Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 1
Enero del 2025
Página 6
LA LECTURA CRÍTICA: UN ENFOQUE PARA CULTIVAR HABILIDADES DE
PENSAMIENTO CRÍTICO
CRITICAL READING: AN APPROACH TO CULTIVATING CRITICAL THINKING
SKILLS
Autores: ¹Pedro Fernando Tubay Pilay y ²Ana Isabel Frutos Garcés.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0002-0757-4042
²ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-0257-2910
¹E-mail de contacto: ptubayp@unemi.edu.ec
²E-mail de contacto: afrutosg@unemi.edu.ec
Afiliación: ¹*²*Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador).
Articulo recibido: 27 de Octubre del 2024
Articulo revisado: 1 de Noviembre del 2024
Articulo aprobado: 27 de Diciembre del 2024
1
Licenciado en Ciencias de la Educación mención Lengua y Literatura graduado de la Universidad Técnica Particular de Loja, (Ecuador).
Posee una maestría en Educación mención Pedagogía otorgado por la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil, (Ecuador).
Instructor de actividades de Capacitación Competencias Digitales para la Docencia y de Formación de Formadores. En la actualidad es
docente del Instituto Técnico Superior Lemas de la ciudad de Guayaquil (Ecuador).
2
Licenciada en Ciencia de la Educación especialidad Supervisión y Administración Educativa graduada de la Universidad Estatal de
Bolívar, (Ecuador). Profesora en Literatura y Castellano. En la actualidad es Rectora de la Unidad Educativa FAE2 de la Ciudad de
Guayaquil, (Ecuador).
Resumen
Este estudio aborda las problemáticas que
enfrentan los estudiantes de tercero de
bachillerato en la adquisición de habilidades de
lectura comprensiva crítica y destaca su
importancia. Con un enfoque mixto, combina
la utilización de instrumentos cuantitativos
como el test de diagnóstico y la rúbrica de
evaluación, con un análisis cualitativo de las
percepciones y prácticas pedagógicas de los
docentes. El objetivo es identificar y proponer
barreras y, establecer propuestas que integren
la lectura crítica como parte esencial de las
habilidades lectoras. El Ministerio de
Educación ha implementado estrategias y
actividades para promover la lectura crítica. Sin
embargo, las actividades realizadas en el aula
siguen centradas en la memorización y en la
lectura denotativa y connotativa, dejando de
lado la lectura inferencial, crítica y valorativa.
Todo ello se ve reflejado en los bajos puntajes
en las pruebas de ingreso a la universidad y la
poca capacidad de análisis a fondo de los
estudiantes. En el estudio, se puede observar
que existen diferencias significativas en las
estrategias pedagógicas impartidas, lo cual
afecta el desarrollo de habilidades críticas. Con
esta investigación, se demuestra la importancia
de revitalizar y fortalecer sus competencias en
la materia, tales como análisis, interpretación o
reflexión, para lograr un pensamiento crítico.
Asimismo, estas competencias no solo afectan
el rendimiento académico, sino también el
crecimiento de los estudiantes como individuos
y profesionales jóvenes. Finalmente, los
resultados del estudio muestran la urgencia de
reformar las técnicas pedagógicas y aplicar un
enfoque más integrado e inclusivo del
aprendizaje en las aulas.
Palabras clave: Lectura crítica,
Comprensión lectora, Estrategias
pedagógicas, Pensamiento crítico, Currículo
educativo.
Abstract
This study addresses the problems faced by
third-year high school students in acquiring
critical reading skills and highlights their
importance. With a mixed approach, it
combines the use of quantitative instruments
such as the diagnostic test and the evaluation
rubric, with a qualitative analysis of the
perceptions and pedagogical practices of
teachers. The objective is to identify and
propose barriers and establish proposals that
integrate critical reading as an essential part of
reading skills. The Ministry of Education has
implemented strategies and activities to
promote critical reading. However, the
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activities carried out in the classroom continue
to focus on memorization and denotative and
connotative reading, leaving aside inferential,
critical and evaluative reading. All of this is
reflected in the low scores on university
entrance exams and the students' limited
capacity for in-depth analysis. In the study, it
can be observed that there are significant
differences in the pedagogical strategies taught,
which affect the development of critical skills.
This research demonstrates the importance of
revitalizing and strengthening subject-matter
skills, such as analysis, interpretation, or
reflection, in order to achieve critical thinking.
Furthermore, these skills not only affect
academic performance, but also the growth of
students as individuals and young
professionals. Finally, the results of the study
show the urgency of reforming pedagogical
techniques and applying a more integrated and
inclusive approach to learning in the classroom.
Keywords: Critical reading, Reading
comprehension, Teaching strategies,
Critical thinking, Educational curriculum.
