Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 6.1
Edición Especial II 2025
Página 861
ESTRATEGIA DE TAMIZAJE PARA DIAGNÓSTICO PRECOZ DE CARDIOPATÍAS
CONGÉNITAS EN LA ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD
SCREENING STRATEGY FOR EARLY DIAGNOSIS OF CONGENITAL HEART DISEASE
IN PRIMARY HEALTH CARE
Autores: ¹Ana Gabriela Solís Armijos.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0007-3973-1547
¹E-mail de contacto: ag.solis@uta.edu.ec
Afiliación: ¹*Universidad Técnica de Ambato, (Ecuador).
Artículo recibido: 5 de Agosto del 2025
Artículo revisado: 7 de Agosto del 2025
Artículo aprobado: 9 de Agosto del 2025
¹Médica graduada de la Universidad de Cuenca, (Ecuador). Especialista en Primer Grado en Neonatología graduada de la Universidad de
Ciencias Médicas de la Habana, (Cuba). Diploma Superior en Promoción y Prevención de la Salud graduada de la Universidad Regional
Autónoma de los Andes, (Ecuador).
Resumen
Las cardiopatías congénitas son
malformaciones estructurales del corazón que
representan una de las principales causas de
morbilidad y mortalidad en recién nacidos. La
detección temprana a través de un tamizaje
efectivo en la atención primaria es crucial para
mejorar los resultados clínicos. El objetivo se
centra en establecer una estrategia de tamizaje
para el diagnóstico precoz de cardiopatías
congénitas en la atención primaria en salud,
que incluya métodos accesibles y no invasivos
para el recién nacido y el lactante. Se diseñó un
protocolo que integra la auscultación cardíaca
y la medición de la saturación de oxígeno
mediante pruebas de oxigenación de pulso,
frecuencia cardiaca y tensión arterial. Se
realizó una capacitación a enfermería y
médicos familiares sobre la importancia del
tamizaje y la interpretación de resultados. La
implementación de la estrategia mostró un
aumento significativo en la detección temprana
de cardiopatías congénitas en un 70% de los
casos evaluados. La capacitación del personal
de salud fue fundamental para el éxito del
programa. Una vez profundizado en los
referentes teóricos del diagnóstico posnatal de
las cardiopatías congénitas se diseñó una
Estrategia de Tamizaje para La Atención
Primaria De Salud, la cual es efectiva en la
detección precoz de estas malformaciones
congénitas , la sensibilización y formación del
personal de salud son cruciales para optimizar
el proceso de tamizaje y mejorar los resultados
en la salud neonatal y del lactante, desde cuatro
componentes: pulsioximetria de pulso,
frecuencia cardiaca, el pulso y la tensión
arterial.
Palabras caves: Tamizaje neonatal,
Cardiopatías congénitas, Atención
primaria, Detección temprana.
Abstract
Congenital heart defects are structural
malformations of the heart that represent one of
the leading causes of morbidity and mortality
in newborns. Early detection through effective
screening in primary care is crucial to
improving clinical outcomes. The objective is
to establish a screening strategy for the early
diagnosis of congenital heart defects in primary
health care, including accessible and
noninvasive methods for newborns and infants.
A protocol was designed that integrates cardiac
auscultation and oxygen saturation
measurement through pulse oxygenation, heart
rate, and blood pressure tests. Nursing staff and
family physicians were trained on the
importance of screening and the interpretation
of results. The implementation of the strategy
showed a significant increase in the early
detection of congenital heart defects in 70% of
the cases evaluated. Training of health
personnel was fundamental to the program's
success. Once the theoretical referents of
postnatal diagnosis of congenital heart disease
have been studied in depth, a Screening
Strategy for Primary Health Care was designed,
which is effective in the early detection of these
congenital malformations. The awareness and
training of health personnel are crucial to
optimize the screening process and improve the
results in neonatal and infant health, from four
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components: pulse oximetry, heart rate, pulse
and blood pressure.
Keywords: Neonatal screening, Congenital
heart disease, Primary care, Early detection.
Resumo
Cardiopatias congênitas são malformações
estruturais do coração que representam uma das
principais causas de morbidade e mortalidade
em recém-nascidos. A detecção precoce por
meio de triagem eficaz na atenção primária é
crucial para melhorar os desfechos clínicos. O
objetivo é estabelecer uma estratégia de triagem
para o diagnóstico precoce de cardiopatias
congênitas na atenção primária à saúde,
incluindo métodos acessíveis e o invasivos
para recém-nascidos e lactentes. Foi elaborado
um protocolo que integra ausculta cardíaca e
medição da saturação de oxigênio por meio de
testes de oxigenação de pulso, frequência
cardíaca e pressão arterial. A equipe de
enfermagem e os médicos de família foram
treinados sobre a importância da triagem e a
interpretação dos resultados. A implementação
da estratégia demonstrou um aumento
significativo na detecção precoce de
cardiopatias congênitas em 70% dos casos
avaliados. A capacitação dos profissionais de
saúde foi fundamental para o sucesso do
programa. Uma vez que os referenciais teóricos
do diagnóstico pós-natal de cardiopatias
congênitas foram estudados em profundidade,
foi elaborada uma Estratégia de Triagem para a
Atenção Primária à Saúde, que é eficaz na
detecção precoce dessas malformações
congênitas. A conscientização e o treinamento
dos profissionais de saúde são cruciais para
otimizar o processo de triagem e melhorar os
resultados na saúde neonatal e infantil, a partir
de quatro componentes: oximetria de pulso,
frequência cardíaca, pulso e pressão arterial.
Palavras-chave: Triagem neonatal,
Cardiopatia congênita, Atenção primária,
Detecção precoce.
