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tienen como sustrato material al sistema
nervioso; otras minoritariamente manuales o
físicas; poseen como centro ejecutor a los
sistemas óseo y muscular.
Consideran, que esta diferencia entre lo
intelectual y lo físico necesita ser disminuida,
para alternar los diferentes tipos de actividades
y que consigan realizar actividades cuyo
contenido y propósitos sean diferentes, para
compensar unas y otras, pues el más elemental
de los trabajos manuales requiere de ciertas
operaciones mentales, que guían su ejecución,
así como la más sencilla de las actividades
intelectuales requiere, en muchas oportunidades
de determinados movimientos corporales.
En el trabajo intelectual intervienen un conjunto
de procesos fisiológicos y mentales en los
cuales invierte las energías de que dispone para
obtener un resultado; a menor capacidad de
trabajo, son menores las posibilidades de éxito
en la actividad emprendida y a la inversa. Este
conocimiento de la dinámica de la capacidad de
trabajo y los niveles de fatiga de los jóvenes
universitarios permite lograr una mejor
estructuración de las actividades físico-
recreativas, que facilite obtener mejores
rendimientos y una mejor eficiencia en el
proceso docente-educativo, que garantice una
adecuada distribución del trabajo y del descanso
durante el desarrollo de todas las actividades.
Vías para compensar la fatiga intelectual en
los jóvenes universitarios.
Se conoce que cada año, miles de personas
acuden al médico porque se sienten fatigadas,
de acuerdo con sus principales causas o el estilo
de vida que manifiestan, como: malos hábitos
alimentarios, falta de sueño, estrés, ruido o poco
ejercicio físico, aunque también por causas
biológicas: anemias, presión baja o cambios
psicológicos: desinterés, falta de estímulo y
motivación. El cuidado natural de la fatiga de
los jóvenes universitarios debe ser efectivo,
para evitar que el problema pase a una fase
problemática y se convierta en algo más serio,
como es la aparición de una fatiga persistente y
por ende de la extenuación, que, por sus
posibles manifestaciones negativas para el
organismo, sea necesario acudir al médico.
Ejemplo, para luchar contra la fatiga, hay que
respetar los propios ritmos biológicos, pues
levantarse cansado no es extraño, ya que
mientras se duerme las constantes vitales
disminuyen y al levantarse el organismo debe
ponerse otra vez en marcha. Es por eso que, para
estar a punto, es necesario realizar algún tipo de
actividad física, como la gimnasia articular
matutina, como vía para acondicionar y
“esperar” a que las catecolaminas (unas
hormonas estimulantes que se segregan a las
dos o tres horas de haberse levantado) terminen
su trabajo. Por eso, cando el individuo se
levanta es sobre las 2 horas, cuando realmente
se siente con plena energía.
En un ritmo biológico normal, si el cansancio
reaparece a última hora de la tarde, es necesario
revisar sus principales causas o actividades
diarias que lo provocan, teniendo en cuenta que
los factores psicológicos también intervienen,
entre los que están: la carga intelectual, tensión
con los compañeros, problemas familiares y
otros.
Para remediar el agotamiento intelectual
asociado a las presiones de estudio, los jóvenes
universitarios deben realizar otras actividades
en las que se realicen movimientos rápidos y de
fuerza rápida, como son juegos libres,
deportivos y recreativos, o por el contrario,
movimientos lentos y precisos, cómo aprender
formas de respiración para liberar tensiones,
como ocurre con el yoga. La idea consiste en
permitir que los músculos contraídos, se relajen.