Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 10.2
Edición Especial IV 2025
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EL EFECTO DEL NIVEL EDUCATIVO FINANCIERO SOBRE EL USO RESPONSABLE
DE CRÉDITOS Y PRÉSTAMOS EN MILAGRO, ECUADOR
THE EFFECT OF FINANCIAL LITERACY LEVEL ON THE RESPONSIBLE USE OF
CREDIT AND LOANS IN MILAGRO, ECUADOR
Autores: ¹William José Martínez Orellana y ²Jessenia Leonor Villacis Macías.
¹ORCID ID:
https://orcid.org/0009-0005-9922-0461
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0000-8341-0862
¹E-mail de contacto: willmartorell@gmail.com
²E-mail de contacto: jeremysamuel22@hotmail.com
Afiliación:
1*2*
Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador).
Artículo recibido: 18 de Noviembre del 2025
Artículo revisado: 21 de Noviembre del 2025
Artículo aprobado: 25 de Noviembre del 2025
¹Ingeniero Comercial egresado de la Universidad Estatal de Guayaquil, (Ecuador). Docente Técnico especializado en Finanzas y
Administración en la Unidad de Gestión de Educación Ciudadana del Vicerrectorado de Vinculación de la Universidad Estatal de Milagro,
(Ecuador).
²Ingeniera Comercial graduada de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador).
Resumen
El presente estudio analiza el efecto del nivel
educativo financiero sobre el uso responsable
del crédito en los ciudadanos del cantón
Milagro, considerando la relevancia que
adquieren las decisiones económicas en un
contexto de creciente acceso a productos
financieros formales e informales. A través de
un enfoque cuantitativo, descriptivo y
correlacional, se aplicó una encuesta
estructurada a 474 participantes, cuyos
resultados permitieron identificar brechas
significativas en conocimientos, actitudes y
prácticas financieras. Los hallazgos muestran
que la mayoría de los ciudadanos desconoce
conceptos esenciales como el interés
compuesto, la diversificación y la lectura
adecuada de contratos crediticios, lo que
incrementa la vulnerabilidad ante condiciones
crediticias desfavorables. Asimismo, más del
40 % de los encuestados no elabora
presupuestos mensuales ni mantiene hábitos
sólidos de ahorro, mientras que un elevado
porcentaje reconoce haber tomado decisiones
económicas perjudiciales por falta de
educación financiera. Los resultados revelan
que solo una parte limitada de la población
comprende plenamente los términos de los
préstamos solicitados, lo que aumenta la
probabilidad de sobreendeudamiento. De igual
manera, una proporción considerable de
ciudadanos ha sido víctima de fraudes
financieros, lo que evidencia la necesidad de
fortalecer competencias digitales y de
protección económica. Finalmente, la mayoría
de los participantes afirma que una mejor
educación financiera mejoraría su situación
económica, confirmando la relación entre
formación financiera y uso responsable del
crédito. Estos resultados destacan la urgencia
de implementar programas formativos que
respondan a las características
socioeconómicas del cantón Milagro.
Palabras clave: Educación financiera,
Crédito responsable, Vulnerabilidad
económica.
Abstract
This study analyzes the effect of financial
literacy on the responsible use of credit among
residents of the Milagro canton, considering
the growing importance of economic decisions
in a context of increasing access to formal and
informal financial products. Using a
quantitative, descriptive, and correlational
approach, a structured survey was administered
to 474 participants. The results identified
significant gaps in financial knowledge,
attitudes, and practices. The findings show that
most residents are unfamiliar with essential
concepts such as compound interest,
diversification, and the proper interpretation of
loan agreements, which increases their
vulnerability to unfavorable credit conditions.
Furthermore, over 40% of respondents do not
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create monthly budgets or maintain sound
savings habits, while a high percentage
acknowledge having made detrimental
financial decisions due to a lack of financial
education. The results reveal that only a limited
portion of the population fully understands the
terms of the loans they request, increasing the
likelihood of over-indebtedness. Similarly, a
considerable proportion of citizens have been
victims of financial fraud, highlighting the
need to strengthen digital and economic
protection skills. Finally, the majority of
participants stated that better financial
education would improve their economic
situation, confirming the relationship between
financial literacy and responsible credit use.
These results underscore the urgent need to
implement training programs tailored to the
socioeconomic characteristics of the Milagro
canton.
Keywords: Financial education, Responsible
credit, Economic vulnerability.
Sumário
Este estudo analisa o efeito da literacia
financeira no uso responsável do crédito entre
os residentes do cantão de Milagro,
considerando a crescente importância das
decisões económicas num contexto de acesso
cada vez maior a produtos financeiros formais
e informais. Utilizando uma abordagem
quantitativa, descritiva e correlacional, foi
aplicado um questionário estruturado a 474
participantes. Os resultados identificaram
lacunas significativas no conhecimento, nas
atitudes e nas práticas financeiras. Os
resultados mostram que a maioria dos
residentes desconhece conceitos essenciais
como juros compostos, diversificação e a
correta interpretação dos contratos de
empréstimo, o que aumenta a sua
vulnerabilidade a condições de crédito
desfavoráveis. Além disso, mais de 40% dos
inquiridos não elaboram orçamentos mensais
nem mantêm hábitos de poupança saudáveis,
enquanto uma elevada percentagem reconhece
ter tomado decisões financeiras prejudiciais
devido à falta de educação financeira. Os
resultados revelam que apenas uma pequena
parte da população compreende plenamente os
termos dos empréstimos que solicita,
aumentando a probabilidade de
sobreendividamento. Da mesma forma, uma
proporção considerável de cidadãos foi vítima
de fraude financeira, o que destaca a
necessidade de reforçar as competências em
proteção digital e económica. Por fim, a
maioria dos participantes afirmou que uma
melhor educação financeira melhoraria sua
situação econômica, confirmando a relação
entre alfabetização financeira e uso
responsável do crédito. Esses resultados
ressaltam a necessidade urgente de
implementar programas de capacitação
adaptados às características socioeconômicas
do cantão de Milagro.
Palavras-chave: Educação financeira,
Crédito responsável, Vulnerabilidade
econômica.
Introducción
La educación financiera se ha convertido en un
componente esencial para la vida económica
contemporánea, especialmente en sociedades
donde el acceso al crédito se ha masificado y
donde las instituciones financieras diversifican
constantemente sus productos. En América
Latina, este fenómeno adquiere relevancia
debido a la coexistencia de economías
familiares vulnerables, mercados crediticios
formales e informales y brechas estructurales en
la formación financiera de la ciudadanía (García
y Ortega, 2023). En Ecuador, la expansión de
servicios bancarios y cooperativas de ahorro ha
permitido que sectores históricamente
excluidos puedan acceder a préstamos, lo cual
ha generado nuevas oportunidades de desarrollo
económico, pero también riesgos derivados del
desconocimiento sobre tasas, intereses y
obligaciones contractuales (Fletcher y Serna,
2024). Este contexto coloca a la educación
financiera como un elemento clave para
comprender las decisiones que toman los
ciudadanos al momento de endeudarse y para
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evitar comportamientos imprudentes que
comprometan su estabilidad económica. Por
ello, analizar la relación entre el nivel educativo
financiero y el uso responsable del crédito
constituye un aporte fundamental para la
comprensión de dinámicas económicas locales.
