Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 5 No. 12
Diciembre del 2024
Página 108
ESTRATEGIAS EFECTIVAS PARA MEJORAR LA COMPRENSIÓN LECTORA EN
ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS: UN ENFOQUE BASADO EN LA INVESTIGACIÓN
EFFECTIVE STRATEGIES TO IMPROVE READING COMPREHENSION IN COLLEGE
STUDENTS: A RESEARCH-BASED APPROACH
Autores: ¹Gladis del Consuelo Vinueza Burgos, ²Lorena Marielisa Gonzáles Granda y ³Solange
Viviana Contreras Suarez.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-6254-7595
²ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-8597-1006
³ORCID ID: https://orcid.org/0009-0001-2050-1967
¹E-mail de contacto: gvinuezab1@unemi.edu.ec
²E-mail de contacto: lgonzalezg3@unemi.edu.ec
³E-mail de contacto: scontrerass@unemi.edu.ec
Afiliación:¹*²*³*Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador).
Articulo recibido: 31 de Octubre del 2024
Articulo revisado: 1 de Noviembre del 2024
Articulo aprobado: 17 de Diciembre del 2024
¹Licenciada en Ciencias de la Educación, especialización Comercio y Administración graduada de la Universidad de Guayaquil,
(Ecuador). Posee un masterado en Desarrollo Temprano y Educación Infantil otorgado por la Universidad Casa Grande, (Ecuador).
²Licenciada en Ciencias de la Educación mención Educadores de Párvulos graduada de la Universidad de Guayaquil (Ecuador). Posee un
masterado en Administración de la Educación graduada de la Universidad César Vallejo (Perú). Doctorante en Ciencias de la Educación
con énfasis en Educación – Pedagogía en la Universidad de Panamá (Panamá).
³Licenciada en Ciencias de la Educación mención Comercio Exterior egresada de la Universidad Estatal de Guayaquil, (Ecuador). Posee
una maestría en Administración de la Educación otorgada por la Universidad Cesar Vallejo, (Perú).
Resumen
La comprensión lectora es una habilidad
fundamental en la educación universitaria, ya
que impacta directamente en el aprendizaje, el
desarrollo del pensamiento crítico y la
capacidad de los estudiantes para aplicar el
conocimiento en contextos académicos y
profesionales. Este artículo analiza, a través de
una revisión sistemática, estrategias
pedagógicas efectivas para mejorar la
comprensión lectora en estudiantes
universitarios. Entre las estrategias
identificadas se destacan la lectura crítica, las
actividades metacognitivas, las prácticas de
aprendizaje colaborativo y el uso de
herramientas tecnológicas. Estas técnicas,
cuando se aplican de manera combinada y
adaptadas a las necesidades de los estudiantes,
fortalecen sus habilidades lectoras, fomentan la
autonomía en el aprendizaje y promueven
competencias transversales como la
comunicación y la resolución de problemas. No
obstante, la implementación de estas
estrategias enfrenta barreras importantes, como
la falta de formación docente específica, las
limitaciones en los programas académicos y la
desmotivación de algunos estudiantes. Para
superar estos desafíos, es crucial que las
instituciones educativas diseñen políticas que
prioricen la enseñanza de la comprensión
lectora como una competencia transversal,
proporcionando a los docentes herramientas
pedagógicas y recursos adecuados. Además, es
fundamental diseñar actividades significativas
y relevantes que conecten los contenidos de los
textos con los intereses y metas de los
estudiantes, aumentando su compromiso y
motivación. En conclusión, la comprensión
lectora debe ser considerada una prioridad en la
educación superior, no solo para mejorar el
rendimiento académico, sino también para
formar profesionales capaces de enfrentar los
retos del siglo XXI con pensamiento crítico,
creatividad y autonomía.
Palabras clave: Comprensión lectora,
Educación universitaria, Estrategias
pedagógicas.
Abstract
Reading comprehension is a fundamental skill
in university education, as it directly impacts
learning, the development of critical thinking,
and the ability of students to apply knowledge
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in academic and professional contexts. This
article analyzes, through a systematic review,
effective pedagogical strategies to improve
reading comprehension in university students.
Among the identified strategies, critical
reading, metacognitive activities, collaborative
learning practices, and the use of technological
tools stand out. These techniques, when applied
in a combined manner and adapted to the needs
of students, strengthen their reading skills,
encourage autonomy in learning, and promote
transversal competencies such as
communication and problem solving.
However, the implementation of these
strategies faces significant barriers, such as the
lack of specific teacher training, limitations in
academic programs, and the demotivation of
some students. To overcome these challenges,
it is crucial that educational institutions design
policies that prioritize the teaching of reading
comprehension as a transversal competency,
providing teachers with adequate pedagogical
tools and resources. Furthermore, it is essential
to design meaningful and relevant activities
that connect the content of the texts with the
interests and goals of the students, increasing
their commitment and motivation. In
conclusion, reading comprehension should be
considered a priority in higher education, not
only to improve academic performance, but
also to train professionals capable of facing the
challenges of the 21st century with critical
thinking, creativity and autonomy.
