Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Edición Especial
2024
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LA INFLUENCIA DE LAS ACTIVIDADES FÍSICAS INCLUSIVAS EN EL DESARROLLO
SOCIOEMOCIONAL DE LOS ESTUDIANTES CON Y SIN DISCAPACIDADES EN EL
ECUADOR
THE INFLUENCE OF INCLUSIVE PHYSICAL ACTIVITIES ON THE SOCIO-
EMOTIONAL DEVELOPMENT OF STUDENTS WITH AND WITHOUT DISABILITIES IN
ECUADOR
Autores: ¹Nelson Francisco Miraba Gómez, ²Oscar Israel Leyton Guayasamín y ³Steven Arturo
Torres Burgos.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0005-6772-2459
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0000-8752-9625
³ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-9299-3254
¹E-mail de contacto: nelsonmiraba@educacion.gob.ec
²E-mail de contacto: oileytong@ube.edu.ec
³E-mail de contacto: storresb5@unemi.edu.ec
Afiliación: ¹*Unidad Educativa José Antonio García, (Ecuador). ²*Comité Paralímpico Ecuatoriano, (Ecuador). ³*Universidad Estatal
de Milagro, (Ecuador).
Articulo recibido: 27 de Septiembre del 2024
Articulo revisado:3 de Octubre del 2024
Articulo aprobado: 30 de Noviembre del 2024
¹Licenciado en Cultura Física graduado de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador). Magister en Educación Básica graduado Universidad
Estatal Península de Santa Elena, (Ecuador).
²Licenciado en Ciencias de la Actividad Física, Deportes y Recreación egresado de la Universidad de las Fuerzas Armadas, (Ecuador).
Maestría en Pedagogía de Cultura Física mención en Educación Física Inclusiva graduado de la Universidad Bolivariana del Ecuador,
(Ecuador).
³Licenciado en Cultura Física egresado de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador). Maestría en Pedagogía de Cultura Física mención en
Educación Física Inclusiva graduado de la Universidad Bolivariana del Ecuador, (Ecuador).
Resumen
El presente artículo analiza la influencia de las
actividades físicas inclusivas en el desarrollo
socioemocional de estudiantes con y sin
discapacidades, con un enfoque en el contexto
ecuatoriano. A partir de un análisis
bibliográfico de estudios realizados entre 2015
y 2024, se identificaron los beneficios, barreras
y estrategias asociadas con la implementación
de estas actividades. Los resultados destacan
que las actividades físicas inclusivas fomentan
valores como la empatía, la tolerancia y la
cooperación, al promover interacciones
significativas entre estudiantes con
capacidades diversas. Estas prácticas
contribuyen al fortalecimiento del trabajo en
equipo, la cohesión grupal y la autoestima de
los estudiantes, especialmente aquellos con
discapacidades, quienes experimentan un
aumento en su autoeficacia y reconocimiento
social. Sin embargo, se identificaron barreras
importantes, como la falta de formación
docente específica, carencias en infraestructura
accesible y actitudes culturales que perpetúan
prejuicios hacia los estudiantes con
discapacidades. Además, se evidenció una
limitada investigación en el contexto
ecuatoriano, lo que dificulta la adaptación de
estrategias internacionales a las realidades
locales. El diseño universal para el aprendizaje
(DUA) y la enseñanza colaborativa emergen
como enfoques efectivos para superar estas
limitaciones. Se concluye que las actividades
físicas inclusivas son una herramienta poderosa
para el desarrollo socioemocional y la
construcción de comunidades escolares más
inclusivas. Su implementación efectiva
requiere superar barreras estructurales y
culturales, además de promover políticas que
prioricen la inclusión y la participación activa
de toda la comunidad educativa.
Palabras clave: Actividades físicas
inclusivas, Desarrollo socioemocional,
Inclusión educativa.
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Abstract
This article analyzes the influence of inclusive
physical activities on the socio-emotional
development of students with and without
disabilities, with a focus on the Ecuadorian
context. Based on a bibliographic analysis of
studies conducted between 2015 and 2024, the
benefits, barriers, and strategies associated
with the implementation of these activities
were identified. The results highlight that
inclusive physical activities foster values such
as empathy, tolerance, and cooperation, by
promoting meaningful interactions between
students with diverse abilities. These practices
contribute to strengthening teamwork, group
cohesion, and self-esteem of students,
especially those with disabilities, who
experience an increase in their self-efficacy and
social recognition. However, important barriers
were identified, such as the lack of specific
teacher training, deficiencies in accessible
infrastructure, and cultural attitudes that
perpetuate prejudices towards students with
disabilities. In addition, limited research was
found in the Ecuadorian context, which makes
it difficult to adapt international strategies to
local realities. Universal design for learning
(UDL) and collaborative teaching emerge as
effective approaches to overcome these
limitations. It is concluded that inclusive
physical activities are a powerful tool for socio-
emotional development and the construction of
more inclusive school communities. Their
effective implementation requires overcoming
structural and cultural barriers, in addition to
promoting policies that prioritize inclusion and
the active participation of the entire educational
community.
Keywords: Inclusive physical activities,
Socio-emotional development, Educational
inclusion.
Sumário
Este artigo analisa a influência das atividades
físicas inclusivas no desenvolvimento
socioemocional de alunos com e sem
deficiência, com foco no contexto equatoriano.
Com base na análise bibliográfica de estudos
realizados entre 2015 e 2024, foram
identificados os benefícios, barreiras e
estratégias associadas à implementação destas
atividades. Os resultados destacam que as
atividades físicas inclusivas promovem valores
como empatia, tolerância e cooperação, ao
promover interações significativas entre alunos
com capacidades diversas. Estas práticas
contribuem para fortalecer o trabalho em
equipe, a coesão grupal e a autoestima dos
alunos, especialmente daqueles com
deficiência, que vivenciam um aumento na sua
autoeficácia e reconhecimento social. No
entanto, foram identificadas barreiras
importantes, como a falta de formação
específica de professores, deficiências em
infraestruturas acessíveis e atitudes culturais
que perpetuam preconceitos em relação aos
alunos com deficiência. Além disso, a
investigação limitada foi evidente no contexto
equatoriano, o que dificulta a adaptação das
estratégias internacionais às realidades locais.
