Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 2
Febrero del 2025
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EL DESARROLLO SOSTENIBLE Y SU TRANSVERSALIDAD EN LA EDUCACIÓN
AMBIENTAL: UN RETO PARA LAS ESCUELAS Y DOCENTES
SUSTAINABLE DEVELOPMENT AND ITS CROSSCUTTING INTO ENVIRONMENTAL
EDUCATION: A CHALLENGE FOR SCHOOLS AND TEACHERS
Autores: ¹Mercy Miriam Morán Barrionuevo, ²Glenda Rebeca Ramírez Requena, ³Dolores del
Rocío Ricardo Barzola,
4
Blanca Filomena Santiana Piguave, y
5
Jenny Aracely Tapia
Falcones.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-0010-6465
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0008-0609-4294
3
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0006-9207-7727
4
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0001-6457-4092
5
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0001-9280-8220
¹E-mail de contacto: mercym.moran@educacion.gob.ec
²E-mail de contacto: glenda.ramirez@educacion.gob.ec
³E-mail de contacto: dolores.ricardo@educacion.gob.ec
4
E-mail de contacto: blanca.santiana@educacion.gob.ec
5
E-mail de contacto: jenny.tapia@educacion.gob.ec
Afiliación: ¹*²*³*
4
*
5
* Ministerio de Educación (Ecuador)
Articulo recibido: 30 de Diciembre del 2024
Articulo revisado: 5 de Enero del 2025
Articulo aprobado: 19 de Febrero del 2025
¹Maestría en Educación especialidad en Educación Superior adquirida en la Universidad Internacional Iberoamericana, (Ecuador).
Licenciada en Ciencias de la Educación mención Educación Primaria adquirida de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador).
²Licenciada en Ciencias de la Educación mención Educación Primaria adquirida de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador). Profesora
especialización Educación Primaria adquirida de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador).
³Licenciada en Educación Básica adquirida de la Universidad Estatal Península de Santa Elena, (Ecuador). Técnico Superior en
Informática especialización: Análisis de Sistemas adquirida del Instituto Tecnológico Superior Iberoamérica, (Ecuador).
4
Maestría en Educación especialidad en Educación Superior adquirida de la Universidad Internacional Iberoamericana, (Ecuador).
Licenciada en Ciencias de la Educación mención Químico Biológicas adquirida de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador). Profesora de
Segunda Enseñanza en la especialización de Químico Biológicas adquirida de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador).
5
Maestría en Educación especialidad en Educación Superior adquirida en la Universidad Internacional Iberoamericana, (Ecuador).
Licenciada en Ciencias de la Educación especialización Educación Primaria, adquirida en la Universidad de Guayaquil, (Ecuador).
Resumen
En los últimos años, en Ecuador, se ha prestado
mucha atención a la investigación sobre
Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS)
en la formación inicial de docentes y en
proyectos e iniciativas con alumnos en las
escuelas. Sin embargo, se ha puesto mucho
menos énfasis en las "voces" de los docentes
que han implementado tales proyectos y en sus
percepciones sobre qué constituye una
pedagogía efectiva para facilitar el aprendizaje
del estudiante y, más importante aún, para dar
forma a sus propios conceptos y valores sobre
sostenibilidad como resultado de la integración
de temas relacionados con EDS. El objetivo de
este estudio bibliográfico y descriptivo es
destacar la importancia de la EDS y su
influencia en la formación del estudiante. Se
estima que el Ministerio de Educación debe
optar por la educación como pilar del desarrollo
sostenible, a través del pensamiento crítico y la
participación activa de la comunidad educativa.
Por lo tanto, se identifican algunos principios
básicos que podrían contribuir a formar una
política educativa ambiental en el país para
reforzar la ciudadanía social y ambientalmente
responsable, que es fundamental para el
desarrollo integral del ser humano y la
construcción de sociedades más justas y
sostenibles. Se destaca la importancia de
formar a los estudiantes para enfrentar los
desafíos globales como el cambio climático, el
fomento del desarrollo económico, el impulso
de la tolerancia y la paz, la contribución a la
igualdad de género y la reducción de las
desigualdades. La Educación para el Desarrollo
Sostenible (EDS) tiene como objetivo
empoderar a los aprendices con el
conocimiento, habilidades y valores que
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necesitan para participar en un movimiento
hacia el cambio social. De este modo, se
convierte en un eje esencial dentro del currículo
educativo que promueve un aprendizaje
relevante que impacta en el compromiso con un
futuro sostenible.
Palabras clave: Educación para el
desarrollo sostenible, Transversalidad
curricular, Conciencia ambiental,
Formación docente, Sostenibilidad
educativa.
