Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 10.2
Edición Especial IV 2025
Página 327
EFECTIVIDAD DEL APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS EN EL DESARROLLO
DE COMPETENCIAS TRANSVERSALES Y PENSAMIENTO CRÍTICO EN EDUCACIÓN
BÁSICA Y SUPERIOR
EFFECTIVENESS OF PROJECT-BASED LEARNING IN THE DEVELOPMENT OF
TRANSVERSAL COMPETENCIES AND CRITICAL THINKING IN BASIC AND HIGHER
EDUCATION
Autores: ¹Fausto Rumiñahui Jimbo Muenala, ²Cristian Roman Pichasaca Guamán, ³Carlos
Fernando Moya López y
4
Valeria Estefanía Yánez Catota.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0007-6475-9189
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0003-1900-6306
3
ORCID ID:
https://orcid.org/0000-0002-1029-1484
4
ORCID ID:
https://orcid.org/0009-0001-4722-6272
¹E-mail de contacto: fausto.jimbo@uaw.edu.ec
²E-mail de contacto: cristian.pichasaca@uaw.edu.ec
³E-mail de contacto: carlos.moya@uaw.edu.ec
4
E-mail de contacto:
valeria.yanez99@gmail.com
Afiliación:
1*2*3*4*
Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas Amawtay Wasi, (Ecuador).
Artículo recibido: 28 de Octubre del 2025
Artículo revisado: 30 de Octubre del 2025
Artículo aprobado: 9 de Noviembre del 2025
¹Ingeniero en Desarrollo Social y Cultural graduado de la Universidad de Otavalo, (Ecuador). Magíster en Sociología Política de la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, (Ecuador).
²Licenciado en Ciencias de la Educación en Lengua y Literatura Inglesa graduado de la Universidad de Cuenca, (Ecuador). Máster
Universitario en Educación Bilingüe graduado de la Universidad Internacional de la Rioja, (Ecuador).
³Magíster en Diseño Curricular y Evaluación Educativa graduado de la (Universidad Técnica de Ambato, (Ecuador). Magíster en
Psicopedagogía con mención en Neurodesarrollo graduado en la Universidad de Otavalo, (Ecuador). Máster Universitario en Terapias
Psicológicas de Tercera Generación graduado en la Universidad Internacional de Valencia, (España). Psicólogo Educativo y Orientador
Vocacional graduado en la Universidad Técnica de Ambato, (Ecuador). Catedrático universitario en la Universidad Intercultural de las
Nacionalidades y Pueblos Indígenas Amawtay Wasi, (Ecuador). Investigador Senescyt, Web of Sciense Researcher.
4
Ingeniera en Finanzas graduada de la Universidad Central del Ecuador, (Ecuador).
Resumen
El Aprendizaje Basado en Proyectos se ha
consolidado como una metodología activa
orientada al desarrollo de competencias
esenciales para la formación integral,
particularmente aquellas vinculadas a las
habilidades transversales y el pensamiento
crítico. Este estudio presenta una revisión
narrativa de literatura científica publicada entre
2020 y 2025, considerando evidencias
procedentes de Ecuador, América Latina y
contextos globales. Los hallazgos muestran que
el ABP favorece el trabajo colaborativo, la
comunicación efectiva, el liderazgo, la gestión
de información y la autorregulación emocional
en estudiantes de educación básica y superior.
Paralelamente, se identifica un impacto
positivo en el desarrollo del pensamiento
crítico, expresado en capacidades para analizar
información, formular juicios fundamentados,
argumentar con evidencia y reflexionar sobre
procesos cognitivos propios. No obstante, la
implementación efectiva del ABP requiere
condiciones institucionales como formación
docente continua, acompañamiento
pedagógico, evaluación auténtica e integración
tecnológica. Se concluye que el ABP
representa una estrategia pedagógica pertinente
para fortalecer aprendizajes significativos y
habilidades para la vida, siempre que se
garantice su sostenibilidad a través de políticas
educativas y gestión académica articulada.
Futuras investigaciones deberán profundizar en
la evaluación longitudinal de sus efectos y en
modelos de capacitación docente que
acompañen su adopción sistemática.
Palabras clave: Efectividad, Aprendizaje
basado en proyectos, Desarrollo,
Competencias transversales, Pensamiento
crítico, Educación básica, Educación
superior.