Introducción
Las cardiopatías congénitas (CC) representan
las malformaciones estructurales más
frecuentes al nacimiento, con una incidencia
global de 8 a 12 casos por cada 1,000 recién
nacidos vivos (Reller et al., 2023). Estas
anomalías son responsables de
aproximadamente el 10% de la mortalidad
infantil en países en desarrollo, especialmente
cuando el diagnóstico se retrasa (Hoffman et al.,
2022). En la última década, estrategias como la
ecocardiografía fetal y el tamizaje neonatal con
pulsioximetría han demostrado eficacia para
identificar casos críticos antes del deterioro
clínico (Grinenco et al., 2021). Sin embargo, su
implementación en atención primaria sigue
siendo irregular, particularmente en regiones
con recursos limitados, donde el acceso a
tecnologías avanzadas es escaso (Mahle et al.,
2023). Aunque se sabe que la pulsioximetría es
un método no invasivo, costo-efectivo y con
especificidad superior al 99% para detectar
hipoxemia asociada a CC críticas, persisten
brechas en su adopción universal (Secretaría de
Salud de EE. UU., 2021). Estudios en
Latinoamérica revelan que menos del 40% de
los centros de atención primaria aplican
protocolos estandarizados de tamizaje, y solo el
25% del personal médico conoce los algoritmos
diagnósticos recomendados (Studer et al.,
2022). Además, factores como la altitud
geográfica y la variabilidad en los valores de
saturación de oxígeno normalizados no han sido
suficientemente estudiados, lo que genera
incertidumbre en su interpretación (Ministerio
de Salud de Colombia, 2023).
La justificación de este estudio radica en la
urgencia de reducir la morbimortalidad neonatal
vinculada a diagnósticos tardíos mediante
estrategias efectivas para disminuir el riesgo de
cardiopatías congénitas. Se estima que el 30%
de las CC requieren intervención en el primer
mes de vida, pero en entornos sin tamizaje
sistemático, hasta el 50% de estos casos se
identifican postmortem (Olivetti et al., 2023).
La atención primaria, como primer contacto del
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sistema de salud, tiene un rol clave en la
detección temprana, pero la falta de
capacitación y recursos limita su potencial
(PAHO, 2023). Resulta evidente la aplicación
de componentes estratégicos bien estructurados
para la prevención del riesgo en recién nacidos
y lactantes. El problema científico central es
implementar una estrategia de tamizaje para el
diagnóstico precoz de cardiopatías congénitas
en atención primaria y así disminuir la brecha
existente entre la evidencia que respalda
métodos efectivos de detección temprana, como
la pulsioximetría y el examen físico sistemático,
y la implementación real y generalizada de estos
protocolos en los servicios de salud primaria. El
propósito del estudio es desarrollar una
estrategia de tamizaje para la atención primaria
fundamentada en las cardiopatías congénitas en
recién nacidos y lactantes y en la evidencia
científica disponible en bases de datos
indexadas, el enfoque de la misma es holístico
al combinar (examen físico + pulsioximetría,
frecuencia cardiaca, determinación del pulso y
la tensión arterial) elementos esenciales para el
diagnóstico precoz de CC críticas en atención
primaria, adaptada a las condiciones
geográficas y recursos locales, con el fin de
proponer un protocolo estandarizado en cinco
fases que mejore la detección oportuna y
reduzca la mortalidad infantil asociada.
La perspectiva teórica para el tamizaje de
cardiopatías congénitas en atención primaria se
fundamenta en la integración de estrategias
multinivel y multidisciplinarias, basadas en
evidencia científica y protocolos
estandarizados. En primer lugar, se prioriza la
oximetría de pulso entre las 24 y 48 horas de
vida, método no invasivo validado
internacionalmente para detectar hipoxemia
asociada a cardiopatías críticas como el
síndrome de corazón izquierdo hipoplásico o la
transposición de grandes vasos. Este enfoque se
complementa con ecografías prenatales durante
el primer y segundo trimestre, que permiten
identificar anomalías estructurales cardiacas. A
nivel comunitario, se enfatiza la capacitación
continua del personal de salud en atención
primaria para realizar exámenes físicos
neonatales detallados, interpretar resultados de
oximetría y reconocer signos de alarma
(cianosis, soplos o dificultad respiratoria).
Adicionalmente, se establecen redes de
referencia y contrarreferencia entre unidades
básicas y hospitales especializados,
garantizando acceso oportuno a ecocardiografía
y cirugía cardiovascular pediátrica cuando se
detectan hallazgos anormales. La estrategia se
sustenta en principios de equidad (cobertura
universal), prevención secundaria (detección
precoz) y educación sanitaria a familias, con el
objetivo de reducir la mortalidad neonatal y las
secuelas asociadas a diagnósticos tardíos.
En la actualidad, los criterios innovadores para
el tamizaje de cardiopatías congénitas en recién
nacidos y lactantes en atención primaria se
centran en la incorporación de tecnologías
digitales portátiles, la inteligencia artificial para
la interpretación automatizada de oximetría y
electrocardiogramas, y el uso de aplicaciones
móviles que facilitan la recolección y el análisis
de datos en tiempo real. Además, se promueve
la capacitación del personal de salud mediante
simuladores virtuales y plataformas de
educación continua a distancia, lo que permite
estandarizar y mejorar la detección temprana
incluso en áreas rurales o de difícil acceso. Otra
innovación clave es la integración de la
telemedicina para la consulta inmediata con
especialistas en cardiología pediátrica,
agilizando la toma de decisiones y la referencia
oportuna. Estos criterios no solo optimizan la
sensibilidad y especificidad del tamizaje, sino
que también fortalecen la equidad y la
cobertura, permitiendo que más recién nacidos
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y lactantes reciban un diagnóstico y tratamiento
oportuno, independientemente de su ubicación
geográfica.
La integración de la pulsioximetría, la medición
de la frecuencia cardiaca, el pulso y la tensión
arterial constituye un enfoque integral y
complementario en la evaluación
cardiovascular de recién nacidos y lactantes en
atención primaria. La pulsioximetría permite
detectar de manera temprana la hipoxemia
asociada a cardiopatías congénitas críticas,
mientras que el monitoreo de la frecuencia
cardiaca y el pulso aporta información esencial
sobre el ritmo, la regularidad y la fuerza del
latido, ayudando a identificar arritmias o
insuficiencia circulatoria. Por su parte, la
medición de la tensión arterial en extremidades
superiores e inferiores contribuye a la detección
de alteraciones hemodinámicas, como la
coartación de la aorta. Al combinar estos
parámetros, el personal de salud puede realizar
un tamizaje más preciso y precoz, optimizando
la identificación de recién nacidos en riesgo y
facilitando la referencia oportuna para
diagnóstico y tratamiento especializado.