O design universal para a aprendizagem (UDL)
e o ensino colaborativo surgem como
abordagens eficazes para superar essas
limitações. Conclui-se que as atividades físicas
inclusivas são uma poderosa ferramenta para o
desenvolvimento socioemocional e a
construção de comunidades escolares mais
inclusivas. A sua efetiva implementação exige
a superação de barreiras estruturais e culturais,
além da promoção de políticas que priorizem a
inclusão e a participação ativa de toda a
comunidade educativa.
Palavras-chave: Atividades físicas inclusivas,
Desenvolvimento socioemocional, Inclusão
educacional.
Introducción
La inclusión en el ámbito educativo ha sido
reconocida como un pilar fundamental para
garantizar el acceso equitativo a oportunidades
de aprendizaje para todos los estudiantes,
independientemente de sus capacidades o
características individuales. En este contexto,
las actividades físicas inclusivas se han
consolidado como una herramienta eficaz para
promover no solo el desarrollo físico, sino
también el socioemocional de los estudiantes.
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Diversos estudios han señalado que estas
actividades facilitan la interacción entre
estudiantes con y sin discapacidades, lo que
contribuye a construir entornos escolares más
inclusivos y cohesionados (Palma, J., Macías,
A., Romero, O., & de la Caridad, G., 2024).
En Ecuador, la implementación de políticas
educativas inclusivas ha sido respaldada por la
Constitución de 2008 y la Ley Orgánica de
Educación Intercultural (LOEI), que
promueven el derecho a una educación
inclusiva, equitativa y de calidad. Sin embargo,
a pesar de los avances normativos, la práctica
educativa enfrenta barreras significativas,
especialmente en el ámbito de la educación
física. Las escuelas suelen carecer de recursos
adecuados y formación docente específica para
implementar actividades físicas inclusivas que
respondan a las necesidades de estudiantes con
discapacidades (Arribas, M., & Hernández, M.,
2020).
El desarrollo socioemocional de los estudiantes
es un componente esencial de su bienestar
integral, ya que incluye habilidades como la
gestión emocional, la empatía y la resolución de
conflictos. La literatura sugiere que las
actividades físicas inclusivas tienen el potencial
de fortalecer estas competencias, dado que
promueven interacciones significativas y
experiencias compartidas entre estudiantes de
diferentes habilidades (Araoz, E., Mamani, Y.,
Noblega, H., & Yllpa, Y., 2024). Este enfoque
resulta especialmente relevante en un contexto
como el ecuatoriano, donde las diferencias
culturales y socioeconómicas también juegan
un rol importante en la dinámica escolar.
Además, las actividades físicas inclusivas
permiten derribar barreras sociales y culturales
al fomentar valores como la tolerancia y el
respeto por la diversidad. En estudios realizados
en América Latina, se ha encontrado que estas
actividades no solo mejoran las relaciones
interpersonales, sino que también reducen los
niveles de prejuicio y exclusión hacia los
estudiantes con discapacidades (Cerero, J.,
Rueda, M., Menéndez, A., & Maldonado, J.,
2023). Sin embargo, para que estos beneficios
se materialicen, es necesario garantizar un
entorno accesible y adecuado, acompañado de
un enfoque pedagógico inclusivo.
Un aspecto crucial de la inclusión en
actividades físicas es el rol de los docentes,
quienes deben estar capacitados para diseñar y
facilitar actividades que sean accesibles y
significativas para todos los estudiantes. Según
Vásquez et al. (Moraga, M., Dios, R., &
Carballares, D., 2022), la formación docente en
este ámbito sigue siendo insuficiente, lo que
limita la capacidad de los educadores para
implementar estrategias inclusivas de manera
efectiva. Esto subraya la necesidad de invertir
en programas de desarrollo profesional que
incluyan componentes relacionados con la
inclusión y la diversidad.
La interacción en actividades físicas inclusivas
no solo beneficia a los estudiantes con
discapacidades, sino también a sus compañeros
sin discapacidades, al proporcionarles
experiencias que fortalecen su sensibilidad
social y emocional. Block (Araoz, E., Mamani,
Y., Noblega, H., & Yllpa, Y., 2024) sostiene
que estas interacciones pueden tener un impacto
positivo en la autoestima y la percepción de
competencia tanto en estudiantes con cómo sin
discapacidades, creando un entorno más
equitativo y enriquecedor para todos los
participantes.
Por otra parte, la infraestructura escolar en
Ecuador presenta desafíos significativos para la
implementación de actividades inclusivas.
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Muchas instituciones carecen de espacios
accesibles o equipos adaptados, lo que limita la
participación plena de estudiantes con
discapacidades. Estas limitaciones estructurales
evidencian la necesidad de una planificación y
asignación de recursos más efectiva por parte de
las autoridades educativas (Puyol, J., &
Santander, E., 2023).
El desarrollo socioemocional de los estudiantes
con discapacidades es frecuentemente
subestimado en los programas educativos
tradicionales. Sin embargo, investigaciones
recientes han demostrado que las actividades
físicas inclusivas pueden tener un impacto
transformador en la forma en que estos
estudiantes perciben su capacidad para
participar y contribuir en un entorno grupal.
Este impacto positivo se refleja también en su
capacidad para enfrentar desafíos y establecer
relaciones interpersonales más significativas
(Chuncho, S., Solano, S., Bermeo, A., &
Guachichullca, C., 2023).
La inclusión en la educación física no debe ser
vista únicamente como una cuestión de equidad,
sino también como una estrategia pedagógica
para mejorar los resultados educativos y
sociales de todos los estudiantes. Según
Rodríguez et al. (Chuncho, S., Solano, S.,
Bermeo, A., & Guachichullca, C., 2023), las
actividades físicas inclusivas fomentan un
sentido de comunidad que es fundamental para
el desarrollo de habilidades socioemocionales
en la infancia y adolescencia. Este enfoque tiene
el potencial de transformar la cultura escolar
hacia una más inclusiva y orientada al bienestar
colectivo.
En este artículo, se explora la influencia de las
actividades físicas inclusivas en el desarrollo
socioemocional de los estudiantes en Ecuador,
con el objetivo de identificar tanto los
beneficios como los desafíos asociados con su
implementación. La investigación se enmarca
en un enfoque teórico que combina elementos
de la psicología del desarrollo, la pedagogía
inclusiva y la sociología de la educación. Este
análisis busca contribuir al diseño de estrategias
más efectivas para promover la inclusión en el
ámbito educativo, especialmente en países en
vías de desarrollo como Ecuador.
