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medición correspondiente al
relevamiento PISA 2006 que alcanzó a
373,7, aunque todavía se encuentra
sensiblemente por debajo del valor de
PISA 2000 (418,3, el mejor obtenido en la
serie). De todas maneras, uno de cada
dos estudiantes se mantiene por debajo
del nivel de desempeño que da muestra de
las capacidades para localizar datos,
reconocer la idea principal de un texto,
comprender relaciones o construir
significados a partir de una parte de un
texto con información sencilla (Nivel 2),
en consonancia con el desempeño
promedio de la región latinoamericana y
sensiblemente por debajo de los
promedios de los países OCDE que
tienen a solo un estudiante de cada cuatro
en esta situación de bajo nivel de
desempeño. Si se compara el promedio
nacional con los diferentes países
latinoamericanos que participan en el
operativo encontramos que Argentina
muestra una performance levemente por
debajo del promedio regional, similar a
la de Perú y solo por encima de Panamá
y República Dominicana. Chile, Uruguay
y Costa Rica siguen presentando los
desempeños más destacados de la región
Si bien se adquirió la lectoescritura, en los
niveles subsiguientes se observa que, la
decodificación de la lengua escrita no es
suficiente para la comprensión lectora. Quizás
podemos remitirnos nuevamente a Bourdieu y a
Berstein quienes ponen en relieve la brecha
entre la cultura familiar y la cultura académica.
También investigaciones realizadas en México
pueden aportar, como los trabajos de Castillo y
otros quienes afirman que la alfabetización en
la lengua materna es imprescindible para los
guajiros simplemente porque los derechos no se
discuten, son irrenunciables e intransferibles.
Esta lengua tiene a su favor innumerables
hablantes de todas las edades. Tiene su alfabeto
aprobado. Su gramática ha sido estudiada y se
continúa estudiando por lingüistas wayuu y por
criollos, tanto nacionales como extranjeros. Lo
que sí es discutible es el modo en el que las
docentes proceden con la enseñanza del
wayuunaiki por tratarse de una lengua indígena,
ya que la tendencia de estas lenguas es al
debilitamiento progresivo y su posible
extinción; esto como consecuencia del
posicionamiento de una lengua dominante en
una sociedad caracterizada por procesos
comunicativos globalizados. En este sentido, las
acciones que se puedan hacer desde lo local,
regional y nacional deben ir encaminadas hacia
la utilización creciente de la lengua por sus
hablantes, la creación y divulgación de
materiales impresos y de medios de
comunicación en L1, así como la participación
de la familia como trasmisora de la lengua y la
cultura en las nuevas generaciones. Esto
significaría que los estudiantes podrían realizar
una comparación/ cotejo entre los sentidos y
significaciones propuestas por la cultura
académica, con los sentidos y significaciones de
su propia lengua, ampliando la comprensión en
ambos mensajes.
Lo planteado también es preocupación de los
Consultores de PISA, tal como lo manifiestan
en PISA 2018.
Cada estudiante de 15 años evaluado
porta una historia de relación con la
lectura, con componentes escolares,
familiares y de contexto, que lo van
configurando como lector, en un proceso
que continuará con el uso que haga de los
textos en distintos ámbitos de su vida
individual y social. El cuestionario
complementario de PISA 2018 buscó
captar distintos factores de esa personal
vinculación y adhesión con la lectura,
como un bien propio más allá de su uso
académico. Más que los aspectos
directamente escolares y cognitivos, se
trata aquí de disposiciones, prácticas e