Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 8
Agosto 2025
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IMPACTO DE LOS ENTORNOS VIRTUALES DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE EN EL
DESARROLLO DE COMPETENCIAS EMPRENDEDORAS EN LA FORMACIÓN TÉCNICA
PROFESIONAL
IMPACT OF VIRTUAL TEACHING-LEARNING ENVIRONMENTS ON THE DEVELOPMENT
OF ENTREPRENEURIAL SKILLS IN TECHNICAL-VOCATIONAL TRAINING
Autores: ¹Jorge Ronald Castro Brito y
2
Dayron Rumbaut Rangel.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0008-0193-8734
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0001-9087-0979
¹E-mail de contacto: jrcastrobl@ube.edu.ec
²E-mail de contacto: drumbautr@ube.edu.ec
Afiliación:
1*2*
Universidad Bolivariana del Ecuador, (Ecuador).
Articulo recibido: 12 de Agosto del 2025
Articulo revisado: 14 de Agosto del 2025
Articulo aprobado: 25 de Agosto del 2025
¹Maestrante de la Maestría en Pedagogía con mención en Formación Técnica y Profesional de la Universidad Bolivariana del Ecuador,
(Ecuador).
²Licenciado en Ciencias de la Computacion graduado de la Universidad Central Marta Abreu de la Villas, (Cuba). Magíster en Tecnología e
Innovación Educativa graduado en la Universidad Tecnológica Ecotec, (Ecuador). Docente de la Universidad Bolivariana del Ecuador,
(Ecuador).
Resumen
El presente estudio analizó el impacto de los
entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje en el
desarrollo de competencias emprendedoras en
estudiantes de formación técnica profesional.
Bajo un enfoque cuantitativo, se aplicó un pre-test
y un post-test a una muestra de 150 estudiantes,
complementados con pruebas de chi-cuadrado y
análisis de varianza (ANOVA). Los resultados
revelaron incrementos significativos en las
dimensiones de creatividad, iniciativa, toma de
decisiones, autogestión y trabajo colaborativo,
con diferencias de hasta 37 puntos porcentuales
tras la implementación de la propuesta
metodológica en entornos virtuales. Las pruebas
inferenciales confirmaron asociaciones
estadísticamente significativas (p < 0.05) entre el
uso de entornos virtuales y la mejora de
competencias emprendedoras, destacando la
importancia de estas herramientas digitales como
mediadoras del aprendizaje activo y colaborativo.
La validación del instrumento por parte de
expertos fortaleció la confiabilidad de los datos,
garantizando la pertinencia y la claridad de los
ítems evaluados. Además, los estudiantes
manifestaron percepciones positivas sobre la
flexibilidad y la autonomía que ofrecen estos
entornos, así como sobre la relevancia de las
actividades prácticas y colaborativas para su
formación profesional. Estos hallazgos permiten
concluir que los entornos virtuales no solo
garantizan la continuidad educativa, sino que
también impulsan el desarrollo integral de
competencias clave para la cultura emprendedora
y la inserción laboral. Se recomienda profundizar
en estudios longitudinales y en el análisis de
variables contextuales para maximizar el
potencial de los entornos virtuales en la
educación técnica profesional.
Palabras clave: Entornos virtuales,
Competencias emprendedoras, Formación
técnica profesional.
Abstract
This study analyzed the impact of virtual
teaching-learning environments on the
development of entrepreneurial skills in
vocational training students. Using a quantitative
approach, a pre-test and post-test were
administered to a sample of 150 students,
complemented by chi-square tests and analysis of
variance (ANOVA). The results revealed
significant increases in the dimensions of
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creativity, initiative, decision-making, self-
management, and collaborative work, with
differences of up to 37 percentage points after
implementing the methodological proposal in
virtual environments. Inferential tests confirmed
statistically significant associations (p < 0.05)
between the use of virtual environments and the
improvement of entrepreneurial skills,
highlighting the importance of these digital tools
as mediators of active and collaborative learning.
Validation of the instrument by experts
strengthened the reliability of the data, ensuring
the relevance and clarity of the items evaluated.
Furthermore, students expressed positive
perceptions about the flexibility and autonomy
offered by these environments, as well as the
relevance of practical and collaborative activities
to their professional development. These
findings allow us to conclude that virtual
environments not only ensure educational
continuity but also promote the comprehensive
development of key competencies for
entrepreneurial culture and job placement.
Further longitudinal studies and the analysis of
contextual variables are recommended to
maximize the potential of virtual environments in
vocational technical education.
Keywords: Virtual environments,
Entrepreneurial competencies, Vocational
technical training.
Sumário
Este estudo analisou o impacto de ambientes
virtuais de ensino-aprendizagem no
desenvolvimento de competências
empreendedoras em estudantes de formação
profissional. Utilizando uma abordagem
quantitativa, foram aplicados um pré-teste e um
pós-teste a uma amostra de 150 estudantes,
complementados por testes qui-quadrado e
análise de variância (ANOVA). Os resultados
revelaram aumentos significativos nas dimensões
de criatividade, iniciativa, tomada de decisão,
autogestão e trabalho colaborativo, com
diferenças de até 37 pontos percentuais após a
implementação da proposta metodológica em
ambientes virtuais. Testes inferenciais
confirmaram associações estatisticamente
significativas (p < 0,05) entre o uso de ambientes
virtuais e o aprimoramento das competências
empreendedoras, destacando a importância
dessas ferramentas digitais como mediadoras da
aprendizagem ativa e colaborativa. A validação
do instrumento por especialistas reforçou a
confiabilidade dos dados, garantindo a relevância
e a clareza dos itens avaliados. Além disso, os
estudantes expressaram percepções positivas
sobre a flexibilidade e a autonomia oferecidas por
esses ambientes, bem como a relevância de
atividades práticas e colaborativas para seu
desenvolvimento profissional. Esses resultados
nos permitem concluir que os ambientes virtuais
não apenas garantem a continuidade educacional,
mas também promovem o desenvolvimento
integral de competências-chave para a cultura
empreendedora e a inserção profissional. Estudos
longitudinais adicionais e a análise de variáveis
contextuais são recomendados para maximizar o
potencial dos ambientes virtuais na educação
técnica profissional.
Palavras-chave: Ambientes virtuais,
Competências empreendedoras, Formação
técnica profissional.
