Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 6
Junio del 2025
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PRÁCTICA DE GESTIÓN DEL CUIDADO EN ENFERMERÍA DE EMERGENCIA: UN
ESTUDIO FENOMENOLÓGICO
CARE MANAGEMENT PRACTICE AMONG EMERGENCY NURSES: A
PHENOMENOLOGICAL STUDY
Autores: ¹Pamela Vanessa Estévez Tipán y ²Jorge Alfredo Santos Álava
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0004-5046-154X
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0003-9597-4712
¹E-mail de contacto: pvestevez@puce.edu.ec
²E-mail de contacto: jasantos@puce.edu.ec
Afiliación: ¹*²*Universidad Central del Ecuador, (Ecuador).
Articulo recibido: 10 de mayo del 2025
Articulo revisado: 12 de mayo del 2025
Articulo aprobado: 5 de junio del 2025
¹Licenciada en Enfermería graduada en la Universidad Central del Ecuador, (Ecuador).
²Licenciado en Enfermería graduado en la Universidad Técnica de Manabí, (Ecuador).
Resumen
La gestión del cuidado en situaciones de
emergencia es esencial para brindar atención
oportuna y ética, especialmente en pacientes
críticos, donde las decisiones deben tomarse
bajo presión y con recursos limitados. Este
estudio tuvo como objetivo explorar las
percepciones de enfermeras sobre la gestión del
cuidado en servicios de emergencia,
identificando desafíos, estrategias
implementadas y condiciones laborales que
influyen en su práctica. Se empleó un enfoque
cualitativo de tipo fenomenológico, mediante
15 entrevistas semiestructuradas a licenciadas
en enfermería de un hospital de especialidades
en la ciudad de Quito. Los hallazgos muestran
que las estrategias de planificación,
comunicación efectiva, intervención oportuna
y priorización del cuidado son claves en la
atención de emergencias. No obstante, las
enfermeras enfrentan barreras significativas
como la sobrecarga laboral, escasez de insumos
y tareas administrativas excesivas, las cuales
comprometen la seguridad del paciente y
generan alto nivel de estrés. La discusión
resalta la necesidad de equilibrar los protocolos
clínicos con un enfoque humanizado que
considere las condiciones estructurales del
entorno laboral. Se concluye que es prioritario
reforzar la dotación de personal, optimizar el
uso de recursos, fortalecer la formación en
toma de decisiones y promover el autocuidado
entre el personal de enfermería. Este estudio
aporta evidencia útil para diseñar estrategias
que mejoren la calidad de la atención en
emergencias, reduzcan el agotamiento
profesional y favorezcan la salud integral del
personal de enfermería.
Palabras clave: Gestión del cuidado,
Enfermería, Emergencia, Atención
humanizada, Estrés laboral, Toma de
decisiones.
Abstract
Care management in emergency situations is
essential to ensure timely and ethical attention,
particularly for critically ill patients, where
decisions must be made under pressure and with
limited resources. This study aimed to explore
nurses’ perceptions of care management in
emergency services, identifying the challenges
they face, the strategies they implement, and the
working conditions that influence their practice.
A qualitative phenomenological approach was
employed, using 15 semi-structured interviews
with licensed nurses from a specialty hospital in
Quito. Findings show that care planning,
effective communication, timely intervention,
and prioritization are key strategies in
emergency nursing. However, nurses face
significant barriers such as work overload,
shortage of supplies, and excessive
administrative tasks, which compromise patient
safety and increase staff stress. The discussion
highlights the need to balance clinical protocols
with a more humanized approach that considers
the structural conditions of the work
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environment. The study concludes that it is
essential to strengthen staffing levels, optimize
resource use, improve decision-making
training, and promote self-care strategies
among nursing personnel. This research
provides valuable insights for developing
strategies to enhance the quality of emergency
care, reduce professional burnout, and support
the overall well-being of nursing staff.
Keywords: Care management, Nursing,
Emergency, Humanized care, Occupational
stress, Decision-making.
Sumário
A gestão do cuidado em situações de
emergência é essencial para garantir atenção
oportuna e ética, particularmente para
pacientes críticos, onde as decisões devem ser
tomadas sob pressão e com recursos limitados.
Este estudo teve como objetivo explorar as
percepções dos enfermeiros sobre a gestão do
cuidado em serviços de emergência,
identificando os desafios que enfrentam, as
estratégias que implementam e as condições de
trabalho que influenciam sua prática. Uma
abordagem fenomenológica qualitativa foi
empregada, usando 15 entrevistas
semiestruturadas com enfermeiros licenciados
de um hospital especializado em Quito. Os
resultados mostram que o planejamento do
cuidado, a comunicação eficaz, a intervenção
oportuna e a priorização são estratégias-chave
na enfermagem de emergência. No entanto, os
enfermeiros enfrentam barreiras significativas,
como sobrecarga de trabalho, escassez de
suprimentos e excesso de tarefas
administrativas, que comprometem a
segurança do paciente e aumentam o estresse
da equipe. A discussão destaca a necessidade
de equilibrar os protocolos clínicos com uma
abordagem mais humanizada que considere as
condições estruturais do ambiente de trabalho.
O estudo conclui que é essencial fortalecer os
níveis de pessoal, otimizar o uso de recursos,
melhorar o treinamento para tomada de decisão
e promover estratégias de autocuidado entre a
equipe de enfermagem. Esta pesquisa fornece
insights valiosos para o desenvolvimento de
estratégias para melhorar a qualidade do
atendimento de emergência, reduzir o
esgotamento profissional e apoiar o bem-estar
geral da equipe de enfermagem.
Palavras-chave: Gestão do cuidado,
Enfermagem, Emergência, Cuidado
humanizado, Estresse ocupacional, Tomada
de decisão.
Introducción
La gestión del cuidado en los servicios de
emergencia constituye un elemento
fundamental en el proceso de atención al
paciente, ya que implica tomar decisiones
clínicas rápidas y efectivas en contextos de alta
presión, caracterizados por la inestabilidad del
paciente, la escasez de recursos y la necesidad
de respuesta inmediata. En este entorno, el
personal de enfermería cumple un rol crucial,
enfrentando desafíos complejos que requieren
no solo habilidades clínicas especializadas, sino
también estrategias para manejar situaciones
críticas, priorizar tareas y coordinar
eficazmente con el equipo multidisciplinario.