El cantón Milagro, ubicado en la provincia del
Guayas, representa un caso emblemático para
este tipo de análisis debido a su estructura
económica basada en actividades comerciales,
agrícolas y de servicios, lo que crea un entorno
donde el crédito se utiliza para sostener tanto
actividades productivas como gastos de
consumo. Las familias milagreñas recurren a
créditos de instituciones formales y
prestamistas informales para cubrir gastos
urgentes, financiar microemprendimientos o
responder a fluctuaciones estacionales de sus
ingresos, particularmente en sectores ligados a
la agricultura (INEC, 2024). Sin embargo,
muchos ciudadanos acceden a préstamos sin
comprender las implicaciones de los intereses,
la periodicidad de pagos o los costos totales
asociados, lo que incrementa el riesgo de
sobreendeudamiento. Esta situación se agrava
cuando no existen programas estructurados de
educación financiera que permitan a la
población adquirir competencias para gestionar
adecuadamente su economía. De este modo,
Milagro se convierte en un escenario pertinente
para investigar cómo el nivel de educación
financiera influye en las decisiones crediticias
de sus habitantes y en los patrones de
endeudamiento que presentan.
La educación financiera se define como la
capacidad de comprender conceptos básicos
como presupuesto, ahorro, interés compuesto,
riesgo, inversión y endeudamiento responsable,
además de la habilidad para aplicarlos en
situaciones económicas reales. La literatura
especializada sostiene que las personas con
mayor dominio de estos conocimientos tienden
a tomar decisiones más informadas respecto al
uso del crédito y a evitar compromisos que
puedan afectar negativamente su bienestar
económico (Lusardi y Mitchell, 2020). En
contraste, quienes poseen bajos niveles de
educación financiera suelen guiarse por la
intuición, la experiencia cotidiana o
recomendaciones informales, lo que puede
conducir a evaluaciones imprecisas de los
riesgos crediticios (Viteri y Zambrano, 2022).
En Ecuador, la educación financiera formal
sigue siendo limitada en la escuela y en el
entorno comunitario, lo que permite que
persistan brechas importantes en la
comprensión de los productos financieros. Por
ello, estudiar el nivel educativo financiero de
los ciudadanos de Milagro resulta esencial para
comprender la lógica detrás de sus decisiones
financieras.
El uso responsable del crédito implica que los
individuos sean capaces de evaluar su
capacidad real de pago, elegir productos
financieros adecuados para su situación
económica y comprender las obligaciones
derivadas de los contratos de préstamo.
Investigaciones recientes muestran que, cuando
la educación financiera es insuficiente, los
consumidores tienden a priorizar elementos
superficiales como la facilidad de aprobación o
la inmediatez del desembolso, sin analizar el
costo total del crédito, lo que los expone a ciclos
de endeudamiento negativos (OECD, 2023). En
el caso de Milagro, este comportamiento es
frecuente debido a la coexistencia de
instituciones formales con prestamistas
informales que promueven productos de fácil
acceso, pero con intereses altos y condiciones
poco claras (Castillo y Herrera, 2024). La
exposición a publicidad crediticia,
especialmente a través de redes sociales y
medios locales, influye también en las
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decisiones financieras, ya que muchos
ciudadanos aceptan préstamos sin contrastar
información o sin leer adecuadamente los
términos del contrato. Estas dinámicas pueden
generar morosidad, pérdida de bienes y
deterioro del bienestar económico familiar, lo
que evidencia la importancia de estudiar la
relación entre educación financiera y
endeudamiento responsable.
Las características socioeconómicas del
territorio milagreño aportan elementos
adicionales que explican la complejidad del
fenómeno crediticio. Milagro presenta niveles
de informalidad laboral elevados, lo que incide
directamente en la irregularidad de los ingresos
de muchos hogares. Esto provoca que las
familias recurran al crédito para cubrir gastos
esenciales, sostener negocios familiares o
financiar emergencias médicas, lo que
incrementa su vulnerabilidad a ciclos de deuda
acumulada (Robalino y Andocilla, 2023).
Frente a esta realidad, la educación financiera
tiene el potencial de actuar como mecanismo de
protección, ya que permite distinguir entre
endeudamiento productivo y endeudamiento
riesgoso, además de fomentar prácticas como el
ahorro preventivo y la planificación
presupuestaria. En este escenario, estudiar
cómo la formación financiera influye en el uso
del crédito en Milagro se vuelve esencial para
comprender los patrones de comportamiento
económico de la población.
Otro elemento relevante es la influencia de la
publicidad y la comunicación persuasiva sobre
las decisiones crediticias. Diversas instituciones
financieras emplean estrategias que resaltan la
rapidez de aprobación, la disponibilidad
inmediata de crédito o los beneficios aparentes
de ciertos productos, mientras minimizan la
importancia de aspectos como los intereses, las
comisiones o las condiciones contractuales
(Cruz y Mendoza, 2023). En territorios con baja
educación financiera, esta estrategia puede
tener impactos significativos, ya que los
ciudadanos podrían tomar decisiones basadas
en estímulos emocionales más que en análisis
racionales. En Milagro, este fenómeno afecta
especialmente a jóvenes trabajadores y
emprendedores que recurren a créditos digitales
o a cooperativas locales sin verificar
adecuadamente los riesgos. Por ello, evaluar la
relación entre la educación financiera y la
comprensión crítica de la publicidad crediticia
constituye un elemento fundamental para
entender el uso responsable del crédito. El
sobreendeudamiento es una consecuencia
frecuente en contextos donde la educación
financiera es baja y el acceso al crédito es
elevado. La literatura documenta que los
hogares con menor formación financiera suelen
caer en patrones de endeudamiento repetido,
donde se contraen nuevos préstamos para pagar
deudas anteriores, generando un ciclo difícil de
romper (Bianchi y Llerena, 2024). En Milagro,
esta situación se agrava cuando las instituciones
informales imponen intereses elevados o
condiciones abusivas, lo que genera un impacto
negativo en la estabilidad económica de los
hogares. El estrés financiero derivado del
sobreendeudamiento afecta la salud emocional,
altera la dinámica familiar y reduce la capacidad
de ahorro e inversión, por lo que comprender la
relación entre educación financiera y estas
consecuencias es clave para formular
estrategias de intervención comunitaria.
Desde el ámbito de la política pública, la
educación financiera ha sido reconocida como
una herramienta esencial para promover la
inclusión financiera, la movilidad social y la
estabilidad económica. Organismos como la
OECD, el Banco Mundial y el BID
recomiendan la implementación de programas
sostenidos de formación financiera que integren
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escuelas, universidades, gobiernos locales y
entidades financieras (OECD, 2023; World
Bank, 2024). Sin embargo, en Ecuador estos
programas no se han desarrollado de manera
homogénea y muchos cantones, incluyendo
Milagro, carecen de iniciativas territoriales que
fortalezcan las competencias financieras de la
población. Esta ausencia de intervención estatal
incrementa la responsabilidad de las
instituciones educativas, como la Universidad
Estatal de Milagro (UNEMI), de promover
estudios e iniciativas que permitan comprender
y mejorar la realidad financiera de la población.
Por ello, el análisis del nivel educativo
financiero se convierte en una oportunidad para
generar evidencia que sustente decisiones
institucionales y políticas públicas.
