Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 11
Noviembre del 2025
Página 248
ANÁLISIS DE LA RELACIÓN ENTRE CULTURA ORGANIZACIONAL Y
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL EN LA ASOCIACIÓN TIERRA FÉRTIL
ANALYSIS OF THE RELATIONSHIP BETWEEN ORGANIZATIONAL CULTURE AND
CORPORATE SOCIAL RESPONSIBILITY IN THE TIERRA FÉRTIL ASSOCIATION
Autores: ¹Carlos David Lopez Gaona, ²Miguel Orlando Espinosa Galarza y ³Luis Pastor
Carmenate Fuentes.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0001-7011-5976
²ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-3785-1453
³ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-6057-2746
¹E-mail de contacto: clopez9@utmachala.edu.ec
²E-mail de contacto: mespinosa@utmachala.edu.ec
3
E-mail de contacto: lcarmenate@utmachala.edu.ec
Afiliación:
1*2*3*
Universidad Técnica de Machala, (Ecuador).
Artículo recibido: 15 de Noviembre del 2025
Artículo revisado: 17 de Noviembre del 2025
Artículo aprobado: 29 de Noviembre del 2025
¹Estudiante de Octavo semestre en Comercio Exterior de la Universidad Técnica de Machala, (Ecuador).
²Ingeniero en Comercio Internacional graduado de la Universidad Técnica de Machala, (Ecuador). Magíster en Administración de
Empresas graduado en la Escuela Superior Politécnica del Litoral ESPOL-ESPAE Guayaquil, (Ecuador). Doctorando en la Universidad
Americana de Europa, (México) en el Programa Doctoral de Coaching Empresarial. Maestrante del Programa de Comunicación Política
en Universidad del Pacífico, (Ecuador). Experiencia laboral de 25 años en Gerencia Bancaria pública y privada. Tutor académico del
programa de Maestría de Comercio Exterior con mención en Puertos y Aduanas UTMACH.
³Licenciado en Educación Española Lengua Rusa graduado de la Universidad de Ciencias Pedagógicas José Martí, (Cuba). Doctor en
Ciencias Pedagógicas graduado de la Universidad de Oriente, (Cuba).
Resumen
Este estudio tuvo como objetivo analizar la
relación entre la cultura organizacional y las
prácticas de Responsabilidad Social
Empresarial en la Asociación Tierra Fértil, con
el fin de proponer mejoras para fortalecer su
gestión integral. La investigación se desarrolló
bajo un enfoque cualitativo, específicamente
como un estudio de caso de campo, no
experimental y transversal. La metodología se
basó en el estudio de documentos, aplicando
métodos teóricos como el histórico-lógico,
analítico-sintético e inductivo-deductivo para
examinar sistemáticamente actas, informes y
certificaciones de la asociación. Los resultados
identificaron que la cultura organizacional de
Tierra Fértil, caracterizada por valores de
transparencia, participación y solidaridad,
constituye la base que facilita y da sentido a sus
prácticas de RSE. Se evidenció una articulación
coherente donde elementos culturales como el
liderazgo democrático y la comunicación
facilitan la implementación de acciones
sociales, ambientales y éticas, tales como el
respeto a los derechos laborales, el manejo
agroecológico y la transparencia en la toma de
decisiones. Se concluye que existe una relación
positiva y significativa entre ambas variables,
donde una cultura organizacional consolidada
no solo promueve la RSE de manera natural,
sino que también se erige como un factor clave
para la sostenibilidad y una potencial ventaja
competitiva en mercados internacionales,
reforzando la imagen de la asociación como
una organización ética y socialmente
responsable.
Palabras clave: Cultura organizacional,
Responsabilidad, Liderazgo, Sostenibilidad,
Asociación.
Abstract
This study aimed to analyze the relationship
between organizational culture and Corporate
Social Responsibility practices at the Tierra
Fértil Association, in order to propose
improvements to strengthen its overall
management. The research was conducted
using a qualitative approach, specifically as a
non-experimental, cross-sectional, field case
study. The methodology was based on
document analysis, applying theoretical
methods such as historical-logical, analytical-
synthetic, and inductive-deductive methods to
systematically examine the association's
minutes, reports, and certifications. The results
identified that Tierra Fértil 's organizational
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culture, characterized by values of
transparency, participation, and solidarity,
constitutes the foundation that facilitates and
gives meaning to its CSR practices. A coherent
articulation was evident where cultural
elements such as democratic leadership and
communication facilitate the implementation
of social, environmental, and ethical actions,
such as respect for labor rights, agroecological
management, and transparency in decision-
making. It is concluded that there is a positive
and significant relationship between both
variables, where a consolidated organizational
culture not only promotes CSR naturally, but
also stands as a key factor for sustainability and
a potential competitive advantage in
international markets, reinforcing the
association's image as an ethical and socially
responsible organization.
Keywords: Organizational culture,
Responsibility, Leadership, Sustainability,
Associations.
