Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 1
Enero del 2025
Página 85
ACOMPAÑAMIENTO FAMILIAR Y EDUCATIVO EN LA CALIDAD DE LA
RECUPERACIÓN PEDAGÓGICA
FAMILY AND EDUCATIONAL SUPPORT IN THE QUALITY OF PEDAGOGICAL
RECOVERY
Autores: ¹Daniela Nathaly Valdivieso Escobar, ²Joselyne Fernanda Martínez Muzha, ³Emelina
Josefina Cango Chamba,
4
Shirley Isabel Vergara Zambrano y
5
Shirley Elizabeth Prado
Escobar.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0003-7173-671X
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0000-4025-0168
3
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0002-8749-7365
4
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0004-5420-5092
5
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0002-5779-5433
¹E-mail de contacto: daniela.valdivieso@educacion.gob.ec
²E-mail de contacto: joselyne.martinez@educacion.gob.ec
³E-mail de contacto: emelinacango@educacion.gob.ec
4
E-mail de contacto: svergaraz@unemi.edu.ec
5
E-mail de contacto: shilrey.prado@educacion.gob.ec
Afiliación: ¹*²*³*Ministerio de Educación (Ecuador),
4
Universidad Estatal de Milagro (Ecuador)
Articulo recibido: 28 de Noviembre del 2024
Articulo revisado: 3 de Diciembre del 2024
Articulo aprobado: 8 de Enero del 2025
¹Magister en Educación Parvularia adquirida de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador). Licenciada en Ciencias de la Educación mención
Educación Parvularia adquirida de la Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador). En la actualidad docente de la Unidad Educativa Fiscal
Aida León de Rodríguez Lara.
²Licenciada en Ciencias de la Educación mención Educadores de Párvulos adquirida en la Universidad de Guayaquil, (Ecuador),
Licenciada en Ciencias de la Educación mención Sistemas Multimedia adquirida en la Universidad de Guayaquil, (Ecuador). Maestrante
en Educación mención Lingüística y Literatura de la Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador), en la actualidad docente en la Unidad
Educativa Fiscal Mixta Dr. Agustín Vera Loor de la ciudad de Guayaquil (Ecuador).
³Magister en Educación Básica adquirida en la Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador), Licenciada en Ciencias de la Educación en la
especialidad de Supervisión y Administración Educativas adquirida en la Universidad Técnica Particular de Loja, (Ecuador), docente de
la Unidad Educativa Ciudad de Machala, (Ecuador).
4
Maestrante en Educación mención Lingüística y Literatura de la Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador). Licenciada en Ciencias de
la Educación Básica adquirida en la Universidad Eloy Alfaro de Manabí, (Ecuador). En la actualidad docente en la Unidad Educativa
Particular Piera Grazia Bruccoleri de la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas, (Ecuador).
5
Licenciada en Ciencias de la Educación mención Educadores de Párvulos, adquirida en la Universidad de Guayaquil, (Ecuador). Docente
de la Escuela Fiscal Carlos Julio Arosemena Tola, (Ecuador).
Resumen
El presente artículo tiene como finalidad de
analizar cómo la educación y el
acompañamiento familiar impactan la calidad
de la recuperación pedagógica incide en torno
a la educación inicial. A través de un enfoque
bibliográfico se pretende analizar como el
acompañamiento familiar influye en el
desarrollo de los procesos del aprendizaje y
cuidado de la primera infancia. Los niños
deben ser considerados agentes activos en la
producción de significados, reconociendo su
propia individualidad, derechos y
competencias. Las conexiones seguras
promueven la confianza, la autonomía y el
significado en el aprendizaje, así como
entornos afectivos que promueven valores
humanísticos y democráticos, y fomenta en los
niños la práctica de habilidades sociales,
emocionales y cognitivas. Un paradigma
centrado en la infancia transforma el cuidado y
la educación en procesos dinámicos y
relacionales que promueven el desarrollo. El
acompañamiento familiar se vuelve un puente
esencial en la formulación de experiencias
concordes y significativas para los niños.