Introducción
El acelerado avance de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC) ha
transformado significativamente los procesos
educativos en todo el mundo, generando un nuevo
paradigma en la enseñanza y el aprendizaje. Estas
herramientas tecnológicas han permitido superar
las limitaciones temporales y espaciales de la
educación tradicional, abriendo posibilidades
para democratizar el conocimiento y fomentar
experiencias educativas más flexibles y adaptadas
a las demandas de un entorno globalizado y
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cambiante (García et al., 2018). En este sentido,
los entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje
emergen como plataformas interactivas y
dinámicas que integran diversos recursos
multimedia, espacios de interacción sincrónica y
asincrónica, y herramientas de evaluación
formativa, constituyendo así un medio propicio
para la formación técnica profesional. Este tipo de
entornos permiten que los estudiantes accedan a
contenidos de manera autónoma, colaboren con
sus compañeros en espacios virtuales y
desarrollen habilidades prácticas y conceptuales
fundamentales para su inserción laboral y para su
desarrollo personal. Además, contribuyen a la
creación de comunidades de aprendizaje que
trascienden las barreras físicas y temporales,
posibilitando la formación de redes de
colaboración y la adquisición de competencias
digitales que son esenciales en el mundo laboral
contemporáneo (Salinas, 2020).
Los entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje
han emergido como alternativas innovadoras que
propician experiencias de aprendizaje más
significativas y adaptadas a las necesidades
individuales y colectivas de los estudiantes,
permitiéndoles explorar diversas formas de
acceder, procesar y aplicar el conocimiento
(Cobo, 2016). Estos entornos no solo facilitan la
transmisión de información y la gestión de
contenidos académicos, sino que también generan
oportunidades para la reflexión crítica, la
resolución de problemas y la creatividad,
aspectos esenciales en el desarrollo de
competencias emprendedoras (Area et al., 2016).
Su importancia radica en que permiten un
aprendizaje centrado en el estudiante, donde este
asume un rol activo en su proceso formativo,
interactuando con recursos variados y con otros
actores educativos. De este modo, se construye un
entorno que estimula la autonomía, la capacidad
de investigación y la autogestión del
conocimiento, factores determinantes para la
formación de futuros profesionales capaces de
adaptarse a un mundo laboral cada vez más
complejo e incierto.
Diversos estudios señalan que las competencias
emprendedoras no solo son fundamentales para la
creación de empresas y el fomento de la cultura
empresarial, sino también para la inserción
laboral y el desempeño efectivo en un entorno
económico y social caracterizado por la
volatilidad y la incertidumbre (European
Commission, 2016). Estas competencias
comprenden la identificación de oportunidades, la
gestión de recursos limitados, la asunción de
riesgos calculados y el liderazgo en proyectos
innovadores, entre otras habilidades esenciales
que demandan los sectores productivos (Lans et
al., 2014). Por ello, resulta imprescindible que la
formación técnica profesional contemple
estrategias pedagógicas que integren el desarrollo
de estas competencias, considerando que el
emprendimiento no se limita a la creación de
nuevas empresas, sino que también implica una
actitud proactiva, resiliente y creativa frente a los
desafíos laborales y sociales. Los entornos
virtuales, al permitir la simulación de escenarios
empresariales y la creación de proyectos
colaborativos, se presentan como recursos
idóneos para este propósito, pues ofrecen un
espacio seguro y flexible para el ensayo y la
experimentación de ideas innovadoras (Muñoz et
al., 2019).
La formación técnica profesional tiene como
propósito esencial dotar a los estudiantes de
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conocimientos específicos y habilidades prácticas
que respondan a las demandas del mercado
laboral y a las necesidades socioeconómicas de
sus comunidades (CEPAL, 2020). Sin embargo,
las demandas de la globalización y la constante
transformación de los sectores productivos
exigen que estos conocimientos técnicos se
complementen con competencias transversales
como la creatividad, la adaptabilidad y la
iniciativa emprendedora (Sánchez et al., 2018).
En este contexto, los entornos virtuales de
enseñanza-aprendizaje emergen como
herramientas que no solo facilitan el acceso a los
contenidos técnicos, sino que también fomentan
la reflexión crítica, la solución de problemas
reales y la creación de proyectos colaborativos
con impacto social. Estas capacidades, más allá
de las competencias técnicas, constituyen un
factor diferenciador para los futuros profesionales
técnicos, quienes deben enfrentar entornos
laborales que valoran cada vez más la capacidad
de innovación y de trabajo en equipo (García et
al., 2018).
Además, la pandemia de COVID-19 aceleró de
manera significativa la adopción de entornos
virtuales en la educación técnica profesional,
obligando a las instituciones educativas a
repensar sus estrategias pedagógicas y a innovar
en el uso de herramientas digitales (Marín et al.,
2021). Este cambio, inicialmente concebido
como una respuesta de emergencia para
garantizar la continuidad de los procesos
educativos, puso de manifiesto las ventajas de los
entornos virtuales como espacios que no solo
permiten la entrega de contenidos teóricos, sino
que también fortalecen competencias clave como
la autonomía, la resiliencia y la capacidad de
adaptación (Cabero y Llorente, 2020). Estos
elementos son especialmente relevantes en el
desarrollo de competencias emprendedoras, ya
que permiten a los estudiantes explorar diferentes
estrategias, gestionar recursos virtuales y asumir
un papel activo en la creación de soluciones a
problemas reales y complejos, simulando de
manera segura y efectiva el entorno empresarial y
sus desafíos.
La literatura especializada ha documentado cómo
los entornos virtuales pueden ser diseñados de
manera intencional y estratégica para fomentar
competencias emprendedoras mediante
metodologías activas como el aprendizaje basado
en proyectos, el aprendizaje colaborativo y la
simulación de escenarios empresariales (Ruiz y
Méndez, 2021). Estas metodologías no solo
promueven la participación activa y el
compromiso de los estudiantes, sino que también
los convierten en protagonistas de su propio
proceso formativo, fomentando así el desarrollo
de habilidades como el liderazgo, la toma de
decisiones y la innovación, todas ellas esenciales
para enfrentar las demandas de un entorno laboral
dinámico y competitivo (Gómez et al., 2019).
Además, estas estrategias permiten a los
estudiantes experimentar con ideas innovadoras,
recibir retroalimentación constante y reflexionar
sobre sus procesos de aprendizaje, lo cual
contribuye a la consolidación de una mentalidad
emprendedora desde las primeras etapas de su
formación.
