Ciencia y Educación (ISSN 2707-3378)
Vol. 1 No. 2
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GESTIÓN DE RIESGO Y SU INFLUENCIA EN EL COMPORTAMIENTO RESILIENTE
DE LOS ESTUDIANTES
RISK MANAGEMENT AND ITS INFLUENCE ON THE RESILIENT BEHAVIOR OF
STUDENTS
Autora: Marjorie Abigail Tapia Bajaña
E-mail de contacto: magi_leo_@hotmail.com
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-3835-9321
Articulo recibido: 19 de Mayo del 2019
Articulo revisado: 29 de Agosto del 2019
Articulo aprobado: 01 de Diciembre del 2019
Licenciada en Ciencias de la Educación mención Educadores de Parvulos egresada de la Universidad de Guayaquil
(Ecuador) con 12 años de experiencia en la docencia en la Escuela Particular “Semillita de Guayaquil. Maestrante en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima (Perú), mención Gestión de la Educación.
Resumen
La resiliencia ha recibido una mayor atención
entre los profesionales y académicos en los
últimos años. La resiliencia infantil ha recibido
una atención notable en la reducción del riesgo
de desastres (RRD) durante la creación del
Marco de Sendai 2015-2030 para mejorar la
protección de los niños en caso de desastres.
Dado que la resiliencia es un concepto
conceptual con una variedad de definiciones,
este estudio evalúa sus diferentes factores y
determina en la investigación existente para
aclarar el camino para la investigación futura y
objetiva. Se realizó una revisión sistemática de
la literatura al buscar y seleccionar los artículos
revisados por pares publicados en cuatro bases
de datos electrónicas internacionales
principales, que incluyen PubMed, SCOPUS,
WEB OF SCIENCE y PsycINFO para
responder a la pregunta de investigación. La
mayoría de los estudios incluidos mencionaron
los criterios dispersos sobre la resiliencia de los
niños sin ninguna categoría organizada.
Aunque este concepto es multifactorial, se
necesita investigación adicional para
desarrollar este estudio y también observar
otros tipos de desastres, como los desastres
provocados por el hombre.
Palabras clave: seguridad,
resiliencia, análisis de riesgos.
Abstract
Resilience has received greater attention
among professionals and academics in recent
years. Child resilience has received significant
attention in disaster risk reduction (DRR)
during the creation of the 2015-2030 Sendai
Framework to improve the protection of
children in the event of disasters. Since
resilience is a conceptual concept with a variety
of definitions, this study evaluates its different
factors and determines in existing research to
clear the way for future and objective research.
A systematic review of the literature was
performed by searching and selecting the peer-
reviewed articles published in four major
international electronic databases, including
PubMed, SCOPUS, WEB OF SCIENCE and
PsycINFO to answer the research question.
Most studies included scattered criteria about
the resilience of children without any organized
organization. Although this concept is
multifactorial, additional research is needed to
develop this study and also to observe other
types of disasters, such as disasters caused by
man.
Key words: security, resilience, risk
analysis.
Sumário
A resiliência tem recebido maior atenção entre
profissionais e acadêmicos nos últimos anos. A
resiliência infantil recebeu atenção
significativa na redução de riscos de desastres
(RRD) durante a criação da Estrutura Sendai
2015-2030 para melhorar a proteção das
crianças em caso de desastres. Como resiliência
é um conceito conceitual com uma variedade
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de definições, este estudo avalia seus diferentes
fatores e determina nas pesquisas existentes
para esclarecer o caminho para pesquisas
futuras e objetivas. Uma revisão sistemática da
literatura foi realizada através da busca e
seleção de artigos revisados por pares
publicados em quatro grandes bancos de dados
eletrônicos internacionais, incluindo PubMed,
SCOPUS, WEB OF SCIENCE e PsycINFO
para responder à pergunta da pesquisa. A
maioria dos estudos incluídos mencionou os
critérios dispersos sobre a resiliência das
crianças sem nenhuma categoria organizada.
Embora esse conceito seja multifatorial, são
necessárias pesquisas adicionais para
desenvolver este estudo e também observar
outros tipos de desastres, como os causados
pelo homem.