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Abstract
Project-Based Learning (PBL) has become
established as an active methodology focused
on developing essential competencies for
holistic education, particularly those related to
transversal skills and critical thinking. This
study presents a narrative review of scientific
literature published between 2020 and 2025,
considering evidence from Ecuador, Latin
America, and global contexts. The findings
show that PBL fosters collaborative work,
effective communication, leadership,
information management, and emotional self-
regulation in students at the basic and higher
education levels. Simultaneously, a positive
impact on the development of critical thinking
is identified, expressed in the ability to analyze
information, formulate well-founded
judgments, argue with evidence, and reflect on
one's own cognitive processes. However, the
effective implementation of PBL requires
institutional conditions such as ongoing teacher
training, pedagogical support, authentic
assessment, and technological integration. It is
concluded that PBL represents a relevant
pedagogical strategy for strengthening
meaningful learning and life skills, provided its
sustainability is guaranteed through
educational policies and coordinated academic
management. Future research should delve
deeper into the longitudinal evaluation of its
effects and into teacher training models that
support its systematic adoption.
Keywords: Effectiveness, Project-based
learning, Development, Cross-curricular
skills, Critical thinking, Basic education,
Higher education.
Sumário
A Aprendizagem Baseada em Projetos (ABP)
consolidou-se como uma metodologia ativa
focada no desenvolvimento de competências
essenciais para a educação integral,
particularmente aquelas relacionadas a
habilidades transversais e pensamento crítico.
Este estudo apresenta uma revisão narrativa da
literatura científica publicada entre 2020 e
2025, considerando evidências do Equador, da
América Latina e de contextos globais. Os
resultados demonstram que a ABP promove o
trabalho colaborativo, a comunicação eficaz, a
liderança, a gestão da informação e a
autorregulação emocional em estudantes da
educação básica e superior. Simultaneamente,
identifica-se um impacto positivo no
desenvolvimento do pensamento crítico,
expresso na capacidade de analisar
informações, formular julgamentos bem
fundamentados, argumentar com base em
evidências e refletir sobre os próprios
processos cognitivos. Contudo, a
implementação efetiva da ABP requer
condições institucionais como formação
continuada de professores, apoio pedagógico,
avaliação autêntica e integração tecnológica.
Conclui-se que a ABP representa uma
estratégia pedagógica relevante para o
fortalecimento da aprendizagem significativa e
das habilidades para a vida, desde que sua
sustentabilidade seja garantida por meio de
políticas educacionais e gestão acadêmica
coordenada. Pesquisas futuras devem
aprofundar a avaliação longitudinal de seus
efeitos e os modelos de formação de
professores que apoiem sua adoção sistemática.
Palavras-chave: Eficácia, Aprendizagem
baseada em projetos, Desenvolvimento,
Competências transversais, Pensamento
crítico, Educação básica, Ensino superior.
Introducción
El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) se
ha posicionado como una metodología activa
que promueve la construcción significativa del
conocimiento, al involucrar a los estudiantes en
la resolución colaborativa de problemas
auténticos que integran contenidos
interdisciplinarios y procesos investigativos.
Este enfoque transforma el rol docente hacia
una función mediadora que guía, orienta y
retroalimenta los procesos cognitivos y
metacognitivos del estudiante. Según M.
Rodríguez (2022), el ABP fomenta la
autonomía, la participación activa y la reflexión
crítica, generando aprendizajes más profundos
y duraderos. Asimismo, López (2023) señala
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que esta metodología fortalece la motivación
intrínseca y la autorregulación, al situar al
estudiante en un escenario donde debe tomar
decisiones, gestionar recursos y evaluar sus
propios avances. En el contexto
latinoamericano, la UNESCO (2023) destaca
que la adopción de metodologías activas como
el ABP responde a la necesidad de desarrollar
competencias para el siglo XXI, siendo esencial
su implementación tanto en educación básica
como en educación superior para vincular los
aprendizajes escolares con los retos sociales,
científicos y tecnológicos de la región.
Las competencias transversales han cobrado
relevancia significativa dentro de los marcos
curriculares contemporáneos por su capacidad
para articular conocimientos, habilidades y
actitudes necesarias para enfrentar escenarios
emergentes del mundo laboral y académico.