Abstract
In recent years, in Ecuador, much attention has
been paid to research on Education for
Sustainable Development (ESD) in initial
teacher training and in projects and initiatives
with students in schools. However, much less
emphasis has been placed on the "voices" of
teachers who have implemented such projects
and on their perceptions of what constitutes
effective pedagogy to facilitate student
learning and, more importantly, to shape their
own concepts and values on sustainability as a
result of integrating ESD-related topics. The
objective of this bibliographic and descriptive
study is to highlight the importance of ESD and
its influence on student training. It is estimated
that the Ministry of Education should opt for
education as a pillar of sustainable
development, through critical thinking and the
active participation of the educational
community. Therefore, some basic principles
are identified that could contribute to forming
an environmental educational policy in the
country to reinforce socially and
environmentally responsible citizenship, which
is fundamental for the integral development of
the human being and the construction of more
just and sustainable societies. The importance
of training students to face global challenges
such as climate change, promoting economic
development, promoting tolerance and peace,
contributing to gender equality and reducing
inequalities is highlighted. Education for
Sustainable Development (ESD) aims to
empower learners with the knowledge, skills
and values they need to participate in a
movement towards social change. In this way,
it becomes an essential axis within the
educational curriculum that promotes relevant
learning that influences the commitment to a
sustainable future.
Keywords: Education for sustainable
development, Curricular crosscutting,
Environmental awareness, Teacher
training, Educational sustainability.
Sumário
Nos últimos anos, no Equador, muita atenção
tem sido dada à pesquisa sobre Educação para o
Desenvolvimento Sustentável (EDS) na
formação inicial de professores e em projetos e
iniciativas com alunos nas escolas. No entanto,
muito menos ênfase tem sido dada às “vozes”
dos professores que implementaram tais
projetos e suas percepções sobre o que constitui
uma pedagogia eficaz para facilitar a
aprendizagem dos alunos e, mais importante,
para moldar seus próprios conceitos e valores
sobre sustentabilidade como resultado da
integração de tópicos relacionados à EDS. O
objetivo deste estudo bibliográfico e descritivo
é evidenciar a importância da EDS e sua
influência na formação dos alunos. Estima-se
que o Ministério da Educação deve apostar na
educação como pilar do desenvolvimento
sustentável, através do pensamento crítico e da
participação ativa da comunidade educativa.
Assim, são identificados alguns princípios
básicos que podem contribuir para a formação
de uma política de educação ambiental no país,
que reforce uma cidadania social e
ambientalmente responsável, fundamental para
o desenvolvimento integral do ser humano e a
construção de sociedades mais justas e
sustentáveis. É destacada a importância de
capacitar os estudantes para enfrentar os
desafios globais, como as mudanças climáticas,
promover o desenvolvimento econômico,
promover a tolerância e a paz, contribuir para a
igualdade de gênero e reduzir as desigualdades.
A Educação para o Desenvolvimento
Sustentável (EDS) visa capacitar os alunos com
o conhecimento, as habilidades e os valores
necessários para participar de um movimento
em direção à mudança social. Dessa forma,
torna-se um eixo essencial dentro do currículo
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educacional que promove aprendizagens
relevantes que impactam o compromisso com
um futuro sustentável.
Palavras-chave: Educação para o
desenvolvimento sustentável,
Transversalidade curricular, Consciência
ambiental, Formação docente,
Sustentabilidade educacional
Introducción
La educación ambiental implica la formación
continua de hábitos a lo largo de la vida que
contribuyen a la sostenibilidad, fomentan una
conexión con el entorno natural y promueven
una comprensión integral de los sistemas
naturales, físicos y sociales que nos rodean
(Astorga Rodríguez, 2023). Su objetivo
principal es motivar a las personas a preservar y
avanzar de manera responsable en el medio
ambiente. El artículo proporciona evidencia
sobre cómo la formación adecuada en temas
ambientales durante la infancia y la juventud
puede crear un impacto positivo y permanente
en la sociedad. También se sugiere que el
verdadero conocimiento ambiental no puede ser
simplemente el efecto del nivel de leyes con el
que un país lidia, sino que proviene de la
educación que todos reciben tanto a nivel
familiar como escolar. Finalmente, se proponen
diversas acciones concretas que podrían
aplicarse en Ecuador con el fin de fortalecer el
nivel de conocimiento ambiental, potenciar la
capacidad de acción y promover actitudes
responsables hacia el cuidado del entorno
natural.
El Ministerio de Educación promueve la
educación para el desarrollo sostenible con el
propósito de fomentar el pensamiento crítico y
la participación activa de la comunidad
educativa, como ciudadanía social y
ambientalmente responsable, que contribuyan
con el desarrollo integral del ser humano. Por
tanto, el abordaje del desarrollo sostenible se
refleja en el Plan Natura: Educación,
Innovación, Sostenibilidad, al dar consecución
a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible,
a través de la priorización de siete de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible que
consisten en la educación de calidad, agua
limpia y saneamiento, ciudades y comunidades
sostenibles, la producción y consumo
responsable, acción por el clima, vida
submarina y vida de ecosistemas terrestres.