Resumo
Este estudo aborda os problemas que os alunos
do terceiro grau de bachillerato enfrentam na
aquisição de habilidades de ensino,
compreendendo a crítica e destacando sua
importância. Com uma abordagem mista,
combina a utilização de instrumentos
cuantitativos como o teste de diagnóstico e a
rubrica de avaliação, com uma análise
qualitativa das percepções e práticas
pedagógicas dos docentes. O objetivo é
identificar e propor barreiras e estabelecer
propostas que integrem a palestra crítica como
parte essencial das habilidades de leitura. O
Ministério da Educação implementou
estratégias e atividades para promover a
palestra crítica. Sem embargo, as atividades
realizadas na aula seguem centradas na
memorização e na palestra denotativa e
conotativa, deixando de lado a palestra
inferencial, crítica e valorativa. Todo ele foi
refletido nos baixos pontos nas tentativas de
ingresso na universidade e na capacidade de
análise no fundo dos estudantes. No estudo,
você pode observar que existem diferenças
significativas nas estratégias pedagógicas
transmitidas, o que afeta o desenvolvimento de
habilidades críticas. Com esta investigação, é
demonstrada a importância de revitalizar e
fortalecer suas competências na matéria,
histórias como análise, interpretação ou
reflexão, para lograr um pensamento crítico.
Sim, essas competências não afetam apenas o
desempenho acadêmico, mas também o
crescimento de estudantes como indivíduos e
profissionais jovens. Finalmente, os resultados
do estúdio mostram a urgência de reformar as
técnicas pedagógicas e aplicar uma abordagem
mais integrada e inclusiva da aprendizagem nas
aulas.
Palavras-chave: Lectura crítica,
Comprensión lectora, Estratégias
pedagógicas, Pensamento crítico, Currículo
educativo.
Introducción
La comprensión lectora es una de las
habilidades lingüísticas que el sistema
educativo ecuatoriano debe desarrollar
prioritariamente, dado que es fundamental para
el éxito académico de los estudiantes y está
estrechamente relacionada con su capacidad de
leer eficientemente. Un bajo nivel de
comprensión lectora puede llevar a dificultades
de aprendizaje e, incluso, al fracaso académico.
Sin embargo, los docentes suelen enfocarse más
en la comprensión básica y la fluidez, dejando
de lado las habilidades de lectura crítica. Esto
representa un desafío, ya que las habilidades de
lectura crítica son esenciales para formar
lectores analíticos, necesarios tanto en la vida
académica como en la vida laboral. Cuando los
estudiantes egresan del sistema educativo, ya
sea para continuar sus estudios o para trabajar,
enfrentarán retos similares en los que el
pensamiento crítico será una competencia
clave.
Por tanto, es crucial que los docentes integren la
enseñanza de la lectura crítica, ya que esta
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habilidad puede ser un recurso fundamental
para el éxito de los estudiantes en niveles
superiores de educación y en la vida
profesional. Para lograr que los estudiantes se
conviertan en lectores críticos, es necesario
introducirlos en un conjunto de habilidades que
incluya la lectura crítica, estrategias de lectura y
habilidades metacognitivas. Es fundamental
comprender estos conceptos teóricos y su
importancia para ayudar a los estudiantes a
desarrollar estas capacidades.
El objetivo final es establecer la relación entre
estas habilidades lectoras y la formación de
lectores críticos, de modo que los estudiantes no
solo mejoren en la escuela, sino que también
estén mejor preparados para afrontar los
desafíos de la vida. La discusión incluye la
revisión de estudios previos que han
demostrado la importancia de enseñar lectura
crítica y los efectos negativos de no fomentar
este tipo de lectura en los estudiantes.
Desarrollo
Importancia de enseñar habilidades de
lectura crítica.
De acuerdo con Chiquillo Pineda et al. (2019),
el pensamiento crítico implica examinar la
validez de lo que se lee, tomando en cuenta el
conocimiento y la comprensión que el lector
tiene del mundo (p.12). Su función principal es
establecer si el contenido es verdadero y aceptar
su aplicación práctica. Este tipo de pensamiento
integra un conjunto de habilidades intelectuales
avanzadas y complejas, tales como el análisis,
la síntesis, la conceptualización, la gestión de la
información, el pensamiento sistémico, la
investigación y la metacognición.
Una de las categorías de habilidades lectoras es
la lectura crítica, la cual ayuda a los estudiantes
a analizar, sintetizar y evaluar los textos. Al
enseñar habilidades de lectura crítica, los
docentes también motivan a los estudiantes a
identificar relaciones de causa y efecto, realizar
comparaciones dentro del texto o adoptar una
perspectiva crítica. Es decir, enseñar
habilidades de lectura crítica fomenta el
desarrollo del pensamiento crítico en los
estudiantes, ya que la lectura crítica precede al
desarrollo de un pensamiento crítico completo.
Enseñar habilidades de lectura crítica a los
estudiantes fomenta el desarrollo del
pensamiento crítico. Esto significa que, para
pensar críticamente sobre un texto, los
estudiantes deben comprenderlo
completamente, lo que implica analizar,
sintetizar y evaluar su contenido. Solo así
estarán en condiciones de aceptar o rechazar
ideas, estar de acuerdo o en desacuerdo con los
temas abordados y, lo más importante, tendrán
claras las razones de sus posturas.
