Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Edición Especial
2025
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PROGRAMAS “STOP THE BLEED” Y SU IMPACTO EN LA REDUCCIÓN DE LA
MORTALIDAD PREHOSPITALARIA POR HEMORRAGIA
“STOP THE BLEED” PROGRAMS AND THEIR IMPACT ON REDUCING PREHOSPITAL
HEMORRHAGE MORTALITY
Autores: ¹Carmen Concepción Moncayo Valencia, ²Karol Magdalena Yagual Jiménez, ³Daniela
Alejandra Aguayo Zambrano,
4
Darwin Bolívar García Villegas y
5
Fernando Leonel
Plúas Arias.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-9959-8732
²ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-2170-0148
³ORCID ID: https://orcid.org/0009-0009-0589-6444
4
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0007-2447-7419
5
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0005-1368-5453
¹E-mail de contacto: carmen.moncayov@ug.edu.ec
²E-mail de contacto: dra.karolyagualjimenez@outlook.com
³E-mail de contacto: daniela.aguayo99@outlook.com
4
E-mail de contacto: darwingarciavillegas@hotmail.com
5
E-mail de contacto: fpluas@utb.edu.ec
Afiliación: ¹*Universidad de Guayaquil, (Ecuador). ²*Hospital General del IESS Babahoyo, (Ecuador). ³*Centro de Salud # 1, Guayaquil,
(Ecuador).
4
*Centro de Salud Pascuales, Guayaquil, (Ecuador).
5
*Universidad Técnica de Babahoyo, (Ecuador).
Articulo recibido: 1 de Abril del 2025
Articulo revisado: 3 de Abril del 2025
Articulo aprobado: 6 de Mayo del 2025
¹Doctora en Medicina y Cirugía, egresada de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador); Especialista en Cirugía General, egresada de la
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, (Ecuador); actualmente laborando como docente en la Universidad de Guayaquil,
(Ecuador).
²Médico, egresada de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador); Especialista en Cirugía General, egresada de la Universidad de Guayaquil,
(Ecuador); Magíster en Gerencia de Servicios de Salud, egresada de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, (Ecuador);
actualmente laborando y responsable de Docencia en el Hospital General del IESS Babahoyo, (Ecuador).
³Médico, graduada de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador).
4
Médico, graduado de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador).
5
Médico; especialización en Cirugía Gastroenterológica; Maestría de Gerencia y Administración de Sistema y Servicios de Salud;
Diploma Superior en Seguridad y Salud Ocupacional, actualmente laborando como docente en la Universidad Técnica de Babahoyo, Los
Ríos (Ecuador).
Resumen
La hemorragia incontrolada continúa siendo
una de las principales causas de mortalidad
prevenible en escenarios de trauma,
especialmente durante la fase prehospitalaria.
Este estudio presenta una revisión narrativa
cuyo objetivo fue analizar el impacto de los
programas Stop the Bleed en la disminución de
la mortalidad prehospitalaria por hemorragia.
Se realizó una búsqueda sistemática de
literatura en bases de datos indexadas
(PubMed, Scopus y Web of Science) abarcando
los últimos cinco años, incluyendo estudios
empíricos y revisiones relevantes en inglés y
español. Los resultados evidencian que la
capacitación de la población en técnicas de
control de hemorragias (uso de torniquetes,
compresión directa y empaquetamiento de
heridas) aumenta de manera significativa tanto
el conocimiento como la confianza para
intervenir en situaciones de emergencia.
Asimismo, diversas investigaciones destacan la
efectividad de estos programas para reducir las
muertes prevenibles antes de la llegada al
hospital. Sin embargo, se identifican desafíos
asociados con la implementación y
sostenibilidad de las capacitaciones en regiones
con recursos limitados. Se concluye que los
programas «Stop the Bleed» constituyen una
estrategia valiosa para mitigar la mortalidad
prehospitalaria por hemorragia, siempre que se
aborden los obstáculos logísticos y se fomenten
políticas públicas que garanticen su adopción y
continuidad.