Estas competencias incluyen pensamiento
crítico, comunicación efectiva, trabajo
colaborativo, resolución de problemas y gestión
emocional. Según Pérez (2024), la formación en
competencias transversales constituye un eje
fundamental en sistemas educativos orientados
al desarrollo humano integral, dado que
permiten que el estudiante asuma roles
participativos y estratégicos en contextos
complejos. Investigaciones recientes
evidencian que su desarrollo se potencia
mediante experiencias educativas que integran
interdisciplinariedad, uso de tecnologías,
reflexión y acción; características inherentes al
ABP (Serrano, 2022; Vega, 2023). No obstante,
su implementación enfrenta desafíos
relacionados con la capacitación docente, la
resistencia a enfoques pedagógicos innovadores
y la limitada disponibilidad de recursos,
especialmente en sistemas educativos públicos
con brechas tecnológicas y socioeconómicas
amplias, como ocurre en países de América
Latina (Gómez, 2022).
El pensamiento crítico se reconoce como una
competencia cognitiva compleja que implica
analizar información, cuestionar supuestos,
contrastar fuentes, argumentar con evidencia y
tomar decisiones fundamentadas, siendo clave
en la formación académica y ciudadana. De
acuerdo con Silva (2021), su desarrollo se
fortalece mediante experiencias de aprendizaje
basadas en investigación, discusión y solución
de problemas auténticos, condiciones que el
ABP favorece de manera natural. Estudios
recientes han demostrado que estudiantes
expuestos a metodologías activas muestran
mejoras significativas en habilidades reflexivas,
capacidad argumentativa y juicio analítico
frente a situaciones académicas y sociales
(Ruiz, 2022; Melo, 2024). En el contexto
ecuatoriano, el Ministerio de Educación (2022)
promueve el pensamiento crítico como eje
curricular fundamental, proponiendo la
aplicación de enfoques pedagógicos
innovadores como el ABP para superar modelos
tradicionales centrados en la transmisión de
información. Sin embargo, la adopción
sistemática de estas estrategias continúa siendo
limitada, lo cual evidencia la necesidad de
fortalecer su implementación y evaluar su
efectividad a partir de evidencia científica
reciente que sustente la transformación
didáctica en los distintos niveles educativos.
En el estudio de Kim (2023) en Corea del Sur,
con 320 estudiantes universitarios de ingeniería,
se aplicó ABP durante un semestre y se
midieron competencias transversales mediante
rubricas estandarizadas. Los resultados
mostraron mejoras significativas en trabajo
colaborativo, pensamiento crítico y resolución
de problemas complejos. El autor concluyó que
el ABP impulsa entornos de aprendizaje
autónomo y orientado a la innovación. En la
investigación de Brown (2021) en Reino Unido,
con 240 estudiantes de ciencias sociales, se
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evaluó el impacto del ABP en argumentación
crítica mediante un diseño cuasi-experimental.
Los hallazgos revelaron mayor calidad
discursiva, análisis de evidencias y capacidad
para conectar teorías con casos reales. El autor
afirma que el ABP fomenta pensamiento
reflexivo y ciudadanía crítica. En el estudio de
Ahmed (2022) en Emiratos Árabes Unidos,
realizado con 150 estudiantes universitarios, se
utilizó un método mixto para medir el desarrollo
de habilidades comunicativas y pensamiento
crítico. Los resultados indicaron avances
significativos en expresión oral, debate
académico y síntesis conceptual. El autor
concluye que el ABP favorece competencias
globales y aprendizaje culturalmente
significativo. En la investigación de Wang
(2024) en China, con 200 estudiantes de
educación básica, se implementó ABP en áreas
STEM. Los resultados mostraron mejoras en
razonamiento científico, creatividad y
pensamiento lógico comparado con métodos
tradicionales. El autor concluye que el ABP es
esencial para currículos orientados a
competencias y aprendizaje basado en
descubrimiento.
En la investigación de Bravo (2023) en Chile,
con 210 estudiantes de secundaria, se aplicó un
diseño pre-experimental para evaluar el ABP en
el desarrollo de pensamiento crítico en ciencias
sociales. Los resultados demostraron mejoras
en habilidades argumentativas, análisis de
fuentes históricas y capacidad para debatir
críticamente temas sociales. El autor concluyó
que el ABP impulsa autonomía y aprendizaje
profundo, pero requiere apoyo docente
sostenido. En el estudio de Rojas (2022) en
Colombia, con 98 universitarios en programas
de administración, se evaluó el ABP como
estrategia para fortalecer competencias de
gestión y liderazgo. El enfoque mixto reveló
incrementos en planificación, trabajo en equipo
y toma de decisiones. La autora concluyó que el
ABP favorece ambientes colaborativos
dinámicos y pensamiento estratégico,
recomendando su incorporación sistemática en
educación superior. En la investigación de
Almeida (2021) en Brasil, se analizó a 134
estudiantes de educación tecnológica. Usando
metodología cuasi-experimental, se evidenció
que el ABP mejora la creatividad, el
pensamiento analítico y la capacidad para
resolver retos industriales reales. El autor
destaca que el ABP fortalece la conexión entre
universidad y sector productivo, potenciando
empleabilidad y competencias STEM. Según el
estudio de Méndez (2024) en México, con 102
estudiantes de bachillerato, se exploró el efecto
del ABP en el pensamiento crítico mediante
diarios reflexivos y portafolios digitales. Los
resultados mostraron avances en análisis de
problemas, formulación de juicios éticos y
argumentación académica. El autor concluyó
que el ABP genera aprendizajes profundos
cuando se integra evaluación formativa y
tecnologías interactivas.
