Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 4 No. 12
Diciembre del 2023
Página 39
LOS APRENDIZAJES EN LA FORMACN DOCTORAL
LEARNING IN DOCTORAL TRAINING
Autora: ¹ Berta Margarita González Rivero.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-4035-0905
¹E-mail de contacto: berta@cepes.uh.cu
Afiliación: ¹ Universidad de La Habana (Cuba).
Articulo recibido: 1 de Octubre del 2023
Articulo revisado: 3 de Octubre del 2023
Articulo aprobado: 30 de Noviembre del 2023
¹Profesora Principal, Profesora e Investigadora Titular, Miembro del Consejo científico y del Comité Doctoral. Más de 50 años de
experiencia docente. Investiga temas de formación de profesores, formación ciudadana, pedagogía, competencias profesionales, Es
presidente de la Asociación de Pedagogos en la Universidad de La Habana (Cuba).
Resumen
Este artículo tiene como prosito reflexionar
acerca de algunas características del aprendizaje
en la formacn de doctores cuya develación
contribuirá a allanar el camino y eliminar
obstáculos en ese proceso. Las ideas son
aportadas desde la perspectiva analítica
interpretativa de la autora y son producto de la
práctica reflexiva con el apoyo de todos
teóricos de las ciencias. Los resultados obtenidos
muestran la diferencia del aprendizaje en este
nivel de desarrollo de los profesionales, la
complejidad de este y las nuevas habilidades y
recursos que tiene que lograr para vencer ese
proceso. Se detallan los que se han hallado en el
estudio realizado y se constatan en la experiencia.
Todo lo expresado demuestran el viraje que se le
debe dar al aprendizaje en este nivel de
formacn. Como conclusn se considera la
necesidad de que el doctorando se prepare en
habilidades específicas y en mecanismos para
afrontar el estrés.
Palabras claves: Aprendizaje, Formación
doctoral, Habilidades para el aprendizaje.
Abstract
This article aims to reflect on some
characteristics of learning in the training of
doctors whose development will contribute to
smoothing the path and eliminating obstacles in
this process. The ideas are contributed from the
author's interpretative analytical perspective
and are the product of reflective practice with
the support of theoretical methods of science.
The results obtained show the difference in
learning at this level of professional
development, the complexity of this and the
new skills and resources that need to be
achieved to win this process. It details what was
done in the study carried out and is verified in
experience. Everything expressed
demonstrates the vitality that must be given to
learning at this level of training. As a
conclusion, we consider the need for the
doctorate to be prepared with specific skills and
mechanisms to cope with stress.
Keywords: Learning, Doctoral training,
Skills for learning.
Sumário
Este artigo tem como propósito refletir sobre
algumas características da aprendizagem na
formação de doutores cujo desenvolvimento
contribuirá para acelerar o caminho e eliminar
obstáculos nesse processo. Las ideias são
transportadas da perspectiva analítica
interpretativa do autor e são produtos da prática
reflexiva com o apoio de métodos teóricos das
ciências. Os resultados obtidos mostram a
diferença de aprendizagem neste nível de
desenvolvimento dos profissionais, a
complexidade deste e as novas habilidades e
recursos que você precisa lograr para vencer
esse processo. Veja detalhadamente o que foi
realizado no estúdio realizado e observe a
experiência. Todo o que é expresso mostra a
virada que se deve dar ao aprendizado neste
nível de formação. Como conclusão, é
considerada a necessidade de que o doutorado
se prepare em habilidades específicas e em
mecanismos para enfrentar o estresse.
Palavras-chave: Aprendizagem, Formação
doutoral, Habilidades para a aprendizagem.
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Introducción
Los documentos de la UNESCO y de las
reuniones mundiales sobre educación se han
proyectado con la idea de formación para toda
la vida. Esa idea concibe una visión de
desarrollo humano permanente, lo cual no
contradice que, en cada una de las etapas de la
vida humana, existen ganancias y pérdidas.
Pero la concepción dialéctica siempre toma en
cuenta que en cada momento se cran las
condiciones para la aparición de contenidos
personológicos que en otro no pudieran existir.
Dentro de ese desarrollo evolutivo se incluyen
etapas de formación desde la primera infancia
hasta la vida profesional y más allá. Ese
desarrollo de la persona se puede concretar en
el aprendizaje que, en la teoría vygotskyana, no
se limita a la adquisición de conocimientos,
habilidades y hábitos. Su concepto está
orientado (Sanz y Rodríguez, 2000) a todos los
cambios cualitativos que se producen en la
persona, los que dan lugar a propiedades de la
personalidad. A cada etapa le puede
corresponder la conformación de procesos y
propiedades a partir de factores externos e
internos. Por eso la concepción de aprendizaje
incluye formaciones no solo cognitivas sino
también afectivas y volitivas.