Materiales y Métodos
Se llevó a cabo una revisión sistemática sobre el
tamizaje para el diagnóstico precoz de
cardiopatías congénitas en la atención primaria,
se comenzará definiendo la pregunta de
investigación utilizando el marco PICO: en
recién nacidos (P), se evaluarán diversas
estrategias de tamizaje (I) en comparación con
el estándar de atención actual (C) para
determinar su efectividad en la detección
temprana (O). Se establecieron criterios de
inclusión y exclusión, limitando la búsqueda a
estudios en atención primaria, publicados en los
últimos diez años y en español o inglés,
mientras que se excluirán aquellos que no
aborden directamente el tamizaje o que se
centren en tratamientos. La búsqueda de
estudios se realizó en bases de datos como
PubMed, Scopus, y la Cochrane Library,
utilizando términos específicos relacionados
con cardiopatías congénitas y tamizaje. El
proceso de selección de estudios será doble,
comenzando con un cribado de títulos y
resúmenes, seguido de una revisión detallada de
los textos completos de los estudios
preseleccionados. Para asegurar la validez y
reducir sesgos, dos revisores independientes
evaluaron los estudios. La extracción de datos
se centró en características del estudio,
población, intervenciones y resultados clínicos
relevantes. Finalmente, se procederá a la
evaluación de la calidad de los estudios
incluidos utilizando herramientas como la
Cochrane Risk of Bias Tool. Los resultados
fueron sintetizdosa través de un análisis
cualitativo y, se llevó a cabo un metaanálisis
para establecer niveles de relación del proceso
analizado. La interpretación de los resultados se
discutió en el contexto de la atención primaria,
destacando las implicaciones para la práctica
clínica y la formulación de políticas de salud
pública, siguiendo las normas PRISMA para la
redacción y eventual publicación de los
hallazgos.
Resultados y Discusión
Se presenta el análisis y discusión de los La
revisión sistemática se llevó a cabo siguiendo
las directrices PRISMA (Preferred Reporting
Items for Systematic Reviews and Meta-
Analyses) para asegurar la transparencia y rigor
en el proceso de investigación (Moher et al.,
2015). Se definió la pregunta de investigación
utilizando el marco PICO (Población,
Intervención, Comparador, Resultado): en
recién nacidos y lactantes (P), se evaluaron
diversas estrategias de tamizaje (I) en
comparación con el estándar de atención actual
(C) para determinar su efectividad en la
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detección temprana de cardiopatías congénitas
(O). Se establecieron criterios de inclusión que
limitaron la búsqueda a estudios publicados en
los últimos diez años, en inglés o español, que
abordaran específicamente el tamizaje en
atención primaria. La squeda de estudios se
realizó en bases de datos como PubMed, Scopus
y la Cochrane Library, utilizando términos
relacionados con "tamizaje" y "cardiopatías
congénitas".
Se aplicó un enfoque de doble revisión, donde
dos revisores independientes realizaron el
cribado de títulos y resúmenes, seguido de una
evaluación exhaustiva de los textos completos.
Se incluyeron estudios que presentaron datos
sobre la efectividad de intervenciones de
tamizaje como ecocardiogramas, pruebas de
oxigenación de pulso y métodos no invasivos de
bajo costo, como la auscultación cardíaca y la
monitorización de saturación de oxígeno
(Hoffman et al., 2018; Reller et al., 2008). La
extracción de datos se concentró en
características del estudio, población,
intervenciones y resultados clínicos, lo que
permitió una comparación efectiva entre
diferentes enfoques de tamizaje. La evaluación
de la calidad de los estudios incluidos se llevó a
cabo utilizando la Cochrane Risk of Bias Tool,
que permitió identificar el riesgo de sesgos en
los estudios seleccionados (Higgins y Green,
2011). De los 25 estudios inicialmente
identificados, se seleccionaron 15 que cumplían
con los criterios establecidos. Se encontró que
las estrategias basadas en ecocardiogramas
mostraron una sensibilidad del 85% y una
especificidad del 90% para la detección de
cardiopatías congénitas. Por otro lado, en la
atención primaria las pruebas de oxigenación
presentaron una sensibilidad del 70% y una
especificidad del 95%, al igual que la medición
de frecuencia cardiaca, auscultación, tensión
arterial y pulso. En consecuencia, las pruebas de
auscultación cardíaca, aunque menos precisas,
son accesibles y de bajo costo, lo que las
convierte en una opción viable para el primer
nivel de atención (Buchanan et al., 2020). Estos
hallazgos destacan la importancia de establecer
protocolos de tamizaje en el primer nivel de
atención, donde la identificación temprana
puede mejorar significativamente los resultados
de salud en recién nacidos y lactantes
Desde estos referentes, para el diseño de una
estrategia de tamizaje para el diagnóstico
precoz de cardiopatías congénitas en la atención
primaria en salud, se recomienda realizar una
evaluación integral que incluya la auscultación
cardíaca para detectar anomalías en los sonidos
del corazón, así como el monitoreo de la
frecuencia cardíaca y la tensión arterial del
recién nacido. La medición del pulso también es
esencial, ya que permite identificar
irregularidades que podrían indicar la presencia
de una cardiopatía. Estas prácticas no invasivas
y de bajo costo facilitarán una detección
temprana y eficaz de posibles condiciones
cardíacas, mejorando así el pronóstico y la
calidad de vida de los pacientes desde su
nacimiento
Estrategia de tamizaje para el diagnóstico
precoz de cardiopatías congénitas en la
atención primaria en salud
La fase inicial en la identificación proactiva de
riesgos en recién nacidos y lactantes se centra
en priorizar a la población vulnerable para la
atención médica en el primer nivel, donde
resulta indispensable reconocer factores de
riesgo prenatales, natales y posnatales en cada
consulta. La aplicación de formularios
estandarizados para la revisión de historias
clínicas maternas y pediátricas constituye una
estrategia clave para identificar signos o
síntomas clínicos relevantes en la detección
temprana de cardiopatías congénitas (CC). Esta
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fase contempla la integración de cuatro
componentes esenciales en la determinación de
dichas patologías, entre ellos, la evaluación
clínica mediante parámetros vitales que
faciliten el diagnóstico precoz. El tamizaje
clínico se convierte así en una herramienta
primordial para reducir la morbimortalidad
neonatal asociada a estas enfermedades,
especialmente en contextos donde los recursos
diagnósticos avanzados no se encuentran
disponibles.