Desde la perspectiva académica, este estudio se
integra en el cuerpo de investigaciones que
analizan la relación entre el conocimiento
financiero y las decisiones económicas
cotidianas en países en desarrollo. Estudios
recientes destacan que entender conceptos
como endeudamiento máximo, amortización,
tasa efectiva anual y planificación
presupuestaria permite mejorar sustancialmente
el manejo del crédito y reducir la probabilidad
de morosidad (Arias y Molina, 2024).
Investigar esta relación en el contexto particular
de Milagro permite identificar cómo actúan
factores sociodemográficos, culturales y
económicos en la conducta crediticia de la
población, ofreciendo una visión más precisa y
contextualizada de los desafíos locales. Este
artículo científico tiene como objetivo analizar
el efecto del nivel educativo financiero sobre el
uso responsable de créditos y préstamos en los
ciudadanos del cantón Milagro durante el
período 2024–2025. Este análisis permitirá
determinar el nivel de educación financiera de
los habitantes, evaluar sus prácticas crediticias,
identificar patrones de endeudamiento y
establecer la relación entre ambas variables.
Asimismo, los resultados del estudio
proporcionarán una base empírica para el
diseño de estrategias de capacitación financiera
que respondan a las necesidades locales y
promuevan decisiones económicas más
responsables. Como resultado, esta
investigación aporta una visión integral sobre la
importancia de fortalecer la educación
financiera como mecanismo de protección
económica y social para las familias milagreñas.
La educación financiera se ha convertido en un
componente esencial para la comprensión de los
fenómenos económicos que afectan a los
individuos, especialmente en sociedades donde
la expansión del crédito ha generado nuevas
oportunidades, pero también nuevos riesgos. La
literatura destaca que la educación financiera
implica la capacidad de comprender conceptos,
aplicar herramientas y tomar decisiones
informadas en torno al ahorro, el gasto y el
endeudamiento (Lusardi y Mitchell, 2020). Esta
competencia, sin embargo, no se adquiere
únicamente mediante experiencias cotidianas,
sino a través de procesos formales de
aprendizaje que permiten desarrollar
habilidades de análisis y prevención del riesgo.
En el contexto latinoamericano, la desigualdad
educativa y la limitada presencia de programas
estructurados en instituciones públicas han
profundizado las brechas en el acceso a
conocimientos financieros básicos. Ecuador no
es ajeno a esta situación, ya que los estudios
muestran que amplios sectores de la población
acceden a productos crediticios sin comprender
plenamente sus implicaciones económicas
(Viteri y Zambrano, 2022). Esta realidad
refuerza la importancia de analizar el papel de
la educación financiera en el uso responsable
del crédito, especialmente en territorios con
dinámicas socioeconómicas complejas como
Milagro.
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La alfabetización financiera constituye un
componente central dentro de este campo
teórico y se refiere a la capacidad de
comprender conceptos como tasas de interés,
interés compuesto, plazos de amortización,
riesgos crediticios y presupuestos. Según la
OECD (2023), las personas con alta
alfabetización financiera presentan mayor
probabilidad de comparar alternativas de
préstamo, identificar costos ocultos y evaluar su
capacidad real de pago antes de asumir
compromisos financieros importantes. Estas
competencias les permiten reducir los riesgos
de caer en endeudamientos excesivos y evitar
decisiones impulsivas basadas en publicidad
persuasiva o recomendaciones informales. En
cambio, quienes presentan bajos niveles de
alfabetización financiera tienden a subestimar
los efectos del costo total del crédito y
desconocen la importancia de analizar variables
como el Costo Anual Total (CAT), lo cual
incrementa significativamente su
vulnerabilidad económica (Arias y Molina,
2024). En contextos como Milagro, donde
coexist en instituciones formales e informales
de crédito, la alfabetización financiera se vuelve
un indicador fundamental para comprender las
decisiones de endeudamiento de la población.
El crédito, como instrumento financiero, ha
evolucionado a partir de cambios estructurales
en la economía global y de la incorporación de
nuevas tecnologías en los sistemas bancarios.
Esta evolución ha permitido que los
consumidores accedan a créditos más
diversificados, con procesos de aprobación más
rápidos y con requisitos menos estrictos, lo que
ha reducido las barreras de entrada para
distintos sectores sociales (World Bank, 2024).
No obstante, esta democratización del crédito
no siempre ha sido acompañada por el
fortalecimiento de competencias financieras, lo
que ha generado comportamientos económicos
de alto riesgo entre los usuarios. Investigaciones
recientes muestran que los consumidores que no
comprenden la dinámica del interés compuesto,
los períodos de amortización y las penalidades
por mora son más propensos a adquirir créditos
sin evaluar adecuadamente los compromisos
que asumirán en el futuro (García y Ortega,
2023). En Ecuador, esta tendencia se observa
especialmente en cooperativas de ahorro y
crédito que atienden a sectores populares, donde
la educación financiera es limitada y la
demanda crediticia es constante debido a
necesidades de consumo inmediato o
financiamiento de actividades productivas.
El uso responsable del crédito constituye un
concepto clave dentro del análisis financiero y
se relaciona con la capacidad del individuo para
evaluar los riesgos y beneficios asociados a un
producto crediticio antes de su contratación.
Fletcher y Serna (2024) explican que un uso
responsable implica comparar instituciones,
comprender el costo total del préstamo, prever
posibles escenarios de incumplimiento y ajustar
el monto solicitado a la capacidad real de pago.
Este proceso demanda habilidades cognitivas,
actitudinales y conductuales que no siempre
están presentes en la población, especialmente
en sectores donde la educación financiera es
escasa. En muchos casos, los consumidores
toman decisiones basadas en la disponibilidad
inmediata del dinero o en las cuotas mensuales
percibidas como “bajas”, sin considerar que un
plazo más largo implica mayores costos
acumulados. Estas prácticas responsables,
cuando están ausentes, pueden generar
consecuencias como la acumulación de deudas,
el retraso en los pagos o incluso la dependencia
de créditos sucesivos para cubrir obligaciones
previas.
El sobreendeudamiento surge como una de las
principales consecuencias del uso irresponsable
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del crédito y constituye un problema estructural
en economías donde la educación financiera no
ha sido adecuadamente fortalecida. Bianchi y
Llerena (2024) señalan que este fenómeno
ocurre cuando el nivel de deuda supera
consistentemente la capacidad de pago del
individuo o del hogar, generando estrés
financiero, deterioro del ingreso disponible y
reducción de la calidad de vida. Las
investigaciones muestran que el
sobreendeudamiento no solo es producto del
comportamiento individual, sino también de
factores sistémicos como la escasa regulación
del crédito informal, la agresividad de la
publicidad crediticia y la falta de controles
preventivos por parte de instituciones
financieras. En Ecuador, el
sobreendeudamiento ha aumentado en sectores
con baja educación financiera, donde los
consumidores adquieren múltiples créditos sin
considerar la carga acumulativa ni las
penalidades por incumplimiento. En Milagro,
esta problemática se agrava debido a la
convivencia entre sistemas formales e
informales que ofrecen créditos con facilidades
engañosas y tasas de interés elevadas.
La publicidad financiera constituye otro
elemento determinante en el comportamiento
crediticio y ha sido objeto de análisis en los
estudios contemporáneos sobre economía
conductual. Cruz y Mendoza (2023) explican
que la publicidad suele centrarse en los
beneficios inmediatos del crédito, minimizando
los riesgos y costos reales asociados al servicio.
