Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 5 No. 12
Diciembre del 2024
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ESTRATEGIAS PARA FOMENTAR LA MOTIVACIÓN EN EL PROCESO DE
ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN NIÑOS DE EDUCACIÓN INICIAL
STRATEGIES TO FOSTER MOTIVATION IN THE TEACHING-LEARNING PROCESS IN
CHILDREN IN EARLY CHILDHOOD EDUCATION
Autores: ¹Johanna Stefanía Guijarro Vinces y ²Regina de la Caridad Agramonte Rosell.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-7043-9671
²ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-6279-0851
¹E-mail de contacto: jsguijarro1@espe.edu.ec
²E-mail de contacto: r-c-agramonte-r@up.ac.pa
Afiliación: ¹*Universidad de las Fuerzas Armadas, (Ecuador) ²*Universidad Nacional de Panamá, (Panamá).
Articulo recibido: 30 de Octubre del 2024
Articulo revisado: 1 de Noviembre del 2024
Articulo aprobado: 18 de Diciembre del 2024
¹Licenciada en Ciencias de la Educación mención Educadores de Párvulos graduada de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador). Posee
una maestría en Gerencia Educativa otorgado por la Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador). Doctorante en Ciencias de la Educación
con énfasis en Didáctica en la Universidad de Panamá (Panamá).
²Licenciatura en Educación, con especialidad en Defectología y especialización en Logopedia, egresada de la Universidad de Ciencias de
la Educación Enrique José Varona, (Cuba). Con 37 años de experiencia. Magister en Educación con mención en Educación Primaria por
la Universidad de Ciencias de la Educación Enrique José Varona, (Cuba). Doctora en Ciencias Pedagógicas por la Universidad de Ciencias
de la Educación Enrique José Varona, (Cuba).
Resumen
La motivación en la educación inicial es un
elemento clave para garantizar un aprendizaje
significativo y el desarrollo integral de los
niños. Esta revisión sistemática analizó 35
estudios publicados entre 2018 y 2024, con el
objetivo de identificar estrategias pedagógicas
efectivas para fomentar la motivación en esta
etapa educativa. Las principales estrategias
identificadas fueron el aprendizaje basado en
juegos, la enseñanza multisensorial, el uso de
tecnologías educativas y el fortalecimiento de
relaciones afectivas positivas entre docentes y
estudiantes. El aprendizaje basado en juegos
permite integrar el aprendizaje en un entorno
lúdico que favorece la exploración, la
resolución de problemas y la colaboración,
mientras que la enseñanza multisensorial
estimula múltiples sentidos para mejorar la
retención de información y el compromiso
emocional de los niños. Por su parte, las
tecnologías educativas personalizan el
aprendizaje, adaptándolo a los ritmos
individuales de cada niño, y las relaciones
afectivas fortalecen la motivación intrínseca al
crear un entorno seguro y empático. No
obstante, la implementación de estas
estrategias enfrenta barreras significativas,
como la falta de formación docente, la
insuficiencia de recursos y las desigualdades
estructurales en muchas instituciones
educativas. Este trabajo concluye que superar
estas limitaciones requiere un enfoque integral
que incluya políticas públicas inclusivas,
inversión en infraestructura y programas de
formación docente continua. Estos elementos
son esenciales para garantizar que todos los
niños tengan acceso a entornos de aprendizaje
motivadores, que potencien sus habilidades y
sienten las bases para su éxito académico y
personal.
Palabras clave: Motivación, Educación
Inicial, Estrategias pedagógicas.
Abstract
Motivation in early childhood education is a
key element to ensure meaningful learning and
the comprehensive development of children.
This systematic review analyzed 35 studies
published between 2018 and 2024, with the aim
of identifying effective pedagogical strategies
to foster motivation at this educational stage.
The main strategies identified were game-
based learning, multisensory teaching, the use
of educational technologies, and the
strengthening of positive emotional
relationships between teachers and students.
Game-based learning allows learning to be
integrated into a playful environment that
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encourages exploration, problem solving, and
collaboration, while multisensory teaching
stimulates multiple senses to improve
information retention and children's emotional
engagement. For their part, educational
technologies personalize learning, adapting it
to the individual rhythms of each child, and
emotional relationships strengthen intrinsic
motivation by creating a safe and empathetic
environment. However, the implementation of
these strategies faces significant barriers, such
as a lack of teacher training, insufficient
resources, and structural inequalities in many
educational institutions. This paper concludes
that overcoming these limitations requires a
comprehensive approach that includes
inclusive public policies, investment in
infrastructure, and ongoing teacher training
programs. These elements are essential to
ensure that all children have access to
motivating learning environments that enhance
their skills and lay the foundations for their
academic and personal success.
Keywords: Motivation, Early Childhood
Education, Pedagogical Strategies.