Palavras-chave: segurança, resiliência,
análise de risco.
Introducción
La gestión de riesgo y su influencia en el
comportamiento resiliente es un aspecto
importante de la seguridad y protección debido
a la mayor complejidad y conectividad de los
sistemas y organizaciones dentro de la
comunidad educativa. La seguridad es la
"libertad de accidentes o pérdidas", (Academias
G-Science, 2012). La resiliencia es "la
capacidad de un sistema u organización para
reaccionar y recuperarse de las perturbaciones
en una etapa temprana, con un efecto mínimo en
la estabilidad dinámica" (Foré & Grané, 2010).
Los accidentes e incidentes a menudo se deben
a una combinación de vulnerabilidades. La
capacidad de prever o recuperarse de accidentes
e incidentes mejora tanto la seguridad como la
protección. La resiliencia implica evitar y
reducir las consecuencias de las perturbaciones
desde una perspectiva de seguridad.
Existen sistemas resilientes que no son seguros;
sin embargo, él objetivo es garantizar que los
sistemas sean seguros y resistentes. Este estudio
se centra en la gestión de riesgo y su influencia
en el comportamiento resiliente los estudiantes,
especialmente en los de octavo grado.
Desarrollo
Gestión del riesgo
El riesgo es la suma de posibles pérdidas que
ocasionaría un desastre u otro evento adverso en
términos de vida, condiciones de salud, medio
de sustento, bienes y servicios, en una
comunidad o sociedad particular en un período
específico de tiempo en un futuro. Esta función
de la amenaza-peligro y la vulnerabilidad, y es
directamente proporcional a estos dos factores,
por lo que se puede afirmar que el riesgo es
dinámico y que puede aumentar o disminuir en
la medida que ambos factores o uno de ellos
varíen. La gestión de riesgo es un proceso social
que considera las políticas nacionales para
responder frente a los desastres.
Es un proceso social cuyo fin último es
la prevención, la reducción y el control
permanente de los factores de riesgo de
desastre en la sociedad, así como la
adecuada preparación y respuesta ante
situaciones de desastre, considerando las
políticas nacionales, con especial énfasis
en aquellas relativas a materia
económica, ambiental, de seguridad,
defensa nacional y territorial de manera
sostenible. (Instituto Nacional de Defensa
Civil, 2010, pág. 10)
La gestión del riesgo de desastre está basada en
la investigación científica y de registro de
informaciones, y orienta las políticas,
estrategias y acciones en todos los niveles de
gobierno y de la sociedad con la finalidad de
proteger la vida de la población y el patrimonio
de las personas y del Estado. (Perú, 2011)
La gestión del riesgo parte del reconocimiento
de que los desastres constituyan problemas
generados en los procesos de desarrollo y por
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tanto la necesidad de fortalecer las capacidades
y la articulación entre las diversas instituciones,
organizaciones y los actores del desarrollo para
reducir los riesgos.
Para Chuquisengo (2011, pág. 20) la gestión del
riesgo es un proceso que contienen medidas y
formas de intervención que tienden a prevenir
los desastres siendo la capacidad de las
sociedades y de sus actores sociales para
transformar sus condiciones de riesgo, actuando
sobre las causas que lo producen. Incluye
medidas y formas de intervención que tienden a
reducir, mitigar, prevenir y responder a los
desastres. La transformación de las condiciones
de riesgo debe darse a través de un proceso,
planificado, concertado, participativo e integral
una comunidad, una región o un país, ligado a
la búsqueda de la sostenibilidad.
Para la presente investigación tomaremos la
definición dada por el Centro Nacional de
Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo
de Desastres (2014, pág. 12), mencionan que
involucra las capacidades tanto nacionales,
regionales y locales y se relaciona con el
desarrollo sostenible:
Es el proceso planificado, concertado,
participativo e integral de reducción de las
condiciones de riesgo de desastres de una
comunidad, una región o un país. Implica la
complementariedad de capacidades y recursos
locales, regionales y nacionales y es
íntimamente ligada a la búsqueda del desarrollo
sostenible.