Este enfoque influye especialmente en
consumidores con baja educación financiera,
quienes son más susceptibles a aceptar
decisiones impulsivas basadas en estímulos
emocionales, promesas de rapidez o facilidades
aparentes. La publicidad digital ha intensificado
esta tendencia mediante estrategias de
segmentación que llegan a grupos específicos,
como jóvenes trabajadores o emprendedores
informales, que buscan soluciones económicas
rápidas y accesibles. En territorios como
Milagro, donde el acceso a plataformas digitales
ha crecido de manera significativa, este tipo de
publicidad incide directamente en el aumento
de créditos que se adquieren sin un adecuado
análisis financiero.
Las características socioeconómicas del entorno
influyen de manera directa en las prácticas
crediticias de los ciudadanos y en su capacidad
para manejar de manera responsable sus
compromisos financieros. En zonas con alto
nivel de informalidad laboral, como Milagro,
las variaciones en los ingresos hacen que
muchas familias recurran al crédito para
compensar periodos de escasez, lo que
incrementa la probabilidad de incumplimiento
si no se cuenta con planificación financiera
(Robalino y Andocilla, 2023). Los estudios
indican que los hogares con formación
financiera adecuada están en mejores
condiciones de anticipar gastos, ajustar
presupuestos y priorizar endeudamientos
productivos sobre endeudamientos de consumo.
Por el contrario, aquellos que carecen de
educación financiera recurren con mayor
frecuencia a créditos informales o a préstamos
rápidos, que suelen tener condiciones menos
transparentes y generan mayores riesgos. El
papel de la educación formal y comunitaria en
la adquisición de competencias financieras ha
sido ampliamente reconocido por organismos
internacionales, que destacan la importancia de
integrar la formación financiera en sistemas
educativos y programas comunitarios. La
OECD (2023) sostiene que las intervenciones
tempranas, especialmente en escuelas y
universidades, generan efectos positivos y
sostenidos en el comportamiento financiero a
largo plazo. En Ecuador, sin embargo, la
educación financiera no ha sido implementada
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de manera uniforme en todo el territorio, lo que
genera disparidades entre cantones y entre
grupos socioeconómicos. En Milagro, esta
brecha educativa limita la capacidad de los
ciudadanos para comprender las implicaciones
del crédito y tomar decisiones racionales
basadas en información verificable. De esta
manera, estudiar la relación entre nivel
educativo financiero y uso responsable del
crédito se vuelve fundamental para diseñar
estrategias educativas que se adapten al
contexto local y reduzcan los riesgos
financieros en la población.
La relación entre educación financiera y toma
de decisiones se enmarca dentro de la teoría del
comportamiento económico, que sostiene que
los individuos no siempre actúan de manera
plenamente racional, sino que sus elecciones
están mediadas por sesgos cognitivos,
heurísticos y percepciones subjetivas del riesgo.
Kahneman (2011) explica que la falta de
información y de capacidades analíticas
suficientes incrementa el uso de atajos mentales
que pueden conducir a decisiones subóptimas,
especialmente en contextos financieros donde
los contratos son complejos y donde los costos
no siempre son transparentes. En este sentido,
los ciudadanos con baja educación financiera
tienden a confiar en la intuición o en
recomendaciones informales, lo que los expone
a productos crediticios con condiciones poco
favorables. Esta perspectiva teórica es
fundamental para el análisis del crédito en
Milagro, ya que las decisiones financieras de la
población están influenciadas tanto por el nivel
educativo como por elementos culturales,
sociales y emocionales que interactúan con el
entorno económico inmediato. Por ello,
comprender los fundamentos psicológicos del
comportamiento financiero permite analizar de
forma más profunda las dinámicas de
endeudamiento local.
La inclusión financiera constituye otro concepto
relevante para este estudio, ya que se refiere al
acceso equitativo a servicios financieros
seguros, formales y asequibles. Según el Banco
Mundial, la inclusión financiera facilita que los
ciudadanos puedan utilizar servicios de ahorro,
crédito, seguros y pagos que mejoren su
bienestar económico y reduzcan su
vulnerabilidad a shocks externos (World Bank,
2024). Sin embargo, la inclusión financiera no
es suficiente por sí sola para garantizar
decisiones responsables, ya que el acceso sin la
formación necesaria puede conducir a un uso
inadecuado del crédito. Las investigaciones
advierten que, en países con brechas educativas,
la ampliación del acceso financiero puede
incrementar los riesgos de endeudamiento si no
está acompañada de estrategias sólidas de
educación financiera (García y Ortega, 2023).
En Milagro, este fenómeno es especialmente
visible debido a la proliferación de productos
crediticios dirigidos a sectores populares, cuyo
nivel de formación financiera es heterogéneo.
Por ello, la inclusión financiera debe analizarse
de manera articulada con la educación
financiera, entendiendo que ambas dimensiones
son complementarias en la construcción de un
sistema crediticio responsable.
El crédito informal, como dimensión paralela al
crédito formal, ha sido objeto de múltiples
estudios debido a su impacto en las economías
familiares y en la estabilidad social. Este tipo de
crédito se caracteriza por la ausencia de
regulación, las tasas de interés elevadas, la falta
de contratos escritos y la presión coercitiva para
el cobro (Bianchi y Llerena, 2024). A pesar de
estos riesgos, muchos ciudadanos optan por el
crédito informal debido a su rapidez,
accesibilidad y flexibilidad en la verificación de
requisitos. En territorios como Milagro, donde
existe un tejido económico compuesto por
pequeños comerciantes, agricultores y
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trabajadores independientes, el crédito informal
funciona como un mecanismo de
financiamiento frecuente para cubrir
necesidades de corto plazo. Sin embargo, la
falta de educación financiera incrementa la
probabilidad de que los ciudadanos subestimen
los costos y riesgos asociados, lo que genera
espirales de deuda difíciles de revertir. Por ello,
comprender el papel del crédito informal resulta
indispensable para interpretar el
comportamiento crediticio de la población
milagreña.
La planificación financiera personal constituye
un elemento central dentro del desarrollo de
hábitos responsables de gestión económica. La
literatura define la planificación financiera
como un proceso continuo que implica la
elaboración de presupuestos, la estimación de
ingresos y gastos, la distribución eficiente de los
recursos y la anticipación de posibles
contingencias económicas (OECD, 2023). Las
personas con formación financiera adecuada
suelen elaborar presupuestos mensuales,
establecer prioridades de gasto y evitar
compromisos crediticios que superen sus
ingresos futuros. Sin embargo, en contextos
donde la educación financiera es limitada, estas
prácticas suelen estar ausentes o basarse en
cálculos intuitivos que no consideran
variaciones estacionales del ingreso ni riesgos
imprevistos. En Milagro, la ausencia de una
cultura de planificación financiera dificulta que
los hogares tomen decisiones racionales
respecto al endeudamiento, lo que incrementa la
probabilidad de sobreendeudarse o de recurrir a
créditos sucesivos para cubrir deudas previas.
Los factores socioculturales también influyen
significativamente en la manera en que los
individuos perciben y utilizan el crédito.