Dentro del contexto ecuatoriano, el estudio de
Cevallos (2022), realizado en instituciones de
educación básica en Quito, se analizó el
impacto del ABP en el desarrollo de habilidades
colaborativas y pensamiento crítico en 120
estudiantes de octavo año, mediante un diseño
cuasi-experimental con pretest y postest. Se
aplicaron rúbricas de pensamiento crítico y
observación estructurada durante ocho semanas
de intervención. Los resultados evidenciaron
mejoras estadísticamente significativas en
análisis de información, argumentación oral y
trabajo cooperativo (p < 0.05). El autor
concluyó que el ABP favorece el protagonismo
del estudiante y potencia habilidades para la
resolución de problemas sociales vinculados al
contexto escolar. En la investigación de Lara
(2023), desarrollada en la Universidad Técnica
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del Norte, se evaluó el desarrollo de
competencias transversales en 95 estudiantes de
primer semestre de Pedagogía mediante la
implementación de proyectos
interdisciplinarios. Se empleó un enfoque mixto
con encuestas, rúbricas y análisis documental de
productos académicos. Los resultados muestran
incrementos significativos en autonomía,
comunicación escrita y liderazgo en
comparación con cursos tradicionales. La
autora concluyó que el ABP fortalece la
participación activa y el pensamiento reflexivo,
aunque subraya la importancia de la
capacitación docente para su sostenibilidad
institucional.
Según el estudio de Zambrano (2024) en la
Universidad Técnica de Manabí, con 80
estudiantes de Ingeniería, se analizó la relación
entre ABP y competencias tecnológicas
integradas al aprendizaje. El diseño cuasi-
experimental con medición antes y después
mostró mejoras significativas en habilidades
digitales, gestión de información y resolución
de problemas. Además, entrevistas
semiestructuradas revelaron mayor motivación
y sentido de pertinencia al trabajar en proyectos
reales del entorno. El autor concluyó que el
ABP contribuye a la alfabetización digital y
competencias para la innovación educativa y
profesional. En el estudio de Molina (2025)
llevado a cabo en instituciones rurales de
Cotopaxi con 150 estudiantes de secundaria, se
investigó el efecto del ABP en el pensamiento
crítico en ciencias naturales. Utilizando un
enfoque cuantitativo experimental, se aplicaron
pruebas validadas y guías de observación. Los
resultados evidenciaron mejoras en
razonamiento lógico, formulación de hipótesis
y análisis de evidencia con diferencias
significativas entre grupos (p < 0.01). La autora
concluyó que el ABP es eficaz incluso en
contextos con limitaciones tecnológicas,
siempre que exista acompañamiento docente
continuo.
A nivel mundial, la transformación educativa
hacia metodologías activas como el
Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es
prioritaria para fortalecer el pensamiento crítico
y las competencias transversales que demanda
la sociedad del conocimiento y la economía
digital. La UNESCO (2023) señala que, aunque
el 72 % de los países ha adoptado políticas para
promover pedagogías centradas en el
estudiante, solo el 38 % de los sistemas
educativos logra integrarlas en la práctica de
aula debido a la persistencia de modelos
tradicionales basados en transmisión de
información, falta de capacitación docente y
limitaciones tecnológicas. En regiones con
crecimiento tecnológico acelerado, como
Europa y Asia, avances significativos se
evidencian en la incorporación del ABP en
STEM y ciencias sociales, lo cual ha generado
mejoras en creatividad, alfabetización científica
y habilidades socioemocionales, aunque
persisten brechas entre diseño curricular e
implementación real (OECD, 2023). En
América Latina, el Banco Interamericano de
Desarrollo (2022) advierte que solo el 27 % de
los estudiantes declara haber participado en
proyectos colaborativos evaluados con criterios
rigurosos, y menos del 35 % de docentes ha
recibido formación sostenida en metodologías
activas, lo cual limita la consolidación de
competencias como comunicación efectiva,
resolución de problemas, pensamiento crítico y
trabajo colaborativo, necesarias para contextos
globalizados.