La enseñanza de estas habilidades de lectura
crítica va más allá de la simple decodificación
de palabras; implica que los estudiantes usen el
contexto y su conocimiento previo para lograr
una comprensión profunda del contenido,
desarrollando la habilidad lectora de manera
fluida y eficaz. Aunque la mayoría de los
estudiantes pueden leer, muchos encuentran
difícil interpretar el texto de manera crítica,
como leer entre neas o captar un significado
profundo. Aquellos que desarrollan una sólida
comprensión lectora pueden aplicar estas
habilidades en cualquier materia,
permitiéndoles no solo entender sino también
analizar cualquier contenido.
Ayuso Collantes (2020) destaca tres razones
principales para leer: supervivencia,
aprendizaje y disfrute personal. La lectura para
la supervivencia proporciona acceso a
información esencial en la vida diaria, desde
instrucciones y señales de advertencia hasta
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normas de seguridad y guías de salud, ayudando
a tomar decisiones informadas que afectan el
bienestar. Leer para aprender nos abre el
conocimiento en diversas áreas, desde textos
académicos hasta investigaciones científicas,
desarrollando nuestro pensamiento crítico y
expandiendo nuestra perspectiva intelectual.
Finalmente, leer por placer nos ofrece una
fuente de entretenimiento y escape,
permitiéndonos explorar otros mundos y
realidades, cultivando la empatía y
enriqueciendo la imaginación, al tiempo que
reduce el estrés y contribuye al bienestar
emocional y al crecimiento personal.
Para que la enseñanza de la lectura sea
significativa, es importante comprender las
razones personales que motivan a los
estudiantes a leer. Al enfocar la lectura en el
aprendizaje, es necesario evitar actividades que
carecen de relación con hechos o ideas
relevantes. Un ejemplo de este tipo de actividad
es la lectura en voz alta, que, según Aguirre-
Aguilar (2024), a menudo cumple solo una
función de exhibición en lugar de evidenciar
aprendizaje o reflexión. Sin embargo, esta
práctica es común en muchas aulas, donde no se
emplean habilidades de lectura crítica, ya que
este tipo de actividad requiere poca
comprensión del contenido por parte de los
estudiantes. Por lo tanto, minimizar actividades
de este tipo en las clases de lectura es
fundamental si se busca desarrollar habilidades
de lectura crítica en los estudiantes.
La deficiencia en el sistema educativo para
enseñar la expresión oral y escrita se evidencia
en los trabajos, redacciones y ensayos de los
estudiantes (Villacrés & García, 2017, p. 2),
donde frecuentemente surgen errores similares
a los observados en textos producidos por
alumnos de educación básica media. Este
problema suele estar relacionado con la falta de
énfasis de los docentes en enseñar a los
estudiantes a construir significado a partir de los
textos que leen, un aspecto crucial para
desarrollar habilidades de lectura crítica. Esta
dimensión del aprendizaje ha sido, sin embargo,
descuidada en las clases de lectura. Por lo tanto,
es fundamental que los estudiantes comprendan
que pueden generar múltiples interpretaciones y
reflexiones a partir de cualquier texto. Esto no
solo fomentará el pensamiento crítico, sino que
también les permitirá evaluar y sintetizar la
información leída con mayor profundidad.
La relación entre la lectura comprensiva y la
lectura crítica
La lectura comprensiva es esencial para
desarrollar la lectura crítica, ya que permite a
los estudiantes captar el contenido básico, el
contexto y la estructura del texto. Comprender
un texto implica no solo reconocer el
significado literal de las palabras, sino también
identificar ideas principales y secundarias, así
como establecer relaciones entre diferentes
partes del contenido. Una comprensión sólida
proporciona la base para un análisis más
profundo y crítico. Por otro lado, la lectura
crítica implica ir más allá de esta comprensión
inicial. Supone cuestionar, analizar y evaluar la
información presentada, considerando tanto el
propósito del autor como los argumentos y las
posibles interpretaciones. Esta habilidad
permite que los lectores formen opiniones
informadas y no solo asuman la información de
manera pasiva.
La lectura comprensiva, por lo tanto, es un paso
previo y necesario para el desarrollo de
habilidades de lectura crítica. Sin una
comprensión clara, resulta difícil que los
estudiantes analicen o cuestionen el texto de
manera efectiva. Al combinar ambas
habilidades, los estudiantes pueden abordar los
textos de manera más reflexiva y significativa,
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promoviendo un aprendizaje más profundo y
una mayor independencia en su proceso
educativo.
Sin embargo, los estudiantes suelen enfrentar
dificultades en la interpretación de textos, lo
que afecta su capacidad para desarrollar escritos
académicos sólidos. La falta de hábito de
lectura dificulta que los estudiantes identifiquen
ideas principales, lo que, a su vez, reduce la
calidad de sus redacciones académicas y su
habilidad para jerarquizar y comprender
conceptos fundamentales. Según Insirillo,
González y Adem (2010), la identificación de la
idea central es crucial, ya que su análisis
contribuye a la evaluación de la comprensión
lectora, al reflejar la capacidad de jerarquizar y
elaborar conceptualmente la información. de
información y relación entre conceptos
relevantes presentes en la macroestructura del
texto.