Desarrollo
Desarrollo sostenible
El concepto de desarrollo sostenible (DS) busca
combinar las preocupaciones ambientales con el
desarrollo social y económico (Canaza-Choque,
2019). La protección del medio ambiente ha
sido el centro de atención, debido a problemas
ambientales ajenos como la contaminación.
Con el concepto de DS, se enfatizó que los
problemas ambientales deben abordarse en
relación con las cuestiones sociales y
económicas. Su significado según Benavides
(2011), en la sociedad actual consiste en un
objetivo general de equilibrar el bienestar y
mejorar la vida de las personas a nivel mundial
en el espacio y el tiempo, preservando al mismo
tiempo los recursos naturales y los ecosistemas.
Se trata de un objetivo ambicioso que parece
evadirse y moverse constantemente.
La devastación ambiental es, por supuesto,
atribuible a la actividad humana. La mayoría de
los problemas de sostenibilidad no surgen de
una intención maliciosa; son un subproducto de
la forma en que miles de millones de seres
humanos viven en la gran pantalla del tiempo.
Real Ferrer (2012) sostiene que la DS es un
objetivo que sólo puede lograrse cambiando el
comportamiento. La acción de ese
comportamiento puede funcionar en diferentes
niveles de la sociedad, desde el estilo de vida
personal individual, hasta la toma de decisiones
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políticas o el cierre de empresas, etc. y, por lo
tanto, tienen diferentes poderes para generar
diferencias en pos del desarrollo sostenible.
Además, las conductas a favor de la DS están
restringidas por barreras estructurales y
culturales como lo demuestra (Lara Díaz et al.,
2021).
Sin embargo, según Tocto Odar (2023), el
comportamiento de los ciudadanos en términos
de opinión pública y acción política es un
constructo ampliamente estudiado en las
ciencias sociales, y aunque los académicos
puedan discrepar sobre el modelo empírico que
mejor se aplica para ofrecer una explicación
causal, existe un amplio consenso en que está
correlacionado con las características
psicológicas de los individuos, como sus
actitudes y conocimientos (pág.125).
Especialmente relevante es el estudio de estos
constructos en los jóvenes, en el inicio de su
vida como ciudadanos activos y líderes del
mañana, de la consolidación de hábitos,
patrones de comportamiento, y de la formación
de la identidad y de las relaciones
interpersonales. En el presente estudio, se
centra en la conciencia de sostenibilidad de los
estudiantes. Su concepto consiste en una noción
compuesta, que unifica contenidos en
cuestiones ambientales, sociales y económicas,
así como constructos psicológicos relacionados
con el conocimiento, las actitudes y los
comportamientos relacionados con dichas
cuestiones.
El concepto de conciencia de sostenibilidad se
desarrolló en estrecha relación con los subtemas
delineados por la UNESCO. Para lograr una
transición hacia un futuro sostenible, se
necesitan ingredientes críticos para el cambio a
nivel de los ciudadanos individuales incluir una
mejor comprensión, actitudes más positivas
hacia y comportamientos en línea con los
principios del Desarrollo Sostenible. La
pregunta que hay que responder entonces es:
¿cómo lograr este ambicioso objetivo? ¿Cómo
puedo? ¿Cambiamos el rumbo de nuestro
futuro? Una de las respuestas más pronunciadas
a esta pregunta en la última década ha sido: la
educación.
Los esfuerzos educativos apuntan a empoderar
a los estudiantes con acciones para poder lidiar
con estos ingredientes críticos para el cambio.
Se considera que la competencia de acción está
estrechamente relacionada con el conocimiento
de las posibilidades de acción, la confianza en
la propia influencia y la voluntad de actuar.
Según Sánchez y Aguilar (2023), el
conocimiento sostenible y sus factores
cognitivos apuntan a la competencia en acción
en sostenibilidad de los estudiantes, enfatizando
que aprender información sobre cuestiones
ambientales no es suficiente. Este conocimiento
debería articular habilidades cognitivas,
emocionales y actitudinales para que puedan
actuar de manera responsable y comprometida
con los problemas socio ambiental.
La UNESCO (2017) cree que la educación para
el desarrollo sostenible debería ayudar a los
jóvenes a comprender el medio ambiente y sus
problemas, al mismo tiempo que desarrollan
competencias que abarcan una variedad de
constructos como el pensamiento crítico, la
resolución de problemas, la toma de decisiones
y la capacidad para actuar en situaciones del
mundo real (Baena-Morales et al., 2023).
La educación para el desarrollo sostenible
La educación para el desarrollo sostenible
significa incluir cuestiones claves del desarrollo
sostenible en la enseñanza y el aprendizaje; por
ejemplo, el cambio climático, la reducción del
riesgo de desastres, la biodiversidad, la
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reducción de la pobreza y el consumo
sostenible. También implica involucrarse con
prácticas pedagógicas que nos animen a
replantearnos comportamientos y a actuar para
el desarrollo sostenible. La Educación para el
Desarrollo Sostenible promueve, en
consecuencia, competencias como el
pensamiento crítico y la imaginación de
escenarios futuros y la toma de decisiones de
forma colaborativa (Rios Lama, 2024).