Palabras Stop the bleed, Mortalidad
prehospitalaria, Control de hemorragias,
Capacitación.
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Abstract
Uncontrolled bleeding remains a leading cause
of preventable mortality in trauma scenarios,
particularly in the prehospital setting. This
narrative review aims to evaluate the impact of
“Stop the Bleed” programs on reducing
prehospital hemorrhage mortality. A
systematic literature search was conducted in
indexed databases (PubMed, Scopus, and Web
of Science) over the last five years, including
empirical studies and relevant reviews in
English and Spanish. Findings show that
training the general population in hemorrhage
control techniques (tourniquet application,
direct pressure, wound packing) significantly
increases both knowledge and confidence to
intervene during emergencies. Moreover,
various studies underscore the effectiveness of
these programs in lowering preventable deaths
before hospital arrival. Nevertheless,
challenges related to implementation and
sustainability persist in regions with limited
resources. In conclusion, “Stop the Bleed”
programs represent a valuable approach to
reduce prehospital hemorrhage mortality,
provided that logistical barriers are addressed,
and public policies support widespread
adoption and continuity.
Keywords: Stop the bleed, Prehospital
mortality, Hemorrhage control, Training.
Sumário
O sangramento não controlado continua sendo
uma das principais causas de mortalidade
evitável em ambientes de trauma,
especialmente durante a fase pré-hospitalar.
Este estudo apresenta uma revisão narrativa
com o objetivo de analisar o impacto dos
programas “Stop the Bleed” na redução da
mortalidade pré-hospitalar causada por
sangramento. Foi realizada uma pesquisa
sistemática da literatura em bancos de dados
indexados (PubMed, Scopus e Web of
Science), abrangendo os últimos cinco anos,
incluindo estudos empíricos e revisões
relevantes em inglês e espanhol. Os resultados
mostram que o treinamento da população em
técnicas de controle de sangramento (uso de
torniquetes, compressão direta e
tamponamento de feridas) aumenta
significativamente o conhecimento e a
confiança para intervir em situações de
emergência. A pesquisa também destaca a
eficácia desses programas na redução de
mortes evitáveis antes da chegada ao hospital.
No entanto, são identificados os desafios
associados à implementação e à
sustentabilidade do treinamento em regiões
com recursos limitados. Conclui-se que os
programas Stop the Bleed são uma estratégia
valiosa para mitigar a mortalidade por
hemorragia pré-hospitalar, desde que as
barreiras logísticas sejam abordadas e as
políticas públicas sejam promovidas para
garantir sua adoção e continuidade.
Palavras-chave: Stop the bleed, Mortalidade
pré-hospitalar, Controle de hemorragia,
Treinamento.
Introducción
La hemorragia traumática continúa siendo una
de las mayores causas de muerte prevenible a
nivel mundial, pues se estima que las
hemorragias incontroladas provocan alrededor
del 40% de los fallecimientos en las primeras
horas tras un traumatismo (Ditzel, 2020).
Consciente de esta problemática, el American
College of Surgeons lanzó en 2015 la iniciativa
«Stop the Bleed» (STB) con la finalidad de
capacitar a la población en técnicas de control
de hemorragias, contribuyendo así a disminuir
la mortalidad antes de la llegada al hospital
(American College of Surgeons, 2025). Esta
estrategia global ha entrenado a millones de
personas en maniobras como la aplicación de
torniquetes, compresión directa y
empaquetamiento de heridas, promoviendo la
intervención temprana en escenarios de trauma
(Villegas, 2020).
En Europa se ha observado una reducción de la
mortalidad por hemorragia gracias a protocolos
más eficaces y mejoras en los sistemas de
atención (Llompart-Pou & Chico-Fernández,
2022). Sin embargo, la hemorragia sigue siendo
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un factor determinante en el desenlace fatal de
muchos traumatismos. En los Estados Unidos,
por ejemplo, las lesiones causaron 306 086
muertes en 2021, de las cuales una proporción
considerable se relacionó con sangrados críticos
(MSD Manuals, 2021). Algunos estudios
señalan que estos eventos afectan con mayor
frecuencia a población joven, lo que supone un
alto costo en años de vida perdidos (Cañón,
2018). Además, la atención prehospitalaria
inadecuada o la falta de personal entrenado
pueden agravar el pronóstico en las primeras
horas tras el incidente (Dutton, Mackenzie &
Scalea, 2002).
