Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 3 No. 11
Noviembre del 2022
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LA HISTORIA Y TEORÍA DE LA EDUCACIÓN CIUDADANA EN CUBA: UN DESAFÍO.
THE HISTORY AND THEORY OF CITIZENSHIP EDUCATION IN CUBA: A
CHALLENGE.
Autores: ¹Tami Hernández Urgellés, y ²Katia Ivet Tejeda Hernández
¹ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-0336-725X
¹E-mail de contacto: thernandezu@udg.co.cu
Afiliación:¹*²* Universidad de Granma, (Cuba)
Articulo recibido: 15 de Septiembre del 2022
Articulo revisado: 22 de Septiembrel del 2022
Articulo aprobado: 28 de Noviembre del 2022
¹Profesora Asistente de la Universidad de Granma, (Cuba).
²Bibliotecaria de la Universidad de Granma, (Cuba).
Resumen
Es una necesidad de la sociedad cubana
actual, formar ciudadanos de bien, a partir de
un hilo conductor desafiando el conocimiento
teórico-práctico de conductas sociales que
permitan conciliar un fin en correspondencia
con nuestros tiempos. Cultivar la Educación
Ciudadana a fondo es quizás el arma más
extraordinaria de que dispongamos para
transmitir valores, sentimientos patrióticos.
Una mirada perspectiva implica rescatar su
naturaleza e instaurar modelos, prototipos y
ahondar en la contextualización de
convicciones, ideales, donde emerge la propia
persona a su paso por la vida. De ahí que, las
autoras desempeñan una investigación que
propicie el conocimiento de la historia y la
teoría de la educación ciudadana en Cuba,
como desafío al alcance de nuestros tiempos.
Lo que favorece el cumplimiento del objetivo
de investigación: fomentar el conocimiento de
la historia y la teoría de la educación
ciudadana en Cuba para formar valores.
Desplegando su importancia a la contribución,
favorecimiento e irradiación del conocimiento
de la historia y la teoría de la educación
ciudadana en Cuba para formar valores.
Inspirado en la alternativa de preservar la
cultura de la Educación ciudadana a partir de
recursos conectores, sustentados por un
abordaje educativo competente.
Palabras clave: Educación Ciudadana,
Historia, Teoría, Conductas Sociales,
Valores.
Abstract
It is a necessity of the current Cuban society,
citizens to form good, from a common thread
challenging the theoretical-practical
knowledge of social behaviors that allow to
reconcile an end in correspondence with our
times. Cultivating Citizen Education in depth
is perhaps the most extraordinary weapon that
we have to transmit values, patriotic feelings.
A perspective look implies rescuing their
nature and establishing models, prototypes
and delving into the contextualization of
convictions, ideals, where the person himself
emerges as he passes through life. Hence, the
authors carry out an investigation that
promotes knowledge of the history and theory
of citizenship education in Cuba, as a
challenge within the reach of our times. What
favors the fulfillment of the research
objective: to promote knowledge of the
history and theory of citizenship education in
Cuba to form values. Deploying its
importance to the contribution, promotion and
irradiation of the knowledge of the history and
the theory of citizen education in Cuba to
form values. Inspired by the alternative of
preserving the culture of Citizen Education
from connecting resources, supported by a
competent educational approach.
Keywords: Citizenship Education, History,
Theory, Social Conduct, Values.
Sumário
É uma necessidade da atual sociedade cubana,
formar cidadãos de bem, a partir de um fio
condutor desafiando o conhecimento teórico-
prático de comportamentos sociais que
permitam conciliar um fim em
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correspondência com nossos tempos. Cultivar
a Educação Cidadã em profundidade é talvez a
arma mais extraordinária de que dispomos para
transmitir valores, sentimentos patrióticos. Um
olhar em perspectiva implica resgatar sua
natureza e estabelecer modelos, protótipos e
mergulhar na contextualização de convicções,
ideais, onde a própria pessoa emerge ao longo
da vida. Assim, os autores realizam uma
investigação que promove o conhecimento da
história e da teoria da educação para a
cidadania em Cuba, como um desafio ao
alcance de nossos tempos. O que favorece o
cumprimento do objetivo da pesquisa:
promover o conhecimento da história e teoria
da educação para a cidadania em Cuba para
formar valores. Desdobrando sua importância
para a contribuição, promoção e irradiação do
conhecimento da história e da teoria da
educação para a cidadania em Cuba para
formar valores. Inspirada na alternativa de
preservar a cultura da Educação Cidadã a partir
da conexão de recursos, sustentada por uma
abordagem educacional competente.