Sumário
Este estudo teve como objetivo analisar a
relação entre a cultura organizacional e as
práticas de Responsabilidade Social
Corporativa na Associação Tierra Fértil, a fim
de propor melhorias para fortalecer sua gestão
global. A pesquisa foi conduzida com uma
abordagem qualitativa, especificamente como
um estudo de caso de campo, transversal e não
experimental. A metodologia baseou-se na
análise documental, aplicando métodos teóricos
como histórico-lógico, analítico-sintético e
indutivo-dedutivo para examinar
sistematicamente as atas, relatórios e
certificações da associação.
Os resultados identificaram que a cultura
organizacional da Tierra Fértil, caracterizada
por valores de transparência, participação e
solidariedade, constitui a base que facilita e dá
sentido às suas práticas de RSC. Foi
evidenciada uma articulação coerente, onde
elementos culturais como liderança
democrática e comunicação facilitam a
implementação de ações sociais, ambientais e
éticas, como o respeito aos direitos trabalhistas,
a gestão agroecológica e a transparência na
tomada de decisões.
Conclui-se que existe uma relação positiva e
significativa entre ambas as variáveis, onde uma
cultura organizacional consolidada não só
promove a RSE naturalmente, mas também se
posiciona como um fator-chave para a
sustentabilidade e uma potencial vantagem
competitiva em mercados internacionais,
reforçando a imagem da associação como uma
organização ética e socialmente responsável.
Palavras-chave: Cultura organizacional,
Responsabilidade, Liderança,
Sustentabilidade, Associações.
Introducción
La Asociación Tierra Fértil, ubicada en el
cantón Pasaje de la provincia de El Oro en
Ecuador, surge como una iniciativa colectiva de
pequeños y medianos productores de banano
orientada hacia un modelo de gestión basado en
la sostenibilidad organizacional. Su formación
representa una respuesta a la necesidad de
integrar prácticas de responsabilidad social
empresarial con una cultura organizacional
fundamentada en la transparencia, la
participación y la solidaridad. Desde su
creación en 2011, la asociación ha priorizado la
coherencia entre sus valores declarados y sus
acciones operativas. Bajo certificaciones como
Fair Trade, Global GAP y Buenas Prácticas
Agrícolas, Tierra Fértil ha implementado
prácticas de RSE en sus dimensiones social,
ambiental y ética. En el ámbito social, se
destacan acciones como el respeto a los
derechos laborales, la realización de talleres
formativos y la promoción de la equidad; en lo
ambiental, el manejo agroecológico, la
reforestación y la conservación de suelos; y en
lo ético, la transparencia en la toma de
decisiones y los principios de comercio justo.
Estas prácticas no son acciones aisladas, sino
que emergen de una cultura organizacional
consolidada, donde la participación activa de
sus miembros y el liderazgo democrático
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facilitan su implementación y continuidad.
Ejemplos concretos de esta articulación
incluyen talleres sobre derechos humanos y
comercio justo que reflejan el valor cultural de
la solidaridad, programas de entrega de plantas
y fertilizantes orgánicos que materializan el
compromiso ambiental colectivo, y decisiones
adoptadas de manera participativa que
refuerzan la transparencia y la confianza como
pilares organizacionales. Este contexto
convierte a la Asociación Tierra Fértil en un
caso idóneo para analizar la relación entre
cultura organizacional y prácticas de RSE, al
presentar una trayectoria documentada de
integración entre ambos aspectos.
La cultura organizacional y la responsabilidad
social empresarial (RSE) constituyen dos
pilares fundamentales para la sostenibilidad y
competitividad de las organizaciones en el
contexto global actual. El concepto de cultura
organizacional comenzó a tomar referencia en
la década de 1980, cuando Schein (1985),
psicólogo organizacional y profesor del
Massachusetts Institute of Technology (MIT),
presentó una perspectiva integral que permitía
apartarse de las interpretaciones superficiales de
este fenómeno cultural. Su marco teórico se
basa en la afirmación de que cada organización
cultiva, con el tiempo, una colección de
supuestos fundamentales compartidos que
surgen de la resolución efectiva de los desafíos
relacionados con la adaptación externa y la
integración interna. Estas suposiciones, una vez
consolidadas, evolucionan hasta convertirse en
patrones cognitivos y conductuales que guían
las acciones colectivas y, con frecuencia,
operan a nivel inconsciente. Schein ha aportado
un modelo triádico para entender la cultura
organizacional que ha sido muy importante. En
el estrato más superficial, o nivel más próximo
del iceberg se sitúan los artefactos, que
comprenden los elementos que pueden ser
observables y son los componentes materiales
de la cultura. De igual manera, el lenguaje, los
diseños arquitectónicos o edificatorios (como la
planificación de las ciudades), los rituales y
actividades más elementales de los pueblos. El
nivel siguiente es el de defender valores, que
son las creencias y normas que los miembros de
la organización consideran importante y que le
sirven para racionalizar sus comportamientos.
En el nivel más profundo están las suposiciones
fundamentales subyacentes. Son creencias
inconscientes que se asumen como evidentes y
que son extremadamente difíciles de modificar.