En esta definición, podemos reconocer dos
aspectos fundamentales de la educación para el
desarrollo sostenible: el primero se relaciona
con el contenido, el segundo con la pedagogía.
Estos dos son bien reconocidos en la literatura:
La EDS continúa creciendo tanto en contenido
como en pedagogía y su visibilidad y respeto
han crecido en paralelo. Los contenidos de la
EDS abarcan diversas disciplinas: cambio
climático, reducción de la pobreza, consumo,
etc., y la interdisciplinariedad es crucial para
comprender la complejidad de las cuestiones
del DS (Timm & Barth, 2021).
Esta idea, dentro de la literatura del EDS, se
refiere como holismo o enfoque holístico,
donde se incorporan múltiples visiones del
mundo sobre el contenido a medida que el EDS
se centra más en la interrelación entre las tres
dimensiones (ambiental, social y económica),
así como sus interacciones en el tiempo y el
espacio.
Según (Maryanti et al., 2022), el DS tiene una
visión holística, abarcando aspectos
económicos, sociales y ambientales, donde
estas dimensiones a menudo entran en conflicto
al perseguir los objetivos individuales y sociales
y donde los problemas ambientales son a
menudo producto de la dimensión social y
cultural. Estos conflictos no solo se extienden a
través de disciplinas, sino que también están
entrelazados con perspectivas locales y
globales, y con las generaciones pasadas,
presentes y futuras.
En su descripción de la EDS como una tradición
de enseñanza, Sánchez Cordero (2023)
identifica tres aspectos esenciales del holismo:
conectar las dimensiones ambientales, sociales
y económicas de las cuestiones del DS, integrar
sus implicaciones pasadas, presentes y futuras,
y centrarse en su naturaleza local, regional y
global.
La segunda característica fundamental de la
educación desarrollo sostenible se refiere al
proceso de enseñanza y aprendizaje. Esta se
centra en el desarrollo de habilidades y
competencias de acción para la sostenibilidad
(Shih Su et al., 2024). Esta pedagogía ha sido
etiquetada como pluralismo y se caracteriza por
un esfuerzo por reconocer y aceptar diferentes
perspectivas, puntos de vista y valores al
abordar cuestiones de DS. La idea subyacente
es que la complejidad de tales cuestiones y los
conflictos de intereses hacen imposible enseñar
soluciones predefinidas.
La ESD se centra en reflexionar sobre los
problemas. Este enfoque pedagógico
progresivo y transformador desarrolla la
evaluación crítica de perspectivas alternativas
por parte de los estudiantes y exige estrategias
de enseñanza centradas en el alumno (por
ejemplo, pensamiento crítico, toma de
decisiones participativa, aprendizaje basado en
valores y enfoques metodológicos; y
aprendizaje social. Esencialmente, la EDS tiene
como objetivo facilitar el aprendizaje de tal
manera que los alumnos comprendan el mundo
basándose en sus propias observaciones y
desarrollen competencias para tomar medidas
en pos de la sostenibilidad.
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El holismo y el pluralismo suelen considerarse
íntimamente entrelazados. Se cree que el
aprendizaje se produce a través de las
intercepciones pluralistas de perspectivas
sociales, económicas y ambientales (Ramos
Torres, 2021). Estas dos características
esenciales de la EDS han sido reconocidas
como desafíos para los docentes y las escuelas
que se esfuerzan por implementar la EDS.
Transversalización de acciones en educación
ambiental para el desarrollo sostenible
Es necesario proporcionar a los estudiantes
provisiones y excelentes conocimientos sobre el
medio ambiente. A los estudiantes se les debe
inculcar una actitud sensible hacia el medio
ambiente para que sean capaces de prestar
atención a las condiciones ambientales actuales
y pensar en mantener la sostenibilidad de la
capacidad de carga funcional del medio
ambiente. Es necesario mejorar la
alfabetización ambiental de los estudiantes. La
alfabetización ambiental es la capacidad de
cada individuo de comportarse bien en su vida
diaria empleando la comprensión de las
condiciones ambientales. La alfabetización
ambiental proporciona conocimientos y los
estudiantes pueden utilizarlos para tomar
decisiones informadas sobre cuestiones
ambientales (Fiestas Mejia, 2024).
El aumento de la alfabetización ambiental
significa preparar personas que comprendan y
puedan resolver los problemas ambientales, de
manera que se puedan preparar agentes
ambientales que tengan una actitud solidaria
hacia el medio ambiente. La alfabetización
ambiental es la capacidad de comprender e
interpretar sistemas ambientales saludables y
tomar medidas para mejorar y preservar el
sistema.