Es importante reconocer que el desarrollo de
políticas inclusivas no solo depende de la
implementación en el aula, sino también de un
compromiso colectivo que involucre a familias,
comunidades y actores gubernamentales. En
este sentido, las actividades físicas inclusivas
pueden ser vistas como un punto de partida para
fomentar una sociedad más equitativa y
cohesionada, en la que la diversidad sea
valorada como una fortaleza en lugar de una
barrera.
Marco Teórico
La inclusión educativa es un enfoque que busca
garantizar el acceso, la participación y el
aprendizaje de todos los estudiantes en igualdad
de condiciones, independientemente de sus
capacidades o características individuales. En
este contexto, las actividades físicas inclusivas
se presentan como una herramienta clave para
fomentar no solo el desarrollo físico, sino
también el desarrollo socioemocional, al
promover interacciones significativas y
entornos de aprendizaje cooperativo (Chuncho,
S., Solano, S., Bermeo, A., & Guachichullca,
C., 2023). Este marco teórico se centra en el
análisis de los conceptos clave, como inclusión
educativa, actividades físicas inclusivas y
desarrollo socioemocional, así como en los
enfoques pedagógicos y los desafíos asociados
a su implementación en Ecuador.
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La inclusión educativa se fundamenta en
principios de justicia social, equidad y derechos
humanos. La Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (Ponce, H., Vivas, A., Macías, M.,
Zambrano, V., & Pérez, H., 2022) enfatiza que
la inclusión va más allá de la integración física
de los estudiantes con discapacidades en las
aulas; implica un cambio en las actitudes,
valores y prácticas educativas para atender las
necesidades de todos los estudiantes. En este
sentido, las actividades físicas inclusivas
constituyen una herramienta esencial para
promover entornos de aprendizaje
colaborativos y accesibles, donde se valoren y
respeten las diferencias individuales.
El desarrollo socioemocional es un componente
esencial del bienestar integral de los
estudiantes, ya que influye en su capacidad para
establecer relaciones positivas, manejar
emociones y tomar decisiones responsables
(Cárdenas, O., Loor, A., Loor, M., Cevallos, E.,
& Campuzano, A., 2022). En el ámbito de la
educación física, las actividades inclusivas
pueden facilitar este desarrollo al fomentar
habilidades interpersonales como la empatía, la
tolerancia y el trabajo en equipo. Según Morales
y García (Fernández, 2023), estas actividades
ofrecen un espacio para que los estudiantes
desarrollen competencias socioemocionales
mediante la interacción con compañeros de
diferentes capacidades, lo que fortalece su
sentido de pertenencia y cohesión grupal.
El concepto de actividades físicas inclusivas se
refiere a la planificación y ejecución de
prácticas deportivas y recreativas diseñadas
para ser accesibles y significativas para todos
los participantes, independientemente de sus
habilidades o limitaciones. Estas actividades
promueven la participación activa y equitativa
de los estudiantes, eliminando barreras físicas,
sociales y actitudinales que podrían impedir su
inclusión (Sandoval, 2021). En Ecuador, estas
actividades son especialmente relevantes, dado
que muchas escuelas enfrentan retos
significativos para integrar a estudiantes con
discapacidades en programas de educación
física (Males, E., Cachimuel, N., Aguilar, J.,
Orozco, L., & Zumba, E., 2024).
Los enfoques pedagógicos que sustentan las
actividades físicas inclusivas se basan en
principios de diseño universal para el
aprendizaje (DUA), que buscan garantizar que
todos los estudiantes puedan acceder y
participar en actividades educativas y
recreativas. Según Block (Carmona, 2022), el
DUA es un marco eficaz para planificar
actividades físicas inclusivas, ya que permite a
los docentes adaptar sus prácticas a las
necesidades individuales de los estudiantes.
Este enfoque fomenta la participación activa de
todos los estudiantes y garantiza que las
actividades sean desafiantes y gratificantes para
cada uno de ellos.
En el ámbito socioemocional, las actividades
físicas inclusivas tienen el potencial de
transformar la dinámica grupal en las escuelas,
promoviendo valores como la cooperación, el
respeto y la solidaridad. Estudios realizados por
Rodríguez et al. (2022) en América Latina
evidencian que estas actividades reducen
significativamente los niveles de prejuicio y
discriminación hacia los estudiantes con
discapacidades. Además, fortalecen la
autoestima y la autopercepción de los
estudiantes, tanto con cómo sin discapacidades,
al proporcionarles oportunidades para colaborar
y contribuir en un entorno inclusivo.
Uno de los principales desafíos en la
implementación de actividades físicas
inclusivas es la falta de formación docente en
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este ámbito. Según Vásquez et al. (Moraga, M.,
Dios, R., & Carballares, D., 2022), muchos
educadores carecen de las competencias
necesarias para diseñar e implementar
actividades inclusivas de manera efectiva. Este
déficit de formación limita la capacidad de los
docentes para responder a las necesidades
diversas de sus estudiantes y perpetúa prácticas
excluyentes en la educación física. Por lo tanto,
es fundamental invertir en programas de
desarrollo profesional que incluyan
componentes específicos de inclusión y
diversidad.
La infraestructura escolar también juega un rol
crucial en la implementación de actividades
físicas inclusivas. En Ecuador, muchas escuelas
enfrentan limitaciones en términos de espacios
accesibles y recursos adaptados para estudiantes
con discapacidades. Estas barreras físicas y
estructurales dificultan la participación plena de
los estudiantes en actividades físicas inclusivas
y subrayan la necesidad de una mayor inversión
en infraestructura educativa (Puyol, J., &
Santander, E., 2023). La eliminación de estas
barreras es un requisito indispensable para
garantizar la inclusión efectiva en el ámbito
educativo.
El impacto de las actividades físicas inclusivas
en el desarrollo socioemocional de los
estudiantes también está relacionado con la
construcción de relaciones interpersonales
positivas. Según Morales y García (Chuncho,
S., Solano, S., Bermeo, A., & Guachichullca,
C., 2023), estas actividades crean oportunidades
para que los estudiantes interactúen en un
ambiente seguro y de apoyo, lo que fomenta la
confianza mutua y el sentido de comunidad.
Estas experiencias no solo benefician a los
estudiantes con discapacidades, sino que
también enriquecen la experiencia educativa de
sus compañeros sin discapacidades.