Keywords: Reading comprehension,
University education, Pedagogical
strategies.
Sumário
A compreensão leitora é uma habilidade
fundamental na educação universitária, pois
impacta diretamente na aprendizagem, no
desenvolvimento do pensamento crítico e na
capacidade dos alunos de aplicar
conhecimentos em contextos acadêmicos e
profissionais. Este artigo analisa, por meio de
uma revisão sistemática, estratégias
pedagógicas eficazes para melhorar a
compreensão da leitura em estudantes
universitários. Dentre as estratégias
identificadas, destacam-se a leitura crítica, as
atividades metacognitivas, as práticas
colaborativas de aprendizagem e o uso de
ferramentas tecnológicas. Estas técnicas,
quando aplicadas de forma combinada e
adaptadas às necessidades dos alunos,
fortalecem as suas capacidades de leitura,
promovem a autonomia na aprendizagem e
promovem competências transversais como a
comunicação e a resolução de problemas. No
entanto, a implementação destas estratégias
enfrenta barreiras importantes, como a falta de
formação específica de professores, limitações
nos programas académicos e a desmotivação de
alguns alunos. Para superar estes desafios, é
crucial que as instituições de ensino desenhem
políticas que priorizem o ensino da
compreensão da leitura como uma competência
transversal, dotando os professores de
ferramentas e recursos pedagógicos adequados.
Além disso, é fundamental conceber atividades
significativas e relevantes que conectem o
conteúdo dos textos com os interesses e
objetivos dos alunos, aumentando o seu
comprometimento e motivação. Concluindo, a
compreensão leitora deve ser considerada uma
prioridade no ensino superior, não apenas para
melhorar o desempenho acadêmico, mas
também para formar profissionais capazes de
enfrentar os desafios do século XXI com
pensamento crítico, criatividade e autonomia.
Palavras-chave: Compreensão leitora,
Ensino universitário, Estratégias
pedagógicas.
Introducción
La comprensión lectora es una habilidad central
en la educación universitaria, ya que permite a
los estudiantes interpretar, analizar y aplicar
información de manera efectiva. En un entorno
académico donde se priorizan el pensamiento
crítico, la capacidad de resolución de problemas
y la autonomía en el aprendizaje, la habilidad de
comprender textos complejos se convierte en
una herramienta indispensable. Sin embargo,
diversos estudios indican que un número
significativo de estudiantes universitarios
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enfrenta dificultades en esta área, lo que limita
su rendimiento académico y su capacidad para
enfrentarse a las demandas de su formación
profesional (Mantilla, L., & Barrera, H., 2021).
Estas limitaciones no solo afectan su éxito
académico, sino que también tienen
implicaciones en su futuro desarrollo
profesional, ya que la comprensión lectora es
esencial para interpretar y aplicar
conocimientos en contextos laborales.
Las dificultades en la comprensión lectora
tienen su origen en múltiples factores,
incluyendo la falta de competencias lectoras
adquiridas en niveles educativos previos, la
insuficiencia de estrategias pedagógicas
adecuadas en el ámbito universitario y la poca
utilización de herramientas tecnológicas que
potencien el aprendizaje autónomo. Según
García y López (Pérez, W., & Ricardo, C.,
2022), la enseñanza de la comprensión lectora a
menudo se aborda de manera superficial en los
programas de educación superior, lo que
refuerza las brechas existentes en las
habilidades lectoras de los estudiantes. Este
problema se ve agravado por la falta de
formación específica de los docentes en
métodos efectivos para enseñar lectura crítica,
lo que limita su capacidad para abordar las
necesidades de los estudiantes de manera
integral.
La importancia de la comprensión lectora en el
nivel universitario radica en su impacto
transversal en todas las áreas del conocimiento.
La lectura no solo es un medio para adquirir
información, sino también una herramienta para
construir conocimiento, generar reflexiones
críticas y resolver problemas complejos. En
disciplinas científicas, sociales y humanísticas,
la capacidad de comprender textos
especializados es crucial para interpretar
teorías, analizar resultados y generar nuevas
ideas (Salazar, J., & Cervantes, C., 2024).
Además, en un mundo caracterizado por el
acceso ilimitado a la información, la habilidad
para evaluar la calidad, relevancia y veracidad
de las fuentes se convierte en un requisito
indispensable para el aprendizaje efectivo y la
toma de decisiones informadas.
La lectura crítica, como parte de la comprensión
lectora, se destaca como una competencia clave
en la educación superior. Esta habilidad implica
no solo interpretar un texto, sino también
analizar sus argumentos, evaluar sus evidencias
y establecer conexiones con otros
conocimientos. Según López y Torres (Moreira,
E.., & Valverde, A., 2023), enseñar lectura
crítica en la universidad es esencial para
fomentar el pensamiento analítico y la
capacidad de cuestionar de manera constructiva
las ideas presentadas en los textos. Sin embargo,
su enseñanza requiere estrategias pedagógicas
específicas que permitan a los estudiantes
desarrollar estas habilidades de manera
progresiva y significativa.