La lectura crítica como estrategia para el
desarrollo del pensamiento crítico.
Letseka y Zireva (2013), citando a Dewey
(2001), describen el pensamiento crítico como
un método de aprendizaje inteligente que
estimula y premia la mente. Es una habilidad
cognitiva de alto nivel que implica evaluar
argumentos y realizar juicios conscientes y
autorregulados que llevan a la interpretación, el
análisis, la evaluación y la inferencia. Se
considera una práctica disciplinada que
representa el pensamiento de mayor calidad que
una persona puede aplicar en cualquier
contexto.
Además, el pensamiento crítico es fundamental
para el aprendizaje, el desarrollo cognitivo y la
búsqueda efectiva de información. Su
desarrollo es un proceso gradual que demanda
esfuerzo constante; alcanzar un alto nivel de
pensamiento crítico no es algo que se logre con
un solo curso introductorio. Por ello,
convertirse en un pensador crítico requiere un
periodo extenso y continuo de práctica y
desarrollo.
Arancibia Carvajal et al. (2022) destacan que
las habilidades asociadas al pensamiento
crítico, frecuentemente mencionadas en los
libros de texto sobre el tema, son similares, y en
ocasiones idénticas, a las habilidades descritas
en textos dedicados a la lectura crítica (p. 587).
Por ejemplo, capacidades como la de evitar
juicios prematuros hasta recopilar pruebas
suficientes, cuestionar ideas, mantener una
actitud flexible, hacer inferencias, prever
resultados y reconocer sesgos, son habilidades
que aparecen tanto en textos sobre pensamiento
crítico como en manuales de lectura crítica. Así,
el pensamiento crítico, basado en el
razonamiento, es el proceso mediante el cual el
lector analiza las interpretaciones posibles,
identificando cuáles son coherentes con la
evidencia textual y su conocimiento previo.
Materiales y métodos
El presente estudio se realizó bajo un enfoque
cualitativo, empleando un test de diagnóstico
creado para medir los niveles de comprensión
lectora en los estudiantes de primero de
bachillerato de la Unidad Educativa FAE2 en la
ciudad de Guayaquil. La muestra contó con una
selección de 25 estudiantes, quienes
completaron el test en una base voluntaria. Para
la evaluación, se elaboró una rúbrica que se
basó en los cinco indicadores: comprensión
literal, organización de la información, lectura
inferencial, lectura crítica y apreciación lectora.
En relación con los ítems del test, cada sección
fue construida de acuerdo con los indicadores
mencionados. Respecto al primer ítem, la
comprensión literal fue probada a través de un
pasaje del texto: los estudiantes tuvieron que
nombrar los fragmentos descritos
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adecuadamente, identificar y ubicar con
precisión detalles como nombres, personajes,
tiempos y las relaciones de causa y efecto.
Además, tuvieron que identificar la idea
principal y las secundarias.
El segundo ítem, relacionado a la organización
de la información, los estudiantes tuvieron que
clasificar y priorizar la información presentada
en un esquema, un gráfico en el que se organiza
de una manera específica. En el tercer ítem,
enfocado a la lectura inferencial, los estudiantes
tuvieron que hacer hipótesis sobre la base de la
información implícita. En otras palabras, emitir
conclusiones sobre los personajes, el entorno o
el evento, sin mirar directamente el pasaje del
texto.
El tercer ítem se refiere a la lectura crítica: los
estudiantes sintetizan que los puntos de vista
emitidos deben ser considerados, argumentando
la realidad, la fantasía y los valores éticos. El
quinto ítem consiste en la apreciación lectora.
En esta se evalúa la capacitad que tienen los
estudiantes para interpretar características
textuales como la ironía, el humor o doble
sentido; implícitos en algunas de las
características textuales y lo que influye en su
contenido.
Este diseño permitió evaluar las competencias
lectoras de manera integral, destacando las
fortalezas y áreas de mejora en cada indicador,
según lo especificado en la rúbrica de
evaluación (ver Tabla 1).
Test de diagnóstico
Para medir los resultados de la evaluación, es
fundamental analizar el rendimiento de los
estudiantes en el desarrollo del pensamiento
crítico mediante la lectura crítica. Este
instrumento de evaluación se diseñó para
fortalecer en los estudiantes habilidades como
la identificación de detalles implícitos, la
jerarquización de información, la identificación
de la idea central y las ideas secundarias, la
distinción entre personajes principales y
secundarios, la elaboración de cuadros
comparativos y lluvias de ideas, la crítica
investigativa y el establecimiento de relaciones
de causa y efecto en el contenido implícito y
explícito. Estas actividades, orientadas a
fomentar el interés en la lectura, convierten el
aprendizaje en una experiencia atractiva y
significativa.
La función de la evaluación consiste en
identificar problemas académicos de manera
anticipada, fomentando en los estudiantes una
actitud de mejora continua, investigación
constante y actualización de conocimientos.