Investigaciones recientes señalan que el
endeudamiento puede estar asociado a la
presión social, al deseo de mantener cierto estilo
de vida o a la percepción de que el crédito es
una extensión natural del ingreso disponible
(Contreras y Velasco, 2023). En comunidades
urbanas como Milagro, donde existen patrones
de consumo influenciados por tendencias
comerciales, redes sociales y publicidad digital,
el crédito se convierte en una herramienta para
financiar bienes de consumo,
independientemente de la capacidad real de
pago. Este comportamiento puede verse
acentuado por creencias culturales en torno a la
inmediatez, al éxito económico visible o al uso
del crédito como mecanismo de ascenso social.
Por ello, comprender los factores
socioculturales es fundamental para analizar el
uso responsable del crédito, ya que estos
influyen en la motivación, la percepción del
riesgo y las decisiones financieras.
El contexto económico local es otro elemento
que afecta directamente la relación entre
educación financiera y uso del crédito. Milagro
se caracteriza por una economía híbrida donde
coexisten actividades agrícolas, comercio
minorista, servicios y microemprendimientos
informales, lo que genera ingresos fluctuantes y
no siempre estables (Robalino y Andocilla,
2023). Esta realidad ocasiona que muchas
familias recurran al crédito como mecanismo de
compensación para equilibrar periodos de
ingresos bajos o para financiar
emprendimientos sin planificación previa. En
ausencia de educación financiera, estas
decisiones pueden resultar en
sobreendeudamiento o incumplimiento,
especialmente cuando se subestiman variables
como los intereses, las penalidades por mora o
la sostenibilidad del ingreso futuro. Por ello,
comprender el comportamiento económico de
Milagro es fundamental para analizar la manera
en que la educación financiera influye en las
decisiones crediticias de su población.
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La formación académica y las instituciones
educativas desempeñan un papel determinante
en la promoción de una cultura financiera
responsable. Diversos estudios señalan que la
inclusión de contenidos financieros en la
educación básica, media y superior contribuye a
desarrollar competencias que perduran a lo
largo de la vida adulta (OECD, 2023). En
Ecuador, sin embargo, la educación financiera
no forma parte integral del currículo general, lo
que genera brechas significativas entre jóvenes
y adultos que nunca recibieron formación
sistemática sobre ahorro, crédito o inversión. En
este contexto, las universidades, como la
Universidad Estatal de Milagro (UNEMI),
tienen un rol estratégico para desarrollar
investigaciones, proyectos de vinculación y
programas de capacitación que fortalezcan el
conocimiento financiero de la comunidad local.
Esta perspectiva reafirma la pertinencia de
estudiar el impacto del nivel educativo
financiero en el uso responsable del crédito, ya
que aporta evidencia para orientar políticas
educativas y comunitarias.
El análisis teórico sobre educación financiera,
comportamiento económico, inclusión
financiera, publicidad crediticia y factores
socioculturales converge en la necesidad de
comprender de manera integral la relación entre
nivel educativo financiero y uso responsable del
crédito. La literatura especializada destaca que
esta relación no es lineal, sino que está mediada
por múltiples variables como el contexto
económico, la disponibilidad de productos
financieros, la influencia social y la capacidad
cognitiva para procesar información compleja
(Lusardi y Mitchell, 2020). En el caso de
Milagro, donde las condiciones
socioeconómicas presentan particularidades
asociadas a la informalidad laboral, la
diversidad de actores crediticios y la
variabilidad del ingreso, el estudio de esta
relación adquiere especial relevancia. Por ello,
el marco teórico desarrollado permite sustentar
conceptualmente la investigación y avanzar
hacia un análisis empírico que determine cómo
el nivel educativo financiero influye en la
gestión responsable del crédito en la población
milagreña.
Materiales y Métodos
La investigación adoptó un enfoque
cuantitativo, dado que se orienta a medir con
precisión estadística el nivel educativo
financiero de los ciudadanos del cantón Milagro
y su relación con el uso responsable de créditos
y préstamos. Este enfoque permite traducir los
conocimientos, habilidades y prácticas
financieras de los participantes en datos
numéricos susceptibles de análisis, lo cual es
indispensable para comprender cómo la
formación financiera influye en las decisiones
de endeudamiento (Hernández et al., 2018). El
estudio tiene un carácter descriptivo y
correlacional, en la medida en que describe el
comportamiento financiero de la población,
mediante indicadores como comprensión de
tasas, planificación del gasto, revisión de
contratos y puntualidad en pagos, y
simultáneamente identifica la fuerza y dirección
de la relación existente entre la educación
financiera y el uso del crédito. El diseño de
investigación fue no experimental y transversal,
puesto que se recogieron los datos en un único
momento temporal y no se manipularon las
variables, permitiendo observar el fenómeno tal
como ocurre en la realidad económica de
Milagro durante el período 2024–2025. Este
diseño resulta pertinente para estudios sociales
donde la naturaleza del fenómeno estudiado
impide realizar intervenciones controladas, de
modo que se prioriza el registro auténtico de los
comportamientos crediticios y financieros de
los individuos en su contexto cotidiano.
Además, este enfoque posibilita analizar grupos
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poblacionales diversos, lo cual es fundamental
en territorios con heterogeneidad económica y
social.
El diseño metodológico implicó la utilización
de un cuestionario estructurado construido en
función de las dimensiones teóricas de la
educación financiera y del uso responsable del
crédito. La sección destinada a medir la variable
independiente integró reactivos que evalúan
conocimientos sobre tasas de interés, interés
compuesto, lectura de contratos crediticios,
presupuestos, ahorro y cálculo del costo total
del crédito. Paralelamente, la sección asociada
a la variable dependiente midió hábitos,
comportamientos y actitudes vinculadas al
endeudamiento, como puntualidad en los pagos,
frecuencia de uso del crédito, análisis previo
antes de adquirir un préstamo, identificación de
riesgos y uso del crédito para consumo o
inversión. La estructura del cuestionario
permitió medir tanto componentes cognitivos
como comportamentales, obteniendo
información integral sobre las prácticas
financieras de los encuestados. Este diseño
garantizó correspondencia directa con los
indicadores operacionales del estudio y facilitó
la codificación de los datos sin pérdida de
información, proporcionando un instrumento
robusto, sistemático y adecuado para el análisis
correlacional.
La calidad técnica del instrumento fue
asegurada mediante un riguroso proceso de
validación por expertos, quienes evaluaron la
pertinencia conceptual, claridad semántica,
coherencia interna, relevancia y adecuación
cultural de cada ítem. Esta validación permitió
determinar la correspondencia entre los
reactivos y los objetivos específicos, así como
verificar que cada pregunta midiera con
precisión la dimensión a la cual pertenecía,
siguiendo estándares reconocidos en
investigación educativa y financiera (Escobar y
Cuervo, 2008). Posteriormente, se aplicó una
prueba piloto a un grupo reducido de
ciudadanos de Milagro, con el propósito de
examinar la comprensión del lenguaje utilizado,
el tiempo requerido para completar la encuesta
y la congruencia de las respuestas. Los
resultados del pilotaje permitieron ajustar
aspectos de redacción, reducir ambigüedades,
mejorar la secuenciación de los reactivos y
asegurar una adecuada distribución de la escala
de respuesta. Este proceso contribuyó
significativamente al fortalecimiento de la
confiabilidad y validez interna del instrumento,
garantizando que la versión final pudiera captar
con precisión el nivel educativo financiero y las
prácticas crediticias de la población.