La alfabetización ambiental es la capacidad
individual y colectiva de actuar para promover
una vida saludable, una ecología próspera y
equitativa para las generaciones presentes y
futuras (Vargas Cancino & Velázquez Muñoz,
2023). Los autores afirmaron que los
indicadores de alfabetización ambiental
incluyen conocimiento ecológico, compromiso
real (comportamiento proambiental),
compromiso verbal (intención de actuar),
sentimientos ambientales generales,
identificación, sensibilidad ambiental,
planificación de acciones y habilidades de
análisis.
Los hallazgos revelaron que, para integrar la
dimensión ambiental, las instituciones
adoptaron estrategias como la capacitación de
profesores y estudiantes, la realización de
clubes de ciencia, el trabajo comunitario,
excursiones, actividades prácticas, talleres de
concienciación, entre otras.
En cuanto a las propuestas realizadas por los
participantes para lograr esta integración, se
destaca la necesidad de fomentar la articulación
y participación comunitaria, promover una
educación para el desarrollo sostenible basada
en experiencias vivenciales y participativas.
Además, llevar a cabo procesos de formación
para docentes y administradores y aumentar la
concienciación sobre la realidad ambiental
integrar a la comunidad educativa a través de
actividades centradas en la ecología, como
talleres, programas y clubes ambientales.
Como resultado, integrar la dimensión
ambiental en el currículo educativo es necesario
para fomentar una educación aplicable a los
problemas actuales que enfrenta el medio
ambiente. Los docentes pueden promover la
sensibilidad ecológica y la reflexión crítica
sobre la sostenibilidad entre los estudiantes a
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través de estrategias innovadoras y métodos
activos. En este sentido, la contextualización
curricular con un enfoque de sostenibilidad
hace que el aprendizaje sea significativo,
aplicable a la realidad ambiental (dentro de sus
contextos) en la que los estudiantes están
preparados para convertirse en agentes
transformadores de sus comunidades.
Es importante destacar que la educación
ambiental no debe ser percibida solo como una
etapa inicial, sino que debe integrarse
cómodamente en la rutina de la comunidad
educativa y de los centros educativos, las
familias y las entidades locales. La eficiencia a
largo plazo de estos enfoques estará garantizada
por la cooperación interinstitucional y la
adopción de políticas educativas que
fortalezcan la sostenibilidad. Solo será posible
marcar una diferencia significativa para
conservar el medio ambiente y construir
sociedades más sostenibles a través de un
compromiso colectivo.
A través de la educación para el desarrollo
sostenible, los seres humanos pueden aprender
sobre el medio ambiente y desarrollar las
habilidades y actitudes necesarias para
participar, individualmente y con su
comunidad, en las acciones y cambios concretos
necesarios para la construcción de una sociedad
sostenible.
Reconocer esta perspectiva de la acción humana
tiene sentido en la medida en que los desafíos
de la educación actual - demanda social por una
mejor educación, mayor relevancia curricular,
aprendizaje significativo y relevante, etc. - son
cuestiones de sustrato incuestionable, tanto que
envuelven los temas orientados por la
educación ambiental para el desarrollo
sostenible (Villalobos, 2009).
Para asegurar que estas iniciativas se potencien,
es esencial una estrategia que incluya la
educación ambiental para el desarrollo
sostenible como un tema transversal,
permitiendo la comprensión y la acción en torno
a la realidad ambiental. Esto implica dotar de
significado al conocimiento para conocer y
actuar sobre un problema que nos lleva a
adoptar una perspectiva ética en el contexto
educativo, que nos permita tener una visión
solidaria y responsable del mundo y hacia este.
En la mayoría de los informes sobre medio
ambiente se plantea la necesidad de adoptar,
entre otras, medidas educativas para frenar el
creciente deterioro del planeta. En
consecuencia, se ha desarrollado en el mundo
una rama de la Pedagogía orientada a estos
logros, la educación ambiental con objetivos,
principios, contenidos y metodología propia,
constituyendo de esta manera, en una nueva
visión pedagógica (Paredes, 2000), y para el
logro de la sostenibilidad.
La Declaración de Tbilisi, basada en la Carta de
Belgrado, citado por Ayala & Nápoles (2022),
estableció grandes objetivos a la educación
ambiental para el desarrollo sostenible:
➢ Fomentar una comprensión clara sobre la
interrelación entre los aspectos
económicos, sociales, políticos y
ecológicos en contextos urbanos y rurales,
generando además un sentido de
responsabilidad y preocupación activa por
su equilibrio y sostenibilidad.
➢ Proporcionar a cada individuo la
oportunidad de adquirir los conocimientos,
valores, actitudes, compromiso y
habilidades necesarias para proteger y
mejorar el medio ambiente.