Sin embargo, existe una limitada producción
científica que aborde esta problemática desde la
experiencia directa del profesional de
enfermería, lo que deja vacíos en la
comprensión de cómo se desarrolla realmente la
gestión del cuidado en estas circunstancias. La
literatura indica que la naturaleza dinámica y
compleja de los servicios de emergencia
convierte las acciones y decisiones del personal
de enfermería en componentes esenciales de la
atención, lo que justifica la necesidad de
considerar su perspectiva en estudios que
busquen mejorar la calidad asistencial
(Martínez et al., 2023).
Este estudio cobra relevancia en múltiples
dimensiones. Desde el plano social, permitirá
comprender las experiencias de los enfermeros
en un entorno altamente demandante,
controlado y cambiante, donde su rol resulta
decisivo para garantizar la seguridad del
paciente (Jansson et al., 2022).
Metodológicamente, se adopta un enfoque
cualitativo de tipo fenomenológico que facilita
la exploración profunda de las percepciones del
personal de enfermería, permitiendo identificar
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barreras y facilitadores en la gestión del
cuidado, así como proponer lineamientos
orientados a mejorar las condiciones laborales y
la calidad del servicio (Iordache et al., 2019).
Desde una perspectiva profesional, los
hallazgos de esta investigación pueden
contribuir al fortalecimiento de la formación en
toma de decisiones clínicas, al desarrollo de
programas para el manejo del estrés laboral, y a
la promoción de entornos laborales más
saludables y sostenibles, lo cual puede incidir
positivamente en la retención y satisfacción del
personal de enfermería (Suriyani et al., 2023).
Esta investigación tiene como objetivo analizar
la percepción de los profesionales de enfermería
sobre la gestión del cuidado en un servicio de
emergencia, utilizando un enfoque
fenomenológico que permita describir los
desafíos y estrategias de afrontamiento que
emplean los enfermeros, examinar la influencia
del entorno en la toma de decisiones y prácticas
de cuidado, y analizar las condiciones laborales
que favorecen el trabajo en equipo y la
comunicación como ejes estratégicos de la
gestión del cuidado.
Materiales y Métodos
La presente investigación se enmarca dentro de
un enfoque cualitativo con orientación
fenomenológica, el cual permitió explorar en
profundidad las experiencias vividas,
percepciones y significados que los
profesionales de enfermería atribuyen a su
práctica en el contexto específico del servicio de
emergencias. Este enfoque tiene como
propósito comprender cómo los sujetos
interpretan y dan sentido a sus vivencias en
situaciones concretas, priorizando la dimensión
subjetiva de los fenómenos y rescatando la
riqueza de las narrativas individuales. En
coherencia con esta perspectiva, se recurrió a
métodos cualitativos, siendo la entrevista
semiestructurada la técnica principal de
recolección de datos, dado su potencial para
capturar la complejidad de las experiencias
humanas y la flexibilidad para profundizar en
aspectos emergentes durante el diálogo. Para
garantizar la calidad y la transparencia del
proceso investigativo, se tomaron como
referencia los lineamientos de la lista de
verificación COREQ (Criterios Consolidados
para la Presentación de Informes de
Investigación Cualitativa), que agrupa 32
elementos distribuidos en tres dominios
fundamentales: características del equipo
investigador, contexto del estudio y análisis e
interpretación de resultados. En este marco, se
documentó de manera detallada la formación y
experiencia del equipo, la relación previa con
los participantes y las condiciones en que se
realizó la investigación, lo cual contribuye a una
evaluación crítica y replicabilidad de estudios
similares (Tong et al., 2007).
La población del estudio estuvo constituida por
quince profesionales de enfermería que laboran
en el servicio de emergencias del Hospital de
Especialidades de las Fuerzas Armadas N.º 1,
ubicado en la ciudad de Quito. La selección de
los participantes respondió a un muestreo no
probabilístico e intencional, adecuado para
investigaciones cualitativas, y estuvo
determinada por el criterio de saturación
teórica, alcanzado cuando las nuevas entrevistas
dejaron de aportar información relevante o
novedosa para los objetivos del estudio
(Svensson et al., 2019). Los criterios de
inclusión contemplaron ser profesional de
enfermería activo en el área de emergencia con
una antigüedad mínima de un año, tener menos
de 65 años y haber firmado el consentimiento
informado. Fueron excluidos aquellos
profesionales que no cumplían con dichos
criterios o se negaron a participar.
La recolección de los datos se llevó a cabo
mediante entrevistas semiestructuradas
realizadas en un ambiente que garantizara la
privacidad y la comodidad de los participantes.
Cada entrevista tuvo una duración aproximada
de quince minutos, fue grabada en audio con
autorización previa y transcrita de manera
literal para su posterior análisis. Previo a la
aplicación del instrumento, se realizó una
prueba piloto con docentes expertos de la
carrera de Enfermería, con el propósito de
validar el contenido de la guía de entrevista y
afinar los aspectos metodológicos del proceso.
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Para resguardar la confidencialidad, a cada
participante se le asignó un código
alfanumérico, y la información recolectada fue
almacenada bajo custodia de los investigadores
hasta la publicación de los resultados, momento
en el cual será destruida. El análisis de los datos
se realizó utilizando el software QMAP, una
herramienta de acceso abierto para el análisis
cualitativo de contenido textual y gráfico, que
permite la codificación, categorización e
interpretación sistemática del material
obtenido, siguiendo las propuestas
metodológicas de (Mayring 2014).
Las entrevistas fueron transcritas e ingresadas
en el sistema, y se aplicó un proceso de
codificación inductiva, lo que facilitó la
identificación de patrones, temas emergentes y
categorías significativas. Para asegurar la
validez del análisis, al menos un codificador
adicional revisó el material, lo que permitió la
triangulación de los resultados y aumentó la
confiabilidad de las interpretaciones.
Asimismo, se realizó una retroalimentación con
los participantes para compartir los hallazgos
preliminares y garantizar una representación
fiel de sus testimonios. Desde una perspectiva
ética, el estudio fue aprobado por el Comité de
Ética e Investigación en Seres Humanos de la
Pontificia Universidad Católica del Ecuador,
bajo el código EO-033-2024, versión 2. En
concordancia con las regulaciones nacionales
para investigaciones en seres humanos, fue
clasificado como de mínimo riesgo, y se
aseguraron mecanismos de protección para los
participantes en términos de anonimato,
confidencialidad y consentimiento informado.