Otra dimensión importante de la comprensión
lectora en la educación universitaria es la
metacognición, definida como la capacidad de
reflexionar sobre el propio proceso de lectura.
Los estudiantes universitarios necesitan
aprender a monitorear su comprensión,
identificar áreas de dificultad y aplicar
estrategias para superar estos desafíos. Según
Pérez y Gómez (Murillo, H., Ortega, J., &
Sánchez, D., 2024), la metacognición no solo
mejora el desempeño lector, sino que también
fomenta la autonomía en el aprendizaje,
preparando a los estudiantes para enfrentar de
manera efectiva las demandas académicas y
profesionales. La enseñanza de estrategias
metacognitivas, como la planificación, el
monitoreo y la evaluación de la lectura, debe ser
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una prioridad en los programas de educación
superior.
La colaboración también desempeña un papel
importante en el desarrollo de la comprensión
lectora. Las actividades grupales, como el
análisis conjunto de textos y los debates sobre
sus contenidos, permiten a los estudiantes
compartir perspectivas, resolver dudas y
construir una comprensión más profunda y
compartida. Según Fernández y Pérez
(Grimaneza, C., & Roberto, T., 2023), el
aprendizaje colaborativo no solo mejora las
habilidades lectoras, sino que también
promueve el desarrollo de competencias
transversales, como la comunicación efectiva y
el trabajo en equipo, que son esenciales en el
ámbito profesional. No obstante, para que estas
estrategias sean efectivas, es necesario que los
docentes proporcionen una estructura clara y
una guía adecuada durante el proceso.
En la actualidad, las herramientas tecnológicas
han emergido como recursos valiosos para
potenciar la comprensión lectora en el nivel
universitario. Plataformas interactivas,
aplicaciones móviles y recursos digitales
permiten personalizar el aprendizaje,
proporcionando retroalimentación inmediata y
adaptándose a las necesidades individuales de
los estudiantes. Según García y López (Berral,
B., Cáceres, M., Romero, J., & Alonso, S.,
2024), el uso de la tecnología en la enseñanza
de la comprensión lectora no solo mejora el
desempeño de los estudiantes, sino que también
incrementa su motivación y compromiso con el
aprendizaje. Sin embargo, la integración de
estos recursos en la educación superior requiere
una planificación cuidadosa y una capacitación
adecuada de los docentes.
La motivación es otro factor determinante en el
desarrollo de la comprensión lectora. Los
estudiantes que están intrínsecamente
motivados para leer tienen más probabilidades
de comprometerse con los textos y aplicar
estrategias de lectura más efectivas. Según
López y Torres (Vásquez, G., & Azahuanche,
M., 2020), los docentes deben diseñar
actividades que sean relevantes y significativas
para los estudiantes, conectando los contenidos
de los textos con sus intereses personales y
objetivos profesionales. Esto no solo aumenta la
motivación, sino que también facilita un
aprendizaje más profundo y duradero.
A pesar de los avances en la investigación sobre
la comprensión lectora, su enseñanza en el nivel
universitario sigue enfrentando barreras
significativas. Entre estas, se encuentran la falta
de formación específica de los docentes, las
limitaciones de tiempo en los programas
académicos y la resistencia de los estudiantes a
adoptar nuevas estrategias de lectura. Estos
desafíos subrayan la necesidad de replantear los
enfoques pedagógicos y desarrollar políticas
institucionales que prioricen el desarrollo de la
comprensión lectora como una competencia
esencial para el éxito académico y profesional
de los estudiantes.
Este artículo tiene como objetivo analizar las
estrategias más efectivas para mejorar la
comprensión lectora en estudiantes
universitarios, basándose en una revisión
sistemática de literatura científica. A través de
este análisis, se busca identificar prácticas
pedagógicas innovadoras y basadas en la
evidencia que puedan ser integradas en los
programas de educación superior. Además, se
examinan las barreras que dificultan su
implementación y se proponen
recomendaciones para superarlas, asegurando
que todos los estudiantes tengan acceso a una
formación de calidad que les permita desarrollar
sus habilidades lectoras.
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En un mundo cada vez más interconectado y
saturado de información, la comprensión
lectora se convierte en una habilidad esencial no
solo para el éxito académico, sino también para
la participación activa y crítica en la sociedad.
Por ello, este artículo no solo pretende
contribuir al debate académico sobre la
enseñanza de la comprensión lectora, sino
también ofrecer herramientas prácticas para que
las instituciones educativas puedan
implementar estrategias efectivas que
beneficien a sus estudiantes. La mejora de la
comprensión lectora en el nivel universitario no
es solo una cuestión académica, sino también
una inversión en el desarrollo integral de los
futuros profesionales. Al fortalecer esta
habilidad, las universidades no solo contribuyen
al éxito de sus estudiantes, sino que también
forman ciudadanos capaces de enfrentar los
desafíos del siglo XXI con pensamiento crítico,
creatividad y responsabilidad. Este enfoque
integral es fundamental para garantizar una
educación superior de calidad que responda a
las necesidades de una sociedad en constante
evolución.
