliográfico realizado evidenció un
crecimiento sostenido en la producción
científica sobre liderazgo transformacional en
educación durante los últimos diez años, con un
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énfasis particular en su aplicabilidad en
entornos educativos diversos. Este hallazgo
refleja que existe un interés creciente por
comprender cómo este estilo de liderazgo puede
responder a los retos del siglo XXI, tales como
la digitalización, la inclusión y la mejora de la
calidad educativa (Leithwood et al., 2020). La
revisión most que la literatura no solo ha
documentado los efectos positivos de este
modelo en contextos anglosajones, sino que
también se está adaptando a realidades
latinoamericanas, donde se requieren
estrategias más inclusivas y colaborativas
(Murillo & Román, 2020). Este panorama
resalta la necesidad de consolidar teorías
globales, adaptadas a las particularidades de
cada región, y de fortalecer los estudios
comparativos que permitan identificar buenas
prácticas y desafíos comunes.
Tabla 1. Principales hallazgos de la revisión
bibliográfica sobre liderazgo transformacional
en educación
Dimensión
analizada
Hallazgos clave
Autores
destacados
Impacto en la
cultura institucional
Mejora el clima escolar,
fomenta la confianza y la
cohesión interna
Bass y Riggio
(2006); Leithwood
et al. (2020)
Rendimiento
docente y
aprendizaje
estudiantil
Aumenta la motivación, la
calidad de la enseñanza y los
resultados académicos
Klar y Brewer
(2021); Marzano et
al. (2021)
Innovación
pedagógica y
tecnológica
Promueve la integración de
TIC, metodologías activas y
aprendizaje colaborativo
Trust y Horrocks
(2021); Nguyen et
al. (2021)
Liderazgo
distribuido y
colaborativo
Potencia la resiliencia
institucional y la
participación colectiva
Spillane (2006);
Murillo y Román
(2020)
Ética y bienestar
Favorece la integridad, la
salud mental y la
satisfacción laboral
Northouse (2021);
Gray et al. (2022)
Fuente: elaboración propia
Un hallazgo central es el papel de las
dimensiones del liderazgo transformacional en
la construcción de culturas escolares sólidas.
Los estudios destacan que la influencia
idealizada, la motivación inspiradora, la
estimulación intelectual y la consideración
individualizada no solo fortalecen el
compromiso del personal, sino que también
promueven la cohesión institucional (Bass y
Riggio, 2006). Esta cohesión genera entornos
donde los docentes se sienten respaldados para
innovar y asumir riesgos pedagógicos, lo que
repercute directamente en la mejora del
aprendizaje estudiantil. La literatura indica que
las instituciones con líderes transformacionales
tienden a tener climas organizacionales más
positivos, lo que se traduce en mayor
satisfacción laboral y menores niveles de
rotación de personal. Esta evidencia confirma
que la gestión basada en valores y en relaciones
sólidas es fundamental para garantizar procesos
educativos sostenibles. Los resultados también
muestran una estrecha relación entre el
liderazgo transformacional y la mejora del
rendimiento docente y estudiantil. Las
investigaciones revisadas apuntan que este
estilo de liderazgo impacta en la calidad de la
enseñanza al motivar a los docentes a
involucrarse en procesos de desarrollo
profesional continuo y a implementar
estrategias de enseñanza innovadoras (Klar y
Brewer, 2021). De igual manera, se encontró
evidencia de que el liderazgo transformacional
está asociado con mayores logros de
aprendizaje en los estudiantes, lo que sugiere un
efecto indirecto pero significativo a través de la
mejora de la enseñanza. Estos hallazgos son
consistentes con estudios que vinculan el
liderazgo con variables como el compromiso, la
autoeficacia y el uso de prácticas pedagógicas
activas, todas ellas relacionadas con resultados
educativos superiores (Marzano et al., 2021).