Palavras-chave: Educação para a
Cidadania, História, Teoria, Conduta
Social, Valores.
Introducción
La educación Ciudadana en el mundo moderno
ha sufrido transformaciones unido a la
conciencia del hombre; descansando su parecer
en una realidad hecha luz. Cuba ha sido
protagonista de acciones para rescatar su
verdadero patrimonio. Un horrible flagelo nos
contamina llamado indolencia humana,
ignorando la lucha materialista de la sociedad
contemporánea. En el artículo. Maestros
ambulantes. El Apóstol p.3 expresa:
(…)Los hombres necesitan quien les
mueva a menudo la compasión en el
pecho, y las lágrimas en los ojos, y les
haga el supremo bien de sentirse
generosos: que por maravillosa
compensación de la naturaleza aquel
que se da, crece; y el que se repliega en
sí, y vive de pequeños goces, y teme
partirlos con los demás, y sólo piensa
avariciosamente en beneficiar sus
apetitos, se va trocando de hombre en
soledad, y lleva en el pecho todas las
canas del invierno, y llega a ser por
dentro, y a parecer por fuera,un insecto.
Los hombres crecen, crecen físicamente,
de una manera visible crecen, cuando
aprenden algo, cuando entran a poseer
algo, y cuando han hecho algún bien.”
(…) “Hay un cúmulo de verdades
esenciales que caben en el ala de un
colibrí, y son, sin embargo, la clave de
la paz pública, la elevación espiritual, y
la grandeza patria”.
La visión futura martiana sustenta su esencia,
contextualizando la suprema necesidad que
posemos como especie humana de fomentar en
nuestro entorno sociocultural un mundo mejor
que es posible y solo un pueblo educado puede
salvarse de la injusticia; ya que cada hombre
aprende para vivir en sociedad, no le es
suficiente con lo que la naturaleza le da al
nacer, debe dominar, además, lo que ha sido
logrado en el desarrollo histórico de la
sociedad humana.
De este modo, la existencia misma del ser
humano como ser social, y dotado de una
psiquis humana, tiene un origen y una
mediatización social e histórica: es a través de
la educación, entendida en su más amplia
acepción como la transmisión de la cultura de
una a otra generación, que el individuo entra
en contacto con la experiencia humana y se la
apropia. Precisamente, el proceso de
apropiación constituye la forma
exclusivamente humana de aprendizaje. De ahí
que las autoras desempeñan una investigación
que propicie el conocimiento de la historia y la
teoría de la educación ciudadana en Cuba
como desafío a nuestros tiempos.
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Favoreciendo el cumplimiento del objetivo de
investigación: fomentar el conocimiento de la
historia y la teoría de la educación ciudadana
en Cuba para formar valores. Desplegando su
importancia a la contribución, favorecimiento
e irradiación del conocimiento de la historia y
la teoría de la educación ciudadana en Cuba
para formar valores. De manera tal que
preserve la cultura de la Educación ciudadana
a partir de recursos conectores sustentados por
un abordaje educativo.
Desarrollo
Estudiar la historia y teoría de la educación
ciudadana a fondo es quizás el arma más
extraordinaria que disponemos para transmitir
valores, sentimientos patrióticos,
revolucionarios, heroicos y muestras de un
adecuado comportamiento ciudadano.
Necesitamos ejemplos, necesitamos modelos
de su historia, tenemos un caudal inagotable de
valores.
En la actualidad, se acrecienta cada día más la
desigualdad en el mundo, por lo que es preciso
transformar las conciencias, cultivar amor a la
libertad lograr una nueva concepción del
mundo. Para lograr este reto se debe trabajar
en gran velocidad en correspondencia con los
cambios científicos y técnicos a nivel mundial,
que requiere de hombres reflexivos,
trasformadores y que sean verdaderos
protagonistas de la sociedad en que circundan.