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➢ Crear nuevos patrones de comportamiento
en individuos, grupos y la sociedad en
general, hacia el medio ambiente.
La formación integral, es una necesidad
urgente, porque se desea un profesor que
contribuya a la educación ambiental para el
desarrollo sostenible de los estudiantes con los
que trabajará. Esto exige que la tarea de los
profesores sea más eficiente en la dirección del
proceso pedagógico.
En esa función integradora es donde se
considera que la educación ambiental para el
desarrollo sostenible desempeña un rol esencial
por su carácter interdisciplinar y unificador de
acciones para cumplir con objetivos y metas
dispersos. Por ese motivo, es esencial tratar de
conferir el enfoque holístico que se establece en
los principios de la educación ambiental hacia
sociedades sostenibles, y que prevalezca el
vínculo de lo afectivo y lo cognitivo.
La misma autora arriba mencionada, considera
que la progresión hacia un currículum que
favorezca el análisis integral de los aspectos
relativos a la educación ambiental para el
desarrollo sostenible se pasa, por tres etapas:
➢ Instrucción sobre la base de la concepción
tradicional educativa con una postura
fragmentalista de divorcio entre la
humanidad y la naturaleza.
➢ Transacción, en la educación como un
diálogo, y la visión pragmática de
mejoramiento del medio ambiente a través
de la ciencia y la tecnología y la conducción
de conductas mediante la legislación.
➢ Concepción holística de interconexión e
interdependencia en las relaciones
humano-ambientales, la educación como
un proceso de desarrollo personal y social,
centrado en el estudiante, antropológica de
persona total e integral. No es sólo la
urgencia de los problemas ambientales lo
que demanda la integración de la educación
ambiental para el desarrollo sostenible en el
currículo. Las contribuciones de la
psicopedagogía relacionadas con los
procesos de aprendizaje y el desarrollo
humano también han demostrado la
necesidad de mantener una relación
positiva y armoniosa entre los seres
humanos y su hábitat desde la institución
educativa.
Guías pedagógicas
Un programa de educación ambiental debe ir
más allá de la transmisión de conocimientos,
destrezas y actitudes relacionadas con el
entorno. Es fundamental que se sustente en
principios pedagógicos sólidos para garantizar
su éxito. Los hallazgos del estudio mencionado
previamente sobre mejores prácticas en
educación ambiental destacan que el logro de
los objetivos en este ámbito depende, en gran
medida, de la incorporación de enfoques
pedagógicos adecuados. En este sentido, sería
importante que, en el contexto ecuatoriano, el
Ministerio de Educación y el Ministerio del
Ambiente coordinen esfuerzos para consolidar
la educación ambiental siguiendo una estructura
pedagógica articulada. Las directrices
pedagógicas más importantes comprenden las
recomendaciones.
El aprendizaje es un proceso individual que se
basa primero en el conocimiento previo. En
consecuencia, es necesario que los educadores
determinen de antemano, en lo referente a ideas
y conceptos, lo que los estudiantes ya saben
para que ese conocimiento existente pueda
vincularse con el nuevo material. Finalmente, se
debe proporcionar a los estudiantes múltiples
oportunidades para conectar, aplicar y sintetizar
su aprendizaje.
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En segundo lugar, cuando un estudiante toma
control de su proceso educativo, el aprendizaje
es mucho más efectivo. Apoyado por las teorías
de autores como Jean Piaget y Lev Vygotsky,
constructivistas que enfatizan que el
conocimiento no se transmite pasivamente, sino
que se construye en la interacción de un
individuo con el entorno y la solución de
situaciones significativas. Así, para Vygotsky,
el aprendizaje es inherentemente social; se nutre
del compromiso del estudiante y el trabajo
colaborativo, que ayudan al aprendiz a moverse
a través de su "zona de desarrollo próximo",
siendo apoyado tanto por sus compañeros como
por los profesores.
De esta manera, se aconseja que el estudiante
resuelva problemas ambientales auténticos,
tome decisiones, analice situaciones
específicas, construya proyectos creativos y
realice actividades prácticas que los vinculen
directamente con su entorno cultural y social.
Tales experiencias pueden aliviar la
comprensión interdisciplinaria de los aspectos
ambientales, estimulando el pensamiento
crítico, la capacidad analítica y la toma de
decisiones responsables.
Además, David Kolb, citado por Acevedo
Franco & Cuéllar Ospina (2024) con su modelo
de aprendizaje experiencial, subraya que los
estudiantes aprenden mejor cuando atraviesan
un ciclo que incluye la experiencia concreta, la
observación reflexiva, la conceptualización
abstracta y la experimentación activa. Aplicar
estos principios en la educación ambiental
garantiza que los estudiantes internalicen de
manera más significativa los conocimientos, al
tiempo que desarrollan habilidades para actuar
frente a los desafíos socioambientales de su
contexto.