Otro aspecto relevante identificado en la
revisión es el vínculo entre el liderazgo
transformacional y la innovación pedagógica y
tecnológica. Numerosos estudios subrayan que
los líderes transformacionales son facilitadores
de la adopción de tecnologías educativas y
promueven metodologías activas, como el
aprendizaje basado en proyectos, el trabajo
colaborativo y la integración de entornos
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virtuales de enseñanza (Trust y Horrocks,
2021). La literatura indica que esta capacidad
para innovar no solo responde a las demandas
tecnológicas actuales, sino que también prepara
a los estudiantes para enfrentar entornos
laborales cambiantes y digitalizados. Esta
relación es especialmente relevante en
escenarios pospandemia, donde las
modalidades híbridas y virtuales han cobrado
protagonismo. En consecuencia, el liderazgo
transformacional se posiciona como un
componente esencial para la gestión de
instituciones que buscan mantenerse
actualizadas y competitivas. Asimismo, los
hallazgos sugieren que el liderazgo
transformacional obtiene mejores resultados
cuando se combina con el liderazgo distribuido
o colaborativo. La literatura revisada destaca
que la participación activa de todos los
miembros de la comunidad educativa, incluidos
docentes, estudiantes y familias, fortalece la
capacidad de respuesta institucional ante los
desafíos (Spillane, 2006). Esta combinación
fomenta la corresponsabilidad, incrementa la
innovación desde distintos niveles y permite
que las decisiones se basen en una visión
compartida. En particular, los estudios en
América Latina resaltan que este enfoque
colaborativo es especialmente útil en contextos
donde las desigualdades sociales y económicas
requieren respuestas creativas y flexibles
(Murillo & Román, 2020). Así, se confirma que
el liderazgo transformacional, lejos de ser un
ejercicio individual, se beneficia de redes y
equipos que comparten metas y valores.
Otro hallazgo que emergió con fuerza es el valor
ético del liderazgo transformacional en la
gestión educativa. Diversos autores coinciden
en que este estilo de liderazgo se caracteriza por
actuar con integridad, transparencia y
compromiso con el bienestar colectivo
(Northouse, 2021). Estos atributos no solo
generan confianza, sino que también consolidan
la legitimidad del liderazgo, permitiendo que las
iniciativas de cambio tengan mayor aceptación
entre los miembros de la organización. Además,
el liderazgo ético contribuye a la formación de
culturas escolares inclusivas, donde la equidad
y el respeto son pilares fundamentales
(Ainscow, 2020). Esta dimensión ética es
especialmente relevante en un mundo donde las
instituciones educativas enfrentan presiones
externas y necesidades diversas, que requieren
líderes capaces de tomar decisiones
responsables y sostenibles. La revisión también
reveló que el bienestar del personal docente y
administrativo está estrechamente relacionado
con el liderazgo transformacional. Los líderes
que apoyan emocionalmente a sus equipos,
fomentan el equilibrio entre la vida laboral y
personal y promueven entornos de trabajo
saludables contribuyen a mejorar la salud
mental y la satisfacción laboral (Gray et al.,
2022). Esto es fundamental para la retención de
talento y para garantizar la continuidad de
proyectos educativos de calidad. Asimismo, el
bienestar organizacional se asocia con una
mayor disposición de los docentes para innovar
y participar activamente en procesos de mejora.
De esta manera, el liderazgo transformacional
se muestra como un modelo que no solo busca
resultados académicos, sino que se centra en el
desarrollo integral de las personas. Finalmente,
se identificaron áreas de oportunidad para
futuras investigaciones. Aunque los hallazgos
confirman los beneficios del liderazgo
transformacional, algunos estudios advierten
que su implementación puede enfrentar barreras
culturales, políticas y estructurales (Evers y
Lakomski, 2012). Además, se observó una
escasez de estudios longitudinales que evalúen
el impacto sostenido de este liderazgo en
contextos educativos, así como la necesidad de
mayor investigación en entornos rurales y con
recursos limitados. Estos vacíos sugieren que es
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necesario continuar profundizando en cómo el
liderazgo transformacional puede adaptarse a
diferentes realidades y evolucionar frente a los
cambios sociales y tecnológicos. De este modo,
se podrá avanzar en la construcción de modelos
más robustos y contextualizados para la gestión
educativa.