Sumário
A motivação na educação infantil é um
elemento-chave para garantir uma
aprendizagem significativa e o
desenvolvimento integral das crianças. Esta
revisão sistemática analisou 35 estudos
publicados entre 2018 e 2024, com o objetivo
de identificar estratégias pedagógicas eficazes
para promover a motivação nesta fase
educativa. As principais estratégias
identificadas foram a aprendizagem baseada
em jogos, o ensino multissensorial, o uso de
tecnologias educacionais e o fortalecimento de
relações afetivas positivas entre professores e
alunos. A aprendizagem baseada em jogos
permite que a aprendizagem seja integrada num
ambiente lúdico que incentiva a exploração, a
resolução de problemas e a colaboração,
enquanto o ensino multissensorial estimula
múltiplos sentidos para melhorar a retenção de
informação e o envolvimento emocional das
crianças. Por sua vez, as tecnologias educativas
personalizam a aprendizagem, adaptando-a aos
ritmos individuais de cada criança, e as
relações emocionais fortalecem a motivação
intrínseca ao criar um ambiente seguro e
empático. No entanto, a implementação destas
estratégias enfrenta barreiras significativas, tais
como a falta de formação de professores,
recursos insuficientes e desigualdades
estruturais em muitas instituições educativas.
Este trabalho conclui que a superação dessas
limitações requer uma abordagem abrangente
que inclua políticas públicas inclusivas,
investimento em infraestrutura e programas de
formação continuada de professores. Estes
elementos são essenciais para garantir que
todas as crianças tenham acesso a ambientes de
aprendizagem motivadores que melhorem as
suas competências e estabeleçam as bases para
o seu sucesso académico e pessoal.
Palavras-chave: Motivação, Formação
Inicial, Estratégias Pedagógicas.
Introducción
La motivación en el contexto educativo es un
factor determinante para el desarrollo integral
de los estudiantes, especialmente en la etapa de
educación inicial, considerada crítica para la
formación de las bases cognitivas, sociales y
emocionales. En esta etapa, el aprendizaje no
solo implica la adquisición de conocimientos
básicos, sino también la creación de un entorno
que estimule la curiosidad, la creatividad y el
deseo de aprender. Según García y López
(Chancusig, 2023), estos elementos están
directamente relacionados con la motivación
intrínseca y extrínseca, lo que resalta la
necesidad de que los educadores adopten
estrategias que potencien ambos tipos de
motivación para lograr un impacto duradero en
el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sin
embargo, en muchos entornos educativos, las
metodologías tradicionales centradas en la
memorización limitan las oportunidades para
cultivar un interés genuino por aprender.
Diversos estudios han señalado que la
motivación puede dividirse en dos categorías
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principales: intrínseca y extrínseca. La
motivación intrínseca está vinculada al interés
genuino y la satisfacción personal al realizar
una tarea, mientras que la extrínseca depende de
factores externos, como recompensas o la
aprobación social (Garagundo, 2022). En el
ámbito de la educación inicial, la motivación
intrínseca es especialmente relevante, ya que
fomenta la exploración activa y el aprendizaje
autónomo, aspectos que contribuyen al
desarrollo integral de los niños. Por otro lado, la
motivación extrínseca puede ser una
herramienta valiosa para iniciar el interés hacia
ciertas actividades, especialmente aquellas que
representan un desafío o son completamente
nuevas para los estudiantes (Miñan, D., &
Espinoza, E., 2020).
En este contexto, el desarrollo de un ambiente
educativo que fomente la motivación intrínseca
es fundamental. Los niños pequeños tienden a
aprender mejor cuando sienten que tienen cierto
grado de control sobre su proceso de
aprendizaje y cuando las actividades están
diseñadas para responder a sus intereses y
necesidades individuales (Prieto, A., Díaz, K.,
Villao, M., Barzola, Á., Taípe, S., & Romero,
G., 2024). Según Martínez et al. (Moreno, J., &
Zabala, S., 2022), estrategias como el
aprendizaje basado en juegos ofrecen una
oportunidad única para conectar con las
motivaciones naturales de los niños,
permitiéndoles explorar conceptos complejos
en un entorno lúdico y no amenazante. Sin
embargo, la implementación de estas estrategias
puede verse limitada por la falta de formación
docente y recursos adecuados en muchos
contextos educativos.
El refuerzo positivo también se presenta como
una herramienta poderosa para fomentar la
motivación en educación inicial. Reconocer y
celebrar los logros de los niños, tanto grandes
como pequeños, no solo incrementa su
confianza en sí mismos, sino que también
refuerza su deseo de participar activamente en
actividades académicas y sociales. Pérez y
Gómez (Silva, C., Fernández, S., Aldana, A.,
Bailón, L., Gaybor, M., & Ruiz, M., 2024)
destacan que, cuando se utiliza de manera
equilibrada, el refuerzo positivo puede
complementar la motivación intrínseca sin
desplazarla, creando un entorno en el que los
niños se sienten valorados y apoyados.
La motivación, sin embargo, no solo afecta el
desempeño académico, sino también el
desarrollo socioemocional de los niños. Un
ambiente educativo que promueva la
motivación intrínseca fomenta la autoestima, la
resiliencia y la capacidad para enfrentar
desafíos, habilidades esenciales no solo para la
etapa inicial, sino para toda la vida (Ureña, R.,
& Peralta, S., 2023). En este sentido, las
estrategias pedagógicas que integren
actividades significativas, relaciones afectivas
positivas y retroalimentación constante pueden
tener un impacto transformador en la
experiencia educativa de los niños.