El enfoque de Schein es particularmente
relevante para el estudio de liderazgo, ya que
propone que los líderes no solo influyen en la
cultura organizacional, sino que también están
influenciados por ella. En sus análisis el autor
señala que los líderes son fundamentales en la
creación, el mantenimiento y la transformación
de la cultura, ya sea como agentes de cambio o
guardianes del statu quo. Esta mirada nos ha
permitido dilucidar porque los procesos de
cambio organizacional encuentran resistencias
muchas veces profundas cuando no se tiene en
cuenta el trasfondo cultural. La cultura
organizacional se define como un marco;
colectivo de valores creencias y comprensiones;
significativas que comparten los miembros; que
ofrece modalidades establecidas de cognición
emoción y respuesta; que guían los procesos de
toma de decisiones y cualquier otra iniciativa de
los individuos de la organización. Las
organizaciones que tienen éxito tienden a tener
cultures muy sólidas que fomentan la atracción,
retención y motivación de las personas para
desempeñar funciones y alcanzar objetivos. Un
papel principal de la alta gerencia es generar una
cultura que, con sus características de
personalidad diferentes, influya el enfoque
filosófico y la alta dirección de la organización.
(Kast y Rosenzweig, 2003).
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De igual manera, la cultura organizacional es
inseparable de los compromisos éticos y
sociales que la empresa asume con su entorno.
Es aquí donde la responsabilidad social
empresarial adquiere su pleno significado,
autores como, Bowen quien describió la
responsabilidad social corporativa como “las
obligaciones de los empresarios para impulsar
políticas corporativas para tomar decisiones o
para seguir líneas de acción que son deseables
en términos de los objetivos y valores de la
sociedad” (1953, p .6). Dentro de los elementos
de la cultura organizacional el liderazgo es un
elemento fundamental en la dinámica
organizacional, pues influye directamente en el
comportamiento de los grupos. De acuerdo con
Bass (1990), el liderazgo trasciende la simple
jerarquía de mando para constituirse como un
proceso de influencia, en el cual el líder
promueve cambios que son aceptados e
internalizados por los colaboradores, quienes a
su vez los replican en su entorno laboral. Este
enfoque destaca que el liderazgo efectivo no se
basa en la imposición, sino en la capacidad de
comunicar objetivos de manera inspiradora. Si
bien no todos los cambios son iniciados por el
líder, es su rol mantener la dirección y el
impulso transformador en la organización. Por
otro lado, para Yukl (2002) el liderazgo es el
proceso donde una persona influye sobre los
demás, para que estos entiendan la necesidad de
que se atiendan ciertas exigencias y de cómo
manejarlas para su atención. Aparte, es el
proceso que facilita los esfuerzos individuales y
colectivos en tener éxito en determinados
objetivos (p. 7). Este punto de vista resalta la
importancia del líder como facilitador y guía
hacia los objetivos comunes.
Uribe (2005) hace mejoras en estas
conceptualizaciones y señala que el liderazgo
efectivo se refiere a la capacidad permanente
del líder para encaminar a los miembros de la
colectividad hacia un objetivo claro. También
indica que mediante el fortalecimiento del
compromiso con empatía y entusiasmo.
Asimismo, resalta la urgencia de que el
liderazgo incorpore componentes
transformadores y éticos, cimentados en valores
que priorizan el bien común, pero sin obviar el
desarrollo personal, la mejora en las relaciones
interpersonales y la transformación social.
Finalmente, los autores Perdomo y Prieto
(2009), afirman que el liderazgo es la acción
que permite el crecimiento y la participación del
individuo, estimula la creatividad y promueve
las competencias de todos los miembros de una
organización, facilitando así el surgimiento de
una cultura organizacional propicia y
generativa. Si mismo otro de los elementos
dentro de la cultura organizacional se encuentra
la comunicación organizacional, de acuerdo con
Goldhaber (1984), la comunicación
organizacional incluye la comunicación interna
(vertical y horizontal) que ocurre al interior de
las organizaciones, lo que favorece el
establecimiento de las relaciones entre los
sujetos de las mismas. Ya que las han dado en
un ambiente que se muestra auténtico donde la
escucha y difusión se entrelazan. La
comunicación es un elemento de gestión que
logra consistencia en el comportamiento del
personal. El uso de una estrategia de
comunicación transparente, según algunos
estudios, permite que las organizaciones
ofrezcan la oportunidad de activar iniciativas
orientadas a incluir en la cultura valores
organizacionales que refuercen el sentido de
pertenencia colectiva.
Fernández (1991) propone que la comunicación
es una parte fundamental de las organizaciones
en donde centra su educación. Las
organizaciones tienen que controlar y regular
todas las comunicaciones que difunden. Es un
aspecto clave para conseguir los objetivos
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marcados y mantener una actitud proactiva. Por
lo tanto, el término “comunicación
organizacional” incluye toda comunicación que
tiene lugar dentro de un entorno organizacional.