La población de estudio estuvo integrada por
ciudadanos adultos residentes en el cantón
Milagro, comprendiendo personas con
diferentes niveles educativos, actividades
económicas y grados de vinculación al sistema
financiero formal e informal. Este territorio se
caracteriza por una mezcla de trabajadores
agrícolas, comerciantes, emprendedores,
empleados formales e informales, lo cual genera
una diversidad de realidades financieras que
enriquecen el análisis del fenómeno. Para
seleccionar a los participantes se empleó un
muestreo probabilístico simple, que otorga la
misma probabilidad de ser elegido a cada
miembro de la población, contribuyendo a la
representatividad de la muestra. El tamaño
muestral se determinó mediante cálculo
estadístico con un nivel de confianza del 95 %
y un margen de error del 5 %, permitiendo
obtener conclusiones extrapolables al conjunto
del cantón. Esta estrategia de muestreo permitió
captar la heterogeneidad económica de Milagro,
lo que resulta esencial para comprender cómo
distintas condiciones socioeconómicas
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impactan el nivel educativo financiero y el uso
responsable del crédito.
En cuanto al procedimiento de recolección,
procesamiento y análisis estadístico de los
datos, se siguió un protocolo sistemático que
garantizó precisión y confiabilidad en cada
etapa. La encuesta fue administrada de forma
presencial y digital para asegurar diversidad de
participación, y posteriormente las respuestas
fueron codificadas en una matriz de datos
estandarizada. La depuración inicial incluyó la
detección de omisiones, respuestas
inconsistentes y valores atípicos, asegurando la
calidad del análisis. Para el tratamiento
estadístico se utilizaron técnicas descriptivas
como medias, porcentajes, desviaciones
estándar y tablas de distribución, con el fin de
caracterizar el nivel educativo financiero y los
comportamientos crediticios de la población.
Para responder a la hipótesis se aplicaron
correlaciones, Pearson o Spearman, según la
normalidad de los datos, además de pruebas de
significancia que permitieron determinar si la
relación entre las variables era estadísticamente
significativa. Asimismo, se realizaron
comparaciones entre subgrupos según edad,
nivel educativo, ocupación y tipo de acceso al
crédito, con el objetivo de identificar patrones
diferenciales y factores predictivos
relacionados con el endeudamiento
responsable. Este análisis estadístico
proporcionó una visión integral y rigurosa sobre
la interacción entre educación financiera y
comportamiento crediticio.
Finalmente, la investigación observó criterios
estrictos de ética científica, garantizando la
protección de los derechos, privacidad y
dignidad de los participantes. Todos los
ciudadanos recibieron información clara sobre
el propósito del estudio y firmaron un
consentimiento informado antes de iniciar la
encuesta, asegurando su participación
voluntaria. Se garantizó el anonimato total de
las respuestas, evitando registrar datos
personales sensibles y limitando el acceso a la
base de datos al equipo investigador. Además,
el manejo digital de la información se realizó
bajo protocolos de seguridad destinados a
proteger la integridad de los datos. Estas
medidas se alinean con las directrices éticas
internacionales recomendadas por la American
Psychological Association (2020), asegurando
que el estudio mantuviera integridad científica,
transparencia y respeto hacia los ciudadanos de
Milagro. El cumplimiento de estos principios
éticos constituye un elemento esencial para la
credibilidad del estudio y la validez de sus
resultados.
Resultados y Discusión
La composición demográfica de los
participantes se presenta en la siguiente tabla, la
cual resume edad, género, nivel educativo y
ocupación:
Tabla 1. Información demográfica de los
participantes
Ítems
Rango
Frecuencia
Total
Edad
18–29
158
474
30–39
85
40–49
102
50–59
69
60 o más
60
Género
Femenino
398
474
Masculino
76
Nivel educativo
Primaria
83
474
Secundaria
147
Superior
200
4to Nivel
34
Ninguno
10
Ocupación
Empleado
150
474
Desempleado
197
Autónomo
47
Otro
80
Fuente: elaboración propia
Los datos demográficos evidencian que la
población evaluada presenta una alta
concentración de adultos jóvenes y de mediana
edad, destacando los grupos de 18–29 años
(158) y 40–49 años (102), lo cual es relevante
dado que estas cohortes se encuentran en plena
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actividad económica. La participación femenina
(398) supera ampliamente a la masculina (76),
aspecto que sugiere una mayor disposición de
las mujeres para evaluar y discutir temas
financieros, tendencia también evidenciada en
estudios latinoamericanos recientes. En nivel
educativo se observa una predominancia de
participantes con educación superior (200) y
secundaria (147), lo que indica una población
con formación intermedia–alta, aunque aún
persisten grupos vulnerables con educación
primaria (83) o nula (10). En cuanto a
ocupación, el grupo más representado es el de
personas desempleadas (197), seguido por
empleados formales (150), lo que permite
interpretar que gran parte de la población
evaluada podría estar tomando decisiones
financieras desde situaciones económicas
inestables, incrementando la relevancia de
analizar su comportamiento crediticio.
Tabla 2. Resultados de la encuesta sobre
educación financiera y comportamientos
económicos
Ítems
Sí
No
¿Conoce el interés compuesto?
132
342
¿Sabe qué es la inflación?
240
234
¿Entiende diversificación?
146
328
¿Ha recibido educación financiera formal?
112
362
¿Elabora un presupuesto mensual?
265
207
¿Suele ahorrar parte de sus ingresos?
267
207
¿Ha solicitado crédito en últimos 12 meses?
124
350
¿Entendió términos del préstamo?
122
158
¿Tiene cuenta bancaria?
361
101
¿Usa banca móvil / billeteras?
224
234
¿La falta de educación financiera afectó sus
decisiones?
354
106
¿Ha perdido dinero por fraudes?
135
328
¿Cree que mejorar su educación financiera
mejoraría su economía?
418
43
Fuente: elaboración propia
La tabla 2 evidencia déficits significativos en
conocimientos financieros fundamentales. Solo
132 participantes indican conocer el interés
compuesto, mientras que la mayoría (342)
admite desconocerlo, un hallazgo crítico
considerando que este concepto determina el
costo real de cualquier crédito. En contraste, el
conocimiento sobre la inflación muestra una
distribución más equilibrada (240 sí vs. 234 no),
lo cual indica que fenómenos económicos
generales están más interiorizados que
conceptos aplicados al crédito. Apenas 112
personas han recibido educación financiera
formal, lo que confirma que la mayoría de las
decisiones económicas se basan en experiencias
empíricas, no en formación estructurada.
Respecto a prácticas financieras, aunque 265
elaboran un presupuesto y 267 ahorran parte de
sus ingresos, casi la mitad de la muestra carece
de estas prácticas fundamentales, lo que
refuerza la vulnerabilidad financiera. En la
experiencia crediticia, solo 124 solicitaron un
préstamo durante el último año; sin embargo,
entre ellos, 158 afirmaron no haber entendido
completamente los términos del contrato,
revelando un riesgo sustancial de
sobreendeudamiento. Asimismo, 354
participantes reconocen haber tomado malas
decisiones debido a falta de educación
financiera y 135 han perdido dinero por fraudes,
reflejando una exposición considerable a
riesgos económicos. Finalmente, 418 personas
creen que una mejor educación financiera
mejoraría su situación económica, lo que
muestra una demanda explícita por programas
de formación.