La situación también es compleja en América
Latina. En México, se registraron 847 716
defunciones en 2022, y aunque no se precisan
todas las causas específicas, se reconoce el peso
de las hemorragias traumáticas en la mortalidad
general (Instituto Nacional de Estadística y
Geografía, 2023). Para enfrentar tal escenario,
el Programa de Acción Específico de Sangre
2020-2024 busca asegurar la disponibilidad de
sangre segura para transfusiones (Secretaría de
Salud, Gobierno de México, 2021). En Ecuador,
las capacitaciones masivas durante el Mes
Nacional de «Stop the Bleed» muestran interés
en instruir a la ciudadanía sobre el abordaje
inicial de hemorragias, especialmente en zonas
con recursos limitados (Muñoz, Altamirano &
Araúz, 2017). Cuba, por su parte, reporta el
impacto de la hipoxia y el manejo deficiente de
la vía aérea en el aumento de muertes
prehospitalarias (Ramos, Pérez & Arias, 2020),
mientras que en Chile se aboga por la
implementación de sistemas de trauma sólidos
y la formación continua de profesionales y legos
(Pacheco, 2023).
Diversos trabajos han evidenciado que la
enseñanza de maniobras de control de
hemorragias promueve la confianza de la
población para intervenir en emergencias
(Jones, 2019; Meléndez, 2020). No obstante,
persisten obstáculos como la falta de
equipamiento, la resistencia cultural o la
ausencia de políticas que garanticen la adopción
de programas como STB de forma sostenida,
principalmente en países de ingresos bajos y
medios (Orlas, 2018). Aun así, la violencia
escolar y los eventos con múltiples víctimas han
impulsado la creación de entrenamientos
orientados a educadores y estudiantes para
responder ante situaciones que requieran
medidas hemostáticas inmediatas (Fox &
DeLateur, 2014; American College of
Surgeons, 2025). En este contexto, el presente
estudio tiene como propósito central revisar el
impacto y la efectividad de los programas «Stop
the Bleed» en la disminución de la mortalidad
prehospitalaria por hemorragia. Se busca,
además, identificar los principales retos
asociados con su implementación y sugerir
propuestas para optimizar la adopción de estas
iniciativas en diferentes entornos, reforzando
así la importancia de la atención temprana para
salvar vidas en situaciones de trauma.
Materiales y Métodos
Este trabajo se llevó a cabo como una revisión
narrativa dirigida a examinar la efectividad de
los programas «Stop the Bleed» en la reducción
de la mortalidad prehospitalaria por
hemorragia. Para ello, se realizó una búsqueda
sistemática de literatura entre enero de 2018 y
marzo de 2023 en tres bases de datos
principales: PubMed, Scopus y Web of Science.
Se incluyeron artículos originales y revisiones
(incluyendo metaanálisis) publicados en idioma
español o inglés. La estrategia de búsqueda
combinó términos relacionados con control de
hemorragias y «Stop the Bleed», utilizando
operadores booleanos para refinar los resultados
(por ejemplo, Stop the Bleed OR hemorrhage
control training AND prehospital mortality).
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También se revisaron las listas de referencias de
estudios relevantes para identificar
publicaciones adicionales.
Se aplicaron los siguientes criterios de
inclusión:
➢ Estudios que evaluaran directamente la
implementación o los resultados de
programas «Stop the Bleed» o
intervenciones similares de control de
hemorragia.
➢ Investigaciones centradas en la mortalidad
prehospitalaria o en la atención inicial de
traumatismos con hemorragias críticas.
➢ Trabajos publicados dentro del periodo de
análisis (2018-2023) y sometidos a revisión
por pares.