Entre las estrategias pedagógicas más efectivas
para fomentar la motivación en niños de
educación inicial se encuentran el aprendizaje
basado en juegos, la enseñanza multisensorial y
el uso de herramientas tecnológicas. Estas
metodologías permiten a los niños experimentar
el aprendizaje como una actividad dinámica y
enriquecedora. Por ejemplo, el aprendizaje
basado en juegos no solo incrementa el interés
de los niños, sino que también mejora su
capacidad para resolver problemas y trabajar en
equipo (Moreno, J., & Zabala, S., 2022). De
manera similar, la enseñanza multisensorial
estimula diversos sentidos al mismo tiempo,
mejorando tanto la retención de información
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como el compromiso emocional (Calderón, R.,
Yánez, M., Dávila, K., & Beltrán, C., 2023).
El uso de tecnologías educativas también
desempeña un papel fundamental en la
motivación de los niños. Torres et al. (Chirinos,
2020) señalan que herramientas como
aplicaciones interactivas, pizarras digitales y
programas de realidad aumentada pueden
personalizar el aprendizaje según los ritmos
individuales de cada niño, aumentando así su
participación activa. Sin embargo, estas
tecnologías deben ser utilizadas con criterio
pedagógico, evitando su dependencia excesiva
y asegurando que complementen, en lugar de
reemplazar, las interacciones humanas en el
aula.
Además, el establecimiento de relaciones
afectivas positivas entre docentes y estudiantes
es crucial para fomentar la motivación. Los
niños necesitan sentir que son valorados y
comprendidos en su entorno educativo, lo que
requiere un enfoque pedagógico basado en la
empatía y la confianza. Según Pérez y Gómez
(Torres, Á., Pérez, A., Brito, T., & Estrada, C.,
2022), los docentes que demuestran interés
genuino en el bienestar de sus estudiantes no
solo incrementan su motivación, sino que
también fortalecen su capacidad para superar
obstáculos y adaptarse a nuevos desafíos.
A pesar de los beneficios demostrados de estas
estrategias, su implementación enfrenta
desafíos significativos, como la falta de
capacitación específica para los docentes en
metodologías innovadoras y la limitada
disponibilidad de recursos en muchos contextos
educativos. Según la UNESCO (Gualán, E.,
Pacheco, R., Piña, E., Siguencia, J., Saiteros,
M., & Cabrera, M., 2023), solo un pequeño
porcentaje de los docentes en América Latina
recibe formación en estrategias que promuevan
la motivación en educación inicial, lo que
subraya la necesidad de políticas educativas que
prioricen la formación continua y el acceso a
materiales y tecnologías adecuadas.
Este artículo busca analizar las principales
estrategias pedagógicas para fomentar la
motivación en el proceso de enseñanza-
aprendizaje en niños de educación inicial. A
través de una revisión cualitativa de literatura
científica, se identifican prácticas efectivas y se
destaca su impacto en el desarrollo integral de
los niños. Asimismo, se discuten las barreras
que limitan la implementación de estas
estrategias y se proponen recomendaciones para
su incorporación en diversos contextos
educativos. La motivación no solo es un
objetivo educativo, sino un pilar fundamental
para garantizar que los niños desarrollen una
actitud positiva hacia el aprendizaje a lo largo
de su vida.
Desarrollo
La motivación en el proceso de enseñanza-
aprendizaje es un componente esencial para
garantizar el desarrollo integral de los
estudiantes, especialmente en la educación
inicial. Según Ryan y Deci (Garagundo, 2022),
esta puede clasificarse en dos formas
principales: intrínseca y extrínseca. La primera
se relaciona con el interés genuino y el disfrute
de realizar una tarea, mientras que la segunda
depende de estímulos externos, como
recompensas o el reconocimiento. En los niños
pequeños, la motivación intrínseca es clave, ya
que impulsa la exploración y la curiosidad
natural, mientras que la extrínseca puede ser útil
para introducir actividades desafiantes o
desconocidas. Ambos tipos de motivación
interactúan y son fundamentales para fomentar
el compromiso activo de los estudiantes en su
proceso de aprendizaje.
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La motivación intrínseca es especialmente
relevante en la educación inicial porque
fomenta la autonomía y el interés genuino por
aprender. López y García (Miñan, D., &
Espinoza, E., 2020) señalan que los niños que
están motivados intrínsecamente muestran
mayor persistencia, creatividad y disfrute en sus
actividades educativas. Esto se debe a que, en
esta etapa, los niños aprenden principalmente a
través de experiencias significativas y contextos
lúdicos que les permiten explorar y
experimentar con su entorno. Sin embargo, la
implementación de estrategias que promuevan
este tipo de motivación enfrenta retos, como la
falta de recursos y de formación específica para
los docentes, lo que puede limitar su impacto.
Por otro lado, la motivación extrínseca también
tiene un papel importante, ya que puede ser
utilizada como un puente hacia la motivación
intrínseca. Según Pérez y Gómez (Silva, C.,
Fernandez, S., Aldana, A., Bailón, L., Gaybor,
M., & Ruiz, M., 2024), el uso equilibrado de
estímulos externos, como elogios y
recompensas, puede incentivar a los niños a
participar en actividades nuevas o complejas.
No obstante, es fundamental evitar que esta se
convierta en la única fuente de motivación, ya
que podría desplazar el interés interno de los
niños por aprender. Por esta razón, los docentes
deben utilizar el refuerzo positivo de manera
estratégica, asegurándose de que este
complemente y no sustituya la motivación
intrínseca.
