Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Edición Especial
2024
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ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS BASADAS EN EL APRENDIZAJE COOPERATIVO PARA
MEJORAR LA INTERACCIÓN Y EL RENDIMIENTO ACADÉMICO EN EDUCACIÓN
BÁSICA
TEACHING STRATEGIES BASED ON COOPERATIVE LEARNING TO IMPROVE
INTERACTION AND ACADEMIC PERFORMANCE IN BASIC EDUCATION
Autores: ¹Eliana del Pilar Navas Chachapoya, ²Patricia Idalide Jacome Rivera, ³Josefina
Elisabeth Quispe Guanoluisa y
4
Luis Rodrigo Santana Jácome.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0008-3857-0961
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0007-3625-9830
³ORCID ID: https://orcid.org/0009-0006-0326-7378
4
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0002-5626-4374
¹E-mail de contacto: eliana.navas@educacion.gob.ec
²E-mail de contacto: idalide.jacome@educacion.gob.ec
³E-mail de contacto: josefina.quispe@educacion.gob.ec
4
E-mail de contacto: rodrigo.santana@educacion.gob.ec
Afiliación: ¹*³*
4
*Unidad Educativa Federico González Suárez ²*Unidad Educativa Luis Alfredo Martínez, (Ecuador).
Articulo recibido: 31 de Julio del 2024
Articulo revisado: 4 de Agosto del 2024
Articulo aprobado: 16 de Septiembre del 2024
¹Licenciada en Ciencias de la Educación mención Educación Básica graduada de la Universidad Técnica de Ambato, (Ecuador). Posee
un Magister en Educación Básica otorgado por la Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador).
²Licenciada en Ciencias de la Educación profesora de Segunda Enseñanza en la especialización de Castellano y Literatura graduada de la
Universidad Técnica de Ambato, (Ecuador). Posee un Magister en Educación Básica otorgado por la Universidad Estatal de Milagro,
(Ecuador).
³Licenciada en Ciencias de la Educación en la especialización de Castellano y Literatura graduada de la Universidad Técnica de Ambato,
(Ecuador). Posee un Magister en Educación Básica otorgado por la Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador).
4
Licenciado en Ciencias de la Educación mención Educación Básica graduado de la Universidad Técnica Particular de Loja, (Ecuador
Posee un Magister en Educación Básica otorgado por la Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador).
Resumen
Este estudio tuvo como objetivo evaluar el
impacto de las estrategias de aprendizaje
cooperativo en la interacción social y el
rendimiento académico en estudiantes de
educación básica. Se utilizó un diseño cuasi-
experimental con dos grupos: un grupo
experimental, que aplicó el aprendizaje
cooperativo, y un grupo de control que
continuó con métodos tradicionales. Los
resultados mostraron que el grupo
experimental mejoró significativamente en
matemáticas y lengua, con un incremento
promedio de 13 puntos en ambas materias, en
comparación con el grupo de control, que solo
aumentó en promedio 2 puntos. Además, se
observó una mejora notable en la interacción
social del grupo experimental, con una
diferencia de 1.1 puntos entre el pretest y el
postest, mientras que el grupo de control
mostró una mejora mínima de 0.2 puntos. Estos
hallazgos sugieren que el aprendizaje
cooperativo no solo favorece el rendimiento
académico, sino que también mejora las
relaciones interpersonales en el aula. Este
enfoque promueve la interdependencia
positiva, la responsabilidad compartida y la
interacción constante entre los estudiantes, lo
que resulta en un aprendizaje más profundo y
en un ambiente de aula más inclusivo. Las
conclusiones refuerzan la importancia de
integrar estrategias cooperativas en el aula
como una alternativa eficaz a los métodos
tradicionales de enseñanza.
Palabras clave: Aprendizaje cooperativo,
Rendimiento académico, Interacción social.
Abstract
This study aimed to evaluate the impact of
cooperative learning strategies on social
interaction and academic performance in
elementary school students. A quasi-
experimental design was used with two groups:
an experimental group, which applied
cooperative learning, and a control group that
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continued with traditional methods. The results
showed that the experimental group improved
significantly in mathematics and language,
with an average increase of 13 points in both
subjects, compared to the control group, which
only increased on average 2 points. In addition,
a notable improvement was observed in the
social interaction of the experimental group,
with a difference of 1.1 points between the
pretest and the posttest, while the control group
showed a minimal improvement of 0.2 points.
These findings suggest that cooperative
learning not only favors academic
performance, but also improves interpersonal
relationships in the classroom. This approach
promotes positive interdependence, shared
responsibility, and constant interaction among
students, resulting in deeper learning and a
more inclusive classroom environment. The
findings reinforce the importance of integrating
cooperative strategies in the classroom as an
effective alternative to traditional teaching
methods.
Keywords: Cooperative learning, Academic
performance, Social interaction.
Sumário
Este estudo teve como objetivo avaliar o
impacto de estratégias de aprendizagem
cooperativa na interação social e no
desempenho acadêmico de estudantes da
educação básica. Foi utilizado um desenho
quase experimental com dois grupos: um grupo
experimental, que aplicou aprendizagem
cooperativa, e um grupo de controle que
continuou com métodos tradicionais. Os
resultados mostraram que o grupo
experimental melhorou significativamente em
matemática e linguagem, com um aumento
médio de 13 pontos em ambas as disciplinas,
em comparação com o grupo de controle, que
aumentou em média apenas 2 pontos. Além
disso, foi observada uma melhoria notável na
interação social do grupo experimental, com
uma diferença de 1,1 pontos entre o pe o pós-
teste, enquanto o grupo controle apresentou
uma melhoria mínima de 0,2 pontos. Estas
descobertas sugerem que a aprendizagem
cooperativa não promove o desempenho
acadêmico, mas também melhora as relações
interpessoais na sala de aula. Esta abordagem
promove a interdependência positiva, a
responsabilidade partilhada e a interação
constante entre os alunos, resultando numa
aprendizagem mais profunda e num ambiente
de sala de aula mais inclusivo. As conclusões
reforçam a importância da integração de
estratégias cooperativas na sala de aula como
uma alternativa eficaz aos métodos tradicionais
de ensino.
Palavras-chave: Aprendizagem cooperativa,
Desempenho acadêmico, Interação social.
Introducción
El desempeño académico y la interacción social
en el entorno académico constituyen elementos
fundamentales para el desarrollo holístico de los
alumnos en la educación básica. La exploración
de metodologías destinadas a optimizar estos
dos elementos ha constituido un asunto
recurrente en la investigación educativa a escala
mundial (Perpiñà, G., Sidera, F., & Serrat, E.,
2021). La educación básica, ubicada en las fases
iniciales del desarrollo cognitivo y social de los
estudiantes, constituye una etapa crítica en la
que los métodos pedagógicos desempeñan un
papel crucial en el éxito futuro de los
estudiantes. Dentro de este marco, el
aprendizaje cooperativo ha emergido como una
de las estrategias pedagógicas más eficaces para
optimizar tanto el desempeño académico como
la interacción entre los alumnos (Salgado, L.,
Pimentel, J., Arenas, R., & Chavagari, R.,
2022).
El aprendizaje cooperativo constituye una
metodología pedagógica que fomenta la
cooperación estudiantil a través del trabajo en
equipo, en el que los integrantes del colectivo
cooperan para lograr metas compartidas
(Paredes, W., & Ramos, G., 2020). Esta
estrategia no solo optimiza el desempeño
académico, sino que también promueve
competencias sociales tales como la
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comunicación, la empatía y la colaboración
grupal, competencias que resultan
fundamentales tanto en el contexto escolar
como en la vida extracurricular. La eficacia de
esta metodología se fundamenta en la
interdependencia positiva entre los alumnos,
que propicia un compromiso recíproco para
lograr los objetivos establecidos, mientras se
fomentan las habilidades cognitivas y sociales
(Aguilera, 2020).
En Ecuador, los retos educativos se han
enfocado en optimizar los rendimientos
académicos y en robustecer la interacción social
en el entorno académico, particularmente en el
ámbito de la educación básica, donde las
disparidades en aprendizaje e interacción social
son significativas (Acosta, D., Jaimes, L.,
Gutiérrez, E., Sánchez, Z., Cristancho, J., &
Cogollo, L., 2023). Las metodologías
pedagógicas convencionales, en numerosas
instancias, no satisfacen plenamente las
demandas actuales de los estudiantes,
restringiendo su habilidad para colaborar en
equipo y cultivar competencias sociales
complejas (Figueroa, J., & Vallejos, D., 2020).
Este enfoque convencional tiende a fomentar la
labor individualizada y competitiva, lo cual
puede propiciar un ambiente de aula menos
inclusivo y menos colaborativo.