En cuanto a la perspectiva de género, la
investigación se desarrolló atendiendo a los
lineamientos Sex and Gender Equity in
Research (SAGER) promoviendo una
representación equitativa en la muestra y una
presentación diferenciada de los hallazgos
según el sexo de los participantes, lo que
permitió explorar posibles diferencias en las
experiencias de cuidado en función de esta
variable. Además, se adoptó un lenguaje no
sexista desde la fase de diseño hasta la
redacción final del informe, promoviendo la
inclusión y la equidad en todos los niveles del
proceso investigativo.
Resultados y Discusión
La gestión del cuidado en los servicios de
emergencia representa una de las prácticas más
complejas y esenciales dentro del ejercicio
profesional de la enfermería, ya que exige una
articulación constante entre habilidades
clínicas, organizativas y relacionales para
garantizar la calidad, seguridad y continuidad
de la atención en contextos de alta presión y
demanda. Desde una perspectiva
fenomenológica, esta investigación se propuso
comprender las percepciones y experiencias de
los profesionales de enfermería respecto a dicha
gestión en un entorno crítico, caracterizado por
la inmediatez en la toma de decisiones y la
exposición continua a situaciones de riesgo. A
través de entrevistas semiestructuradas
realizadas a quince enfermeros del servicio de
emergencias del Hospital de Especialidades de
las Fuerzas Armadas N.º 1, fue posible
identificar categorías analíticas que permiten
dar cuenta de los significados atribuidos por los
participantes a su labor cotidiana, así como de
los factores que facilitan o dificultan la
implementación de una atención integral, ética
y eficiente.
El análisis cualitativo del discurso permitió la
organización de los hallazgos en tres categorías
principales: gestión del cuidado, motivos que
dificultan una atención adecuada e
intervenciones de enfermería. Estas categorías
fueron definidas inductivamente a partir de los
datos empíricos, y cada una de ellas se compone
de subcategorías que revelan dimensiones
específicas del quehacer enfermero en
contextos de emergencia. La primera categoría,
Gestión del cuidado, recoge las
representaciones que tienen los profesionales
sobre los procesos de planificación,
organización y ejecución del cuidado en un
marco que combina la aplicación de protocolos
con la necesidad de adaptación constante a las
condiciones del entorno y a las necesidades
individuales del paciente. Los participantes
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destacaron la importancia de una atención
centrada en la persona, que incorpore no solo
aspectos clínicos, sino también el componente
humanístico del cuidado, como la calidez, el
respeto y el acompañamiento emocional.
La segunda categoría, Motivos que dificultan
una atención adecuada, visibiliza los principales
obstáculos que enfrentan los enfermeros en el
ejercicio de su labor, entre los que se destacan
la sobrecarga laboral, el déficit de personal, la
escasez de insumos, las interrupciones
frecuentes y las exigencias administrativas.
Estos elementos afectan significativamente la
calidad del cuidado y generan tensiones entre el
deber profesional y las condiciones
estructurales del entorno. No obstante, muchos
de los participantes subrayaron su compromiso
ético y vocacional, que los impulsa a mantener
estándares de atención aún en circunstancias
adversas, lo cual evidencia un alto nivel de
resiliencia profesional. La tercera categoría,
Intervenciones de enfermería, agrupa las
acciones y estrategias utilizadas por los
participantes para garantizar la seguridad del
paciente y optimizar la atención en situaciones
de alta complejidad. Se destaca la relevancia de
la comunicación efectiva, el ejercicio empático
y el triaje como herramientas clave para
priorizar cuidados, distribuir recursos y
responder con eficacia a la variabilidad de la
demanda asistencial. Estas intervenciones no
solo impactan positivamente en la experiencia
del paciente, sino que también fortalecen la
capacidad organizativa del equipo de
enfermería ante escenarios de urgencia.
En conjunto, los resultados permiten una
comprensión integral del fenómeno
investigado, al evidenciar tanto las
potencialidades como las limitaciones del
ejercicio profesional en servicios de
emergencia. Este análisis constituye una base
sólida para el desarrollo de estrategias
institucionales orientadas a fortalecer la gestión
del cuidado, promoviendo entornos laborales
más equitativos, seguros y humanizados, en
beneficio tanto de los profesionales de
enfermería como de los usuarios del sistema de
salud.
Figura 1: Árbol de codificadores
En la tabla 1 se identifican las respuestas
especificas respecto a la categoría a analizar:
Tabla 1. Planificación del cuidado
Participante
Respuesta Específica
Enfoque Principal
1
"Seguir los protocolos
establecidos en el hospital
para realizar el trabajo de
enfermería de manera
organizada."
Uso de protocolos
3
"Organizar el trabajo al
momento de atender al
paciente."
Organización
4
"Seguimos protocolos que
se cambian y mejoran con el
tiempo para adaptarse a las
necesidades y garantizar
buenos resultados con los
pacientes."
Protocolos
dinámicos
5
"Planificar el cuidado
basado en el diagnóstico
que presenta el paciente al
llegar a la emergencia."
Planificación según
diagnóstico
10
"Realizar acciones
complementarias que
beneficien al paciente."
Enfoque en
complementariedad
12
"Son pasos y
procedimientos que ayudan
al cuidado del paciente."
Procedimientos
claros
13
"Organizar recursos
disponibles y no disponibles
para asegurar una atención
de calidad al paciente."
Organización de
recursos
14
"Implementar acciones para
mejorar el nivel de atención
que ofrecemos a los
pacientes."
Mejora continua
Fuente: elaboración propia
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Gestión del cuidado
El análisis de las entrevistas sobre la gestión del
cuidado en profesionales de enfermería revela
una comprensión compleja y multidimensional
de esta práctica, destacando la planificación del
cuidado como un eje central. Esta subcategoría
identifica tres aspectos clave: la organización
del trabajo, el uso y actualización de protocolos
hospitalarios, y la garantía de una atención
eficiente y de calidad. Estos elementos
conforman un enfoque estructurado que permite
a los profesionales de enfermería abordar las
complejidades inherentes al entorno de
emergencia, optimizando la atención a los
pacientes.
Tabla 2. Atención a las necesidades del
paciente
Participante
Respuesta Específica
Enfoque
Principal
2
"Cumplir expectativas
del paciente y aliviar
molestias para
garantizar que se
sienta bien atendido."
Confort y alivio
6
"Dar cuidados
prioritarios y apoyo
emocional directo al
paciente."