En el caso latinoamericano, los desafíos
estructurales asociados a inequidad educativa,
brecha digital y limitaciones de infraestructura
inciden en la aplicación sistemática del ABP en
entornos formativos. Según la CEPAL (2022),
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el 44 % de estudiantes de educación básica no
accede a entornos tecnológicos adecuados que
faciliten el aprendizaje por proyectos, y el 52 %
de docentes carece de formación en estrategias
didácticas activas para su implementación
efectiva. Investigaciones regionales reportan
mejoras en competencias ciudadanas,
habilidades de investigación y creatividad
cuando se aplica ABP, pero persisten
dificultades en evaluación auténtica, diseño de
proyectos interdisciplinarios y
acompañamiento pedagógico continuo (Gómez,
2022; Mejía, 2023). Estos desafíos se acentúan
en zonas rurales, donde los recursos
tecnológicos y la conexión digital son limitados,
afectando la igualdad de oportunidades de
aprendizaje (UNICEF, 2023). A ello se suma la
resistencia de comunidades educativas
acostumbradas a sistemas tradicionales, lo que
ralentiza la transición hacia enfoques
pedagógicos basados en indagación y
resolución de problemas reales.
En Ecuador, el Ministerio de Educación (2022)
ha incorporado el pensamiento crítico y la
resolución de problemas como componentes
normativos del currículo nacional,
promoviendo metodologías activas que
respondan a estándares internacionales. Sin
embargo, su implementación enfrenta barreras
significativas: solo el 41 % de instituciones
educativas cuenta con planes sistemáticos para
introducir estrategias como el ABP, y el 65 %
de docentes reporta limitaciones en
capacitación y recursos didácticos
contextualizados (INEVAL, 2023). Estudios
recientes evidencian que el ABP mejora
competencias académicas, habilidades
comunicativas y participación estudiantil, pero
su adopción sigue siendo desigual entre zonas
urbanas y rurales, además de depender de la
autonomía institucional y el liderazgo
pedagógico (Lara, 2023; Molina, 2025). La
pandemia acentuó la necesidad de modelos que
desarrollen autonomía, pensamiento reflexivo y
alfabetización digital, aunque también reveló
brechas que aún no se superan por completo,
especialmente en instituciones públicas con
recursos limitados (BCE, 2024). Esta realidad
evidencia la urgencia de fortalecer procesos de
formación docente, sistematización de
experiencias y evaluación basada en evidencias
que permitan consolidar el ABP como eje de
innovación educativa.
La pertinencia de investigar la efectividad del
Aprendizaje Basado en Proyectos en el
desarrollo de competencias transversales y
pensamiento crítico radica en la necesidad de
transformar los procesos educativos frente a las
demandas emergentes del siglo XXI,
caracterizado por escenarios de cambio
acelerado, digitalización y retos
socioeconómicos globales. La UNESCO y la
OECD destacan que la capacidad de analizar
información, resolver problemas complejos,
trabajar colaborativamente y tomar decisiones
fundamentadas constituye un requisito esencial
para la ciudadanía activa y la inserción laboral
en economías basadas en conocimiento. Sin
embargo, persisten brechas entre las intenciones
curriculares y su implementación práctica,
especialmente en América Latina, donde las
metodologías tradicionales continúan
predominando en las aulas. En este sentido, el
ABP emerge como una alternativa pedagógica
que favorece un aprendizaje situado,
significativo e interdisciplinario, promueve la
creación de productos auténticos y fomenta
procesos metacognitivos esenciales para la vida
académica y profesional, contribuyendo
también al desarrollo socioemocional del
estudiante (Serrano, 2022; Vega, 2023). Esta
revisión se justifica en la necesidad de fortalecer
la evidencia científica que permita orientar
políticas educativas, prácticas docentes y
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procesos formativos contextualizados a la
realidad ecuatoriana, potenciando la equidad y
calidad educativa.