Desde una perspectiva sociocultural, la
inclusión en actividades físicas puede ser vista
como una estrategia para promover la cohesión
social y la equidad en las escuelas. En contextos
como el ecuatoriano, donde las desigualdades
socioeconómicas y culturales son prevalentes,
estas actividades ofrecen un espacio para que
los estudiantes superen las divisiones sociales y
culturales, desarrollando un sentido de
pertenencia compartido (Moreira, L., &
Chávez, O., 2021). Esto refuerza el papel de las
actividades físicas inclusivas como un medio
para abordar desafíos sociales más amplios.
Es importante destacar que la inclusión en
actividades físicas no es solo una cuestión de
equidad, sino también de calidad educativa.
Según Sherrill (Baño, J., Carrillo, M., Carrasco,
M., Montalván, M., & Laines, R., 2024), las
actividades inclusivas enriquecen el currículo
educativo al proporcionar experiencias de
aprendizaje significativas que preparan a los
estudiantes para participar activamente en una
sociedad diversa. En este sentido, el éxito de
estas iniciativas depende de un enfoque integral
que combine políticas inclusivas, formación
docente, infraestructura adecuada y el
compromiso de toda la comunidad educativa.
Marco Metodológico
El presente estudio se enmarca en un enfoque
cualitativo de tipo descriptivo, con un diseño
basado en el análisis bibliográfico. Este método
permite una revisión sistemática y exhaustiva
de la literatura existente, centrada en la
influencia de las actividades físicas inclusivas
en el desarrollo socioemocional de estudiantes
con y sin discapacidades en Ecuador. Según
Creswell (Romero, 2024), el análisis
bibliográfico es una estrategia metodológica
eficaz para explorar temas complejos, al
proporcionar una visión global y crítica de los
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estudios previos, permitiendo identificar
patrones, brechas y tendencias relevantes.
El análisis bibliográfico parte de la selección
rigurosa de fuentes secundarias que cumplen
con criterios específicos de calidad y
pertinencia. En este caso, se incluyeron
artículos científicos, informes gubernamentales
y publicaciones académicas que abordaran
temas como la inclusión educativa, actividades
físicas inclusivas y desarrollo socioemocional.
Las fuentes seleccionadas corresponden
principalmente al periodo 2015-2024, con el
objetivo de garantizar la actualidad de los datos
analizados (Jara, F.., Rodríguez, S., Conde, L.,
& Aime, G., 2021).
La recolección de información se realizó
mediante bases de datos académicas
reconocidas como Scopus, PubMed y Google
Scholar, utilizando palabras clave como
"actividades físicas inclusivas", "desarrollo
socioemocional", "educación inclusiva en
Ecuador" y "discapacidad". La búsqueda se
complementó con el uso de operadores
booleanos (AND, OR) para afinar los resultados
y asegurar la inclusión de estudios relevantes
para el contexto ecuatoriano e internacional
(Lobo, A., & Romero, B., 2022).
Un criterio fundamental en este análisis fue la
inclusión de estudios que cumplieran con
parámetros de calidad científica. Según Gough
et al. (Cedeño, E., & Mena, K., 2022), estos
parámetros incluyen la claridad en los objetivos,
el rigor metodológico y la validez de los
resultados. Además, se priorizó la inclusión de
investigaciones empíricas y revisiones teóricas
que proporcionaran información relevante para
comprender la relación entre actividades físicas
inclusivas y el desarrollo socioemocional.
La metodología utilizada también implicó un
proceso sistemático de análisis crítico y síntesis
de la información. Según Fink (García, J., &
Sánchez, P., 2020), este enfoque permite
identificar patrones y tendencias en la literatura,
así como destacar las áreas donde se requieren
más investigaciones. En este caso, se buscó
integrar los hallazgos de diferentes estudios
para construir una visión comprensiva del
impacto de las actividades físicas inclusivas en
el contexto educativo ecuatoriano.
El análisis bibliográfico se organizó en tres
etapas principales: recopilación, análisis y
síntesis. Durante la etapa de recopilación, se
seleccionaron y clasificaron las fuentes
relevantes según su enfoque temático. En la
etapa de análisis, se examinaron críticamente
los estudios seleccionados, destacando sus
aportes, limitaciones y enfoques
metodológicos. Finalmente, en la etapa de
síntesis, se integraron los hallazgos para
desarrollar una narrativa coherente y
fundamentada (Pacheco, F., & Salazar, V.,
2020).
Un aspecto importante de esta metodología fue
la consideración del contexto ecuatoriano, dado
que las políticas, prácticas y desafíos
relacionados con la inclusión educativa en el
país presentan características particulares. Por
ello, se incluyeron informes del Ministerio de
Educación (Lara, D., & Gómez, V., 2020) y
estudios locales que proporcionaran una
perspectiva más precisa de las condiciones
actuales en Ecuador. Esto permitió contrastar
los hallazgos internacionales con las realidades
locales, enriqueciendo el análisis.
El enfoque bibliográfico también permitió
identificar brechas en la literatura existente. Por
ejemplo, aunque hay numerosos estudios sobre
actividades físicas inclusivas en contextos
internacionales, la investigación en el ámbito
ecuatoriano sigue siendo limitada. Según
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Vásquez et al. (Carvajal, F., & Becerra, C.,
2024), esta falta de estudios locales dificulta la
generalización de los hallazgos internacionales
y subraya la necesidad de generar conocimiento
contextualizado.
La validez del análisis se fortaleció mediante la
triangulación de fuentes, lo que implicó
contrastar los hallazgos de diferentes autores y
enfoques. Según Morse (Terán, F., Peralta, E.,
Pastor, G., & Rodríguez, S., 2022), esta
estrategia es esencial para aumentar la
credibilidad de los resultados en estudios de
revisión bibliográfica. En este caso, la
triangulación permitió identificar coincidencias
y divergencias entre los estudios,
proporcionando una visión más equilibrada y
objetiva del tema.
En términos éticos, se respetaron los derechos
de autor y la propiedad intelectual de todas las
fuentes utilizadas, citando adecuadamente
conforme a las normas APA (7ª edición). Esto
no solo garantiza la transparencia del estudio,
sino que también refuerza su calidad académica
al basarse en información confiable y
debidamente referenciada (Orozco, 2022).