A pesar de las evidencias teóricas y empíricas que
resaltan el impacto positivo de los entornos
virtuales en la formación técnica profesional y en
el desarrollo de competencias emprendedoras,
persiste la necesidad de investigaciones que
profundicen en la relación entre estas
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herramientas digitales y las habilidades
emprendedoras específicas que demanda el
mercado laboral contemporáneo (Marulanda y
López, 2021). Esta necesidad surge de la
importancia de fundamentar las prácticas
educativas en datos concretos y en el análisis
crítico de las percepciones y experiencias de los
estudiantes, a fin de garantizar que las estrategias
pedagógicas implementadas respondan de
manera efectiva a las realidades y desafíos del
sector productivo. Por ello, el presente artículo
tiene como objetivo principal analizar el impacto
de los entornos virtuales de enseñanza-
aprendizaje en el desarrollo de competencias
emprendedoras en estudiantes de formación
técnica profesional, contribuyendo así al diseño
de estrategias pedagógicas más contextualizadas
e innovadoras que promuevan la cultura
emprendedora y potencien la empleabilidad de
los egresados.
La estructura de este artículo contempla, además
de esta introducción detallada, un marco teórico
exhaustivo que aborda los conceptos
fundamentales y las investigaciones más
relevantes en torno a las competencias
emprendedoras y los entornos virtuales de
enseñanza-aprendizaje. También se incluye una
sección metodológica que describe el enfoque, las
cnicas de recolección de datos y el análisis
estadístico realizado, seguida por la presentación
y discusión de los resultados obtenidos, los cuales
permitirán comprender las percepciones y
experiencias de los estudiantes respecto al tema.
También se presentan conclusiones que destacan
las principales implicaciones de la investigación,
así como recomendaciones para futuras
investigaciones y para la implementación de
estrategias didácticas que integren de manera
efectiva los entornos virtuales y el desarrollo de
competencias emprendedoras en la formación
técnica profesional. De esta manera, se espera que
este estudio contribuya a fortalecer la calidad
educativa y a consolidar la cultura emprendedora
como un eje transversal en la formación de los
técnicos del futuro.
La formación de competencias emprendedoras
constituye uno de los ejes más relevantes en la
educación técnica profesional, dada la necesidad
de preparar a los estudiantes para enfrentar
escenarios económicos y sociales cada vez más
complejos y competitivos. Estas competencias,
entendidas como el conjunto de conocimientos,
habilidades, actitudes y valores que permiten a las
personas identificar oportunidades, generar ideas
creativas y transformarlas en proyectos viables y
sostenibles, son consideradas un elemento
esencial para el crecimiento económico y el
progreso social (European Commission, 2016).
El fomento de estas competencias no solo se
limita a la creación de empresas, sino que también
implica la capacidad de liderar equipos, de
adaptarse a entornos cambiantes y de gestionar
recursos con eficacia. Su integración en los planes
de estudio de la formación técnica representa un
desafío constante, ya que demanda repensar los
enfoques pedagógicos tradicionales y adoptar
estrategias más flexibles y participativas que
respondan a las dinámicas actuales del mercado
laboral y a las necesidades de desarrollo local y
regional (Lans et al., 2014). En este sentido, la
consolidación de competencias emprendedoras se
perfila como un factor clave para garantizar la
pertinencia y calidad de la educación técnica y
para promover la empleabilidad de los egresados,
quienes requieren habilidades que trasciendan los
contenidos técnicos específicos y que les
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permitan desenvolverse de manera proactiva y
creativa en sus futuros entornos profesionales.
Dentro de las múltiples dimensiones que
configuran las competencias emprendedoras,
destacan habilidades como la creatividad, la
iniciativa, la autogestión, la toma de decisiones,
el liderazgo y la resiliencia, aspectos que resultan
fundamentales para el desempeño de los técnicos
en el mundo laboral actual (Marulanda y López,
2021). Estas competencias permiten a los
estudiantes desarrollar no solo la capacidad de
generar nuevas ideas y oportunidades, sino
también de organizar recursos y procesos de
manera eficiente, asumir riesgos calculados y
adaptarse a los constantes cambios que
caracterizan los mercados globales. Además,
fomentan la construcción de redes de
colaboración y la gestión de proyectos
innovadores, competencias que tienen un impacto
directo en la empleabilidad y en la capacidad de
los graduados para aportar valor a sus
comunidades y organizaciones (Muñoz et al.,
2019). De ahí que la formación técnica
profesional deba considerar el desarrollo de estas
habilidades como un eje transversal en sus
programas, integrándolas de manera articulada
con los contenidos específicos de cada
especialidad y con las demandas del entorno
productivo.
Por otro lado, los entornos virtuales de
enseñanza-aprendizaje han adquirido un rol
protagónico en la educación contemporánea,
ofreciendo un espacio flexible, dinámico y
adaptativo para la construcción de aprendizajes
significativos (Salinas, 2020). Estos entornos
digitales, caracterizados por la integración de
recursos multimedia, herramientas interactivas y
espacios de comunicación asincrónica y
sincrónica, permiten superar las limitaciones de la
presencialidad y ofrecen nuevas oportunidades
para el desarrollo de competencias
emprendedoras. En este contexto, los estudiantes
pueden acceder a contenidos actualizados y
personalizados, participar en foros de discusión,
colaborar con sus compañeros en proyectos
colectivos y recibir retroalimentación constante
de sus docentes (Cobo, 2016). Estas
características hacen de los entornos virtuales un
escenario privilegiado para fomentar la
autonomía, la creatividad y la capacidad de
autogestión de los estudiantes, elementos clave
para el espíritu emprendedor y para la
consolidación de perfiles profesionales
innovadores y adaptables.
Diversas investigaciones han evidenciado el
potencial de los entornos virtuales para fortalecer
las competencias emprendedoras en estudiantes
de formación técnica profesional. Por ejemplo,
Gómez et al. (2019) destacan que estos entornos
facilitan el aprendizaje basado en la resolución de
problemas y la participación en actividades que
emulan la dinámica real de los negocios,
contribuyendo así al desarrollo de habilidades
como la creatividad y la iniciativa. De igual
manera, Ruiz y Méndez (2021) señalan que la
simulación de escenarios empresariales en
plataformas virtuales permite a los estudiantes
experimentar con situaciones reales del mundo
laboral, enfrentando desafíos que requieren
análisis crítico, toma de decisiones y capacidad de
liderazgo. Estos aspectos son esenciales para
formar profesionales que no solo sean capaces de
desempeñarse en sus áreas técnicas, sino que
también puedan identificar oportunidades y
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generar proyectos innovadores que respondan a
las necesidades de sus contextos laborales.