Apoyo
emocional
7
"Brindar atención
rápida y eficaz,
cubriendo las
necesidades básicas
del paciente."
Atención rápida
y eficaz
8
"Evaluar necesidades
específicas de cada
paciente y priorizarlas
para brindar cuidado
adecuado."
Evaluación y
priorización
11
"Buscar las
necesidades del
paciente y
proporcionar confort
para mejorar su salud."
Confort y
mejoramiento
Fuente: elaboración propia
En la tabla 2 se puede identificar la atención a
las necesidades del paciente enfatizando en
cómo el enfoque principal brinda confort y
alivio, apoyo emocional, atención rápida y
eficaz, así como la evaluación y priorización,
confort y mejoramiento. La tabla 3 muestra las
respuestas respecto a la categoría cuidado
humanístico
Tabla 3. Cuidado Humanístico
Participante
Respuesta Específica
Enfoque
Principal
9
"Especificar cuidados hacia
el paciente para mejorar su
situación de salud desde un
enfoque humanístico."
Enfoque
humanístico
15
"Brindar atención de
calidad y calidez para que
el paciente se sienta
cómodo durante su
estancia."
Calidad y
calidez
Fuente: elaboración propia
El análisis de la subcategoría Cuidado
Humanístico destaca cómo los profesionales de
enfermería en servicios de emergencia perciben
y aplican esta dimensión del cuidado,
enfocándose en la empatía, la calidad humana y
un enfoque centrado en el paciente. Las
respuestas reflejan un compromiso profundo
con la humanización de la atención, priorizando
tanto las necesidades emocionales como físicas
de los pacientes en un entorno caracterizado por
la presión y la urgencia. Aunque los
participantes destacan la importancia de la
calidez y la empatía, estos elementos no
siempre están integrados de manera formal en
los protocolos institucionales. Esto sugiere la
necesidad de políticas y capacitaciones
específicas que refuercen la humanización del
cuidado como un componente esencial de la
práctica profesional. Los participantes 5, 6, 7, 9,
10, 15 coinciden en que la sobrecarga de trabajo
y la falta de personal limitan la capacidad de
brindar atención adecuada. Mencionan además
la presión de médicos y responsabilidades
administrativas. Dentro de los patrones
observados en este grupo destaca que la
sobrecarga laboral y la falta de personal son las
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principales limitantes, afectando la calidad y
oportunidad de la atención, además, dentro de
los puntos claves, se observar la sobrecarga de
trabajo y la falta de personal.}
Motivos para no brindar una atención
adecuada: alta demanda y escasez de
personal
Tabla 4. Alta demanda de pacientes y poco
personal
Participante
Respuesta
Específica
Enfoque
Principal
5
"La carga laboral
hace descuidar
pacientes, además de
la falta de personal
que genera errores
involuntarios."
Sobrecarga y
falta de personal
6
"Demanda alta de
pacientes y presión
por la falta de
personal afectan la
calidad de atención."
Sobrecarga y
presión
7
"La disminución de
funciones de
auxiliares aumenta la
carga de trabajo de las
enfermeras."
Redistribución
ineficiente de
tareas
9
"La alta cantidad de
usuarios en
emergencia limita la
atención oportuna."
Sobrecarga
10
"La sobrecarga de
trabajo en varias áreas
impide dar atención
rápida."
Sobrecarga
15
"La demanda
excesiva y falta de
personal afectan
nuestra capacidad de
respuesta."
Sobrecarga y
falta de personal
Fuente: elaboración propia
La redistribución ineficiente de tareas,
mencionada por el participante 7, es un desafío
adicional. Asignar funciones de auxiliares al
personal de enfermería incrementa la carga de
trabajo y desvía a los profesionales de sus
funciones principales, lo que afecta la eficiencia
del sistema. La sobrecarga laboral está asociada
con altos niveles de estrés y agotamiento
emocional, lo que deteriora la calidad del
cuidado y aumenta la probabilidad de rotación
laboral (Suriyani et al. 2023). El impacto
psicológico de estas condiciones también es
significativo. La presión constante por cumplir
con las demandas de pacientes y superiores
genera altos niveles de estrés, lo que puede
comprometer la salud mental de los enfermeros
y aumentar el riesgo de abandono profesional.
Las situaciones de estrés laboral prolongado en
entornos de emergencia están asociadas con
agotamiento emocional y síntomas de estrés
postraumático, subrayando la importancia de
estrategias de recuperación y apoyo
institucional (De Wijn y Doef 2020). Las
limitaciones estructurales como la sobrecarga
laboral y la falta de personal son críticas, no
pueden ser analizadas de forma aislada. Estas
barreras reflejan problemas sistémicos
relacionados con la demanda creciente de
servicios, la presión institucional y la falta de
apoyo gerencial. La subcategoría “Alta
Demanda y Escasez de Personal” evidencia las
significativas limitaciones que enfrentan los
profesionales de enfermería en los servicios de
emergencia debido a la sobrecarga laboral y la
insuficiencia de personal. Estas condiciones
afectan directamente la calidad y oportunidad
de la atención, creando una brecha entre las
necesidades de los pacientes y la capacidad del
personal para responder de manera efectiva.
La sobrecarga de trabajo es señalada por todos
los participantes como una de las principales
barreras para brindar atención adecuada.
Participantes como el 5 y el 9 destacaron que el
volumen excesivo de pacientes en los servicios
de emergencia restringe la capacidad de
priorizar y atender de manera oportuna. Este
fenómeno no solo genera agotamiento físico y
emocional en el personal, sino que también
aumenta el riesgo de errores en el cuidado. La
proporción de sobrecarga laboral está
directamente relacionada con la aparición de
eventos adversos y complicaciones clínicas,
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destacando la importancia de garantizar una
proporción adecuada de personal respecto a la
carga de pacientes (Jansson et al., 2020). La
falta de personal, mencionada por los
participantes 5, 6 y 15, se identifica como una
causa central de la disminución en la calidad de
la atención. Esta insuficiencia no solo
incrementa las responsabilidades de los
profesionales presentes, sino que también
reduce significativamente el tiempo que pueden
dedicar a cada paciente. Se resalta que la
dotación insuficiente de personal compromete
tanto la seguridad del paciente como el
bienestar del personal, afectando negativamente
los resultados clínicos y aumentando los niveles
de estrés laboral (Iordache et al., 2019).