Palabras clave: Acompañamiento familiar,
Educación inicial, Recuperación
pedagógica, Perspectiva del niño, Desarrollo
integral.
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Abstract
This article aims to analyze how education and
family support impact the quality of
pedagogical recovery in early childhood
education. Through a bibliographic approach,
it seeks to explore how family support
influences the development of learning and
care processes during early childhood.
Children should be considered active agents in
the creation of meaning, recognizing their
individuality, rights, and competencies. Secure
connections foster confidence, autonomy, and
meaningful learning, as well as nurturing
environments that promote humanistic and
democratic values while encouraging the
development of social, emotional, and
cognitive skills in children. A child-centered
paradigm transforms care and education into
dynamic and relational processes that promote
development. Family support becomes an
essential bridge in shaping coherent and
meaningful experiences for children.
Keywords: Family support, Early childhood
education, Pedagogical recovery, Child
perspective, Holistic development.
Sumário
Este artigo tem como objetivo analisar como a
educação e o acompanhamento familiar
impactam a qualidade da recuperação
pedagógica na educação infantil. Por meio de
uma abordagem bibliográfica, busca-se
explorar como o acompanhamento familiar
influencia o desenvolvimento dos processos de
aprendizagem e cuidado na primeira infância.
As crianças devem ser consideradas agentes
ativos na construção de significados,
reconhecendo sua individualidade, direitos e
competências. Conexões seguras promovem
confiança, autonomia e aprendizado
significativo, além de ambientes acolhedores
que promovem valores humanísticos e
democráticos, incentivando o desenvolvimento
de habilidades sociais, emocionais e cognitivas
nas crianças. Um paradigma centrado na
infância transforma o cuidado e a educação em
processos dinâmicos e relacionais que
promovem o desenvolvimento. O
acompanhamento familiar torna-se uma ponte
essencial na formulação de experiências
coerentes e significativas para as crianças.
Palavras-chave: Acompanhamento familiar,
Educação inicial, Recuperação pedagógica,
Perspectiva do menino, Desenvolvimento
integral.
Introducción
En las últimas décadas, la atención y la
educación fuera del hogar se han convertido en
un fenómeno generalizado y en constante
expansión a nivel mundial. Varias tendencias,
incluida la creciente incorporación de las
mujeres al mercado laboral y la lucha por la
igualdad de género, han convertido la atención
temprana y el aprendizaje de la primera infancia
en una cuestión pública crítica. A medida que la
inscripción de los niños en programas de
cuidado y educación de la primera infancia ha
aumentado considerablemente, los primeros
años se han reconocido como una etapa central
para el desarrollo holístico.
De hecho, en la última década, muchas
iniciativas nacionales y mundiales han hecho
hincapié en el aprendizaje desde el nacimiento
debido a la importancia central de la primera
infancia en el desarrollo sostenible. Aun así,
muchos países no han integrado completamente
la educación de la primera infancia en sus
sistemas educativos y hay divisiones en el
sistema de atención temprana. Aunque estas
políticas tienen limitaciones, hay evidencia de
que la atención y la educación temprana de alta
calidad tienen un impacto significativo y
positivo en el desarrollo infantil a corto y largo
plazo (Álvarez, Santofimio, Guarnizo, &
Cárdenas, 2024).
Se propone un paradigma que aborda el
acompañamiento familiar y social como un eje
fundamental que enmarca la calidad con la que
son aceptadas las medidas hacia la recuperación
de los niños en la educación inicial.
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Simultáneamente, se hace hincapié en un
enfoque centrado en el niño, resaltando las
elecciones y sus especificaciones respecto a los
derechos y la competencia. Similar a la
Convención de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño de 1989, quiere destacar las
voces de los niños, tratándolos como niños que
tienen un lugar a tomar en su educación y
desarrollo (UNESCO, 2008).
