Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 2
Febrero del 2025
Página 109
ESPACIALIDAD DEL TECHNO: ESTUDIO DE CASO LOST BEACH CLUB, MONTAÑITA
- ECUADOR
SPATIALITY OF TECHNO: CASE STUDY LOST BEACH CLUB, MONTAÑITA -
ECUADOR
Autores: ¹María José Yépez Freire y
2
Mary Beatriz Díaz Ortega.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0006-5300-2220
2
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0004-0992-969X
¹E-mail de contacto: sinergiamjy@gmail.com
2
E-mail de contacto: mary_diazort24@hotmail.com
Afiliación:
1*2*
Investigador independiente, (Ecuador).
Articulo recibido: 3 de Enero del 2025
Articulo revisado: 5 de Enero del 2025
Articulo aprobado: 18 de Febrero del 2025
¹Arquitecta de Interiores graduada en la Universidad Técnica de Ambato, (Ecuador). Máster en Diseño Arquitectónico Avanzado graduada
en la Universidad de las Américas, (Ecuador).
2
Psicóloga Clínica graduada en la Universidad Técnica de Ambato, (Ecuador). Magíster en Psicología mención en Psicología Forense
graduada en la Universidad Particular Internacional SEK, (Ecuador).
Resumen
La presente investigación se enfoca en la
noción de espacialidad en un contexto poco
convencional: el techno. Al analizar este
género musical, buscamos reinterpretar cómo
la arquitectura puede ser entendida más allá de
términos tradicionales, considerando la
experiencia del ser humano en relación con su
entorno sonoro y físico. El objetivo se centró en
conceptualizar el Techno como una forma de
espacialidad que genera afectos y efectos en el
ambiente arquitectónico contemporáneo. La
metodología posee un enfoque de la
investigación fue cualitativo y descriptivo,
basado en una revisión documental y el estudio
de campo. Para la obtención de datos se solicitó
acceso a los planos digitales de la cartografía
urbana de Manglaralto y Montañita, además, se
realizaron visitas en múltiples fechas,
comenzando con la llegada a Santa Elena y
Montañita para explorar el sector, identificar
lugares clave y llevar a cabo la entrevista
programada con Kami Tadayon. Durante estas
visitas, se documentaron visualmente los
elementos espaciales relevantes y se
registraron observaciones sobre la dinámica de
la fiesta. El estudio de campo ofreció
información valiosa sobre el techno como
forma de espacialidad. Se utilizó una
metodología gráfica que incluyó cartografías,
un atlas de imágenes y diagramas relacionales,
lo que permitió visualizar aspectos tangibles e
intangibles del club. Esto ayudó a redefinir la
percepción humana en la arquitectura.
Palabras clave: Espacialidad, Techno,
Estudio de caso, Lost Beach Club.
Abstract
The present research focuses on the notion of
spatiality in an unconventional context: techno.
By analyzing this musical genre, we aim to
reinterpret how architecture can be understood
beyond traditional terms, considering the
pastillahuman experience in relation to its sonic
and physical environment. The objective was to
conceptualize techno as a form of spatiality that
generates affects and effects in the
contemporary architectural environment. The
research methodology had a qualitative and
descriptive focus, based on documentary review
and field study. To obtain data, access was
requested to the digital plans of the urban
cartography of Manglaralto and Montañita.
Additionally, multiple visits were made,
starting with the arrival in Santa Elena and
Montañita to explore the area, identify key
locations, and conduct the scheduled interview
with Kami Tadayon. During these visits,
relevant spatial elements were documented
visually, and observations were recorded about
the dynamics of the party. The field study
provided valuable information about techno as
a form of spatiality. A graphical methodology
was employed, which included cartographies,
an atlas of images, and relational diagrams,
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allowing for the visualization of both tangible
and intangible aspects of the club. This
contributed to redefining human perception in
architecture.
Keywords: Spatiality, Techno, Case Study,
Lost Beach Club.