Motivos para no brindar una atención
adecuada: Otros factores contextuales
Los participantes 2, 3, 4, 8, 12, 13 identifican
factores como falta de insumos, tiempos
reducidos, presión administrativa, y el manejo
de pacientes críticos como los principales
problemas.
Tabla 5. Otros factores contextuales
Participante
Respuesta Específica
Enfoque
Principal
2
"El tiempo, la presión
administrativa y la falta de
insumos dificultan la
atención."
Presión
administrativa
e insumos
4
"La falta de insumos y la
alta demanda afectan la
calidad del cuidado."
Falta de
insumos
8
"La presencia de pacientes
críticos aumenta las
exigencias de atención."
Pacientes
críticos
12
"Los recursos limitados
complican el manejo
adecuado de los
pacientes."
Falta de
recursos
13
"Falta de insumos y
colaboración de los
pacientes dificultan la
atención."
Insumos y
colaboración
del paciente
Fuente: elaboración propia
La subcategoría otros factores contextuales
destaca cómo los profesionales de enfermería
perciben limitaciones adicionales que dificultan
la prestación de una atención adecuada en los
servicios de emergencia. Entre los principales
problemas identificados se encuentran la falta
de insumos, la presión administrativa y el
manejo de pacientes críticos, los cuales agravan
las ya complejas condiciones de estos entornos
de alta demanda.
Motivos para no brindar una atención
adecuada: Compromiso irrestricto con la
atención
Dentro de los participantes 1, 11, 14 se observa
una reiteración que no debe haber motivo
alguno para descuidar la atención. Enfatizan el
compromiso ético del personal.
Tabla 6. Compromiso irrestricto con la
atención
Participante
Respuesta Específica
Enfoque
Principal
1
"Estamos para brindar una
atención correcta sin
discriminación alguna."
Igualdad en la
atención
11
"No se puede negar la
atención al paciente;
todos deben ser tratados
por igual."
Igualdad y
compromiso
14
"Nuestra obligación es
brindar atención efectiva
y oportuna a todos los
usuarios."
Compromiso
ético
Fuente: elaboración propia
En relación a la subcategoría compromiso
irrestricto con la atención pone de manifiesto la
firme determinación de los enfermeros en los
servicios de emergencia para garantizar una
atención oportuna y equitativa, sin importar las
condiciones. Este compromiso, basado en
principios éticos, busca ofrecer un trato digno y
de calidad a todos los pacientes, reflejando un
profesionalismo que trasciende las dificultades
del entorno laboral. Las respuestas de los
participantes destacan tanto el valor de la ética
profesional como la igualdad en el trato hacia
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los pacientes como elementos esenciales en su
práctica.
Intervenciones de enfermería: comunicación
y empatía
Los participantes 2, 4, 8, 9, 10, 14, 15: coinciden
en la importancia de la escucha activa, la
comunicación efectiva y la empatía para
mejorar la experiencia del paciente.
Tabla 7. Comunicaciones y empatía
Participante
Respuesta Específica
Enfoque
Principal
2
"Presentarnos al inicio,
explicar lo que haremos y
tratar al paciente de
manera cordial para que
se sienta confiado."
Comunicación
efectiva
4
"A veces, por falta de
tiempo, no podemos
preguntar cómo se
sienten o qué necesitan,
pero la empatía es
esencial."
Empatía y
escucha activa
8
"La escucha activa
mejora la experiencia del
paciente y facilita la
recuperación."
Escucha activa
9
"Es necesario ofrecer
atención humanizada
para que el paciente tenga
una buena experiencia."
Empatía y
humanización
10
"La comunicación es
nuestra primera
intervención; luego
implementamos los
cuidados específicos."
Comunicación
efectiva
14
"Es crucial tener calidad
humana con los pacientes
para que se sientan bien
tratados."
Empatía
15
"Mejorar la
comunicación con el
paciente ayuda a
disminuir su malestar
durante el
procedimiento."
Comunicación
efectiva
Fuente: elaboración propia
La subcategoría Comunicación y Empatía
destaca la importancia de estas habilidades
interpersonales como elementos clave en las
intervenciones de enfermería dentro de los
servicios de emergencia. Las respuestas de los
participantes enfatizan la escucha activa, la
comunicación efectiva y la empatía como
herramientas esenciales para mejorar la
experiencia del paciente y garantizar una
atención humanizada. Estos elementos no solo
facilitan el bienestar emocional del paciente,
sino que también potencian la eficacia de los
cuidados clínicos.
Intervenciones de enfermería: planificación
del cuidado
La organización del trabajo se presenta como un
componente esencial. Participantes como el 3 y
el 13 subrayan la importancia de estructurar
tareas y los recursos disponibles para
maximizar la eficiencia y minimizar errores en
contextos críticos. Esto es consistente con
investigaciones recientes que destacan cómo
una organización adecuada del cuidado
enfermero mejora los resultados y asegura la
calidad en situaciones de alta presión (Jesus y
Balsanelli, 2023). Esta organización permite
gestionar las demandas crecientes de los
servicios de emergencia de manera más eficaz.
El uso de protocolos hospitalarios emerge como
una herramienta fundamental para garantizar
atención estandarizada y adaptativa.
Participantes como el 1 y el 4 enfatizan la
necesidad de seguir lineamientos dinámicos que
se ajusten a las cambiantes necesidades del
entorno clínico. La actualización y la
flexibilidad de los protocolos son
imprescindibles para mantener estándares de
calidad en escenarios clínicos de alta
variabilidad, como los servicios de emergencia
(Perveen et al., 2023).
Otro elemento destacado por los participantes,
como el 5 y el 12, es la personalización de la
atención a través de la planificación basada en
el diagnóstico inicial y el uso de procedimientos
claros. Este enfoque fomenta un cuidado
centrado en las necesidades individuales del
paciente y asegura intervenciones más
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efectivas. La personalización en la atención
permite identificar prioridades de manera más
precisa y mejora los resultados clínicos y la
experiencia del paciente. Un aspecto recurrente
en las entrevistas es la mejora continua de los
procesos de cuidado, destacada por los
participantes 10 y 14. Este enfoque refuerza la
necesidad de evaluar y ajustar constantemente
las estrategias de atención para maximizar su
efectividad. Investigaciones recientes han
identificado que la implementación de
estrategias adaptativas no solo mejora la calidad
del cuidado, sino que también fortalece la
resiliencia profesional de los enfermeros en
entornos de alta presión (Choi y Chang, 2021).