Como criterios de exclusión se establecieron:
➢ Artículos no disponibles en texto completo.
➢ Publicaciones en idiomas distintos del
inglés o español.
➢ Estudios duplicados o con información
redundante.
La selección de estudios siguió un proceso de
lectura inicial de títulos y resúmenes, tras el cual
se consultó el texto completo para los
documentos potencialmente pertinentes.
Finalmente, se incluyeron aquellos trabajos que
cumplían los criterios de elegibilidad y
aportaban información relevante para los
objetivos de esta revisión. Dado que esta
investigación se limitó al análisis de literatura
disponible y no involucró la participación de
sujetos humanos, no fue necesaria la aprobación
de un comité de ética. No obstante, se
respetaron los principios de rigurosidad
metodológica y transparencia, citando
adecuadamente todas las fuentes consultadas.
Resultados
Efectividad de la capacitación en la población
general
Distintos estudios confirman el efecto positivo
que tiene la capacitación en técnicas
hemostáticas para el público no especializado
(tabla 1). Goralnick (2018) evaluó a 298
participantes sin formación médica, aplicando
un examen antes y después del entrenamiento
STB. Los resultados mostraron un aumento
sustancial en la capacidad de reconocer
hemorragias que ponen en peligro la vida y en
la utilización correcta de torniquetes y
compresión directa. Además, la autopercepción
de habilidad y confianza se incrementó
notablemente, lo que sugiere un impacto
duradero cuando la instrucción incluye
demostraciones prácticas y un refuerzo teórico
claro.
En el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del
Norte, Tang (2023) reportó que el 80 % de las
personas entrenadas afirmó sentirse «más
competente» frente a situaciones hemorrágicas
graves. Según el autor, esta mejora se relaciona
con el enfoque participativo que combina
instrucción teórica y práctica en el mismo taller.
Asimismo, en un contexto educativKohn (2019)
identificó que más del 70 % de los profesores
capacitados bajo el programa «Stop the Bleed»
manifestaban seguridad para intervenir en
hemorragias masivas, demostrando la
versatilidad de estos cursos, aplicables a
diferentes perfiles poblacionales. Por otro lado,
Levy (2021) subraya la importancia de la
actualización continua de los instructores y de
la repetición periódica de maniobras
hemostáticas, para evitar la pérdida de
habilidades con el paso del tiempo. Dichos
hallazgos señalan que el éxito no solo depende
de la adopción inicial del programa, sino
también de su mantenimiento y refuerzo en el
largo plazo.
El siguiente diagrama (figura 1) representa de
forma esquemática la secuencia de pasos
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recomendada en el protocolo «Stop the Bleed».
En él se destacan aspectos esenciales como la
verificación de la seguridad de la escena, la
localización de la fuente de sangrado, la
aplicación de presión directa con material
limpio y, de ser necesario, el uso de torniquetes
en extremidades. Adicionalmente, se incluyen
medidas de empaquetamiento de la herida y la
necesidad de reevaluar constantemente el
sangrado. Este flujograma refuerza la idea de
que la actuación temprana y organizada puede
reducir de manera significativa la mortalidad
prehospitalaria asociada a hemorragias
masivas.
Figura 1. Diagrama de flujo del protocolo
«Stop the Bleed» para el control de
hemorragias.
Reducción de la mortalidad prehospitalaria
En un metaanálisis que abarcó 12 estudios,
Ordoñez (2020) reveló una disminución del 25
% en la mortalidad preoperatoria en casos
donde se aplicaron intervenciones de control de
hemorragias (como la compresión directa y el
uso de torniquetes) antes de llegar al hospital.
