Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 6.1
Edición Especial UNEMI 2025
Página 256
LAS REDES SOCIALES EN LOS TRASTORNOS DE LA SALUD MENTAL EN LOS
ESTUDIANTES
SOCIAL NETWORKS IN MENTAL HEALTH DISORDERS IN STUDENTS
Autores: ¹Aida Galud Ledesma Arguello, ²Flor María Olmedo Zambrano, ³Luisa María Ledesma
Riera y
4
Milton Alfonso Criollo Turusina.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0006-8169-5239
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0006-0536-2539
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0008-6684-9572
4
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0007-4976-4123
¹E-mail de contacto: aledesmaa@unemi.edu.ec
²E-mail de contacto: folmedoz@unemi.edu.ec
³E-mail de contacto: lledesmar2@unemi.edu.ec
4
E-mail de contacto: mcriollot2@unemi.edu.ec
Afiliación:
1*2*3*4*
Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador).
Artículo recibido: 9 de Julio del 2025
Artículo revisado: 24 de Julio del 2025
Artículo aprobado: 31 de Julio del 2025
¹Estudiante de la Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador).
²Estudiante de la Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador).
³Estudiante de la Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador).
4
Licenciado en Ciencias de la Educación Especialización en Arte, graduado de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador). Magíster en
Docencia Universitaria graduado de la Universidad César Vallejo, (Perú). Doctorante en Educación en la Universidad César Vallejo,
(Perú).
Resumen
El objetivo de nuestra investigación es
determinar el uso excesivo de redes sociales en
los trastornos de la salud mental de los
estudiantes de Bolívar, 2025. Este estudio se
enmarca en una investigación de carácter
básico respecto al alcance que es tipo
descriptivo con un diseño no experimental,
utilizando la encuesta como técnica principal
de recolección de datos, mediante un
cuestionario estructurado compuesto de 42
ítems dirigido a estudiantes de segundo año de
bachillerato de una institución de Bolívar, el
análisis de los datos se llevó a cabo utilizando
el software SPSS en su versión 3.0. Los
resultados evidencian que el uso frecuente y
prolongado de redes sociales afectan su estado
físico y emocional y la dependencia digital
afecta el estado psicológico de sujetos
investigados. La utilización prolongada de las
plataformas digitales ha ocasionado frustración
y aislamiento del medio contextual. Basado en
los resultados del estudio, se concluye la que
los resultados obtenidos evidencian que el uso
excesivo de redes sociales influye
significativamente en la aparición de trastornos
en la salud mental de los adolescentes. Por
tanto, es crucial implementar estrategias
preventivas y educativas que promuevan un uso
equilibrado y saludable de estas plataformas,
con el fin de mitigar sus efectos adversos sobre
el equilibrio emocional.
Palabras clave: Redes sociales, Salud
mental, Trastornos, Estudiantes.
Abstract
The objective of our research is to determine
the excessive use of social networks in the
mental health disorders of students, This study
is framed in a basic research regarding the
scope that is descriptive type with a non-
experimental design, using the survey as the
main technique of data collection, through a
structured questionnaire composed of 42 items
addressed to second year high school students
of an institution of Bolivar, the data analysis
was carried out using SPSS software in its
version 3.0. The results show that the frequent
and prolonged use of social networks affects
their physical and emotional state and that
digital dependence affects the psychological
state of the subjects investigated. The
prolonged use of digital platforms has caused
frustration and isolation from the contextual
environment. Based on the results of the study,
it is concluded that the results obtained show
that the excessive use of social networks
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significantly influences the appearance of
mental health disorders in adolescents.
Therefore, it is crucial to implement preventive
and educational strategies that promote a
balanced and healthy use of these platforms, in
order to mitigate their adverse effects on
emotional balance.
Key words: Social networks, Mental health,
Disorders, Students.
Sumário
O objetivo de nossa pesquisa é determinar o uso
excessivo de redes sociais nos distúrbios de
saúde mental dos alunos, este estudo está
enquadrado em uma pesquisa básica quanto ao
escopo que é do tipo descritivo com um design
não experimental, usando a pesquisa como a
principal técnica de coleta de dados, usando um
questionário estruturado composto por 42 itens
dirigidos a estudantes do segundo ano do ensino
médio de uma instituição de Bolívar, a análise
de dados foi realizada usando o software SPSS
em sua versão 3.0. Os resultados mostram que o
uso frequente e prolongado das redes sociais
afeta seu estado físico e emocional e que a
dependencia digital afeta o estado psicológico
dos sujeitos investigados. O uso prolongado de
plataformas digitais levou à frustração e ao
isolamento do ambiente contextual. Com base
nos resultados do estudo, conclui-se que os
resultados obtidos mostram que o uso excessivo
das redes sociais influencia significativamente o
surgimento de transtornos de saúde mental em
adolescentes. Portanto, é fundamental
implementar estratégias preventivas e
educativas que promovam o uso equilibrado e
saudável dessas plataformas, a fim de mitigar
seus efeitos adversos no equilíbrio emocional.
