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família e escola, destacando a sua importância
no desenvolvimento integral dos alunos. O
presente estudo foi desenvolvido através de
análise documental, que se baseia numa
exploração profunda da ligação entre família e
escola, com o objetivo de evidenciar a sua
relevância no desenvolvimento integral dos
alunos. Obtendo-se resultados de que a
participação das famílias na educação de seus
filhos é essencial, mas muitas vezes encontra
diversas barreiras. As condições
socioeconómicas, culturais e pessoais de cada
família podem influenciar significativamente a
sua capacidade de envolvimento na vida escolar
dos filhos. Concluindo, é importante que os pais
recebam formação contínua para apoiar o
processo educativo, fortalecendo assim o
vínculo familiar para promover não só o sucesso
acadêmico, mas também o desenvolvimento
pessoal e social dos filhos, formando cidadãos
comprometidos com sua comunidade.
Palavras-chave: Ligação, Família, Escola,
Treinamento abrangente.
Introducción
La familia y la escuela son entornos
fundamentales para el desarrollo humano, por lo
que es crucial la relación que establecen entre
sí. De esta relación depende un equilibrio y una
formación integral, que no solo tenga en cuenta
de los niños y jóvenes factores cognitivos sino
también sociológicos y psicológicos. Logrando
entonces una integración entre el contexto de
los estudiantes y las necesidades de la familia,
convirtiéndose en factores clave de calidad
educativa. Está claro que la educación es un
viaje que se inicia mucho antes de que un niño
cruce las puertas de una escuela. Desde los
primeros momentos de vida, el entorno familiar
juega un papel insustituible en el desarrollo
integral del individuo. Las investigaciones
científicas respaldan esta afirmación. De
acuerdo con el Ministerio de Salud del Perú
(2023) el vínculo afectivo entre madre e hijo
durante la gestación sienta las bases para un
desarrollo cognitivo y emocional saludable. La
familia, como primer núcleo social, proporciona
los primeros aprendizajes, valores y
experiencias que moldean la personalidad y el
carácter del niño.
La escuela, por su parte, amplía los horizontes
de aprendizaje y complementa la educación
familiar. En tal sentido, Hennessy (2015) afirma
que, dentro de sus muros, los estudiantes
interactúan con otros niños de diferentes
orígenes, aprenden a trabajar en equipo, a
resolver conflictos y a desarrollar habilidades
sociales y emocionales fundamentales. La
escuela no solo transmite conocimientos, sino
que también fomenta valores como el respeto,
la tolerancia y la solidaridad, preparando a los
estudiantes para ser ciudadanos activos y
comprometidos con su comunidad. La relación
entre familia y escuela es una alianza estratégica
que busca un objetivo común: el desarrollo
integral de los estudiantes. Cuando ambas
instituciones trabajan juntas, se crea un entorno
de aprendizaje más enriquecedor y estimulante.
Los padres, como primeros educadores, aportan
su conocimiento al niño y su experiencia,
mientras que los docentes ofrecen herramientas
pedagógicas y un enfoque especializado
(Shadbolt, 2018; Thompson, 2019). Es decir,
esta sinergia permite atender las necesidades
individuales de cada estudiante y maximizar sus
potencialidades.
Por tanto, es fundamental el apoyo mutuo entre
familia y escuela, siendo esta colaboración una
tarea esencial para ambas partes. La formación
integral de los estudiantes debe estar
acompañada de ayuda y colaboración mutua. Al
respecto, Fuentes et al. (2024) afirman que “esta
tarea cooperativa deberá llevarse a cabo a través
de una comunicación fluida que sea
constructiva y no meramente informativa” (p.
330). Esta colaboración impactará
positivamente en los resultados académicos, en