En este sentido, a lo largo del presente artículo
se indagará de qué forma un paradigma
centrado desde la perspectiva del niño puede
contribuir a perfeccionar la atención y
educación inicial, esto durante el panorama de
la recuperación pedagógica. Se discutirán los
fundamentos teóricos de este paradigma, así
como las dinámicas entre contextos familiares y
educativos y cómo se traducen en implicancias
para la educación inicial y de igualdad.
Finalmente, se abordarán las conclusiones de
cómo configurar un enfoque familiar y
educativo para potenciar el aprendizaje y
desarrollo infantil en la etapa inicial.
Desarrollo
Perspectivas del niño en el cuidado y la
educación de la primera infancia
Estas nociones surgen de marcos ideológicos y
sociales particulares. La Convención sobre los
Derechos del Niño de las Naciones Unidas en
1989 ha sido crucial en el desarrollo de estos
conceptos, al afirmar que los niños tienen el
derecho de ser escuchados, vistos e incluidos en
las decisiones que les afectan (Liebel, 2024,
pág. 235). Al otorgar a los niños una
importancia activa, sus derechos se alinean con
aquellos otorgados a todos los demás individuos
en las sociedades modernas; se le equipara al
respetado niño. Lo que probablemente valga la
pena subrayar aquí es el principio subyacente
del interés superior del niño.
Se relaciona directamente con la perspectiva
desde la que se valora la voz del niño, ya que
requiere tal enfoque a través de otras
abstracciones. Dicho en palabras más sencillas,
establece un marco en el que escuchar a los
niños facilita un enfoque humanizado y
personalizado de la atención infantil. Dado que,
especialmente en contextos occidentales, un
individuo se define por su singularidad y
autonomía, este principio enfatiza la
importancia de valorar la voz de un niño como
un concepto central desde el cual estructurar los
marcos de formulación de políticas y prácticas
educativas (Castro Zubizarret, 2021)
En las últimas décadas, el término “perspectivas
del niño" para Miranda, Rojas et al (2021), ha
ganado popularidad en diversas disciplinas,
incluyendo sociología, antropología, psicología
de la infancia e investigación educativa. La
popularidad inédita de este término no siempre
corresponde a las definiciones utilizadas. La
definición y el uso de las perspectivas del niño
varían significativamente y están determinados
por las teorías y el contexto que forman. Por lo
tanto, en este ámbito, es crucial formular
definiciones claras y compartidas.
Un marco conceptual útil para trabajar con las
perspectivas del niño proviene del cambio de
paradigma en la psicología infantil y los nuevos
enfoques de la educación pedagógica, como el
aprendizaje centrado en la relación y las
investigaciones en ciencia (Martínez, 2022).
Estos enfoques proponen una mirada integral y
relacional, en la que las perspectivas infantiles
se consideran tanto desde un enfoque
interpretativo como interactivo.
Una limitación importante que enfrentan los
adultos al participar en actividades de cuidado y
aprendizaje es que no pueden experimentar
directamente el mundo como lo hacen los niños.
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La perspectiva del niño implica observar
cuidadosamente las acciones, respuestas y
expresiones para ser interpretarlas mediante la
imaginación empática. Los adultos hacen un
esfuerzo consciente por comprender lo que es
particularmente experiencial para los niños y
cómo ellos, en un momento dado, interpretan su
vida. No se embarca en un camino para que los
adultos tengan los mismos tipos de experiencias
dadas a los niños, sino para hallar un significado
compartido y una correspondencia básica entre
sus puntos de vista.
El acompañamiento familiar y educativo es
fundamental en la ejecución de un enfoque
centrado en la perspectiva del niño. Esta se
refiere al respeto del punto de vista del niño y
sus experiencias en relación con el mundo que
los rodea. Para aplicar ese enfoque en la
práctica, Vera Illatarqui (2024) sostiene que
debe haber cinco premisas básicas, que alientan
la integración familiar y mejoran la relación
entre el cuidador, la familia y el propio niño
para permitir su desarrollo general.