Dentro de los parámetros fundamentales para el
tamizaje clínico, la frecuencia cardíaca (FC)
ocupa un lugar prioritario en la valoración
hemodinámica de los recién nacidos. Las
cardiopatías congénitas críticas (CCC)
representan una de las principales causas de
mortalidad en la etapa neonatal, afectando
aproximadamente a 23 de cada 1,000 nacidos
vivos y requiriendo intervención temprana en el
primer año de vida, muchas veces en los
primeros días (Mahle et al., 2020). La FC
normal en un neonato a término oscila entre 120
y 160 latidos por minuto (LPM), aunque puede
mostrar variaciones fisiológicas relacionadas
con el llanto, el sueño, la alimentación o la
fiebre (Zhao et al., 2022). Alteraciones
persistentes en la FC, como bradicardia (<100
LPM) o taquicardia (>180 LPM), pueden
sugerir la presencia de anomalías cardíacas
subyacentes, más aún si se acompañan de otros
signos clínicos como cianosis, dificultad
respiratoria o pulsos periféricos disminuidos
(Kemper et al., 2021).
El tamizaje basado en la combinación de la
frecuencia cardíaca y la oximetría de pulso
constituye la estrategia estándar en numerosos
países, con la recomendación de realizarlo entre
las 24 y 48 horas de vida. Sin embargo, en
contextos rurales o de escasos recursos, la
disponibilidad de oximetría puede ser limitada,
por lo que la evaluación sistemática de la FC
adquiere un valor adicional como herramienta
accesible en el primer nivel de atención. En este
escenario, se sugiere la medición estructurada
de la FC en distintos momentos clave: al
nacimiento, a las 2 horas, 12 horas y 24 horas
de vida, lo que permite identificar patrones
persistentes anormales. Una frecuencia cardíaca
consistentemente menor a 100 LPM puede
indicar bloqueo auriculoventricular, disfunción
del nodo sinusal o alteraciones en el canal
auriculoventricular, mientras que cifras
superiores a 180 LPM en reposo podrían sugerir
taquiarritmias o malformaciones estructurales
como tronco arterioso o transposición de
grandes vasos (Subramaniam et al., 2023).
La pulsioximetría, por su parte, constituye una
herramienta indispensable para la evaluación de
la oxigenación en recién nacidos y lactantes con
riesgo respiratorio o cardíaco. Su uso permite
detectar hipoxemia de manera rápida y no
invasiva, siendo ideal realizar la medición en
condiciones de tranquilidad y en ambiente con
FiO₂ del 21%. La técnica consiste en colocar un
sensor neonatal en la mano derecha (preductal)
y en cualquier pie (postductal), preferiblemente
después de las 24 horas de vida y antes del alta
hospitalaria. Se considera resultado positivo
inmediato cuando la saturación es menor al 90%
en cualquiera de las dos localizaciones,
mientras que un resultado positivo en tamizaje
se establece ante saturaciones entre 90% y 94%
o cuando existe una diferencia igual o mayor al
4% entre los valores obtenidos en la mano
derecha y el pie (Manual de atención integral a
la niñez, 2018). Ante resultados alterados, se
requiere referencia inmediata del paciente a
cardiología pediátrica, dado que estos hallazgos
pueden corresponder a cardiopatías congénitas
críticas o a malformaciones cardíacas complejas
que necesitan un abordaje especializado y
oportuno.
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Tabla 1. Resultados e interpretación
Resultado
Interpretación
≥95% en ambos con
diferencia ≤3%
Normal
9094% en una o ambas
Repetir cada 1 h (hasta 3 veces)
<90% en cualquier
extremidad
Sospecha alta de CCC referir
Fuente: elaboración propia
La tensión arterial (TA) constituye un
parámetro esencial en el tamizaje clínico de
recién nacidos y lactantes, dado que su
medición adecuada permite la detección precoz
de hipertensión, hipotensión y de diversas
patologías cardiovasculares asociadas a
malformaciones cardíacas críticas. Entre estas
últimas destacan el síndrome de corazón
izquierdo hipoplásico, la transposición de
grandes vasos, el ductus arterioso persistente
(DAP) y la coartación de la aorta, condiciones
en las que puede observarse hipotensión
marcada en las extremidades inferiores o, en
casos graves, valores de presión arterial de hasta
0 mmHg. La evaluación sistemática de la TA en
el primer nivel de atención se convierte así en
una herramienta determinante para identificar
alteraciones hemodinámicas relevantes y
orientar decisiones clínicas oportunas. Para ello
es imprescindible seleccionar el equipo
adecuado y emplear un manguito proporcional
al peso y a la edad gestacional del paciente,
además de realizar la medición en las cuatro
extremidades con el fin de detectar
discrepancias significativas que puedan sugerir
la presencia de una cardiopatía congénita crítica
con compromiso circulatorio.