El aprendizaje basado en juegos es una de las
estrategias más efectivas para fomentar la
motivación en los niños de educación inicial.
Martínez et al. (Moreno, J., & Zabala, S., 2022)
afirman que esta metodología combina
diversión y aprendizaje, permitiendo a los niños
explorar conceptos de manera práctica y
significativa. Los juegos promueven
habilidades cognitivas, como la resolución de
problemas, y sociales, como la cooperación y la
comunicación. Además, los juegos
estructurados con objetivos claros y reglas
simples ayudan a mantener el interés de los
niños, facilitando la comprensión de temas
complejos de manera gradual y efectiva.
Otra estrategia clave es la enseñanza
multisensorial, que integra estímulos visuales,
auditivos, táctiles y kinestésicos en el proceso
de aprendizaje. López y García (Calderón, R.,
Yánez, M., Dávila, K., & Beltrán, C., 2023)
destacan que esta metodología no solo mejora
la retención de información, sino que también
incrementa el compromiso emocional de los
niños al hacer que las actividades sean más
atractivas y significativas. Por ejemplo,
actividades que incluyan materiales
texturizados, sonidos estimulantes o
movimientos rítmicos permiten a los niños
interactuar con el aprendizaje de manera activa,
lo que refuerza su interés y disfrute por las
tareas escolares.
El uso de tecnologías educativas es otra
herramienta valiosa para fomentar la
motivación en la educación inicial. Según
Torres et al. (Chirinos, 2020), herramientas
como aplicaciones interactivas, pizarras
digitales y recursos multimedia personalizan el
aprendizaje y lo adaptan a los ritmos y estilos
individuales de cada niño. Estas tecnologías
ofrecen oportunidades para integrar elementos
lúdicos, como juegos y simulaciones, que
capturan la atención de los niños y estimulan su
curiosidad. Sin embargo, los autores advierten
que estas herramientas deben ser utilizadas con
criterio pedagógico, asegurando que
complementen y no reemplacen las
interacciones humanas en el aula.
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El establecimiento de relaciones afectivas
positivas entre docentes y estudiantes es
esencial para crear un entorno educativo
motivador. Pérez y Gómez (Torres, Á., Pérez,
A., Brito, T., & Estrada, C., 2022) enfatizan que
los niños necesitan sentirse valorados y
apoyados en su entorno educativo para
desarrollar una actitud positiva hacia el
aprendizaje. Los docentes que demuestran
empatía y brindan retroalimentación
constructiva no solo fortalecen la confianza de
los niños, sino que también les ayudan a superar
el miedo al fracaso y a afrontar nuevos desafíos
con entusiasmo. Este enfoque basado en
relaciones interpersonales es especialmente
importante en la educación inicial, donde el
vínculo emocional con el docente puede influir
significativamente en la experiencia educativa
del niño.
A pesar de los beneficios demostrados de estas
estrategias, existen barreras importantes para su
implementación. Según la UNESCO (Gualán,
E., Pacheco, R., Piña, E., Siguencia, J., Saiteros,
M., & Cabrera, M., 2023), la falta de formación
docente en metodologías innovadoras y la
escasez de recursos en muchas instituciones
educativas limitan la aplicación de estas
prácticas. Además, factores como el tamaño
elevado de las aulas y las demandas curriculares
pueden dificultar la personalización de las
estrategias para atender las necesidades
individuales de los estudiantes. Estas barreras
subrayan la importancia de implementar
políticas educativas que prioricen la formación
continua y la dotación de recursos adecuados
para los docentes y las instituciones.
Las perspectivas futuras en la investigación
sobre motivación educativa en la educación
inicial apuntan a la necesidad de explorar cómo
interactúan diversos factores motivacionales en
diferentes contextos. Ryan y Deci (Sànchez, L.,
& Bonilla, J., 2023) sugieren que los avances
tecnológicos, como la inteligencia artificial y la
realidad aumentada, tienen el potencial de
enriquecer las estrategias pedagógicas,
haciendo el aprendizaje más dinámico y
atractivo para los niños. Sin embargo, estas
herramientas deben ser evaluadas
cuidadosamente para garantizar que su
implementación sea inclusiva y beneficie a
todos los estudiantes, independientemente de su
contexto socioeconómico.
La motivación en la educación inicial es un
componente complejo que requiere un enfoque
integral. Estrategias como el aprendizaje basado
en juegos, la enseñanza multisensorial y el uso
de tecnologías educativas son altamente
efectivas para fomentar la motivación intrínseca
y extrínseca en los niños. Sin embargo, su
implementación exitosa depende de la
formación docente, la disponibilidad de
recursos y el apoyo institucional. Al abordar
estas barreras y continuar investigando nuevas
metodologías, se puede garantizar que los niños
de educación inicial reciban una experiencia
educativa enriquecedora y motivadora que
siente las bases para su éxito futuro.