Sumário
A presente pesquisa foca na noção de
espacialidade em um contexto não
convencional: o techno. Ao analisar este gênero
musical, buscamos reinterpretar como a
arquitetura pode ser entendida além dos termos
tradicionais, considerando a experiência
humana em relação ao seu ambiente sonoro e
físico. O objetivo centrou-se na conceituação
do techno como uma forma de espacialidade
que gera afetos e efeitos no ambiente
arquitetônico contemporâneo. A metodologia
possui um enfoque qualitativo e descritivo,
baseado em revisão documental e estudo de
campo. Para a obtenção de dados, foi solicitado
acesso aos planos digitais da cartografia urbana
de Manglaralto e Montañita. Além disso, foram
realizadas visitas em várias datas, começando
pela chegada a Santa Elena e Montañita para
explorar a área, identificar locais-chave e
realizar a entrevista programada com Kami
Tadayon. Durante essas visitas, foram
documentados visualmente os elementos
espaciais relevantes e registradas observações
sobre a dinâmica da festa. O estudo de campo
forneceu informações valiosas sobre o techno
como uma forma de espacialidade. Uma
metodologia gráfica foi utilizada, que incluiu
cartografias, um atlas de imagens e diagramas
relacionais, permitindo a visualização de
aspectos tangíveis e intangíveis do clube. Isso
ajudou a redefinir a percepção humana na
arquitetura.
Palavras-chave: Espacialidade, Techno,
Estudo de Caso, Lost Beach Club.
Introducción
Desde un enfoque contemporáneo, la
arquitectura ha llegado a abarcar una variedad
de dimensiones que trascienden la mera
construcción de edificios (Plouganou, 2020). En
este sentido, la famosa afirmación del arquitecto
austriaco Hollein (1996), "todo es arquitectura",
invita a una reflexión más amplia sobre cómo el
entorno construido, la percepción y la
experiencia humana están interrelacionados.
Hollein utilizó una simple ilustración de una
pastilla verde sobre una hoja blanca para ilustrar
cómo incluso los objetos más cotidianos pueden
influir en nuestra comprensión del espacio. Este
planteamiento nos lleva a considerar no solo la
estética y funcionalidad de los espacios, sino
también los elementos intangibles como la
psicología, la cultura, y las emociones que estos
generan.
Figura 1: Ilustración de la pastilla en A5 por
Hans Hollein Fuente: Architektur, 1967
La presente investigación se enfoca en la noción
de espacialidad en un contexto poco
convencional: el techno. Al analizar este género
musical, buscamos reinterpretar cómo la
arquitectura puede ser entendida más allá de
términos tradicionales, considerando la
experiencia del ser humano en relación con su
entorno sonoro y físico. En lugar de limitar la
mirada a estructuras arquitectónicas concretas,
esta investigación propone un enfoque holístico
que evalúa tanto los componentes tangibles las
construcciones y los espacios asignados a las
fiestas como los intangibles las emociones y
percepciones que estos generan en los asistentes
(Cuartero, 2019).
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El techno, que se originó en Detroit en la década
de 1980, ha evolucionado y se ha expandido
como un fenómeno cultural global,
caracterizado por su fusión de ritmos
electrónicos y su estética futurista. Sus
creadores, entre quienes destacan Juan Atkins,
Derrick May y Kevin Saunderson, propusieron
un sonido que no solo desafía las nociones
tradicionales de la música, sino que también
busca generar una conexión profunda con el
oyente. La influencia del techno se ha
diseminado rápidamente por todo el mundo,
llegando a Ecuador a través de áreas como
Montañita, donde se ha consolidado como un
punto de encuentro musical esencial (Cuartero,
2019).
Este estudio se centra en Lost Beach Club, el
principal club de techno en Ecuador, para
ilustrar la intersección entre la música, el
espacio y la percepción social. A través de una
serie de visitas de campo, entrevistas y la
recopilación de datos históricos, se explora
cómo cada detalle de este club, desde su diseño
arquitectónico hasta su atmósfera vibrante,
afecta la experiencia de sus visitantes. Al
investigar las construcciones espaciales del
club, se pretende no solo identificar los efectos
visuales y sonoros, sino también entender cómo
estos se manifiestan en las emociones y
comportamientos de los asistentes.
El fenómeno del techno no solo representa una
forma de entretenimiento, sino que también
puede interpretarse como un medio de
exploración social y cultural. Estudios previos
sugieren que los amantes del techno tienden a
ser individuos con una mentalidad abierta y un
deseo de explorar nuevas experiencias. Esta
investigación busca, por tanto, analizar cómo
los elementos espaciales del club, tales como la
iluminación, el sonido y la decoración,
interactúan con la percepción sensorial de los
asistentes, alterando sus estados de ánimo y
conexiones emocionales, una noción que se
corrobora al experimentar el ambiente del club
(Riverón, 2016).