Numerosos estudios han evidenciado que las
tácticas pedagógicas fundamentadas en el
aprendizaje cooperativo ejercen un efecto
considerable en la optimización del desempeño
académico. Mediante el trabajo en grupos, los
alumnos tienen la posibilidad de intercambiar
ideas, abordar problemas de forma colectiva y
adquirir conocimientos mutuos, lo que
finalmente promueve una comprensión más
profunda de los contenidos académicos
(Chicaiza, R., Guerrero, L., Albarracín, E., &
Sandoval, A., 2023). Adicionalmente, la
dinámica colaborativa propicia un ambiente de
apoyo recíproco que facilita que los alumnos
con dificultades académicas obtengan el
respaldo necesario de sus pares, fomentando de
este modo una mayor equidad en el proceso de
aprendizaje (Álvarez, O., & Carrillo, F., 2020).
El aprendizaje cooperativo ha estado vinculado
también con mejoras en la interacción social en
el contexto educativo. Esta metodología
pedagógica promueve la formación de vínculos
interpersonales entre los alumnos, fomentando
un entorno de respeto y colaboración. Los
alumnos adquieren habilidades para valorarse
recíprocamente, reconocer y respetar las
diferencias individuales, y colaborar en la
consecución de un objetivo compartido. Este
aspecto adquiere particular relevancia en
entornos educativos que enfrentan retos de
inclusión y diversidad, dado que el aprendizaje
cooperativo posibilita que todos los alumnos,
sin importar su procedencia o nivel de
competencia, participen de manera activa en el
proceso de adquisición de conocimientos (de
Válgaz, G., de Válgaz, L., & García, K., 2024).
Dentro del marco de la educación primaria en
Ecuador, donde tanto el desempeño académico
como la interacción social frecuentemente
representan retos significativos, el aprendizaje
cooperativo emerge como una estrategia
factible para optimizar ambos aspectos. Según
Cajas, V., Paredes, M., Pasquel, L., & Pasquel,
A. (2020), los alumnos de nivel básico en
Ecuador experimentan obstáculos tanto en su
rendimiento académico como en sus
competencias sociales, lo que subraya la
necesidad de implementar estrategias que
aborden estos problemas de manera holística.
Las metodologías convencionales han
evidenciado ser insuficientes para promover
una participación activa y colaborativa en el
entorno académico, lo que ha resultado en un
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estancamiento en la evolución de habilidades
sociales y académicas.
En el presente escenario, emerge la necesidad
de evaluar la eficacia de las estrategias
fundamentadas en el aprendizaje cooperativo en
la optimización de la interacción social y el
desempeño académico en estudiantes de nivel
básico. Aunque existen investigaciones que han
evidenciado las ventajas de dichas estrategias
en naciones extranjeras (Francisco, D., Alfredo,
B., & García, H., 2021), es imperativo disponer
de pruebas empíricas que puedan reflejar la
realidad del contexto ecuatoriano. La adopción
de metodologías cooperativas en las aulas
ecuatorianas podría aportar no solo a la
optimización del rendimiento académico, sino
también a la promoción de una mayor cohesión
social entre los estudiantes, un elemento
esencial en una nación caracterizada por una
elevada diversidad cultural y socioeconómica
(Iglesias, P., & Romero, C., 2021).
Este estudio tiene como objetivo cubrir este
vacío de conocimiento mediante una evaluación
meticulosa de las repercusiones de las
estrategias de aprendizaje cooperativo en un
conjunto de alumnos de nivel básico de una
institución educativa ubicada en la ciudad de
Milagro, en Ecuador. En concreto, se examinará
la manera en que la implementación de estas
estrategias puede impactar tanto en la
interacción social como en el desempeño
académico de los alumnos. Se anticipa que los
hallazgos constituirán un fundamento robusto
para la instauración de políticas educativas más
inclusivas y eficaces, que aborden las demandas
estudiantiles en el contexto ecuatoriano.
La hipótesis de esta investigación postula que la
adopción de estrategias de aprendizaje
cooperativo potenciará de manera significativa
tanto la interacción social como el desempeño
académico de los alumnos en comparación con
aquellos que persisten en la adopción de un
enfoque pedagógico tradicional. Para la
evaluación de esta hipótesis, se empleará un
diseño cuasi-experimental, con un conjunto
experimental involucrado en actividades
cooperativas y un conjunto de control que
adoptará el enfoque tradicional. Los dos grupos
serán sometidos a evaluación a través de un
pretest y un postest, lo cual facilitará la
cuantificación de las variaciones en la
interacción social y el desempeño académico.
La evaluación de los datos recopilados se
realizará empleando técnicas estadísticas
apropiadas para establecer si las discrepancias
detectadas entre los dos grupos poseen una
significancia estadística. Adicionalmente, se
anticipa que los hallazgos de esta investigación
faciliten el desarrollo de innovadoras estrategias
pedagógicas que puedan ser implementadas en
otras instituciones educativas en Ecuador y en
otros contextos análogos. La oportunidad de
optimizar el desempeño académico y la
interacción social a través del aprendizaje
cooperativo constituye una oportunidad
significativa para la transformación de la
educación básica en la nación.
Este estudio tiene como objetivo no solo
documentar las ventajas del aprendizaje
cooperativo en términos de rendimiento
académico, sino también subrayar su influencia
en el fomento de competencias sociales
indispensables para el éxito sostenido de los
estudiantes. En un mundo progresivamente
interconectado, la habilidad para colaborar y
trabajar en equipo se erige como una
competencia esencial. En consecuencia, el
aprendizaje cooperativo no solo favorece el
éxito académico inmediato, sino que capacita a
los estudiantes para afrontar los retos futuros en
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un contexto laboral y social de creciente
colaboración.
Desarrollo
El aprendizaje cooperativo: Concepto y
fundamentos teóricos
El aprendizaje cooperativo constituye una
metodología pedagógica que se fundamenta en
la agrupación de los alumnos en conjuntos con
el objetivo de colaborar en la consecución de un
objetivo compartido (Paredes, W., & Ramos,
G., 2020). Contrariamente a otras tácticas
pedagógicas que fomentan la competencia
individual, el aprendizaje cooperativo se enfoca
en la colaboración, el respaldo recíproco y la
interdependencia positiva entre los estudiantes.
Los integrantes del colectivo se ven motivados
no solo a cumplir con sus propias obligaciones,
sino también a asistir a sus colegas en el
cumplimiento de sus respectivas
responsabilidades. Esta perspectiva se
fundamenta en postulados psicológicos y
pedagógicos emanados del constructivismo
social, propuesto por Pacheco, R, & Ceberio,
M. (2022), quien subrayó que el aprendizaje es
primordialmente un proceso social.
Pacheco, R, & Ceberio, M. (2022) postulaba
que la construcción del conocimiento se realiza
mediante la interacción social y el intercambio
de ideas entre los individuos. Dentro del marco
del aprendizaje cooperativo, los estudiantes
desempeñan un papel de mediadores del
conocimiento mutuo, facilitando que los
estudiantes con mayor experiencia o
conocimientos asistan a aquellos que enfrentan
desafíos. Esta dinámica, denominada "zona de
desarrollo próximo", facilita el logro de niveles
de aprendizaje que los estudiantes no podrían
alcanzar de forma individual. Por consiguiente,
el aprendizaje cooperativo no solo consolida los
conocimientos de los alumnos de mayor edad,
sino que también acelera el avance de aquellos
con un nivel académico inferior (Francisco, D.,
Alfredo, B., & García, H., 2021).
Principios del aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo se fundamenta en
varios principios esenciales que lo distinguen de
otras metodologías pedagógicas. La
interdependencia positiva, la responsabilidad
individual, la interacción promotora, la
evaluación grupal y el desarrollo de habilidades
interpersonales (Fernández, 2021). La
interdependencia positiva se refiere a que los
alumnos reconocen que el éxito del colectivo
está condicionado por el esfuerzo colectivo de
todos sus integrantes. Este atributo es esencial,
dado que fomenta la solidaridad y el
compromiso hacia las metas colectivas. La
responsabilidad individual garantiza que cada
alumno asuma la responsabilidad de una
sección específica del trabajo, previniendo que
ciertos estudiantes obtengan ventajas sin aportar
al esfuerzo colectivo.
La interacción promotora, un principio
fundamental, subraya la relevancia de la
comunicación y el respaldo recíproco entre los
integrantes del colectivo. Es imperativo que los
estudiantes colaboren activamente, mediante el
intercambio de ideas, la provisión de
retroalimentación y la resolución colectiva de
problemas (Aguilera, 2020). Esta modalidad de
interacción favorece el fortalecimiento de las
competencias cognitivas, al posibilitar que los
alumnos evalúen y reevalúen sus propias
concepciones en función de las perspectivas de
sus pares. Adicionalmente, se promueve el
desarrollo de competencias interpersonales,
tales como la empatía, la escucha activa y la
negociación, habilidades fundamentales para la
vida social y profesional (Gillies, 2016).
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Beneficios académicos del aprendizaje
cooperativo
Numerosos estudios han establecido que el
aprendizaje cooperativo tiene un impacto
significativo en el rendimiento académico de
los estudiantes. (Lizeth, G., & Janeth, L., 2024).