Mantener al estudiante como rol protagónico de
su proceso educativo no solo minimiza las
distracciones, sino también mejora la
efectividad del proceso de aprendizaje,
obteniendo como resultado el aumento de nivel
de compromiso, interés y retención de la
información. Esta afirmación se respalda en
enfoques pedagógicos como el Aprendizaje
Activo y el Aprendizaje Centrado en el
Estudiante, promovidos por autores como
Dewey & Faerna (2022), quienes sostienen que
el aprendizaje es más significativo cuando el
alumno se involucra directamente en su proceso
formativo.
Pero cuando es el propio estudiante, o alguien
más, quien realiza el trabajo de investigar,
explorar y experimentar, se logra construir y
fortalecer el conocimiento, se apoya su
capacidad de atención, autonomía y habilidades
de pensamiento crítico. Además, la metodología
activa mitiga la tendencia hacia la pasividad,
una característica de los modelos tradicionales
basados en la exposición de conocimiento
teórico, especialmente en aulas heterogéneas.
Los estudios realizados por la neuroeducación
también han demostrado que el cerebro humano
recuerda mejor la información cuando las
experiencias prácticas y las emociones se
integran en los procesos de aprendizaje. Como
discute (Cortez Torres et al., 2024), es
precisamente la participación activa del
estudiante, a medida que se activan el
pensamiento lógico y creativo, lo que crea más
conexiones neuronales, resultando en un
aprendizaje más duradero.
Así, en el campo de la educación ambiental, los
estudiantes deben ser los protagonistas de su
proceso de aprendizaje a través de proyectos
colaborativos, excursiones al campo, resolución
de problemas ambientales y actividades que los
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pongan en contacto con su entorno. De este
modo, se desarrollan competencias más allá del
aula orientadas al rendimiento y transformación
social y ambiental.
Discusión de los resultados
La educación ambiental para el desarrollo
sostenible, como tema transversal, consiste en
relacionar la problemática del ambiente con los
contenidos de las otras materias. Este programa
aborda temas desde múltiples perspectivas,
asociándolo directamente con todas las
situaciones de la vida, involucrando el entorno
completo para poder buscar soluciones a los
problemas planteados. La integración de la
educación para el desarrollo sostenible en el
currículo del sistema escolar significa
comprender la importancia social del medio
ambiente como un factor en la existencia,
calidad de vida y desarrollo sostenible de la
sociedad. A su vez responde a la demanda
actual de la sociedad para que la educación
contribuya a la mejora del entorno de los seres
humanos.
Al integrar los parámetros que definen los
estándares de vida para el individuo y la
comunidad, la educación ambiental se convierte
en una propuesta pedagógica que ayudará a
fortalecer el desarrollo sostenible en las
naciones. Se busca ofrecer una educación
holística interdisciplinaria sobre las relaciones
cultura-naturaleza y los problemas derivados de
ellas; esto fomenta la auto organización y la
participación de la comunidad educativa para
detectar sus problemas y soluciones.
Pues la educación ambiental para el desarrollo
sostenible, debe ser una educación para la vida
y la convivencia en armonía con la naturaleza y
con nuestros semejantes; retoma la teoría de
sistemas para el análisis de la realidad; combina
aspectos retrospectivos y prospectivos; enfatiza
en el autoaprendizaje; integra la teoría y la
práctica; permite la flexibilidad explorativa, la
creatividad y la reflexión crítica; y, lo más
importante, ayuda a aprender el mundo y no
sobre el mundo.
Educar a un ser que pueda aprender a ser más
humano cada día; aprender a hacer,
desarrollando habilidades y destrezas; aprender
a conocer, tener la voluntad de aprender,
procesar el conocimiento y transformarlo;
aprender a convivir, capaz de vivir en una
sociedad más justa y democrática. Por otro lado,
se da la asunción de la educación ambiental
como tema transversal, metodológicamente a
través de un recurso que permite la integración
de los elementos necesarios del entorno para el
proceso pedagógico y luego ajustar los
programas de estudio según el plan adoptado de
concepción curricular (ambientalización). De
esta manera, se logra integrar un contenido
ambiental como tema transversal en lugar de
desarrollar cursos segregados relacionados con
el tema.
De la misma autora se asumen algunas acciones
que se pretenden desarrollar entre ellas se
destacan las relacionadas con el
enriquecimiento curricular atendiendo a:
➢ Precisar los objetivos de educación
ambiental para el desarrollo sostenible en
cada año de estudio.
➢ Incorporar la dimensión ambiental a partir
de los principios de educación ambiental
para el desarrollo sostenible que se
proponen.
➢ Planificar el trabajo de educación
ambiental para el desarrollo sostenible en
dos sentidos: formación y desempeño
profesional.
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➢ Preparar a los estudiantes sobre la base de
tres niveles cognoscitivos: saber, saber
hacer y saber valorar.
➢ Controlar sistemáticamente el proceso de
incorporación de la dimensión ambiental en
los diferentes currículos.