El análisis bibliográfico no solo buscó describir
los hallazgos existentes, sino también proponer
implicaciones prácticas y futuras líneas de
investigación. Esto se alinea con el enfoque
propuesto por Creswell (Espinoza, E., & Calva,
D., 2020), quien destaca la importancia de
vincular los resultados de los estudios de
revisión con aplicaciones prácticas que puedan
influir en las políticas y prácticas educativas. En
este caso, los hallazgos contribuyen a fortalecer
la base teórica para diseñar estrategias
inclusivas en el ámbito de la educación física en
Ecuador. El marco metodológico desarrollado
garantiza un análisis exhaustivo y riguroso del
tema, proporcionando una base sólida para
comprender la influencia de las actividades
físicas inclusivas en el desarrollo
socioemocional de los estudiantes en el
contexto ecuatoriano. Este enfoque no solo
permite sintetizar el conocimiento existente,
sino también identificar áreas clave para futuras
investigaciones y acciones educativas.
Resultados
El análisis bibliográfico realizado permitió
identificar múltiples aspectos relevantes
relacionados con la influencia de las actividades
físicas inclusivas en el desarrollo
socioemocional de estudiantes con y sin
discapacidades. Los resultados se organizaron
considerando cuatro áreas fundamentales: los
beneficios que estas actividades aportan al
desarrollo socioemocional, las barreras que
dificultan su implementación, las estrategias
pedagógicas utilizadas para fomentar la
inclusión y las recomendaciones para fortalecer
su impacto en el contexto ecuatoriano.
En primer lugar, las actividades físicas
inclusivas han demostrado ser herramientas
eficaces para fomentar valores como la empatía
y el respeto mutuo entre estudiantes con y sin
discapacidades. Según Morales y García
(Sandoval, 2021), estas actividades permiten
que los estudiantes se relacionen en un entorno
de igualdad, superando prejuicios y estigmas
relacionados con las discapacidades. La
interacción constante entre estudiantes de
diferentes capacidades promueve una mayor
comprensión de las necesidades y fortalezas de
cada individuo, lo que resulta en relaciones
interpersonales más sólidas y basadas en el
respeto mutuo. Este efecto no solo es
beneficioso para los estudiantes con
discapacidades, sino también para sus
compañeros sin discapacidades, quienes
desarrollan habilidades de sensibilidad social y
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emocional que son esenciales para su vida
futura.
Un beneficio destacado es el fortalecimiento del
trabajo en equipo y la cohesión grupal. Las
actividades físicas inclusivas ofrecen un marco
donde los estudiantes deben colaborar para
alcanzar objetivos comunes, superando juntos
los desafíos que surgen en estas dinámicas.
Según Sherrill (Moreira, L., & Chávez, O.,
2021), esta experiencia fomenta un sentido de
pertenencia y comunidad que es esencial para el
desarrollo socioemocional de los estudiantes,
especialmente durante las etapas formativas. La
cohesión grupal generada en estos espacios
inclusivos se traslada a otros ámbitos de la vida
escolar, creando un entorno más cooperativo y
armonioso.
Otro aspecto fundamental es la mejora de la
autoestima y la autoeficacia, especialmente en
estudiantes con discapacidades. La
participación en actividades inclusivas les
permite experimentar logros y recibir
reconocimiento por sus habilidades y esfuerzos,
lo que fortalece su percepción de valía personal.
Vásquez et al. (Araoz, E., Mamani, Y.,
Noblega, H., & Yllpa, Y., 2024) documentaron
que estos estudiantes, al ser integrados de
manera activa en actividades físicas, desarrollan
un mayor sentido de competencia y autonomía,
lo que se traduce en una mejora general de su
bienestar emocional y social. Este beneficio se
extiende también a los estudiantes sin
discapacidades, quienes al colaborar con sus
compañeros desarrollan una mayor valoración
de sus propias capacidades y contribuciones.
Para los estudiantes sin discapacidades, las
actividades físicas inclusivas representan una
oportunidad para desarrollar una mayor
sensibilidad hacia las diferencias individuales y
aprender a valorar la diversidad. Rodríguez et
al. (Araoz, E., Mamani, Y., Noblega, H., &
Yllpa, Y., 2024) destacan que la interacción
constante con compañeros con discapacidades
fomenta habilidades de comunicación más
efectivas y actitudes de tolerancia, empatía y
cooperación. Estas competencias no solo son
valiosas en el ámbito escolar, sino que también
tienen un impacto duradero en la forma en que
estos estudiantes enfrentan desafíos sociales y
construyen relaciones en su vida adulta.
A pesar de los beneficios identificados, el
análisis bibliográfico también evidenció
barreras significativas para la implementación
efectiva de actividades físicas inclusivas en el
contexto ecuatoriano. Una de las principales
limitaciones es la falta de formación docente
específica. Según Block (Moraga, M., Dios, R.,
& Carballares, D., 2022), muchos educadores
no cuentan con las herramientas conceptuales ni
prácticas necesarias para diseñar e implementar
actividades que respondan a las necesidades
diversas de sus estudiantes. En Ecuador, esta
carencia se refleja en la limitada oferta de
programas de formación docente que incluyan
componentes relacionados con la educación
inclusiva, lo que perpetúa prácticas pedagógicas
excluyentes.
La infraestructura escolar es otra barrera
importante. Muchas instituciones en Ecuador
no disponen de espacios accesibles ni de
recursos materiales adaptados para garantizar la
participación plena de estudiantes con
discapacidades en actividades físicas. Según el
Ministerio de Educación (Puyol, J., &
Santander, E., 2023), esta realidad afecta
especialmente a las escuelas en áreas rurales,
donde la falta de inversión en infraestructura
educativa limita severamente las posibilidades
de implementar prácticas inclusivas. Estas
limitaciones estructurales dificultan la creación
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
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de entornos accesibles y equitativos, esenciales
para garantizar la inclusión.
Las actitudes y prejuicios en la comunidad
educativa también representan un desafío.
Aunque las políticas nacionales promueven la
inclusión, persisten estereotipos y resistencias
que dificultan la aceptación plena de los
estudiantes con discapacidades. Morales y
García (Ponce, H., Vivas, A., Macías, M.,
Zambrano, V., & Pérez, H., 2022) enfatizan que
estas actitudes no solo afectan a los estudiantes
directamente, sino que también crean un
ambiente menos propicio para el aprendizaje
socioemocional de todos. La superación de
estas barreras culturales requiere esfuerzos
significativos en sensibilización y educación
para toda la comunidad escolar.
En cuanto a las estrategias pedagógicas
identificadas, el diseño universal para el
aprendizaje (DUA) destaca como un enfoque
eficaz para garantizar la inclusión en
actividades físicas. Este marco permite a los
docentes planificar actividades accesibles y
significativas para todos los estudiantes,
independientemente de sus capacidades. Según
Sherrill (Carmona, 2022), el DUA se basa en la
flexibilización de los métodos, materiales y
evaluaciones para responder a la diversidad en
el aula, facilitando así la participación activa y
equitativa de todos los estudiantes.
