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que se hacen cuando un proceso judicial ya está
en curso. En 2019, estas representaban casi un
5% de los casos, pero para 2023 bajaron a poco
más del 1,6%. Esta caída podría significar que
las personas prefieren solucionar sus diferencias
antes de que el conflicto llegue a juicio, o
también que quienes trabajan en el sistema de
justicia están aplicando otras formas de manejar
los casos en proceso, en lugar de recurrir a la
remisión. La pandemia de COVID-19 tuvo un
gran impacto en la cantidad de casos de
mediación. En 2020, el número de causas se
redujo drásticamente a 25,336, casi la mitad de
lo que hubo en 2019. Sin embargo, desde 2021
se empezó a notar una recuperación constante,
y en 2023 se llegó a 53,768 casos, casi
igualando las cifras previas a la pandemia. Esto
muestra la capacidad del sistema de mediación
en el país para adaptarse y seguir funcionando,
incluso en momentos difíciles. En resumen, el
análisis revela que la mediación en Ecuador se
ha consolidado como una herramienta
autónoma y efectiva para resolver conflictos. El
crecimiento constante de las solicitudes
directas, junto con la reducción de las
derivaciones y las remisiones durante los
procesos judiciales, reflejan un avance
significativo que fortalece la cultura del diálogo
y los acuerdos voluntarios en el país.
Con base en estos datos, se puede decir que el
principio de voluntariedad no se comprometería
si se establece como requisito obligatorio asistir
a una audiencia de mediación antes de iniciar un
proceso judicial, especialmente en temas que se
puedan negociar. Pues se podría decir que será
la misma población cansada de un lento proceso
judicial que muestra interés, al incluir esta etapa
previa para descongestionar los tribunales, sin
que eso signifique imponer acuerdos forzados.
Esto no implica que el resultado del proceso sea
obligatorio, sino únicamente la participación
inicial en un espacio de diálogo estructurado, lo
que mantiene la autonomía de las partes en la
decisión final. El análisis estadístico evidencia
una madurez progresiva en el uso de la
mediación, con altos niveles de solicitud directa
y una recuperación sólida post pandemia. Esta
base empírica legitima la discusión jurídica y
legislativa sobre la posibilidad de
institucionalizar una etapa obligatoria previa al
juicio, en aras de fortalecer una justicia más
accesible, rápida y menos adversarial.
Evolución y Aplicación de la Mediación en
Materias Transigibles (2014-2023)
La mediación ha emergido como una
herramienta eficaz para la resolución de
conflictos en diversas áreas del derecho, en el
caso ecuatoriano la mediación se habilita
directamente a materias transigibles. Transigir
significa “concluir una transacción sobre lo que
se estima es justo, razonable o verdadero, para
conciliar discrepancias, evitar un conflicto o
poner término al suscitado; pero con la
imprescindible circunstancia de que haya
recíprocas concesiones y renuncias” (Puertas, et
al, 2023, p. 232). En los últimos años, la
mediación ha ido ganando terreno
especialmente en áreas donde los conflictos
suelen ser frecuentes y tienen un carácter
personal, patrimonial o contractual. Este
análisis se enfoca en tres ámbitos clave donde la
mediación ha demostrado ser una opción
efectiva para resolver disputas de manera más
ágil y menos confrontativa: Familia, Civil e
Inquilinato. A través de estadísticas, teorías
sobre el conflicto y ejemplos internacionales, se
muestra cómo la mediación ha transformado
estos campos, ofreciendo a las personas
involucradas la oportunidad de llegar a
acuerdos duraderos y satisfactorios sin tener
que pasar por un proceso judicial.
El análisis de las materias en las causas de
mediación en Ecuador entre 2019 y 2023
muestra que los conflictos familiares son, con