La gestión es el conjunto de procesos que tienen
como finalidad fijar objetivos y estrategias que
facilitara la implementación de la política
corporativa general y permitir la toma de
decisiones para la realización de las metas.
(Jordan, 1996). En este contexto, se puede
inferir que la administración consiste en
organizar acciones que apoyen los procesos de
toma de decisiones, orientadas a la obtención de
objetivos, a través de la evaluación de
resultados que realinean los objetivos a la
mejora de la organización. Según Vargas (2003)
la comunicación en el interior de las
organizaciones es la condición sin la cual no
pueden difundirse e implementarse técnicas de
comunicación que efectivamente generen
significación tanto en el público como en los
públicos. Esta ideología sugiere que los
públicos no solamente reciben información
pasivamente, sino que también producen ideas
e iniciativas que administrativamente ayudan a
la organización a cumplir con sus metas. Otro
elemento son los valores organizacionales, de
acuerdo a Topa (2018) con referencia a
Rousseau (1990), son los principios que rigen el
comportamiento y la toma de decisiones de
cualquier colectivo que puede ser una
organización o una empresa. El significado de
estos valores permite entender la lógica de las
decisiones de una organización ante diversas
situaciones y complejidades. Estos valores que
están en la base de todas las interacciones del
día a día, no sólo organizan el contexto interno,
sino que también son una representación de esa
organización ante el contexto externo.
Las empresas, como parte integral de los
constructos sociales, no ultiman un fenómeno
ajeno. Las personas trabajan, interactúan,
cooperan en la toma de decisiones,
intercambian conocimientos y fijan metas en
este tipo de entidad. Conocer los valores que
sustentan su cultura interna es fundamental para
comprender sus formas de hacer y su expansión
internacional. Estos valores se desarrollan en la
cultura organizacional, la cual se forma a través
de experiencias compartidas, rutinas
establecidas, prácticas habituales, modos de
comunicación y decisiones. La cultura de la
organización determina, en gran medida, las
vivencias diarias de sus miembros,
ofreciéndoles un esquema común para la acción
y el conocimiento. La Cultura de la
Participación se edifica a partir de valores y
actitudes institucionales que se concretan en
prácticas inclusivas y colectivas. Cuando una
organización desarrolla una cultura explícita y
sólida, está mejor situada para hacer frente al
entorno exterior y a la internacionalización. La
preparación para la exportación está marcada
por la forma en que los valores impactan de
forma directa sobre factores clave de la
actuación exportadora: la calidad del producto,
la ética empresarial y la generación de vínculos
de confianza con clientes y socios en el
extranjero En otras palabras, el proceso se
produce en un contexto. A nivel organizacional
existen relaciones entre las personas y se
producen cadenas de comunicación, al interior
de las organizaciones se producen diferentes
eventos.
Por otro lado, se encuentra la participación
organizacional Según Reyes (2018) define la
participación organizacional como una
inspiración permanente a conectarse con los
procesos de cambio y desarrollo desde el
reconocimiento de estos como algo
imprescindible y genuino, no solo para los
intereses individuales sino, además, para los
destinos de la organización. Y es en esa
perspectiva que debemos enfocar la gestión en
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nuestras empresas, que a su vez contiene la
gestión de nuestro potencial humano y cómo las
personas pueden llegar a convertirse en
verdaderos protagonistas de los procesos, desde
su campo de actuación, desde sus tareas, sus
normas, sus límites dentro de la organización,
pero que tributan a lo grupal. Participar se
convierte en el horizonte de todos los sujetos,
porque el horizonte de la autorrealización está
en ser parte de los procesos. La participación
organizacional se refiere al grado en que los
miembros de una organización participan
activamente en los procesos de toma de
decisiones, así como en la planificación,
ejecución y evaluación de las actividades
internas. Este aspecto se considera un elemento
fundamental de la cultura organizacional, ya
que promueve la colaboración, fortalece el
sentido de pertenencia y fomenta un entorno
caracterizado por el compromiso colectivo.
(Arenas 2007).
En el mundo de las organizaciones asociativas
o comunitarias, como es el caso de la
Asociación Tierras Fértiles, la participación
organizativa es de gran relevancia. La
naturaleza colaborativa de estas entidades exige
marcos propicios para el diálogo y la
integración de diferentes perspectivas en la
gobernanza institucional. La participación
activa coloca a todos los interesados en una
mejor comprensión de los objetivos comunes,
facilita la resolución de conflictos y contribuye
a la cohesión interna y los elementos que son
más que necesarios para encarar los desafíos de
los mercados externos. La participación,
además de engendrar un clima más favorable a
la actuación de la empresa, sea cual sea su
naturaleza, contribuye a resultados estratégicos.