Observar al niño como una persona
El enfoque primero y principal de cualquier
intervención centrada en el niño es observarlo y
considerarlo como una persona completa, con
necesidades emocionales y sociales muy
similares a las de cualquier ser vivo. Esto hace
que sea más fácil para el adulto sentir empatía y
conexión real con el niño.
Sin embargo, debido a que el respeto y la
consideración ayudan a sus padres o cuidadores
a reforzar sus emociones y perspectivas, este
enfoque debe considerarse como una manera de
ayudar a los padres y a los niños a sentirse más
cómodos, y a la vez más enriquecidos en casa y
en sus países de origen. Por tanto, el apoyo a las
familias debe coordinarse e influenciarse
mutuamente (Castillo & Alarcon, 2021, pág.
72).
Participación empática con el niño
La empatía es la clave para establecer una
seguridad y un liderazgo exitosos con los padres
y el niño. Aprendemos a leer la idea y a
responder a sus iniciativas y demostraciones de
manera emocionalmente accesible y
considerada. A medida que el primer término
facilita el desarrollo de una relación afectiva
profunda, se convierte en un lazo clave para
entretejer los procesos mentales y la fortaleza
del entorno en el que uno se siente seguro y
cómodo. Abordar todos los aspectos de la vida
de niños y maestros cuidadores en para el
desarrollo y el fortalecimiento de la
comunicación y la educación.
Actitud interpretativa de respeto por las
expresiones del niño
Las expresiones actitudinales que muestra el
niño no deben ser vistas como algo irrelevante,
sino considerarlas como manifestaciones
legítimas y significativa de como ellos perciben
el mundo y su entorno (Taveras-Pichardo,
2024). Por eso, el adulto, por medio de la
convivencia familiar o dentro de un entorno
educativo, cumple un rol importante como
intérprete atento respetuoso de las expresiones
y actitudes del niño. Lo que favorece una
investigación mucho más completa y sincera,
aún real de los eventos que involucra la
participación del niño.
Guía sensible y apoyo al niño
El acompañamiento educativo debe equilibrar
la orientación del adulto con la autonomía del
niño, fomentando su interés y participación
activa en actividades significativas. Este
proceso, conocido como andamiaje. Para
hacerlo, se debe seguir el proceso de “guiado”,
lo que en el ámbito de los estudios infantiles se
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conoce como “andamiaje” o “participación
guiada (de Juan, 2021). Esto implica la
necesidad de apoyar al niño en sus iniciativas de
una manera gradual y predecible. Con respecto
al acompañamiento en el entorno familiar, la
familia debe actuar de manera colaborativa para
identificar los intereses y habilidades del niño y
adecuar su estrategia de guiado
correspondientemente, para ayudar a maximizar
el grado de activación de las oportunidades de
aprendizaje infantil.
El cuidado y la educación como un diálogo
Para proporcionar un acompañamiento
efectivo, los niños y los adultos deben mantener
un constante diálogo entre ellos. En ese diálogo,
todos se implican activamente en aprender.
Tanto a nivel familiar como en el sistema
educativo, este enfoque común implica que el
adulto esté atento a las señales que emite el niño
y responda conforme, apreciando que el niño le
protagonismo en su proceso de aprendizaje
(Sala, Salsa, & Scheuer, 2024). Cuando la
familia y los educadores, trabajando juntos
como coproductores de la atención y educación
a los niños, crean una dinámica rica, ese espíritu
enriquece el desarrollo del niño.
Los servicios y la orientación familiar que se
basan en estas premisas producen cinco
importantes beneficios. Permiten un trato
integral y personalizado al niño en sus valores
emocionales, sociales y cognitivos. Cambian la
forma en que uno percibe sus responsabilidades
de atención: facilitar los medios de crecimiento
emocional del niño y las ocasiones en que
pueden aliarse. En este sentido, ayuda a
descubrir y satisfacer las necesidades
específicas de cada niño, incluso en situaciones
desafiantes, tales como conductas donde no son
muy expresivos o demandantes.