Los resultados obtenidos en esta revisión
bibliográfica confirman con claridad que el
liderazgo transformacional es un elemento
clave para la mejora institucional en contextos
educativos, respaldando lo encontrado por
estudios previos en escenarios de diversos
niveles y características (Bass y Riggio, 2006;
Leithwood et al., 2020). Esta revisión muestra
que, en un entorno marcado por la globalización
y la rápida incorporación de tecnologías, el
liderazgo transformacional no solo responde a
las necesidades organizacionales, sino que se
convierte en un motor para transformar culturas
institucionales. Este estilo de liderazgo fomenta
la inspiración y el compromiso entre el personal
docente y administrativo, fortaleciendo los
vínculos internos y generando una identidad
común orientada a objetivos de largo plazo. De
esta forma, se confirma que la educación del
siglo XXI requiere líderes capaces de guiar
procesos complejos, que promuevan la
creatividad y fortalezcan la resiliencia
institucional. La evidencia indica que los líderes
transformacionales logran equilibrar las
demandas administrativas con la gestión
humana, integrando valores y metas
compartidas en sus acciones cotidianas, lo que
resulta esencial para lograr cambios sostenibles
y significativos.
El vínculo entre liderazgo transformacional y
rendimiento docente y estudiantil se presentó
como un hallazgo particularmente relevante,
pues las investigaciones sugieren que este estilo
de liderazgo potencia la motivación, el
compromiso y la eficacia pedagógica de los
profesores (Klar y Brewer, 2021; Marzano et
al., 2021). En este sentido, el liderazgo
transformacional se traduce en docentes que se
sienten apoyados para innovar, reflexionar
sobre sus prácticas y mejorar continuamente.
Este apoyo se convierte en un factor
determinante para el aprendizaje de los
estudiantes, quienes se benefician de estrategias
s activas y significativas. Asimismo, la
literatura revisada muestra que estas mejoras no
son únicamente individuales, sino que generan
un efecto multiplicador en el colectivo docente,
fomentando comunidades de aprendizaje. Esto
implica que las instituciones educativas que
invierten en la formación de líderes
transformacionales no solo elevan sus
indicadores de calidad, sino que crean entornos
propicios para la excelencia académica
sostenida. Dichos resultados reafirman la
importancia de integrar el liderazgo como un eje
transversal en los programas de desarrollo
profesional docente.
Un aspecto de suma importancia es el papel del
liderazgo transformacional en la promoción de
la innovación pedagógica y tecnológica. Los
hallazgos indican que los líderes
transformacionales impulsan la adopción de
metodologías activas, la integración de recursos
digitales y el diseño de experiencias de
aprendizaje centradas en el estudiante (Trust y
Horrocks, 2021; Nguyen et al., 2021). Esto es
especialmente relevante en escenarios
pospandemia, donde las modalidades híbridas y
en línea se consolidaron como parte esencial de
los sistemas educativos. Estos líderes no solo
dirigen, sino que inspiran confianza y reducen
la resistencia al cambio, facilitando la
incorporación de nuevas tecnologías y enfoques
pedagógicos. Además, este estilo de liderazgo
favorece el pensamiento crítico y creativo,
alentando al personal a proponer soluciones
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innovadoras para los retos actuales. Se puede
afirmar que, sin liderazgo transformacional, la
incorporación de tecnología y la innovación
tienden a ser más lentas y fragmentadas,
mientras que con este modelo se convierten en
procesos planificados, colaborativos y
alineados con los objetivos institucionales.
La discusión también revela que el liderazgo
transformacional es más efectivo cuando se
combina con enfoques colaborativos, como el
liderazgo distribuido. La literatura revisada
destaca que compartir responsabilidades y
reconocer las capacidades de todos los
miembros de la comunidad educativa fortalece
la resiliencia institucional (Spillane, 2006;
Murillo y Román, 2020). Esta combinación
permite que las decisiones se construyan de
manera conjunta, generando mayor
compromiso y sentido de pertenencia. En
particular, los contextos latinoamericanos
muestran que la colaboración es esencial para
superar carencias de recursos y desigualdades
sociales, ya que permite aprovechar al máximo
el capital humano y la diversidad de
perspectivas. Los líderes que adoptan este
modelo combinan la inspiración con la
participación, construyendo redes que
promueven el aprendizaje colectivo. Así, el
liderazgo transformacional no se concibe como
un acto individual, sino como un proceso social
que florece cuando se multiplica en cada actor
educativo, potenciando el impacto en toda la
institución.