El impacto de los entornos virtuales en la
formación de competencias emprendedoras
también está relacionado con la adopción de
metodologías activas y centradas en el estudiante.
Estrategias como el aprendizaje basado en
proyectos, el aprendizaje colaborativo y el
enfoque por competencias permiten a los
estudiantes no solo adquirir conocimientos
técnicos, sino también desarrollar habilidades
prácticas y actitudinales esenciales para la vida
profesional (Cabero y Llorente, 2020). Estas
metodologías fomentan un aprendizaje
participativo, donde el estudiante asume un rol
protagónico en la construcción de su
conocimiento y en la gestión de sus propios
procesos formativos. En este sentido, los entornos
virtuales ofrecen un marco idóneo para
implementar estas estrategias, ya que permiten la
gestión autónoma de tiempos y recursos, la
interacción con diversas fuentes de información y
la colaboración con compañeros y docentes en
entornos mediados por tecnología.
La pandemia de COVID-19 ha puesto de
manifiesto la importancia de los entornos
virtuales en todos los niveles educativos,
acelerando su adopción y consolidándolos como
una herramienta indispensable para garantizar la
continuidad y la calidad de los procesos
formativos (Marín et al., 2021). En el ámbito de
la formación técnica profesional, esta situación ha
demostrado que los entornos virtuales pueden
convertirse en espacios que no solo aseguran el
acceso a contenidos técnicos, sino que también
promueven la adquisición de habilidades
emprendedoras como la resiliencia, la flexibilidad
y la capacidad de adaptación (García et al., 2018).
Estos elementos, fundamentales para enfrentar
los retos del mercado laboral actual, refuerzan la
necesidad de que las instituciones educativas
diseñen estrategias que integren de manera
efectiva los entornos virtuales en sus programas
de formación, asegurando que estos espacios
digitales contribuyan al desarrollo integral de los
estudiantes.
No obstante, la implementación de entornos
virtuales en la educación técnica profesional
enfrenta desafíos significativos que deben ser
abordados para maximizar su impacto positivo.
Entre estos desafíos se encuentran las
desigualdades en el acceso a las tecnologías, la
brecha digital que afecta a estudiantes y docentes,
y la necesidad de capacitar a los educadores en el
uso pedagógico de las herramientas digitales
(CEPAL, 2020). Estos factores pueden limitar el
potencial de los entornos virtuales para fortalecer
las competencias emprendedoras si no se abordan
mediante políticas y acciones concretas que
garanticen la equidad y la calidad en el proceso
educativo. Asimismo, es fundamental considerar
las características particulares de los programas
técnicos y de los contextos locales, para adaptar
los contenidos y las actividades a las necesidades
reales de los estudiantes y a las demandas del
sector productivo (Sánchez et al., 2018).
En este marco teórico se reconoce que el análisis
de la relación entre entornos virtuales de
enseñanza-aprendizaje y competencias
emprendedoras en la formación técnica
profesional es un tema de gran relevancia para la
consolidación de estrategias pedagógicas que
respondan a las exigencias del mercado laboral y
a las expectativas de los estudiantes (Marulanda
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y López, 2021). Comprender cómo estas
herramientas tecnológicas inciden en el
desarrollo de competencias emprendedoras
permitirá a las instituciones educativas fortalecer
sus programas formativos y diseñar planes de
estudio que integren de manera equilibrada la
formación técnica y el fomento de la creatividad,
la innovación y la iniciativa empresarial. De esta
manera, se contribuirá no solo a la mejora de la
calidad educativa, sino también a la formación de
profesionales capaces de generar valor en sus
comunidades y de enfrentar los desafíos de un
mundo laboral cada vez más competitivo y
cambiante.
Materiales y Métodos
El presente estudio se desarrolló bajo un enfoque
cuantitativo, ya que se fundamentó en la
recolección y el análisis estadístico de datos
numéricos con el propósito de verificar
empíricamente la hipótesis planteada. Se
aplicaron pruebas objetivas antes y después de
una intervención pedagógica en entornos
virtuales, lo que permitió establecer relaciones de
causalidad entre las variables consideradas. De
acuerdo con Hernández et al. (2014), el enfoque
cuantitativo permite analizar con precisión el
comportamiento de variables medibles y
generalizar los resultados a partir de una muestra
representativa. El tipo de investigación fue cuasi-
experimental, de diseño pretest-postest con un
solo grupo, dado que se aplicó una prueba inicial
(pretest) antes de la intervención y una prueba
final (postest) posterior a la aplicación de la
propuesta metodológica basada en entornos
virtuales. El alcance del estudio fue explicativo,
ya que no solo se identificaron cambios en las
competencias emprendedoras, sino que también
se buscó establecer relaciones de dependencia
entre el uso de entornos virtuales de enseñanza-
aprendizaje y el desarrollo de dichas
competencias, proporcionando así una
comprensión profunda de los efectos de la
intervención.
La población estuvo conformada por estudiantes
de formación técnica profesional de la
Universidad Bolivariana del Ecuador, y la
muestra, seleccionada mediante un muestreo no
probabilístico intencional, incluyó a 150
estudiantes que participaron activamente durante
las 12 sesiones del programa formativo. La
elección de los participantes se basó en su
disponibilidad, acceso a tecnologías digitales y la
pertinencia del programa de formación con
respecto al objetivo del estudio. Las variables del
estudio fueron, por un lado, la variable
independiente, definida como el uso de entornos
virtuales de enseñanza-aprendizaje; y por otro
lado, la variable dependiente, identificada como
el desarrollo de competencias emprendedoras,
operacionalizada en cinco dimensiones:
creatividad, iniciativa, toma de decisiones,
autogestión y trabajo colaborativo. Estas
dimensiones fueron definidas con base en el
marco teórico propuesto por la Comisión Europea
(2016) y estudios recientes en educación técnica
(Muñoz et al., 2019; Marulanda y López, 2021).
En cuanto a los instrumentos utilizados, se diseñó
un cuestionario estructurado tipo Likert, validado
por juicio de expertos mediante el método de
Escobar y Cuervo (2008), con el fin de garantizar
la validez de contenido y la claridad de los ítems.
Este cuestionario fue aplicado en formato digital
antes y después de la intervención, permitiendo
así comparar los niveles de competencias
emprendedoras percibidos por los estudiantes.