En este contexto, la discoteca Amnesia en Ibiza
está conectada a la historia del filósofo Antonio
Escohotado y su papel en el movimiento
contracultural conocido como la "mafia hippie"
durante los años 70. Ibiza se convirtió en un
refugio para jóvenes europeos interesados en un
estilo de vida alternativo. Escohotado propuso
rehabilitar una casa rural para ofrecer música en
vivo, lo que llevó a la fundación de Amnesia en
1976. Aunque originalmente se pensó en el
nombre 'Taller del Olvido', se optó finalmente
por 'Amnesia', que se ha convertido en un
símbolo de la contracultura y la música
electrónica. La discoteca se posicionó como un
centro clave de la vida nocturna en Ibiza,
promoviendo géneros musicales como el techno
y el house, y facilitando experiencias de
autoexpresión. La historia de Amnesia y su
conexión con Escohotado es fundamental para
entender Ibiza como un epicentro de la cultura
club y la música electrónica (Ribas, 2023).
La "Ruta del Bakalao" fue un fenómeno cultural
que tuvo lugar en Valencia durante las décadas
de 1980 y 1990, caracterizado por un recorrido
de 72 horas por discotecas y locales nocturnos
dedicados a la música electrónica,
especialmente techno, house y trance. Estos
espacios, frecuentemente antiguos almacenes o
edificios en desuso, se transformaron en lugares
de fiesta. Aunque la Ruta fue un gran atractivo
turístico, perdió su esencia debido a problemas
sociales asociados con el consumo de drogas. A
pesar de los desafíos, dejó un legado
arquitectónico al renovar muchos de estos
edificios, que presentan amplios espacios
abiertos y una estética minimalista. Con el
tiempo, algunos locales cerraron o fueron
demolidos, pero su memoria perdura entre
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quienes vivieron el auge de la música
electrónica en la región (Balaguer, 2020).
El artículo de Arias (2021) "Música techno y
movimiento moderno", explora la relación entre
la arquitectura del movimiento moderno en
Valencia y la música techno. A través de un
proyecto que combina elementos editoriales,
fotográficos y sonoros, se analizan las
conexiones significativas entre estas dos
disciplinas. En el prólogo se sostiene que la
interacción entre música y arquitectura no es
nueva, mencionando que los ritmos de
compositores como Le Corbusier pueden
relacionarse con la música techno. El enfoque
busca valorar ambas manifestaciones culturales
en el contexto de Valencia, culminando en un
video que muestra la convivencia del
movimiento y ritmo entre música y arquitectura.
Sin embargo, el estudio también señala la
necesidad de más investigaciones para
profundizar en esta relación compleja.
Por último, en el artículo de Santiago (2018) en
donde se analiza la interrelación entre música y
arquitectura, argumentando que ambas
disciplinas comparten un proceso creativo
similar. Compara al arquitecto, que crea
espacios, con el compositor, que concibe piezas
musicales; ambos gestionan ritmos y energías
en el tiempo para el disfrute del espectador. La
música se experimenta a través del tiempo,
mientras que la arquitectura se vive en el
espacio, pero ambas buscan impactar la mente
y el cuerpo. Esta relación se ha desarrollado a lo
largo de la historia y ha evolucionado para
adaptarse a nuevas formas de comunicación,
destacando el sentido del oído. El análisis abre
puertas a exploraciones más profundas de cómo
el tiempo y las sensaciones se manifiestan en
ambas disciplinas.
Según lo anterior descrito, se plantea la
pregunta central de esta investigación: ¿Cómo
puede el techno ser conceptualizado no solo
como un género musical, sino como una forma
de espacialidad que genera afectos y efectos en
el ambiente arquitectónico contemporáneo? A
partir de esta interrogante, se busca además
explicar el origen y desarrollo transescalar del
techno a de manera global hasta la llegada a
Ecuador, así como estudiar Lost beach Club
para reconocer su espacialidad, experiencia y su
relación de afectos y efectos dentro del club, y,
finalmente, evaluar los efectos que influyen
principalmente para la alteración o disminución
de los afectos.
Materiales y Métodos
La metodología adoptada para el estudio de la
espacialidad del techno se enmarcó en un
enfoque interdisciplinario que combinó
elementos de la arquitectura y los sentidos
psicológicos (relación psico espacial). Se buscó
entender el techno no solo como un fenómeno
musical, sino también como un medio para
analizar los efectos de la música en la
percepción y experiencia del espacio. A través
de un cuidadoso diseño metodológico, se logró
recopilar y analizar datos que aportaron a la
comprensión del impacto sensorial y emocional
que este género musical generaba en sus
oyentes.