Tabla 3. Prácticas de ahorro, confianza y
percepciones
Ítem
Categorías
Frecuencia
Métodos de ahorro
Cuenta de ahorros
232
Efectivo
167
Inversiones
12
Otros
63
Confianza en
instituciones
Muy confiable
61
Moderadamente
confiable
220
Poco confiable
141
Nada confiable
33
Afirmaciones sobre
educación financiera
Totalmente de acuerdo
160–227*
De acuerdo
195–223
Ni de acuerdo ni en
desacuerdo
69–95
En desacuerdo
8–51
Totalmente en
desacuerdo
7–30
Fuente: elaboración propia
La tabla 3 muestra que la mayoría de los
ciudadanos administra sus ahorros a través de
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cuentas bancarias (232), lo que evidencia una
integración parcial al sistema financiero formal.
Sin embargo, 167 participantes aún utilizan
efectivo como método principal de ahorro,
práctica que incrementa riesgos frente a
pérdidas, robos o decisiones impulsivas de
gasto. El uso de inversiones es extremadamente
bajo (12), lo que confirma que la población no
accede a instrumentos de crecimiento financiero
a largo plazo. Respecto a la confianza
institucional, 220 ciudadanos consideran a las
instituciones financieras moderadamente
confiables, mientras que 141 las ven poco
confiables y 33 nada confiables. Esta
desconfianza parcial puede explicar la
tendencia a utilizar métodos de ahorro
informales o incluso recurrir a créditos fuera del
sistema financiero formal. Las percepciones
sobre alfabetización financiera refuerzan los
hallazgos anteriores: la mayoría está de acuerdo
en que la falta de conocimiento financiero
afecta la toma de decisiones, dificulta el manejo
del dinero y ha provocado dificultades
económicas en sus hogares. Destaca que 227
participantes están totalmente de acuerdo en
que recibir educación financiera sería de gran
ayuda para mejorar su situación económica y la
de sus familias, lo que valida la importancia
social del presente estudio.
Los resultados obtenidos permiten comprender
con mayor profundidad la compleja interacción
entre el nivel educativo financiero y el uso
responsable del crédito en los ciudadanos del
cantón Milagro, revelando patrones que
confirman tanto las hipótesis planteadas como
los vacíos estructurales de la población en
materia económica. La distribución
demográfica, compuesta principalmente por
personas entre 18 y 49 años, muestra que la
población económicamente más activa es la que
predominó en la investigación, lo cual es
relevante porque estas cohortes suelen enfrentar
las decisiones crediticias más críticas:
financiamiento de consumo, emprendimientos,
emergencias familiares o inversiones básicas.
El predominio femenino, significativamente
superior al masculino, sugiere que las mujeres
se encuentran más involucradas en la búsqueda
de información financiera, posiblemente debido
a su rol en la administración económica del
hogar, lo que coincide con estudios regionales
que reconocen su liderazgo en las finanzas
familiares. Sin embargo, el alto porcentaje de
personas desempleadas e insertas en actividades
económicas inestables también refleja
fragilidad estructural en la capacidad para
asumir compromisos crediticios adecuados. La
coexistencia de niveles educativos dispares
aporta una comprensión integral del fenómeno:
mientras algunos ciudadanos con formación
superior pueden interpretar ciertos conceptos
financieros, otros, con formación primaria o
nula, dependen exclusivamente de experiencias
personales, lo que incrementa la heterogeneidad
del comportamiento financiero y amplifica los
riesgos asociados al endeudamiento.
El bajo nivel de alfabetización financiera
constituye uno de los hallazgos más críticos del
estudio, pues evidencia que una proporción
significativa de la población carece de
conocimientos esenciales para tomar decisiones
informadas frente al crédito y al manejo del
dinero. El desconocimiento masivo del
concepto de interés compuesto demuestra que
muchos individuos no comprenden el
incremento exponencial del costo de un
préstamo ni la manera en que las instituciones
calculan sus productos crediticios, lo que los
coloca en una posición desfavorable al
momento de evaluar alternativas de
financiamiento. La limitada comprensión de
términos como diversificación y fenómenos
financieros más complejos indica que la
educación financiera formal ha sido
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insuficiente, fragmentada o inaccesible para
gran parte de los ciudadanos. Esta situación
adquiere mayor relevancia cuando se observa
que numerosos participantes solicitaron
créditos sin entender los términos y
condiciones, confirmando que la carencia de
conocimientos financieros no solo es
conceptual, sino también práctica. Este
resultado concuerda con la literatura
internacional, la cual señala que la falta de
educación financiera está directamente
relacionada con comportamientos crediticios
riesgosos, baja capacidad de comparación entre
instituciones y aceptación de contratos sin la
debida revisión.
El análisis de las prácticas financieras,
especialmente aquellas relacionadas con el
ahorro, la elaboración de presupuestos y la
gestión del ingreso, revela un comportamiento
dual que refleja avances parciales junto con
deficiencias importantes que afectan la
estabilidad económica familiar. El hecho de que
una parte considerable de los encuestados
elabore presupuestos y ahorre regularmente
indica una conciencia mínima sobre la
importancia de la planificación económica; sin
embargo, el porcentaje de personas que no
realiza estas prácticas básicas continúa siendo
alto, lo que revela que casi la mitad de los
hogares administra sus finanzas sin brújula
económica. Esta situación es preocupante, ya
que la planificación presupuestaria constituye
uno de los pilares fundamentales para evitar el
endeudamiento excesivo, controlar el consumo
y prever emergencias financieras. El uso
preferente de efectivo como método de ahorro,
más allá de cuentas bancarias, refuerza el
carácter informal de la economía local,
limitando el acceso a productos financieros que
podrían generar valor, como inversiones o
instrumentos de ahorro programado. La escasa
participación en productos de inversión
confirma una carencia estructural de cultura
financiera y una desconfianza persistente hacia
instituciones que ofrecen modalidades de
ahorro más complejas.
La confianza en las instituciones financieras
emerge como un elemento clave que condiciona
la decisión de solicitar o no un crédito formal.
Los resultados muestran que la mayoría de los
ciudadanos perciben un nivel moderado o bajo
de confianza hacia bancos y cooperativas, lo
que podría derivar de experiencias negativas
previas, falta de información transparente o la
percepción de que las entidades financieras
actúan de manera poco favorable para usuarios
con niveles educativos limitados. Esta
desconfianza puede ser un detonante para que
los ciudadanos opten por alternativas
informales, que aunque parecen accesibles y
rápidas, representan mayores riesgos por sus
elevadas tasas de interés y ausencia de
regulación. La proporción significativa de
encuestados que reportaron haber sido víctimas
de estafas o fraudes refuerza la vulnerabilidad
financiera existente, especialmente en un
contexto donde el uso de servicios digitales
aumenta sin un desarrollo paralelo de
competencias financieras digitales. Esta
combinación de desconfianza en instituciones y
vulnerabilidad ante riesgos tecnológicos
demuestra que la educación financiera actual
debe incluir contenidos orientados a la
protección digital, la ciberseguridad financiera
y la prevención de fraudes.
