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Según Leonel (2024) menciona que “El
rendimiento académico no solo se ve
influenciado por la calidad de la enseñanza
impartida por los profesores, sino también por
la preparación que los padres brindan a sus hijos
para enfrentar los desafíos educativos” (p.
1579). En este sentido, el hallazgo encontrado
demuestra un contraste significativo, que
propone a los padres de familia capacitarse y ser
partícipes de talleres, donde puedan ser
orientados de cómo enseñar, retroalimentar o
instruir a sus hijos en las tareas, actividades o
eventos de participación escolar que tengan
relación con su aprovechamiento. Desde la
perspectiva en la que los padres deben
integrarse en las actividades escolares, sean esta
de aprendizaje o encuentros motivacionales, en
los hallazgos encontrados, se hace referencia en
la poca participación de los progenitores y de la
minúscula convocatoria institucional para estos
fines, esto contrasta con lo que manifiesta Vera
(2025) “La familia proporciona los valores y
normas iniciales, mientras que la escuela
refuerza y amplía estos aprendizajes en un
contexto colectivo”. Es decir, si es relevante la
propuesta de planificar, organizar y ejecutar
estrategias motivacionales, que provoquen en el
estudiantado un cambio emocional, actitudinal
y comportamental.
Conclusiones
La revisión bibliográfica pone de manifiesto el
gran interés en el estudio del impacto que tiene
la participación familiar en el avance del
proceso pedagógico del estudiantado, aunque
no se observan en general, no son resultados
tangibles a mediano plazo. En ese sentido una
de las tareas inmediatas posteriores a este
trabajo será la de ahondar en las acciones
institucionales que fortalezcan la participación
familiar en el proceso pedagógico del
estudiantado. Dentro del mismo análisis, el
impacto de las estrategias didácticas que
promueven la participación de los
representantes en los procesos académicos de
sus hijos, ha tenido diferentes connotaciones,
por un lado, pese a considerarse de suma
importancia dentro del proceso pedagógico, la
participación familiar es un aspecto que
requiere mayor tratamiento y abordaje dentro de
la institución, dado la limitada participación de
los padres de familia. Institucionalmente,
también se observa cierta dificultad en la
organización de dicho proceso por parte de la
institución educativa, de acuerdo a los datos
obtenidos de los padres de familia, pese a que
los representantes muestran su predisposición al
trabajo que se ha venido realizando, falta aún
empoderar a los padres sobre la participación
familiar para obtener buenos resultados, por
tanto, lo actuado hasta el momento, se
constituye en un punto de partida para un
posterior plan de mejora.
Un aspecto recurrente en las limitantes
detectadas es la falta de una cultura de
comunicación oportuna, asertiva y efectiva
entre institución y representantes, que de alguna
u otra manera debilitan los procesos de
promoción y el involucramiento de los
representantes en el proceso de aprendizaje de
sus hijos. En ese sentido, es menester fortalecer
los canales y medios de comunicación
existentes, así como los protocolos a seguir en
el orden regular, a fin de fortalecer el vínculo
entre escuela y familia en relación al avance
académico del estudiantado. La participación de
los representantes en el proceso pedagógico
influye en los resultados de dicho proceso, en el
sentido de compromiso y pertinencia de ellos, y
en los estudiantes hacia la institución educativa.
En ese sentido, se sugiere que la institución
promueva de forma más significativa la
participación de los padres en la toma de
decisiones a fin de que se sientan más valorados
y comprometidos con la institución.