Uno de los beneficios primordiales es que
propicia un aprendizaje más profundo y
significativo. Mediante la colaboración
estudiantil, los estudiantes pueden debatir
conceptos complejos, abordar problemas de
manera conjunta y adquirir conocimientos
mutuamente. Esto propicia un entendimiento
más profundo de los contenidos y promueve la
conservación de la información a largo plazo.
Indudablemente, Cosme, R. (2022) argumenta
que el aprendizaje cooperativo es
particularmente eficaz en campos como las
matemáticas, las ciencias y las lenguas, donde
la solución de problemas y el intercambio de
ideas son elementos esenciales.
El aprendizaje cooperativo promueve también
la metacognición, entendida como la habilidad
de los alumnos para reflexionar sobre su propio
proceso de adquisición de conocimientos.
Mediante la revisión de sus pares, los alumnos
pueden identificar sus fallos y rectificarlos de
manera más eficaz (Herrera, J., Arias, W.,
Estrella, V., & Obando, D., 2024). Además, la
colaboración grupal facilita que los alumnos
formulen estrategias para abordar retos
académicos, lo que les confiere una mayor
autonomía en su proceso de aprendizaje. Esta
autonomía resulta esencial para el logro
académico, dado que capacita a los alumnos
para abordar de forma autónoma los desafíos
académicos y profesionales que se les
presentarán en el futuro.
Impacto en la interacción social
Además de sus ventajas académicas, el
aprendizaje cooperativo ejerce una influencia
positiva en la interacción social dentro del
entorno académico. Mediante el trabajo en
equipo, los alumnos cultivan competencias
sociales fundamentales, tales como la
comunicación, la negociación y la empatía.
Estas competencias resultan esenciales no solo
para el logro académico, sino también para el
desarrollo personal y social de los alumnos
(Cedeño, W., Ibarra, L., Galarza, F., Verdesoto,
J., & Gómez, D., 2022). Dentro de un contexto
cooperativo, los alumnos adquieren habilidades
para colaborar, escuchar y respetar las
perspectivas de sus pares, y resolver conflictos
de forma constructiva.
La implementación del aprendizaje cooperativo
también favorece la generación de un ambiente
académico más inclusivo y equitativo. Esta
metodología, al promover la colaboración y el
apoyo recíproco, atenúa las barreras sociales y
académicas que frecuentemente segregan a los
estudiantes (de Válgaz, G., de Válgaz, L., &
García, K., 2024). Los alumnos que enfrentan
obstáculos académicos o dificultades de
integración social se benefician particularmente
de este enfoque, dado que obtienen el respaldo
de sus pares y tienen la posibilidad de participar
de manera activa en el proceso de formación.
Así, el aprendizaje cooperativo no solo potencia
la cohesión social en el entorno académico, sino
que también fomenta una mayor equidad en la
distribución del conocimiento.
Desafíos del aprendizaje cooperativo
Pese a sus múltiples ventajas, el aprendizaje
cooperativo también plantea ciertos retos que
requieren ser evaluados. Uno de los principales
desafíos radica en la efectiva implementación
de esta metodología en el contexto del aula.
Para el éxito del aprendizaje cooperativo, es
imperativo que los educadores estén formados
en técnicas pedagógicas de enseñanza
cooperativa y posean la habilidad de
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administrar de manera efectiva los grupos de
trabajo (Ribés, A., Guerola, J., & Albalat, S.,
2024). Además, resulta crucial que los grupos
sean heterogéneos, es decir, que comprendan
estudiantes con distintos niveles de
competencia, para optimizar las ventajas de la
interacción entre pares.
Un reto adicional radica en asegurar una
participación equitativa de todos los estudiantes
en el proceso de adquisición de conocimientos.
En determinadas circunstancias, los alumnos de
mayor edad pueden asumir la mayor parte de las
responsabilidades, mientras que aquellos con
mayores dificultades pueden quedar relegados a
un rol pasivo (Estalayo, P., Miño, R.,
Malinverni, L., & Rivera, P., 2021). Para
prevenir esta problemática, resulta esencial que
los educadores establezcan directrices
explícitas respecto a la participación de todos
los integrantes del equipo y que supervisen de
manera rigurosa el avance de cada equipo. Es
imperativo establecer mecanismos de
evaluación que reconozcan tanto el esfuerzo
individual como la colaboración grupal.
Estrategias didácticas basadas en el
aprendizaje cooperativo
Diversas estrategias pedagógicas se
fundamentan en los principios del aprendizaje
cooperativo. El método conocido como
"rompecabezas" (Jigsaw) consiste en la división
de los estudiantes en grupos, cada uno de los
cuales se especializa en una sección del
contenido que posteriormente debe enseñar a
sus pares (Pow, 2022). Esta táctica no
solamente fomenta el aprendizaje activo, sino
que también estimula la responsabilidad
individual y la interdependencia constructiva.
Una estrategia comúnmente adoptada es la de
"grupos de investigación", en la que los
alumnos colaboran en la investigación de un
tema específico y posteriormente divulgan sus
descubrimientos al resto de la clase (Rodríguez,
V., & Herrera, J., 2021).
Otras tácticas abarcan la implementación de
"pares cooperativos", en los que dos alumnos
colaboran en tareas específicas, y la
metodología de "debates cooperativos", en la
que los estudiantes debaten diversas
perspectivas sobre un asunto antes de alcanzar
un consenso (Gradaille, E., & Gradaille, L.,
2020) Estas estrategias no solo promueven la
implicación activa de los alumnos, sino que
también facilitan el desarrollo simultáneo de
habilidades cognitivas y sociales.
Adicionalmente, estas actividades tienen la
capacidad de ser adaptadas a diversos niveles
educativos y a una diversidad de disciplinas, lo
que las convierte en instrumentos versátiles
para los educadores.
Evidencias empíricas del aprendizaje
cooperativo
Numerosas investigaciones han demostrado la
efectividad del aprendizaje cooperativo en
diversos contextos educativos. Una
investigación llevada a cabo por Becerril, E., &
Nahón, A. (2022) en instituciones educativas
estadounidenses reveló que los alumnos que
participaron en actividades cooperativas
registraron resultados notablemente superiores
en evaluaciones académicas en comparación
con aquellos que trabajaron de forma
individual. Estos hallazgos fueron replicados en
diversas disciplinas académicas, abarcando
matemáticas, ciencias y lenguaje. De forma
análoga, Lorente, S., Bonillo, A., Pardo, A.,
Fauquet, J., Prat, G., & Redolar, D. (2021)
descubrieron que los alumnos que participaban
en grupos cooperativos exhibían un incremento
en los niveles de satisfacción con el proceso
educativo y un rendimiento académico general
superior.
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En América Latina, se han llevado a cabo
investigaciones que corroboran los
descubrimientos de alcance internacional. Una
investigación llevada a cabo en México por
Arana, J., & Carpio, W. (2021) evidenció que
los alumnos involucrados en actividades de
aprendizaje cooperativo mejoraron tanto su
desempeño académico como sus competencias
sociales. Los alumnos manifestaron una mayor
motivación y confianza al colaborar en equipo,
lo que consecuentemente contribuyó a una
mejora en el rendimiento académico. Estas
investigaciones indican que la metodología del
aprendizaje cooperativo es eficaz no solo en
contextos desarrollados, sino también en
naciones en vías de desarrollo, como Ecuador.
Aprendizaje cooperativo en la educación
básica en Ecuador
En Ecuador, la educación básica confronta
múltiples retos, incluyendo la insuficiencia de
recursos pedagógicos, elevados índices de
desigualdad social y dificultades en la
infraestructura escolar (Achig, M., González,
C., Cornejo, M., & Cruz, W., 2023). Pese a estos
impedimentos, el aprendizaje cooperativo
emerge como una ctica factible para optimizar
tanto el desempeño académico como la
cohesión social en el entorno académico.
Investigaciones contemporáneas en la nación
han evidenciado que los alumnos que participan
en actividades cooperativas tienden a exhibir
niveles superiores de motivación y compromiso
con el proceso de aprendizaje (Castro, J., Félix,
G., & Sánchez, R., 2023).
Una investigación llevada a cabo por Cosme, R.
(2022) en diversas instituciones educativas de
Guayaquil reveló que la aplicación de
estrategias de aprendizaje cooperativo optimizó
de manera significativa el desempeño en
matemáticas y ciencias de los alumnos de nivel
básico. Los educadores indicaron que los
alumnos no solo exhibieron una comprensión
más profunda de los contenidos académicos,
sino que también mejoraron su habilidad para
colaborar y solucionar problemas de forma
cooperativa. Estos hallazgos indican que el
aprendizaje colaborativo puede constituir un
instrumento esencial para la optimización de la
calidad educativa en Ecuador.