Palavras-chave: Redes sociais, Saúde mental,
Transtornos, Estudantes.
Introducción
A nivel global, se ha evidenciado un incremento
en los trastornos de salud mental en
adolescentes, asociado al uso excesivo de redes
sociales. Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS, 2024), el porcentaje de
adolescentes europeos con un uso problemático
de estas plataformas pasó del 7 % al 11 %,
siendo las adolescentes de 15 años las más
vulnerables. Este uso compulsivo ha sido
vinculado con el desarrollo de problemas
psicológicos, los cuales forman parte de un
cuadro creciente de alteraciones en la salud
mental juvenil. Dichos efectos suelen estar
relacionados con dinámicas como la necesidad
constante de conexión digital, la
sobreexposición a contenidos y el aislamiento
social. En otro contexto, según un estudio
llevado a cabo en Estados Unidos, el 95% de los
jóvenes de 13 a 17 años cuentan con un teléfono
inteligente, y más de la mitad permanece
conectada a Internet de forma continua, lo que
ha generado un aumento en los trastornos de
salud mental dentro de este grupo etario (Pew
Research Center, 2022). En este aspecto;
Alegría (2025), destaca que, si bien las redes
sociales representan una fuente masiva de
información, su uso indiscriminado puede
provocar efectos negativos en la salud mental,
especialmente en adolescentes expuestos de
manera prolongada a contenidos que
distorsionan su percepción de la realidad y
afectan su estabilidad emocional.
De igual manera, en América Latina, México
refleja una tendencia preocupante en relación
con el uso intensivo de redes sociales y sus
efectos sobre los trastornos de salud mental en
adolescentes. Asimismo, en Colombia, el
Departamento Administrativo Nacional de
Estadística (DANE) reportó que el 52,2 % de
los adolescentes entre 12 y 17 años presentan al
menos dos síntomas relacionados con trastornos
de salud mental, principalmente vinculados con
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la ansiedad (El Colombiano, 2024). Este
fenómeno se agrava por el uso inadecuado de
redes sociales, las cuales, aunque forman parte
del entorno cotidiano de los estudiantes, no
siempre son manejadas con criterio ni de forma
segura. Muñoz (2020), advierte que el impacto
de estas plataformas en la vida de los jóvenes
puede ser desbordante, especialmente durante
una etapa caracterizada por cambios físicos y
emocionales, lo que genera inestabilidad
psicológica y favorece la aparición de
alteraciones como ansiedad, depresión y estrés
social.
De manera similar, en Perú, la Encuesta
Demográfica y de Salud Familiar (ENDES)
2022, elaborada por el Instituto Nacional de
Estadística e Informática (INEI), reveló que el
32,3 % de los jóvenes entre 15 y 29 años
presentó problemas de salud mentales en los
últimos doce meses, siendo esta cifra más alta
en mujeres (30,2 %) que en hombres (22,9 %)
(Secretaría Nacional de la Juventud [SENAJU],
2023). Este deterioro en la salud mental del
conglomerado adolescente se ha visto agravado
por el uso excesivo de redes sociales, que no
solo interfieren en sus rutinas diarias, sino que
también ejercen un dominio significativo sobre
su conducta. Moreira et al. (2021), señalan que
esta exposición prolongada a plataformas
digitales favorece la aparición de trastornos
como ansiedad, baja autoestima, inestabilidad
emocional y comportamientos disfuncionales,
afectando de forma directa su bienestar
psicológico y social.
Del mismo modo, a nivel nacional, en Ecuador,
el Instituto Nacional de Estadística y Censos
(INEC, 2024) reporta un crecimiento sostenido
en el uso de redes sociales entre adolescentes, lo
que ha despertado preocupación por sus efectos
negativos en la salud mental. De acuerdo con los
datos, el 66 % de los hogares en el país cuenta
con acceso a internet, el 77,2 % de la población
de cinco años en adelante utiliza esta
herramienta de forma regular, y el 57,7 % posee
un teléfono inteligente. Primicias (2023), señala
que uno de los efectos más notorios es el
fenómeno conocido como FOMO (Fear of
Missing Out), que genera en los adolescentes
una necesidad constante de conexión para no
perderse actividades sociales, afectando su
estabilidad emocional y generando una
dependencia psicológica perjudicial para su
bienestar. En virtud de ello, en la Unidad de
análisis, la utilización desmedida de las redes
sociales ha suscitado inquietudes respecto a su
efecto en la salud mental de los alumnos. En el
ámbito micro, se observan impactos adversos en
el desempeño escolar, el sueño y la interacción
social. Elementos como el estrés social, el
ciberacoso y la constante exposición a
contenidos en línea favorecen el surgimiento de
ansiedad, depresión y estrés.