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Adicionalmente, se emplearon herramientas
estadísticas como la prueba de chi-cuadrado y el
análisis de varianza (ANOVA) para contrastar los
resultados del pretest y postest. El procesamiento
de los datos se realizó con el software SPSS
versión 25.0, el cual facilitó la obtención de
resultados inferenciales con un nivel de
significancia del 5% (p < 0.05). El estudio se
desarrolló en tres fases metodológicas claramente
diferenciadas:
Fase de diagnóstico (Pretest): se aplicó el
cuestionario inicial para identificar el nivel
base de las competencias emprendedoras en
los estudiantes, lo que permitió establecer un
punto de partida cuantitativo y determinar las
áreas de mayor necesidad.
Fase de intervención (Propuesta): se
implementó un programa formativo de
cuatro semanas con 12 sesiones en entornos
virtuales, utilizando metodologías activas
como el aprendizaje basado en proyectos,
simulaciones empresariales, foros
colaborativos y actividades prácticas, todo
mediado por plataformas digitales que
fomentaron la participación activa y el
trabajo autónomo.
Fase de evaluación (Postest): se aplicó
nuevamente el cuestionario con el fin de
medir los cambios en las competencias
emprendedoras luego de la intervención. Esta
fase también incluyó la presentación de
proyectos ante un comi evaluador, así
como una encuesta de satisfacción y
autoevaluación para recoger las percepciones
de los estudiantes respecto a la experiencia
vivida.
Este diseño metodológico permitió no solo medir
el impacto de la intervención en términos
estadísticos, sino también generar evidencias
robustas sobre la efectividad de los entornos
virtuales como estrategia pedagógica para el
fortalecimiento de competencias emprendedoras
en la formación técnica profesional. A partir de
los hallazgos obtenidos y con el objetivo de
potenciar el desarrollo de competencias
emprendedoras en estudiantes de formación
técnica profesional, se plantea la implementación
de un programa formativo basado en Classroom.
Esta propuesta se estructura en cuatro semanas,
integrando 12 sesiones diseñadas
estratégicamente para promover la creatividad, la
iniciativa, el liderazgo y la capacidad de gestión
de proyectos, aspectos fundamentales en la
consolidación de un perfil emprendedor. Cada
sesión contempla el uso de Classroom, con el
propósito de generar un entorno dinámico,
flexible y adaptado a las necesidades de los
estudiantes. La organización de los contenidos se
basa en metodologías activas, en particular el
aprendizaje basado en proyectos y la resolución
de problemas, estrategias que, como señala
Cabero y Llorente (2020), favorecen la
participación activa y la construcción de
conocimiento significativo.
La propuesta contempla una primera fase de
diagnóstico, que tiene como objetivo identificar
las expectativas, conocimientos previos y nivel de
familiarización de los estudiantes con Classroom
y las competencias emprendedoras. Esta fase
incluye la aplicación de un breve cuestionario en
línea y el análisis de resultados para personalizar
la estrategia a las necesidades del grupo.
Posteriormente, se desarrollará la fase de
planificación y organización, en la cual se
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establecerán los objetivos específicos de cada
sesión y se diseñarán las actividades virtuales que
promuevan la reflexión crítica, la creatividad y la
capacidad de adaptación. Esta fase incorpora
también la capacitación inicial a los docentes en
el manejo pedagógico de las herramientas
tecnológicas, asegurando así la calidad y
pertinencia de las actividades propuestas y
garantizando la alineación con las competencias
emprendedoras priorizadas en la investigación
(Muñoz et al., 2019). En la fase de
implementación, cada sesión de Classroom
integrará actividades prácticas centradas en la
simulación de escenarios empresariales reales,
permitiendo a los estudiantes asumir roles, tomar
decisiones y gestionar recursos virtuales en
contextos dinámicos y competitivos. Se priorizará
el trabajo colaborativo mediante la conformación
de equipos interdisciplinarios que desarrollen
proyectos de emprendimiento con impacto social
o productivo, fortaleciendo así la dimensión ética
y social del emprendimiento. Además, se
incorporarán herramientas de retroalimentación
continua, como rúbricas de evaluación y espacios
de coevaluación entre pares, que permitirán a los
estudiantes reflexionar sobre su propio proceso
formativo y reconocer sus avances y áreas de
mejora. Este enfoque busca no solo transmitir
conocimientos técnicos, sino también consolidar
una cultura de aprendizaje autónomo y
responsable, clave para el desarrollo de la
iniciativa emprendedora (Gómez et al., 2019).
La propuesta prevé una fase de evaluación y
cierre que contempla la presentación de los
proyectos elaborados por los estudiantes ante un
comité integrado por docentes, empresarios
locales y expertos en emprendimiento. Esta
actividad busca simular un entorno real de
validación de ideas y proyectos, ofreciendo a los
estudiantes la oportunidad de defender sus
propuestas, recibir retroalimentación experta y
fortalecer su confianza y habilidades
comunicativas. Asimismo, se contempla la
aplicación de una encuesta de satisfacción y
autoevaluación para recoger las percepciones de
los participantes sobre la experiencia y su propio
desarrollo en competencias emprendedoras. Esta
retroalimentación será fundamental para ajustar y
mejorar la propuesta en futuras ediciones,
asegurando su pertinencia y efectividad como
estrategia pedagógica en la formación técnica
profesional. De esta forma, la propuesta se
presenta como una vía para articular las
potencialidades de los entornos virtuales con las
exigencias del mercado laboral actual,
consolidando un perfil técnico-profesional que
sea, al mismo tiempo, innovador, proactivo y
socialmente comprometido.
Resultados y Discusión
El análisis de los datos recolectados permitió
identificar tendencias significativas en la
percepción de los estudiantes sobre el impacto de
los entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje
en el desarrollo de competencias emprendedoras.
Inicialmente, se realizó una fase de diagnóstico en
la que se aplicó un pre-test para conocer el nivel
inicial de competencias como la creatividad, la
iniciativa, la toma de decisiones, la autogestión y
el trabajo colaborativo. Los resultados del pre-test
evidenciaron porcentajes moderados, con valores
que oscilaron entre el 40% y el 50% de los
estudiantes que consideraban poseer estas
competencias en un nivel alto. Estos datos
reflejan la necesidad de fortalecer estas
habilidades dentro del proceso formativo, dado su
papel fundamental en la inserción y el desempeño
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laboral en la formación técnica profesional.
Posteriormente, tras la implementación de la
propuesta pedagógica en los entornos virtuales
durante cuatro semanas y en 12 sesiones, se
aplicó un post-test para valorar los avances
percibidos por los estudiantes en dichas
competencias.