El componente ético del liderazgo
transformacional también se confirmó como un
factor determinante en la gestión educativa. Los
líderes que actúan con integridad, transparencia
y coherencia generan confianza y credibilidad,
cualidades que son esenciales para sostener
procesos de cambio (Northouse, 2021;
Ainscow, 2020). La revisión muestra que este
compromiso ético fortalece la cohesión interna,
ya que las acciones de los deres son percibidas
como legítimas y alineadas con el bienestar
colectivo. Asimismo, este componente ético
promueve entornos inclusivos, donde se
respetan las diferencias y se fomenta la equidad,
elementos indispensables en las instituciones
modernas. La ética, por tanto, no solo es un
valor añadido, sino un elemento estructural del
liderazgo transformacional, que actúa como
guía para tomar decisiones complejas y
sensibles. Estos resultados sugieren que las
instituciones que cultivan deres con altos
estándares éticos tienen mayor probabilidad de
lograr sostenibilidad y estabilidad a largo plazo,
incluso frente a crisis o cambios significativos.
Otro punto que destaca la discusión es el
impacto del liderazgo transformacional en el
bienestar del personal docente y administrativo.
Las investigaciones señalan que los líderes que
valoran la dimensión humana crean entornos de
trabajo saludables, donde el equilibrio entre la
vida personal y profesional es una prioridad
(Gray et al., 2022). Este cuidado influye en la
satisfacción laboral, en la retención de talentos
y en la reducción de la rotación. Además, un
personal más satisfecho y apoyado está
dispuesto a participar en procesos de
innovación y asumir retos pedagógicos,
incrementando así la calidad educativa. Los
líderes transformacionales no se limitan a exigir
resultados, sino que brindan apoyo emocional y
promueven la confianza y el sentido de
propósito. Por lo tanto, este estilo de liderazgo
no solo eleva el rendimiento académico, sino
que también fortalece la salud organizacional y
la resiliencia frente a situaciones adversas. En la
discusión se reconoce, sin embargo, que el
liderazgo transformacional enfrenta
limitaciones y desafíos. Factores como culturas
organizacionales rígidas, políticas educativas
restrictivas o falta de recursos pueden dificultar
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su implementación (Evers y Lakomski, 2012).
Este hallazgo enfatiza que el liderazgo
transformacional no es un modelo universal,
sino que debe adaptarse al contexto y a las
características de cada institución. La capacidad
de análisis del entorno, la flexibilidad y la
formación continua son componentes
esenciales para superar estas barreras. También
es importante señalar que, en algunos casos, la
dependencia excesiva de una figura de
liderazgo puede ser un riesgo, por lo que las
instituciones deben garantizar procesos de
sucesión y distribución de responsabilidades.
Estos hallazgos subrayan que, si bien es un
modelo sólido, requiere adaptaciones
estratégicas y un enfoque crítico para alcanzar
su máximo potencial.
La revisión bibliográfica evidencia la necesidad
de continuar profundizando en el estudio del
liderazgo transformacional, particularmente en
entornos menos investigados, como las zonas
rurales, las escuelas con recursos limitados o las
instituciones en transición tecnológica. La
literatura señala que hacen falta estudios
longitudinales que permitan observar el impacto
sostenido de este liderazgo y su capacidad de
adaptación a los cambios sociales y culturales
(Nguyen et al., 2021). Asimismo, existe un
campo de oportunidad para integrar
perspectivas interdisciplinares que incluyan la
economía, la psicología organizacional y la
política educativa, enriqueciendo así el análisis.
Este artículo contribuye a este propósito al
ofrecer una visión integral y contextualizada del
tema, que refuerza la idea de que formar líderes
educativos transformacionales es una inversión
estratégica para garantizar calidad, equidad e
innovación en la educación del futuro.
Conclusiones
El análisis realizado permite afirmar que el
liderazgo transformacional constituye una
herramienta esencial para la gestión y mejora de
las instituciones educativas en el contexto
actual. Este modelo ha demostrado su capacidad
para fortalecer la cultura organizacional,
motivar al personal docente y administrativo y
crear entornos de aprendizaje más efectivos. Al
centrarse en el desarrollo humano y en la
construcción de una visión compartida, el
liderazgo transformacional trasciende la
función administrativa y se convierte en un
factor estratégico para alcanzar altos estándares
de calidad. Esta revisión destaca que, en
tiempos de cambio constante y demandas
crecientes, los líderes educativos necesitan
habilidades que combinen la gestión con la
inspiración y la innovación. Se evidencia que
una institución que fomenta este tipo de
liderazgo es más resiliente y está mejor
preparada para enfrentar los retos de la
educación contemporánea. Se observa que el
liderazgo transformacional tiene una relación
directa con la mejora del desempeño docente y
estudiantil, al promover la motivación, el
compromiso y la adopción de prácticas
pedagógicas innovadoras. Cuando los docentes
se sienten respaldados y estimulados a crecer
profesionalmente, los resultados académicos
tienden a mejorar de forma significativa.