Por tanto, la infinita riqueza y diversidad del
aprendizaje humano se expresa como
condición imprescindible para la supervivencia
humana y para el crecimiento de cada
individuo como personalidad; somos
aprendices permanentes que nos apropiamos
desde el momento mismo del nacimiento y
durante toda nuestra existencia, de la cultura
construida generación tras generación.
Enriquecerla es nuestro aval primordial.
En las páginas del ejemplar Fundamentos de la
educación para la vida ciudadana en la
formación docente. Saez Palmero hace
mención en su tesis de grado, al abordar el
bosquejo histórico del origen de la enseñanza
cívica y define. Los principales autores
cubanos y extranjeros de los libros de textos
que se han empleado y se emplean en la
enseñanza cívica, coinciden en identificarla
como una disciplina eminentemente práctica
encargada de la preparación del individuo en la
vida social, informándolo de sus derechos y
deberes de cooperación en el medio en que
desenvuelve sus actividades, así como también
sus derechos y deberes para con toda la
humanidad. De aquí que el concepto de
enseñanza cívica esté supeditado a:
La existencia de una organización política de
la sociedad en que claramente se establezcan
derechos y deberes de los ciudadanos, y el
hombre ya no solo forme parte de un grupo
social, sino cuando ese grupo se haya
organizado como Estado.
Al respecto: Chacón Arteaga destaca en su
libro. Fundamentos de la educación para la
vida ciudadana en la formación docente.
“La Educación ciudadana, constituye
una dimensión, arista o perfil amplio del
proceso de la educación integral de los
seres humanos, que recorre y acompaña
el crecimiento humano de niños,
adolescentes, jóvenes y adultos, en el
desarrollo de su individualidad, en la
convivencia desde que se nace en el seno
familiar, en un país determinado, en un
contexto histórico concreto, en una
época y con una historia propia,
culturas, identidades, valores,
tradiciones, símbolos nacionales y
locales patrios, sistemas políticos con
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sus sistemas y formas de gobierno, su
concepción acerca de la democracia, su
ordenamiento jurídico constituciones y
leyes, entre otros atributos de la
realidad social, que se expresan en la
concepción de ciudadanía, como
relación ética, política y jurídica que se
objetiviza en la vida ciudadana, y en los
comportamientos ciudadanos de la vida
cotidiana y que marcan las
interinfluencias recíprocas de esa
interacción de los ciudadanos en sus
actividades esenciales que caracterizan
al tejido social, heterogéneo, diverso y
clasista, pero que a su vez rescata y
focaliza la cualidad humana de las
relaciones sociales existentes”.
Esto significa que la Educación ciudadana,
posee un proceso formativo en
correspondencia con aprendizajes propios de la
vida ciudadana, influenciado de los múltiples
factores sociales, y diversos contextos en los
cuales se nace, crece y se desarrolla teniendo
su un impacto en la preparación del individuo
en la vida social, informándolo de sus derechos
y deberes de cooperación en el medio en que
desenvuelve sus actividades, para con toda la
humanidad.
La problemática existente en Cuba relacionada
con el bajo nivel de conocimiento de la historia
y la teoría y práctica de la Educación
ciudadana incide negativamente en la
participación consciente en los procesos que
son exclusivos al progreso de una sociedad
que, por su naturaleza socialista, necesita de la
existencia de una cultura institucionalizada
que, como proceso permanente, haga posible el
perfeccionamiento de la vida ciudadana de la
nación.
De ahí que el objetivo general de la Disciplina
Educación para la vida ciudadana es Contribuir
a la formación para la vida ciudadana de las
nuevas generaciones para su convivencia y la
participación comprometida desde los valores
de la identidad nacional y universales, en la
comprensión, la cooperación y el respeto, en la
relación dialéctica de deberes y derechos
ciudadanos, sobre la base de una cultura ética,
económica, política y jurídica.