Cuando las familias comprenden y adoptan
estas premisas, se crea una sinergia positiva
entre el hogar y el ámbito educativo. Así, el
acompañamiento familiar no solo garantiza una
mayor calidad de la atención puesta en la niñez
temprana, sino que establece una base firme
para que el niño pueda enfrentar con éxito los
desafíos posteriores relacionados con su
crecimiento y aprendizaje. Por lo tanto, este
marco destaca el acompañamiento como el
factor central para garantizar la implementación
de un enfoque genuino del niño y fortalecer a
las familias como actores activos en el proceso
educativo y promotoras de una recuperación
pedagógica inclusiva y efectiva.
Modelo de la Mariposa Dual: Su relación con
el acompañamiento familiar
Esta investigación ha tomado un extracto de la
información presentada por Sommer, Pramling
Samuelsson, & Hundeide (2013); con el fin de
exponer a través del modelo mariposa el
concepto de socialización dual; la cual
proporciona un marco conceptual que refleja los
dos principales ámbitos donde ocurre el
desarrollo integral de los niños en la primera
infancia. Estas son: el entorno familiar y el
entorno de cuidado y educación infantil. Este
modelo es especialmente relevante al analizar el
papel del acompañamiento familiar como un
componente esencial en la interacción y
complementariedad entre ambos espacios (ver
figura 1).
La mariposa de socialización dual no implica
duplicación de funciones entre el ámbito
familiar y el de cuidado infantil, sino que
subraya su carácter complementario. En el ala
familiar, las relaciones se caracterizan por una
mayor intimidad emocional y vínculos
estrechos entre el niño, los padres y los
hermanos. Por otro lado, en el ala del cuidado
infantil, el niño desarrolla interacciones con sus
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pares y el personal educativo, lo que amplía sus
experiencias sociales y fomenta su aprendizaje
en un contexto grupal.
En el centro del modelo se encuentra el niño
destinatario (N), que integra y procesa
activamente las experiencias y significados
provenientes de ambos ámbitos. Esta
perspectiva reconoce al niño como un actor
activo en su desarrollo, no solo como receptor
pasivo de cuidado y educación. Este punto
central enfatiza la importancia de adaptar los
procesos de aprendizaje y socialización a las
percepciones únicas del niño, alineándose con
un enfoque basado en la perspectiva infantil.
Figura 1. Mariposa de doble socialización
El acompañamiento familiar se convierte en un
puente que conecta las experiencias del niño en
ambos ámbitos. Este apoyo no solo intensifica
el lazo emocional en el hogar, sino que, además,
ayuda al niño a cambiar y bajar su
comportamiento y actitudes en deliberación al
cuidado infantil, como continuación y
sostenibilidad de su equipo de trabajo, enfatizan
factores determinados previamente
Los padres desempeñan un papel fundamental
como mediadores de significados, ayudando al
niño a interpretar y comprender las dinámicas
de ambos contextos. Por ejemplo, al conversar
con el niño sobre sus experiencias en el cuidado
infantil, los padres refuerzan el aprendizaje
adquirido y lo conectan con las vivencias
familiares, creando un sistema de apoyo
integral.
Principales aspectos modelos en el
acompañamiento familiar.
Cuidadores y Agentes socializadores
importantes
Los padres y cuidadores en ambos ámbitos
actúan como principales agentes de desarrollo y
socialización. El acompañamiento familiar es
clave para alinear los esfuerzos educativos entre
estos actores, asegurando que las necesidades
emocionales, sociales y cognitivas del niño sean
atendidas de manera consistente (Campos &
Granda, 2024). Tanto en las relaciones en el
hogar como en el cuidado infantil tienen un
impacto e influyen directamente en el niño. El
acompañamiento familiar ayuda y alienta estas
relaciones, ofreciendo un entorno tangible que
permite al niño sentirse seguro y poder
adaptarse en un entorno donde el niño pueda
explorar y construir sus conocimientos a través
de su propio aprendizaje.