Desarrollo
La comprensión lectora es un proceso complejo
que trasciende la simple decodificación de
palabras y oraciones, ya que implica la
construcción activa de significados a partir del
texto y la integración de estos con los
conocimientos previos del lector. En el ámbito
universitario, esta habilidad adquiere una
relevancia particular, dado que los estudiantes
deben interactuar con textos especializados y
multidisciplinarios que requieren un alto nivel
de análisis, interpretación y pensamiento
crítico. Según Kintsch (Valero, 2024), la
comprensión lectora se desarrolla a través de un
proceso de construcción-integración, donde el
lector organiza las ideas del texto y las relaciona
con esquemas cognitivos ya existentes. Este
modelo subraya la importancia de habilidades
como la inferencia, la síntesis y el monitoreo de
la comprensión para garantizar una interacción
efectiva con el texto.
En el contexto de la educación superior, la
comprensión lectora se considera una
competencia transversal, ya que impacta
directamente en el desempeño académico de los
estudiantes y en su capacidad para generar
nuevo conocimiento. La lectura en este nivel no
solo implica acceder a la información contenida
en un texto, sino también evaluarla
críticamente, identificar las ideas principales y
conectar los conceptos con otros aprendizajes
previos (Zambrano, M., & Alcívar, Y., 2023).
Esta habilidad es esencial en disciplinas donde
los textos académicos presentan una alta
densidad conceptual, como las ciencias, la
tecnología o las humanidades. En este sentido,
los docentes universitarios enfrentan el desafío
de diseñar estrategias pedagógicas que
fomenten la comprensión profunda y la
capacidad analítica de sus estudiantes.
La lectura crítica, como componente de la
comprensión lectora, es fundamental en la
formación universitaria. Este enfoque requiere
que los estudiantes vayan más allá de la simple
interpretación del texto, evaluando sus
argumentos, la calidad de las evidencias
presentadas y las implicaciones de sus ideas
(Moreira, E.., & Valverde, A., 2023). La
enseñanza de la lectura crítica debe incluir
actividades que promuevan la reflexión y el
análisis, como el debate sobre temas
controvertidos, la identificación de sesgos en
los textos y la formulación de preguntas que
estimulen el pensamiento crítico. Sin embargo,
a pesar de su importancia, diversos estudios
indican que esta habilidad no siempre recibe la
atención adecuada en los programas
universitarios, lo que limita el desarrollo de
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competencias fundamentales para el
aprendizaje autónomo y la investigación
científica.
El modelo de lectura interactiva propuesto por
Rumelhart (Tabernero, R., Colon, M.,
Sampériz, M., & Campos, I., 2022) enfatiza la
interacción entre los procesos ascendentes (de
abajo hacia arriba) y descendentes (de arriba
hacia abajo) en la comprensión lectora. Este
modelo sugiere que los lectores combinan
información textual con conocimientos previos
para construir una representación coherente del
texto. En el contexto universitario, este enfoque
destaca la importancia de enseñar estrategias
que integren ambas dimensiones, como la
decodificación eficiente de palabras clave y la
activación de esquemas cognitivos relevantes.
Según García y López (Marín, J., Intriago, E.,
Herryman, M., & Aguilar, W., 2024), los
estudiantes que utilizan estrategias interactivas
de lectura logran una mejor comprensión de los
textos complejos y una mayor retención de
información.
La metacognición, definida como la capacidad
de reflexionar sobre los propios procesos de
aprendizaje, desempeña un papel central en la
comprensión lectora. Los lectores expertos son
capaces de monitorear su comprensión,
identificar dificultades y aplicar estrategias
correctivas para superar los desafíos (Herrera,
J., Arias, W., Estrella, V., & Obando, D., 2024).
En el ámbito universitario, la enseñanza de
estrategias metacognitivas, como la
planificación previa a la lectura, el monitoreo
durante la lectura y la evaluación posterior, es
esencial para promover un aprendizaje
autónomo y significativo. Según Pérez y Gómez
(Ruvalcabar, O., Hilt, J., & Trisca, J., 2021), los
estudiantes que desarrollan habilidades
metacognitivas no solo mejoran su desempeño
lector, sino que también adquieren herramientas
para enfrentar los desafíos intelectuales de
manera más efectiva.
El aprendizaje colaborativo también ha sido
identificado como una estrategia efectiva para
mejorar la comprensión lectora en el nivel
universitario. Las actividades grupales, como el
análisis conjunto de textos y la discusión en
equipo, permiten a los estudiantes compartir
perspectivas, resolver dudas y construir una
comprensión más profunda de los contenidos
(Grimaneza, C., & Roberto, T., 2023). Este
enfoque no solo fortalece las habilidades
lectoras, sino que también fomenta
competencias transversales, como la
comunicación efectiva y el trabajo en equipo.