La tabla presentada a continuación muestra los
resultados obtenidos en el pre-test y el post-test
para cada una de las dimensiones de las
competencias emprendedoras evaluadas. En la
dimensión de creatividad, se observó un
incremento significativo, pasando de un 45% en
el pre-test a un 82% en el post-test, lo que
representa una diferencia de 37 puntos
porcentuales. De manera similar, la competencia
de iniciativa evidenció un aumento de 28 puntos
porcentuales (de 48% a 76%), mientras que la
toma de decisiones y la autogestión registraron
incrementos de 36 puntos porcentuales cada una,
situándose en 78% y 76% respectivamente en el
post-test. Por último, la competencia de trabajo
colaborativo mostró una mejora de 18 puntos
porcentuales, alcanzando un 68% en la medición
posterior a la intervención. Estas mejoras
sugieren que los entornos virtuales, junto con la
estrategia didáctica implementada, contribuyeron
de manera significativa a potenciar las
competencias emprendedoras de los estudiantes.
Tabla 1. Resultados del pre test y post test
Competencias
Pre-
test
(%)
Post-
test (%)
Diferencia (%)
Creatividad
45
82
37
Iniciativa
48
76
28
Toma de decisiones
42
78
36
Autogestión
40
76
36
Trabajo colaborativo
50
68
18
Fuente: elaboración propia
Estos resultados fueron analizados mediante
técnicas de estadística descriptiva e inferencial,
utilizando el software SPSS versión 25.0, y
confirmados mediante las pruebas de chi-
cuadrado y análisis de varianza (ANOVA), que
mostraron asociaciones significativas (p < 0.05)
entre el uso intensivo de los entornos virtuales y
la mejora de las competencias emprendedoras en
cada dimensión evaluada. El análisis inferencial
permitió identificar diferencias significativas
según la especialidad técnica y el nivel académico
de los estudiantes, reforzando la importancia de
contextualizar las estrategias didácticas y de
adaptar las actividades virtuales a las
características y necesidades específicas de cada
grupo. Estos hallazgos coinciden con
investigaciones previas, como las de Ruiz y
Méndez (2021) y Gómez et al. (2019), que
destacan el valor de los entornos virtuales como
mediadores en la construcción de habilidades
prácticas y transversales, esenciales para la
formación de un perfil emprendedor competitivo.
Los resultados obtenidos en la fase de evaluación
y cierre mediante la autoevaluación y la
presentación de proyectos ante el comité experto
confirmaron la percepción positiva de los
estudiantes sobre la experiencia formativa. El
78% manifestó sentirse motivado y
comprometido con las actividades propuestas, y
un 60% afirmó que estas experiencias
fortalecieron su confianza para emprender
proyectos o asumir retos laborales. Estas
valoraciones, junto con los resultados
cuantitativos del post-test, permiten concluir que
la integración de entornos virtuales y
metodologías activas en la formación técnica
profesional constituye una estrategia eficaz para
impulsar el desarrollo de competencias
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emprendedoras y consolidar un aprendizaje más
autónomo, reflexivo y contextualizado, en
sintonía con las demandas del mercado laboral
actual.
Tabla 2. Resultados de la prueba de chi-
cuadrado
Competencia
Valor chi-cuadrado
Creatividad
12.45
Iniciativa
10.76
Toma de decisiones
11.89
Autogestión
13.20
Trabajo colaborativo
9.65
Fuente: elaboración propia
El análisis de la prueba de chi-cuadrado permitió
identificar asociaciones significativas entre la
utilización de los entornos virtuales de
enseñanza-aprendizaje y el desarrollo de
competencias emprendedoras en los estudiantes
de formación técnica profesional. Los valores
obtenidos para cada dimensión de la competencia
emprendedora evidencian un patrón claro de
relación directa y estadísticamente significativa
(p < 0.05). Por ejemplo, la creatividad presentó un
valor de chi-cuadrado de 12.45 con un p-valor de
0.001, lo que confirma una fuerte asociación entre
la exposición a entornos virtuales y la percepción
de incremento de esta competencia. De manera
similar, la iniciativa y la toma de decisiones
arrojaron valores de 10.76 y 11.89
respectivamente, ambos con p-valores muy bajos
(0.002 y 0.001), ratificando la tendencia positiva
entre las actividades desarrolladas en plataformas
virtuales y el fortalecimiento de estas habilidades
emprendedoras.
La competencia de autogestión presentó el valor
de chi-cuadrado más alto (13.20, p=0.0008), lo
cual sugiere que los estudiantes experimentaron
mejoras significativas en su capacidad de
autoorganización y autonomía como resultado de
la participación en los entornos virtuales y las
metodologías activas integradas en el programa.
Este hallazgo es consistente con las
observaciones realizadas en estudios previos,
como los de Muñoz et al. (2019), que destacan la
importancia de las plataformas virtuales para
potenciar la autogestión como una competencia
clave en la cultura emprendedora. Por último, la
competencia de trabajo colaborativo también
presentó un valor significativo (9.65, p=0.004), lo
que sugiere que la interacción y la cooperación en
espacios virtuales favorecieron la construcción de
habilidades sociales y de trabajo en equipo,
pilares fundamentales para la consolidación de un
perfil emprendedor. Estos resultados permiten
inferir que los entornos virtuales, utilizados de
forma adecuada y con estrategias metodológicas
pertinentes, tienen un impacto positivo y
cuantificable en el fortalecimiento de las
competencias emprendedoras en el ámbito de la
formación técnica profesional.