Como resultado, el niño procesa e integra sus
conocimientos a través de la experiencia y así,
construir sus propios conocimientos; lo que le
permite comprender y poder resolver
problemas. Según Giberti (2005), la familia
actúa como un vector útil que facilita una
adaptación saludable y sin problemas entre el
hogar y el entorno de cuidado infantil. A través
del modelo mariposa se presenta como
herramienta de como los padres y cuidadores
pueden usar para desarrollar estrategias para
una comunicación eficiente en el ámbito de la
educación formal. Esto incluye en establecer
canales de comunicación bidireccionales entre
Ala familiar
Ala de cuidado infantil
N: niño
N: Niño
PPFF: Padres de familia
P: Personal
H: Hermanos
GP: Grupo de nuños
Relación
Relación
En la familia
En el cuidado del niño
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los padres y el personal educativo y desarrollar
actividades conjuntas que refuercen el
aprendizaje y el comportamiento del niño en
ambos contextos.
Este modelo de socialización dual de mariposa
no solo visualiza claramente los dos contextos
más importantes en el desarrollo infantil del
niño, sino que también hace hincapié en la
necesidad de un acompañamiento efectivo por
parte de la familia para que la experiencia en
ambos contextos sea complementaria y valiosa.
Sobre la base de la inclusión de las perspectivas
del niño y la inclusión de orientaciones para
cuidado y educación, ofrece una concepción
integral para maximizar la influencia relacional
en ambos contextos y respaldar un desarrollo
equilibrado y significativo para el niño.
La importancia del diálogo temprano en el
acompañamiento familiar
El desarrollo del proceso de cuidado en la
primera infancia depende en gran medida de la
capacidad del cuidador para percibir, interpretar
y responder a las señales expresivas del niño.
Barudy & Dantagnan (2010), manifiesta la
reiterada proyección de los cuidadores,
especialmente de los padres, de acciones y
expresiones de sus hijos, como significativas,
aun cuando estas no tengan articulación verbal.
Esta proyección es uno de los pilares en los que
se constituye la recíproca respuesta afectiva y el
desarrollo socio-emocional infantil. En este
sentido, en contextos de intervención, como los
proponen los niños en situaciones de desafío en
su desarrollo o en familias en situación de
vulnerabilidad, se debe reforzar el diálogo
afectivo temprano. Esto se traduce en:
Crear un entorno enriquecedor y seguro para
que los padres practiquen estas
interacciones.
Brindar apoyo profesional para fortalecer el
vínculo emocional en familias con
dificultades.
En caso de los niños que enfrentan retos y
conforman parte de una familia en situación de
vulnerabilidad; El diálogo afectivo es relevante
para el fortalecimiento de la personalidad. Es
necesario que: los entornos sean seguros y
educativos para que los padres puedan
adaptarlos para este tipo de interacciones.
La familia cumple un rol preponderante dentro
del desempeño escolar; el mismo que abarca
una parte fundamental en la sociedad puesto que
la misma es la base para formar una buena
educación en estos infantes, debe ser
direccionado desde los hogares para que ellos
rindan dentro de la escuela y también en todos
los ámbitos de la educación. Con el apoyo de la
de toda la familia y no solo de los padres podrán
tener un mejor desempeño escolar.
La familia debe cumplir la doble función: la de
reforzar los conceptos trabajados y desarrollar
habilidades y valores significativos en el ámbito
educativo y equilibrar los parámetros entre el
nivel real de desarrollo del niño y el desarrollo
potencial adquirido para solucionar problemas
de manera independiente y de manera
colaborativa. El diálogo temprano entre el
cuidador y el niño es un pilar del
acompañamiento familiar, que debe ser
apoyado y facilitado activamente en todos los
contextos. Esto asegura que el niño crezca en un
ambiente seguro y rodeado de interacciones
positivas que promuevan el desempeño
intelectual y su desarrollo integral.