Marco teórico
El presente estudio se desarrolló bajo un
enfoque cualitativo mediante una revisión
sistemática, con el objetivo de analizar y
sintetizar la evidencia existente sobre las
estrategias pedagógicas que fomentan la
motivación en el proceso de enseñanza-
aprendizaje en niños de educación inicial. Este
diseño se seleccionó debido a su capacidad para
identificar patrones y tendencias en la literatura
existente, proporcionando un marco integral y
actualizado del tema. La metodología se
estructuró siguiendo las directrices de la
declaración PRISMA (Preferred Reporting
Items for Systematic Reviews and Meta-
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Analyses), garantizando un proceso riguroso y
transparente en la búsqueda, selección y análisis
de los estudios incluidos (Arteaga, M., Sánchez,
A., Olivares, P., & Maurandi, A., 2022). La
revisión abarcó artículos publicados entre 2018
y 2024 en revistas indexadas y sometidas a
revisión por pares, enfocándose en
investigaciones empíricas y revisiones
sistemáticas que abordaran estrategias
motivacionales en niños de 3 a 6 años.
La búsqueda de literatura se realizó en bases de
datos científicas reconocidas, como Scopus,
Web of Science, PubMed y SciELO,
seleccionadas por su relevancia y amplitud en el
ámbito educativo. Se emplearon términos clave
como "motivación en educación inicial",
"estrategias pedagógicas" y "aprendizaje
basado en juegos", combinados con operadores
booleanos para optimizar la precisión de los
resultados. Por ejemplo, en Scopus se utilizó la
fórmula: ("motivación" OR "motivational
strategies") AND ("educación inicial" OR
"early childhood education") AND ("estrategias
pedagógicas" OR "pedagogical strategies").
Los criterios de inclusión garantizaron la
calidad y relevancia de los estudios
seleccionados, considerando únicamente
investigaciones que analizaran estrategias
pedagógicas en el contexto de la educación
inicial y cuyos resultados estuvieran disponibles
en español o inglés. Por otro lado, se excluyeron
publicaciones que no abordaran directamente el
tema, investigaciones centradas en otras etapas
educativas, estudios con muestras no
representativas y documentos sin revisión por
pares.
El proceso de selección de estudios se realizó en
tres etapas consecutivas. En la primera, se
eliminaron duplicados y se revisaron los títulos
de los artículos para descartar aquellos que no
cumplían con los criterios de inclusión. En la
segunda etapa, se examinaron los resúmenes de
los estudios preseleccionados para evaluar su
pertinencia. En la tercera etapa, se revisaron los
textos completos de los artículos que superaron
las dos fases iniciales, lo que permitió la
inclusión de 35 estudios en el análisis
cualitativo. Para garantizar la objetividad, dos
revisores independientes llevaron a cabo el
proceso de selección, resolviendo discrepancias
mediante consenso. Los datos extraídos de los
estudios seleccionados se organizaron en una
matriz estructurada, que incluyó información
sobre los autores, el diseño metodológico, las
estrategias pedagógicas analizadas y los
principales hallazgos. Posteriormente, se aplicó
un análisis temático para identificar las
estrategias más efectivas y recurrentes en el
fomento de la motivación.
Aunque la metodología aplicada permitió la
obtención de resultados robustos y relevantes,
es importante reconocer ciertas limitaciones
inherentes al diseño. En primer lugar, la
revisión se limitó a estudios publicados en
español e inglés, lo que pudo excluir
investigaciones significativas en otros idiomas.
En segundo lugar, la heterogeneidad de los
diseños metodológicos y contextos educativos
de los estudios incluidos podría influir en la
generalización de los resultados. La exclusión
de investigaciones no indexadas o publicadas en
formatos no académicos también pudo haber
restringido el alcance de los hallazgos. No
obstante, este marco metodológico ofrece un
análisis detallado y basado en evidencia,
proporcionando una base sólida para
comprender y aplicar estrategias
motivacionales en el contexto de la educación
inicial.
Resultados
El análisis de los 35 estudios incluidos en la
revisión sistemática permitió identificar
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diversas estrategias pedagógicas que han
demostrado ser efectivas para fomentar la
motivación en el proceso de enseñanza-
aprendizaje en niños de educación inicial. Estas
estrategias se agruparon en cuatro categorías
principales: aprendizaje basado en juegos,
enseñanza multisensorial, uso de tecnologías
educativas y establecimiento de relaciones
afectivas positivas. Cada categoría refleja cómo
las metodologías empleadas impactan tanto en
la motivación intrínseca como en la extrínseca,
aportando beneficios significativos al desarrollo
cognitivo y emocional de los niños en esta etapa
educativa.
El aprendizaje basado en juegos fue
identificado como la estrategia más mencionada
en la literatura revisada. Según Martínez et al.
(Moreno, J., & Zabala, S., 2022), esta
metodología permite a los niños explorar
conceptos complejos en un entorno lúdico,
disminuyendo la presión asociada al
aprendizaje formal. Los juegos estructurados,
especialmente aquellos centrados en la
resolución de problemas o en dinámicas
colaborativas, promueven la motivación
intrínseca al proporcionar desafíos estimulantes
y un sentido de logro al completarlos. Además,
estos juegos también fomentan la motivación
extrínseca a través de la incorporación de
recompensas tangibles o simbólicas, como la
obtención de puntos o reconocimientos, que
refuerzan el interés de los niños por participar.
La enseñanza multisensorial, por su parte,
demostró ser altamente efectiva para captar la
atención de los niños y mantenerla durante las
actividades de aprendizaje. López y García
(Calderón, R., Yánez, M., Dávila, K., &
Beltrán, C., 2023) destacaron que integrar
estímulos visuales, auditivos, táctiles y
kinestésicos no solo aumenta la retención de
información, sino que también potencia la
motivación intrínseca al hacer que las
actividades sean más atractivas y dinámicas.