El enfoque de la investigación fue cualitativo y
descriptivo, con el objetivo de recoger
experiencias vivenciales de los asistentes a
fiestas techno y analizar el contexto espacial y
arquitectónico de Lost Beach en Montañita. La
investigación aspiró a generar un entendimiento
holístico del techno como un espacio de
interacción social que trasciende lo físico,
explorando las dimensiones emocionales y
sensoriales que influían en la experiencia del
usuario.
Se utilizaron dos métodos principales: la
revisión documental y el estudio de campo. La
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revisión documental consistió en un análisis
exhaustivo de la literatura existente sobre el
origen y evolución del techno, así como
estudios relacionados con la experiencia
espacial y musical. Esto incluyó la recopilación
de información desde su surgimiento en Detroit
hasta su llegada y evolución en Ecuador,
prestando especial atención a la historia de
Montañita.
El estudio de campo comprendió visitas directas
a Santa Elena y Montañita, con el propósito de
observar y participar en el ambiente del club
Lost Beach. Las observaciones se
complementaron con una serie de entrevistas a
figuras clave, como el propietario del club,
Kami Tadayon, para obtener perspectivas sobre
el diseño y la experiencia del espacio.
Para llevar a cabo esta investigación se
utilizaron varios instrumentos. Se diseñó una
guía estructurada para la entrevista con Kami
Tadayon, que abarcó temas como la historia del
club, su trayectoria en la industria y los
conceptos arquitectónicos que sustentan el
diseño del espacio. Asimismo, se emplearon
herramientas de documentación visual, como
cámaras y dispositivos de grabación de audio,
que capturaron no solo la entrevista, sino
también el ambiente del club y la experiencia de
los asistentes durante las fiestas. Además, se
utilizó el software Matterport para realizar un
escaneado 3D del club, creando un modelo
visual y dimensional del espacio que
complementó los análisis arquitectónicos.
La obtención de datos tuvo lugar en varias
etapas. En primer lugar, se solicitó acceso a los
planos digitales de la cartografía urbana de
Manglaralto y Montañita a la alcaldía, lo cual se
logró mediante una solicitud que fue aprobada
por las autoridades competentes. Esto permitió
obtener información sobre la disposición y
características del espacio urbano.
Posteriormente, las visitas se realizaron en
múltiples fechas, comenzando con la llegada a
Santa Elena y Montañita para explorar el sector,
identificar lugares clave y llevar a cabo la
entrevista programada con Kami Tadayon.
Durante estas visitas, se documentaron
visualmente los elementos espaciales relevantes
y se registraron observaciones sobre la
dinámica de la fiesta.
Figura 2: Ubicación de Lost Beach
Además, para contrastar los resultados se asistió
a una fiesta techno en Lost Beach, donde se
experimentaron de primera mano los efectos
espaciales y musicales del club. Se observó la
conducta de los asistentes, las interacciones
sociales y se realizaron anotaciones sobre la
percepción del espacio y sus elementos
arquitectónicos. Una vez recopilados los datos,
se llevó a cabo un análisis temático para
identificar patrones y relaciones entre los
elementos espaciales y la percepción sensorial.
Se produjeron cartografías, diagramas y un atlas
fotográfico que visualizaron los hallazgos y
facilitaron la comprensión de la interrelación
entre techno, espacio y afectos.
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Resultados y Discusión
Origen y desarrollo transescalar del techno a
de manera global hasta la llegada a Ecuador
El techno, un género musical dentro de la
música electrónica, se caracteriza por su
compás de 4/4, donde los tiempos son marcados
por un bombo conocido como "kick", y cuenta
con el uso constante de instrumentos
electrónicos como sintetizadores y samplers. A
diferencia de otros géneros musicales, el techno
no sigue la estructura típica de las canciones,
sino que se organiza de forma repetitiva,
maximizando el efecto bailable. Este estilo se
distingue por sonidos futuristas y minimalistas,
priorizando el ritmo y la textura sobre la
melodía y las letras. A lo largo del tiempo, el
techno ha evolucionado en diversos subgéneros
y ha dejado una profunda huella en una amplia
variedad de estilos musicales y en la cultura
popular, especialmente dentro de los clubes y
festivales de música electrónica a nivel global.