No obstante, para que el aprendizaje
colaborativo sea exitoso, es necesario que los
docentes proporcionen una estructura clara y
guíen el proceso para garantizar que todos los
estudiantes participen activamente.
La integración de tecnologías digitales en la
enseñanza de la comprensión lectora ha
mostrado resultados prometedores en el
contexto universitario. Herramientas como
plataformas interactivas, aplicaciones móviles y
recursos multimedia permiten personalizar el
aprendizaje y proporcionar retroalimentación
inmediata (Berral, B., Cáceres, M., Romero, J.,
& Alonso, S., 2024). Estas tecnologías también
facilitan el acceso a una amplia variedad de
textos académicos y fomentan la autonomía de
los estudiantes, quienes pueden explorar y
practicar estrategias lectoras a su propio ritmo.
Sin embargo, la implementación de estas
herramientas requiere una planificación
cuidadosa y una formación adecuada de los
docentes para garantizar su uso efectivo en el
aula.
La motivación, tanto intrínseca como
extrínseca, es un factor determinante en la
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mejora de la comprensión lectora. Los
estudiantes motivados tienden a comprometerse
más con los textos y a aplicar estrategias
lectoras más efectivas (Fabiana, E., Oswaldo, J.,
& Intriago, V., 2022). Según López y Torres
(Rosales, M., Saltos, S., Palma, F., & Franco,
A., 2022), los docentes pueden fomentar la
motivación de sus estudiantes diseñando
actividades que sean relevantes para sus
intereses y metas profesionales. Por ejemplo, la
selección de textos relacionados con contextos
reales o problemas actuales puede aumentar el
interés de los estudiantes y facilitar un
aprendizaje más significativo.
La evaluación también desempeña un papel
clave en la comprensión lectora, ya que permite
a los estudiantes reflexionar sobre su
desempeño y recibir retroalimentación para
mejorar. Las evaluaciones formativas, como los
cuestionarios de comprensión y las discusiones
en clase, son particularmente efectivas para
identificar áreas de dificultad y ajustar las
estrategias de enseñanza (Romero, M., Rosero,
G., Estupiñán, C., Lemaico, B., & Alban, D.,
2023). Además, la evaluación debe incluir una
combinación de tareas individuales y
colaborativas para garantizar que los
estudiantes desarrollen tanto habilidades
personales como interpersonales.
A pesar de los avances en la investigación sobre
la comprensión lectora, su enseñanza en el nivel
universitario sigue enfrentando barreras
significativas. Entre estas, se encuentran la falta
de formación específica de los docentes, las
limitaciones de tiempo en los programas
académicos y la resistencia de algunos
estudiantes a adoptar nuevas estrategias lectoras
(Salgado, 2022). Estos desafíos subrayan la
necesidad de replantear los enfoques
pedagógicos y desarrollar políticas
institucionales que prioricen el desarrollo de la
comprensión lectora como una competencia
esencial para el éxito académico y profesional.
Las políticas educativas también desempeñan
un papel crucial en la promoción de la
comprensión lectora en la educación superior.
Las instituciones deben diseñar programas que
incluyan cursos específicos sobre estrategias
lectoras y fomentar la colaboración
interdisciplinaria para integrar estas habilidades
en todas las áreas del conocimiento. Según
Fernández y Pérez (Chicaiza, I., Varela, C.,
Varela, M., & Chango, K., 2024), un enfoque
institucional integrado es esencial para
garantizar que todos los estudiantes tengan
acceso a una formación de calidad que
fortalezca sus competencias lectoras.
La comprensión lectora en el nivel universitario
es una habilidad esencial que requiere una
atención prioritaria en los programas de
educación superior. La combinación de
estrategias basadas en la evidencia, como la
enseñanza de la lectura crítica, la integración de
tecnologías digitales y el aprendizaje
colaborativo, puede mejorar significativamente
el desempeño lector de los estudiantes. Además,
es fundamental abordar las barreras existentes
mediante una formación docente específica y el
diseño de políticas institucionales que
promuevan la enseñanza de esta habilidad de
manera integral. Este enfoque garantizará que
los estudiantes no solo adquieran competencias
académicas, sino también habilidades críticas y
analíticas que los preparen para enfrentar los
desafíos del siglo XXI.
Marco metodológico
El presente estudio se enmarca en un diseño
cualitativo de revisión sistemática, con el
propósito de analizar y sintetizar estrategias
efectivas para mejorar la comprensión lectora
en estudiantes universitarios. Este enfoque
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metodológico permite examinar estudios
previos, identificar patrones comunes y destacar
prácticas pedagógicas basadas en la evidencia
científica. La revisión sistemática fue elegida
como método principal debido a su capacidad
para proporcionar un panorama integral y
fundamentado sobre el tema, siguiendo las
directrices del protocolo PRISMA (Preferred
Reporting Items for Systematic Reviews and
Meta-Analyses), que garantizan un proceso
riguroso y transparente en la búsqueda,
selección y análisis de literatura relevante.