En el caso de los proyectos de
internacionalización, consigue unos mayores
resultados en el país destino y un impacto de sus
actividades en su país de origen. Según aparece
por la investigación, cuando los empleados
participan en la toma de decisiones y se
comprometen con la visión de la organización,
tienen más posibilidades de adaptarse a los
cambios, participar en la mejora continua y
adoptar prácticas responsables que fortalezcan
la competitividad de las exportaciones. Apostar
por una cultura organizacional participativa
impacta no solo en el desempeño interno, sino
también en el posicionamiento institucional en
los mercados internacionales, ya que refuerza la
imagen de la institución como organizada, ética
y socialmente responsable. Por otra parte, la
responsabilidad social empresarial ha
evolucionado desde sus bases conceptuales
establecidas por Bowen (1953) hasta
convertirse en un elemento estratégico que
responde a demandas sociales, ambientales y
éticas, influenciada por la globalización y la
creciente conciencia de los stakeholders (Mark-
y von Schantz, 2007).
En este contexto la responsabilidad social
Empresarial (RSE) ha sufrido una
transformación significativa influenciada por
varios factores, como la globalización, el
desarrollo sostenible y la competitividad, que
son determinantes esenciales para la
supervivencia de las organizaciones en el
mercado. Las organizaciones deben cautivar a
su clientela mediante propuestas innovadoras y
distintivas, acompañadas de autenticidad, que
permitan a las empresas reconocer su relación
con la sociedad como un componente integral
de su existencia desde la década de 1980. En
consecuencia, la sociedad evalúa actualmente a
las empresas en función de dimensiones
sociales como la globalización, las
contribuciones sociales, la conciencia
ambiental y la adopción de prácticas
socialmente responsables, lo que aumenta su
propensión a participar en iniciativas de
responsabilidad social corporativa. (Mark y von
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Schantz, 2007). Básicamente, la RSE actúa a
nivel social, económico y ambiental en donde
mejora el nivel financiero de una empresa y esto
contribuye a mejorar su posición en el mercado.
A su vez, mejora la reputación, valor de marca
o la imagen. Asimismo, favorece la
comprensión de las expectativas que poseen los
clientes, proveedores, empleados, inversores y
directivos, lo cual resulta clave para obtener el
éxito competitivo.
De acuerdo con Freeman (1984), el éxito
depende de la organización que debe identificar
a sus grupos de partes interesadas en cuanto a
sus expectativas que deben ser ejecutadas en
primer lugar de un grupo de interés. En la
actualidad, es importante comprender el vínculo
entre la cultura organizacional y la
responsabilidad social empresarial de una
organización que desea expandirse más allá de
su entorno local. Estos dos factores no sólo
afectan las operaciones internas, sino que
también influyen en la empresa cuando se
convierte en internacional. Ahora bien, una
cultura fuerte y coherente no sólo permite que
las prácticas responsables (generales y
específicas) se hagan efectivas, sino que se
viven también en el interior de la organización
(como reivindicación). Cuando una empresa
comunica valores compartidos, moviliza a sus
equipos y demuestra sus compromisos sociales
y medioambientales, puede posicionarse con
más fuerza en mercados cada vez más atentos a
estas cosas. El propósito de este estudio es
responder el problema científico planteo ¿Cuál
es la relación entre la cultura organizacional y
las prácticas de responsabilidad social
empresarial de la Asociación Tierra Fértil ?,
para ellos se adoptó un enfoque cualitativo
utilizando el estudio de documentación de la
asociación Tierra Fértil. Tomando en cuenta
esta interrogante se genera la siguiente hipótesis
“existe una relación positiva y significativa
entre el nivel de desarrollo de la cultura
organizacional y el grado de implementación de
prácticas de responsabilidad social empresarial
en la Asociación Tierra Fértil. El objetivo
general de esta investigación es “analizar la
relación entre la cultura organizacional y las
prácticas de responsabilidad social empresarial
de la Asociación Tierra Fértil, para proponer
mejoras que ayuden a fortalecer su gestión
integral”, además dentro de la investigación se
generan dos variables independientes que son
“La Cultura Organizacional y La Prácticas de
Responsabilidad Social Empresarial.
Una cultura organizacional que facilita la
incorporación de la responsabilidad social
empresarial, no como un deber formal, sino
como algo que le resulta natural. Esto
contribuye a la creación de valor no sólo en el
seno de la empresa, sino también en la
comunidad y el entorno natural de la misma. El
vínculo creado entre la cultura y la
responsabilidad social es, para las pequeñas
organizaciones o, más bien, organizaciones
asociativas (cooperativas, asociaciones rurales
o similares). Una solución para su
internacionalización. En estos contextos,
fortalecer la imagen institucional y ofrecer
ventajas competitivas son prácticas éticas,
sostenibles y socialmente responsables. Para
estudiar de forma práctica la relación entre la
cultura organizacional y la responsabilidad
social empresarial de la Asociación Tierra
Fértil, se utilizó principalmente el análisis de
sus documentos internos. En la siguiente
sección se explica en detalle cómo se organizó
esta investigación y que documentos
específicos se revisaron para obtener los
resultados.