Consideraciones pedagógicas para la
implementación en Ecuador
La puesta en práctica efectiva del aprendizaje
cooperativo en Ecuador exige una formación
adecuada de los educadores en esta
metodología. Los educadores requieren cultivar
habilidades particulares para constituir equipos
de trabajo heterogéneos, concebir actividades
colaborativas y supervisar el avance académico
de los alumnos (Chicaiza, R., Guerrero, L.,
Albarracín, E., & Sandoval, A., 2023). Es
esencial que los educadores comprendan la
importancia de adaptar las estrategias
cooperativas al contexto cultural y social de sus
alumnos. En una nación tan heterogénea como
Ecuador, donde las aulas pueden albergar
alumnos de diversas etnias, estratos
socioeconómicos y competencias académicas,
resulta imperativo que las actividades
cooperativas sean inclusivas y equitativas
(Estalayo, P., Miño, R., Malinverni, L., &
Rivera, P., 2021).
El Ministerio de Educación de Ecuador ha
iniciado el reconocimiento de las ventajas del
aprendizaje cooperativo, integrando ciertas
estrategias en sus programas de capacitación
docente (Martín, 2020). No obstante, aún se
requiere un considerable esfuerzo para que esta
metodología sea implementada de forma
generalizada en las instituciones educativas del
país. Es imperativo que se lleven a cabo más
investigaciones en el ámbito ecuatoriano para
obtener una comprensión más profunda de
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cómo el aprendizaje cooperativo puede ser
implementado eficazmente en diversos niveles
educativos y campos del saber.
El aprendizaje cooperativo constituye una
metodología pedagógica robusta tanto en
términos teóricos como empíricos, que ha
evidenciado su eficacia en la optimización tanto
del desempeño académico como en la
interacción social de los alumnos. La
implementación de este enfoque en la
educación básica ecuatoriana posee un
considerable potencial para abordar algunos de
los retos contemporáneos del sistema educativo,
tales como las disparidades académicas y
sociales. No obstante, su puesta en práctica
efectiva demanda un enfoque meticulosamente
planificado y adaptado al contexto local, junto
con una capacitación apropiada de los
educadores en esta metodología. El método de
aprendizaje cooperativo no solo proporciona
una solución a las problemáticas inmediatas de
desempeño académico, sino que también
capacita a los alumnos para afrontar los retos
futuros en un mundo cada vez más
interconectado y colaborativo.
Marco metodológico
Enfoque y diseño de la investigación
Este estudio empleó un enfoque cuantitativo, el
cual se caracteriza por la recolección y análisis
de datos numéricos con el fin de identificar
patrones y establecer relaciones causales entre
variables (Támara, 2022). El diseño cuasi-
experimental se utilizó como estrategia
metodológica, ya que permite comparar dos
grupos de estudiantes: un grupo experimental,
que fue sometido a la intervención pedagógica
basada en estrategias de aprendizaje
cooperativo, y un grupo de control, que
continuó utilizando métodos tradicionales de
enseñanza. Este diseño es adecuado cuando no
es posible la asignación aleatoria de los
participantes a los grupos, pero aún se busca
establecer la influencia de una variable
independiente, en este caso, la implementación
de estrategias cooperativas, sobre una o más
variables dependientes, como la interacción
social y el rendimiento académico.
El estudio se llevó a cabo en dos fases
principales: la fase de pretest y la fase de
postest. En la primera fase, se aplicaron
instrumentos de evaluación a ambos grupos
para medir sus niveles iniciales de interacción
social y rendimiento académico, lo que permitió
establecer una línea base. Posteriormente, se
implementaron las estrategias de aprendizaje
cooperativo durante un periodo de un semestre
en el grupo experimental, mientras que el grupo
de control continuó recibiendo instrucción
mediante métodos tradicionales. Al final del
semestre, se administraron los mismos
instrumentos en ambos grupos como parte del
postest, lo que permitió medir los cambios
producidos por la intervención.
Población y muestra
La población del estudio estuvo constituida por
estudiantes de educación básica de sexto grado
de una institución educativa en la ciudad de
Milagro, Ecuador, durante el año lectivo 2023-
2024. Esta población fue seleccionada debido a
que se encuentra en una etapa clave del
desarrollo cognitivo y social, donde las
estrategias pedagógicas pueden tener un
impacto considerable en el rendimiento
académico y la interacción social (Javier, C., del
Carmen, V., & Alejandro, M., 2023). La
muestra, seleccionada de manera no
probabilística por conveniencia, estuvo
compuesta por 49 estudiantes de entre 10 y 12
años, distribuidos en dos grupos: el grupo
experimental, conformado por 25 estudiantes, y
el grupo de control, compuesto por 24
estudiantes. Esta selección fue realizada en
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2024
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función de la disponibilidad de los participantes
y la estructura organizativa de la institución
educativa.
Es importante señalar que, aunque el tamaño de
la muestra es relativamente pequeño, es
representativo de la población objetivo en
términos de características demográficas y
académicas. No obstante, las limitaciones
inherentes a este tipo de muestra podrían
restringir la generalización de los resultados a
otras instituciones o contextos educativos. Sin
embargo, la investigación proporciona una
visión inicial valiosa sobre el impacto de las
estrategias de aprendizaje cooperativo en el
contexto ecuatoriano, y los hallazgos pueden
servir como base para estudios futuros con
muestras más amplias y diversas.
Instrumentos de recolección de datos
Para medir las variables dependientes del
estudio, se utilizaron dos instrumentos
principales. En primer lugar, el Cuestionario de
Interacción Social fue adaptado del Social
Interaction Questionnaire (SIQ) de DICKSON,
E. (2021). Este cuestionario evalúa la calidad y
frecuencia de las interacciones sociales entre los
estudiantes, utilizando una escala Likert de
cinco puntos que abarca desde "nunca" hasta
"siempre". El instrumento fue adaptado y
validado para el contexto ecuatoriano mediante
un proceso de validación con expertos en
pedagogía y psicología, asegurando su
pertinencia cultural y su capacidad para medir
las dinámicas de interacción social en el aula.
La fiabilidad del instrumento fue evaluada
mediante el coeficiente de consistencia interna
Alfa de Cronbach, obteniendo un valor superior
a 0.85, lo cual indica una alta fiabilidad (Nina,
J., & Nina, E., 2021).
El segundo instrumento consistió en Pruebas de
Rendimiento Académico diseñadas por el
Ministerio de Educación de Ecuador para
evaluar las áreas de matemáticas y lengua. Estas
pruebas son estandarizadas y están alineadas
con el currículo nacional, lo que garantiza que
los resultados obtenidos reflejen con precisión
el nivel de conocimiento y comprensión de los
estudiantes en estas materias. Las pruebas
fueron administradas tanto en la fase de pretest
como en la fase de postest para comparar los
avances en el rendimiento académico de los
estudiantes a lo largo del periodo de
intervención.
Procedimiento de intervención
La intervención pedagógica basada en
estrategias de aprendizaje cooperativo se
implementó en el grupo experimental durante
un semestre académico, que comprendió
aproximadamente 16 semanas. Las estrategias
utilizadas incluyeron técnicas como el método
de rompecabezas (Jigsaw), donde los
estudiantes trabajaban en pequeños grupos y
cada miembro se especializaba en una parte del
contenido, para luego compartir su
conocimiento con el resto del grupo (Pow,
2022). También se utilizaron actividades de
pares cooperativos, donde los estudiantes
trabajaban en parejas para resolver problemas y
debatir ideas, y grupos de investigación, donde
los estudiantes colaboraban en la investigación
de un tema específico y luego presentaban sus
hallazgos ante la clase (Bustamante, 2021).
Durante la intervención, los docentes fueron
capacitados en la implementación efectiva de
estas estrategias cooperativas, lo que incluyó la
formación en la creación de grupos
heterogéneos y el seguimiento de las dinámicas
grupales para garantizar la participación
equitativa de todos los estudiantes. Además, se
proporcionó retroalimentación continua tanto a
los estudiantes como a los docentes para
asegurar que la metodología cooperativa se
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2024
Página 242
aplicara de manera coherente y efectiva. El
grupo de control, por otro lado, continuó con
métodos de enseñanza tradicionales, centrados
en la instrucción directa del docente y el trabajo
individual.
Análisis de datos
Los datos recolectados fueron analizados
utilizando el software SPSS (versión 25),
empleando procedimientos estadísticos
adecuados para el análisis cuasi-experimental.
En primer lugar, se realizaron pruebas t de
Student para muestras independientes, con el fin
de comparar los resultados obtenidos por el
grupo experimental y el grupo de control en las
fases de pretest y postest. Esta prueba permitió
determinar si existieron diferencias
significativas en los niveles de interacción
social y rendimiento académico entre ambos
grupos, lo cual es fundamental para verificar la
efectividad de la intervención basada en
estrategias cooperativas (Cajas, V., Paredes, M.,
Pasquel, L., & Pasquel, A., 2020).
Además, se realizó un análisis de varianza
(ANOVA) para observar si las diferencias en
los resultados académicos y sociales entre los
grupos estaban relacionadas con factores
adicionales, como el género o el rendimiento
académico inicial. Se consideró un nivel de
significancia de 0.05 para todas las pruebas, y
los tamaños del efecto fueron calculados para
evaluar la magnitud de las diferencias
observadas (Gutiérrez, J., Chica, E., & Pérez, J.,
2023). Este enfoque estadístico permitió no solo
identificar la presencia de diferencias
significativas, sino también cuantificar el
impacto de la intervención pedagógica sobre las
variables dependientes.