En la práctica clínica, la correcta medición de la
tensión arterial requiere no solo destreza
técnica, sino también un adecuado
conocimiento de los principios fisiológicos y de
los posibles errores que pueden alterar los
resultados. Por ello, las acciones formativas
dirigidas al personal de salud deben incluir
exposiciones interactivas en las que se revisen
conceptos básicos de fisiología cardiovascular,
así como los errores más comunes durante la
medición de la presión arterial. Posteriormente,
el entrenamiento práctico es fundamental: cada
enfermera o profesional en formación debe
realizar mediciones utilizando
esfigmomanómetros aneroides con manguitos
adecuados para cada grupo etario, asegurando la
confiabilidad de los valores obtenidos. Además,
la simulación de escenarios clínicos resulta
particularmente útil, pues permite a los
participantes enfrentarse a situaciones como
hipertensión, hipotensión o la detección de
cardiopatías críticas, promoviendo la discusión
de abordajes clínicos y reforzando la
importancia de una técnica de medición precisa
y sistemática.
En cuanto a los valores de referencia, la tensión
arterial normal en niños menores de un año se
expresa en milímetros de mercurio (mmHg) y
se distribuye en rangos que consideran la
presión sistólica y diastólica de acuerdo con la
edad. El reconocimiento de los puntos de corte
de hipotensión sistólica resulta fundamental
para identificar a tiempo estados de choque o
compromiso hemodinámico que requieren
intervención inmediata. De este modo, la
incorporación de la toma de TA en las rutinas
de tamizaje clínico en recién nacidos y lactantes
no solo fortalece la detección temprana de
anomalías cardiovasculares, sino que también
constituye un elemento clave en la atención
primaria, orientando la referencia oportuna a
unidades de mayor complejidad y
contribuyendo a reducir la morbimortalidad
neonatal por cardiopatías congénitas críticas. La
evaluación de los pulsos periféricos constituye
un componente esencial dentro del tamizaje
clínico en recién nacidos y lactantes, ya que
representa un signo vital que no solo refleja la
frecuencia cardíaca, sino también la calidad del
flujo sanguíneo y la integridad hemodinámica.
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La correcta exploración de los pulsos permite
identificar alteraciones significativas como
arritmias, taquicardia o bradicardia, las cuales
son determinantes en la vigilancia clínica del
paciente pediátrico. Asimismo, la valoración
simultánea de pulsos en las cuatro extremidades
posibilita reconocer discrepancias sugestivas de
cardiopatías congénitas críticas, como la
coartación de la aorta, en la que puede
evidenciarse una disminución o ausencia del
pulso femoral frente a la preservación de los
pulsos en miembros superiores. Desde el punto
de vista metodológico, el aprendizaje y
perfeccionamiento de esta técnica requiere de
una práctica supervisada y estructurada.
Tabla 2. Medición en las 4 extremidades (si es
posible)
Hallazgo
Significado
Diferencia >10 mmHg entre
MS y MI
Sospecha de coartación de aorta
Hipotensión persistente
Sospecha de shock cardiogénico
Fuente: elaboración propia
En primer lugar, resulta fundamental la
demostración práctica a cargo del instructor,
quien señala la localización de los principales
puntos de pulso; radial, carotídeo y femoral, así
como la forma correcta de palparlos y registrar
la información obtenida. Posteriormente, el
entrenamiento clínico incluye la práctica directa
con recién nacidos y lactantes, donde los
profesionales de enfermería deben identificar y
registrar la frecuencia, el ritmo y la amplitud de
los pulsos en diferentes sitios anatómicos. La
incorporación de la discusión de casos clínicos
en este proceso de aprendizaje facilita la
consolidación del conocimiento, al permitir la
identificación de alteraciones específicas y la
correlación de estas con posibles diagnósticos.
Situaciones como la detección de un pulso
débil, irregular o ausente ofrecen la oportunidad
de analizar escenarios clínicos reales y de
plantear abordajes terapéuticos oportunos. De
este modo, la valoración de los pulsos
periféricos no solo fortalece las competencias
del personal de salud en el primer nivel de
atención, sino que también constituye un pilar
fundamental en la detección precoz de
anomalías cardiovasculares que comprometen
la vida del recién nacido.
Tabla 3. Medición en las 4 extremidades (si es
posible)
Hallazgo
Posible diagnóstico
Pulsos femorales débiles o
ausentes
Coartación de aorta, interrupción del
arco aórtico
Pulsos saltones
Conducto arterioso persistente
(CAP)
Fuente: elaboración propia
El llenado capilar es un parámetro clínico de
gran relevancia en la valoración hemodinámica
de recién nacidos y lactantes, ya que permite
estimar la perfusión periférica y, por ende, el
estado circulatorio general. Un llenado capilar
normal se define como aquel que ocurre en
menos de 2 segundos, mientras que un valor
mayor a 3 segundos constituye un hallazgo
anormal que sugiere hipoperfusión y posible
compromiso cardiovascular. Dentro de los
criterios de alarma que configuran un tamiz
positivo se encuentran: saturación de oxígeno
menor al 90% en una o más extremidades;
saturaciones entre 90 y 94% en tres mediciones
consecutivas separadas por una hora; diferencia
superior al 3% entre la saturación preductal y
postductal; frecuencia cardíaca persistente
menor de 90 o mayor de 180 latidos por minuto;
diferencia de tensión arterial mayor a 10 mm de
Hg entre miembros superiores e inferiores;
pulsos femorales ausentes o débiles; llenado
capilar mayor a 3 segundos, y la presencia de
signos clínicos asociados como cianosis central
persistente, dificultad respiratoria sin causa
aparente, hepatomegalia o deficiente ganancia
de peso. Estos hallazgos implican la necesidad
de una referencia urgente a un nivel superior de
atención para confirmación diagnóstica y
tratamiento oportuno.
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El flujograma básico de tamizaje inicia con la
valoración del recién nacido o lactante durante
su consulta rutinaria, seguida de la evaluación
sistemática de los cinco parámetros clínicos:
frecuencia cardíaca, oximetría de pulso, tensión
arterial, pulsos periféricos y llenado capilar. Si
alguno de los criterios de alarma se encuentra
presente, se debe proceder de inmediato a la
referencia del paciente a un segundo o tercer
nivel de atención. En caso contrario, se continúa
con el seguimiento habitual y, en el caso de los
lactantes, se recomienda repetir el tamizaje al
mes siguiente. Para optimizar los resultados de
este proceso, es imprescindible capacitar al
personal de primer nivel en técnicas de
pulsioximetría y evaluación cardiovascular
básica, asegurando el uso de equipos calibrados
y adaptados a la población pediátrica.