Además, este liderazgo fomenta la creación de
comunidades de aprendizaje colaborativas,
donde se comparten experiencias y se fortalecen
las competencias colectivas. Esta dinámica
genera un ciclo positivo de mejora continua que
beneficia a toda la institución. Por tanto,
fortalecer las capacidades de liderazgo
transformacional es una inversión clave para
alcanzar metas educativas sostenibles y de largo
plazo.
La innovación pedagógica y tecnológica es otro
aspecto que se potencia a través del liderazgo
transformacional. Este modelo promueve una
actitud abierta al cambio y a la incorporación de
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nuevas herramientas que enriquecen la
enseñanza y el aprendizaje. Al motivar al
personal a asumir riesgos pedagógicos y
experimentar con metodologías activas, las
instituciones logran responder de manera más
eficiente a los desafíos contemporáneos, como
la educación en entornos virtuales o híbridos.
Este liderazgo no solo se limita a introducir
tecnología, sino que busca alinearla con
objetivos educativos claros y con el desarrollo
integral de los estudiantes. Así, se consolida una
cultura de innovación permanente que prepara
mejor a las comunidades educativas para los
entornos laborales y sociales del futuro. Un
elemento fundamental de este modelo es su
carácter inclusivo y colaborativo. El liderazgo
transformacional reconoce el valor de cada
actor dentro de la institución y fomenta la
participación de todos en los procesos de toma
de decisiones. Este enfoque promueve la
corresponsabilidad y el sentido de pertenencia,
generando entornos más democráticos y
abiertos al diálogo. Cuando las personas sienten
que sus opiniones y aportes son valorados, se
incrementa su compromiso y se reduce la
resistencia al cambio. Esta dinámica fortalece la
cohesión interna y permite que las instituciones
sean más adaptables y creativas. Así, el
liderazgo transformacional se presenta como
una práctica que no solo dirige, sino que integra
y potencia las capacidades colectivas.
Otro aporte importante de este modelo es la
consideración del bienestar del personal como
un factor estratégico para la calidad educativa.
Las instituciones que aplican un liderazgo
transformacional suelen priorizar el cuidado de
sus equipos, promoviendo el equilibrio entre la
vida laboral y personal y fomentando entornos
saludables. Esto tiene un impacto directo en la
satisfacción, la productividad y la retención del
talento. Un personal motivado y
emocionalmente estable está más dispuesto a
innovar, colaborar y sostener procesos de
mejora. Este enfoque reafirma que la calidad
educativa no solo depende de políticas, recursos
o programas, sino del compromiso humano que
respalda cada acción y cada meta institucional.
El liderazgo transformacional, al considerar
estas dimensiones, genera instituciones más
humanas, eficientes y sostenibles. Esta revisión
bibliográfica muestra que el liderazgo
transformacional es una estrategia con un
enorme potencial, pero que debe ser
contextualizada y adaptada a las condiciones
específicas de cada entorno. Su efectividad
depende de la cultura institucional, los recursos
disponibles y la capacidad de los líderes para
comprender y responder a las necesidades de
sus comunidades. Es necesario seguir
investigando y formando líderes que puedan
enfrentar los desafíos emergentes, como las
desigualdades sociales, la diversidad cultural y
la rápida evolución tecnológica. Asimismo, es
fundamental que las instituciones promuevan
una visión ética, inclusiva y orientada al
bienestar colectivo. Solo así será posible
consolidar procesos educativos que no solo sean
eficaces, sino que también sean significativos,
equitativos y transformadores para todos los
actores involucrados.
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Pallango Espín, Rosario Maricela Pallango Espín,
Tania Marcela Núñez Betún y Mónica del Pilar
Lascano Porras.
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