A pesar de estos hallazgos positivos, los
enfermeros enfrentan limitaciones
significativas en la implementación de estas
prácticas ideales. Factores como la alta
demanda de pacientes, la escasez de personal y
los recursos limitados representan barreras
importantes. Estas tensiones estructurales
generan desequilibrios en la práctica del
cuidado y aumentan el estrés laboral. Además,
la literatura enfatiza que, aunque la
planificación del cuidado es esencial, también
es fundamental integrar la dimensión emocional
y ética en este proceso, particularmente en
entornos críticos (Schwabe et al., 2021). La
empatía y la capacidad de adaptarse
rápidamente son habilidades complementarias
que enriquecen la efectividad de los protocolos
y la organización en los servicios de emergencia
(Han et al., 2022).
Intervenciones de enfermería: atención a las
necesidades del paciente
El análisis de las entrevistas en la subcategoría
Atención a las Necesidades del Paciente destaca
cómo los profesionales de enfermería en
servicios de emergencia perciben esta práctica
como un componente esencial de la gestión del
cuidado. Los resultados revelan dos aspectos
centrales: la identificación y priorización de
necesidades específicas del paciente y el apoyo
emocional y confort, ambos fundamentales para
garantizar una atención efectiva y humanizada.
La evaluación y priorización de necesidades
surge como un enfoque clave dentro de esta
subcategoría. Participantes como el 8 y el 11
enfatizan la importancia de evaluar las
necesidades específicas del paciente y
priorizarlas para brindar una atención adecuada.
Este enfoque no solo permite a los enfermeros
actuar de manera proactiva, sino que también
asegura que las necesidades más críticas de los
pacientes se aborden en un entorno dinámico y
de alta presión. La priorización adecuada en
entornos de emergencia es esencial para
manejar de manera eficiente los recursos
limitados y optimizar los resultados clínicos,
aunque las condiciones organizativas
frecuentemente priorizan las necesidades físicas
sobre las emocionales (Pavedahl et al., 2022).
El confort y el apoyo emocional, mencionados
reiteradamente por participantes como el 2 y el
6, son vistos como aspectos integrales de la
atención. Estos elementos no solo mejoran la
experiencia del paciente, sino que también
fortalecen la relación terapéutica y promueven
una recuperación más rápida. Los pacientes en
emergencias valoran la creación de relaciones
que aborden sus necesidades emocionales junto
con las físicas, contribuyendo
significativamente a su bienestar general
(Svensson et al., 2019). Otro elemento crítico es
la rapidez y eficacia en la atención, resaltados
por el participante 7. En entornos de
emergencia, la capacidad de tomar decisiones
rápidas y priorizar adecuadamente puede
marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
La priorización de pacientes basada en factores
clínicos y disponibilidad de recursos permite
reducir significativamente los tiempos de espera
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y mejorar los resultados operativos en
emergencias (Li et al., 2021).
Sin embargo, implementar estas prácticas
enfrenta limitaciones significativas, como la
sobrecarga laboral y la falta de recursos. Estas
barreras estructurales dificultan que los
profesionales de enfermería brinden una
atención centrada en el paciente de manera
constante. La falta de personal y la alta demanda
afectan directamente la calidad de la atención y
la seguridad del paciente (Ausserhofer et al.,
2021). Aunque los enfermeros tienen un
enfoque centrado en el paciente, la coordinación
con equipos multidisciplinarios y las
condiciones institucionales también influyen en
la experiencia del cuidado. La necesidad de una
mayor integración y estrategias organizativas
para fomentar la autonomía del paciente y
optimizar los resultados clínicos (Frank et al.,
2022).
Intervenciones de enfermería: Cuidados
humanistas
El enfoque humanístico en la atención al
paciente, descrito por el participante 9, pone
énfasis en especificar los cuidados de manera
personalizada para mejorar la situación de salud
del paciente. Esto refleja un entendimiento del
cuidado como un acto integrador que va más
allá de los aspectos técnicos para abordar
también las dimensiones emocionales y
psicológicas del bienestar. El cuidado
humanístico en enfermería no solo impacta
positivamente en los resultados clínicos, sino
que también contribuye a la creación de
relaciones de confianza entre los profesionales
y los pacientes (Criollo et al., 2021). Por su
parte, el participante 15 subraya la importancia
de brindar atención de calidad y calidez para
garantizar que el paciente se sienta cómodo
durante su estancia. La humanización en los
servicios de emergencia debe combinar
competencia técnica con sensibilidad y empatía
para manejar las necesidades de los pacientes en
situaciones de alta vulnerabilidad (Caicedo et
al., 2023).
Los resultados también revelan que tanto la
empatía como la calidez son vistas como pilares
fundamentales para la gestión del cuidado en
este contexto. La empatía, entendida como la
capacidad de ponerse en el lugar del otro y
responder de manera adecuada a sus
necesidades, es esencial para personalizar el
cuidado y ofrecer un trato digno y respetuoso.
Los pacientes en entornos de emergencia a
menudo enfrentan altos niveles de estrés y
ansiedad, lo que hace que la empatía por parte
del personal de enfermería sea crítica para
aliviar su malestar y promover una experiencia
positiva (Polo, 2018). Aunque los resultados
reflejan un ideal elevado de cuidado
humanístico, es importante considerar las
limitaciones prácticas que pueden afectar la
implementación de este enfoque en la realidad
diaria. Factores como la sobrecarga laboral, la
falta de personal y el estrés del entorno de
emergencia pueden dificultar la capacidad de
los profesionales para ofrecer atención empática
y personalizada de manera consistente. En
entornos de alta presión, los profesionales de
enfermería pueden verse obligados a priorizar
aspectos técnicos sobre las interacciones
humanas, comprometiendo la calidad del
cuidado humanístico (Bombilla, 2019).
Motivos para no brindar una atención
adecuada: Otros factores contextuales
La falta de insumos, mencionada por
participantes como el 2, 4 y 13, surge como un
factor crítico que impacta directamente en la
capacidad técnica del personal y en su bienestar
emocional. La ausencia de recursos esenciales
genera frustración y un sentimiento de
impotencia entre los enfermeros, además de
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comprometer la seguridad del paciente. Los
recursos limitados en servicios de emergencia
no solo dificultan el manejo adecuado de las
necesidades clínicas, sino que también
amplifican las tensiones relacionadas con la
carga laboral (Lam et al., 2019). La presión
administrativa, destacada por el participante 2,
es otro desafío recurrente. Este factor incluye
tareas burocráticas que desvían el tiempo y la
atención del personal de enfermería, reduciendo
su capacidad para responder a las necesidades
directas de los pacientes. Los requisitos
administrativos excesivos interfieren con la
atención en servicios críticos, aumentando la
percepción de sobrecarga entre los
profesionales (Schadewaldt et al., 2020).