El rol del acompañamiento en el proceso de
cuidado
El proceso de cuidado temprano es un diálogo
de este tipo. El diálogo se expresa de manera
emocional y comunicativa. Se lleva a cabo entre
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el niño y el cuidador. El diálogo implica no solo
dar respuesta a las necesidades del niño, sino
también interpretar correctamente las señales
expresivas del niño y ajustar las respuestas de
una manera dada y sintonizada. En esta etapa, el
diálogo puede verse afectado tanto por la actitud
del cuidador hacia las señales expresivas como
por su capacidad para interpretar la expresión
del niño. La actitud del cuidador hacia el niño y
su definición abren o cierran la relación del
cuidador con las señales expresivas de los
niños. Si el niño ya ha sido etiquetado por un
cuidador como “difícil” o “malcriado”, el juicio
puede verse comprometido y el proceso de
cuidado puede quedar restringido. Al perderse
estas señales y al negarse a aceptar el cuidador,
desaparece el diálogo emocional. El niño no
recibe la respuesta que necesita.
Por otro lado, cuando el cuidador reconoce una
expresión como una petición de cuidado, se
activa una respuesta empática y afectiva. Esta
reacción, descrita por de la Torre González
(2024) como una "respuesta complementaria
eficaz," es espontánea y directa, guiada por el
deseo de ayudar y cuidar. El proceso de cuidado
no termina cuando el cuidador responde; el
éxito del cuidado depende de cómo el niño
recibe y experimenta esta acción. La calidad de
la atención está determinada por la capacidad
del cuidador para adaptarse continuamente a las
necesidades del niño, ajustando su ritmo, tono y
comportamiento a las señales del niño.
En una interacción armoniosa, el cuidador se
adapta al estado emocional y las necesidades del
niño mediante:
Imitación: Reproduciendo sonidos o
movimientos del niño.
Exageración: Ampliando gestos o
expresiones para captar la atención del
niño.
Turnos: Respetando los tiempos de
respuesta del niño.
Ritmo: Reduciendo la velocidad para
facilitar la comprensión del intercambio.
El acompañamiento familiar es fundamental
para la personalización y maduración de los
hijos lo que implica presencia física real y
visible de los padres, el dialogo permanente por
lo cual los padres se sienten comprometido a
escuchar ver y oír sus necesidades, lo cual
implica un dialogo que se establece con el
acompañamiento. Una acción de cuidado mal
sincronizada puede ser contraproducente. Un
cuidador dominante o insensible que impone
sus iniciativas sin considerar el ritmo o las
necesidades del niño puede empeorar el estado
emocional del niño. Sus resultados podrían
afectar negativamente el desarrollo emocional
del niño y fomenta su confianza con quienes
están de mediadores o personas comprometidas
en el cuidado y la formación del niño.
El acompañamiento familiar ha sido y seguirá
siendo aún un baluarte en el proceso de
construcción y afianzamiento de formación de
individuos autónomos que el permitan
interactuar de manera activa en todos los
entornos y en especial el escolar, contribuir de
la mejorar forma en el rendimiento académico.
Algunas estrategias clave incluyen la
sensibilización que consiste en ayudar a los
padres y cuidadores a comprender la
importancia de interpretar correctamente las
señales del niño.
La capacitación y la orientación de expertos
profesionales en el área del desarrollo del niño
son importante porque permite usar estrategias
para la interacción y el desarrollo del niño. El
Apoyo emocional que provee orientación a los
cuidadores que enfrentan dificultades para
manejar el comportamiento del niño o
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interpretar sus expresiones. Finalmente, el
impulso de la empatía; centrado en las
necesidades y emociones del niño.
La atención temprana puede entenderse como
un proceso dialógico orientado a la perspectiva
del niño, en el que tanto el representante como
el niño contribuyen al resultado final la calidad
de la atención recibida. La atención temprana
podría entenderse como un proceso dialógico,
ladeado de la perspectiva del niño, en el que la
representante y el niño tienen su aporte al
resultado final, que es la calidad de la atención
que ha recibido.