En ese devenir de la formación se incluye la
etapa de formación doctoral en la que todo
profesional debiera incluirse porque le permite
alcanzar un eslabón más elevado en su
desarrollo. El profesional que se inscribe en
un programa de formación doctoral es un adulto
lo que no significa que no pueda adquirir
aprendizajes en ese proceso. La mayoría de los
doctorandos se involucra por primera vez en un
proyecto de investigación con una serie de retos
que van desde leer y comprender
exhaustivamente productos científicos hasta
realizar e interpretar experiencias pedagógicas
(Difabio, 2011).
La atención hacia el proceso de formación
doctoral generalmente se enfoca hacia sus
etapas y todo lo relacionado con la metodología
de la investigación de manera formal. Pero, la
mayoría de los que han pasado por ese proceso
pueden constatar que existe una dinámica
interna que difiere de ese proceso formal.
Lamentablemente, los autores no penetren en
esa naturaleza más interna y no desarrollan
estudios de este tipo. El interés en este aspecto
ha llevado a desarrollar otros aspectos
relacionados con el sistema de relaciones que
enfrenta el doctorando, la dinámica de la
planificación no lineal y situaciones de estrés,
que han sido socializadas en otros espacios
(González, 2022). En este artículo se ha
seleccionado el aprendizaje para profundizar en
sus diferencias con el resto de los niveles de
formación.
La formación doctoral es un proceso en el que
se materializa un aprendizaje que se caracteriza
por su complejidad. En la mayoría de las
ocasiones, a pesar de que la persona es adulta y
ha pasado por diferentes niveles de desarrollo,
desconoce su esencia. Develar las
características distintivas de este aprendizaje
con su dinámica y sus retos constituye un
propósito de este artículo que contribuirá a la
culminación del proceso de formación doctoral
con más bienestar.
Desarrollo
El proceso de formación doctoral como
aprendizaje
El hecho de concebir el proceso de formación
de doctores como un proceso de aprendizaje
posibilita que los actores que están implicados
incorporen a esta dinámica, contenidos y
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procedimientos que facilitan la culminación de
esa formación. Por una parte, el tutor tendrá
claro su rol pedagógico y el doctorando podrá
asumir un desempeño proactivo en su
formación.
Aun cuando se considere un proceso de
aprendizaje no puede concebirse de la misma
manera que los niveles precedentes. La
experiencia tanto de tutores como doctorandos
muestra que éstos carecen de los resultados de
esos aprendizajes porque no lo reciben en los
niveles anteriores cursados y muy pocos de
ellos lo adquieren de manera independiente.
Valerino y Meneses (citados por Del Castillo,
2007) destacan este proceso de elaborar una
tesis como complejo y donde intervienen
diferentes variables.
El aprendizaje de este nivel es diferente y no
existen muchos aportes en este sentido. Es un
aprendizaje que parte de premisas vinculadas al
propio conocimiento, a la claridad que tiene que
alcanzar el doctorando acerca de su significado,
de en qué consiste investigar y de una visión
integral de la ciencia por la que se interesa. Por
otra parte, implica un sentido ético y un
conjunto de cualidades imprescindibles.
Álvarez y Álvarez (2011) consideran que
requiere constancia, orden, sistematicidad,
además actitud crítica, dialógica, honesta,
honrada y respetuosa. Son cualidades que en
este proceso inciden en el camino y los
resultados de la investigación.
Hay autores como Ortiz (2009, citado por
Ocampo, 2020) que basado en la neurociencia
considera que el aprendizaje debe ser
optimizado con la estimulación de
neuroestructuras cerebrales. Si bien la estrecha
relación entre el sistema nervioso central y el
comportamiento humano es innegable, todo no
puede apostarse absolutamente al
funcionamiento fisiológico del ser humano. El
sentido ético y científico es consecuencia de un
aprendizaje de carácter social que se ha
individualizado y ninguna corriente nerviosa
puede reproducirlo ni abarcarlo en toda su
esencia. Con esta expresión no se niegan los
descubrimientos en la neuroeducación los que
todavía requieren la interpretación del justo
lugar del funcionamiento del cerebro.
Como proceso de aprendizaje requiere de bases
teóricas apropiadas. Es un proceso que está
concebido como desarrollador de la persona y
así tiene que concebirse la enseñanza,
considerando la zona de desarrollo próximo.