La gestión de riesgo se debe transmitir
conocimientos útiles a hombres, mujeres y
niños sobre cómo prevenir o atenuar los
impactos ocasionados por fenómenos
naturales, por accidentes o errores de seguridad
en cualquier lugar a través de: Proporcionar
información de los organismos especializados
en tareas de prevención y mitigación de
desastres; estimular la planificación de acciones
de prevención, simulacros y evacuación en los
centros de estudios; motivar la capacidad de
organizar grupos de apoyo mutuo y voluntario
que funcionen en caso de desastres.
(Municipalidad de Guayaquil, 2011)
Tipos de gestión para reducir el riesgo
De acuerdo con un documento elaborado por el
Ministerio de Educación (2009, págs. 21-22)
existen tres tipos de gestión de riesgo:
a. La gestión correctiva, que se refiere a
la adopción de medidas y acciones de
manera anticipada para reducir las
condiciones de riesgo ya existente. Se
aplica en base a los análisis de riesgos y
teniendo en cuenta la memoria histórica de
los desastres. Busca fundamentalmente
revertir o cambiar los procesos que
construyen los riesgos.
b. La gestión prospectiva, que implica
adoptar medidas y acciones en la
planificación del desarrollo para evitar que
se generen nuevas condiciones de riesgo.
Se desarrolla en función del riesgo “aún no
existente” y se concreta a través de
regulaciones, inversiones públicas o
privadas, planes de ordenamiento
territorial, etc. hacer prospección implica
analizar el riesgo a futuro para definir el
nivel de riesgo aceptable. Y para que sea
exitosa, se requiere un alto grado de
voluntad política, compromiso social y
conciencia pública.
Lavell (2003, págs. 21-59) indica que los
siguientes mecanismos deben aplicarse y
se deben reforzar mutuamente:
1. La introducción de normativas y
metodologías que garanticen que todo
proyecto de inversión analice
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integralmente los riesgos que enfrenta y
genera.
2. La creación de normativas sobre el
ordenamiento territorial.
3. La búsqueda de usos productivos
alternativos para territorios peligrosos.
4. La promoción de tecnologías
accesibles y seguras, mediante
normativas y programas.
5. El fortalecimiento de los niveles
locales de gobierno, fundamentalmente
de sus capacidades.
6. La continua sensibilización y
capacitación sobre gestión de riesgos,
teniendo en cuenta las particularidades
de cada actor (sociedad civil, entes
privados y estatales, cooperación
internacional, etc.)
7. El establecimiento de penas y
estímulos eficaces.
8. La instrumentación de esquemas de
uso de recursos naturales y ecosistemas
que garanticen el desarrollo sostenible.
9. La reforma del currículo.
10. El fomento de una cultura de
seguridad.
11. La creación de espacios de
participación ciudadana y de vínculos
más estrechos entre los tomadores de
decisiones y los actores locales.
c. La gestión reactiva que implica la
preparación y la respuesta a emergencias,
estando siempre alertados y bien
preparados para cualquier eventualidad,
de tal modo que los costos asociados a las
emergencias sean menores, se presente un
cuadro de daños reducido y la resiliencia
sea alta.
Hasta ahora la mayor parte de políticas estatales
en todo el mundo han dado más énfasis a la
respuesta ante emergencias. El inconveniente
de persistir de una política sesgada a esta fase
de la gestión de riesgos es que favorece el
asistencialismo más no el desarrollo y además
sólo logra un alivio temporal.
También es usual que exista mucho apoyo para
los procesos de rehabilitación después de
desastres. En realidad, si dichos procesos están
bien concebidos, representan una oportunidad
para el fortalecimiento de las organizaciones
locales y para fomentar un ordenamiento
territorial más adecuado. La reconstrucción va
ligada a la rehabilitación pues tiene fines
similares pero su valor agregado es que
pretende eliminar o reducir al máximo las
limitaciones existentes antes del desastre, y
también prevenir la generación de nuevos
riesgos.