A partir de los presupuestos teóricos
mencionados la autora despliega su punto de
vista en que: La educación ciudadana como
fenómeno social tiene como finalidad la
formación del hombre integralmente, que
piense, sienta, valore, actúe, ame, es decir, que
desarrolle todas las potencialidades físicas y
mentales, debe considerarse en su función
formativa y desarrolladora. La formación del
hombre es el objetivo de la educación, para
lograrlo necesita trasmitir la cultura y regular
el proceso de su asimilación por parte de cada
sujeto social, propiciando su socialización.
En este proceso la educación juega un papel
importante y junto a ella los agentes
socializadores: escuela, familia, comunidad y
sociedad, los medios de comunicación masiva,
entre otros. En su marco se desarrolla la
personalidad en todas sus potencialidades y
elementos integrantes. La sociedad demanda
de la educación la formación de ciudadanos
capaces de integrarse armónicamente a las
relaciones sociales, siendo útiles a su país,
defendiendo su independencia y soberanía, así
como el derecho a construir su propio destino.
“De gran vigencia es el pensamiento
martiano cuando expresó: “el verdadero
objeto de la enseñanza es preparar al
hombre para que pueda vivir por
decorosamente, sin perder la gracia y
generosidad del espíritu, y sin poner en
peligro con su egoísmo o servidumbre la
dignidad y fuerza de la patria…” (Martí,
J 1982, p.102)
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Este análisis permite afirmar la estrecha
relación que existe entre socialización, cultura,
participación ciudadana, identidad nacional y
educación. La educación como proceso social
persigue la formación ciudadana de la
personalidad y para lograrlo tiene que
organizar y dirigir el proceso de asimilación de
la cultura.
Según Del Toro, M y G (1968, p.102) la
educación, en cualquier etapa del desarrollo
social, tiene la función de socializar a las
nuevas generaciones; lo cual significa,
prepararlas para vivir en sociedad, para
convivir como ciudadanos responsables,
capaces de cumplir funciones cívicas y
poseedores de un sistema de valores que le
permita actuar en correspondencia con su
contexto social. El Dr. C. Fabelo, J (2002,
p.102), señala que educar significa socializar,
es decir, transformar al educando en un ser
social, en parte constitutiva de una comunidad
humana particular, único modo posible para
hacerlo representante y partícipe del género
humano.
Los pedagogos cubanos se unen a los que
conciben a la educación como un fenómeno
histórico social, núcleo del proceso
socializador, responsable de la transmisión de
la cultura en la formación del individuo. La
educación tiene como elemento central la
formación de la personalidad sobre la base de
una concepción pedagógica determinada.
Tiene como núcleo esencial la formación de
los valores morales.
Esta concepción hace referencia a la educación
que se desarrolla en la escuela, como
institución responsabilizada del encargo social
que le concede el Estado, lo cual no significa
que se olvide el papel educativo de los
restantes agentes sociales; la familia, la
comunidad, los medios de comunicación
masiva, entre otros.
La educación como fenómeno social
históricamente condicionado, es núcleo del
proceso de socialización que influye de forma
decisiva en la formación de la personalidad, en
su preparación para la vida, como señalara
José Martí. Debe prepararlo para afrontar las
exigencias sociales y personales que se le
presentan en cada etapa de la vida, debe
formarlo para que sea capaz de integrarse a la
sociedad siéndole útil.
Báxter, E no comparte esta concepción. En su
libro ¿Cuándo y cómo educar en valores?,
plantea que “existen diferentes tendencias y
concepciones sobre los problemas de la
formación del hombre, hay quien la concibe
como la función evolutiva del hombre, sin
tener en cuenta el resto de los factores o
agentes sociales que participan en esta
formación.” (Báxter, E 2017, p.103) Los
pedagogos cubanos comprenden la formación
del hombre como el objetivo de la educación
en su concepción más amplia.
En esta concepción, la formación del hombre
es considerada como la unidad entre el ser, el
pensar y el actuar, una acción que une tres
componentes esenciales: cognoscitivo, afectivo
volitivo e ideológico. Lo antes expuesto
permite afirmar que la educación va dirigida a
la formación del hombre, es el proceso que
conduce a ello, y la formación es el resultado
de la educación recibida, que se manifiesta en
el modo de actuar de cada hombre o mujer.