Tabla 3. Resultados del análisis de varianza
(ANOVA)
Competencia
Valor F
p-valor
Creatividad
15.32
0.0002
Iniciativa
13.78
0.0005
Toma de decisiones
14.56
0.0003
Autogestión
16.02
0.0001
Trabajo colaborativo
11.75
0.001
Fuente: elaboración propia
La prueba de análisis de varianza (ANOVA)
aplicada a las dimensiones de las competencias
emprendedoras complementa y profundiza los
hallazgos de la prueba de chi-cuadrado,
evidenciando diferencias significativas en el nivel
de desarrollo de estas competencias después de la
implementación de los entornos virtuales de
enseñanza-aprendizaje. El valor F obtenido para
la dimensión de creatividad (15.32, p=0.0002)
indica que la participación en entornos virtuales
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tuvo un impacto positivo y altamente
significativo en la percepción de los estudiantes
sobre su creatividad, respaldando la hipótesis de
que estas herramientas digitales favorecen la
generación de ideas innovadoras y la exploración
de nuevas soluciones en contextos dinámicos. De
igual manera, la iniciativa presentó un valor F de
13.78 (p=0.0005), lo que confirma que las
actividades virtuales y la interacción asincrónica
y sincrónica con compañeros y docentes
fomentaron la actitud proactiva de los
estudiantes, aspecto esencial en el perfil
emprendedor. La toma de decisiones y la
autogestión arrojaron valores F de 14.56
(p=0.0003) y 16.02 (p=0.0001), respectivamente,
subrayando la importancia de la simulación de
escenarios empresariales y el trabajo autónomo
en línea como factores determinantes para el
fortalecimiento de estas competencias. Estos
hallazgos coinciden con estudios como los de
Cabero y Llorente (2020), que destacan el
potencial de los entornos virtuales para fomentar
un aprendizaje activo, participativo y orientado a
la resolución de problemas reales.
La competencia de trabajo colaborativo, con un
valor F de 11.75 (p=0.001), evidenctambién un
impacto positivo y significativo, lo que refuerza
la idea de que los entornos virtuales, a través de
herramientas como los foros de discusión y las
actividades grupales, fortalecen la comunicación
efectiva y la cooperación entre estudiantes. En
conjunto, los resultados del ANOVA validan
empíricamente que las estrategias implementadas
en los entornos virtuales no solo incrementaron
las percepciones de los estudiantes sobre su
propio desempeño, sino que también lograron un
impacto diferenciador en cada una de las
dimensiones emprendedoras, aportando así
evidencia robusta sobre la eficacia de estas
metodologías para la formación integral de
profesionales técnicos con un perfil emprendedor
sólido y competitivo.
Los resultados obtenidos en esta investigación
permiten evidenciar la influencia directa y
significativa que los entornos virtuales de
enseñanza-aprendizaje ejercen sobre el desarrollo
de competencias emprendedoras en estudiantes
de formación técnica profesional. Este hallazgo,
respaldado por las diferencias observadas entre
los resultados del pre-test y post-test, y por los
valores significativos en las pruebas de chi-
cuadrado y ANOVA, corrobora que el uso de
entornos virtuales como estrategia pedagógica no
solo garantiza la continuidad educativa, sino que
también actúa como un motor de cambio y
transformación en la formación de habilidades
clave para la inserción laboral y la generación de
proyectos innovadores. Estos resultados
coinciden con lo propuesto por Gómez et al.
(2019), quienes argumentan que los entornos
virtuales ofrecen escenarios dinámicos y flexibles
que potencian la creatividad, la iniciativa y la
resiliencia, competencias que constituyen la base
de la cultura emprendedora.
Uno de los hallazgos más significativos de este
estudio es el notable incremento de la creatividad
en los estudiantes, con una diferencia de 37
puntos porcentuales tras la implementación de la
propuesta metodológica. Este resultado es
consistente con los planteamientos de la
European Commission (2016), que destaca la
creatividad como un elemento central en el perfil
emprendedor, indispensable para la identificación
de oportunidades y la resolución de problemas en
entornos cambiantes. La flexibilidad y la
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diversidad de recursos disponibles en los entornos
virtuales permiten a los estudiantes experimentar
con ideas innovadoras, recibir retroalimentación
constante y explorar múltiples enfoques para
abordar desafíos reales, lo cual fortalece su
confianza y su capacidad de generar valor a partir
de sus conocimientos y habilidades técnicas. La
dimensión de la iniciativa también presentó una
mejora significativa de 28 puntos, lo cual refleja
el impacto positivo de los entornos virtuales en la
motivación y la proactividad de los estudiantes.
Esta mejora puede atribuirse a la autonomía que
ofrecen estos entornos y a la posibilidad de
gestionar sus propios procesos de aprendizaje,
elementos que, como señalan Lans et al. (2014),
son esenciales para el desarrollo de un perfil
emprendedor sólido y competitivo. Los
estudiantes manifestaron sentirse más
comprometidos y responsables con su formación,
lo que indica que las metodologías activas
implementadas como el aprendizaje basado en
proyectos y la simulación de escenarios
empresariales lograron consolidar no solo
conocimientos técnicos, sino también actitudes y
valores asociados al emprendimiento.
La toma de decisiones y la autogestión mostraron
incrementos de 36 puntos cada una, evidenciando
que los estudiantes fortalecieron su capacidad
para organizar recursos, asumir riesgos
calculados y liderar proyectos en entornos
virtuales. Estos hallazgos coinciden con estudios
como el de Muñoz et al. (2019), que destacan la
importancia de fomentar la autogestión y la
capacidad de análisis crítico en el proceso
formativo, especialmente en la educación técnica,
donde estas competencias se convierten en un
diferencial clave para la empleabilidad y el
desempeño profesional. La posibilidad de
participar en simuladores empresariales y en
actividades colaborativas en línea permitió a los
estudiantes experimentar con diferentes
estrategias, enfrentarse a situaciones complejas y
tomar decisiones informadas, consolidando así su
perfil como futuros emprendedores. El trabajo
colaborativo, aunque con un incremento más
moderado de 18 puntos, también demostró
mejoras significativas, resaltando el valor de la
interacción y la cooperación en los entornos
virtuales. La literatura destaca que el trabajo
colaborativo es un pilar esencial en la cultura
emprendedora, ya que fomenta la capacidad de
gestionar equipos, negociar ideas y construir
proyectos colectivos que respondan a las
necesidades del mercado y de la sociedad
(Salinas, 2020). La integración de herramientas
como foros, wikis y actividades grupales permitió
a los estudiantes construir relaciones
interpersonales más sólidas, aprender a compartir
responsabilidades y reconocer la importancia de
la colaboración para lograr objetivos comunes.
Este resultado reafirma la necesidad de incorporar
de manera sistemática espacios de aprendizaje
colaborativo en la formación técnica profesional.
Las pruebas de chi-cuadrado y ANOVA
confirmaron que estas mejoras no fueron
aleatorias, sino que existieron asociaciones
significativas entre la frecuencia y calidad de uso
de los entornos virtuales y el nivel de desarrollo
de las competencias emprendedoras. Estas
asociaciones (p < 0.05) respaldan la validez de la
propuesta pedagógica implementada y refuerzan
la idea de que los entornos virtuales, cuando se
utilizan con metodologías activas y
contextualizadas, pueden transformarse en
escenarios que potencian no solo el aprendizaje
técnico, sino también habilidades transversales
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cruciales para la vida profesional (Ruiz y
Méndez, 2021). Este hallazgo es particularmente
relevante para las instituciones educativas, que
deben reconocer el valor de los entornos virtuales
como recursos que trascienden su función
instrumental y que pueden convertirse en aliados
estratégicos para la formación de profesionales
más creativos, resilientes y preparados para la
acción emprendedora.