Materiales y Métodos
El presente estudio sobre la relación entre la
cultura organizacional y las prácticas de
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responsabilidad social empresarial en la
Asociación Tierra Fértil según su finalidad es
aplicada, ya que busca proponer mejoras para
fortalecer la gestión integral de la asociación;
según su objetivo gnoseológico es
correlacional, porque establece la relación entre
dos variables sin determinar causalidad; según
su contexto es de campo, debido a que los datos
se recogen de la realidad natural de la
asociación; según el control de las variables es
no experimental, puesto que se observan las
variables en su contexto natural sin
manipulación; según su orientación temporal es
transversal, ya que el análisis se realiza en un
momento específico; y según su nivel de
generalidad es un estudio de situaciones
específicas, al centrarse en un caso concreto y
delimitado, desarrollándose bajo el paradigma
cualitativo, El estudio se fundamenta en la
aplicación sistemática de métodos teóricos que
facilitan el análisis de la relación de estos dos
factores.
Los métodos empleados son el histórico-lógico
para examinar la evolución de la cultura
organizacional y las prácticas de RSE, analítico-
sintético para descomponer los componentes de
la cultura y la RSE, y luego integrarlos en un
análisis relacional, inductivo-deductivo para
inferir principios a partir del caso de estudio
(inductivo) y contextualizar los hallazgos con
marcos teóricos existentes (deductivo),
hipotético-deductivo se emplea para contrastar
la hipótesis de relación entre la cultura
organizacional y las prácticas de RSE mediante
la evidencia documental recopilada, validando
o reformulando las proposiciones iniciales a
partir de los datos obtenidos, El método
empírico utilizado en esta investigación es el
estudio de documentos, el cual consiste en la
revisión sistemática y el análisis cualitativo de
documentos institucionales para recopilar
información relevante sobre la cultura
organizacional y las prácticas de
responsabilidad social empresarial de la
Asociación Tierra Fértil . A través de un
permiso aceptado por el presidente de la
asociación permitió analizarán actas de
asamblea, informes de gestión, certificaciones,
manuales y otros registros escritos, con el fin de
identificar componentes culturales, prácticas de
RSE y establecer relaciones entre ambos
aspectos, garantizando una base empírica sólida
y confiable para el desarrollo de los objetivos
planteados.
Resultados y Discusión
El análisis documental realizado permitió
identificar de manera exhaustiva los
componentes estructurales y operativos que
definen la relación simbiótica entre la cultura
organizacional y las prácticas de
Responsabilidad Social Empresarial en la
Asociación Tierra Fértil. Los resultados se
organizan en ejes temáticos emergentes del
análisis cualitativo, los cuales no solo describen
las prácticas observadas, sino que profundizan
en su articulación con los valores culturales de
la organización.
Evolución histórica: La cultura como
fundamento
La Asociación Tierra Fértil surge en julio de
2011 de la iniciativa de los Ingenieros Kleber
Pindo Macas y Carlos Aguirre Carpio, con un
objetivo socialmente orientado: "ayudar a
pequeños agricultores olvidados y sin futuro".
Este origen no es un mero dato anecdótico, sino
el cimiento de una cultura organizacional
basada en la solidaridad y la excelencia técnica.
La consecución del Estatus Orgánico para sus
tres primeros productores ese mismo año, a
través de Qualyte Certification Services (QCS),
establece desde el inicio un estándar de calidad
y un compromiso con normativas externas
rigurosas. La formalización legal como
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organización sin fines de lucro en septiembre de
2011, y su posterior aprobación por la
Superintendencia de Economía Popular y
Solidaria en julio de 2013, reflejan una
transición hacia una estructura gobernada por
principios de la economía popular y solidaria.
Esto implica una adhesión formal a valores
como la democracia participativa, la equidad y
la primacía del trabajo sobre el capital, los
cuales se internalizan en la cultura
organizacional. La evolución de 7 socios
fundadores a 66 asociados, con un 80% de
pequeños productores, demuestra la solidez de
un modelo cultural que prioriza la inclusión y el
desarrollo colectivo.
Estructura Organizacional y Capital
Humano: Internalización de Valores
La composición del equipo de trabajo es un
reflejo tangible de la cultura organizacional en
acción. La distribución equitativa del empleo
(53% mujeres y 47% hombres), aunque con
roles diferenciados, indica una intencionalidad
hacia la equidad de género en el acceso al
trabajo. El hecho de que todos tengan contrato
indefinido y esté afiliada al Instituto de
Seguridad Social trasciende el cumplimiento
legal básico; es una manifestación concreta del
compromiso con la estabilidad laboral y el
bienestar de los colaboradores, un pilar
fundamental de la dimensión social de la
responsabilidad social empresarial. Esta
política actúa como un mecanismo de retención
y motivación, reforzando un sentido de
pertenencia y lealtad hacia la asociación.