Con este fin, se empleó la rúbrica como una
herramienta evaluativa aplicada a la muestra de
estudiantes. La rúbrica fue desarrollada en
forma de plantilla que incluye criterios de
evaluación específicos (véase tabla 1), con el
objetivo de optimizar los resultados y alcanzar
los objetivos educativos planteados.
Escala de puntuación y niveles
16-20 puntos: Nivel Avanzado
El estudiante demuestra un dominio
sobresaliente en la comprensión lectora,
aplicando habilidades críticas y organizativas
con claridad y precisión.
11-15 puntos: Nivel Intermedio
El estudiante evidencia un nivel adecuado de
comprensión lectora, aunque persisten ciertas
dificultades en el análisis y organización de
ideas.
6-10 puntos: Nivel Básico
El estudiante presenta problemas significativos
en la comprensión y el análisis de textos,
mostrando limitaciones en la aplicación de
habilidades críticas y organizativas.
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0-5 puntos: Nivel Insuficiente
El estudiante no logra demostrar habilidades
básicas de comprensión lectora, análisis crítico
ni organización textual, requiriendo apoyo
intenso.
Tabla1 Niveles de comprensión de lectura
Nivel de
Comprensión
Siempre (4)
Casi Siempre (3)
En ocasiones (2)
Nunca (1)
Comprensión
Literal
Identifica y ubica con precisión
detalles como nombres, personajes,
lugares, tiempos, ideas principales y
secundarias; y relaciones de causa y
efecto; recuerda hechos, tópicos y
lugares.
Reconoce y ubica algunos
detalles; tiene dificultades
para identificar ideas
secundarias y establecer
relaciones causa-efecto.
Reconoce algunos
detalles, pero tiene
problemas para ubicarlos;
confunde personajes y
relaciones causa-efecto.
Confunde ideas secundarias
con las principales; tiene
relaciones causa-efecto;
presenta dificultad para
entender los personajes.
Organización
de la
Información
Organiza ideas e información
mediante clasificación y
categorización; resume de manera
exacta y especifica el tema.
Realiza un resumen, pero
omite detalles importantes.
La organización de ideas
es confusa, aunque el
mensaje general es
comprensible.
No organiza ideas de manera
coherente; el mensaje no
corresponde al contenido
original.
Lectura
Inferencial
Hace inferencias y extrae detalles
no explícitos, usando ideas e
información no explícita como pista
para comprender características,
lugares y temáticas.
Puede emitir conclusiones
adecuadas, aunque la
información no explícita
con apoyo del docente.
Realiza conclusiones con
poca coherencia y sin
relación con los
personajes.
Copia fragmentos del texto sin
ningún razonamiento
adecuadamente
cuestionamiento.
Lectura Crítica
Realiza juicios fundamentados con
base en realidad, valores y ética.
Realiza juicios, aunque
estos pueden ser
predecibles.
Emite juicios, pero su
análisis es superficial.
No emite juicios de valor
sobre el contenido.
Apreciación
Lectora
Mantiene una actitud objetiva y
crítica ante el texto, comprende la
relevancia del contenido y muestra
sentido de humor o doble sentido.
Razonamiento adecuado,
aunque tiene dificultades
para reflexionar con ironía
o humor.
Con ayuda, logra entender
el sentido contextual.
No razona de manera objetiva
las características importantes
o complejas.
Fuente: Elaboración propia.
Encuesta a docentes
El cuestionario exploró cuatro áreas de enfoque
principales: las prácticas pedagógicas, incluidas
las estrategias y los recursos utilizados para
enseñar la lectura crítica. La evaluación y la
retroalimentación como herramientas
específicas y retroalimentación de los
estudiantes. La capacitación y la actualización
docente. Esta consiste en el acceso a la
formación en estrategias de enseñanza de la
lectura crítica; y la percepción del currículo.
A partir de este análisis, los datos
proporcionarán una idea general de la cantidad
de veces que los maestros incluyen actividades
de lectura crítica en sus clases. Las herramientas
de evaluación que utilizan; el nivel de dificultad
percibido en los alumnos por parte de los
docentes a la hora de analizar críticamente los
textos; y las necesidades para diseñar
instrumentos de intervención para fortalecer la
enseñanza de la lectura crítica en el aula.
Resultados
En este apartado se presentan los resultados
obtenidos a través de un test diagnóstico,
evaluado mediante un gráfico basado en una
rúbrica, con el objetivo de medir el desarrollo
de la lectura crítica en 25 estudiantes de tercer
año de bachillerato (Tabla 1).
Los datos reflejan cómo los participantes se
distribuyen en diferentes niveles de
comprensión lectora: Comprensión Literal,
Organización de la Información, Lectura
Inferencial, Lectura Crítica y Apreciación
Lectora. Observamos que la mayoría de las
respuestas se encuentran en las categorías de
"En ocasiones" y "Nunca," lo que sugiere que,
en promedio, los participantes no alcanzan
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frecuentemente los niveles más altos en estas
áreas de comprensión lectora.