Además, los docentes y los padres reportan
problemas de concentración y una participación
reducida en actividades fuera del currículo
escolar, agravados por la ausencia de
normativas sobre el uso de la tecnología. Frente
a esto, resulta crucial poner en marcha
estrategias educativas y comunitarias que
fomenten un uso consciente de la tecnología
para mantener el bienestar emocional de los
jóvenes. Por otro lado, según Tut (2024) el uso
excesivo de redes sociales en adolescentes se
manifiesta como un comportamiento repetitivo
en el que se invierten s de tres horas diarias
en plataformas como Instagram, TikTok o
WhatsApp, lo cual repercute negativamente en
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su socialización y bienestar psicológico,
haciendo evidente la necesidad de implementar
programas educativos que orienten hacia un uso
más saludable de estas herramientas.
En la misma línea, Medina et al. (2022), indican
que el uso prolongado de redes sociales en
jóvenes puede tener efectos perjudiciales en su
salud mental, como la adicción a internet, lo que
conlleva a un aislamiento social, dificultades en
la concentración en otras actividades y un
impacto negativo en el rendimiento académico.
Además, este comportamiento está asociado
con problemas como la ansiedad, la depresión y
una distorsión entre la realidad y el entorno
virtual. Por su parte, Maguiña y Chávez (2024)
señalan que el uso prolongado de redes sociales
en adolescentes y jóvenes puede afectar su salud
mental, provocando síntomas como ansiedad o
depresión. Esta conducta refleja una
dependencia digital poco reconocida por los
propios usuarios. Como consecuencia, se
reduce el interés por buscar apoyo personal y se
fortalece el vínculo con el mundo virtual.
En virtud de ello, Dávila (2024), sostiene que,
las redes sociales constituyen un entorno virtual
enmarcado en la Web 2.0, donde los usuarios
tienen la posibilidad de expresar opiniones,
compartir información y generar contenidos,
siendo plataformas como Facebook, Instagram,
Twitter, LinkedIn o YouTube; algunos de los
espacios más representativos. Estas redes han
transformado profundamente la manera en que
las personas se comunican, interactúa y
construyen identidad social. Su diseño estimula
la participación constante mediante
notificaciones, algoritmos personalizados y
recompensas simbólicas como los "me gusta",
lo que incrementa su atractivo y potencial
adictivo. En este contexto, el uso excesivo de
redes sociales puede entenderse a partir de tres
dimensiones: la frecuencia de uso, que hace
referencia al tiempo y mero de veces que un
individuo accede a estas plataformas a lo largo
del día; la interacción social, relacionada con la
intensidad y calidad del vínculo que se mantiene
con otros usuarios, ya sea a través de
comentarios, reacciones o mensajes directos; y
el tipo de plataforma y contenido compartido,
donde el formato (visual, escrito o audiovisual)
y la naturaleza del contenido (personal,
informativo o de entretenimiento) influyen en
los hábitos digitales (Dávila, 2024, p. 170).
De la misma manera, según Fernández (2022),
la frecuencia de uso de las redes sociales puede
entenderse como la cantidad de tiempo que una
persona dedica diariamente a interactuar con
estas plataformas. En el caso de los jóvenes, este
uso frecuente responde a motivaciones como
mantenerse conectados con sus amistades,
compartir contenido personal y estar al tanto de
lo que ocurre a su alrededor. Cuando el tiempo
de uso supera varias horas al día, puede
interpretarse como un comportamiento habitual
que, en algunos casos, podría asociarse con
señales de dependencia o uso problemático. Por
consiguiente, en cuanto a la interacción social,
Martín y Castiblanco (2024) conceptualizan
este fenómeno como un proceso de
construcción de vínculos, identidad y sentido de
pertenencia dentro de las plataformas digitales.
Según los autores, aunque estas interacciones
pueden ser positivas, al favorecer el
fortalecimiento de amistades y el
reconocimiento social, también conllevan
ciertos riesgos. Uno de estos riesgos es el
ciberacoso, un problema que afecta
profundamente la salud emocional de los
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adolescentes y que puede resultar en graves
consecuencias psicológicas.
Asimismo, según Shen (2023) el tipo de
plataforma puede entenderse como la estructura
tecnológica y funcional que configura el
entorno digital donde ocurren las interacciones
entre usuarios, marcas y contenidos. Cada
plataforma, como TikTok, Facebook, Instagram
o Twitter, posee características específicas que
influyen en la manera en que se fomenta el
compromiso, se distribuye la información y se
establece la comunicación, lo que afecta
directamente el comportamiento y la
experiencia de los usuarios. Por otra parte,
Villegas y Castañeda (2020), explican que el
contenido compartido en medios digitales se
compone de múltiples elementos comunicativos
como texto, imagen, sonido y otros recursos
visuales, los cuales actúan en conjunto para
transmitir información, generar interacción y
adaptarse al contexto de cada plataforma digital.
De acuerdo con la teoría del aprendizaje social
de Bandura (1977), las personas aprenden
observando e imitando conductas que
consideran exitosas o socialmente aceptadas. En
el contexto del uso excesivo de redes sociales,
esta teoría puede contribuir a identificar los
factores que motivan la repetición de ciertos
comportamientos en plataformas digitales, lo
que abre la puerta para desarrollar
intervenciones dirigidas a promover un uso más
saludable y consciente de estas tecnologías,
mitigando sus posibles efectos negativos en la
salud mental. Lo expresado, permite entender
cómo los individuos, especialmente los jóvenes,
adoptan comportamientos observados en
influencers, celebridades o pares. Las redes
sociales, en este sentido, se convierten en
escenarios de modelado conductual donde se
refuerzan prácticas como la sobreexposición, la
búsqueda constante de aprobación y el consumo
compulsivo de contenido. La repetición de esta
observación puede generar hábitos poco
saludables que afectan la salud mental.