Diagnóstico Situacional y Planificación
Estratégica: Participación como motor
cultural
El diagnóstico situacional realizado por la
asociación rompe con esquemas lineales
tradicionales (problema causa efecto solución)
y adopta una metodología basada en ejes
temáticos que vinculan directamente problemas
con propuestas. Este enfoque, junto con la
realización de un análisis FODA participativo,
evidencia una cultura de liderazgo democrático
y comunicación transparente. La internalización
de la problemática por parte de directivos y
socios fomenta un sentido de
corresponsabilidad y facilita la posterior
implementación de las iniciativas de
responsabilidad social empresarial, al ser
percibidas como propias y no como
imposiciones externas. La Misión, Visión y
Principios Corporativos, resultantes de un
consenso, son la columna vertebral de la cultura
organizacional. La Visión hacia el 2025 define
la aspiración de ser "líder en el comercio justo,
la producción agroecológica y la exportación",
vinculando directamente el éxito comercial con
estándares éticos y ambientales. Los seis
principios declarados por la asociación
Transparencia, Compromiso, Equidad,
Solidaridad, Confianza y Excelencia
constituyen un marco de valores que orienta
todas las acciones, incluyendo las de
responsabilidad social empresarial.
Prácticas de responsabilidad social
empresarial identificadas
El análisis detallado de los documentos
evidencia una implementación de la RSE que es
coherente, multifacética y profundamente
arraigada en la cultura de la organización. Estas
prácticas se categorizan a continuación.
Dimensión Ambiental
El compromiso ambiental es una de las áreas
más robustas. La entrega continua de insumos
biológicos (trichodermas y biofermentos) entre
abril y julio de 2025 se enmarca en un discurso
coherente de "agricultura regenerativa" y
"responsabilidad con el suelo y el ambiente".
Estas acciones, que "reducen el uso de
productos químicos", son una manifestación
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práctica del principio de excelencia, buscando
no solo cumplir, sino superar los estándares de
producción. La participación en el programa de
la GIZ Ecuador sobre "innovación de práctica
agroecológicas" (julio 2025) demuestra una
cultura de aprendizaje continuo y apertura a la
innovación. La asociación no se limita a aplicar
prácticas sostenibles, sino que invierte en
capacitarse en "protocolos de bioseguridad y
formulación de biofermentos", lo que indica
una profundización consciente en su modelo de
producción.
Dimensión Ética
La cultura de transparencia y rendición de
cuentas se materializa en el riguroso y casi
continuo proceso de auditorías y certificaciones
a las que se somete la organización. La Figura 1
no solo cuantifica estas auditorías, sino que
evidencia una cultura de la verificación externa.
Figura 1 Frecuencias de Auditorias y
Verificaciones Externas por Tipo de
Certificación
La alta frecuencia de auditorías Fair trade y
Global GAP (Figura 1) es un indicador de una
cultura que ha internalizado la mejora continua.
Someter la gestión a escrutinios constantes,
incluyendo una "auditoría no anunciada"
(febrero 2025), requiere y a la vez fortalece un
nivel excepcional de confianza y organización
interna. El taller "Derechos Humanos y
Comercio Justo" (abril 2025) eleva el estándar
ético, trasladando estos principios abstractos a
la "debida diligencia" y "mapa de riesgos" en la
operación diaria, lo que denota una madurez en
la gestión de la responsabilidad social
empresarial. Las visitas de entidades como el
ministro de agricultura o programas de
sostenibilidad (CIA.C.) actúan como
reconocimientos externos que validan el
modelo y refuerzan la autoestima
organizacional.
Dimensión Social
El análisis de los registros documentales
evidencia una implementación sólida y
diversificada de prácticas de responsabilidad
social en la dimensión social, caracterizada por
su enfoque preventivo y su alineación con los
valores culturales de solidaridad y compromiso.
Las actividades desarrolladas en colaboración
con la Fundación DALE entre abril y julio de
2025 reflejan una gestión socialmente
responsable que trasciende el mero
cumplimiento formal. Las charlas preventivas
del 29 de abril de 2025, aunque sin registro
específico de asistencia numérica, representan
un enfoque proactivo en salud mental y física
que demuestra el compromiso de la asociación
con el bienestar integral de sus miembros,
trascendiendo el ámbito puramente laboral. En
contraste, la jornada de odontología del 17 de
abril registró una participación significativa de
12 personas, constituyendo una acción concreta
que mejora sustancialmente la calidad de vida
de los participantes, mientras que la gestión
detallada de asistentes sugiere una
administración ordenada y transparente de estos
programas.