Comportamiento resiliente
La resiliencia se ha definido como la capacidad
de una persona o grupo para seguir
proyectándose en el futuro a pesar de
acontecimientos desestabilizadores, de
condiciones de vida difíciles y de traumas a
veces graves (Manciaux, Vanistendael,
Lecomte, & Cyrulnik, 2003).
La resiliencia puede definirse como la
capacidad de anticiparse frente a grandes
desastres:
La habilidad que tiene un sistema y sus
componentes para anticipar, amortiguar,
adaptar o recuperarse de los efectos de un
desastre mayor, de forma oportuna y
eficaz. La capacidad de resiliencia debe
desarrollarse en las instituciones a todos
los niveles y sectores de la sociedad.
(Academias G-Science, 2012, pág. 2)
Actualmente, se hace referencia a la resiliencia
como aquellas posiciones que toma una persona
frente a los desastres:
Las fortalezas que desarrollan y/o
potencian las personas, familias y/o
comunidades ante adversidades crónicas
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(ej. situaciones de pobreza, disfunción
familiar...) o puntuales (ej. accidente,
enfermedad, atentado terrorista, desastre
natural...), siendo éstas, el resultado de los
procesos que se generan de la interacción
entre los factores de protección y de
riesgo tanto individuales como
ambientales. (Mateu, Gil, & García-
Renedo, 2009)
La resiliencia es la capacidad de los seres
humanos para sobreponerse a las crisis y
construir positivamente sobre ellas, basada en
unos factores que facilitan y amplifican dicha
respuesta. (Lamas, 2002) En otras palabras, es
el sistema que se desarrolla por parte del
individuo o un grupo para enfrentar
efectivamente la adversidad.
Características del comportamiento resiliente
De Foré y Grané (2010) se destaca las doce
características principales de la resiliencia:
Es un proceso
Hace referencia a la interacción
dinámica entre factores.
Puede ser promovida a lo largo del
ciclo de la vida.
No se trata de un atributo
estrictamente personal.
Es vinculada al desarrollo y
crecimiento humano.
No constituye un estado definitivo.
Nunca es absoluta ni total.
Tiene que ver con los procesos de
reconstrucción.
Tiene como componente básico la
dimensión comunitaria.
Considera a la persona como única.
Reconoce el valor de la imperfección
Esrelacionada con ver el vaso medio
lleno.
Otras características del comportamiento
resiliente para la presente investigación son los
siguientes:
a. Manejo de actitudes emocionales. es
la capacidad humana de sentir, entender,
controlar y modificar estados
emocionales en uno mismo y en los
demás. La inteligencia emocional no es
ahogar las emociones, sino dirigirlas y
equilibrarlas. Empieza con la capacidad
de reconocer los sentimientos y
pensamientos propios, teniendo la
sensibilidad y la empatía para identificar
los ajenos y de esa manera dirigirlos y
expresarlos sanamente. (Beltran, 2013)
b. Reducción de la Vulnerabilidad. es
una condición previa que se manifiesta
durante el desastre, cuando no se ha
invertido suficiente en prevención y
mitigación, y se ha aceptado un nivel de
riesgo demasiado elevado. De aquí se
desprende que la tarea prioritaria para
definir una política preventiva es reducir
la vulnerabilidad, pues no es posible
enfrentarse a las fuerzas naturales con el
objeto de anularlas. (Comisión
Económica para América Latina y el
Caribe, Banco Interamericano de
Desarrollo, 2000)
Por otro lado, también se presentan
características individuales como lo menciona
García et. al. (2012, pág. 7):
a. Introspección. Hace mención a
preguntarse a mismo y darse una auto
respuesta honesta.
b. Independencia. Se define como la
capacidad de establecer límites entre uno
mismo y los ambientes adversos; alude a la
capacidad de mantener distancia
emocional y física, sin llegar a aislarse.
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c. La capacidad de relacionarse. Inciden
en la habilidad para establecer lazos
íntimos y satisfactorios con otras personas.