Cuando ambas partes están en sintonía, se
construye una relación armoniosa que propicia
el desarrollo socioemocional y la confianza del
niño hacia el mundo (Montero Tenesaca &
Riera Cáceres, 2024). Por lo tanto, el
acompañamiento familiar no solamente debe
basarse en lo que necesita el niño ahora, sino
que busca construir un asociado cuidadoso y
respetuoso, que promueva su desarrollo integral
y lazos afectuosos. Lo anteriormente
mencionado se traduce en que cada interacción
que la representante tenga con el niño será una
oportunidad para motivar el bienestar y
crecimiento en un ambiente seguro y rico en
culturas.
Conclusiones
Una perspectiva orientada al niño es un
paradigma educativo y de cuidado que reconoce
al niño como un ser único, competente y activo
en la construcción de significados dentro de su
entorno. Este enfoque considera al niño no solo
como un aprendiz, sino como un participante
activo. Cada niño es visto como un ser único
con capacidades propias para interpretar su
mundo y participar activamente en su proceso
de aprendizaje. Esto implica reconocer su
individualidad y respetar sus perspectivas,
necesidades e iniciativas.
Lo cuidado y la educación en la primera
infancia son más procesos dinámicos y
colaborativos que productos finales. Estos
procesos están relacionados entre a través de
la interacción de las iniciativas de los niños y
los adultos. Tal educación es experimentada por
el niño en acciones durante las cuales adquiere
confianza en sus capacidades, autonomía y
medida de criticidad. La construcción de
relaciones confiables entre los niños mismos,
los educadores y maestros es un factor clave
para la participación activa del niño. Dichas
relaciones garantizan cierta seguridad para que
los niños puedan hablar sobre sus ideas,
emociones y puntos de vista sin sentir miedo.
La perspectiva orientada al niño subraya la
importancia del diálogo entre niños y adultos.
Los niños, después de todo, se incorporan como
socios en los procesos de aprendizaje. Los
diálogos son un medio para recopilar palabras y
para construir significados personales y
culturales. Los niños socializados participan en
dos abrigos principales: familia e instalaciones
de cuidado/educación. Las experiencias en
estos abrigos "se integran y se reinterpretan de
manera más continua por los niños para formar
la base de su desarrollo. Un enfoque orientado a
los niños garantiza que estas experiencias sean
coherentes a nivel del siglo XXI y las
necesidades y perspectivas de los niños;
emocionante y agradable.
Los maestros, padres de familia y
representantes legales deben recordar que los
niños no simplemente adquieren conocimiento,
sino que también lo construyen activamente a
través de la interacción con otros. En otras
palabras, los niños deben ser considerados en
los procesos de aprendizaje democrático y
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 1
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humanista. Sus ideas e iniciativas deben ser
consideradas. Al mismo tiempo, los padres y los
educadores deben responder de manera sensible
a la perspectiva del niño y ajustar las
interacciones con él de esa manera. Solo de esa
manera, el diálogo entre el educador y el
alumno será genuino y significativo en términos
del significado construido. Al mismo tiempo,
un entorno educativo que aprecie las ideas y
propuestas de los alumnos y respete sus
iniciativas ayudará a los niños a desarrollar
confianza en sus propias habilidades y en su
capacidad de influir en el mundo.
Tener una perspectiva orientada al niño no solo
transforma la atención y la educación de los
mismos, también promueve ideales humanistas
y democráticos. La perspectiva orientada al
niño enseña a los niños a participar activamente
en los procesos de toma de decisiones y a tener
empatía y respeto por los demás. Al hacerlo,
sienta las bases para la ciudadanía responsable.
Por lo tanto, un enfoque orientado al niño
redefine la atención y educación de la primera
infancia como un proceso relacional y dinámico
que coloca al niño en el centro de su propio
aprendizaje y desarrollo. Además, no se centra
solo en el desarrollo cognitivo y emocional de
un niño. En cambio, prepara al niño para ser un
participante en su comunidad y la vida cívica.
Un docente y cuidador debe trabajar en relación
con los niños para promover la creación de
confianza, creatividad y significado. Al hacerlo,
la educación y la atención son, en efecto,
experiencias de empoderamiento
transformadoras que honran y validan las
perspectivas únicas de todos los niños.
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