Desde esta concepción se asume que la
formación ciudadana es el resultado del
proceso de educación ciudadana.
Venet, R. (p.103) en su tesis de grado, define
el concepto de formación ciudadana como:
“Proceso continuo y sistemático de
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apropiación individual de un sistema de
saberes y valores que determinan la posición
vital activa y creativa del sujeto social e
individual ante la vida pública y se expresa en
las relaciones que establece en los espacios de
convivencia”.
Estos aspectos están contenidos en la
definición que Silva, R nos brinda de
formación ciudadana: “La formación
ciudadana forma parte del proceso de
socialización que se desarrolla en la sociedad,
con la finalidad de conformar personalidades
capaces de convivir y participar en el
desarrollo social, desde una perspectiva
consciente y auto-regulada, ética, política y
jurídicamente.” (Silva, R 2015, p.103) La
formación ciudadana es parte indisoluble del
proceso de socialización, por medio del cual, el
hombre o la mujer, crean y asimilan la cultura
legada por otras generaciones, devienen
personalidades integradas social y
culturalmente, se convierten en seres capaces
de convivir y participar en la sociedad como
sujetos activos, conscientes, que responden a
determinados intereses de clase desde la
integración de, lo ético, lo político y lo
jurídico.
La concepción de la EPVC como nueva
disciplina del sistema educativo cubano. Las
Dras.C Nancy Chacón Arteaga y coautores:
DraC. Regla Silva, Dra. C. Olga R. Cabrera:
En Cuba el fortalecimiento de la Educación
Ciudadana es un objetivo estratégico
estrechamente vinculado al desarrollo cultural,
educacional e ideo político, del pueblo desde
el mismo triunfo de la Revolución, con la
realización de la gigantesca campaña de la
alfabetización que culminó con la Declaración
de Cuba como 1er país Libre de analfabetismo
en la región de la América Latina y el Caribe el
22 de diciembre de 1961.
Este fue un momento trascendental que creó
las bases del creciente e ininterrumpido
desarrollo e institucionalización del sistema
educativo cubano en la Educación general,
politécnica y laboral, así como de la Educación
superior con que cuenta el país en la
actualidad.
Este proceso formativo tiene como vía esencial
a la socialización por medio de las
convivencias, las participaciones y las
interacciones en el tejido social, por lo cual es
un proceso que trasciende el ámbito
académico, curricular y áulico, en el sentido
pedagógico para extenderse al contexto y a la
praxis social en la participación y ejercicio de
la democracia, para todo ello el ciudadano
apela a la cultura integral asimilada, donde los
conocimientos habilidades y competencias en
los modos de actuación y desempeños son
esenciales.
La Educación para la vida ciudadana es un
filtro de la integración de la cultura y saberes,
mediatizado por las condiciones internas, la
individualidad, las historias de vida personales,
los sentidos y proyectos de vida de los
ciudadanos. Al respecto el documento
partidista citado precisa el interés de la política
educacional cubana sobre la importancia de:
“Educar a los ciudadanos en las tradiciones
revolucionarias, laborales, y culturales de
nuestro pueblo,
Estos elementos señalados tienen la raíz de una
visión futurista hacia el ejercicio de una
ciudadanía global, en la internacionalización o
mundialización de la solidaridad, la
colaboración entre países, e incluso pasa por el
escabroso tema de la emigración e inserción de
los ciudadanos de cada país en otros contextos
y asimilar desde su cultura ciudadana la
multiculturalidad de otros contextos en los
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cuales se insertan en la convivencia y
participación.
La nueva Constitución de la República de
Cuba aprobada por la Asamblea Nacional del
Poder Popular el 24 de febrero 2019, previa
consulta y referéndum popular, así como las
nuevas leyes que refrendan la implementación
de sus articulados, respaldan los cambios y
transformaciones, amplían el alcance de los
deberes y derechos, la democracia y la justicia
con equidad, con una concepción de avanzada
que reconoce el desarrollo alcanzado en todas
las esferas en el país desde una mirada jurídico
constitucional.
Estos elementos que conciernen al ciudadano y
a la vida ciudadana en Cuba, apuntan al peso e
importancia que tiene la Educación para la
Vida Ciudadana en el sistema educativo
cubano, en la formación de sus profesionales,
en la Educación superior y en particular en la
formación pedagógica de los profesionales de
la educación.