Aquí encontraríamos cualidades como
empatía, la sociabilidad.
d. Iniciativa. Implica exigirse y ponerse a
prueba en tareas progresivamente más
exigentes. Se refiere a la capacidad de
hacerse cargo de los problemas y de ejercer
control sobre ellos.
e. Humor. Alude al hecho de encontrar lo
cómico en la tragedia. El humor ayuda a
superar obstáculos y problemas, a hacer
reír o reírse de lo absurdo de la vida.
f. Creatividad. Es la capacidad de crear
orden, belleza y finalidad a partir del caos
y el desorden. En la infancia se expresa con
la creación de juegos, que son las vías para
expresar la soledad, el miedo, la rabia y la
desesperanza ante situaciones adversas.
g. Moralidad. Se refiere a la conciencia
moral, a la capacidad de comprometerse de
acuerdo a valores sociales y de discriminar
entre lo bueno y lo malo.
Componentes para el desarrollo de la
resiliencia
La adopción del enfoque de sistemas y la
identificación de soluciones
multidimensionales, son elementos clave para
el desarrollo de la resiliencia. La Academia G-
Science (2012, págs. 3-5) define los siguientes
cinco puntos para comprometer a la comunidad
científica nacional e internacional en este
esfuerzo:
a. Vigilancia continua de riesgos y
evaluación periódica de desarrollo de
capacidades. Es difícil estar preparados
ante desastres que no logramos siquiera
imaginar. Las regiones, los países y la
comunidad internacional, deben
desarrollar constantemente estrategias para
la identificación y evaluación de los riesgos
de desastres que enfrentan y reducir así su
exposición. El monitoreo continuo es clave
en este sentido.
b. Mejoramiento de los sistemas de salud
pública. Incluso cuando un evento en curso
no tiene que ver con los servicios de salud
pública, las grandes crisis de índole social
pueden rápidamente dar paso a una gran
variedad de riesgos, incluso brotes de
epidemias. Los sistemas de salud pública
deben ser fortalecidos y mantenerse, tanto
para evitar el desastre, como para
responder cuando éste ocurra. La
capacidad de respuesta al impacto de los
desastres en el sector salud, especialmente
en poblaciones vulnerables, debe ser una
parte integral en la construcción de
sistemas sólidos de salud pública. Se
aplican las mismas consideraciones a los
sistemas de cultivo y salud animal, por su
enorme impacto sobre la seguridad
alimenticia y la economía. Los gobiernos
deben evaluar periódicamente qué tan
preparados están en el ámbito de la salud
pública regional, nacional e internacional.
c. Aplicaciones de la tecnología
avanzada de la información. Las
tecnologías de la información, incluyendo
la geoespacial, son importantes para el
monitoreo, identificación y alerta de
desastres inminentes y en evaluación de su
ubicación, naturaleza y alcance de los
daños, número de muertes y de lesionados
para poder enviar, coordinar y concentrar
los esfuerzos de asistencia. Los países
deben evaluar las posibles ventajas de los
sistemas de tecnologías de la información
especializados, para dar respuesta en casos
de emergencia, en contraste con los
sistemas compartidos que desempeñan
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múltiples funciones. De cualquier manera,
la práctica sistemática (juegos de respuesta
ante emergencias) con todos los jugadores
clave, y los programas activos de
participación pública y de educación, son
fundamentales para el uso eficaz de estos
sistemas.
d. Planeación, ingeniería e
implementación de los estándares para
minimizar la vulnerabilidad. Las pérdidas
por desastres pueden disminuirse
considerablemente mediante la mejora de
los estándares de construcción de edificios,
carreteras, sistemas eléctricos, sistemas de
agua y otra infraestructura, y mediante la
zonificación con objeto de reducir los
índices de vulnerabilidad. Además de
planear la protección de las poblaciones y
la infraestructura moderna; también el
patrimonio cultural y natural requieren
protección ya que su pérdida es
irreversible, es fundamental la
investigación constante de diseños
innovadores, de ingeniería y materiales, y
la difusión de información sobre técnicas y
materiales disponibles. Para poder ser
eficaces, los gobiernos deben vigilar el
fortalecimiento de los estándares.
e. Integración de la capacidad de
resiliencia en los programas de asistencia al
desarrollo. Los programas de asistencia al
desarrollo pueden contribuir para que los
países desarrollen su propia capacidad de
resiliencia, a nivel local y nacional. Para
que esto funcione, la asistencia debe llegar
a quienes más la necesitan para poder
reducir vulnerabilidades futuras. La
educación pública y el compromiso, las
lecciones aprendidas de desastres
anteriores y la capacidad de comunicación,
son especialmente importantes en el caso
de las poblaciones y zonas vulnerables.