Tabla 1: Distribución de los participantes por
niveles de comprensión lectora (porcentajes).
Nivel de
Comprensión
Casi
Siempre
(%)
En
Ocasiones
(%)
Nunca
(%)
Comprensión
Literal
20
52
16
Organización
de la
Información
14
60
14
Lectura
Inferencial
24
48
16
Lectura Crítica
16
28
48
Apreciación
Lectora
16
28
48
Fuente: Elaboración propia
Para la Comprensión Literal, El 52% de los
estudiantes demostró utilizar este nivel de
comprensión en ocasiones, mientras que el 20%
emplea con frecuencia. Por otro lado, el 12 por
ciento de los estudiantes mostun desempeño
constante, mientras que el 16 por ciento
demuestra no aplicarlo en absoluto. Esto sugiere
que algunos estudiantes tienen dificultades para
comprender el contenido de manera literal o
solo aplican este nivel en ciertos contextos.
En el nivel de Organización de la Información,
destaca la categoría "En ocasiones" (60%) como
la más seleccionada. Esto sugiere que los
participantes no siempre organizan eficazmente
la información que leen, lo que podría impactar
negativamente en su comprensión general. Este
hallazgo podría estar relacionado con la falta de
estrategias de organización en la lectura o un
posible desinterés en estructurar la información
de forma activa.
La Lectura Inferencial muestra que el 48% de
los estudiantes utiliza esta habilidad en
ocasiones, mientras que el 24% lo hace casi
siempre. Un 16% indicó nunca, y solo el 12%
señaló emplearla siempre. Aunque algunos
participantes demuestran la capacidad de hacer
inferencias a partir del texto, la variabilidad en
las respuestas refleja una falta de consistencia
en el desarrollo de esta habilidad. La presencia
de un 16% que responde nunca sugiere que un
grupo significativo de estudiantes enfrenta
dificultades en este nivel, posiblemente debido
a la falta de práctica o al desconocimiento de
estrategias adecuadas para realizar inferencias.
Estos resultados destacan la necesidad de
fortalecer la enseñanza de cnicas
inferenciales, asegurando que los estudiantes
puedan aplicarlas de manera más consistente y
efectiva.
La Lectura Crítica tiene una tendencia
preocupante: el 48% de los participantes
respondió nunca, lo que sugiere que es un área
en la que presentan menor habilidad o
frecuencia de uso. Solo el 8% indicó siempre, y
el 16% mostraron con frecuencia, mientras que
el 28% respondió en ocasiones. Estos resultados
reflejan una carencia significativa de
habilidades de pensamiento crítico entre los
estudiantes, destacando la necesidad de
fortalecer programas educativos en este
aspecto. En cuanto a la Apreciación Lectora y,
de manera similar a la Lectura Crítica, el 48%
de los participantes señaló que nunca desarrolla
este nivel, mientras que el 28% lo hace en
ocasiones. Las categorías siempre y casi
siempre representan un 8% y un 16%,
respectivamente. Esto puede indicar una
dificultad o falta de interés en valorar y apreciar
los textos en un sentido más amplio.
En todas las dimensiones analizadas,
predominan las respuestas en las categorías de
"En ocasiones" y "Nunca," lo que refleja una
comprensión lectora predominantemente
superficial. Estos hallazgos subrayan la
necesidad de implementar estrategias
pedagógicas más efectivas para fortalecer
habilidades críticas y reflexivas en los
estudiantes.
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Tabla 3: Resultados de la encuesta sobre percepción docente de la lectura crítica (porcentajes)
Aspecto Evaluado
Siempre
(%)
Casi Siempre
(%)
En Ocasiones
(%)
Nunca
(%)
Inclusión de actividades de lectura crítica en planes de clase
0
11.1
55.6
33.3
Percepción de que los estudiantes enfrentan dificultades para realizar análisis críticos
77.8
0
0
22.2
Uso de rúbricas para medir habilidades de lectura crítica
22.2
22.2
33.3
22.2
Incorporación de preguntas que promuevan el análisis e inferencia
11.1
22.2
44.4
22.2
Percepción de los estudiantes sobre la importancia de la lectura crítica
11.1
11.1
22.2
55.6
Provisión de retroalimentación a los estudiantes
22.2
22.2
33.3
22.2
Uso de recursos complementarios para fomentar la lectura crítica
33.3
44.4
22.2
0
Formación docente en estrategias para fomentar la lectura crítica
0
0
33.3
66.7
Currículo que fomente habilidades de lectura crítica
0
22.2
33.3
44.4
Aplicación de habilidades de lectura crítica en otros contextos
0
11.1
44.4
44.4
Fuente: Elaboración propia
En la tabla 3, se presentan los resultados de una
encuesta realizada a 9 docentes, cuyo objetivo
fue evaluar su percepción y relacionar con los
niveles de comprensión lectora y las prácticas
relacionadas con la lectura crítica en sus
estudiantes. Además, se busca establecer
vínculos con una rúbrica diseñada para analizar
estos niveles de comprensión, destacando las
prácticas y áreas de mejora. La encuesta incluye
10 preguntas que exploran distintos aspectos
clave, tales como la incorporación de estrategias
de lectura crítica en el aula, la percepción
docente sobre la importancia de estas
habilidades para el desarrollo académico de los
estudiantes, y el nivel de preparación
profesional de los docentes para fomentar
dichas competencias.