Consideraciones éticas
Este estudio cumplió con todos los principios
éticos establecidos para la investigación
educativa. Antes de iniciar la recolección de
datos, se obtuvo el consentimiento informado
de los padres o tutores legales de los estudiantes
participantes, así como el asentimiento de los
estudiantes, garantizando que comprendieran la
naturaleza voluntaria de su participación y que
podrían retirarse del estudio en cualquier
momento sin repercusiones negativas. Además,
se aseguró la confidencialidad y el anonimato
de los participantes, codificando los datos para
que no pudieran ser vinculados a ningún
estudiante en particular. Los resultados del
estudio fueron reportados de manera agregada
para evitar la identificación de individuos o
grupos específicos. Asimismo, se tomaron
medidas para minimizar cualquier riesgo o
impacto negativo asociado con la intervención,
y se ofreció apoyo adicional a los estudiantes
que lo necesitaran.
Resultados
Tabla 1. Resultados pretest y postest en
Matemáticas
Grupo
Pretest
(Media)
Postest
(Media)
Diferencia
Experimental
65.4
78.6
13.2
Control
64.8
67.2
2.4
Fuente: Elaboración propia
El conjunto experimental, conformado por
alumnos que se involucraron en la intervención
de aprendizaje cooperativo, evidenció una
mejora significativa en su desempeño
académico en el campo de las matemáticas.
Previo a la intervención, el promedio de
desempeño en este conjunto se encontraba en
65.4. Sin embargo, tras la implementación de
las estrategias cooperativas durante un
semestre, el promedio experimentó un
incremento significativo, alcanzando 78.6 en el
semestre posterior. La discrepancia de 13.2
puntos indica que la intervención ejerció una
influencia significativa en el rendimiento
académico de los alumnos. Esta optimización
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2024
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puede ser atribuida al carácter colaborativo del
aprendizaje cooperativo, en el que los alumnos,
mediante la colaboración y el apoyo mutuo,
alcanzan una comprensión más profunda de los
conceptos matemáticos. Este hallazgo se alinea
con investigaciones anteriores que señalan que
el aprendizaje cooperativo no solo fomenta la
adquisición de conocimientos, sino que también
potencia la motivación estudiantil, propiciando
una mayor implicación activa en el entorno
académico (Castro, J., Félix, G., & Sánchez, R.,
2023).
En contraste, el grupo de control, que mantuvo
una educación tradicional sin la
implementación de intervención cooperativa,
evidenció una mejora significativamente más
modesta en su desempeño académico. El
promedio del pretest para este conjunto fue de
64.8, mientras que en el postest se registró
únicamente 67.2, lo que indica una discrepancia
de 2.4 puntos. Este aumento, si bien positivo, es
notablemente inferior en comparación con el
grupo experimental, lo que indica que los
métodos pedagógicos convencionales, que
habitualmente se centran en la instrucción
directa y el trabajo individual, no produjeron el
mismo efecto en el rendimiento académico de
los alumnos en matemáticas. La variación en los
hallazgos subraya la restricción de las
estrategias pedagógicas convencionales, las
cuales pueden no promover un aprendizaje tan
dinámico y participativo como el aprendizaje
cooperativo, que proporciona oportunidades
más dinámicas para la resolución de problemas
y la comprensión de conceptos abstractos.
La contrastación de los hallazgos entre ambos
conglomerados resulta esclarecedora. Aunque
el conjunto experimental experimentó una
mejora de 13.2 puntos, el conjunto de control
únicamente observó una mejora de 2.4 puntos.
Esta discrepancia notable subraya la eficacia del
aprendizaje cooperativo como una herramienta
pedagógica avanzada para optimizar el
desempeño académico en el campo de las
matemáticas. La variación en la mejora es
aproximadamente seis veces mayor en el grupo
experimental, lo cual indica que la aplicación de
estrategias cooperativas confiere a los
estudiantes una ventaja considerable en su
proceso de aprendizaje. Este incremento
significativo en el rendimiento también señala
que, al operar en un contexto cooperativo, los
alumnos pueden aprovechar la
retroalimentación inmediata de sus pares, así
como la oportunidad de adquirir conocimientos
mutuos a través de la instrucción y la resolución
colectiva de problemas.
Existen múltiples interpretaciones para los
hallazgos obtenidos. Inicialmente, la
interdependencia positiva, un elemento
fundamental del aprendizaje cooperativo,
garantiza que los alumnos se apoyan
mutuamente para lograr sus metas. Esta
dependencia recíproca genera un ambiente de
respaldo y colaboración que promueve una
participación más activa y un mayor
compromiso con el proceso de aprendizaje. En
segundo lugar, la responsabilidad individual
dentro de los grupos garantiza que cada
estudiante asuma una porción del trabajo, lo
cual previene que ciertos estudiantes obtengan
beneficios sin contribuir de manera activa. La
integración de estas dos dinámicas promueve un
ambiente en el que cada estudiante desempeña
un papel significativo en su propio proceso de
adquisición de conocimientos.
Una explicación adicional para la mejora
significativa en el grupo experimental podría
ser la retroalimentación continua entre los
integrantes del grupo y el docente. Mediante el
aprendizaje cooperativo, los alumnos tienen la
posibilidad de recibir retroalimentación
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inmediata de sus pares, lo que facilita la
corrección de errores y la mejora de su
entendimiento de los conceptos a lo largo del
proceso educativo. Adicionalmente, el
ambiente cooperativo puede potenciar la
motivación intrínseca de los alumnos, dado que,
al colaborar en equipo, tienden a estar más
motivados para participar de manera activa y
lograr los objetivos compartidos del colectivo.
Los hallazgos evidencian de manera inequívoca
que el aprendizaje cooperativo constituye una
metodología pedagógica eficiente para
optimizar el desempeño académico en el campo
de las matemáticas. La significativa mejora en
la eficacia del grupo experimental en
comparación con el grupo de control sugiere
que las estrategias cooperativas no solo
promueven un aprendizaje más profundo, sino
que también favorecen un ambiente más
colaborativo y participativo en el aula. Estos
hallazgos respaldan el postulado de que las
entidades educativas deberían contemplar de
manera seria la implementación de estrategias
cooperativas en sus aulas, particularmente en
disciplinas como las matemáticas, donde la
comprensión conceptual y la resolución de
problemas son elementos cruciales para el logro
académico.
Tabla 2. Resultados pretest y postest en Lengua
Grupo
Pretest
(Media)
Diferencia
Experimental
66.8
13.4
Control
66.4
1.6
Fuente: Elaboración propia
El grupo experimental, que participó en la
intervención basada en estrategias de
aprendizaje cooperativo, mostró una mejora
considerable en su rendimiento académico en la
asignatura de lengua. La media en el pretest
para este grupo fue de 66.8, y tras la
intervención, la media en el postest aumentó a
80.2, lo que refleja una diferencia de 13.4
puntos. Este incremento es significativo y
sugiere que la intervención pedagógica, basada
en la cooperación entre los estudiantes, tuvo un
impacto positivo y considerable en su
comprensión y habilidades en la lengua. El
aprendizaje cooperativo, en este caso, parece
haber potenciado la adquisición de
conocimientos lingüísticos, favoreciendo la
interacción entre los estudiantes, el intercambio
de ideas y la construcción colectiva del
aprendizaje, aspectos que podrían haber
contribuido a este aumento en el rendimiento
académico.
Por otro lado, el grupo de control, que continuó
bajo métodos de enseñanza tradicionales,
presentó una mejora mucho menos
pronunciada. Su media en el pretest fue de 66.4,
mientras que en el postest alcanzó 68.0, con una
diferencia de solo 1.6 puntos. Esta mejora
modesta en el grupo de control pone en
evidencia las limitaciones del enfoque
tradicional en comparación con el aprendizaje
cooperativo. Aunque los métodos
convencionales de enseñanza pueden generar
ciertos avances, estos parecen ser menos
efectivos para fomentar un progreso
significativo en áreas como la lengua, donde la
comunicación y el intercambio activo de ideas
son fundamentales para el desarrollo de
competencias.
La diferencia sustancial entre los dos grupos,
con una mejora de 13.4 puntos en el grupo
experimental frente a 1.6 puntos en el grupo de
control, subraya la efectividad del aprendizaje
cooperativo en la mejora del rendimiento
académico en lengua. El hecho de que el grupo
experimental haya logrado un incremento tan
considerable en comparación con el grupo de
control puede explicarse por varios factores
propios de la metodología cooperativa. En
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primer lugar, la interacción constante entre los
estudiantes en el grupo experimental les
permitió aprender unos de otros, lo que potenció
su comprensión de los conceptos lingüísticos.
Este tipo de interacción es menos frecuente en
los entornos de aprendizaje tradicionales, donde
los estudiantes trabajan de manera más aislada.
