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beneficios de la FD y la priorización de la fuerza
muscular por encima de la amplitud de
movimiento (Echeverría, 2021).
La presente investigación se contextualiza en el
Club de Artes Marciales TAE BAEK, ubicado
en el Valle de los Chillos, Quito, Ecuador. Este
entorno, que combina un enfoque integral en la
formación de practicantes infantiles, evidenció
limitaciones en la FD durante la ejecución de
técnicas específicas. Dichas limitaciones,
observadas en niños de entre 8 y 10 años,
reflejan la necesidad de implementar un
programa que equilibre el desarrollo de fuerza y
FD, buscando mejorar tanto el rendimiento
técnico como la prevención de lesiones. Este
estudio, por tanto, tiene una alta pertinencia
práctica y científica, ya que su aplicación puede
extenderse a otros clubes y escuelas de TKD en
contextos similares. Desde el punto de vista
teórico, la investigación encuentra justificación
en la relevancia de optimizar el rendimiento
técnico en edades tempranas, una etapa donde
el aprendizaje motor y la capacidad física están
en su máximo potencial. Como señala Vallejo
(2024), abordar problemas deportivos mediante
metodologías científicas permite no solo
comprender y transformar la realidad, sino
también generar evidencia que guíe la práctica
profesional. En este caso, el diseño de un
programa de fuerza que fomente la FD podría
representar una solución eficiente y sostenible a
la problemática descrita, además de contribuir a
la literatura científica del campo.
En cuanto al estado del arte, múltiples
investigaciones recientes han abordado la
relación entre fuerza y flexibilidad en el TKD
infantil, proporcionando un marco de referencia
para este estudio. Por ejemplo, el trabajo de
Paucay (2024), realizado en la provincia de
Azuay, Ecuador, empleó una revisión
sistemática bajo el método PRISMA para
destacar la importancia de la FD en la mejora
técnica y competitiva en deportes de combate.
Por su parte Echeverría, (2021), en un estudio
experimental con niños de 9 a 11 años en
Imbabura, demostró que la implementación de
programas combinados de fuerza y flexibilidad
mejora significativamente el rango de
movimiento articular y la ejecución técnica en
patadas como el Bandal Chagui. Además,
Simbaña (2022), utilizó un programa de fuerza
balística en niños de 10 a 12 años, logrando
mejoras significativas en la aceleración de
técnicas específicas como el Chigo Chagui, lo
que evidencia la importancia de un enfoque
integrado en el entrenamiento infantil. En el
marco teórico, conceptos clave como la fuerza
y la FD son fundamentales. Según Bompa y
Haff (2018), la fuerza, definida como la
capacidad de generar tensión muscular, es
crucial en deportes como el TKD, donde la
fuerza explosiva permite la ejecución de
técnicas rápidas y eficaces.
El entrenamiento balístico, descrito por Criollo
y Hernández (2020) utiliza resistencias
externas, como pelotas medicinales, o el peso
corporal, para desarrollar fuerza-potencia. Este
método activa fibras musculares de contracción
rápida, mejora la velocidad, y la coordinación
neuromuscular, y optimiza la transferencia de
fuerza en movimientos explosivos,
consolidándose como una herramienta esencial
para el rendimiento deportivo. Citando a Alter
(2004) asimismo, la FD, descrita como la
capacidad de realizar movimientos de amplio
rango bajo condiciones de velocidad, es un
factor determinante para evitar lesiones y
mejorar el rendimiento técnico. En este
contexto, la presente investigación busca
responder a la siguiente pregunta: ¿De qué
manera un programa de fuerza específico puede
optimizar la FD en practicantes de TKD
infantil? Para ello, se plantea como objetivo