Las respuestas se clasificaron en cuatro
categorías: Siempre, Casi siempre, En
ocasiones y Nunca. Estos resultados se
representan gráficamente, permitiendo una
visualización clara de las tendencias y áreas de
oportunidad en la enseñanza de habilidades
críticas. A continuación, se presenta un análisis
detallado de los principales hallazgos.
La tabla 3 muestra los resultados de la encuesta
realizada a 9 docentes, expresados en
porcentajes. Este enfoque permite visualizar
claramente la distribución relativa de las
respuestas para cada una de las 10 preguntas. A
continuación, se presenta el análisis detallado:
En cuanto a la inclusión de actividades de
lectura crítica en los planes de clase, el 55.6%
de los docentes afirmó hacerlo en ocasiones,
mientras que el 33.3% indicó nunca y solo el
11.1% respondió casi siempre. Estos resultados
evidencian que la lectura crítica no se incorpora
de manera sistemática en la planificación
docente. Por otro lado, una mayoría abrumadora
de docentes (77.8%) considera que sus
estudiantes siempre enfrentan dificultades para
realizar análisis críticos. Esto refleja una
percepción ampliamente compartida de que el
análisis crítico representa un desafío
significativo para los estudiantes.
En cuanto al uso de rúbricas para medir
habilidades de lectura crítica, el 33.3% de los
docentes indicó utilizarlas en ocasiones,
mientras que un 22.2% afirmó hacerlo siempre
o casi siempre, respectivamente. Sin embargo,
otro 22.2% señaló que nunca emplea rúbricas,
lo que sugiere que estas herramientas no son
ampliamente utilizadas en la práctica docente.
Asimismo, es relevante destacar que no todos
los docentes incorporan preguntas que
promuevan el análisis e inferencia. Según el
gráfico, el 44.4% respondió que lo hace en
ocasiones, seguido de un 22.2% que indicó casi
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siempre y otro 22.2% que mencionó nunca.
Solo el 11.1% afirmó hacerlo siempre, lo que
evidencia un uso limitado de estrategias
pedagógicas diseñadas para fomentar el
pensamiento crítico en los estudiantes.
La percepción sobre si los estudiantes
comprenden la importancia de la lectura crítica
es predominantemente negativa. Un 55.6% de
los docentes considera que los estudiantes
nunca valoran esta habilidad, mientras que solo
un 22.2% lo observa en ocasiones, y un 11.1%
indicó siempre o casi siempre, respectivamente.
En cuanto a la retroalimentación, el 33.3% de
los docentes mencionó proporcionarla en
ocasiones, mientras que un 22.2% señaló
hacerlo siempre o casi siempre. No obstante,
otro 22.2% afirque nunca ofrece este tipo de
apoyo, evidenciando una práctica desigual en el
acompañamiento a los estudiantes.
En relación con los recursos complementarios
para fomentar la lectura crítica, los resultados
son alentadores: el 44.4% de los docentes
afirmó utilizarlos casi siempre, mientras que el
33.3% indicó hacerlo siempre. Solo un 22.2%
mencionó que los emplea en ocasiones, y
ningún docente reportó nunca utilizarlos, lo que
refleja un esfuerzo significativo en este aspecto.
Por otro lado, uno de los hallazgos más
preocupantes de esta encuesta es la falta de
formación docente en estrategias para fomentar
la lectura crítica en los estudiantes. El 66.7% de
los docentes señaló que nunca recibe
capacitación, y el 33.3% indicó que lo hace en
ocasiones. Ninguno de los encuestados afirmó
recibir formación de manera siempre o casi
siempre, lo que evidencia una importante
carencia en el desarrollo profesional para
fortalecer estas competencias.
Se expone que el 44.4% de los docentes
considera que el currículo nunca fomenta
habilidades de lectura crítica, mientras que un
33.3% cree que esto ocurre en ocasiones y solo
un 22.2% señaló casi siempre. Estos resultados
reflejan una percepción generalizada de
insuficiencia en el diseño curricular para
promover estas competencias. Asimismo, se
consultó a los docentes sobre la aplicación de
habilidades de lectura crítica en otros contextos.
Los resultados muestran una tendencia similar a
la percepción del currículo: el 44.4% indicó que
estas habilidades nunca se transfieren, mientras
que otro 44.4% señaló que esto ocurre en
ocasiones. Solo un 11.1% respondió casi
siempre, lo que evidencia que estas
competencias no son llevadas a otros escenarios
de forma consistente.