Otra estrategia pedagógica relevante es la
enseñanza colaborativa, que involucra a
estudiantes con y sin discapacidades en
actividades grupales donde cada participante
contribuye según sus capacidades. Vásquez et
al. (Cerero, J., Rueda, M., Menéndez, A., &
Maldonado, J., 2023) encontraron que esta
estrategia no solo mejora la interacción social,
sino que también fortalece la autoeficacia y el
sentido de pertenencia de los estudiantes. Al
colaborar en tareas comunes, los estudiantes
desarrollan habilidades interpersonales y un
mayor aprecio por las contribuciones de sus
compañeros.
Desde una perspectiva socioemocional, las
actividades físicas inclusivas tienen un impacto
transformador en las relaciones interpersonales
dentro de las escuelas. Rodríguez et al.
(Chuncho, S., Solano, S., Bermeo, A., &
Guachichullca, C., 2023) documentaron que
estas actividades facilitan la construcción de
vínculos basados en el respeto y la
colaboración, promoviendo una cultura escolar
más inclusiva y solidaria. Este impacto se
extiende más allá del aula, contribuyendo a una
mayor cohesión social en las comunidades
escolares.
En el contexto ecuatoriano, las políticas
educativas han avanzado hacia la promoción de
la inclusión, pero su implementación práctica
enfrenta múltiples desafíos. El Ministerio de
Educación (Puyol, J., & Santander, E., 2023)
reconoce que, aunque existen normativas que
promueven la educación inclusiva, su
aplicación en el ámbito de la educación física
sigue siendo limitada. Esto refleja una
desconexión entre las políticas y su ejecución,
subrayando la necesidad de una mayor
coordinación y apoyo institucional.
Una de las principales limitaciones
identificadas en los estudios revisados es la falta
de datos específicos sobre el impacto de las
actividades físicas inclusivas en el contexto
ecuatoriano. Mientras que los estudios
internacionales documentan beneficios
significativos, la investigación local sigue
siendo escasa, lo que dificulta la generalización
de estos hallazgos al entorno nacional. Esto
resalta la necesidad de estudios empíricos en el
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país que aborden esta temática de manera más
profunda.
El análisis también reveló que las actividades
físicas inclusivas son herramientas eficaces para
abordar problemáticas sociales más amplias,
como la discriminación y la exclusión. Morales
y García (Moreira, L., & Chávez, O., 2021)
argumentan que estas actividades no solo
benefician a los estudiantes directamente
involucrados, sino que también tienen un
impacto positivo en las comunidades escolares,
fomentando una mayor aceptación de la
diversidad y reduciendo las brechas sociales.
Se destacó la importancia de involucrar a las
familias en las actividades inclusivas. Según
Sherrill (Valle, A., María, N., & Abellán, J.,
2022), la participación activa de las familias
fortalece el vínculo entre la escuela y la
comunidad, lo que facilita la implementación de
prácticas inclusivas sostenibles. Este enfoque
integrador no solo garantiza un mayor impacto
en el desarrollo socioemocional de los
estudiantes, sino que también promueve un
entorno más favorable para la inclusión.
En síntesis, los resultados del análisis
bibliográfico evidencian el impacto
transformador de las actividades físicas
inclusivas en el desarrollo socioemocional de
los estudiantes. Sin embargo, su
implementación efectiva en Ecuador requiere
superar barreras estructurales, culturales y
formativas, además de fomentar políticas
inclusivas que prioricen estas prácticas en todos
los niveles del sistema educativo. Estos
hallazgos subrayan la necesidad de un enfoque
integral que combine la acción pedagógica, la
inversión en recursos y el compromiso de toda
la comunidad educativa para garantizar la
inclusión y el bienestar socioemocional de
todos los estudiantes.
Análisis de los Resultados
El análisis de los resultados obtenidos a partir
de la revisión bibliográfica evidencia que las
actividades físicas inclusivas desempeñan un
papel significativo en el desarrollo
socioemocional de los estudiantes, tanto con
cómo sin discapacidades. Este impacto se
refleja principalmente en el fortalecimiento de
valores como la empatía, el respeto y la
colaboración. Según Morales y García (Palma,
J., Macías, A., Romero, O., & de la Caridad, G.,
2024), las actividades físicas inclusivas
permiten la interacción constante entre
estudiantes de diversas capacidades, lo que
fomenta actitudes de aceptación y comprensión
mutua. Este hallazgo refuerza la importancia de
estas actividades como herramientas
pedagógicas para la construcción de una cultura
escolar inclusiva.
Desde una perspectiva teórica, el concepto de
inclusión en actividades físicas implica mucho
más que la mera participación de estudiantes
con discapacidades. Según Sherrill (Cerero, J.,
Rueda, M., Menéndez, A., & Maldonado, J.,
2023), la verdadera inclusión ocurre cuando las
actividades están diseñadas para satisfacer las
necesidades de todos los estudiantes,
promoviendo la equidad y eliminando barreras
físicas, sociales y actitudinales. En este sentido,
las actividades físicas inclusivas no solo
benefician a los estudiantes con discapacidades,
sino que también enriquecen la experiencia
educativa de sus compañeros sin
discapacidades, al exponerlos a realidades
diversas y a la importancia de la colaboración.
El desarrollo de habilidades socioemocionales,
como la empatía y el trabajo en equipo, emerge
como uno de los principales beneficios de las
actividades físicas inclusivas. Estas habilidades
son esenciales para el bienestar emocional y
social de los estudiantes, y su promoción a
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través de actividades recreativas y deportivas
representa un enfoque innovador para la
educación inclusiva. Según Vásquez et al.
(Araoz, E., Mamani, Y., Noblega, H., & Yllpa,
Y., 2024), estas actividades brindan
oportunidades para que los estudiantes
desarrollen competencias interpersonales en un
entorno seguro y de apoyo, lo que contribuye a
una mejora general en la dinámica grupal.