Además, la retroalimentación continua que
recibieron los estudiantes del grupo
experimental por parte de sus compañeros y del
docente fue un factor clave en la mejora de su
rendimiento. En el aprendizaje cooperativo, los
estudiantes tienen la oportunidad de corregir sus
errores y ajustar su comprensión de los temas a
medida que interactúan con otros miembros de
su grupo. Este tipo de retroalimentación
inmediata y frecuente es menos común en las
aulas tradicionales, donde la retroalimentación
suele depender únicamente del docente y puede
no ser tan constante ni personalizada.
Otro aspecto que puede haber influido en la
diferencia de resultados es el mayor
compromiso y motivación que suelen mostrar
los estudiantes en entornos de aprendizaje
cooperativo. Al sentirse parte de un equipo y
tener responsabilidades compartidas, los
estudiantes tienden a participar de manera más
activa y a comprometerse más con su propio
aprendizaje y el de sus compañeros. Este
aumento en la motivación intrínseca puede
explicar en parte la mejora en el rendimiento del
grupo experimental, ya que los estudiantes no
solo trabajaban para mejorar sus propias
habilidades, sino también para contribuir al
éxito del grupo.
El análisis de los resultados en lengua pone de
manifiesto que el aprendizaje cooperativo es
una estrategia altamente efectiva para mejorar
el rendimiento académico en esta área. La
diferencia de 13.4 puntos en el grupo
experimental, en comparación con los 1.6
puntos en el grupo de control, refuerza la idea
de que las metodologías basadas en la
colaboración y la participación activa son
significativamente más beneficiosas que los
métodos tradicionales de enseñanza. Este
enfoque no solo permite que los estudiantes
mejoren sus competencias lingüísticas, sino que
también fomenta un ambiente de aprendizaje
más inclusivo y dinámico, en el que todos los
estudiantes pueden beneficiarse del apoyo y las
perspectivas de sus compañeros.
Tabla 3. Comparación del rendimiento
académico entre grupos (postest)
Materia
Grupo
Experimental
(Media)
Grupo
Control
(Media)
Diferencia
Matemáticas
78.6
67.2
11.4
Lengua
80.2
68.0
12.2
Fuente: Elaboración propia
Los datos presentados en esta tabla comparan
los resultados obtenidos por los grupos
experimental y de control en las materias de
matemáticas y lengua tras la implementación de
la intervención pedagógica. Los resultados del
grupo experimental, que fue sometido a
estrategias de aprendizaje cooperativo, son
significativamente más altos en ambas materias
que los del grupo de control, que siguió un
enfoque tradicional de enseñanza.
En matemáticas, el grupo experimental alcanzó
una media de 78.6, mientras que el grupo de
control obtuvo una media de 67.2. La diferencia
de 11.4 puntos entre los dos grupos es
considerable y destaca el impacto positivo que
las estrategias cooperativas tuvieron en el
rendimiento académico del grupo experimental.
Este resultado puede explicarse en gran medida
por el enfoque colaborativo que caracteriza el
aprendizaje cooperativo. Al trabajar en equipos,
los estudiantes del grupo experimental pudieron
beneficiarse del intercambio de ideas, la
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resolución conjunta de problemas y la
retroalimentación constante de sus compañeros.
Estas dinámicas son fundamentales en materias
como matemáticas, donde la comprensión
profunda de conceptos abstractos y la capacidad
de resolver problemas complejos se ven
favorecidas por la interacción activa y la
cooperación entre los estudiantes.
En lengua, la diferencia entre los dos grupos es
aún más marcada. El grupo experimental
obtuvo una media de 80.2, en comparación con
los 68.0 del grupo de control, lo que representa
una diferencia de 12.2 puntos. Este resultado
subraya aún más la efectividad del aprendizaje
cooperativo, no solo en áreas de contenido
lógico-matemático, sino también en áreas más
interpretativas y comunicativas como la lengua.
La interacción entre los estudiantes y el trabajo
colaborativo en actividades relacionadas con la
comprensión lectora, la escritura y la discusión
de textos pueden haber facilitado el desarrollo
de habilidades lingüísticas más profundas. El
aprendizaje cooperativo permite que los
estudiantes compartan sus perspectivas,
corrijan errores de forma conjunta y construyan
conocimientos de manera colectiva, lo que
puede explicar este incremento significativo en
los resultados del grupo experimental.
La diferencia entre los dos grupos en ambas
materias refleja una tendencia clara: las
metodologías tradicionales, que tienden a
centrarse en la instrucción directa y el trabajo
individual, no parecen ser tan eficaces como el
aprendizaje cooperativo para mejorar el
rendimiento académico en estos contextos. El
grupo de control, a pesar de haber mejorado
ligeramente, muestra una evolución mucho más
limitada en comparación con el grupo
experimental. Esta diferencia puede deberse a la
falta de interacción social en el proceso de
aprendizaje, lo que restringe las oportunidades
de retroalimentación inmediata y de apoyo entre
compañeros, aspectos que son clave en el
aprendizaje cooperativo.
En términos generales, los resultados sugieren
que la implementación de estrategias de
aprendizaje cooperativo tiene un efecto positivo
y significativo en el rendimiento académico en
diversas áreas del currículo, tanto en
matemáticas como en lengua. Los estudiantes
del grupo experimental no solo lograron
mejores resultados en las evaluaciones, sino que
probablemente desarrollaron habilidades
sociales y de comunicación que también son
esenciales para su desarrollo académico y
personal. Esta mejora integral subraya la
importancia de adoptar enfoques pedagógicos
que promuevan la colaboración, la interacción y
el trabajo en equipo dentro del aula, para así
maximizar el potencial de aprendizaje de todos
los estudiantes.
Tabla 4. Resultados del cuestionario de
interacción social (Pretest)
Grupo
Media Interacción
(Pretest)
Desviación
Estándar
Experimental
3.2
0.5
Control
3.3
0.4
Fuente: Elaboración propia
Los datos presentados en esta tabla muestran los
resultados del pretest en cuanto a la interacción
social de los estudiantes en los grupos
experimental y de control antes de la
intervención pedagógica basada en el
aprendizaje cooperativo. Ambos grupos
mostraron valores de media de interacción muy
similares, con 3.2 para el grupo experimental y
3.3 para el grupo de control. La diferencia en las
medias de interacción es mínima, lo que sugiere
que antes de la implementación de las
estrategias cooperativas, los estudiantes de
ambos grupos tenían niveles de interacción
social bastante comparables. Esto proporciona
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una línea base equitativa que permite realizar
una comparación válida después de la
intervención.
La desviación estándar en el grupo
experimental es de 0.5, mientras que en el grupo
de control es ligeramente inferior, con 0.4. La
desviación estándar mide la dispersión de los
datos en torno a la media; en este caso, los
valores relativamente bajos sugieren que las
puntuaciones de interacción social estaban
concentradas alrededor de las medias
respectivas en ambos grupos. Aunque el grupo
experimental muestra una mayor dispersión en
los resultados individuales de interacción
social, esta diferencia es pequeña y no parece
indicar una gran variabilidad entre los
estudiantes.
El hecho de que ambos grupos tengan
puntuaciones similares en el pretest es un
indicador positivo desde el punto de vista
metodológico, ya que significa que los grupos
eran comparables en términos de interacción
social antes de la intervención. Este factor es
crucial, ya que elimina posibles sesgos que
pudieran surgir de diferencias preexistentes en
la dinámica social de los estudiantes. De esta
manera, cualquier diferencia en la interacción
social que se observe en el postest podrá
atribuirse con mayor precisión a los efectos de
la intervención pedagógica basada en el
aprendizaje cooperativo, y no a condiciones
previas.
El nivel de interacción social inicial ligeramente
superior en el grupo de control, aunque mínimo,
podría reflejar una dinámica social particular en
ese grupo. Sin embargo, dado que la diferencia
es de solo 0.1 puntos, esta variación es
prácticamente insignificante y no es lo
suficientemente grande como para afectar de
manera significativa las conclusiones que se
extraigan después de la intervención. La baja
dispersión en los resultados también indica que
la mayoría de los estudiantes de ambos grupos
compartían niveles similares de interacción
social, lo cual es un factor importante para la
validez del estudio.
En resumen, los resultados del pretest indican
que los grupos experimental y de control eran
equivalentes en términos de interacción social
antes de la intervención, lo que refuerza la
solidez del diseño cuasi-experimental del
estudio. Esto asegura que las diferencias en los
niveles de interacción social que puedan
observarse tras la intervención estarán
relacionadas con el uso de las estrategias
cooperativas y no con factores preexistentes.