Esta cifra coincide con los datos de Orlas (2020)
en América Latina, quien registró que el 98 %
de los participantes en actividades STB
manifestaba haber adquirido las competencias
necesarias para atender un sangrado masivo y
más del 90 % se sentía capaz de aplicar
torniquetes. Teixeira et al. (2018) también
observaron que la aplicación temprana de
torniquetes se asoció con una reducción de hasta
seis veces en la mortalidad de pacientes con
lesiones vasculares periféricas. Por su parte, Ali
y colaboradores (2019) comprobaron que, tras
la instrucción, se redujo significativamente el
tiempo medio necesario para colocar un
torniquete, lo que es crucial para limitar la
pérdida de sangre en los primeros minutos de un
evento traumático.
Uso de torniquetes y otras medidas de control
de hemorragias
El uso apropiado de torniquetes, la compresión
directa y el empaquetamiento de heridas se
destaca en la bibliografía como el eje de la
mayoría de los entrenamientos STB (Schroll et
al., 2020). Kragh et al. (2009) señalan que, en el
ámbito militar, la aplicación temprana de
torniquetes incrementó la tasa de supervivencia,
sin registrarse pérdida de extremidades
atribuible a su uso correcto. Este antecedente
militar, según Rasmussen, Baer y Goolsby
(2016), puede trasladarse al entorno civil,
siempre que se realicen ajustes en los protocolos
y se garantice la disponibilidad de insumos
adecuados.
En lo referente a la enseñanza combinada de
torniquetes y empaquetamiento de heridas,
Andrade, Hayes y Punch (2019) documentan
que dicha estrategia eleva la confianza de los
participantes y estimula la adopción de kits de
emergencia para su uso domiciliario o escolar.
Del mismo modo, Schroll et al. (2020)
encontraron que la instrucción mixta (clases
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teóricas y talleres prácticos) mejora la
disposición a aplicar técnicas hemostáticas,
sobre todo cuando se cuenta con un apoyo
institucional que provea equipamiento y
materiales de práctica.
Tabla 1. Principales estudios sobre la efectividad e implementación de programas “Stop the Bleed”
Autor (es)/Año
Tipo de
estudio/Diseño
Población/Contexto
Intervención/Enfoque
principal
Hallazgos principales
Goralnick et al.
(2018)
Cuasiexperimental
298 participantes sin
formación médica (EE. UU.)
Capacitación STB (uso de
torniquetes y compresión
directa)
Aumento significativo en la
capacidad de reconocer hemorragias
graves y uso correcto de torniquetes;
mayor confianza.
Tang et al.
(2023)
Estudio transversal
Población general entrenada
en el Reino Unido
Entrenamiento teórico-práctico
en control de hemorragias
El 80 % de los participantes indicó
sentirse «más competente» ante
hemorragias graves tras la formación.
Kohn et al.
(2019)
Observacional
Docentes de diversas
instituciones educativas (EE.
UU.)
Capacitación STB adaptada al
entorno escolar
Más del 70 % refirió sentirse seguro
para intervenir en hemorragias
masivas luego de la formación.
Levy et al.
(2021)
Revisión narrativa
Análisis de programas STB
en diferentes contextos
Importancia de la actualización
continua de instructores y
maniobras STB
Destaca la necesidad de reforzar las
habilidades periódicamente para
evitar su deterioro en el tiempo.
Ordoñez et al.
(2020)
Metaanálisis (12
estudios)
Diversas poblaciones con
intervenciones de control de
hemorragia
Intervenciones prehospitalarias
(torniquetes, compresión)
Disminución del 25 % en la
mortalidad preoperatoria en
escenarios que aplicaron técnicas de
control de sangrado.
Orlas et al.
(2020)
Estudio
multicéntrico
Participantes en actividades
STB en América Latina
Entrenamiento STB
(compresión, empaquetamiento
y uso de torniquetes)
El 98 % adquirió las competencias
necesarias para atender un sangrado
masivo y el 90 % se sintió capaz de
aplicar torniquetes.
Teixeira et al.
(2018)
Retrospectivo
Pacientes con lesiones
vasculares periféricas
Aplicación temprana de
torniquetes (elemento clave en
STB)
Se observó una reducción de hasta 6
veces en la mortalidad con la
colocación oportuna de torniquetes.