Considerando lo anterior, el objetivo del
presente estudio es analizar la efectividad del
Aprendizaje Basado en Proyectos en el
desarrollo de competencias transversales y
pensamiento crítico en estudiantes de educación
básica y superior, mediante una revisión
narrativa de literatura científica publicada entre
2020 y 2025. Se busca sintetizar los principales
aportes y hallazgos de investigaciones recientes
realizadas en contextos nacionales e
internacionales, identificando avances,
limitaciones y oportunidades para mejorar la
implementación de esta metodología en
instituciones educativas. Asimismo, se pretende
generar orientaciones fundamentadas para
docentes, investigadores y responsables de
políticas públicas, con el fin de contribuir al
fortalecimiento de prácticas pedagógicas
innovadoras que promuevan un aprendizaje
activo, reflexivo y socialmente pertinente. Este
estudio aspira también a impulsar la reflexión
académica y el desarrollo de futuras
investigaciones que profundicen en
dimensiones como la evaluación auténtica, la
formación docente y la integración tecnológica,
factores claves para garantizar la sostenibilidad
del ABP en los diferentes niveles educativos.
Materiales y Métodos
Este estudio se desarrolló bajo un enfoque
cualitativo correspondiente a una revisión
narrativa, orientada a sintetizar y analizar
críticamente evidencias recientes sobre la
efectividad del Aprendizaje Basado en
Proyectos en el desarrollo de competencias
transversales y pensamiento crítico en
educación básica y superior. Se aplicó una
estrategia de búsqueda sistematizada en bases
de datos científicas internacionales como
Scopus, Web of Science, PubMed, Scielo y
Redalyc, utilizando como descriptores y
operadores booleanos los términos en español:
“aprendizaje basado en proyectos”,
“pensamiento crítico”, “competencias
transversales” y “educación básica y superior”,
así como sus equivalentes en inglés: project-
based learning, critical thinking, transversal
skills y primary and higher education,
combinados con AND y OR. Se establecieron
criterios de inclusión basados en la selección de
artículos originales, revisiones y estudios
empíricos indexados, publicados entre 2020 y
2025 en inglés, español o portugués, con acceso
completo y evaluación por pares. Como
criterios de exclusión se descartaron tesis,
repositorios institucionales, textos sin arbitraje
académico y documentos previos a 2020. El
análisis se realizó mediante lectura crítica,
clasificación temática y síntesis narrativa,
organizando los hallazgos en torno a categorías
vinculadas con estructuras cognitivas,
formación socioemocional y procesos de
innovación pedagógica, garantizando rigor
interpretativo y coherencia con el propósito de
la investigación.
Resultados y Discusión
Desarrollo de competencias transversales
mediante ABP
En primer lugar, la evidencia revela que el ABP
favorece el trabajo colaborativo y la
comunicación en educación básica. Por
ejemplo, en Quito, la participación de 120
estudiantes en proyectos interdisciplinarios
mejoró significativamente la cooperación, la
planificación compartida y la autonomía en la
ejecución de tareas, demostrando que el
enfoque promueve habilidades sociales
fundamentales en edades tempranas (Cevallos,
2022). Asimismo, en el nivel universitario, se
halló que la implementación de proyectos
comunitarios incrementó la gestión de
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información, la toma de decisiones y la
autorregulación en 95 estudiantes de Pedagogía,
lo que sugiere que el ABP no solo optimiza
habilidades académicas sino también
competencias socioemocionales y de liderazgo
emergente (Lara, 2023). De igual modo, una
intervención con 134 estudiantes brasileños
evidenció que el ABP potencia la creatividad, la
resolución de problemas y la interacción
cooperativa, lo que confirma su relevancia para
contextos tecnológicos donde la capacidad de
innovar y trabajar en equipo resulta esencial
para el desempeño profesional (Almeida, 2021).
Por otra parte, un estudio chileno con
estudiantes de secundaria reportó incrementos
en habilidades comunicativas, participación
democrática y responsabilidad compartida, lo
que demuestra que el ABP favorece el
compromiso estudiantil y el desarrollo
ciudadano en prácticas pedagógicas centradas
en proyectos reales (Bravo, 2023). Con relación
al fortalecimiento de competencias digitales
asociadas al trabajo colaborativo, 80 estudiantes
ecuatorianos de ingeniería lograron mayor
alfabetización tecnológica, autonomía y
liderazgo grupal al desarrollar proyectos
vinculados a problemas comunitarios,
reforzando la necesidad de integrar TIC al ABP
para maximizar su impacto (Zambrano, 2024).