Tabla 5. Resultados del cuestionario de
interacción social (Postest)
Grupo
Media Interacción
(Postest)
Desviación
Estándar
Experimental
4.3
0.3
Control
3.5
0.5
Fuente: Elaboración propia
Los resultados del postest en interacción social
muestran un aumento significativo en la media
de interacción para ambos grupos, pero el grupo
experimental, que participó en la intervención
basada en el aprendizaje cooperativo, presenta
un mayor incremento en comparación con el
grupo de control. El grupo experimental alcanzó
una media de 4.3 en el postest, mientras que el
grupo de control obtuvo una media de 3.5. Esto
representa una mejora considerable en la
interacción social dentro del grupo
experimental, que se puede atribuir
directamente a la implementación de las
estrategias cooperativas, las cuales fomentan la
colaboración, el trabajo en equipo y la
participación activa entre los estudiantes.
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En el caso del grupo experimental, el
incremento en la media de interacción social
desde el pretest (3.2) hasta el postest (4.3)
refleja un avance de 1.1 puntos. Esta diferencia
sugiere que las dinámicas grupales y el enfoque
colaborativo permitieron una mayor cohesión
social entre los estudiantes, facilitando un
entorno de aula más inclusivo y participativo. El
aprendizaje cooperativo, al promover la
dependencia positiva y la interacción constante
entre los estudiantes, parece haber fomentado
no solo un mejor rendimiento académico, sino
también una mayor capacidad para comunicarse
y colaborar entre ellos. Esto es especialmente
importante en contextos educativos, ya que las
habilidades sociales juegan un rol clave en el
éxito académico y el bienestar emocional de los
estudiantes.
Por otro lado, el grupo de control, que continuó
bajo un enfoque tradicional de enseñanza,
mostró una mejora mucho más modesta,
pasando de 3.3 en el pretest a 3.5 en el postest,
lo que representa una diferencia de solo 0.2
puntos. Este ligero incremento indica que, sin la
intervención cooperativa, los estudiantes de este
grupo no experimentaron cambios
significativos en sus niveles de interacción
social. Este resultado resalta la limitación de los
métodos tradicionales de enseñanza en cuanto a
la mejora de las habilidades sociales, ya que
tienden a centrarse más en el aprendizaje
individual y menos en la colaboración y el
trabajo en equipo.
En cuanto a la desviación estándar, el grupo
experimental presentó un valor de 0.3 en el
postest, lo que sugiere una menor dispersión en
los resultados en comparación con el pretest
(0.5). Esto indica que los estudiantes del grupo
experimental, después de la intervención,
mostraron un comportamiento más homogéneo
en términos de interacción social, lo que podría
ser el resultado de una mayor cohesión grupal y
un mejor entendimiento de las dinámicas
cooperativas. En contraste, la desviación
estándar del grupo de control aumentó
ligeramente de 0.4 a 0.5, lo que sugiere una
mayor dispersión en los niveles de interacción
social entre los estudiantes de este grupo. Esta
variabilidad podría estar relacionada con la falta
de estrategias que promuevan la colaboración,
lo que podría haber generado resultados más
dispares entre los estudiantes.
Los datos del postest muestran que las
estrategias de aprendizaje cooperativo tuvieron
un impacto positivo no solo en el rendimiento
académico, sino también en la interacción social
de los estudiantes. El incremento significativo
en la interacción social en el grupo experimental
demuestra que este enfoque es eficaz para
fomentar un ambiente de aula más colaborativo
y cohesionado. Por el contrario, el grupo de
control, que continuó con métodos
tradicionales, experimentó mejoras mínimas en
este aspecto, lo que subraya la necesidad de
implementar estrategias pedagógicas que
promuevan el desarrollo de habilidades sociales
junto con el aprendizaje académico.
Tabla 6. Diferencias en el cambio de
interacción social entre grupos
Grupo
Diferencia Pretest-Postest
Experimental
1.1
Control
0.2
Fuente: Elaboración propia
Los datos presentados en esta tabla comparan
las diferencias entre los resultados obtenidos en
el pretest y el postest de interacción social para
los grupos experimental y de control. El grupo
experimental, que fue sometido a una
intervención pedagógica basada en el
aprendizaje cooperativo, mostró una mejora
significativa en su nivel de interacción social,
con una diferencia de 1.1 puntos entre el pretest
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Página 249
y el postest. En cambio, el grupo de control, que
continuó utilizando métodos tradicionales de
enseñanza, experimentó una mejora mucho más
modesta, con una diferencia de solo 0.2 puntos.
El incremento en la interacción social en el
grupo experimental puede atribuirse
directamente a las estrategias cooperativas
empleadas durante la intervención. El
aprendizaje cooperativo fomenta una mayor
participación activa de los estudiantes, al
permitirles trabajar en grupos, compartir ideas y
resolver problemas en conjunto. Este enfoque
crea un entorno de aula donde la comunicación
y la colaboración son esenciales, lo que
promueve el desarrollo de habilidades sociales
y la mejora de las interacciones entre los
estudiantes. La diferencia de 1.1 puntos sugiere
que estas dinámicas de cooperación no solo
beneficiaron el rendimiento académico, sino
que también facilitaron la construcción de
relaciones más sólidas y un mejor
entendimiento entre los miembros del grupo.
En contraste, la mejora de solo 0.2 puntos en el
grupo de control indica que los métodos
tradicionales, centrados en la enseñanza
individualizada y la competencia, no
fomentaron de manera significativa el
desarrollo de las habilidades sociales de los
estudiantes. Esta diferencia mínima refleja la
falta de oportunidades estructuradas para que
los estudiantes interactúen y trabajen de manera
colaborativa, lo que explica por qué el cambio
en su nivel de interacción social fue
prácticamente insignificante. El aprendizaje
tradicional tiende a enfocarse en el logro
individual, lo que puede limitar las
oportunidades para que los estudiantes
desarrollen relaciones más profundas o
colaboren efectivamente con sus compañeros.
La gran diferencia en los resultados entre los
dos grupos destaca la efectividad del
aprendizaje cooperativo para mejorar las
interacciones sociales en el aula. El hecho de
que el grupo experimental haya mostrado una
mejora cinco veces mayor en comparación con
el grupo de control sugiere que las estrategias
de aprendizaje cooperativo no solo facilitan el
aprendizaje académico, sino que también crean
un ambiente más inclusivo y colaborativo,
donde los estudiantes pueden desarrollar
habilidades interpersonales cruciales para su
vida académica y social.
Además, la mejora en la interacción social en el
grupo experimental podría tener efectos a largo
plazo en el clima general del aula. La cohesión
social que se desarrolló durante la intervención
puede conducir a un mayor sentido de
comunidad entre los estudiantes, lo que a su vez
puede mejorar la dinámica del grupo y reducir
los conflictos interpersonales. Estos beneficios
no solo son valiosos en términos de rendimiento
académico, sino que también contribuyen al
bienestar emocional y social de los estudiantes.
La intervención pedagógica basada en el
aprendizaje cooperativo tuvo un impacto
significativo en la mejora de la interacción
social entre los estudiantes del grupo
experimental, mientras que el enfoque
tradicional mostró resultados limitados en este
aspecto. Estos hallazgos refuerzan la
importancia de incorporar estrategias
cooperativas en el aula para promover no solo
el éxito académico, sino también el desarrollo
de habilidades sociales esenciales para la
convivencia y el aprendizaje colaborativo.
Discusión de los Resultados
Los hallazgos derivados de esta investigación
corroboran la eficacia del aprendizaje
cooperativo tanto en la optimización del
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Página 250
desempeño académico como en la interacción
social de los alumnos en el marco de la
educación básica. Inicialmente, los incrementos
notables en los resultados de las evaluaciones
académicas del grupo experimental, en
contraste con el grupo de control, evidencian
que las estrategias cooperativas ejercen un
efecto directo positivo en el rendimiento
académico de los estudiantes. Tanto en el
ámbito matemático como en el lingüístico, los
alumnos que se involucraron en el aprendizaje
cooperativo exhibieron avances significativos.
Esta evidencia respalda investigaciones
anteriores que han postulado que la
colaboración y el trabajo en equipo potencian la
comprensión de conceptos complejos y
fomentan un aprendizaje más profundo (Cosme,
2022). Estos descubrimientos indican que la
instauración de dinámicas cooperativas en el
entorno educativo representa una opción
factible y eficaz en contraposición a los
métodos convencionales, que suelen adoptar
una orientación más individualista.
Un elemento crucial que se desprende de los
hallazgos es la notable discrepancia detectada
entre los dos grupos en lo que respecta al
desempeño académico. El conjunto
experimental evidenció una mejora media de
13.2 puntos en matemáticas y 13.4 puntos en
lengua, en contraste con el grupo de control que
solo logró una mejora de 2.4 puntos y 1.6
puntos, respectivamente. Esta disparidad en el
desempeño puede atribuirse a las dinámicas
inherentes al aprendizaje cooperativo, las cuales
promueven una interdependencia positiva, la
responsabilidad individual y colectiva, y la
retroalimentación continua entre los estudiantes
(LIZETH, G., & JANETH, L., 2024). La
interacción regular con los pares no solo
fortalece la comprensión de los contenidos, sino
que también posibilita a los estudiantes
construir sobre el conocimiento adquirido por
otros, lo que propicia un proceso de aprendizaje
más sólido. Estos hallazgos se alinean con
investigaciones anteriores que han evidenciado
la eficacia del aprendizaje cooperativo en
campos académicos que demandan la
resolución de problemas y competencias
interpretativas (Aguilera, 2020).