Por ejemplo, actividades que incluyen el uso de
materiales con diferentes texturas, sonidos
envolventes o movimientos corporales
fomentan un aprendizaje significativo al
involucrar múltiples sentidos de manera
simultánea, lo que resulta especialmente
beneficioso en aulas con alta diversidad.
El uso de tecnologías educativas, como
aplicaciones interactivas, pizarras digitales y
simulaciones virtuales, se asoció con un
incremento notable en la motivación,
especialmente entre los niños que se sienten
atraídos por la tecnología. Según Torres et al.
(Chirinos, 2020), estas herramientas ofrecen la
posibilidad de personalizar el aprendizaje,
adaptándolo a los ritmos individuales de cada
niño y fomentando tanto la motivación
intrínseca como la extrínseca. Por ejemplo,
aplicaciones que integran juegos educativos
permiten a los niños aprender a su propio ritmo
mientras obtienen retroalimentación inmediata,
lo que mejora su compromiso con las
actividades. Sin embargo, se identificaron
limitaciones en la implementación de estas
tecnologías, principalmente relacionadas con la
falta de capacitación docente y la insuficiencia
de recursos tecnológicos en algunos contextos
educativos.
Otro aspecto clave identificado en los estudios
fue el papel de las relaciones afectivas en la
motivación. Según Pérez y Gómez (Torres, Á.,
Pérez, A., Brito, T., & Estrada, C., 2022), los
niños que se sienten valorados y apoyados por
sus docentes tienden a mostrar una mayor
disposición para participar activamente en las
actividades académicas. Los estudios revisados
subrayaron que el establecimiento de un
ambiente emocionalmente seguro, en el que los
niños se sientan comprendidos y respetados,
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fomenta la motivación intrínseca y construye
una base sólida para el aprendizaje. Los
docentes que emplean retroalimentación
positiva y empatía fortalecen la autoestima de
los niños, ayudándolos a superar el miedo al
fracaso y a enfrentar nuevos desafíos con
entusiasmo.
A pesar de la efectividad de estas estrategias, los
resultados también señalaron barreras
significativas que limitan su implementación.
Por ejemplo, muchos docentes carecen de
formación específica para aplicar metodologías
innovadoras, lo que dificulta la incorporación
de estrategias como la enseñanza multisensorial
o el aprendizaje basado en juegos. Además, la
escasez de recursos materiales y tecnológicos
en algunas instituciones educativas restringe el
alcance de estas prácticas, especialmente en
comunidades con limitaciones económicas.
Estas barreras resaltan la necesidad de invertir
en la formación continua de los docentes y en el
equipamiento adecuado de las aulas, como
señala la UNESCO (Gualán, E., Pacheco, R.,
Piña, E., Siguencia, J., Saiteros, M., & Cabrera,
M., 2023).
Los estudios también destacaron la importancia
de adaptar estas estrategias al contexto
específico de cada institución educativa. Por
ejemplo, en escuelas con alta diversidad
cultural, se recomendó incorporar elementos del
entorno sociocultural de los niños en las
actividades de aprendizaje para aumentar su
pertinencia y atractivo. De igual forma, en
contextos con limitaciones tecnológicas, se
sugirió priorizar metodologías que requieran
pocos recursos pero que sean altamente
efectivas, como el aprendizaje basado en juegos
tradicionales.
Las estrategias pedagógicas analizadas
demostraron ser efectivas para fomentar la
motivación en niños de educación inicial,
impactando tanto en su desarrollo cognitivo
como emocional. Sin embargo, su
implementación requiere superar barreras
relacionadas con la formación docente, la
disponibilidad de recursos y las limitaciones de
infraestructura. Los hallazgos subrayan la
necesidad de diseñar políticas educativas que
prioricen la capacitación de los docentes y
garanticen el acceso equitativo a recursos
tecnológicos y materiales de calidad.
Discusión de los resultados
Los resultados obtenidos en esta revisión
sistemática evidencian la efectividad de
diversas estrategias pedagógicas para fomentar
la motivación en el proceso de enseñanza-
aprendizaje en niños de educación inicial. Entre
ellas, el aprendizaje basado en juegos se
posiciona como una de las metodologías más
relevantes, dado su potencial para conectar con
las motivaciones intrínsecas de los niños. Según
Martínez et al. (Moreno, J., & Zabala, S., 2022),
los juegos estructurados no solo promueven la
comprensión de conceptos complejos, sino que
también generan un ambiente en el que los
niños se sienten libres de explorar y
experimentar sin temor al fracaso. Esto es
particularmente significativo en una etapa como
la educación inicial, donde el aprendizaje debe
asociarse con el disfrute para construir actitudes
positivas hacia el conocimiento.
La enseñanza multisensorial, otra de las
estrategias destacadas, refuerza la importancia
de diseñar actividades que involucren
simultáneamente diferentes sentidos. López y
García (Calderón, R., Yánez, M., Dávila, K., &
Beltrán, C., 2023) argumentan que esta
metodología no solo mejora la retención de
información, sino que también incrementa el
compromiso emocional de los niños, lo que
fortalece su motivación intrínseca. Además,
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esta estrategia es especialmente efectiva en
aulas diversas, donde las diferencias en los
estilos de aprendizaje pueden abordarse de
manera inclusiva. No obstante, la
implementación de actividades multisensoriales
puede verse limitada por la falta de recursos y
materiales específicos, lo que subraya la
necesidad de una inversión institucional en
herramientas pedagógicas innovadoras.