El manejo de pacientes críticos, mencionado
por el participante 8, representa otro desafío
significativo. Los pacientes críticos requieren
cuidados intensivos especializados, lo que eleva
la presión sobre el personal de enfermería y
limita la atención a otros pacientes. La falta de
protocolos claros y recursos adecuados puede
exacerbar los problemas asociados con el
cuidado de pacientes críticos en entornos de
emergencia, lo que afecta negativamente la
calidad del cuidado (Mirhaghi et al., 2019).
Estos factores contextuales no actúan de manera
independiente, sino que se entrelazan para
formar un conjunto de barreras sistémicas. La
interacción entre la falta de insumos, la presión
administrativa y el manejo de casos críticos
amplifica la carga laboral y aumenta el estrés
del personal de enfermería. La humanización
del cuidado en emergencias depende de la
capacidad de abordar estos problemas
estructurales mediante estrategias que
promuevan el bienestar del personal y
optimicen los procesos administrativos (Rôlo et
al., 2019).
Motivos para no brindar una atención
adecuada: compromiso irrestricto con la
atención
El compromiso ético, reiterado por los tres
participantes, es un aspecto fundamental en esta
subcategoría. El participante 14 subraya que
brindar atención efectiva y oportuna es una
obligación que no puede ser comprometida,
incluso frente a barreras como la falta de
recursos o la alta presión en el entorno de
trabajo. Los principios éticos constituyen la
base de la práctica de enfermería, especialmente
en contextos críticos como los servicios de
emergencia. Dichos principios no solo guían las
decisiones clínicas, sino que también refuerzan
la confianza del paciente en el sistema de salud
(Martínez et al., 2020). La igualdad en la
atención es otro tema destacado por los
participantes 1 y 11. Estos profesionales
resaltan que todos los pacientes deben ser
tratados de manera equitativa, eliminando
cualquier tipo de discriminación o prejuicio en
la atención.
Este principio es particularmente relevante en
los servicios de emergencia, donde la diversidad
de los pacientes y las situaciones puede generar
desigualdades en el acceso a los cuidados. La
igualdad en la atención no solo mejora la
experiencia del paciente, sino que también
fomenta un entorno de confianza y respeto
mutuo entre el personal sanitario y los usuarios
(Criollo et al., 2021). Sin embargo, es
importante reconocer que las condiciones
laborales en los servicios de emergencia pueden
poner a prueba este compromiso ético y la
igualdad en la atención. Factores como la
sobrecarga laboral, la falta de insumos y la alta
demanda de servicios dificultan la
implementación práctica de estos principios.
Los profesionales de enfermería se ven
obligados a priorizar pacientes o
procedimientos debido a la limitada
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disponibilidad de recursos, lo que puede generar
tensiones éticas y emocionales. Esta
discrepancia entre los ideales éticos y las
limitaciones prácticas resalta la necesidad de un
mayor apoyo institucional y recursos para el
personal de enfermería (Bombilla, 2019).
El impacto emocional de mantener este
compromiso irrestricto también merece
atención. Los profesionales de enfermería que
no logran satisfacer sus propios estándares
éticos debido a las condiciones del entorno
laboral pueden experimentar frustración, estrés
y agotamiento emocional. Estas condiciones no
solo afectan la calidad del cuidado brindado,
sino también la salud mental y el bienestar del
personal. Por lo tanto, garantizar que el personal
de enfermería cuente con los recursos
adecuados y un entorno de trabajo que respalde
sus valores éticos es esencial para mantener la
sostenibilidad de este compromiso (Polo, 2018).
Intervenciones de enfermería: comunicación
y empatía
La investigación refleja que, la escucha activa,
mencionada por los participantes 4, 8 y 9, se
describe como una intervención fundamental
para entender las necesidades específicas de los
pacientes y generar una relación de confianza.
El participante 8 resalta que esta práctica mejora
la experiencia del paciente y facilita su
recuperación, subrayando la importancia de
establecer una conexión emocional durante la
atención. La escucha activa permite a los
enfermeros identificar preocupaciones que
podrían pasar desapercibidas en una evaluación
exclusivamente técnica, promoviendo un
cuidado más integral (Criollo et al., 2021). Por
otro lado, la comunicación efectiva, destacada
por los participantes 2, 10 y 15, se percibe como
el primer paso para establecer un vínculo
positivo con el paciente. Explicar los
procedimientos y brindar información clara
sobre lo que sucederá durante la atención son
prácticas que generan confianza y reducen la
ansiedad del paciente. Una comunicación
efectiva no solo beneficia al paciente, sino que
también facilita la coordinación entre los
diferentes miembros del equipo de salud,
mejorando la calidad general de la atención
(Polo, 2018).
La empatía y la humanización, mencionadas por
cinco de los participantes, son vistas como
pilares de una atención de calidad en los
servicios de emergencia. El participante 9
resalta que ofrecer una atención humanizada es
esencial para que los pacientes tengan una
experiencia positiva, mientras que el
participante 14 enfatiza la necesidad de mostrar
calidad humana en cada interacción. La empatía
en la práctica de enfermería no solo ayuda a los
pacientes a sentirse valorados y respetados, sino
que también refuerza la resiliencia de los
profesionales en entornos de alta presión
(Martínez et al., 2020). A pesar de los
beneficios asociados con estas prácticas,
algunos participantes, como el 4, mencionan
que la falta de tiempo puede limitar la capacidad
de los enfermeros para realizar estas
intervenciones de manera consistente. Esta
observación refleja un desafío recurrente en los
servicios de emergencia, donde las altas
demandas y la presión del entorno pueden
dificultar la implementación de cuidados
humanizados.