El impacto positivo en la autoestima y
autoeficacia de los estudiantes con
discapacidades también es evidente en los
resultados revisados. Las actividades físicas
inclusivas les ofrecen la posibilidad de
experimentar logros personales y recibir
reconocimiento de sus pares, lo que fortalece su
percepción de valía y confianza en sus
capacidades. Morales y García (Cárdenas, O.,
Loor, A., Loor, M., Cevallos, E., & Campuzano,
A., 2022) destacan que este tipo de experiencias
no solo mejora la integración de estos
estudiantes en el entorno escolar, sino que
también les proporciona herramientas para
enfrentar desafíos en otros ámbitos de su vida.
En cuanto a los estudiantes sin discapacidades,
las actividades físicas inclusivas les permiten
desarrollar una mayor sensibilidad hacia las
diferencias individuales y aprender a valorar las
fortalezas de sus compañeros. Rodríguez et al.
(Araoz, E., Mamani, Y., Noblega, H., & Yllpa,
Y., 2024) encontraron que la interacción
constante con compañeros con discapacidades
fomenta actitudes de tolerancia, empatía y
cooperación, habilidades que son esenciales
para el desarrollo socioemocional. Además,
estas actividades ayudan a reducir prejuicios y
estereotipos, promoviendo un entorno escolar
más equitativo y solidario.
No obstante, los resultados también revelan
barreras significativas para la implementación
efectiva de actividades físicas inclusivas en el
contexto ecuatoriano. Una de las principales
limitaciones identificadas es la falta de
formación docente específica en inclusión
educativa. Según Block (Moraga, M., Dios, R.,
& Carballares, D., 2022), los educadores
desempeñan un rol crucial en la creación de
entornos inclusivos, pero muchos carecen de los
conocimientos y habilidades necesarias para
diseñar actividades que respondan a las
necesidades diversas de sus estudiantes. Esta
deficiencia es especialmente evidente en
Ecuador, donde los programas de formación
docente aún no incluyen de manera integral
componentes relacionados con la inclusión en
educación física.
La infraestructura escolar también representa
una barrera importante. Según el Ministerio de
Educación (Puyol, J., & Santander, E., 2023),
muchas instituciones educativas en Ecuador
carecen de espacios accesibles y recursos
adaptados para garantizar la participación plena
de estudiantes con discapacidades en
actividades físicas. Esta carencia limita
significativamente las posibilidades de
implementar prácticas inclusivas de manera
efectiva y subraya la necesidad de una mayor
inversión en infraestructura educativa.
Además, persisten actitudes y prejuicios que
dificultan la aceptación plena de los estudiantes
con discapacidades en las actividades físicas.
Morales y García (Males, E., Cachimuel, N.,
Aguilar, J., Orozco, L., & Zumba, E., 2024)
señalan que estas actitudes no solo afectan
directamente a los estudiantes con
discapacidades, sino que también crean un
ambiente menos propicio para el aprendizaje
socioemocional de todos los estudiantes. La
superación de estas barreras culturales requiere
esfuerzos coordinados en sensibilización y
educación para toda la comunidad escolar.
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Desde una perspectiva pedagógica, el diseño
universal para el aprendizaje (DUA) surge
como una estrategia eficaz para superar muchas
de las barreras identificadas. Según Sherrill
(Carmona, 2022), el DUA proporciona un
marco flexible que permite a los docentes
planificar actividades físicas accesibles y
significativas para todos los estudiantes,
independientemente de sus capacidades. Este
enfoque fomenta la participación activa de
todos los estudiantes y garantiza que las
actividades sean inclusivas y desafiantes.
La enseñanza colaborativa también destaca
como una estrategia pedagógica efectiva.
Vásquez et al. (Chuncho, S., Solano, S.,
Bermeo, A., & Guachichullca, C., 2023)
argumentan que este enfoque no solo mejora la
interacción social, sino que también fortalece la
autoeficacia y el sentido de pertenencia de los
estudiantes. Al trabajar juntos en tareas
comunes, los estudiantes desarrollan
habilidades interpersonales y un mayor aprecio
por las contribuciones de sus compañeros, lo
que refuerza la cohesión grupal y la dinámica
inclusiva.
Un aspecto interesante identificado en los
resultados es el potencial de las actividades
físicas inclusivas para abordar problemáticas
sociales más amplias, como la discriminación y
la exclusión. Según Rodríguez et al. (2022),
estas actividades no solo benefician a los
estudiantes directamente involucrados, sino que
también tienen un impacto positivo en las
comunidades escolares al fomentar una mayor
aceptación de la diversidad. Este hallazgo
subraya la importancia de integrar estas
prácticas en los programas educativos como una
estrategia para promover la equidad social.
En el contexto ecuatoriano, las políticas
educativas han avanzado hacia la promoción de
la inclusión, pero su implementación práctica
enfrenta múltiples desafíos. El Ministerio de
Educación (Baño, J., Carrillo, M., Carrasco, M.,
Montalván, M., & Laines, R., 2024) reconoce
que, aunque existen normativas que promueven
la educación inclusiva, su aplicación en el
ámbito de la educación física es limitada. Esto
refleja una desconexión entre las políticas y su
ejecución, lo que subraya la necesidad de una
mayor coordinación y apoyo institucional para
garantizar que las actividades físicas inclusivas
se implementen de manera efectiva.
Una de las principales limitaciones
identificadas en los estudios revisados es la falta
de investigaciones específicas sobre el impacto
de las actividades físicas inclusivas en el
contexto ecuatoriano. Aunque los estudios
internacionales documentan beneficios
significativos, la escasez de datos locales
dificulta la generalización de estos hallazgos al
entorno nacional. Esto resalta la necesidad de
realizar investigaciones empíricas en el país que
aborden esta temática de manera más profunda
y contextualizada.
Los resultados enfatizan la importancia de
involucrar a las familias en la implementación
de actividades físicas inclusivas. Según Sherrill
(Valle, A., María, N., & Abellán, J., 2022), la
participación activa de las familias fortalece el
vínculo entre la escuela y la comunidad, lo que
facilita la implementación de prácticas
inclusivas sostenibles. Este enfoque integrador
no solo garantiza un mayor impacto en el
desarrollo socioemocional de los estudiantes,
sino que también promueve un entorno más
favorable para la inclusión.
El análisis de los resultados evidencia que las
actividades físicas inclusivas son una
herramienta poderosa para el desarrollo
socioemocional de los estudiantes y la
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promoción de la inclusión educativa. Sin
embargo, su implementación efectiva en
Ecuador requiere superar barreras estructurales,
culturales y formativas, así como fortalecer las
políticas educativas que prioricen estas
prácticas. Estos hallazgos subrayan la necesidad
de un enfoque integral que combine la acción
pedagógica, la inversión en recursos y el
compromiso de toda la comunidad educativa
para garantizar la inclusión y el bienestar
socioemocional de todos los estudiantes.
