
Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No.6.1
Edición Especial UPSE 2025
Página 590
Por otra parte, en términos de rendimiento
académico se mostró un incremento en las
calificaciones de los talleres y pruebas
ejecutadas, estos datos cuantitativos resaltan el
papel de la narrativa para promover
aprendizajes significativos (Bruner, 1988;
Egan, 1988) El aula estuvo mucho más
participativa y activa con el tema estudiado,
esto fue lo evidenciado en las observaciones
directas, al momento de crear sus relatos los
educandos se mostraron prestos a trabajos y a
colaborar con los compañeros, pues idear un día
en el contexto histórico los hizo trasladarse y
viajar en el tiempo, aquello rompe la rutina del
ejercicio netamente memorista tradicional,
asimismo los estudiantes indicaron estar
interesados por saber más del tema, despertar la
curiosidad y el método investigativo es un plus
que nos brinda este método de forma colateral,
se puede indicar entonces que este hallazgo
cualitativo refuerza una metodología activa que
conecte los contenidos aprendidos con el
contexto histórico promoviendo una
apropiación de los contenidos (Vygotsky, 1978)
Bruner (1988) señala que el género narrativo
está constituido por esa marcación espacio-
tiempo, los cuentos de los otros en tiempos
pasados, los cuentos propios en el presente, y
que para aquello indica no haber certeza, pero sí
un motivo esencial en el porqué de narrar. El
presente estudio se alinea a dicha postura, pues
se es capaz de escribir algo cuando se lo
entiende en todas sus magnitudes, luego lo
asociamos a hechos propios y entonces
podemos formar un cuento o diario cotejando
información propia y ajena. De esta forma se
desarrolla mayor interés y comprensión sobre
los temas estudiados. Asimismo, Egan (1988)
destaca que las narrativas han encontrado
aplicación práctica en dos áreas del campo de la
educación, ambas vinculadas con la acción
«contarle a alguien que ha sucedido algo» de
manera tácita está primero la asimilación de ese
algo que ha sucedido para luego poder contarlo.
Los resultados mostraron que el cuento y el
diario babilónico involucran a los estudiantes,
haciéndolos actores de la historia y mejorando
su disposición hacia la asignatura. Por otra
parte existen enfoques distintos a lo expuesto
en esta investigación, es el caso de Kirschner et
al. (2006) los cuales argumentan que las
metodologías de exploración y que conlleven
una menor orientación por parte del docente
guía puede llevar a sobrecarga cognitiva
afectando de esta forma el aprendizaje, si bien
estos autores hacen la crítica mayormente
aplicadas a las ciencia y las matemáticas
podemos cotejar y/o extrapolar al contexto de
Estudios Sociales dada la realidad palpable, sin
embargo, la teoría dada por estos autores llega a
un balance educativo en la actividad que
propone la presente investigación dado que en
todo momento existe la guía del docente en
términos de ubicación en el tiempo, y que más
bien esta actividad lejos de tener un resultado
negativo -como lo indican estos autores- hemos
evidenciado tanto en lo cuantitativo como en lo
cualitativo los resultados positivos. Esto nos
permitió demostrar que, en cambio, hubo un
aprendizaje significativo y ordenado. Por tanto,
si el docente planifica la intervención y orienta
las tareas, las herramientas narrativas pueden
llegar a ser altamente efectivas y muy ajustables
a la realidad de los educandos de octavo grado
sin caer en excesos de desorden o dispersión.
Los datos cuantitativos y cualitativos refuerzan
que la narrativa es un método valioso en la
enseñanza de Estudios Sociales, y que además
ayuda a facilitar la comprensión de contenidos
históricos de mediana o avanzada complejidad,
incluso incrementa el compromiso y la
motivación de los estudiantes. Aunque existan
enfoques distintos a este tipo de metodología, el
presente estudio aporta evidencias de su utilidad