Según la OMS (2020), los problemas mentales
son circunstancias que afectan el bienestar
emocional y psicológico, dificultando el
rendimiento en la vida diaria y creando un
impacto significativo en la calidad de vida de
los individuos. En este sentido, Ahumada
(2023), argumenta que los trastornos mentales
deben ser concebidos como fenómenos
complejos que no se reducen a causas médicas,
sino que emergen de una interacción dinámica
entre lo biológico, lo psicológico y lo social. En
sus investigaciones, Patel et al. (2023),
argumentan que los trastornos de salud mental
deben ser entendidos desde una perspectiva
amplia que no solo considere los aspectos
clínicos, sino que también se enfoque en los
factores sociales y culturales. Resaltan la
importancia de incluir a las comunidades en la
atención de la salud mental, empoderando a los
proveedores locales para ofrecer cuidado
accesible y efectivo, y promoviendo modelos
preventivos que integren los derechos humanos
en el tratamiento. A la luz de ello, según Suárez
et al. (2021), manifiestan que:
Los trastornos mentales deben entenderse como
fenómenos complejos que no pueden ser
reducidos únicamente a diagnósticos clínicos
convencionales, ya que responden a una
interacción dinámica entre factores biológicos,
psicológicos y sociales. Estos trastornos no son
únicamente producto de alteraciones químicas o
predisposiciones genéticas, sino que también
están profundamente determinados por las
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condiciones sociales y culturales en las que se
desarrolla cada individuo. Además, los autores
destacan que el acceso a servicios de salud
mental, especialmente en contextos vulnerables
o de bajos recursos, es un componente
fundamental para su abordaje efectivo.
Asimismo, enfatizan la necesidad de eliminar el
estigma asociado a estas condiciones, pues la
discriminación y la desinformación aumentan el
sufrimiento de quienes las padecen. Bajo esta
perspectiva, proponen una comprensión integral
de los trastornos mentales, estructurada en tres
dimensiones esenciales: el estado físico, que
abarca los aspectos biológicos y fisiológicos; el
estado psicológico o mental, referido a lo
emocional y cognitivo; y la relación con el
entorno, que contempla las influencias sociales,
culturales y ambientales (Suárez et al., 2021, p.
2).
A la luz, de Villavicencio (2020), el estado
físico se refiere al conjunto de condiciones
corporales que favorecen un buen desempeño
en actividades como el estudio, y está
relacionado con hábitos saludables como la
buena alimentación, el ejercicio regular y el
manejo del estrés. De la misma forma,
Villarrubia et al. (2023), conceptualizan el
estado emocional y psicológico como un
conjunto de experiencias internas que incluyen
tanto el bienestar como el malestar psicológico.
Destacan que el bienestar psicológico se refiere
a la percepción positiva de uno mismo y de la
vida, mientras que el malestar psicológico
involucra emociones negativas y
disfuncionales. Por otro lado, en cuanto a la
relación con el medio que lo rodea, Pacheco y
Valdivieso (2024), indican que un estudio
reveló que el uso excesivo de redes sociales
afecta al entorno de los estudiantes, ya que estos
pierden el control sobre el tiempo dedicado
exclusivamente a ellas. Esto lleva a una
interferencia directa en sus responsabilidades
cotidianas, como la realización de tareas diarias.
De manera que, siguiendo una perspectiva
teórica diferente, la teoría de vulnerabilidad-
estrés, propuesta por Zubin y Spring (1977),
sostiene que los trastornos mentales no son
causados por una única fuente, sino por la
interacción entre la vulnerabilidad individual y
los factores de estrés del entorno. Según los
autores, la vulnerabilidad puede tener un origen
biológico, genético o psicológico, pero no
necesariamente desemboca en una enfermedad
mental, a menos que la persona experimente
altos niveles de estrés ambiental. Este modelo
ayuda a explicar por qué algunas personas
desarrollan trastornos en situaciones adversas,
mientras que otras, con menor predisposición,
no lo hacen. Entre los factores de estrés, se
incluyen conflictos familiares, presión
académica y el uso excesivo de redes sociales.
Así, la teoría de vulnerabilidad-estrés
proporciona una visión integral de los trastornos
mentales, mostrando cómo los factores internos
y externos interactúan, y sirve como base
teórica para diseñar estrategias de prevención e
intervención en salud mental.
Por esta razón, desde el ámbito social, esta
investigación permite comprender cómo el uso
excesivo de redes sociales altera las dinámicas
de comunicación e interacción de los jóvenes,
generando efectos directos en su salud mental.