Es evidente que el aprendizaje logra la
adquisición por el doctorando de un saber cómo
nunca se alcanzó. No obstante, los diferentes
criterios sobre el significo del término saber
según las ciencias, el doctorando tiene que
adquirir una relación con ese saber y no
simplemente ser un depositario de su volumen.
Para Mancovsky (2009) aprender a hacer
investigación es reconocer la relatividad de los
saberes: su temporalidad, fragilidad e
inestabilidad.
La maduración del pensamiento más que las
versiones escritas
Acerca de por qué los doctorandos no realizan
las tesis y muchos de los que cursan el
doctorado curricular cuando concluyen los
cursos obligatorios abandonan el proceso,
existen dos posiciones (Roni y Rosli, 2017). Por
una parte, las dificultades para escribir las tesis.
Se sostiene que son dificultades para escribir
que constituyen obstáculos. Esto ha sido objeto
de investigaciones. Por otra parte, se argumenta
que la escritura implica desarrollar un conjunto
amplio de conocimientos que responde a una
cultura investigativa (Roni y Rosli, 2017).
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Por eso hay autores que aportan ideas que
avalan la segunda posición. Para autores como
Street y Maxrell “quien elabora una tesis debe
desarrollar competencias profesionales nuevas
en su formación” y además “no se trata solo de
aprender “a escribir” sino aprender a pensar y
hacer ciencia” (Street, 1999; Maxwell,1996,
citados por Roni y Rosli, 2017:124).
La obra de Vigotski en la que expone las
relaciones entre pensamiento y lenguaje avalan
lo planteado. Este autor ve el lenguaje como un
instrumento fundamental para el desarrollo del
pensamiento y su evolución (García, 2008,
citado por Ledesma, 2014). Además, Vigotsky
especificó entre los instrumentos psicológicos
como recurso de dominio de los procesos
mentales: la lengua y la escritura (Vigotski,
1960/1981: 136-137, citado por Ledesma,
2014). Los cambios que se tienen que producir
en la concepción de la ciencia y la
investigación, y, en el pensamiento del
doctorando son aprendizajes a adquirir.
La cuestión de trasladar el proceso investigativo
a un documento escrito se ha convertido, en
muchas tesis, en el foco de atención y a veces,
en la meta del proceso. Pero ello no constituye
una cuestión técnica de escritura sino un asunto
del pensar, de los procesos de pensamiento.
Muchos doctorandos que se inician se
desesperan por escribir su introducción y su
fundamentación. Se tranquilizan cundo tienen
llenas un conjunto de cuartillas, sin percatarse
de su autoengaño. Luego se decepcionan al
tener que hacer y rehacer tantas versiones de
ellas. Este es un momento de vivencia negativa
y hasta de conflicto en las relaciones con el
tutor.
Otro momento que requiere la noción de todo el
proceso es la metodología, los métodos. El
doctorando está deseoso de aplicar sus
instrumentos. A veces creados con la premura
o copiados de internet sin mucho rigor. La
comprensión de que ninguno de esos resultados
puede lograrse sin tener claro el objeto de
estudio, de la ciencia y del propósito, va
alcanzándose con lentitud. Esto significa que
hay dos ritmos diferentes. El doctorando
camina, como en una caminadora del gimnasio,
pero no avanza. Se esfuerza por tener cuartillas
escritas. Es el imperio del informe sin sentido.
No se puede dejar de considerar que esta
escritura plantea retos al doctorando. Ella
constituye un aprendizaje gradual de
apropiación. La comprensión del papel de los
diferentes borradores del informe de tesis, la
reinterpretación de los resultados y el rehacer de
los aportes son aspectos generadores de
tensiones y conflictos. Esto se debe a la
incomprensión de que el aprendizaje es gradual
y de una sucesión de aproximaciones a la
verdad que está determinado por la madurez del
pensamiento científico del doctorando que está
en constante transformación. Hay doctorandos
que se asombran de su primera versión del
capítulo teórico cuando llegan al final. Ven con
“otros ojos” lo pasado.
En el aspecto más técnico, el aprendizaje de la
escritura del documento requiere primero tener
conciencia de que está sujeto a la cultura de la
comunidad científica específica porque debe ser
aceptado e incorporado a su acervo. Como bien
han expresado Roni y Rosli (2017) esa escritura
requiere un tratamiento más complejo. Las
características comunes y uniformes le abren las
puertas a la socialización. El respeto a las pautas
de escritura, de argumentación, de citación, de
códigos, utilización de autores, es necesario.