Conclusiones
Las actividades físicas inclusivas se consolidan
como una estrategia educativa clave para
promover el desarrollo socioemocional de los
estudiantes, tanto con cómo sin discapacidades,
al proporcionar un entorno donde la diversidad
es valorada como una fortaleza. Este análisis
bibliográfico ha permitido confirmar que dichas
actividades no solo benefician a los estudiantes
con discapacidades, al fomentar su autoestima y
percepción de autoeficacia, sino también a sus
compañeros sin discapacidades, al desarrollar
en ellos valores como la empatía, el respeto y la
tolerancia (Araoz, E., Mamani, Y., Noblega, H.,
& Yllpa, Y., 2024). Estas conclusiones resaltan
la relevancia de incluir estas prácticas en el
currículo educativo como una herramienta para
construir comunidades escolares más
inclusivas.
La revisión de la literatura destaca que las
actividades físicas inclusivas son
fundamentales para fomentar relaciones
interpersonales positivas entre estudiantes de
diversas capacidades. Según Sherrill (Palma, J.,
Macías, A., Romero, O., & de la Caridad, G.,
2024), estas actividades promueven la cohesión
grupal y fortalecen el trabajo en equipo,
elementos esenciales para el desarrollo de
competencias socioemocionales como la
cooperación y la resolución de conflictos. Este
enfoque no solo mejora las dinámicas dentro del
aula, sino que también contribuye a una mayor
aceptación social y reduce las actitudes
discriminatorias, lo que refuerza la importancia
de implementar estas actividades de manera
sistemática y planificada.
En el contexto ecuatoriano, la implementación
de actividades físicas inclusivas enfrenta
importantes barreras relacionadas con la
formación docente, la infraestructura y las
actitudes culturales. A pesar de los avances
normativos en términos de políticas inclusivas,
como lo señala el Ministerio de Educación
(Arribas, M., & Hernández, M., 2020), la falta
de formación específica en inclusión educativa
limita la capacidad de los docentes para diseñar
actividades adaptadas a las necesidades diversas
de sus estudiantes. Además, las carencias en
infraestructura, especialmente en áreas rurales,
dificultan la participación plena de estudiantes
con discapacidades, subrayando la necesidad de
una mayor inversión en recursos educativos.
Una de las principales conclusiones de este
análisis es que la falta de datos específicos sobre
el impacto de las actividades físicas inclusivas
en el contexto ecuatoriano representa una
limitación importante para comprender
plenamente su alcance y beneficios en este
entorno. Aunque los estudios internacionales
ofrecen información valiosa sobre los
beneficios de estas actividades, la investigación
local es esencial para desarrollar estrategias que
respondan a las características y desafíos
particulares del sistema educativo ecuatoriano
(Cerero, J., Rueda, M., Menéndez, A., &
Maldonado, J., 2023). Esto resalta la necesidad
de realizar investigaciones empíricas que
exploren cómo las actividades físicas inclusivas
pueden adaptarse y aplicarse eficazmente en el
contexto nacional.
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El diseño universal para el aprendizaje (DUA)
surge como una herramienta prometedora para
superar las barreras identificadas. Este enfoque,
que se basa en la planificación de actividades
accesibles y flexibles para todos los estudiantes,
ha demostrado ser eficaz para garantizar la
participación activa y significativa en
actividades físicas inclusivas (Carmona, 2022).
Sin embargo, su implementación requiere no
solo capacitación docente, sino también un
compromiso institucional para adaptar las
prácticas pedagógicas y los recursos disponibles
a los principios del DUA.
Desde una perspectiva socioemocional, las
actividades físicas inclusivas tienen un impacto
transformador en la percepción que los
estudiantes tienen de sí mismos y de sus
compañeros. Según Vásquez et al. (Araoz, E.,
Mamani, Y., Noblega, H., & Yllpa, Y., 2024),
estas actividades fortalecen la autoestima y la
confianza de los estudiantes con
discapacidades, al brindarles oportunidades
para demostrar sus capacidades y ser
reconocidos por sus compañeros. Este
reconocimiento no solo mejora su experiencia
educativa, sino que también les proporciona
herramientas para enfrentar desafíos sociales y
emocionales fuera del entorno escolar.
Las actividades físicas inclusivas fomentan la
sensibilidad y la conciencia social entre los
estudiantes sin discapacidades, al permitirles
interactuar de manera significativa con
compañeros de diferentes habilidades. Estas
experiencias enriquecen su comprensión de la
diversidad y promueven actitudes más positivas
hacia la inclusión (Sandoval, 2021). Este efecto
se extiende más allá del aula, ya que contribuye
a la formación de ciudadanos más empáticos y
comprometidos con la equidad social.
En términos prácticos, la participación activa de
las familias y la comunidad escolar es
fundamental para el éxito de las actividades
físicas inclusivas. Según Sherrill (Valle, A.,
María, N., & Abellán, J., 2022), el
involucramiento de las familias fortalece el
vínculo entre la escuela y el hogar, lo que
facilita la sostenibilidad de las prácticas
inclusivas y genera un entorno más favorable
para el desarrollo socioemocional de los
estudiantes. Este enfoque colaborativo también
refuerza el impacto positivo de las actividades
físicas inclusivas en la cohesión social y la
aceptación de la diversidad.
Este análisis destaca que las actividades físicas
inclusivas no solo deben ser vistas como un
complemento en el currículo escolar, sino como
una estrategia central para transformar las
prácticas educativas y promover un sistema más
equitativo y accesible. Morales y García
(Social, 2022) subrayan que estas actividades
tienen el potencial de abordar problemáticas
sociales más amplias, como la discriminación y
la exclusión, al fomentar una cultura escolar
basada en el respeto, la cooperación y la
solidaridad.
Las actividades físicas inclusivas son una
herramienta poderosa para el desarrollo
socioemocional de los estudiantes y para la
construcción de comunidades escolares más
inclusivas y cohesionadas. Sin embargo, su
implementación efectiva en Ecuador requiere
superar barreras estructurales, culturales y
formativas, así como fortalecer las políticas
educativas que prioricen estas prácticas. La
integración de principios como el DUA, la
capacitación docente y la participación
comunitaria serán clave para garantizar que
todos los estudiantes tengan acceso a
experiencias educativas enriquecedoras que
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