El término "techno" se inspira en el libro
futurista “La Tercera Ola”, escrito por Alvin
Toffler en 1979, donde menciona a los “techno
rebeldes”, individuos que, temiendo volverse
obsoletos por la tecnología, destruyen las
nuevas máquinas, sin entender que estas fueron
diseñadas para facilitar sus tareas. Este
concepto plantea una dicotomía sobre quién
tiene el control: ¿la tecnología sobre las
personas o viceversa?
Figura 3: Origen del Techno a nivel global
El género musical comenzó a gestarse a
mediados de la década de 1980, justo cuando
otros estilos de música electrónica empezaban a
florecer en diferentes ciudades de Estados
Unidos. Su origen se sitúa en Belleville, un
suburbio de Detroit, Michigan, durante un
período de declive de la industria automotriz.
En ese contexto, la ciudad, marcada por la
desolación y la pérdida de población, se
presentaba como un espacio industrial
accesible, donde los nuevos sonidos se podían
explorar sin barreras de clase.
Tres músicos; Juan Atkins, Kevin Saunderson y
Derrick May, conocidos como “los Belleville
Three”, se convirtieron en pioneros del techno.
Asistieron juntos a la escuela secundaria
Belleville High School y, influenciados por la
música electrónica contemporánea,
comenzaron a experimentar con cajas de ritmos
como las Roland 909 y 808, junto a
sintetizadores como el Yamaha DX100. Esta
innovación dio origen al techno, conocido
inicialmente como Detroit Techno, en razón de
su distintivo sonido y origen. En el contexto de
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su desarrollo, el Music Institute, un influyente
club en el centro de Detroit se convirtió en un
punto de referencia para este nuevo movimiento
musical.
La primera mención formal del término
"techno" apareció en 1988 en un artículo de
Stuart Cosgrove en la revista The Face.
Cosgrove viajó a “Motor City” para entrevistar
a estos pioneros, destacando que, a lo largo de
los años, Detroit había pasado de ser una de las
ciudades más prósperas de Estados Unidos,
gracias a la industria automotriz, a un centro
desolado por el exilio de fábricas hacia países
con mano de obra más barata. Este proceso de
transformación social propició que los
conciertos de techno se realizaran en antiguas
fábricas y almacenes, permitiendo que el género
se posicionara en el plano musical global.
El techno, surgiendo en un contexto de crisis
económica y social en Detroit, ofreció a los
jóvenes afroamericanos una forma de expresión
y resistencia frente a la adversidad (Méndez,
2017). Influenciados por el paisaje urbano y la
música de pioneros como Kraftwerk, los artistas
crearon un sonido que reflejaba sus
experiencias de vida en la ciudad. Jeff Mills
encapsula la situación de la juventud de Detroit
al decir: “Imagina una ciudad diseñada para
cuatro millones de personas donde ahora vive
menos de uno”. La desolación y los desafíos
sociales llevaron a la comunidad a buscar
escapismo y nuevas formas de autoexpresión a
través de la música.
A medida que el techno ganó popularidad, su
influencia comenzó a expandirse más allá de
Detroit. Desde finales de la década de 1980, el
techno empezó a establecerse en diferentes
ciudades de Estados Unidos y se volvió un
fenómeno especialmente prominente en
Europa, en ciudades como Berlín, Reino Unido
y los Países Bajos (Popov, 2023). Esta
expansión marcó un cambio en la percepción
del techno, llevándolo a una variedad de
contextos culturales y sociales.
Bajo esta narrativa de crecimiento y
transformación, el techno llegó a Ecuador en
1992, específicamente a Santa Elena y, más
tarde, a Montañita. Uno de los factores clave de
su llegada fue la atractiva playa, que sedujo a
jóvenes surfistas extranjeros a la región,
promoviendo un aumento en la población y el
crecimiento urbano, y llevando a la apertura de
los primeros clubes de techno. Esto sirvió como
punto de partida para la expansión del género
hacia otras ciudades del país, principalmente
Guayaquil, Quito, Cuenca y Baños de Agua
Santa. Aunque el techno no tuvo una presencia
notable en sus inicios en Ecuador, el número de
seguidores ha ido creciendo gradualmente,
impulsado por un incremento en la actividad de
clubes y eventos dedicados a este género
musical.