Un descubrimiento relevante de esta
investigación es la repercusión positiva del
aprendizaje cooperativo en la interacción social.
Los resultados indican que el conjunto
experimental registró un incremento de 1.1
puntos en su grado de interacción social, en
contraposición a únicamente 0.2 puntos de
mejora en el grupo de control. Este hallazgo
enfatiza la habilidad del aprendizaje
cooperativo para fortalecer las relaciones
interpersonales y potenciar la dinámica grupal
en el entorno académico. Contrariamente a los
enfoques tradicionales, que priorizan el logro
individual y pueden propiciar un entorno
competitivo, las estrategias cooperativas
fomentan la colaboración, el respeto recíproco
y la empatía entre los estudiantes (Cedeño, W.,
Ibarra, L., Galarza, F., Verdesoto, J., & Gómez,
D., 2022). Mediante la colaboración para lograr
metas compartidas, los alumnos del grupo
experimental cultivaron competencias sociales
fundamentales, tales como la comunicación
eficaz y la resolución colaborativa de
problemas. Estas habilidades no solo optimizan
el desempeño académico, sino que también
mejoran el ambiente general del aula.
Es crucial subrayar que el incremento en la
interacción social dentro del grupo
experimental tiene consecuencias que
trascienden el desempeño académico. Un
ambiente académico caracterizado por
interacciones positivas entre los alumnos puede
aportar de manera significativa a la motivación
intrínseca, la dedicación al aprendizaje y el
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bienestar emocional de los estudiantes (Castro,
J., Félix, G., & Sánchez, R., 2023). La cohesión
social cultivada en el transcurso de las
actividades cooperativas promueve un
sentimiento de pertenencia y atenúa las disputas
interpersonales, generando así un entorno
favorable para el aprendizaje. Este aspecto
adquiere particular relevancia en el ámbito de la
educación básica, donde los alumnos continúan
desarrollando sus competencias sociales y
emocionales. En este contexto, la práctica del
aprendizaje cooperativo no solo ofrece ventajas
académicas, sino que también ejerce un efecto
positivo en el desarrollo socioemocional de los
alumnos.
No obstante, a pesar de los hallazgos favorables,
resulta crucial reconocer las limitaciones
inherentes a este estudio. El tamaño
relativamente reducido de la muestra (49
estudiantes) y el diseño cuasi-experimental
podrían restringir la extrapolación de los
descubrimientos a otros contextos educativos.
Adicionalmente, la investigación se enfocó en
una única entidad educativa, lo que podría haber
afectado los hallazgos debido a factores
particulares del contexto escolar. En
consecuencia, investigaciones futuras deberían
contemplar la incorporación de muestras más
extensas y diversas, junto con la aplicación de
diseños experimentales con asignación
aleatoria, con el objetivo de robustecer la
validez externa de los descubrimientos.
Además, resultaría pertinente investigar la
repercusión del aprendizaje cooperativo en
otras disciplinas académicas, tales como las
ciencias o las artes, con el objetivo de discernir
si los efectos observados en matemáticas y
lengua se replican en otras áreas del saber.
Los hallazgos de esta investigación subrayan la
relevancia de instaurar estrategias de
aprendizaje cooperativo en los espacios de
educación primaria. Las ventajas constatadas,
tanto en lo que respecta al rendimiento
académico como a la interacción social, indican
que esta metodología proporciona una opción
eficiente frente a los métodos convencionales
de enseñanza. Adicionalmente, el aprendizaje
cooperativo no solo promueve una adquisición
de conocimientos más profunda, sino que
también estimula un ambiente académico más
inclusivo y colaborativo, en el que los alumnos
pueden cultivar tanto competencias cognitivas
como sociales. Estos descubrimientos poseen
significativas implicaciones para los
educadores y los encargados de la formulación
de políticas educativas, subrayando la
imperatividad de fomentar metodologías
pedagógicas que promuevan la participación
activa y el trabajo colaborativo en los contextos
escolares (Martín, 2020).
Conclusión
Esta investigación demuestra de forma
inequívoca que la aplicación de estrategias de
aprendizaje cooperativo en la educación
primaria tiene un efecto positivo tanto en el
desempeño académico como en la interacción
social de los alumnos. Los descubrimientos
indican que las dinámicas grupales promovidas
a través del trabajo cooperativo no solo
optimizan la comprensión de conceptos
académicos, sino que también promueven un
ambiente de aula más inclusivo y colaborativo.
Los alumnos involucrados en el grupo
experimental, donde se implementaron
estrategias cooperativas, evidenciaron avances
notables en sus resultados en matemáticas y
lengua, en contraste con aquellos que
persistieron en un enfoque pedagógico
tradicional. Estas mejoras corroboran la
habilidad del aprendizaje cooperativo para
optimizar el desempeño académico mediante la
promoción de un aprendizaje más dinámico y
participativo.
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El examen de los datos evidencia una
discrepancia significativa en el desempeño
académico entre los grupos experimental y de
control, tanto en matemáticas como en lengua.
Este hallazgo evidencia que los alumnos que
colaboran bajo un enfoque cooperativo poseen
una mayor probabilidad de éxito académico.
Los fundamentos que respaldan el aprendizaje
cooperativo, incluyendo la interdependencia
positiva, la responsabilidad individual y
colectiva, y la interacción promotora, facilitan
que los alumnos se involucren de manera activa
tanto en su propio proceso de aprendizaje como
en el de sus pares. Estas dinámicas se distinguen
de los enfoques tradicionales, que priorizan la
competencia individual, restringiendo las
oportunidades para que los alumnos colaboren
y adquieran conocimientos de sus pares.
Una inferencia significativa de esta
investigación es el efecto positivo del
aprendizaje cooperativo en la interacción social
de los estudiantes. Los hallazgos indican una
mejora significativa en los niveles de
interacción social del grupo experimental en
comparación con el grupo de control. Este
descubrimiento se alinea con investigaciones
anteriores que señalan que las estrategias de
colaboración no solo optimizan el desempeño
académico, sino que también robustecen las
competencias sociales de los alumnos (Johnson
& Johnson, 2019). Mediante la colaboración,
los alumnos cultivan habilidades sociales
fundamentales, tales como la comunicación, la
empatía y la resolución colectiva de problemas,
lo que propicia un ambiente académico más
armónico y cohesionado. Este aumento en la
interacción social constituye un elemento
crucial para la configuración de contextos
educativos más inclusivos y equitativos.
Desde una perspectiva práctica, los hallazgos de
este estudio subrayan la imperiosa necesidad de
que las instituciones educativas y los
educadores contemplen la incorporación de
estrategias cooperativas en sus metodologías
pedagógicas. El aprendizaje cooperativo no
solo promueve el mejoramiento de los
rendimientos académicos, sino que también
capacita a los alumnos para interactuar de
manera eficiente en un mundo cada vez más
interconectado, donde las competencias de
colaboración y trabajo en equipo son esenciales.
En este contexto, la educación no debe
restringirse a la adquisición de conocimientos
teóricos, sino que también debe fomentar el
desarrollo de competencias sociales y
emocionales que capaciten a los estudiantes
para abordar de manera eficaz los retos futuros.
Es fundamental enfatizar que la
implementación del aprendizaje cooperativo
debe ser complementada con una formación
pedagógica adecuada. Los educadores
desempeñan un papel crucial en la organización
y administración de las actividades
cooperativas. La capacitación y el
perfeccionamiento profesional de los
educadores deben centrarse en la aplicación de
técnicas que promuevan la colaboración entre
los alumnos y la generación de dinámicas
grupales eficaces. Esto abarca la habilidad para
constituir colectivos heterogéneos, asignación
de roles equitativos y la provisión de una
retroalimentación constante que promueva el
aprendizaje colectivo. La eficacia del
aprendizaje cooperativo está considerablemente
vinculada a la habilidad del educador para
orientar y mediar en el proceso de interacción
entre los alumnos.
Esta investigación corrobora la eficacia del
aprendizaje cooperativo como un instrumento
pedagógico potente para optimizar tanto el
desempeño académico como las interacciones
sociales en el contexto académico. Aunque la
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magnitud de la muestra y el contexto de la
investigación pueden restringir la extrapolación
de los hallazgos, los resultados ofrecen un
fundamento robusto para sugerir la
implementación de este enfoque en otras
instituciones y niveles educativos. Esta
investigación podría ser ampliada a diversas
áreas del currículo y grupos de edad, con el
objetivo de verificar los efectos del aprendizaje
cooperativo en variados contextos educativos.
Las estrategias cooperativas no solo capacitan a
los alumnos para el logro académico, sino que
también les proporcionan los instrumentos
indispensables para adoptar una actitud de
colaboración y empatía en una sociedad que
incrementa la valoración de la habilidad para
colaborar y resolver problemas.
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