Estos hallazgos también ponen de relieve la
importancia de la validación por parte de expertos
del instrumento de recolección de datos, ya que
este proceso metodológico contribuyó a
garantizar la pertinencia y claridad de los ítems,
reduciendo sesgos y fortaleciendo la
confiabilidad de los datos obtenidos (Escobar-
Pérez & Cuervo-Martínez, 2008). Este aspecto
metodológico resulta esencial para consolidar
investigaciones rigurosas y fundamentadas, que
puedan servir como referencia para futuras
iniciativas en el ámbito de la formación técnica
profesional y la promoción de la cultura
emprendedora. Además, la aplicación de análisis
estadísticos robustos permitió identificar no solo
tendencias generales, sino también diferencias
significativas entre especialidades técnicas y
niveles académicos, lo que sugiere la necesidad
de diseñar estrategias pedagógicas más adaptadas
a las características y necesidades de cada grupo
de estudiantes.
Estos resultados y su discusión permiten concluir
que los entornos virtuales no son simplemente
herramientas de apoyo a la docencia, sino que
constituyen verdaderos espacios de innovación y
experimentación pedagógica que, bien
estructurados, pueden contribuir a la
consolidación de un perfil profesional técnico
más integral y competitivo. La combinación de
recursos digitales interactivos, metodologías
activas y la validación experta de las actividades
y contenidos permite transformar la formación
técnica profesional en una experiencia más
dinámica, colaborativa y orientada a la solución
de problemas reales. Estos resultados refuerzan la
pertinencia de políticas educativas que prioricen
la integración de los entornos virtuales como
parte esencial de la formación técnica, no solo
para garantizar la continuidad educativa en
escenarios adversos, sino también para preparar a
los futuros profesionales para liderar procesos de
innovación y emprendimiento en sus
comunidades y sectores productivos.
Conclusiones
Los resultados obtenidos en esta investigación
permiten concluir que los entornos virtuales de
enseñanza-aprendizaje representan una
herramienta pedagógica eficaz y pertinente para
fortalecer las competencias emprendedoras en
estudiantes de formación técnica profesional. Las
mejoras significativas registradas en las
dimensiones de creatividad, iniciativa, toma de
decisiones, autogestión y trabajo colaborativo
confirman que la incorporación de recursos
tecnológicos y metodologías activas en estos
entornos contribuye de manera directa y efectiva
al desarrollo de habilidades clave para la
inserción laboral y la generación de proyectos
innovadores. Este hallazgo coincide con lo
planteado por la literatura especializada, que
destaca la necesidad de integrar espacios virtuales
en la educación técnica para responder a las
demandas de un mercado laboral globalizado y
altamente competitivo. La validación por parte de
expertos del instrumento de recolección de datos
fue un componente fundamental en la rigurosidad
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metodológica del estudio, ya que permitió
asegurar la pertinencia, coherencia y claridad de
los ítems, reduciendo sesgos y fortaleciendo la
validez interna de los resultados. Este proceso,
complementado con el uso de análisis estadísticos
robustos como las pruebas de chi-cuadrado y
ANOVA, permitió establecer asociaciones
significativas entre el uso de entornos virtuales y
el desarrollo de competencias emprendedoras,
aportando evidencia empírica sólida que respalda
la efectividad de estas estrategias pedagógicas en
la formación técnica profesional.
Además, los estudiantes manifestaron
percepciones positivas respecto al uso de los
entornos virtuales, valorando especialmente la
flexibilidad, la autonomía y la posibilidad de
simular escenarios reales de emprendimiento.
Estas percepciones reflejan un cambio en la
actitud y en la disposición de los estudiantes para
asumir un rol más activo y protagónico en su
proceso formativo, lo cual constituye un aspecto
esencial para consolidar perfiles profesionales
más innovadores y resilientes. Este resultado
refuerza la necesidad de que las instituciones
educativas continúen invirtiendo en el
fortalecimiento de estas plataformas,
garantizando su accesibilidad, calidad y
pertinencia pedagógica. Sin embargo, la
investigación también identificó la existencia de
diferencias en los resultados obtenidos según las
especialidades técnicas y los niveles académicos,
lo que sugiere la importancia de diseñar
estrategias más contextualizadas y adaptadas a las
particularidades de cada grupo de estudiantes.
Esta diferenciación permitirá maximizar el
impacto de los entornos virtuales, asegurando que
las competencias emprendedoras se fortalezcan
de manera equitativa y efectiva en todos los
ámbitos de la formación técnica. Además, se
destaca la necesidad de capacitar de manera
continua a los docentes en el uso pedagógico de
las herramientas digitales, asegurando que su
integración en el proceso formativo responda a
criterios de calidad y a las necesidades reales de
los estudiantes.
Los hallazgos obtenidos en esta investigación
tienen implicaciones relevantes para la
formulación de políticas educativas que
reconozcan el valor estratégico de los entornos
virtuales en la formación técnica profesional.
Estos espacios deben dejar de considerarse como
recursos secundarios o complementarios y ser
entendidos como componentes fundamentales
para la construcción de perfiles profesionales más
integrales, innovadores y adaptados a las
exigencias de un entorno laboral dinámico y
cambiante. Asimismo, se plantea la necesidad de
continuar investigando la relación entre los
entornos virtuales y el desarrollo de otras
competencias transversales, explorando nuevas
metodologías y herramientas que permitan
consolidar una formación técnica más integral y
pertinente. Se recomienda que futuras
investigaciones aborden el impacto de los
entornos virtuales desde enfoques longitudinales,
que permitan evaluar la sostenibilidad y
permanencia de las competencias adquiridas en el
tiempo y su aplicación en contextos laborales
reales. De igual manera, se sugiere explorar el
papel de las variables contextuales y
socioeconómicas en la relación entre los entornos
virtuales y las competencias emprendedoras, a fin
de diseñar estrategias más inclusivas y
equitativas. Con ello, se espera seguir
fortaleciendo la calidad de la educación técnica
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Brito y Dayron Rumbaut Rangel.