La materialización del proceso de investigación
en un documento escrito tiene que pasar por
diferentes variantes que reflejan el movimiento
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del pensamiento en cada aspecto. Un proceso
tan complejo no puede quedar expresado de
forma exacta al primer intento. Se requieren
varios intentos hasta llegar al más acertado, es
un conjunto de aproximaciones sucesivas. Por
eso la escritura de la tesis se convierte en una
herramienta de aprendizaje y debe verse como
escribir para pensar (Roni y Rosli, 2017). Los
que tienen más experiencia en estudios de este
tipo avanzan con relativa facilidad. Al menos
tienen la fortaleza de una visión global de la
investigación.
Aprendizaje como desarrollo personal
Durante este proceso el doctorando va
cambiando en el tiempo y el propio modo de
hacer cambia. Baptista y Huet (2012) anotan
que no solo se desarrolla el intelecto sino la
personalidad, el carácter, habilidades el corazón
y la mente. Mancovsky (2009) considera que la
investigación también es artesanal, porque se
aprende investigando y por eso no hay diseño
más válido que otro.
Este aprendizaje es complejo y pasa por un
tránsito obligado (Baptista y Huet, 2012;
Fernández, 2018) desde la dependencia a la
independencia, lo que no resulta fácil. Como
expresa Fernández (2018) es “un estudiante
adulto en camino a la independencia
académica” (39) y ese estudiante define su
forma de aprender. Requiere cualidades y
habilidades, y comprender su propio proceso de
investigación. Es un proceso largo,
generalmente en soledad, Según Hunter (2016)
tiene momentos de merma de la energía
emocional ya veces agotamiento.
Una complejidad en este aprendizaje radica no
solo en la escritura, sino en que el doctorando
logre un discurso propio, aunque se apoye en los
autores. Se tiene que involucrar toda la
personalidad para lograr por sí mismo, y con su
voz, lo que va a dejar plasmado en la escritura.
Es un crecimiento que no se limita a las
habilidades, sino el desarrollo de la
identificación con la ciencia, con su
investigación y con la comunidad científica. Es
un crecimiento personal.
Trascender lo inmediato y los vicios
En determinados momentos la tesis no avanza
porque el doctorando es incapaz de trascender
su trabajo de campo. Permanece atado a las
vivencias, a lo experimentado, a los datos
directos y no puede traducirlos a lo que ellos
representan en el conocimiento científico que
debe aportar. Esto también se expresa en la
insistencia de relatar cronológicamente lo
realizado. Hay insuficiencias en la visión
integral de la investigación. Se incorporan al
informe acciones complementarias y
procedimientos intrascendentes porque fueron
trabajosos.
Alarcón, Alarcón y Venturo (2015) estudiaron
18 tesis de doctorado indagando sobre los
obstáculos epistemológicos que se evidencian
en el informe. Sus hallazgos estuvieron
vinculados al empleo de afirmaciones,
valoraciones y términos a partir de visiones que
enturbian la investigación. También
encontraron predominio de lo cuantitativo y el
exceso de confianza en la medición numérica,
las interpretaciones fáciles e inmediatas que dan
una óptica parcializada de la realidad.
Al respecto Wainerman (2011) alerta sobre los
vicios de utilizar teorías científicas de las que se
tiene una idea vaga. Bermúdez, Morales y
García (2018) también llaman la atención sobre
aspectos epistemológicos en la comprensión de
la realidad que se investiga, cómo no manejar
corrientes filosóficas, enfoques paradigmáticos
y posturas que rigen el pensamiento para
construir ciencia. El doctorando debe saber
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(Álvarez y Álvarez, 2011) el justo medio para,
sin desconocer la universalidad, tomar en
cuenta la diferencia y la diversidad. Por eso, hay
que interpretar la experiencia investigativa
realizada desde el conocimiento acumulado de
la ciencia. Cada hallazgo, para que tenga valor,
tiene que aportar en el camino progresivo del
desarrollo científico. Reflexionar acerca de lo
que representa lo universal porque es acogido
por la ciencia y lo que, estando ajustado a las
premisas científicas, se expande hacia lo
diferente y diverso. Una interpretación rigurosa
lleva a tener en cuenta esas categorías y que no
sean excluyentes.
El aprendizaje del doctorando,
independientemente de sus características
personales, demanda (Baptista y Huet, 2012)
receptividad y disponibilidad interna e
involucra lo socioafectivo. Por ser un proceso
de aprendizaje, Fernández y Wainerman (2015)
llaman la atención acerca de que solo el balance
pedagógico entre compasión y rigor en la
dirección por parte del tutor es lo que permite el
éxito.