Figura 4: Origen y Expansión del Techno,
Ecuador
Montañita, como el primer lugar en el país en
recibir el techno, se ha establecido como un
referente crucial para la música electrónica en
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Ecuador. La historia de este destino, que
comenzó como un pequeño pueblo de
pescadores en 1938, se transformó con la
llegada de jóvenes interesados en el surf durante
la década de 1960. Este cambio de demografía
fue parte integral del crecimiento de la
localidad, atrayendo a turistas que buscaban
diversión y conexión con la naturaleza.
La arquitectura de Montañita refleja su
evolución, predominando un estilo rústico y
costero con construcciones de madera y caña.
Con el tiempo, esta localidad ha mejorado su
infraestructura, incluyendo servicios básicos
que han facilitado la llegada de turistas
internacionales, quienes buscan experimentar
su ambiente vibrante.
El contexto social y cultural de Montañita
propició el surgimiento de clubes de techno. Las
instalaciones como Lost Beach Club destacaron
como pilares en la escena musical, ofreciendo
un espacio donde la música electrónica se puede
disfrutar en un ambiente social inclusivo. Este
club, conocido internacionalmente, atrajo tanto
a artistas locales como a DJs de renombre
mundial, y se ha convertido en el corazón de la
comunidad techno en Ecuador.
A medida que el techno comenzó a integrarse
en la cultura musical ecuatoriana, la escena fue
enriquecida por la diversidad de eventos y
festivales que surgieron, lo que proporcionó
plataformas para que tanto DJs nacionales como
internacionales compartieran su música,
fomentando una conexión cultural más amplia
entre los amantes del género.
Hoy en día, la música techno en Ecuador ha
desarrollado un perfil vibrante, caracterizado
por una comunidad entusiasta que se reúne en
eventos tanto grandes como pequeños. Aunque
la escena todavía es relativamente joven en
comparación con otros países, su crecimiento es
evidente, y el potencial para desarrollar aún más
la cultura del techno en Ecuador es prometedor.
Este desarrollo ha sido alimentado por
colaboraciones entre artistas locales y la
organización de festivales que incluyen música
electrónica en sus alineaciones, consolidando el
lugar de Ecuador en el mapa global del techno
Lost beach Club: espacialidad, experiencia y
su relación de afectos y efectos dentro del
club
En términos de espacialidad, Lost Beach se
caracteriza por su amplia dimensión y múltiples
áreas destinadas a la fiesta. Estas incluyen el
Main Floor, que es el espacio principal con una
barra, área para DJs, servicios y zonas de
descanso; la cueva, un área más íntima con
barra y zona VIP; y otros espacios como la bebe
cueva, Kamishouse, el backstage y áreas de
hospedaje para los DJs. Además, el club cuenta
con un sótano que alberga aproximadamente
cinco mil cajas de cerveza.
Figura 5: Espacialidad de Lost Beach Club
El diseño de estas áreas responde a las
necesidades operativas del club y es accesible
para personas con discapacidad, permitiendo la
realización de eventos diversificados sin
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interferencias. Este enfoque también contempla
visiones futuristas, como menciona Kami
Tadayon, quien plantea la idea de crear un
reality show para atraer más público a
Montañita, integrando el concepto de
entretenimiento en el club (Tadayon, 2024).
Los murales que adornan las paredes del club
son elementos esenciales de su construcción
espacial. Kami Tadayon explica que cada
mural, creado con meticuloso detalle por el
muralista guayaquileño Iván Casanova, está
destinado a transmitir buenas energías. Estos
murales se consideran obras de arte únicas, cuya
ejecución ha tomado más de ocho años,
contribuyendo a la atmósfera mágica del lugar.
Este diseño busca que los visitantes
experimenten el ambiente como una fuente de
energía positiva, reforzando la conexión
emocional con el espacio (Tadayon, 2024).
Figura 6: Murales de Lost Beach Club
Al analizar el club desde una perspectiva
espacial y con un acceso a planos
arquitectónicos, también se pueden identificar
los elementos tangibles, como el audio y la
disposición de los equipos de iluminación, que
se detallarían en los diagramas. Sin embargo,
este estudio pretende ir más allá de la tradición,
por lo que se relacionará cada efecto observado
en Lost Beach con las áreas del cerebro que
responden a estos estímulos, considerando su
impacto en la experiencia del ser humano.