Dimensiones del comportamiento resiliente
Las dimensiones planteadas para la presente
investigación son la aceptación y competencias
personales:
a. Aceptación personal. La aceptación
personal es fundamental para avanzar en el
proceso de desarrollo integral y en el
crecimiento espiritual. (Del Castillo, s.f.)
b. Competencias personales. Son las
capacidades, conocimientos, destrezas y
experiencias que hacen que una persona
ejecute determinadas labores con
eficiencia. Conjunto de conocimientos,
habilidades y actitudes que posee una
persona para desarrollar con normalidad
las diferentes tareas a las que tiene que
enfrentarse. (Rubio, 2010)
Por otro lado, García et. al. (2012, pág. 7)
sugiere los siguientes indicadores del
comportamiento resiliente:
a. Introspección. Hace mención de
preguntarse a mismo y darse una auto
respuesta honesta.
b. Independencia. Se define como la
capacidad de establecer límites entre uno
mismo y los ambientes adversos; alude a la
capacidad de mantener distancia
emocional y física, sin llegar a aislarse.
c. La capacidad de relacionarse. Inciden
en la habilidad para establecer lazos
íntimos y satisfactorios con otras personas.
Aquí encontraríamos cualidades como
empatía, la sociabilidad.
d. Iniciativa. Implica exigirse y ponerse a
prueba en tareas progresivamente más
exigentes. Se refiere a la capacidad de
hacerse cargo de los problemas y de ejercer
control sobre ellos.
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e. Humor. Alude al hecho de encontrar lo
cómico en la tragedia. El humor ayuda a
superar obstáculos y problemas, a hacer
reír o reírse de lo absurdo de la vida.
f. Creatividad. Es la capacidad de crear
orden, belleza y finalidad a partir del caos
y el desorden. En la infancia se expresa con
la creación de juegos, que son las vías para
expresar la soledad, el miedo, la rabia y la
desesperanza ante situaciones adversas.
g. Moralidad. Se refiere a la conciencia
moral, a la capacidad de comprometerse de
acuerdo con los valores sociales y de
discriminar entre lo bueno y lo malo.
Elementos para desarrollar la resiliencia
En muchos casos, la resiliencia reforzada trae
consigo múltiples beneficios, contribuyendo a
disminuir el número de muertes, lesiones y
pérdidas económicas ocasionadas por
emergencias relativamente frecuentes al tiempo
que se aumenta la resiliencia para enfrentar
desastres futuros. Los elementos para
desarrollar la resiliencia incluyen los siguientes
(Academias G-Science, 2012, pág. 3):
a. Evaluación y monitoreo sistemáticos
de los riesgos de desastres, la investigación
continua para mejorar nuestra comprensión
de las causas subyacentes, los sistemas
mejorados de alerta y la concientización de
los riesgos por parte de la sociedad y de
todos los niveles de gobierno.
b. Establecimiento de una cultura e
incentivos que fomenten la aceptación de
responsabilidades de las comunidades,
incluyendo el sector privado y
organizaciones civiles para la planeación y
cooperación en la preparación, respuesta y
recuperación.
c. Planeación a largo plazo, inversión y
fortalecimiento de medidas de mitigación o
preventivas como el uso del suelo y otro
código de zonificación y construcción.
d. Cooperación internacional en materia
de planeación anticipada y respuesta
rápida, así como de investigación y
evaluación de los factores de riesgo.
Conclusiones
Con respecto a la revisión de la literatura, se
sugiere una especificación más detallada de la
resiliencia que describe las causas principales.
