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Este proceso no se limita a la fijación y
esclarecimiento de lo percibido, ni a responder
la pregunta: ¿qué es esto? El hombre
transforma el objeto percibido (obra) en su
imaginación, en lo que se ha de llamar
conocimiento perceptual, o sea, donde aparece
como resultado una imagen del objeto cuando
estamos en presencia de este a la luz de su
experiencia individual. (Proyecto Modelo de
Secundaria Básica, 2003).
La actitud surgida en esta relación moviliza de
manera integrada diversos procesos humanos:
las sensaciones, las emociones, los
sentimientos, el intelecto, la imaginación, entre
otros. Esta última ejerce gran influencia ya que
participa modificando esa realidad apartándose
de ella en mayor o menor medida, pero no
significa que la imaginación no esté
determinada por esta realidad que es la obra,
podemos decir entonces que la percepción del
espectador actúa en este caso como un acto de
co-creación.
La imagen que encierra la obra como tal da
riendas sueltas a representar en la mente del
espectador determinadas imágenes surgidas de
la primera. Su lectura se traduce en un
pensamiento en imágenes por medio del cual
se llega a la interpretación y comprensión de la
obra, ella recoge de múltiples formas su
mensaje expresivo por medio de los cuales se
manifiestan contenidos relacionados con
elementos estéticos, filosóficos, ideológicos,
cognoscitivos, entre otros. (González, 2004).
Al percibir la obra es necesario el
reconocimiento de cada una de las partes que
la conforman, sin embargo, si se toma cada
una de ellas de manera aisladas se asegura que
su sentido conceptual es realmente
insignificante al compararlo una vez que estas
se integran cuyo fin es hacer pensar en las
imágenes y esto se logra por el empleo que
hace el autor de determinados recursos y por la
manera de reflejar la realidad construida
artísticamente.
La relación contenido y forma constituyen una
unidad dialéctica que brinda la posibilidad de
percibir intereses del receptor atendiendo no
solo a los principios y elementos de las Artes
Visuales, sino que, a través del contacto
directo con la obra, también se tiene en cuenta
el aspecto psicológico lo cual contiene los
gustos y preferencias. (Cabrera, 1985).
En este proceso el perceptor llega a realizar
incluso abstracciones, es decir, separar, aislar
mentalmente elementos tratados en la obra
obviando los restantes, luego llega a
generalizar a través de una unificación mental
de dichos elementos lo que incide en la
formación de conceptos. Al percibir una obra
de arte, en su diversidad de formas, teniendo
en cuenta las múltiples manifestaciones
artísticas, así como los tipos de percepciones,
destacando el espacio, el tiempo y el
movimiento, lo psicológico - social se
manifiesta, a criterios de los autores de este
artículo, cuando el perceptor localiza dentro de
la obra los aspectos o elementos de interés,
aquí se tiene en cuenta: la distancia entre la
obra y los sujetos, la extensión, el tamaño, la
forma y todo lo referente al contenido de esta.
Desarrollo
La percepción en la obra de arte.
Consideraciones generales
El hombre posee distintos niveles de actividad,
algunas de ellas están referidas a lo utilitario,
otras a lo científico y otras a lo artístico. En el
caso específico la actividad artística, múltiple e
integradora, tiene distintas funciones en
diversas culturas, épocas históricas y grupos
sociales, pero quizás la más importante sea la
de lograr comunión, producir armonía en la