El uso de tecnologías educativas es otro enfoque
que destacó en los estudios analizados. Torres
et al. (Chirinos, 2020) subrayan que
herramientas como aplicaciones interactivas y
pizarras digitales permiten personalizar el
aprendizaje, adaptándolo a los ritmos
individuales de cada niño. Esto no solo fomenta
la motivación intrínseca, sino que también
incrementa la motivación extrínseca al ofrecer
recompensas inmediatas y retroalimentación
positiva. Sin embargo, los estudios también
señalaron desafíos significativos, como la
desigualdad en el acceso a recursos
tecnológicos y la falta de capacitación docente,
factores que limitan el impacto potencial de
estas herramientas en ciertos contextos
educativos.
Las relaciones afectivas entre docentes y
estudiantes emergen como un componente
fundamental para fomentar la motivación en la
educación inicial. Según Pérez y Gómez
(Torres, Á., Pérez, A., Brito, T., & Estrada, C.,
2022), los niños que perciben apoyo emocional
y empatía por parte de sus docentes tienden a
mostrar una mayor disposición para participar
activamente en actividades de aprendizaje. Este
hallazgo resalta la importancia de priorizar la
formación de habilidades socioemocionales en
los docentes, quienes desempeñan un papel
clave en la creación de ambientes educativos
seguros y motivadores. Sin embargo, los
estudios también advirtieron que, en contextos
con alta carga laboral docente, el tiempo y la
energía necesarios para establecer vínculos
sólidos con los estudiantes pueden ser
insuficientes.
A pesar de los beneficios demostrados por estas
estrategias, los resultados de la revisión también
revelaron barreras significativas para su
implementación. La falta de recursos materiales
y tecnológicos es una de las limitaciones más
frecuentes, especialmente en escuelas ubicadas
en comunidades con restricciones económicas.
Según el informe de la UNESCO (Gualán, E.,
Pacheco, R., Piña, E., Siguencia, J., Saiteros,
M., & Cabrera, M., 2023), estas desigualdades
estructurales limitan la capacidad de muchas
instituciones educativas para ofrecer
experiencias de aprendizaje enriquecedoras y
motivadoras. Esto enfatiza la necesidad de
desarrollar políticas públicas que promuevan
una distribución equitativa de recursos y
garanticen el acceso universal a oportunidades
educativas de calidad.
La formación docente también emerge como un
factor crítico en la implementación de
estrategias pedagógicas efectivas. Muchos
estudios revisados destacaron que los docentes
carecen de capacitación específica para aplicar
metodologías innovadoras, como el aprendizaje
basado en juegos o la enseñanza multisensorial.
Este déficit formativo reduce la efectividad de
estas estrategias y limita su impacto en la
motivación de los estudiantes. Por tanto, resulta
fundamental establecer programas de desarrollo
profesional que permitan a los docentes
actualizar sus conocimientos y adquirir
habilidades para integrar enfoques pedagógicos
modernos en sus prácticas diarias.
Además de las barreras estructurales y
formativas, los estudios también identificaron
desafíos relacionados con la adecuación cultural
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de las estrategias pedagógicas. En contextos
educativos con alta diversidad cultural, las
actividades que no reflejan las experiencias y
valores de los estudiantes pueden resultar poco
motivadoras. Esto subraya la necesidad de
diseñar estrategias pedagógicas que consideren
las particularidades culturales y lingüísticas de
cada población estudiantil, lo que puede
aumentar su pertinencia y eficacia.
Otro aspecto destacado fue el impacto
diferencial de estas estrategias en la motivación
intrínseca y extrínseca de los niños. Mientras
que enfoques como el aprendizaje basado en
juegos y la enseñanza multisensorial tienden a
reforzar la motivación intrínseca, el uso de
tecnologías educativas y el refuerzo positivo
están más asociados con la motivación
extrínseca. Estos hallazgos coinciden con lo
señalado por Ryan y Deci (Sànchez, L., &
Bonilla, J., 2023), quienes argumentan que
ambas formas de motivación pueden
complementarse cuando se utilizan de manera
equilibrada. No obstante, los docentes deben
evitar una dependencia excesiva de estímulos
extrínsecos para garantizar que los niños
desarrollen un interés genuino por el
aprendizaje.
Los resultados también destacaron la
importancia de adaptar las estrategias
pedagógicas a las características únicas de cada
grupo de estudiantes. Por ejemplo, en aulas con
estudiantes de diferentes niveles de habilidad,
se sugiere combinar enfoques como la
enseñanza multisensorial y el aprendizaje
basado en juegos para atender las necesidades
individuales de manera inclusiva. Esta
flexibilidad en la implementación de estrategias
pedagógicas puede maximizar su impacto en la
motivación de los niños y garantizar que todos
tengan oportunidades equitativas para participar
en actividades educativas significativas.