La forma en que los estudiantes construyen su
identidad y relaciones ha cambiado
notablemente, provocando consecuencias como
ansiedad, depresión y baja autoestima. En
Ecuador, fenómenos como el ciberacoso y la
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comparación social han sido identificados como
factores clave en el desarrollo de trastornos
emocionales, debido a la presión constante por
cumplir con estándares irreales y la distorsión
de la autoimagen (Pasato y Ávila, 2022). Por
ello, se busca sensibilizar a las familias y
comunidades educativas sobre los riesgos del
uso desmedido de plataformas digitales y
fomentar prácticas preventivas que resguarden
el bienestar psicológico de los adolescentes.
Por otra parte, desde el ámbito educativo, el
presente estudio subraya la importancia de
fortalecer la educación digital como estrategia
para prevenir los trastornos de salud mental en
los estudiantes. La falta de orientación en el uso
de redes sociales ha generado ansiedad, baja
autoestima y estrés en los adolescentes. Monta
y León (2025), indican que integrar
competencias socioemocionales en la
enseñanza puede ayudar a los alumnos a
gestionar su tiempo en nea y cuidar su
bienestar emocional. Esta propuesta aporta a la
creación de programas escolares que
promuevan la salud mental y el equilibrio
formativo. De manera particular, en el ámbito
práctico, esta investigación servirá como base
para desarrollar estrategias de intervención
dirigidas a estudiantes, docentes y familias, con
el fin de mitigar los trastornos de salud mental
vinculados al uso excesivo de redes sociales. A
partir de sus hallazgos, se podrán diseñar
talleres sobre autorregulación digital, campañas
de concienciación sobre el impacto psicológico
del contenido en línea y actividades que
promuevan el equilibrio entre el uso tecnológico
y el bienestar emocional. De acuerdo con
Orriach (2024), promover espacios para la
reflexión y opciones saludables de interacción
social ayuda a evitar efectos como la ansiedad,
el estrés o el aislamiento en los individuos.
Por eso, desde el ámbito de la pertinencia, esta
investigación resulta crucial al abordar un
problema actual que afecta directamente la
salud mental de los estudiantes en el contexto
educativo ecuatoriano. Al centrarse en los
trastornos emocionales derivados del uso
excesivo de redes sociales, el estudio aporta
herramientas para mejorar tanto el bienestar
psicológico como el rendimiento escolar en
instituciones como la Unidad Educativa 5 de
Octubre de Echeandía. Asimismo, los
resultados obtenidos podrán servir como base
para el desarrollo de políticas educativas y
regulaciones relacionadas con el uso
responsable de tecnologías digitales,
sustentadas en evidencia científica y orientadas
a proteger el desarrollo integral de la juventud.
Por consiguiente, surge la hipótesis positiva y
negativa: Existe una influencia del uso excesivo
de redes sociales en los trastornos de la salud
mental de los estudiantes de bachillerato de la
Unidad Educativa 5 de octubre, Bolívar, 2025.
No existe una influencia del uso excesivo de
redes sociales en los trastornos de la salud
mental de los estudiantes de bachillerato de
Bolívar, 2025.
En este estudio el objetivo general es determinar
el uso excesivo de redes sociales en los
trastornos de la salud mental de los estudiantes
de bachillerato de la Unidad Educativa 5 de
octubre, Bolívar, 2025. En base a lo expuesto
mis objetivos específicos son; identificar el
influjo que posee la dimensión del estado físico
sobre la frecuencia de uso en los sujetos
investigados; caracterizar el estado psicológico
o mental de los estudiantes en función de su
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nivel de interacción social en los entornos
digitales; y, describir el desenvolvimiento
contextual y su influencia en el tipo de
plataforma y contenido que comparten en redes
sociales el estudiantado.
Materiales y Métodos
En virtud de ello, este estudio se enmarca en una
investigación de carácter básico, orientada a la
consolidación de conocimientos teóricos
propios de una disciplina específica. En este
sentido, su propósito no es resolver problemas
prácticos inmediatos, sino desarrollar una
comprensión conceptual profunda del
fenómeno analizado (Vizcaíno, 2023), Por
consiguiente, nuestro estudio servirá para
cuantificar la magnitud del impacto en el uso
excesivo de redes sociales sobre la salud mental
de los estudiantes de bachillerato. En cuanto al
diseño metodológico, se adopta un diseño no
experimental, ya que no se llevó a cabo ninguna
intervención ni manipulación deliberada de las
variables. Asimismo, se optó por un enfoque
cuantitativo en lo cual nos centraremos en la
recolección y el análisis de datos numéricos
permitiendo una cuantificación clara de los
hallazgos de nuestro estudio. Respecto al
alcance, esta investigación es de tipo
descriptivo, cuyo objetivo es caracterizar
detalladamente el fenómeno sin intervenir en él.