La identificación de los principios de resiliencia
se basa en accidentes (prácticas frágiles) y
recuperación exitosa (prácticas resilientes). Los
tres pasos para identificar los principios de
resiliencia son:
Identificar una cadena de eventos.
Identificar las condiciones y la falta de
condiciones.
Identificar las restricciones
subyacentes y las causas raíz.
Se identifican diferentes causas raíz en función
de diferentes percepciones. Por lo tanto,
diferentes enfoques pueden involucrar
diferentes interpretaciones de resiliencia e
identificar diferentes principios de resiliencia.
Claramente, no hay consenso sobre la lista de
principios de resiliencia. Por lo tanto, es
importante que los principios se consideren
como un conjunto, no como conceptos
individuales independientes.
Academias G-Science (2012)describe dos de
los principios básicos en la resiliencia: la
capacidad de administrar los márgenes cerca de
los límites de rendimiento y la capacidad de
lograr una degradación y rebote con gracia y
control de situaciones adversas en la gestión de
riesgos. Estos principios incorporan cuestiones
clave relacionadas con la resiliencia y su
presencia en la literatura proporciona un grado
de validación para este enfoque.
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Para especificar la resiliencia para mejorar la
protección y la seguridad dentro de la unidad
educativa, la clave es considerar los principios
de resiliencia durante el desarrollo de los planes
de gestión de riesgo y como parte de la gestión
de la seguridad educativa. La perspectiva de
resiliencia mejora la calidad de un análisis de
riesgo. Esto se basa en tres argumentos.
Se incrementa el alcance de incidentes
pasados explorados en el análisis de riesgo;
la comprensión de cómo evitar accidentes
y mejorar la recuperación mejora la
capacidad de recuperación y reduce el
riesgo de futuros accidentes.
Considerar los desafíos actuales en el
análisis del riesgo futuro ayuda a hacer lo
inesperado esperado, lo que lleva a un
mayor enfoque en la degradación y
recuperación con gracia. Teniendo en
cuenta que la capacidad de recuperación y
otras propiedades de resiliencia pueden
aumentar la complejidad del sistema, lo
que puede provocar accidentes. En
consecuencia, para evitar un mayor riesgo,
la resiliencia debe considerarse durante el
análisis de riesgo al igual que otras
acciones de mitigación.
Existe un mayor enfoque en la gestión
de los márgenes y las condiciones de los
límites mediante el uso de indicadores
proactivos; esto mejora la comprensión de
los procesos clave que influyen en la
seguridad.
Realizar análisis de riesgo con y sin considerar
la resiliencia brinda la oportunidad de comparar
perspectivas y acciones de mitigación e
identificar diferencias. Según lo sugerido por
Foré & Grané, (2010), los resultados obtenidos
deben medirse en términos del desempeño de
seguridad de la unidad educativa.
Específicamente en los estudiantes de octavo
grado.
Este estudio se enfoca en documentos revisados
por pares para resaltar los determinantes de la
resiliencia de los estudiantes de octavo grado en
desastres y emergencias. Sin embargo, la falta
de un estudio integrado llevó a esta revisión
sistemática de la literatura; Dado que los niños
pueden ser un grupo importante en un desastre,
el concepto de resiliencia y la provisión de
evidencia objetiva pueden hacer que las
intervenciones sean más realistas y fructíferas.
Esto puede, quizás, conducir a cambios
fundamentales en la planificación de los planes
de gestión de riesgo en las unidades educativas
logrando que sean más apropiado para su
resiliencia en los estudiantes. Por lo tanto, este
estudio puede ayudar a los planificadores y
formuladores de políticas de gestión de riesgos
de desastres y proveedores de atención de salud
infantil, identificando la resiliencia y
clarificando sus componentes que deben
considerarse en las decisiones y planes futuros
y tienen un efecto beneficioso en los niños y
adolescentes en el futuro cercano. También se
debe tener en cuenta que, si se considera la
naturaleza cualitativa de este trabajo, la
necesidad de un estudio cuantitativo y la
provisión de una medición de la resiliencia es
importante.
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