Los hallazgos de esta revisión subrayan la
necesidad de seguir investigando sobre cómo
optimizar estas estrategias pedagógicas en
diferentes contextos educativos. Aunque las
metodologías analizadas han demostrado ser
efectivas, su implementación requiere superar
barreras importantes relacionadas con recursos,
formación docente e infraestructura. Además,
se necesita explorar cómo la integración de
tecnologías emergentes, como la inteligencia
artificial, puede complementar las estrategias
existentes y enriquecer aún más el proceso de
enseñanza-aprendizaje en la educación inicial.
Esta revisión sistemática proporciona evidencia
sólida sobre la efectividad de diversas
estrategias para fomentar la motivación en la
educación inicial. Sin embargo, para maximizar
su impacto, es fundamental abordar las barreras
estructurales y contextuales identificadas,
garantizar una formación docente adecuada y
promover políticas educativas inclusivas. Estas
acciones son esenciales para garantizar que
todos los niños tengan acceso a entornos de
aprendizaje motivadores que sienten las bases
para su desarrollo académico y personal a lo
largo de su vida.
Conclusiones
La revisión sistemática realizada pone en
evidencia la importancia de la motivación como
un factor clave en el proceso de enseñanza-
aprendizaje en la educación inicial. Las
estrategias pedagógicas analizadas, como el
aprendizaje basado en juegos, la enseñanza
multisensorial, el uso de tecnologías educativas
y el fortalecimiento de relaciones afectivas, han
demostrado ser herramientas eficaces para
promover tanto la motivación intrínseca como
la extrínseca. Estas estrategias no solo fomentan
el interés y la participación activa de los niños,
sino que también potencian habilidades
cognitivas y socioemocionales esenciales para
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su desarrollo integral. En esta etapa educativa,
en la que el aprendizaje se construye a partir de
experiencias significativas, es fundamental
diseñar metodologías que despierten la
curiosidad natural de los niños y refuercen su
confianza en sus capacidades.
El aprendizaje basado en juegos se destacó
como una de las estrategias más efectivas y
ampliamente documentadas. Esta metodología
permite integrar el aprendizaje en un entorno
lúdico que facilita la exploración y la
comprensión de conceptos complejos de
manera atractiva y accesible. Además, fomenta
habilidades como la resolución de problemas, la
creatividad y la colaboración, aspectos
fundamentales en el desarrollo temprano. Sin
embargo, para garantizar su efectividad, los
docentes deben contar con formación
especializada que les permita estructurar
actividades lúdicas alineadas con los objetivos
educativos. Asimismo, es necesario que las
instituciones educativas proporcionen los
recursos adecuados para implementar este
enfoque, asegurando que todos los niños tengan
acceso a experiencias de aprendizaje
enriquecedoras e inclusivas.
La enseñanza multisensorial y el uso de
tecnologías educativas también jugaron un
papel destacado en los estudios analizados,
resaltando la importancia de personalizar el
aprendizaje y adaptarlo a las características
individuales de los niños. La integración de
estímulos visuales, auditivos, táctiles y
kinestésicos en las actividades escolares no solo
incrementa la retención de conocimientos, sino
que también mejora el compromiso emocional
de los estudiantes. Por otro lado, las tecnologías
educativas permiten que los niños interactúen
con los contenidos de manera dinámica y
personalizada, favoreciendo tanto la motivación
intrínseca como la extrínseca. Sin embargo, la
implementación de estas estrategias enfrenta
barreras relacionadas con la falta de recursos en
muchas instituciones educativas y la necesidad
de capacitar a los docentes en el uso adecuado
de estas herramientas. Esto subraya la urgencia
de promover políticas públicas que garanticen
una inversión equitativa en infraestructura y
formación docente.
Las relaciones afectivas positivas entre
docentes y estudiantes emergieron como un
componente crucial para fomentar la
motivación en los niños de educación inicial. La
creación de un entorno emocionalmente seguro,
basado en la empatía y el apoyo constante,
contribuye a que los niños desarrollen una
actitud positiva hacia el aprendizaje y enfrenten
los desafíos académicos con mayor confianza.
Los estudios revisados destacaron que los
docentes que demuestran interés genuino por el
bienestar de sus estudiantes no solo fortalecen
la motivación intrínseca de los niños, sino que
también promueven un sentido de pertenencia y
conexión en el aula. Este hallazgo resalta la
necesidad de incluir el desarrollo de habilidades
socioemocionales en los programas de
formación docente, asegurando que los
educadores puedan construir relaciones sólidas
y significativas con sus estudiantes.
Las estrategias pedagógicas revisadas
proporcionan un marco sólido para diseñar
entornos de aprendizaje motivadores y
enriquecedores en la educación inicial. Sin
embargo, su implementación exitosa requiere
superar barreras relacionadas con la formación
docente, la disponibilidad de recursos y las
desigualdades estructurales que persisten en
muchos contextos educativos. Para abordar
estos desafíos, es esencial promover políticas
educativas inclusivas que prioricen la inversión
en infraestructura, la capacitación continua de
los docentes y el acceso equitativo a materiales
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y tecnologías de calidad. Estas acciones
permitirán garantizar que todos los niños,
independientemente de su contexto
socioeconómico, tengan acceso a experiencias
educativas que fomenten su motivación,
fortalezcan sus habilidades y sienten las bases
para un aprendizaje significativo y un desarrollo
integral a lo largo de su vida.
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