Por lo tanto, la población objeto de estudio está
constituida por todos los estudiantes de
bachillerato de la Unidad Educativa 5 de
Octubre, ubicada en la provincia de Bolívar. En
cuanto a la muestra de nuestra investigación
está integrada por 35 estudiantes del segundo
año de bachillerato, seleccionados mediante un
muestreo no probabilístico por conveniencia o
juicio, ya que los estudiantes fueron elegidos
porque representan una parte significativa de
toda la población del centro educativo. Para la
recolección de datos se empleó la técnica de
encuesta, la cual consiste en un procedimiento
sistemático y estructurado para recopilar datos
cuantitativos. Con base en ello, se diseñó el
instrumento con un cuestionario estructurado,
compuesto de 42 ítems cuidadosamente
diseñados, en cuanto a la variable
independiente; el uso excesivo de redes
sociales, se consideraron las siguientes
dimensiones: la frecuencia de uso, la
interacción social, el tipo de plataforma y el
contenido compartido, propuestas por Dávila
(2024), respecto a mi variable dependiente, se
utilizaron las dimensiones; el estado físico, el
estado psicológico o mental y la relación con el
medio que lo rodea, según lo establecido por
Suárez et al. (2021).
Asimismo, los indicadores de la Variable
Independiente que fueron medidos son:
Tiempo, Conectividad, Dependencia, que
corresponden a la dimensión “La frecuencia de
uso”, de igual forma tenemos otra dimensión
correspondiente a la misma variable que es “La
interacción social”, con sus indicadores:
Construcción de vínculos, Fortalecimiento,
Riesgos, así mismo esta variable cuenta con una
tercera dimensión que es “el Tipo de
plataforma” y sus indicadores: Entorno digital,
Experiencia, Compromiso, tenemos una cuarta
dimensión la cual es: “Contenido compartido”,
con sus respectivos indicadores: Textos,
Contenido visual, Sonido. De igual manera se
aborda la Variable Dependiente, “El estado
físico” en lo cual se contempla sus indicadores:
las Condiciones corporales, Hábitos saludables
yy Alimentación. Así también el “El estado
psicológico o mental”, con sus respectivos
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indicadore: Malestar psicológico, Emociones,
Autopercepción. Y finalmente tenemos La
relación con el medio que lo rodea” cuyos
indicadores fueron: Redes sociales,
Responsabilidades, Entorno.
Resultados y Discusión
Tabla 1. El influjo de la dimensión del estado
físico sobre la frecuencia de uso de las redes
sociales
Dimensió
n
Íte
m
N.
Alto
Siempr
e
N.
Medio
A
Veces
N.
%
Estado
físico
1
2
5,7%
27
77,1%
6
100%
2
9
25,7%
22
62,9%
4
100%
3
19
54,3%
15
42,9%
1
100%
4
11
31,4%
24
68,6%
0
100%
5
16
45,7%
17
48,6%
2
100%
6
11
31,4%
24
68,6%
0
100%
La
frecuenci
a de uso
7
3
8,6%
18
40%
18
100%
8
14
40%
17
48,6%
1
100%
9
0
0%
6
17,1%
29
100%
10
8
22,9%
22
62,9%
5
100%
11
5
14,3%
21
60%
9
100%
12
10
28,6%
19
54,3%
6
100%
T.
9,0
0
25,71%
19,3
3
54,30
%
6,7
5
100,00
%
Fuente: elaboración propia
Con base en los resultados obtenidos en la tabla
1 se observa que el 25,71% del estudiantado
posee un nivel alto en referencia a los hábitos
relacionados con la actividad física, la
alimentación, la hidratación y el descanso que
influyen directamente en el bienestar físico y el
nivel de energía de los estudiantes al finalizar su
jornada escolar, además se registró también que
el uso frecuente y prolongado de redes sociales
afecta la atención durante las clases, interrumpe
la realización de tareas, limita la interacción con
docentes y compañeros, y puede influir
negativamente en el estado emocional de los
estudiantes. Por otro lado, el 54,30% se
establece en un nivel medio y apenas el 19,99%
posee en un nivel bajo, esto evidencia que la
mayoría de los estudiantes requieren un
refuerzo sobres las dimensiones expresadas en
tanto existe una influencia significativa del
estado físico sobre la frecuencia de uso de las
redes sociales en únicamente el 25,71% de los
sujetos investigados.
Estos resultados obtenidos tienen coincidencia
con lo planteado por Villavicencio (2020), que
el estado físico son conjunto de condiciones
corporales que ayudan al desempeño de
actividades. Las mismas, que se relaciona con la
implementación de costumbres saludables,
dietas balanceadas, una disciplina de actividad
física diaria y una iniciativa eficaz del estrés.
Preservar una adecuada condición física no solo
potencia la concentración, sino también el
bienestar emocional y social de los alumnos.
Según Fernández (2022), la frecuencia de uso
de redes sociales está relacionada con el tiempo
dedicado a interactuar con otras personas
compartiendo contenidos personales y los
diferentes sucesos que ocurren en su alrededor,
pasando muchas horas al día frente a un
artefacto digital, convirtiéndose en una
dependencia y uso problemático. Igualmente,
Alegría (2025), enfatiza que las redes sociales
son una fuente masiva de información, pero el
uso excesivo provoca efectos negativos en la
salud mental, principalmente en los
adolescentes que tienen mayor exposición a los
contenidos en redes las mismas que distorsionan
la percepción de la realidad con gran efecto en
su estabilidad emocional.