La búsqueda de información se llevó a cabo en
bases de datos académicas de alto impacto,
como Scopus, Web of Science, ERIC y
SciELO, utilizando palabras clave como
"comprensión lectora", "estrategias
pedagógicas", "educación superior" y "lectura
crítica", combinadas con operadores booleanos
(AND, OR) para optimizar los resultados. Los
criterios de inclusión consideraron
investigaciones publicadas entre 2015 y 2024,
con un enfoque en la enseñanza de la
comprensión lectora en el nivel universitario,
que incluyeran estudios empíricos, revisiones
teóricas o intervenciones pedagógicas
documentadas. Se excluyeron estudios
enfocados en niveles educativos inferiores o
que no estuvieran directamente relacionados
con la educación superior.
El proceso de selección de artículos se
desarrolló en tres fases. En la primera fase, se
eliminaron duplicados y se realizó una revisión
inicial de los títulos y resúmenes para descartar
estudios irrelevantes. En la segunda fase, se
evaluaron los textos completos de los estudios
preseleccionados, aplicando los criterios de
inclusión para confirmar su pertinencia.
Finalmente, en la tercera fase, se analizaron los
estudios seleccionados para extraer información
relevante sobre objetivos, metodologías,
resultados y conclusiones. Este procedimiento
permitió reducir el sesgo y garantizar la calidad
y relevancia de la literatura revisada.
Los datos recopilados se organizaron en una
matriz de análisis que incluyó variables clave,
como las estrategias pedagógicas propuestas,
los resultados obtenidos y las barreras
identificadas en la implementación de estas
estrategias. Posteriormente, se realizó un
análisis temático para sintetizar los hallazgos en
torno a tres áreas principales: estrategias
efectivas para mejorar la comprensión lectora,
desafíos en la implementación y
recomendaciones para su integración en los
programas de educación superior. Este enfoque
permitió identificar patrones recurrentes y
prácticas innovadoras que pueden servir como
base para futuras investigaciones e
intervenciones educativas.
Aunque este diseño metodológico asegura una
revisión exhaustiva y rigurosa, se identificaron
ciertas limitaciones. Por ejemplo, el enfoque en
artículos publicados en inglés y español pudo
excluir investigaciones relevantes en otros
idiomas. Además, la revisión sistemática se
basó únicamente en literatura académica
indexada, dejando fuera posibles
contribuciones de literatura gris, como informes
técnicos o estudios no publicados. A pesar de
estas limitaciones, los resultados obtenidos
proporcionan una visión sólida y fundamentada
sobre las estrategias más efectivas para
fortalecer la comprensión lectora en estudiantes
universitarios, ofreciendo herramientas valiosas
para su aplicación en contextos educativos
diversos.
Resultados y Discusión
Los resultados de la revisión sistemática
revelaron que las estrategias más efectivas para
mejorar la comprensión lectora en estudiantes
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universitarios incluyen el uso de técnicas de
lectura crítica, actividades metacognitivas,
prácticas colaborativas y herramientas
tecnológicas. Estas estrategias, aplicadas de
manera combinada y adaptadas a las
necesidades de los estudiantes, demostraron ser
especialmente efectivas en el fortalecimiento de
habilidades lectoras avanzadas y en la
promoción de un pensamiento crítico y
autónomo (Murillo, H., Ortega, J., & Sánchez,
D., 2024). Sin embargo, también se
identificaron barreras significativas, como la
falta de formación docente específica en
enseñanza de la comprensión lectora, las
limitaciones estructurales en los programas
académicos y la baja motivación de algunos
estudiantes para participar en actividades de
lectura intensiva.
Una de las estrategias más destacadas fue el uso
de técnicas de lectura crítica, que permiten a los
estudiantes no solo interpretar los textos, sino
también analizar sus argumentos, evaluar sus
evidencias y reflexionar sobre sus
implicaciones. Según López y Torres (Moreira,
E.., & Valverde, A., 2023), estas técnicas son
fundamentales para fomentar el pensamiento
analítico y la capacidad de cuestionar
constructivamente las ideas presentadas en los
textos. Los estudios revisados demostraron que
las actividades de lectura crítica, como el
análisis de casos, los debates sobre textos
complejos y la elaboración de resúmenes
críticos, mejoran significativamente la
comprensión lectora y fortalecen la capacidad
de los estudiantes para aplicar el conocimiento
adquirido en contextos reales.
La enseñanza de estrategias metacognitivas
también fue identificada como un enfoque clave
para mejorar la comprensión lectora en el nivel
universitario. Estas estrategias, que incluyen la
planificación, el monitoreo y la evaluación de la
lectura, ayudan a los estudiantes a reflexionar
sobre su proceso lector y a identificar áreas de
dificultad (Romero, M., Rosero, G., Estupiñán,
C., Lemaico, B., & Alban, D., 2023). Pérez y
Gómez (Ruvalcabar, O., Hilt, J., & Trisca, J.,
2021) destacan que la incorporación de
actividades metacognitivas en el aula no solo
mejora la comprensión de textos complejos,
sino que también promueve el aprendizaje
autónomo y la autorregulación, habilidades
esenciales para el éxito académico y
profesional. Sin embargo, los estudios también
subrayan que la enseñanza de estas estrategias
requiere un acompañamiento docente constante
para garantizar su aplicación efectiva.