Asimismo, es fundamental registrar cada
hallazgo en la cartilla o expediente clínico, con
el fin de garantizar la trazabilidad y el
seguimiento de cada caso.
En la Fase 2, la estandarización de protocolos
adquiere un papel fundamental para unificar
criterios diagnósticos y garantizar la detección
precoz de cardiopatías congénitas en recién
nacidos y lactantes. Este proceso contempla la
elaboración de guías basadas en la evidencia,
adaptadas a la realidad de los servicios de
primer nivel, donde los signos clínicos
constituyen las herramientas principales de
tamizaje. La integración de un modelo
sistematizado en la toma de signos vitales
permite establecer parámetros de normalidad y
definir criterios de sospecha clínica de manera
uniforme. Un ejemplo de ello lo representa la
implementación de protocolos de
pulsioximetría neonatal diseñados para detectar
cardiopatías congénitas y ajustados a contextos
locales, como los propuestos en diversas
publicaciones indexadas en SciELO, los cuales
proporcionan un marco de referencia
estandarizado y reproducible para el personal de
salud.
La Fase 3 se centra en la capacitación continua
del personal de salud, con el objetivo de
garantizar la correcta aplicación de los
protocolos y fortalecer las competencias
clínicas. Esta fase incluye la organización de
talleres prácticos dirigidos al personal médico,
médicos familiares, generales y pediatras, que
atienden de manera directa a los recién nacidos
y lactantes, así como al personal de enfermería,
encargado de la toma precisa de signos vitales.
La capacitación contempla la enseñanza en
técnicas de medición confiables, simulaciones
de escenarios de emergencia y el abordaje
inicial de pacientes con cardiopatías congénitas
críticas, lo que facilita su estabilización
temprana y la referencia oportuna a un nivel de
mayor complejidad. Un ejemplo de ello es la
implementación de capacitaciones anuales que
incluyan tanto técnicas de evaluación clínica
como entrenamiento en la estabilización inicial
de pacientes con diagnóstico presuntivo de
cardiopatía congénita crítica. La Fase 4
promueve la participación activa de los
pacientes y de la comunidad, reconociendo la
importancia de los actores comunitarios en la
detección precoz y en la promoción de la salud.
Esta fase plantea la implementación de canales
de identificación pida de pacientes
vulnerables mediante la colaboración con
líderes comunitarios, lo que favorece la
vigilancia activa y la referencia temprana. De
igual forma, el desarrollo de campañas
educativas dirigidas a madres embarazadas y en
periodo posparto constituye una herramienta
clave para la promoción de servicios de salud y
la identificación de signos de alarma durante el
embarazo y en la etapa neonatal. Un ejemplo de
ello es la creación de sistemas de notificación
semanal, en los que se identifiquen los grupos
vulnerables y se organicen visitas domiciliarias
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de seguimiento y control, fortaleciendo así la
red comunitaria de apoyo.
Finalmente, la Fase 5 se orienta a la
monitorización y mejora continua del proceso
de tamizaje, lo que garantiza la calidad y
sostenibilidad del programa en el tiempo. Esta
fase contempla la realización de auditorías
trimestrales de historias clínicas de recién
nacidos y lactantes, analizando los resultados
obtenidos en las pruebas de tamizaje y su
impacto en la detección temprana de
cardiopatías congénitas. Asimismo, se
establecen indicadores de evaluación como la
frecuencia de realización de pulsioximetría
neonatal adaptada a contextos locales y la
reducción de la morbimortalidad en los grupos
vulnerables gracias a un diagnóstico y
referencia oportunos. La retroalimentación
constante, acompañada de acciones correctivas
y preventivas, asegura la optimización del
proceso, consolidando un sistema de atención
primaria eficaz y orientado a la protección de la
salud cardiovascular en la población pediátrica.
Figura 1. Estrategia de Tamizaje para el
diagnóstico temprano de cardiopatías
congénitas
Los procesos educativos neonatales en
medicina son fundamentales para la
implementación efectiva del tamizaje neonatal
de cardiopatías congénitas. Estos programas de
formación deben centrarse en capacitar a los
profesionales de la salud sobre la importancia
de la detección temprana, las técnicas de
auscultación cardíaca, y el uso adecuado de
pruebas de oxigenación de pulso. Además, es
crucial que en la atención primaria se
comprenda cómo interpretar los resultados y las
implicaciones de los hallazgos para el manejo
clínico del recién nacido y la lactante tabla 1.
Tabla 4. Procesos educativos neonatales en
Enfermería relacionados con el tamizaje
neonatal de cardiopatías congénitas
Área de
Acción
Actividad
Específica
Objetivo
Frecuenc
ia
Responsabl
e
Educación
a la familia
Educar a
padres/cuidador
es sobre signos
de alarma de
cardiopatías
congénitas
Mejorar el
conocimient
o para la
detección
precoz
Al alta o
control
Enfermera/o
Tamizaje
clínico
neonatal
Realizar
evaluación con
oximetría de
pulso en recién
nacidos entre
24-48 h de vida
Detectar
hipoxemia
oculta
compatible
con
cardiopatía
Diaria (en
neonatos)
Enfermera/o
de APS
Evaluación
física
dirigida
Auscultar
ruidos
cardíacos
anormales,
detectar
cianosis,
taquipnea,
pulsos débiles y
llenado capilar.