La importancia que tienen estos aspectos
educativos es que en la medida en que se
aprehenden forman parte del sentido de la
vida, de los proyectos de vida personales y de
las aspiraciones de los educandos. Este es un
indicador de los aprendizajes y de los niveles
de educación que van madurando en la persona
expresado en su desarrollo como ser humano al
que contribuye la educación socializadora que
va conformando su ideología, las cualidades y
sentimientos que lo distinguen en la
individualidad de su personalidad.
En el Sistema Nacional de Educación, los
contenidos de los programas de estudios de las
Ciencias Sociales y Humanidades, la
Educación para la vida ciudadana, hacen una
contribución significativa al proceso de
formación de una, fundamentado en la
ideología de la Revolución cubana en su
continuidad y participación ciudadana en los
procesos de perfeccionamiento continuo de la
sociedad.
La educación cubana para la vida ciudadana se
ha visto muy influenciada por la concepción
histórico- cultural sustentada por Vygotsky
(Pensamiento y Lenguaje.) y El desarrollo de
los procesos psicológicos superiores (P. 94).
La cual manifiesta:
“una unidad, con la forma como se
interpreta al hombre, en el contexto de
sus relaciones sociales, el desarrollo
humano se produce mediante procesos
de orientación educativa e intercambio
del conocimiento en un medio
comunicativo y social (la cultura). Es
decir, el principal vehículo de esos
procesos es considerado un eje de
soporte estratégico y vital en la
afirmación de que la enseñanza conduce
al desarrollo y evita la ignorancia; y es
lo que influye decisivamente en la
práctica de los conocimientos de la
cultura”.
En esta concepción, el entorno social no es una
simple condición que favorece u obstaculiza el
aprendizaje y el desarrollo individual: es una
parte intrínseca del propio proceso y define su
esencia misma, a partir de la ley general de la
formación y desarrollo de la psiquis humana,
formulada por Lev S. Vygotsky todas las
funciones psicológicas superiores se originan
como relaciones entre los seres humanos.
Según esta ley de la doble formación, que
constituye el fundamento básico de la escuela
histórico-cultural, el desarrollo humano sigue
una pauta que va de lo externo, social e
intersubjetivo, hacia lo interno, individual e
intrasubjetivo.
A partir de los enfoques anteriores las autoras
infieren tomando como punto de partida la
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concepción histórico-cultural de Vygotsky e
incursionando desde el ejercicio personal de
“Chacón Arteaga”. Educación Ciudadana para
la vida está dada en:
La capacidad de transformación cultural del
hombre, ofrece el instrumento desarrollador e
instructivo sobre la base de la metodología
para resolver los problemas haciendo más
eficiente su impacto y encargo social,
permitiendo jerarquizar sus aspiraciones y
tendencias personales y conduciendo a éxitos
del desempeño; adquieren plena vigencia en el
seno de la sociedad que los retorna, orienta e
impulsa y están presentes como conceptos
prácticos sustentados en toda la teoría
dialéctica en su amplio trascurso por la
educación integral como ser humano.
Conclusión
La propuesta del trabajo concebido sobre la
base de los fundamentos filosóficos,
psicológicos, sociológicos y pedagógicos,
constituye un complemento a la vía efectiva,
amena e interesante que permitió ampliar los
conocimientos acerca de la historia de la
Educación ciudadana en “Cuba” y sus desafíos
en el siglo XXI; no ha desaparecido , es claro
visualizar su futuro con una serie de
transformaciones, propias de este nuevo
enfoque; sin embargo, estos cambios no han
sido totalmente asimilados en su totalidad,
puesto que chocan de manera seria con la
cultura y las costumbres de nuestro país. Al
respecto, al ser un país de una vasta
composición multicultural, los cambios y las
transformaciones sobre nuevas formas de
entender la realidad se han visto un poco
pausados, debido a que ha arrastrado estos
cambios y su aplicación dentro del proceso
social no ocurre de manera sistemática y
completa, quedando en un amplio espacio, sin
darles una solución.
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