El equilibrio entre la rapidez en la atención y la
empatía es crítico, especialmente en entornos
donde las limitaciones estructurales impactan la
calidad del cuidado (Bombilla, 2019). La
capacitación en habilidades de comunicación y
empatía se presenta como una estrategia
fundamental para fortalecer las competencias
interpersonales del personal de enfermería. La
incorporación de protocolos que promuevan la
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humanización del cuidado podría ayudar a
superar las barreras identificadas, garantizando
que todos los pacientes reciban una atención
centrada en sus necesidades físicas y
emocionales. La evidencia indica que estas
intervenciones no solo mejoran la experiencia
del paciente, sino que también contribuyen a un
entorno laboral más positivo para el personal de
enfermería
Acciones específicas de atención
Las acciones específicas de atención reflejan
que El triaje y la clasificación adecuada,
mencionados por los participantes 1, 12 y 13,
son prácticas fundamentales que aseguran que
los pacientes reciban atención según la
gravedad de su condición. El participante 1
enfatiza que el triaje es crucial para clasificar a
los pacientes y mejorar la organización del
cuidado, mientras que los participantes 12 y 13
destacan el uso de herramientas específicas,
como la escala de Manchester, para priorizar las
necesidades de atención. La clasificación
mediante triaje permite a los profesionales de
enfermería manejar de manera eficiente los
flujos de trabajo en entornos críticos,
garantizando que los pacientes más graves
reciban atención inmediata (Martínez et al.,
2020). La valoración personalizada es otra
intervención destacada por los participantes 3 y
6, quienes señalan la importancia de evaluar las
necesidades individuales de cada paciente para
brindar cuidados específicos y asegurar un
manejo integral. Este enfoque permite a los
enfermeros adaptarse a las particularidades de
cada caso, ofreciendo una atención más
centrada en el paciente. La de los cuidados es
una práctica que mejora los resultados clínicos
y la experiencia del paciente, especialmente en
contextos de emergencia donde las condiciones
varían ampliamente (Criollo et al.,2021).
La vigilancia constante, mencionada por el
participante 5, se describe como una práctica
clave para garantizar que se cumplan los
protocolos de atención y se monitoricen de
manera continua las condiciones de los
pacientes. Esta intervención es particularmente
relevante en servicios de emergencia, donde las
situaciones pueden cambiar rápidamente,
requiriendo una supervisión continua para
prevenir complicaciones. La vigilancia activa es
esencial para anticipar necesidades y responder
eficazmente a las demandas del entorno
(Bombilla, 2019). Otras intervenciones, como
el manejo del dolor y la mejora del confort,
mencionadas por el participante 11, resaltan la
dimensión humanizada de la atención.
Estas prácticas, aunque menos frecuentes, son
cruciales para garantizar que los pacientes no
solo reciban un cuidado técnico adecuado, sino
que también experimenten bienestar durante su
estancia en el servicio de emergencia. El
manejo efectivo del dolor y la promoción del
confort son intervenciones que tienen un
impacto significativo en la percepción del
cuidado por parte del paciente (Polo, 2018).
A pesar de la efectividad de estas
intervenciones, las limitaciones estructurales,
como la falta de personal mencionada por el
participante 7, pueden comprometer su
implementación consistente. La insuficiencia
de recursos humanos y materiales no solo
aumenta la carga laboral, sino que también
limita la capacidad del personal para brindar
una atención integral y oportuna. Estas barreras
estructurales destacan la necesidad de fortalecer
los sistemas de apoyo y los recursos disponibles
para garantizar que los profesionales de
enfermería puedan implementar estas acciones
específicas de manera efectiva y sostenida.
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Conclusiones
La gestión del cuidado en los servicios de
emergencia es una práctica compleja y
multifacética que demanda una combinación de
habilidades técnicas, organizativas y humanas.
Los resultados de este estudio reflejan que los
profesionales de enfermería perciben la
planificación del cuidado como un elemento
esencial para garantizar una atención de calidad
en un entorno crítico. La adherencia a
protocolos hospitalarios y la organización de los
recursos disponibles son prácticas recurrentes
que permiten estructurar y priorizar la atención,
facilitando la toma de decisiones rápidas y
efectivas. Sin embargo, la implementación de
estas estrategias se ve influenciada por factores
como la alta demanda de pacientes, la
sobrecarga laboral y la falta de insumos, lo que
genera una brecha entre las prácticas ideales y
las condiciones reales de trabajo. La atención a
las necesidades del paciente se destaca como un
componente prioritario de la práctica de la
enfermería en emergencias. Los participantes
resaltaron la importancia de evaluar y priorizar
las demandas individuales de cada paciente,
brindando cuidados personalizados que
incluyen tanto el apoyo emocional como el
confort físico. Esto refleja un compromiso
profundo con un enfoque humanizado del
cuidado, en el que el paciente es considerado
como un ser integral. No obstante, las
restricciones estructurales del entorno de
emergencia limitan la capacidad de los
profesionales para ofrecer este tipo de atención
de manera consistente, lo que puede impactar
negativamente en la calidad percibida del
cuidado y en la satisfacción tanto de los
pacientes como de los profesionales.
Los factores que dificultan la atención
adecuada, como la escasez de personal y la
presión administrativa, fueron identificados
como barreras significativas en el contexto del
servicio de emergencia. Estas limitaciones no
solo incrementan la carga laboral, sino que
también afectan la capacidad de los enfermeros
para cumplir con los estándares éticos y
profesionales que guían su práctica. A pesar de
estas adversidades, los participantes
demostraron un alto nivel de resiliencia y
compromiso ético, enfatizando que su
responsabilidad principal es garantizar la
atención equitativa y oportuna a todos los
pacientes, independientemente de las
condiciones externas. Por último, las
intervenciones de enfermería, como la
comunicación efectiva, la empatía y el triaje, se
destacan como herramientas esenciales para
priorizar y organizar el cuidado en situaciones
de alta presión. Estas acciones no solo mejoran
la experiencia del paciente, sino que también
optimizan el manejo de los recursos
disponibles. Sin embargo, la falta de tiempo y
recursos limita la efectividad de estas
intervenciones, lo que pone de manifiesto la
necesidad de fortalecer las condiciones
laborales y estructurales del entorno de
emergencia. Se resalta la importancia de un
enfoque integral en la gestión del cuidado, que
no solo aborde las necesidades de los pacientes,
sino que también promueva el bienestar y la
sostenibilidad del personal de enfermería en
contextos críticos.
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Médica, 19(6), 349–357.
https://doi.org/10.1093/intqhc/mzm042
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Estévez Tipán y Jorge Alfredo Santos Álava.