En cuanto a afectos, se entiende que hay
elementos en el espacio arquitectónico que son
intangibles, difíciles de medir e inmateriales,
pero que afectan profundamente las emociones
y experiencias humanas. Cada espacio provoca
sensaciones, permitiendo comparar y explorar
diferentes estados emocionales. Efectos como
la luz, la mezcla de sonidos, la interacción de
los materiales y la temperatura influyen en la
experiencia de los asistentes y deben
considerarse al diseñar espacios. La
conceptualización de los espacios
arquitectónicos ha evolucionado con el tiempo,
reflejando cambios ideológicos y culturales,
pero lo constante es que el espacio cobra vida
cuando es experimentado por el ser humano.
El arquitecto japonés Tadao Ando también
subrayó que “la arquitectura solo se considera
completa con la intervención del ser humano
que la experimenta”, lo cual invita a repensar la
arquitectura no solo como una cuestión visual,
sino también como una experiencia emocional
y sensorial. Esto implica habitarlos, sentir cómo
nos envuelven y nos conducen a nuevas
realidades. La percepción del espacio depende
de nuestra posición en él; la arquitectura se
experimenta tridimensionalmente, mientras que
una visión estática ofrece una comprensión
limitada del entorno.
Los efectos que genera un espacio se relacionan
con las impresiones inmediatas sobre los
elementos materiales que pueden ser percibidos
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sensorialmente. Estos efectos incluyen todo lo
tangible en términos de formas, colores y
texturas que influyen en la vida cotidiana y
reflejan la evolución de la sociedad y la cultura.
La música, la luz y los elementos visuales son
herramientas que los arquitectos utilizan para
comunicar y transmitir energías sensoriales al
espectador.
En Lost Beach, se plantea la exploración tanto
de los efectos visuales como de los auditivos.
Por un lado, los murales son ejemplos de cómo
una obra de arte puede generar un impacto
emocional, y por otro, la iluminación y sus
efectos ayudarán a comprender mejor las
reacciones emocionales de los asistentes al club.
La interacción entre las imágenes que se
proyectan en las pantallas y la iluminación en
constante cambio es fundamental para crear una
atmósfera inmersiva que afecta directamente
cómo se sienten y experimentan los visitantes
en el espacio.
Al examinar los afectos visuales en Lost Beach,
se debe considerar cómo la luz y las imágenes
son procesadas por el sistema visual humano.
Cuando la luz entra en el ojo, atraviesa varias
estructuras, desde la córnea hasta la retina,
donde las células fotorreceptoras convierten la
luz en señales eléctricas que el cerebro
interpreta. Esta compleja interacción es crucial
ya que las imágenes y patrones visuales que
bombardean a los asistentes pueden provocar
respuestas emocionales y físicas significativas.
Por ejemplo, el lóbulo occipital del cerebro, que
procesó la información visual, destaca en este
contexto, pues su función principal radica en la
interpretación de las imágenes que percibimos.
La calidad y el diseño de los componentes
visuales en Lost Beach, como los murales y las
proyecciones, tienen un efecto directo en el
estado emocional de los visitantes, creando
conexiones que van más allá de lo estético.
En relación con los efectos de la iluminación, se
ha constatado que la exposición a luces intensas
puede elevar la energía y disminuir la
producción de melatonina, una hormona que
regula los ciclos de sueño. Esta manipulación
del ambiente visual mediante una iluminación
estratégica contribuye a mantener a los
asistentes activos y comprometidos en el
evento, prolongando su experiencia festiva. Así,
la proyección de luces y la variación de colores
se convierten en herramientas para alterar el
estado de ánimo, intensificando la conexión
emocional que los asistentes sienten hacia el
techno y el espacio en el que se encuentran.
Por último, se debe analizar el audio en el
contexto de Lost Beach. El sonido se convierte
en un poderoso catalizador para la experiencia
del club. Las ondas sonoras generadas por los
sistemas de audio no solo envuelven el espacio,
sino que también afectan la química del cerebro
al estimular la liberación de dopamina, un
neurotransmisor que provoca sensaciones de
placer y recompensa. Este vínculo entre el audio
y la experiencia sensorial es fundamental en el
diseño del club, ya que el sonido de alta calidad
de equipos como Funktion One proporciona a
los asistentes una experiencia sonora
envolvente, que se complementa con la
arquitectura del espacio, maximizando así la
experiencia global.
Efectos que influyen principalmente para la
alteración o disminución de los afectos
En el contexto del Lost Beach Club, existen
diversos efectos que influyen
significativamente en la alteración o
disminución de los afectos de los asistentes,
creando un ambiente festivo único y
envolvente. Estos efectos son modulados por
varios elementos espaciales, auditivos y
visuales que, en conjunto, generan experiencias
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capaces de transformar la percepción individual
y colectiva dentro del club.
