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limitadas, pero sin dejar de tener de sí mismo un
valor positivo de él y su imagen, lo que le va a
permitir seguridad en su actuar, autonomía y ser
espontáneo, es decir formar una autoestima
adecuada, favoreciendo un globalizado
desarrollo.
Para Bucher, (1982), ser tolerante evita
frustrarse, dado que facilita la aceptación de sus
limitaciones y lo importante que se esforzará
para superar. Así como saber esperar hasta que
le toque el turno, dado que la vehemencia se da
en los primeros años; siendo natural, pero no se
debe dejar pasar para lograr la capacidad de
tolerancia en su vida cotidiana.
El aceptarse para Bucher, (1982), lleva al
respeto de sí y los otros, dado que los niños
tienen iniciativa diferente, proponen diversas
situaciones buenas y no muy buenas, pero se les
forma para ser tolerantes asumir en democracia
las opiniones, de tal forma que propicie el
diálogo, el comunicarse, la expresión y logren
integrarse, logrando una buena convivencia
desde la escucha, que favorezca expresar
sentimientos y manejo del control de las
mismas.
Así manifiesta para Zamudio G, (2006) que
toda sesión psico –motriz se debe establecer en
un orden didácticamente secuenciado, teniendo
en cuenta si esquema corpóreo, según su interés
y necesidad, para viabilizar el hacer bien las
cosas y que puede hacerlas.
El aprendizaje
Desde la perspectiva de Feldman D, (2005), la
persona cambia en forma relativa el
comportamiento, desde las experiencias
vivenciadas y este proceso conlleva a una
transformación de la conducta que se perdura en
el tiempo, pero desde la práctica.
Feldman D, (2005), refiere que las personas
vinculamos el aprendizaje con lo personal, de
tal forma que se producirá la motivación de
aprender, con mucho esfuerzo, pero cuenta y da
utilidad a su memoria, atención, que contribuye
en el razonamiento tanto lógico como abstracto,
con todas las instrumentales cerebrales.
Según Hilgard Ernest (1973) refiriéndose al
aprendizaje, expresa que este procesamiento
tiene su origen en todas las actividades, donde
se va modificando teniendo en cuenta no
necesariamente al crecimiento o el estado como
se encuentre.
Para Hebb (1949), en lo relacionado al
aprendizaje, expresa que su sustento es la
neurofisiología, en el sentido que es compleja la
función cerebral, así tenemos que los neonatos
tiene un peso cerebral de 350 gramos, a pesar
que su sistema neuronal no cesa de reproducirse
en los tres primeros años; así tenemos que la
mayoría de recepción y expansión de los datos
adquiridos, los clasifica y archiva para que se
encuentren con disponibilidad en cualquier
momento. Dado que justamente la hipótesis que
presentan Hoppensteadt, Frank C., Izhikevich,
Eugene M (1977) donde el aprendizaje es la
acción de disponer del bagaje de recursos y
conocimiento, así pues, se vislumbra desde la
neurofisiología, que se presentan en el
individuo las sinapsis de conexiones
neuronales.
Tenemos por Zamudio G, (2006), que todo
aprendizaje es resultado de fortalecer o
abandonar la sinapsis neuronal, donde se
modifica en lo referente a local, dependiendo
del accionar de potencial eléctrico neuronal,
dando como consecuencia el pre – sinapsis y
post – sinapsis. Por ello este proceso que es
pausado modifica la sináptica y los potenciales
eléctricos que son las que dan alerta a las
neuronas; pero cuando estas están inactivas