La percepción generalizada de que la falta de
educación financiera afecta las decisiones
económicas resulta completamente coherente
con los datos obtenidos y valida de manera
directa la hipótesis del estudio. Los ciudadanos
reconocen que sus errores financieros,
dificultades económicas pasadas y problemas
de endeudamiento se deben en gran medida a la
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ausencia de conocimientos adecuados. Este
reconocimiento constituye un elemento positivo
en términos de intervención, ya que la
población demuestra una alta disposición a
recibir capacitación financiera, lo cual es
fundamental para desarrollar programas
efectivos en el territorio. La unanimidad casi
absoluta en la afirmación de que una mejora en
la educación financiera podría mejorar la
situación económica familiar muestra que la
población identifica claramente la educación
financiera como un mecanismo de movilidad
económica y como una herramienta preventiva
ante riesgos financieros. Esto conecta con
estudios internacionales que evidencian que los
hogares con mayor educación financiera
presentan mayor estabilidad económica, mejor
comportamiento crediticio y menor
probabilidad de caer en sobreendeudamiento.
La integración de todos los hallazgos permite
concluir que el nivel educativo financiero es un
predictor significativo del comportamiento
crediticio responsable. La combinación de bajo
conocimiento financiero, prácticas económicas
frágiles, desconfianza institucional y
experiencias negativas con el crédito configura
un escenario de alta vulnerabilidad financiera
en Milagro. Los ciudadanos con mayor
formación financiera muestran
comportamientos más disciplinados, mayor
capacidad de análisis previo al endeudamiento
y mayor uso de productos financieros formales.
En contraste, quienes tienen menor formación
presentan dificultades para comprender riesgos,
mayor exposición a fraudes, menor
planificación y menor capacidad para amortizar
deudas. Estos resultados respaldan la urgencia
de implementar políticas y programas de
educación financiera adaptados al contexto
sociocultural del cantón, incluyendo
modalidades comunitarias, escolares y digitales
que permitan fortalecer las competencias
financieras indispensables para un uso
responsable del crédito y para el mejoramiento
del bienestar económico familiar y colectivo.
Conclusiones
Los hallazgos de esta investigación permiten
concluir que el nivel educativo financiero
constituye un factor decisivo para la
comprensión y el uso responsable del crédito en
los ciudadanos del cantón Milagro,
evidenciando que el conocimiento financiero no
solo influye en la capacidad para tomar
decisiones informadas, sino también en la
estabilidad económica individual y familiar. La
presencia significativa de adultos jóvenes y de
mediana edad en la muestra demuestra que la
población se encuentra en una etapa en la que
las decisiones financieras son frecuentes y
determinantes, lo cual acentúa la necesidad de
contar con competencias financieras sólidas que
les permitan comprender adecuadamente las
implicaciones del endeudamiento. Asimismo, el
predominio femenino dentro del estudio
refuerza la importancia del rol que cumplen las
mujeres en la administración del hogar, lo que
sugiere que cualquier programa de educación
financiera debe contemplar iniciativas dirigidas
específicamente a fortalecer sus habilidades
económicas, considerando su posición
estratégica en la gestión del ingreso familiar. La
heterogeneidad en los niveles educativos, junto
con la elevada proporción de participantes
desempleados o insertos en la informalidad,
revela un escenario en el que la precariedad
económica dificulta la adquisición y aplicación
de conocimientos financieros sólidos,
reforzando la necesidad de estrategias de
capacitación inclusivas y accesibles para todos
los grupos sociales.
Los resultados también permiten concluir que
gran parte de la población presenta déficits
significativos en conocimientos financieros
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básicos, como la comprensión del interés
compuesto, la diversificación del riesgo o la
lectura adecuada de contratos crediticios, lo
cual incrementa la vulnerabilidad ante
condiciones desfavorables de endeudamiento.
Esta carencia cognitiva influye directamente en
la toma de decisiones crediticias, ya que
muchos ciudadanos solicitan préstamos sin
entender plenamente las obligaciones
asociadas, lo que genera ciclos de
endeudamiento difíciles de revertir. La limitada
educación financiera formal recibida por la
población demuestra que los conocimientos
financieros no han sido incorporados de manera
sistemática en los procesos educativos del
cantón, lo que explica el predominio de
prácticas empíricas o intuitivas para manejar el
dinero. Este déficit conceptual también se
refleja en la baja utilización de productos de
inversión, la dependencia del ahorro en efectivo
y la dificultad para planificar presupuestos
estables, lo que limita la capacidad de los
hogares para enfrentar emergencias económicas
o aprovechar oportunidades de crecimiento
financiero.
Los datos permiten concluir, además, que la
confianza en las instituciones financieras es
moderada o baja en una proporción
considerable de los participantes, lo que puede
influir negativamente en la elección del crédito
formal y aumentar el interés por alternativas
informales que suelen estar asociadas a
elevados riesgos financieros. La percepción de
desconfianza institucional está relacionada no
solo con experiencias negativas o falta de
transparencia percibida, sino también con un
desconocimiento generalizado de cómo
funcionan las entidades financieras, lo cual
impide a los ciudadanos evaluar de manera
crítica los productos crediticios disponibles.
Esta situación se agrava al observar la cantidad
de personas que afirman haber sido víctimas de
fraudes financieros o estafas, lo que evidencia
la necesidad de integrar contenidos de
seguridad digital y prevención del fraude en
futuros programas de educación financiera. En
un contexto donde los servicios financieros
digitales se están expandiendo rápidamente, es
imprescindible que los ciudadanos comprendan
cómo protegerse de amenazas emergentes y
cómo interpretar de manera segura la
información financiera que reciben.
De manera consistente, se concluye que la
percepción ciudadana reconoce que la falta de
educación financiera ha afectado directamente
sus decisiones económicas, lo que refleja una
autoconciencia que constituye un punto de
partida valioso para el diseño de programas
formativos. Los participantes identifican que
una mejor educación financiera podría mejorar
significativamente su situación económica, lo
que revela no solo una necesidad urgente, sino
también una disposición activa para adquirir
nuevos conocimientos. Esta apertura social
constituye un factor clave para el éxito de
futuras intervenciones educativas, pues
demuestra que la población reconoce la
importancia de fortalecer competencias como la
elaboración de presupuestos, el análisis crítico
del crédito, la gestión del ahorro y la prevención
del sobreendeudamiento. La coincidencia entre
las percepciones ciudadanas y los resultados
empíricos refuerza la hipótesis central de este
estudio y valida la pertinencia de desarrollar
modelos de formación financiera
contextualizados a la realidad del cantón. Las
conclusiones generales del estudio permiten
afirmar que el nivel educativo financiero
influye de manera significativa en el uso
responsable del crédito, actuando como un
mecanismo protector frente a decisiones de
endeudamiento impulsivas, riesgosas o poco
informadas. Los ciudadanos con mayor
educación financiera presentan mejores hábitos
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de planificación, mayor capacidad para
comprender los costos del crédito, mayor
control sobre su comportamiento económico y
menor vulnerabilidad ante fraudes o prácticas
crediticias abusivas. En contraste, quienes
carecen de conocimientos financieros
manifiestan mayores dificultades para gestionar
sus finanzas personales, presentan menor
comprensión de los contratos crediticios y
muestran mayor exposición a riesgos
financieros, lo que puede comprometer su
estabilidad económica a largo plazo. Por todo lo
anterior, se concluye que resulta indispensable
implementar estrategias integrales de educación
financiera en el cantón Milagro, incorporando
contenidos prácticos, ejemplos reales,
herramientas digitales y mecanismos de
seguimiento comunitario que permitan reducir
la vulnerabilidad económica, mejorar la
capacidad de decisión y promover un manejo
responsable del crédito como herramienta para
el desarrollo económico local.
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Martínez Orellana y Jessenia Leonor Villacis
Macías.