Discusión de los resultados
Los resultados de esta investigación señalan
desafíos significativos en el desarrollo de
habilidades avanzadas de comprensión lectora y
pensamiento crítico. Si bien algunos niveles
básicos, como la comprensión literal, son más
comunes entre los estudiantes, los niveles más
avanzados, como la lectura crítica, la inferencia
y la apreciación lectora, muestran una notable
falta de consistencia en su aplicación. El
análisis estadístico de nuestros datos indica que
solo un porcentaje limitado de nuestros
participantes logra desempeñarse
correctamente en estos niveles avanzados, lo
que sugiere una desconexión entre las prácticas
educativas y el desarrollo total de los
estudiantes en competencias críticas y
reflexivas.
Por ejemplo, el 52% de los estudiantes reporta
que solo usa habilidades de comprensión literal
“ocasionalmente”, pero esta proporción
disminuye sustancialmente en el caso de la
lectura crítica y la inferencia: el 3% pone de
manifiesto un dominio constante en estas áreas
a través de nuestros datos. Esta investigación se
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ve respaldada por las respuestas de los
educadores en nuestro cuestionario.
Si bien los profesores afirman que se dedican a
actividades orientadas al análisis y la reflexión
crítica, también reconocen que estos esfuerzos
no son sostenidos y probablemente se deban a
la falta de estrategias pedagógicas específicas o
herramientas de evaluación.
Los resultados también indican que la falta de
coherencia en los currículos, junto con la falta
de oportunidades para la capacitación docente
en materia de estrategias para la enseñanza de la
lectura crítica, afecta negativamente la
capacidad de los estudiantes para desarrollar
competencias más avanzadas. Esto subraya la
importancia de trabajar con intervenciones más
efectivas que fomenten el desarrollo integral del
pensamiento crítico, incluidos los currículos y
herramientas específicas de evaluación
mediante la formación docente.
El 66.7% de los docentes señaló no haber
recibido formación en estrategias de enseñanza
para fomentar la lectura crítica, lo que dificulta
la implementación de prácticas que promuevan
habilidades analíticas y evaluativas en el aula.
Asimismo, el currículo actual es percibido
como insuficiente, ya que el 44.4% de los
docentes considera que no fomenta estas
competencias, lo que refuerza la necesidad de
una reforma estructural.
Sin embargo, se destacan esfuerzos positivos,
como el uso de recursos complementarios
(44.4% casi siempre), que pueden ser una base
para integrar estrategias más sistemáticas. Pese
a esto, las habilidades críticas no se transfieren
de manera efectiva a otros contextos
académicos, lo que refleja que estas
competencias no están suficientemente
consolidadas.
El pensamiento crítico es un componente
esencial para el desarrollo académico y personal
de los estudiantes. Este proceso implica la
capacidad de analizar, interpretar y evaluar
información de manera autónoma, lo cual es
fundamental para su desempeño en un mundo
cada vez más complejo y globalizado. Los
resultados de esta investigación subrayan la
importancia de fortalecer el pensamiento crítico
desde etapas tempranas, integrándolo de
manera transversal en el currículo y las
estrategias pedagógicas.
Conclusiones
Los resultados destacan que el pensamiento
crítico no se encuentra plenamente desarrollado
en los estudiantes de bachillerato. Las prácticas
educativas actuales deben priorizar el análisis,
la interpretación y la reflexión como ejes
centrales para fortalecer estas habilidades
esenciales en el contexto académico y
profesional. Por otro lado, la falta de formación
en estrategias pedagógicas relacionadas con la
lectura crítica limita significativamente el
desarrollo de competencias críticas en los
estudiantes. Es urgente implementar programas
de capacitación docente enfocados en el
pensamiento crítico como herramienta
educativa central.
El currículo actual no fomenta suficientemente
el pensamiento crítico ni las habilidades de
lectura avanzada. Una revisión que incorpore
objetivos claros y actividades diseñadas para
desarrollar competencias críticas es esencial
para cerrar esta brecha. El uso de recursos
complementarios por parte de algunos docentes
representa un punto de partida positivo. Sin
embargo, es necesario integrar estas
herramientas de manera sistemática y alinearlas
con objetivos claros de desarrollo del
pensamiento crítico.
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La limitada aplicación de competencias críticas
en otros escenarios evidencia que estas
habilidades no están consolidadas. Esto
refuerza la necesidad de promover una
integración más efectiva y transversal en el
proceso educativo. La lectura crítica y el
pensamiento crítico son herramientas
fundamentales para el crecimiento académico y
personal de los estudiantes. Su desarrollo les
permite no solo comprender y analizar textos,
sino también tomar decisiones informadas,
cuestionar la información y construir
argumentos sólidos, habilidades esenciales en
un mundo en constante cambio.
Esta investigación destaca la importancia de
promover el pensamiento crítico como un eje
central en la enseñanza, a través de un enfoque
integral que combine capacitación docente,
reformas curriculares y estrategias pedagógicas
efectivas. Solo mediante este esfuerzo colectivo
será posible preparar a los estudiantes para
enfrentar los desafíos del siglo XXI con
autonomía, creatividad y criterio propio.
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