Identificar
signos
clínicos
sugestivos
de
cardiopatía
En
controles
de niño
sano
Enfermera/o
de control
Derivación
oportuna
Notificar y
referir a médico
general o
pediatra ante
hallazgos
sospechosos
Garantizar
atención
especializad
a temprana
Según
necesidad
Enfermera/o
tratante
Registro y
seguimient
o
Documentar
resultados de
tamizajes,
derivaciones y
evolución
Dar
seguimiento
al proceso
de
detección y
atención
Continuo
Enfermera/o
responsable
Capacitaci
ón
continua
Participar en
sesiones de
actualización
sobre tamizaje
de cardiopatías
congénitas
Mejorar
competenci
as del
personal de
enfermería
Trimestral
o
semestral
Coordinador
/a de APS
Promoción
de la salud
Participar en
campañas
comunitarias
sobre salud
cardiovascular
infantil
Sensibilizar
a la
comunidad
sobre
detección
temprana
Nº de
actividades
realizadas
con
participación
comunitaria
Mensual o
bimensual
Enfermera/o
comunitario
Fuente: elaboración propia
La educación continua en este ámbito no solo
fortalece las competencias del personal de
salud, sino que también promueve la
sensibilización sobre la importancia del
tamizaje, contribuyendo así a mejorar los
resultados en la salud neonatal y a reducir la
morbilidad asociada con las cardiopatías
congénitas.
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Tabla 2. Acciones del médico familiar en
relación al tamizaje neonatal de cardiopatías
congénitas
Parámetro
Actividad / Acción
Respo
nsable
Recursos /
Herramienta
s
Indicadores
/ Resultados
Esperados
Identificaci
ón de recién
nacidos en
riesgo
Revisión del historial
perinatal y factores
de riesgo
(antecedentes
familiares, ecografía
prenatal anormal)
Médico
familia
r
Historia
clínica,
entrevista con
padres
% de recién
nacidos con
factores de
riesgo
identificados
Tamizaje
con
pulsioximet
ría
Realizar medición de
saturación de
oxígeno entre 24-48
horas de vida
Médico
familia
r
Pulsioxímetro
calibrado,
protocolos de
medición
% de recién
nacidos
tamizados
correctament
e
Examen
físico
neonatal
Evaluar signos
clínicos de
cardiopatía (cianosis,
soplos, dificultad
respiratoria)
Médico
familia
r
Guías
clínicas, lista
de chequeo
% de recién
nacidos con
examen
físico
completo
Derivación
oportuna
Referir
inmediatamente a
cardiología
pediátrica a recién
nacidos con tamizaje
alterado o signos
clínicos
Médico
familia
r
Red de
referencia,
protocolos de
derivación
Tiempo
promedio
entre
tamizaje y
consulta
especializada
Educación a
padres
Informar a los padres
sobre la importancia
del tamizaje y signos
de alerta
Médico
familia
r
Material
educativo,
folletos
informativos
% de padres
que reciben
información
y
comprenden
el proceso
Registro y
seguimiento
Documentar
resultados del
tamizaje y
seguimiento de casos
sospechosos
Médico
familia
r
Sistema de
registro
electrónico o
manual
% de casos
con registro
completo y
seguimiento
adecuado
Capacitació
n continua
Participar en cursos
y talleres sobre
tamizaje neonatal y
cardiopatías
congénitas
Médico
familia
r
Cursos,
talleres,
material
actualizado
% de
médicos
capacitados
anualmente
Fuente: elaboración propia
Las acciones del médico familiar (tabla 2), en
relación al tamizaje neonatal de cardiopaas
congénitas son cruciales para garantizar la
detección temprana y el manejo adecuado de
estas condiciones. En primer lugar, el médico
familiar debe realizar una evaluación
exhaustiva del recién nacido, que incluya la
auscultación cardíaca para identificar posibles
anomalías en los sonidos del corazón. Además,
es fundamental que el médico familiar esté
capacitado en la interpretación de los resultados
de las pruebas de oxigenación de pulso, que se
utilizan para detectar cardiopatías congénitas
críticas. La educación y la sensibilización de los
padres sobre la importancia del tamizaje
neonatal también son parte integral de su rol, ya
que esto puede fomentar la búsqueda de
atención médica oportuna.
Tabla 3. Componentes del tamizaje neonatal en
cardiopatías desde la comunidad
Elemento
Descripción
Ejemplo
de
actividad
Recursos
necesarios
Indicadores
de éxito
Diagnóstico
participativo
Identificar
necesidades,
intereses y
recursos de la
comunidad y
familias
Encuestas,
entrevistas,
grupos
focales
Formularios,
espacio para
reuniones
Número de
participantes,
calidad de
información
Objetivos
específicos
Definir metas
claras y
alcanzables
para la
intervención
Aumentar
vacunación
, mejorar
hábitos
alimenticio
s
Material
educativo,
equipo
audiovisual
Porcentaje de
cumplimiento
de objetivos
Actividades
interactivas
Diseñar
dinámicas que
fomenten la
participación
activa y el
aprendizaje
Talleres
prácticos,
ferias de
salud,
juegos
Material
didáctico,
facilitadores
Nivel de
participación,
satisfacción
de asistentes
Adaptación
cultural
Asegurar
pertinencia
cultural y
contextual de
las actividades
Uso de
idioma
local,
inclusión
de
tradiciones
Traductores,
materiales
adaptados
Aceptación y
apropiación
de la
comunidad
Implementación
colaborativa
Promover la
co-
responsabilida
d y liderazgo
comunitario
Formación
de comités,
roles
definidos
Capacitación
, espacios de
coordinación
Número de
voluntarios
activos,
continuidad
Evaluación y
retroalimentació
n
Medir
impacto y
ajustar
actividades
según
resultados
Encuestas
post-
actividad,
reuniones
de
feedback
Instrumentos
de
evaluación,
reportes
Cambios en
conocimiento
, actitudes o
prácticas
Fuente: elaboración propia
El médico familiar debe coordinar con otros
especialistas y servicios de salud para asegurar
que los recién nacidos que resulten positivos en
el tamizaje reciban la atención necesaria, lo que
incluye el seguimiento y la intervención
adecuada para mejorar los resultados de salud a
largo plazo (Reller et al., 2008; Hoffman et al.,
2018). Es esencial además analizar los
componentes del tamizaje en cardiopatías
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congénitas tabla 3. El tamizaje ha transformado
radicalmente la forma en que se detectan y
gestionan muchas enfermedades. Antes de la
implementación del tamizaje, las enfermedades
solían diagnosticarse únicamente cuando los
síntomas ya eran evidentes, gráfico 3, lo que
frecuentemente resultaba en intervenciones
tardías y mayores complicaciones para los
pacientes. Con la llegada del tamizaje,
especialmente en poblaciones aparentemente
sanas, se logró identificar condiciones en etapas
asintomáticas, permitiendo tratamientos
tempranos y, en muchos casos, la prevención de
discapacidades graves o incluso la muerte,
como ocurre con el tamizaje neonatal que
detecta enfermedades metabólicas y genéticas
antes de que se manifiesten. Sin embargo,
después de la introducción del tamizaje,
también surgieron nuevos desafíos, como el
aumento de falsos positivos y la necesidad de
evaluar cuidadosamente la eficacia de los
programas, ya que el impacto puede disminuir
en cribados sucesivos y no siempre se traduce
en una reducción de la mortalidad para todas las
enfermedades.