Conforme a los datos presentados en la tabla 2
se puede evidenciar que el 25,50% de los
estudiantes poseen un nivel alto en referencia a
la preocupación del colegio, la familia y el
futuro, sienten que todo lo que hagan les salga
mal, han experimentado tristeza al recibir
comentarios en el desempeño académico con
frecuencia pueden controlar sus emociones y la
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confianza por sí mismo los hábitos relacionados
con la actividad física. De igual manera de las
redes sociales mantiene las amistades entre
amigos y reaccionan a las publicaciones,
participan en grupos sociales donde comparten
experiencias y discuten de temas académicos
dando a conocer del ciberacoso y fotografías
inapropiadas. Por otro lado, el 45.70% se
establece en un nivel medio y apenas el 28.81%
posee en un nivel bajo por lo tanto que se
evidencia que en la mayoría de los estudiantes
requieren un refuerzo sobres las dimensiones
expresadas, en tanto existe una influencia
significativa del estado psicológico o mental de
los estudiantes en función de su nivel de
interacción social y en tan solo el 25,50% de los
sujetos investigados.
Tabla 2. El estado psicológico o mental de los
estudiantes en función de su nivel de
interacción social
Dimensió
n
Íte
m
N.
Alto
Siempr
e
N.
Medio
A
veces
N.
Bajo
Nunca
%
Estado
psicológic
o o mental
1
19
54,3%
15
42,9%
1
2,9%
100
%
2
8
22,9%
21
60%
6
17,1%
100
%
3
2
5,7%
16
45,7%
17
48,6%
100
%
4
12
34,3%
20
57,1%
3
8,6%
100
%
5
10
28,6%
23
65,7%
2
5,7%
100
%
6
15
42,9%
19
54,3%
1
2,9%
100
%
Interacció
n social
7
8
22,9%
16
45,7%
11
31,4%
100
%
8
10
28,6%
20
57,1%
5
14,3%
100
%
9
14
40%
13
37,1%
8
22,9%
100
%
10
8
22,9%
20
57,1%
7
20%
100
%
11
1
2,9%
7
20%
27
77,1%
100
%
12
0
0%
2
5,7%
33
94,3%
100
%
T.
8,91
7
25,50%
16,0
0
45,70
%
10,0
8
28,81
%
100
%
Fuente: elaboración propia
Estos hallazgos se respaldan en lo expuesto por
Villarrubia et al. (2023), que el estado
emocional y psicológico es el conjunto de
experiencias internas las mismas que influyen
tanto en el bienestar o mal estar psicológico.
Resaltando que el bienestar mental hace
referencia a la visión positiva de uno mismo y
de la vida, mientras que el malestar mental
implica sentimientos negativos y
disfuncionales. En concordancia con lo
señalado por Martínez y Carrasco (2024), se
conceptualiza como un proceso de identidad y
sentido de pertenencia dentro de las
plataformas. De acuerdo con los escritores, a
pesar de que estas interacciones pueden resultar
beneficiosas, al promover el desarrollo de
amistades y el reconocimiento social, también
implican ciertos peligros. Uno de estos peligros
es el acoso cibernético, un problema que
impacta de manera significativa en la salud
emocional de los jóvenes y que puede tener
serias repercusiones psicológicas. Por otra
parte, Maguiña y Chávez (2024), señalan que la
prolongación en redes sociales en los
adolescentes y jóvenes pueden afectar
directamente su salud mental, provocando
síntomas como ansiedad o depresión. Todo esto
es un reflejo a la dependencia digital poco
reconocida por los propios usuarios.
Con respecto con la tabla 3 se puede visualizar
que el 36.19% de los estudiantes poseen un
nivel alto en referencia a la utilización de redes
sociales en conversación con personas
desconocidas al dormir, y a su vez la usan para
estudiar anticipadamente para rendir los
exámenes y entregar tareas académicas,
participan en actividades académicas fuera del
aula como talleres, eventos y grupos en donde
los docentes y demás compañeros los escuchan
y respetan, de igual manera usan las diferentes
plataformas digitales como Tik Tok, Instagram,
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YouTube, Google Classroom, tanto para
entretenerse y también para recibir clases y
enviar tareas.
Tabla 3. El desenvolvimiento contextual y su
influencia en el tipo de plataforma y contenido
compartido
Dimensió
n
Íte
m
N.
Alto
Siemp
re
N.
Medio
A
veces
N.
