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continuas situaciones problémicas que debe
resolver por sí mismo. Para ello, debe evaluar
previamente las diversas posibilidades, o sea,
tomar determinadas garantías de seguridad
antes de elegir una alternativa.
Si bien el Ajedrez encierra en su misma esencia
una serie de ejemplos de significativo valor
psicológico, no se debe dejar la acción de los
mismos a la espontaneidad, sino lo contrario,
tratar de utilizarlos de forma consciente y
organizada, en correspondencia con objetivos
trazados con anticipación. El proceso de
enseñanza-aprendizaje del Ajedrez, al igual que
cualquier proceso, debe ser dirigido. Si el
profesor une a todo su arsenal técnico una serie
de conocimientos psicológicos y pedagógicos,
puede convertir el Ajedrez en un valioso
instrumento para influir en el desarrollo de la
personalidad del alumno.
El aporte del Ajedrez es altamente significativo,
debido a que genera (antes, durante y después
de la partida), una serie de sensaciones de
diferentes signos: alegrías, miedos, temores,
frustraciones, optimismo, entre otros. Es
importante destacar que las emociones positivas
(optimismo, alegría, exaltación), tienden a
generar efectos favorables sobre el estado físico
y mental de los individuos. Vale señalar que
estados mentales positivos como el optimismo,
la seguridad en sí mismos, la autoestima y la
tranquilidad personal son estimuladas a partir
de un entrenamiento enriquecido con Ajedrez.
Las emociones negativas deben ser controladas,
debido a que su permanencia puede afectar la
salud.
Los autores, quedan más que satisfechos
respecto a estos planteamientos y añaden que la
vía hacia el éxito en la enseñanza-aprendizaje
del Ajedrez depende de que su práctica esté bien
dirigida y organizada, de que pueda ayudar a
tomar decisiones, modelar la voluntad y el
carácter, estabilizar las emociones, promover el
auto análisis y educar el sentido autocrítico.
Pero para que esto sea posible, el Ajedrez debe
ocupar un alto nivel en la jerarquía motivacional
de la personalidad del alumno y desde ese nivel
imponerle la necesidad de orientar su conducta
hacia el logro de determinados objetivos, de
plantearse metas y proyectos y de reflexionar
activamente sobre sus propias posibilidades.
Desde el punto de vista pedagógico toma como
fundamento la Teoría de la Enseñanza, la cual
analiza principalmente los procesos de
enseñanza-aprendizaje. En el área del
conocimiento, el Programa de Ajedrez para la
enseñanza primaria comprende temas
didácticos que recogen en su contenido todo lo
concerniente a su aprendizaje, estructurando los
conocimientos indispensables para poderlo
jugar, este presenta las indicaciones
metodológicas siguientes:
➢ Significar la tradición que tiene el Ajedrez en
nuestro país, vinculado a personalidades y
patriotas, además de la obra de nuestras
figuras del juego ciencia.
➢ Hacer énfasis en el proceso de enseñanza en
el conocimiento acabado del tablero de
manera que puedan identificar cada cuadro y
línea del mismo perfectamente y el dominio
de las propiedades de las piezas (nombre,
valor, posición, desplazamiento y captura).
➢ Velar porque el proceso de aprendizaje
resulte asequible a todos los alumnos, a la
vez que emocionante y divertido, inculcando
en ellos la idea de que en la práctica del
Ajedrez, ambos contendientes ganan, pues
aprenden a superar dificultades uno del otro.
➢ Estimular la atención y las actitudes de
meditación en la solución de problemas y
para salvar dificultades, es decir, promover
el pensamiento antes de actuar.