Ali et al. (2019)
Ensayo
cuasiexperimental
Personal prehospitalario en
formación
Capacitación intensiva en el uso
de torniquetes
Redujo significativamente el tiempo
promedio de colocación del
torniquete en emergencias simuladas.
Schroll et al.
(2020)
Revisión sistemática
Contextos civil y militar
Uso integrado de torniquetes,
compresión y empaquetamiento
La instrucción teórico-práctica mixta
aumenta la disposición y habilidad
para aplicar maniobras hemostáticas.
Kragh et al.
(2009)
Observacional en
ámbito militar
Personal militar en zonas de
combate
Aplicación temprana de
torniquetes
Mayor supervivencia sin reportar
aumento de complicaciones graves
en extremidades por uso correcto de
torniquetes.
Rasmussen,
Baer &
Goolsby (2016)
Revisión narrativa
Modelos militares y civiles
Adaptación de protocolos
militares al entorno civil
Sugiere trasladar experiencias del
ámbito militar al civil con la logística
e insumos adecuados.
Andrade, Hayes
& Punch (2019)
Cuasiexperimental
Población civil en EE. UU.
Capacitación combinada de
torniquetes y empaquetamiento
de heridas
Elevó la confianza de los
participantes y fomentó la adopción
de kits de emergencia en hogares y
escuelas.
Orlas et al.
(2018)
Observacional
Comunidades rurales de
Colombia
Capacitación STB adaptada a
entornos rurales
Aumento del 65 % en el dominio de
técnicas hemostáticas, pero
persistieron limitaciones de
equipamiento y continuidad.
Muñoz,
Altamirano &
Araúz (2017)
Estudio de campo
Población ecuatoriana en
áreas con recursos limitados
Capacitación para el
reconocimiento y atención
inicial de hemorragias
Pese a la mejora en habilidades, se
evidenció desconocimiento general
de servicios de emergencia
prehospitalarios.
Ciraulo et al.
(2020)
Estudio transversal
Población general tras
entrenamiento STB
Evaluación de la autoconfianza
para intervenir en hemorragias
La sensación de seguridad resultó
determinante en la disposición a
emplear maniobras de control de
sangrado.
Fuente: Elaboración propia
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Retos de implementación en países de bajos y
medianos ingresos
A pesar de la evidencia positiva, no todas las
regiones disponen de los recursos y la logística
necesarios para mantener cursos STB de
manera constante. Orlas (2018) examinó la
implementación de estas iniciativas en zonas
rurales de Colombia, donde, aunque el nivel de
dominio en control de hemorragias aumentó en
un 65 % tras la capacitación, persistían
limitaciones relacionadas con el acceso a
equipos y la continuidad de los entrenamientos.
Esta carencia de recursos no se reduce
únicamente a los implementos médicos, sino
también a la falta de una infraestructura de
atención que permita el traslado rápido de la
víctima a un centro hospitalario. Asimismo,
Muñoz, Altamirano y Araúz (2017)
identificaron que una proporción significativa
de la población desconocía la existencia de
servicios de emergencia prehospitalaria. En
consecuencia, aun si la comunidad recibe
formación, no siempre dispone de vías claras
para enlazar las maniobras iniciales con la
atención definitiva. Dichos hallazgos subrayan
la importancia de articular estos programas con
planes de salud pública que garanticen
equipamiento, personal y un registro adecuado
de incidencias.
Confianza, disposición al cambio y rol de las
políticas públicas
Estudios como los de Ciraulo et al. (2020)
evidencian el papel decisivo de la autoconfianza
en la disposición a aplicar técnicas de control de
hemorragias. Después de la formación, los
participantes refirieron un aumento
significativo en su sensación de seguridad para
actuar en emergencias. Del mismo modo,
Schroll et al. (2020) resaltan que esta confianza
es decisiva para disminuir la inercia inicial y
agilizar los primeros auxilios. En las escuelas,
la disposición de los docentes para emplear
torniquetes o compresión directa creció de
forma notable tras participar en el programa
(Kohn, 2019). Por otro lado, Tang et al. (2023)
hacen hincapié en que la infraestructura local
influye en los resultados de los cursos STB. En
áreas con sistemas de salud más consolidados y
con fácil acceso a equipos, la instrucción es más
efectiva, mientras que, en contextos con
recursos limitados, los beneficios se ven
frenados por la falta de materiales o el
desconocimiento de protocolos. La voluntad
política y las políticas públicas para integrar
STB dentro de los planes de emergencia se
configuran, entonces, como factores
determinantes para alcanzar una
implementación exitosa y sostenida.