El aprendizaje colaborativo emergió como otra
estrategia eficaz para potenciar la comprensión
lectora. Las actividades grupales, como la
discusión conjunta de textos y el trabajo en
equipo para resolver problemas basados en
lecturas, permiten a los estudiantes compartir
perspectivas, clarificar conceptos y construir
una comprensión más profunda de los textos
(Grimaneza, C., & Roberto, T., 2023). Según
Fernández y Pérez (Grimaneza, C., & Roberto,
T., 2023), estas prácticas no solo fortalecen las
habilidades lectoras, sino que también fomentan
competencias transversales, como la
comunicación efectiva y el trabajo en equipo.
Sin embargo, para que estas estrategias sean
exitosas, los docentes deben proporcionar una
estructura clara y facilitar el proceso para
garantizar la participación activa de todos los
estudiantes.
El uso de herramientas tecnológicas también se
destacó como un recurso valioso para mejorar
la comprensión lectora en el contexto
universitario. Plataformas interactivas,
aplicaciones móviles y recursos multimedia
permiten personalizar el aprendizaje,
proporcionando retroalimentación inmediata y
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adaptándose a las necesidades individuales de
los estudiantes (Berral, B., Cáceres, M.,
Romero, J., & Alonso, S., 2024). Además, estas
tecnologías fomentan la motivación y el
compromiso de los estudiantes, quienes pueden
acceder a una variedad de recursos digitales que
enriquecen su experiencia lectora. Sin embargo,
los estudios revisados advierten que la
implementación de estas herramientas requiere
una capacitación adecuada de los docentes y
una infraestructura tecnológica accesible para
todos los estudiantes.
A pesar de los beneficios identificados, la
revisión también reveló barreras significativas
para la implementación de estas estrategias.
Una de las principales limitaciones es la falta de
formación específica de los docentes en la
enseñanza de la comprensión lectora. Según
López y Torres (Salgado, 2022), muchos
docentes universitarios carecen de
conocimientos y habilidades para enseñar
estrategias lectoras avanzadas, lo que limita su
capacidad para abordar las necesidades de los
estudiantes. Este problema se ve agravado por
la ausencia de cursos específicos sobre
pedagogía de la lectura en los programas de
formación docente.
Otro desafío importante es la baja motivación
de algunos estudiantes para participar en
actividades de lectura intensiva. Según Pérez y
Gómez (Vásquez, G., & Azahuanche, M.,
2020), esta desmotivación puede atribuirse a
factores como la percepción de que la lectura es
una tarea tediosa, la falta de conexión entre los
textos y los intereses personales de los
estudiantes, y las dificultades para comprender
textos complejos. Los estudios sugieren que
diseñar actividades de lectura que sean
significativas y relevantes para los estudiantes
puede aumentar su motivación y compromiso,
facilitando un aprendizaje más profundo y
duradero.
Las limitaciones estructurales en los programas
académicos también representan una barrera
para la implementación de estrategias efectivas
de comprensión lectora. Muchas universidades
no asignan suficiente tiempo o recursos para la
enseñanza de habilidades lectoras, priorizando
otros contenidos curriculares. Según Fernández
y Pérez (Chicaiza, I., Varela, C., Varela, M., &
Chango, K., 2024), esta falta de atención
institucional refuerza la idea de que la
comprensión lectora es una habilidad que los
estudiantes deberían adquirir de manera
autodidacta, lo que perpetúa las brechas en su
desarrollo académico.
Para superar estas barreras, los estudios
revisados proponen diversas recomendaciones.
Una de las más destacadas es la necesidad de
incorporar cursos específicos sobre estrategias
lectoras en los programas de formación docente,
asegurando que los educadores cuenten con las
herramientas necesarias para enseñar estas
habilidades de manera efectiva. Además, las
instituciones deben diseñar políticas educativas
que prioricen la enseñanza de la comprensión
lectora como una competencia fundamental en
todos los programas académicos,
proporcionando recursos y apoyo para su
implementación.
Otra recomendación clave es fomentar la
motivación de los estudiantes mediante la
selección de textos que sean relevantes para sus
intereses y metas profesionales. Según López y
Torres (Rosales, M., Saltos, S., Palma, F., &
Franco, A., 2022), conectar los contenidos de
los textos con contextos reales y problemas
actuales puede aumentar el interés de los
estudiantes y facilitar un aprendizaje más
significativo. Además, la inclusión de
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actividades colaborativas y el uso de
tecnologías digitales pueden mejorar el
compromiso de los estudiantes y enriquecer su
experiencia lectora. Los resultados de la
revisión sistemática subrayan la importancia de
combinar estrategias tradicionales e
innovadoras para mejorar la comprensión
lectora en estudiantes universitarios. La
enseñanza de lectura crítica, actividades
metacognitivas, prácticas colaborativas y
herramientas tecnológicas son enfoques
complementarios que, cuando se aplican de
manera integrada, pueden potenciar
significativamente las habilidades lectoras de
los estudiantes. Sin embargo, su
implementación requiere un compromiso
institucional claro, una formación docente
específica y un enfoque pedagógico centrado en
el estudiante. Este marco integral no solo
garantizará el desarrollo de competencias
lectoras avanzadas, sino que también preparará
a los estudiantes para enfrentar los desafíos
académicos y profesionales con pensamiento
crítico, creatividad y autonomía.