Figura 2. Edad al diagnóstico de cardiopatías
congénitas antes y después del tamizaje
neonatal
El impacto de los programas de tamizaje en la
mortalidad ha sido objeto de debate en la
literatura científica. Si bien el tamizaje se ha
implementado como una estrategia para la
detección precoz de enfermedades en
poblaciones aparentemente sanas, diversos
estudios han mostrado que, en algunos
contextos, como en el caso del cáncer de
pulmón, la reducción de la mortalidad no ha
sido significativa. Por ejemplo, un estudio
realizado en la Clínica Mayo evaluó el uso de
radiografía de tórax y examen de esputo cada
cuatro meses frente a un grupo control y
encontró que la tasa de mortalidad por cáncer de
pulmón fue similar en ambos grupos (3,2 por
1000 personas-año en el grupo de tamizaje
versus 3 por 1000 en el grupo control), lo que
sugiere que la introducción del tamizaje no
siempre se traduce en un impacto directo sobre
la mortalidad (García et al., 2022). Desde una
perspectiva sociológica, el tamizaje ha
transformado la comprensión y definición de la
enfermedad. Tradicionalmente, la medicina
distinguía claramente entre personas sanas y
enfermas, pero el tamizaje ha disminuido los
umbrales de definición, permitiendo identificar
factores de riesgo y condiciones subclínicas en
personas asintomáticas. Esto ha llevado a una
medicalización de la vida cotidiana, donde los
individuos se convierten en responsables
activos de su propia salud y participan
regularmente en exámenes preventivos, aun en
ausencia de síntomas (Saúde Debate, 2018).
Además, la implementación masiva del
tamizaje ha modificado la práctica clínica,
pasando de un modelo reactivo, basado en la
aparición de síntomas, a uno proactivo,
centrado en la identificación de riesgos. Los
profesionales de la salud ahora buscan
activamente a la población objetivo para
realizar exámenes diagnósticos, lo que ha
generado una nueva clasificación de las
personas según su probabilidad de desarrollar
enfermedades. Esta transición ha sido
acompañada por el desarrollo de tecnologías
diagnósticas más sofisticadas y por la rutina de
consultas clínicas periódicas, lo que ha
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transformado la relación médico-paciente
(Saúde Debate, 2018). Sin embargo, la falta de
impacto en la mortalidad observada en ciertos
programas de tamizaje plantea la necesidad de
evaluar críticamente su eficacia y costo-
beneficio. El aumento de diagnósticos de
condiciones que quizás nunca hubieran causado
síntomas relevantes (sobrediagnóstico) y la
exposición innecesaria a intervenciones pueden
generar efectos adversos y ansiedad en los
pacientes. Por tanto, la decisión de implementar
programas de tamizaje debe considerar no solo
los beneficios potenciales, sino también los
riesgos y limitaciones inherentes a estas
estrategias (García et al., 2022). En conclusión,
aunque el tamizaje ha revolucionado la
medicina preventiva y la gestión de la salud
pública, su impacto sobre la mortalidad no
siempre es evidente. Es fundamental continuar
investigando y debatiendo sobre los criterios de
implementación y los resultados reales de estos
programas, para asegurar que contribuyan
efectivamente a la mejora de la salud
poblacional y no solo a la detección temprana
de enfermedades sin un beneficio tangible en la
supervivencia (Saúde Debate, 2018; García et
al., 2022) , estos fundamentos teóricos y
prácticos analizados evidencian la necesidad del
diseño de un tamizaje para la detección precoz
de cardiopatías congénitas.
Conclusiones
La investigación desarrollada, evidenció que la
implementación de programas de tamizaje ha
transformado significativamente la detección y
manejo de diversas enfermedades, permitiendo
identificar condiciones en etapas tempranas y,
en algunos casos, mejorar el pronóstico y la
calidad de vida de los recién nacidos y lactantes.
Sin embargo, también se observa que el
tamizaje no siempre se traduce en una reducción
significativa de la mortalidad, lo que pone de
manifiesto la necesidad de evaluar
cuidadosamente su eficacia y los posibles
riesgos asociados, como el sobrediagnóstico y
la ansiedad en la población. Por tanto, es
fundamental que la adopción de estrategias de
tamizaje se base en criterios científicos sólidos,
considerando tanto los beneficios como las
limitaciones, para asegurar un impacto positivo
y real en la salud pública y en la práctica
intercultural, la cual está fundamentada en cinco
fases: Fase 1: Identificación proactiva de
riesgos, Fase 2: Estandarización de protocolos,
Fase 3: Capacitación continua del persona, Fase
4: Participación activa de pacientes y
comunidad y Fase 5: Monitorización y mejora
continua, las cuales se interrelacionan para
lograr el resultado final, la detección precoz de
las cardiopatías congénitas en recién nacidos y
lactantes.
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