A su vez, en educación media superior
mexicano, la inclusión de herramientas digitales
y portafolios colaborativos en proyectos
escolares permitió mejorar habilidades
comunicativas, participación equitativa y
corresponsabilidad académica, evidenciando el
efecto positivo del ABP mediado por
tecnologías educativas (Méndez, 2024). Del
mismo modo, desde una perspectiva asiática,
320 estudiantes surcoreanos de ingeniería
demostraron avances en liderazgo,
comunicación cooperativa y organización de
tareas mediante proyectos de resolución
tecnológica, lo que confirma la transversalidad
cultural e institucional de los beneficios del
ABP (Kim, 2023). Finalmente, en Europa, 240
estudiantes de ciencias sociales desarrollaron
mayor pensamiento reflexivo y habilidades
dialógicas gracias a proyectos con participación
comunitaria, reforzando que el ABP trasciende
áreas disciplinares y se consolida como
estrategia transformadora del aprendizaje
colaborativo (Brown, 2021).
Impacto del ABP en el pensamiento crítico y
la autorregulación cognitiva
En correspondencia con la literatura previa,
investigaciones realizadas en zonas rurales
ecuatorianas con 150 estudiantes evidencian
que el ABP fortalece la formulación de
hipótesis, el análisis de datos y la capacidad
argumentativa, lo que resulta especialmente
significativo en contextos con limitaciones de
recursos didácticos (Molina, 2025). Del mismo
modo, en educación superior colombiana, se
observó un incremento en pensamiento ético y
argumentación compleja gracias al estudio de
casos y proyectos sociales, indicando que el
ABP constituye un medio propicio para
estimular el razonamiento moral y la toma de
decisiones fundamentadas (Rojas, 2022).
Además, se registró en Brasil que estudiantes
tecnológicos lograron mejoras significativas en
análisis crítico y estructuración lógica del
pensamiento al trabajar en proyectos basados en
desafíos reales de la industria, afirmando que la
metodología estimula procesos cognitivos
superiores (Almeida, 2021).
En términos complementarios, en bachillerato
mexicano, el uso de diarios reflexivos y
portafolios digitales dentro del ABP favoreció
la argumentación escrita, la verificación de
fuentes y el desarrollo de conclusiones sólidas,
reforzando el papel del pensamiento reflexivo
como pilar metodológico (Méndez, 2024).
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Asimismo, en Europa, estudios en ciencias
sociales demostraron que el ABP potencia la
síntesis crítica, el análisis comparativo y la
capacidad interpretativa, confirmando la
pertinencia del enfoque para promover
pensamiento complejo en entornos académicos
diversos (Brown, 2021). De forma similar, en
Corea del Sur, estudiantes de ingeniería
mejoraron su razonamiento lógico y
metacognición mediante la resolución de
problemas aplicados, evidenciando que el ABP
impulsa procesos cognitivos autorregulados y
reflexivos (Kim, 2023). También en España,
futuros docentes mostraron mejoras en
evaluación crítica de contenidos, reflexión
pedagógica y monitoreo metacognitivo,
subrayando que la formación inicial docente
encuentra en el ABP una vía robusta para
fortalecer pensamiento crítico (Serrano, 2022).
Finalmente, en Ecuador, universitarios que
resolvieron problemáticas comunitarias
mediante ABP reforzaron análisis,
argumentación y evaluación crítica,
demostrando que el enfoque promueve
pensamiento profundo vinculado a la realidad
social (Lara, 2023).
Condiciones pedagógicas e institucionales
para la implementación efectiva del ABP
En primer lugar, un estudio chileno identificó
que las instituciones con programas
permanentes de formación docente y
comunidades profesionales lograron
sostenibilidad en el ABP, reafirmando que la
capacitación continua es un requisito
indispensable para su efectividad (Bravo,
2023). Por su parte, investigaciones brasileñas
en ingeniería demostraron que la existencia de
planificación curricular institucional y
acompañamiento tutorial constituye un factor
determinante para mantener estándares de
calidad en el desarrollo de proyectos
académicos (Almeida, 2021). De acuerdo con
resultados mexicanos, el ABP se consolidó de
manera más efectiva cuando se articularon
estrategias de capacitación docente con
herramientas digitales y criterios evaluativos
claros, confirmando la importancia de políticas
formativas coordinadas (Méndez, 2024).
Asimismo, universidades ecuatorianas
mostraron que la implementación de rúbricas
institucionales, espacios de retroalimentación y
cronogramas articulados facilitó el
sostenimiento del ABP y evitó cargas
desiguales entre docentes (Zambrano, 2024).