Un aprendizaje caracterizado por decisiones
Este aprendizaje, a diferencia de otros niveles,
implica toma de decisiones científicas. La
decisión científica se puede considerar como
asumir uno u otro camino, uno u otro recurso,
seleccionar entre dos cuestiones con
implicación en el curso de la investigación o en
los resultados. Se diferencia de la decisión
administrativa propiamente.
La decisión sobre la metodología apropiada es
de vital importancia. No basta con conocer los
enfoques y los tipos de investigación, hay que
tener presente la naturaleza de la realidad. El
investigador se mueve entre separarse de lo
empírico y no alejarse de la realidad. Según
Bamgbaje-Ayodele, Ye, Almond y
Sakulwichilsintr (2016) esta selección tiene
limitaciones potenciales y dificultades prácticas
que influyen en los doctorandos para conducir
su metodología. En sus estudios los autores
tuvieron hallazgos mediante grupos focales que
se vinculan a esta cuestión. Aparecen cuestiones
como la elección del tema, los métodos de
recolección de datos, vías para obtenerlos.
Dichos autores valoran los retos que enfrentan
los doctorandos en las investigaciones que
asumen y cómo no se valoran limitaciones de
fondo que emanan de ellas.
La propia decisión de alcanzar un grado
científico, dado el tiempo, los recursos y
obligaciones que implica, también tiene un
valor inestimado y muchos no comprenden lo
que realmente conlleva tal decisión. (Hunter y
Devine, 2016).
Las decisiones más difíciles están en el campo
ético que está muy relacionado con las
repercusiones morales y sociales del
conocimiento. Bamgbaje-Ayodele, Ye, Almond
y Sakulwichilsintr (2016) basados en sus
estudios, refieren como se escriben artículos de
los doctorandos con sus tutores sin que pueda
precisarse la proporción de la contribución de
cada uno.
Inmersión completa y veloz en el campo de las
tecnologías de la información
El desarrollo vertiginoso de las tecnologías, y
todo el mundo del internet, ya es conocido por
la mayoría de los seres humanos. Ninguna
persona, no importa la edad, ha podido excluirse
de sus efectos. Es consustancial a la vida. Los
doctorandos como parte de ese mundo también
lo saben, pero no se imaginan, cuando empiezan
el proceso de formación, de qué forma le
impacta eso en el desarrollo de su trabajo.
No es simplemente dominar un equipo
tecnológico, se requieren habilidades
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informáticas e informacionales. Ambos tienen
diferentes funciones. Quizás las más fáciles
sean las primeras, pero en muchas ocasiones el
doctorando se empantana en la gestión de la
información porque le faltan las habilidades
informacionales.
Esas habilidades tienen que ver con dominios de
aspectos vitales para la calidad y el final de la
investigación. Entre ellos, conocimiento de
autores reconocidos en el tema, contrastación de
los autores, sitios vinculados a la temática, la
valoración de las fuentes, descriptores y
categorías, selección de la información valiosa,
estrategia de búsqueda de la información,
modificación de la estrategia según resultados.
Se dan experiencias de doctorandos que no son
capaces de gestionar información científica de
su tema porque se encasillan en un descriptor
muy concreto o limitado y no aparece la
información. Esto se relaciona con la estrategia
de búsqueda y el camino progresivo de
profundidad en la temática. Estas son algunas
de las habilidades a adquirir por el doctorando,
pero son muchas las que se necesitan y
generalmente se adquieren por ensayo y error.
Esta situación vinculada con la informática y la
información en las condiciones actuales no
puede ser soslayada por el doctorando porque
desde que empieza obligatoriamente se
involucra en este escenario, aunque no haya
sido manejado antes por él.
Conclusiones
Un estudio más profundo del proceso de
formación doctoral conduce a descubrir entre
otras cuestiones, la complejidad que tiene el
aprendizaje en él. En este proceso se presentan
imbricados otros procesos no tan visibles que
generalmente, no se tienen en cuenta. Dentro de
esa concepción está el proceso de aprendizaje
que difiere del resto de los niveles de formación.
Es evidente, a partir de esta visión, que aún falta
mucho para preparar adecuadamente a los
doctorandos en el camino de su tesis de
doctorado. Ni siquiera los programas
curriculares que incorporan cursos a impartir,
los toman en cuenta. Sólo algunos se dirigen a
la escritura de los textos, pero no llegan a la
profundidad de la relación que tiene con el
pensamiento. Se convierten en instrumentales.
Tampoco se desarrollan las habilidades
informacionales, de toma de decisiones, de
planeación no lineal, etc. que son necesarias.
Este panorama muestra la necesidad de que los
tutores reflexionen sobre la naturaleza
pedagógica de la formación de doctores para
que contribuyan al logro de un aprendizaje más
desarrollador.
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