Conclusiones
La comprensión lectora se consolida como una
habilidad transversal imprescindible en el
ámbito universitario, tanto para el desarrollo
académico como para el profesional de los
estudiantes. Este estudio ha puesto de
manifiesto que su fortalecimiento requiere un
enfoque integral que combine diversas
estrategias pedagógicas con un compromiso
institucional claro. La enseñanza de técnicas
como la lectura crítica, la reflexión
metacognitiva, las dinámicas de aprendizaje
colaborativo y la integración de tecnologías
digitales han demostrado ser altamente
efectivas para potenciar las habilidades lectoras
en estudiantes universitarios. Estas estrategias
no solo fomentan la interpretación y análisis de
textos complejos, sino que también desarrollan
competencias críticas y reflexivas necesarias
para enfrentar los desafíos académicos y
profesionales de manera autónoma y eficiente.
A pesar de los beneficios asociados con estas
estrategias, el desarrollo de la comprensión
lectora en el nivel universitario enfrenta
barreras significativas que limitan su
implementación y efectividad. La falta de
formación específica en estrategias de
enseñanza de lectura, combinada con la
desmotivación de algunos estudiantes y las
restricciones estructurales dentro de los
programas académicos, representa un desafío
persistente. Estas dificultades evidencian la
necesidad de que las instituciones educativas
prioricen la enseñanza de la comprensión
lectora como una competencia esencial,
dotando a los docentes de herramientas
pedagógicas, tiempo y recursos adecuados para
abordar esta habilidad de manera efectiva y
adaptada a las necesidades de los estudiantes.
El diseño de estrategias pedagógicas debe ir
más allá de los métodos tradicionales,
incorporando elementos que motiven a los
estudiantes y que conecten los contenidos de los
textos con sus intereses y metas personales y
profesionales. Actividades significativas, que
muestren la aplicabilidad real de los
conocimientos adquiridos, pueden aumentar
notablemente la motivación y el compromiso de
los estudiantes con el proceso de aprendizaje.
Asimismo, la integración de tecnologías
digitales ofrece oportunidades para personalizar
el aprendizaje, permitiendo que los estudiantes
trabajen a su propio ritmo y reciban
retroalimentación inmediata que fortalezca su
desempeño lector y analítico.
El aprendizaje colaborativo es otro componente
clave en el fortalecimiento de la comprensión
lectora, ya que fomenta el intercambio de ideas
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y la construcción conjunta de conocimientos.
Las dinámicas grupales no solo mejoran las
habilidades lectoras de los estudiantes, sino que
también fortalecen competencias transversales,
como la comunicación efectiva, la resolución de
problemas y el trabajo en equipo. Sin embargo,
para maximizar los beneficios de estas
estrategias, es fundamental que los docentes
desempeñen un rol activo en la estructuración y
facilitación de estas actividades, asegurándose
de que todos los estudiantes participen de
manera equitativa y que los objetivos de
aprendizaje sean alcanzados colectivamente.
La mejora de la comprensión lectora en el
ámbito universitario debe entenderse como una
inversión a largo plazo en la formación integral
de los estudiantes. No se trata solo de garantizar
un mejor desempeño académico en el corto
plazo, sino de preparar a los futuros
profesionales para interpretar, analizar y aplicar
información de manera crítica en contextos
complejos y cambiantes. Este enfoque no solo
impacta positivamente en el desarrollo de los
individuos, sino que también contribuye a la
construcción de una sociedad más informada,
reflexiva y capaz de enfrentar los retos del siglo
XXI con creatividad, responsabilidad y
pensamiento crítico.
La responsabilidad de mejorar la comprensión
lectora en estudiantes universitarios no debe
recaer únicamente en los docentes, sino que
debe ser asumida como un esfuerzo compartido
entre educadores, estudiantes e instituciones
educativas. Las universidades deben
comprometerse a integrar esta habilidad como
un eje transversal en todos los programas
académicos, fomentando una cultura de lectura
crítica y reflexiva. Los estudiantes, por su parte,
deben asumir un rol activo en su proceso de
aprendizaje, comprometiéndose con actividades
lectoras que contribuyan a su desarrollo
personal y profesional. Este esfuerzo colectivo
es esencial para garantizar una educación
superior de calidad que no solo forme
académicamente, sino que también prepare a los
futuros profesionales para enfrentar los desafíos
de un mundo cada vez más interconectado y
exigente.
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