Discusión
En conjunto, los datos revisados corroboran que
los programas «Stop the Bleed» constituyen una
estrategia efectiva para reducir la mortalidad
prehospitalaria asociada a hemorragias. Uno de
los elementos más sobresalientes es la
capacidad de instruir a la población lego con
métodos asequibles, demostrando que cualquier
persona con la formación adecuada puede
salvar vidas mediante torniquetes, compresión
directa o empaquetamiento de heridas
(Goralnick, 2018; Teixeira et al., 2018). Esta
afirmación resulta especialmente relevante si se
considera que gran parte de las muertes por
trauma ocurre en los primeros minutos o incluso
en los primeros instantes tras el incidente
(Dutton, Mackenzie & Scalea, 2002).
La principal ventaja de estos cursos radica en su
flexibilidad, pues pueden adaptarse a diferentes
grupos poblacionales —estudiantes, personal
de seguridad, docentes o comunidades
rurales— como lo evidencia la amplia
diversidad de contextos en Kohn (2019), Orlas
(2018) y Ali et al. (2019). No obstante, la
revisión también expone la necesidad de una
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actualización periódica, ya que la competencia
práctica tiende a disminuir con el paso del
tiempo si no se refuerza a través de
simulaciones y ejercicios (Levy, 2021).
Por otro lado, el análisis comparado de regiones
con recursos limitados versus entornos con
sistemas de salud consolidados indica una
brecha significativa en la capacidad de
implementar y sostener los programas STB
(Orlas, 2018; Muñoz et al., 2017). Sin la
dotación de material adecuado, el refuerzo de
personal especializado y la incorporación de
estas capacitaciones en las políticas públicas,
los resultados positivos pueden atenuarse o
incluso desaparecer. En este sentido, la
investigación de Rasmussen, Baer y Goolsby
(2016) sugiere que las lecciones del ámbito
militar —orientadas a la reducción rápida de
sangrado— pueden optimizarse en la esfera
civil si se asegura el respaldo institucional y
financiero necesario.
Es fundamental considerar la influencia de la
percepción cultural frente a la asistencia de
emergencia. Parte de la población muestra
reticencia a intervenir por temor a ocasionar
más daño o por desconocimiento de su
responsabilidad legal (Ciraulo et al., 2020). Sin
embargo, los talleres STB que incluyen
prácticas simuladas han probado ser efectivos
en rebatir estos temores, incrementando la
predisposición a actuar ante una hemorragia
(Schroll et al., 2020). En línea con ello, la
evidencia sugiere que combinar educación
sanitaria con soporte gubernamental y políticas
de salud puede robustecer la cadena de
supervivencia en situaciones de trauma (Tang et
al., 2023).
En definitiva, la revisión demuestra la
pertinencia de integrar «Stop the Bleed» como
parte de los programas de respuesta temprana en
numerosos países. Estas iniciativas han
demostrado un importante descenso de la
mortalidad prehospitalaria al facultar a la
ciudadanía para actuar en los primeros instantes
de la emergencia. Sin embargo, para lograr una
implementación exitosa y duradera, se requiere
algo más que la pura transferencia de
conocimientos: es necesaria la articulación con
entidades de salud, la disponibilidad de
insumos, la sensibilización cultural y, sobre
todo, la voluntad de reforzar a largo plazo las
competencias adquiridas. Únicamente a través
de esta visión integral se podrá consolidar la
reducción de muertes evitables por hemorragias
masivas.