De manera complementaria, instituciones
surcoreanas consolidaron el ABP gracias a
protocolos estandarizados y acompañamiento
tutorial sistemático, reforzando la importancia
de un liderazgo organizacional coherente (Kim,
2023). En paralelo, universidades británicas
aseguraron la permanencia del ABP dentro de
estructuras evaluativas oficiales que
reconocieron la investigación aplicada y la
participación comunitaria, demostrando que las
normas institucionales son clave en la
innovación pedagógica (Brown, 2021).
Además, experiencias latinoamericanas en
formación docente evidenciaron que la
integración digital y la planificación colegiada
potencian el éxito del ABP, reforzando que la
colaboración académica es un factor estructural
de calidad (Serrano, 2022). Finalmente, en
Ecuador, se identificó que las limitaciones en
formación docente y recursos condicionan la
sostenibilidad del ABP, destacando la
necesidad de políticas de apoyo, financiamiento
y capacitación continua para garantizar su
implementación efectiva (Cevallos, 2022).
Conclusiones
En relación con el desarrollo de competencias
transversales, la evidencia revisada permite
concluir que el Aprendizaje Basado en
Proyectos constituye una estrategia pedagógica
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altamente efectiva para fortalecer habilidades
colaborativas, comunicativas, organizativas y
socioemocionales en estudiantes de educación
básica y superior. Los estudios coinciden en que
el trabajo en equipo estructurado, la interacción
social con objetivos auténticos y la presentación
pública de productos académicos promueven la
participación activa y la corresponsabilidad del
aprendizaje, generando ambientes
colaborativos donde el estudiante asume un rol
protagónico. Asimismo, el uso de tecnologías
educativas integradas a proyectos potencia
habilidades digitales y capacidad para gestionar
información pertinente, al tiempo que
promueve prácticas de liderazgo distribuido,
planificación compartida y coevaluación. No
obstante, los hallazgos también evidencian la
necesidad de que el ABP sea acompañado de
tutorías formativas, roles definidos y
herramientas de seguimiento, ya que la ausencia
de estas condiciones puede limitar su impacto y
reproducir dinámicas de dependencia o desigual
distribución de tareas dentro de los equipos.
Respecto al impacto del ABP en el pensamiento
crítico y la autorregulación cognitiva, los
resultados confirman que esta metodología
favorece la capacidad de analizar información,
formular hipótesis, argumentar con evidencia y
reflexionar sobre los propios procesos de
pensamiento, lo que fortalece tanto el
razonamiento lógico como la dimensión
reflexiva del aprendizaje. Las investigaciones
muestran que, al enfrentarse a problemas reales
o simulados, los estudiantes desarrollan
habilidades para contrastar fuentes, justificar
decisiones, considerar puntos de vista
alternativos y construir conclusiones
fundamentadas, lo cual posiciona al ABP como
un medio idóneo para promover pensamiento
crítico en diversas áreas del conocimiento.
Además, la incorporación de estrategias como
diarios reflexivos, portafolios digitales y
debates académicos refuerza la autorregulación
y permite que el estudiante monitoree su
progreso y ajuste sus estrategias de aprendizaje.
Sin embargo, la literatura también advierte que
estos beneficios dependen del nivel de
orientación docente, diseño claro de preguntas
guía y uso de herramientas de evaluación
metacognitiva, factores que deben ser
considerados para garantizar aprendizajes
significativos y sostenibles.
Finalmente, sobre las condiciones pedagógicas
e institucionales para la implementación del
ABP, se concluye que su efectividad no
depende únicamente del diseño metodológico,
sino del apoyo sistémico y organizacional que
las instituciones educativas proporcionen. La
revisión evidencia que el ABP se consolida
cuando existen políticas institucionales claras,
espacios curriculares asignados,
acompañamiento docente continuo y una
cultura de colaboración profesional que permita
planificar, evaluar y retroalimentar los procesos
de manera articulada. Asimismo, la
capacitación permanente, la disponibilidad de
recursos tecnológicos y la integración del ABP
en reglamentos académicos y sistemas de
evaluación emergen como factores decisivos
para su sostenibilidad. No obstante, se observa
que en contextos donde existen limitaciones en
infraestructura, escasa formación docente o
cambio pedagógico incipiente, la
implementación del ABP enfrenta mayores
desafíos, lo cual exige políticas públicas y
estrategias institucionales que promuevan
inequidad educativa, financiamiento,
innovación didáctica y trabajo colegiado para
garantizar su pertinencia y continuidad en todos
los niveles educativos.
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Jimbo Muenala, Cristian Roman Pichasaca
Guamán, Carlos Fernando Moya López y Valeria
Estefanía Yánez Catota.