Bajo
Nunca
%
El medio
que los
rodea
1
21
60%
12
34,3%
2
5,7%
100%
2
2
5,7%
21
60%
12
34,3%
100%
3
11
31,4%
24
68,6%
0
0%
100%
4
23
65,7%
11
31,4%
1
2,9%
100%
5
16
45,7%
18
51,4%
1
2,9
100%
6
7
20%
23
65,7%
5
14,3
100%
El tipo de
plataform
a y
contenido
comparti
do
7
31
88,6%
2
5,7%
2
5,7%
100%
8
12
34,3%
11
31,4%
12
34,3%
100%
9
15
42,9%
15
42,9%
5
14,3%
100,1%
10
2
5,7%
17
48,6%
16
45,7%
100%
11
5
14,3%
25
71,4%
5
14,3%
100%
12
7
20%
20
57,1%
8
22,9%
100%
13
3
8,6%
18
51,4%
14
40%
100%
14
16
45,7%
17
48,6%
2
5,7%
100%
15
15
42,9%
16
45,7%
4
11,4%
100%
16
4
11,4%
24
68,6%
7
20%
100%
17
8
22,9%
13
37,1%
14
40%
100%
18
30
85,7%
5
14,3%
0
0%
100%
T.
12,6
6
36,19
%
16,2
2
46,34
%
6,1
1
17,46
%
100,00
%
Fuente: elaboración propia
En muchas ocasiones se han sentido frustrados
por no saber utilizar ciertas plataformas. A su
vez participan activamente en chat, foros, y en
compartir ideas o experiencias mediante textos
largos, fotos, videos que más les gustan para que
otros los vean y también usan las redes para
escuchar música la mayoría de tiempo. Por otra
parte, el 46.34% se establece en un nivel medio
y solo el 17.46% posee en un nivel bajo por lo
tanto que se evidencia que en la mayoría de los
estudiantes requieren un refuerzo sobres las
dimensiones expresadas, en tanto existe un
influjo significativo en el desenvolvimiento
contextual y su influencia en el tipo de
plataforma y contenido y en apenas el 36.19%
de los sujetos investigados. Estos resultados
están respaldados por Pacheco y Valdivieso
(2024), indican que el uso excesivo de redes
afecta a los estudiantes los mismos que pierden
el control sobre el tiempo de dedicación a las
mismas, llevando una afectación directa en sus
responsabilidades cotidianas.
De igual forma, Shen (2023), se refiere al tipo
de plataforma como la estructura tecnológica y
funcional en la cual se realizan las interacciones
entre diferentes usuarios, marcas y contenidos
como Tik Tok, Facebook entre otras las mismas
que influyen en la comunicación directa
afectando en el comportamiento y experiencia
de los internautas. Por otra parte, Villegas y
Castañeda (2020), explica que el contenido
compartido en medios digitales son múltiples
medios de comunicación mediante imágenes,
textos, sonidos entre otros los mismos que
actúan como trasmisores de información
generando interacciones y una adaptación a
cada entorno digital. De la misma manera
argumentan Moreira et al. (2021), que el exceso
de tiempo en las plataformas digitales favorece
a la aparición de trastornos como ansiedad, baja
autoestima, inestabilidad emocional y una
variación en su comportamiento, afectando de
forma directa su bienestar psicológico, social y
mental.
Conclusiones
Con base en los resultados expuestos en la
presente investigación, se concluye que solo el
25,71% de los alumnos ha demostrado hábitos
adecuados en cuanto a alimentación, actividad
física, hidratación y descanso, lo que establece
una clara necesidad de intervención en las tres
cuartas partes restantes (74,29%), quienes
presentan niveles medios o bajos en estas
prácticas, enfatizando así la urgencia de
implementar estrategias educativas que
fomenten hábitos saludables y regulen, además,
el impacto del uso de redes sociales en el ámbito
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escolar. Asimismo, se evidencia que solo el
25,50% de los estudiantes presenta un nivel alto
de bienestar emocional y control social,
mientras que el 45,70% se ubica en un nivel
medio y el 28,81% en un nivel bajo. Esto indica
que más del 70% de los estudiantes requiere
apoyo y orientación en aspectos relacionados
con la regulación emocional, la influencia de las
redes sociales y los efectos del entorno familiar
y escolar. Del mismo modo, el 36.19% de los
estudiantes presenta un alto uso de redes
sociales en distintos contextos académicos y
personales, mientras que el 46.34% se ubica en
un nivel medio y el 17.46% en un nivel bajo.
Estos datos evidencian que la mayor parte de
estudiantes requiere apoyo para mejorar su
manejo digital ya que las plataformas más
utilizadas, TikTok, Instagram y YouTube se
emplean tanto con fines de entretenimiento
como en actividades escolares. Finalmente, se
concluye que los resultados obtenidos
evidencian que el uso excesivo de redes sociales
influye significativamente en la aparición de
trastornos en la salud mental de los
adolescentes. Se determinó que variables como
la frecuencia de uso, la interacción social, el
contenido compartido y la plataforma utilizada
constituyen factores de riesgo que afectan
negativamente el bienestar físico, psicológico y
el desenvolvimiento contextual de los alumnos.
Por tanto, es crucial implementar estrategias
preventivas y educativas que promuevan un uso
equilibrado y saludable de estas plataformas,
con el fin de mitigar sus efectos adversos sobre
el equilibrio emocional.
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Esta obra está bajo una licencia de
Creative Commons Reconocimiento-No Comercial
4.0 Internacional. Copyright © Aida Galud
Ledesma Arguello, Flor María Olmedo Zambrano,
Luisa María Ledesma Riera y Milton Alfonso
Criollo Turusina.