La educación ambiental para el desarrollo
sostenible como tema transversal se orienta,
consecuentemente, no sólo a la comprensión y
correcta interpretación de las cuestiones
ambientales, sino también a la necesidad de que
los educandos desarrollen valores acordes con
tales planteamientos y elaboren propuestas
alternativas orientadas a la toma de decisiones.
La educación ambiental para el desarrollo
sostenible debe estar presente en todo el proceso
de desarrollo curricular como una dimensión,
tanto en los contenidos, objetivos, como
metodologías: Lo que plantea al docente la
necesidad de trabajar sobre centros de interés
ambientales, en el entorno comunitario. Esto
conlleva la concepción de un modelo didáctico-
curricular de escuela abierta a la comunidad.
Dicho modelo rompe el triángulo contenido
“profesor-alumnos” y adopta el de “profesor-
programa-alumnos-recursos” del medio
(entorno comunitario). La educación en el
entorno, sobre el entorno, a través del entorno y
para el entorno, que es la definición de
educación ambiental para el desarrollo
sostenible dada por la UNESCO, puede ponerse
en acción; esto no era posible con el modelo
tradicional de escuela cerrada.
Limitaciones y Perspectiva
Aunque se ha avanzado en este sentido y se ha
realizado un arduo trabajo para integrar la
Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS)
en los sistemas educativos, todavía existen
desafíos que impiden su implementación
efectiva. Estos incluyen la ausencia de recursos
de aprendizaje especializados, la continua
ausencia de formación continua para los
docentes y la resistencia a alterar los métodos
tradicionales de enseñanza. Estas barreras
restringen el uso de metodologías activas que
permiten el pensamiento crítico y la acción
responsable sobre temas de sostenibilidad.
Además, las condiciones socioeconómicas
pueden limitar el acceso a espacios adecuados y
herramientas tecnológicas que favorezcan el
proceso de aprendizaje en un entorno
contextualizado, especialmente en áreas rurales
específicas y sectores vulnerables. Esta realidad
genera desequilibrios entre la cantidad y calidad
de la participación de los estudiantes en
problemas ambientales, lo que dificulta el
establecimiento de una ciudadanía
ecológicamente consciente.
Este aspecto debe considerarse desde las
perspectivas de mejora, especialmente desde la
perspectiva de la vinculación entre el Ministerio
de Educación y el Ministerio de Medio
Ambiente, lo cual es vital para el diseño de
políticas públicas de manera que la inclusión de
la sostenibilidad en el currículo nacional sea una
norma. Además, articular el conocimiento para
desarrollar dispositivos que respondan a las
especificidades de cada contexto es un punto
clave, razón por la cual debe desarrollarse de
manera interdisciplinaria y con la participación
activa de toda la comunidad.
Las instituciones educativas no solo incluirán
contenidos ambientales, sino que también se
convertirán en un lugar de aprendizaje,
utilizando el principio de sostenibilidad como
guía para integrar los aspectos económicos,
sociales y ambientales para formar estudiantes
completamente preparados. Con este enfoque,
se formarán ciudadanos críticos, responsables y
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comprometidos, involucrados en construir un
futuro más justo y sostenible.
Conclusiones
La educación ambiental para el desarrollo
sostenible como tema transversal, está
orientado a desarrollar en los educandos
competencias para percibir, comprender y
proyectarse en la problemática socioambiental;
El impulso del desarrollo sostenible es
fundamental para garantizar la continuidad de
las formas de vida actuales en el planeta y lograr
un equilibrio que posibilite cubrir las
necesidades de la generación presente, sin poner
en riesgo la capacidad de las generaciones
futuras para satisfacer las suyas.
La formación de los docentes también se
considera un factor determinante para ello. Los
docentes necesitan formación continua y
herramientas didácticas para orientar su práctica
hacia el desarrollo de competencias para la
acción en sostenibilidad, el pensamiento crítico
articulado, la toma de decisiones y el trabajo
colaborativo en los estudiantes.
Los resultados también sugieren que la
educación para el desarrollo sostenible debería
comenzar desde el contexto local de los
estudiantes, promoviendo el aprendizaje
experiencial, la participación activa y la
construcción de conocimiento. Esto
proporciona una rica oportunidad de
aprendizaje donde los estudiantes se apasionan
y buscan comprender los problemas
ambientales que enfrentan sus comunidades.
Finalmente, este conjunto de planes se
conceptualiza con el entendimiento de que la
cooperación interinstitucional entre el
Ministerio de Educación, el Ministerio del
Medio Ambiente y otros actores sociales es un
factor clave en el éxito de una economía
circular. Un esfuerzo colaborativo puede ser la
única forma de establecer una educación que
prepare a los ciudadanos para desempeñar un
papel activo en la conservación del medio
ambiente y todo lo que ello implica para una
sociedad saludable presentes y futuras.
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