Las jornadas de Papanicolau realizadas el 20
mayo con 7 asistentes y 27 de mayo con 3
asistentes respectivamente, abordaron
necesidades específicas de salud femenina,
promoviendo la equidad en el acceso a servicios
de salud preventiva. La notable diferencia en la
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participación entre ambas fechas, así como la
baja asistencia en la segunda jornada, pueden
indicar la existencia de barreras culturales o
logísticas que merecen consideración para
optimizar futuras intervenciones. Es
particularmente notable el incremento
sustancial en la participación durante las
actividades del mes de julio, donde la jornada
de dermatología del 16 de julio registró 8
participantes, y la segunda jornada de
odontología del 25 de julio alcanzó los 11
asistentes. Esta tendencia ascendente sugiere
una mejora progresiva en los mecanismos de
convocatoria, una mayor valoración por parte
de los beneficiarios hacia estos programas de
salud, y una efectiva adaptación de las
estrategias de difusión y promoción. Los niveles
de participación alcanzados reflejan una
creciente apropiación de estos espacios de
cuidado preventivo por parte de la comunidad
asociada. Complementando estas acciones en
salud, la asociación mantiene un programa
recurrente de entrega de Fértil izantes, plantas,
trichodermas y biofermentos a los productores,
como se evidencia en los registros de agosto y
julio de 2025. Estas prácticas representan una
integración estratégica entre la solidaridad y el
apoyo productivo, distanciándose de modelos
asistencialistas tradicionales mediante la
provisión de herramientas que simultáneamente
"fortalecen sus cultivos" y "reafirman su
compromiso con una agricultura productiva y
sostenible". Esta aproximación genera un
círculo virtuoso donde el mejoramiento de la
capacidad productiva individual de cada socio
contribuye al fortalecimiento colectivo de la
asociación, materializando operativamente el
principio de solidaridad que fundamenta su
cultura organizacional.
La evidencia recopilada confirma de manera
contundente la hipótesis de una relación
positiva y de mutua influencia entre la cultura
organizacional y la RSE en la Asociación Tierra
Fértil. No se observan iniciativas de RSE
aisladas o desvinculadas del sustrato cultural;
por el contrario, cada práctica es una expresión
lógica y coherente de los valores declarados. La
solidaridad fundacional se traduce en apoyo a
productores y jornadas de salud. La
transparencia se sistematiza en las auditorías.
La excelencia impulsa las certificaciones y la
innovación agroecológica. La equidad se
vislumbra en la composición laboral y el
enfoque de las actividades. El compromiso se
observa en la estabilidad laboral y el apoyo
continuo. La confianza es el elemento que
permite el escrutinio externo constante. Esta
relación no es unidireccional. Las prácticas de
responsabilidad social empresarial no solo son
producto de la cultura, sino que la
retroalimentan y fortalecen. El éxito en una
auditoría Fair trade refuerza la confianza
interna. El impacto positivo de una jornada de
salud revitaliza el sentido de solidaridad. La
obtención de una nueva certificación revalida la
búsqueda de la excelencia. Se crea así un ciclo
virtuoso donde la cultura organizacional y la
responsabilidad social empresarial se potencian
mutuamente. Más allá del cumplimiento la
asociación opera en un nivel que trasciende el
cumplimiento normativo. Su adhesión a la
Economía Popular y Solidaria y su enfoque en
el comercio justo la sitúan en un paradigma
donde el éxito económico y el impacto social
ambiental son dos caras de la misma moneda.
La responsabilidad social ambiental, en este
contexto, no es un departamento o un programa,
sino el modus operandi natural de una
organización cuya razón de ser está impregnada
de valores socialmente responsables.
Conclusiones
Del análisis de los resultados y su discusión, se
derivan las siguientes conclusiones sobre la
relación entre la cultura organizacional y la
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responsabilidad social empresarial en la
Asociación Tierra Fértil: La cultura
organizacional, fundamentada en valores de
transparencia, solidaridad y participación,
constituye la base facilitadora que da
coherencia y sentido a las prácticas de
responsabilidad social empresarial de la
asociación. Elementos culturales como el
liderazgo democrático y la comunicación
transparente actúan como facilitadores directos
para la implementación de iniciativas de
responsabilidad social empresarial en sus
dimensiones social, ambiental y ética. Existe
una relación de mutuo fortalecimiento entre la
cultura organizacional y las prácticas de
responsabilidad social empresarial, donde cada
una refuerza positivamente a la otra en un ciclo
virtuoso. La articulación coherente entre cultura
organizacional y responsabilidad social
empresarial representa un factor clave para la
sostenibilidad de la organización y una
potencial ventaja competitiva en mercados
internacionales. Futuras investigaciones
podrían explorar como estas prácticas pueden
replicarse en otras asociaciones rurales con
similares características culturales.
Agradecimientos
A Dios por darme las fuerzas y sabiduría en este
largo camino. A mi pareja Xiomara y a mi hijo
Eynard, por su amor, paciencia y apoyo
inquebrantable durante todo mi proceso de
formación. A mis padres, hermanos y familia
por el apoyo incondicional y motivación
durante mi formación profesional. Al Ing.
Miguel Orlando Espinosa Galarza por su guía
constante y aportes estratégicos durante todo el
desarrollo de esta investigación. Al PhD. Luis
Pastor Carmenate Fuentes por sus precisas
observaciones, profundas reflexiones
académicas y por exigir siempre el más alto
rigor en este trabajo. A la Asociación de
pequeños productores agropecuarios Tierra
Fértil por permitirme acceder a su
documentación interna, esencial para este
estudio. A los docentes de la carrera de
Comercio Exterior, por brindar su conocimiento
y enseñanzas que fue un aporte esencial para mi
desarrollo académico. A la Universidad Técnica
de Machala, por permitirme formarme
profesionalmente en un ambiente de estudio de
excelencia y calidad.
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