Conclusiones
Los programas Stop the Bleed se han
consolidado como una herramienta estratégica
de gran valor en la reducción de la mortalidad
preoperatoria asociada a hemorragias
traumáticas, representando una intervención
crítica en la fase inicial de atención a víctimas
en escenarios de emergencia. En particular,
estos programas adquieren relevancia en
contextos donde los servicios prehospitalarios
son escasos o donde la respuesta de los sistemas
de salud es limitada o tardía, como ocurre en
zonas rurales, regiones afectadas por conflictos
o desastres naturales, y comunidades
marginadas. El entrenamiento a ciudadanos y
personal no especializado en técnicas de control
de hemorragias permite una intervención
inmediata en el lugar del incidente, lo cual
resulta determinante para estabilizar al paciente
antes de su ingreso a un centro hospitalario. En
este sentido, el impacto de los programas va
más allá de una simple capacitación:
constituyen una forma de empoderamiento
social orientado a la reducción efectiva de
muertes evitables por trauma hemorrágico.
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No obstante, la implementación efectiva de
estos programas enfrenta desafíos complejos
que requieren una planificación estructurada y
una visión integral de salud pública. Las
barreras logísticas constituyen un primer
obstáculo que debe ser abordado desde una
perspectiva multisectorial, considerando
factores como la adquisición y distribución de
kits de control de hemorragias, la formación y
certificación de instructores, la cobertura
geográfica de las capacitaciones, y el
seguimiento de los resultados obtenidos. A esto
se suma la necesidad de establecer mecanismos
de articulación con las autoridades sanitarias
locales y con los servicios de emergencia, con
el fin de asegurar que las acciones educativas
tengan un correlato operativo en la atención de
emergencias. Asimismo, debe garantizarse que
los materiales didácticos, los simulacros y los
métodos de enseñanza se adapten a las
particularidades culturales, lingüísticas y
educativas de cada comunidad, evitando
enfoques estandarizados que podrían resultar
ineficientes o excluyentes.
La promoción institucional y comunitaria de los
programas Stop the Bleed podría constituir una
respuesta efectiva y sostenible para la reducción
de muertes prevenibles por causas traumáticas,
especialmente aquellas derivadas de accidentes
viales, lesiones por arma blanca o de fuego,
explosiones y otras situaciones críticas que
requieren intervenciones inmediatas. En este
contexto, la integración de estos programas en
las estrategias de salud pública no debe
limitarse a iniciativas esporádicas o de corta
duración, sino que debe responder a un enfoque
sistémico, incorporando a los programas
educativos, los entornos laborales, los cuerpos
de seguridad y los centros comunitarios. De esta
forma, no solo se garantiza una mayor cobertura
poblacional, sino que se establece una cultura
de preparación ante emergencias que
transforma a los ciudadanos en agentes activos
de respuesta. El conocimiento sobre el control
de hemorragias se convierte, así, en una
herramienta de equidad sanitaria, al disminuir la
dependencia exclusiva de los servicios médicos
especializados en los minutos más críticos
posteriores a una lesión traumática.
Resulta imprescindible que futuras
investigaciones científicas se orienten al
análisis profundo del impacto longitudinal de
los programas Stop the Bleed en distintos
entornos y poblaciones. Es necesario evaluar,
con evidencia empírica, la efectividad de estas
intervenciones a través de indicadores como la
disminución de la mortalidad por trauma, el
tiempo de respuesta antes del arribo de servicios
médicos, la retención del conocimiento por
parte de los participantes, y la frecuencia de
aplicación real de las técnicas en situaciones de
emergencia. Además, se requieren estudios que
propongan modelos de gestión y financiamiento
que permitan integrar estas iniciativas dentro de
las políticas públicas de salud, garantizando su
sostenibilidad a largo plazo. El diseño de
protocolos de seguimiento, la creación de redes
comunitarias de apoyo, y el fortalecimiento de
alianzas interinstitucionales son elementos
clave para consolidar este tipo de programas
como una parte esencial del sistema de
respuesta ante emergencias en cualquier país.
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