Figura 7: Afectos y efectos
Efecto del Audio
El audio se presenta como un componente vital
en la experiencia del Lost Beach Club, donde
las ondas sonoras impactan directamente en la
química del cerebro, particularmente en la
liberación de dopamina. La música techno,
caracterizada por su ritmo repetitivo y
envolvente, incita una planificación cuidadosa
del sonido, utilizando sistemas de audio de alta
calidad, como Funktion One. Este tipo de
sonido altera la percepción auditiva,
provocando emociones intensas y una sensación
de euforia que invita a los visitantes a continuar
la fiesta. La forma en que el audio se distribuye
a través del espacio, combinado con la mezcla
del DJ, contribuye a que los asistentes se sientan
conectados, elevando su estado emocional y
físico durante el evento.
Efectos Visuales
Los aspectos visuales del club, como la
iluminación y los murales, juegan un papel
crucial en alterar las experiencias sensoriales.
La iluminación dinámica, que incluye
proyecciones y efectos gráficos, no solo
establece el estado de ánimo del lugar, sino que
también impacta en la producción de
melatonina en el cuerpo, aumentando la vigilia
y reduciendo la necesidad de sueño. Estos
cambios aumentan la energía en el ambiente, lo
que motiva a los asistentes a permanecer activos
en la pista de baile. Además, los murales,
cargados de colores y formas vibrantes, emanan
una energía positiva que afecta al lóbulo
occipital, generando respuestas emocionales y
contribuyendo a una experiencia festiva que se
siente tanto física como mentalmente.
Impacto del Espacio
Figura 8: Main floor - Afectos de los efectos
La propia disposición espacial del Lost Beach
Club afecta la percepción que los asistentes
tienen de él. Las distintas áreas del club, como
el Main Floor y la cueva, no solo están
diseñadas para cumplir funciones operativas,
sino también para crear experiencias únicas. El
diseño de la cueva, que actúa como una caja de
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orgón, es una técnica que busca transformar la
energía negativa en positiva, reflejando una
filosofía de experiencias holísticas que tienen
un impacto directo en el estado emocional de las
personas.
Figura 9: Afecto de los efectos
Esta forma de diseño arquitectónico acentúa la
sensación de bienestar y conexión,
contribuyendo a generar una atmósfera
envolvente.
Integración de todos los elementos
La interacción entre el sonido, la luz y el diseño
del espacio crea una experiencia colectiva que
va más allá de la simple percepción sensorial.
Estos efectos se combinan para alterar los
estados de conciencia y el bienestar emocional
de los asistentes. La experiencia auditiva y
visual influye en cómo cada persona se siente
en el club, contribuyendo al ambiente festivo y
a la prolongación del deseo de permanecer en la
fiesta. El efecto acumulativo de estos elementos
transforma la espacialidad del club en un
espacio donde la música, el arte y la energía se
fusionan, generando recuerdos y sensaciones
que perduran.
Figura 10: Lo que se ve y lo que se siente
Conclusiones
A pesar de las limitaciones experimentadas
durante la investigación, como el acceso
restringido a planos urbanos y la falta de
mediciones espaciales precisas, el estudio de
campo resultó en la obtención de información
valiosa acerca del techno como forma de
espacialidad, más allá de su consideración como
simple género musical. Se logró implementar
una metodología de representación gráfica que
abarcó cartografías transescalares, un atlas de
imágenes y diagramas relacionales, revelando
tanto los aspectos tangibles como intangibles de
la experiencia en el club. Esta metodología no
solo facilitó una visualización integral, sino que
también fomentó la exploración de nuevos
temas de interés y contribuyó a redefinir el
paradigma de la percepción humana en la
arquitectura. Además, las posibilidades de
expansión del estudio son significativas; se
sugiere que la investigación futura examine la
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espacialidad del techno no solo en los clubes,
sino también en relación con el cuerpo humano
y su respuesta a diversas sustancias, utilizando
tecnologías avanzadas para medir sensaciones.
Así, las observaciones realizadas en Lost Beach
ofrecen un punto de partida para indagar en las
complejas interacciones entre música, espacio y
el cuerpo, incrementando nuestro
entendimiento del impacto de la música
electrónica en la experiencia sensorial y
arquitectónica.
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