Ciencia y Educación
(E-ISSN:2707-3378) (L-ISSN:2790-8402)
Vol. 1 No. 1
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LA GESTIÓN DE RIESGO Y SU IMPACTO EN LA GENERACIÓN DE LA ACTITUD DE
PREVENCIÓN DE DESASTRES.
RISK MANAGEMENT AND ITS IMPACT ON THE GENERATION OF THE ATTITUDE OF
DISASTER PREVENTION.
Autora: Adriana Yajaira Barzola Lopez
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-8239-3607
E-mail de contacto: adriana.barzola@educacion.gob.ec
Afiliación: Maestrante en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima (Perú)
Artículo recibido: 30 de Septiembre del 2019
Artículo revisado: 2 de Noviembre del 2019
Artículo aprobado: 13 de Diciembre del 2019
Licenciada en Ciencias de la Educación mención Educadores de Párvulos egresada de la Universidad de Guayaquil (Ecuador). Maestrante
en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima (Perú), mención Gestión de la Educación.
Resumen
La presente investigación está relacionada al
cada vez más creciente interés respecto a la
prevención de desastres. Los desastres naturales
traen consigo una serie de problemáticas que si
no se enfrenta adecuadamente desde los espacios
de socialización como la escuela y la familia
tendrán mayores perjuicios y ocasionará un gran
impacto en la sociedad. Siendo necesario
establecer el impacto que tiene la gestión de
riesgos en la prevención de desastres en la
Escuela de Educación Básica Fiscal Manuel
Sandoval Simbal de Guayaquil.
Palabras claves: Prevención de desastres,
gestión de riesgos, desastres naturales.
Abstract
The present investigation is related to the
increasingly growing interest regarding disaster
prevention. Natural disasters bring with them a
series of problems that if not adequately dealt
with from socialization spaces such as school and
family will have greater damage and will have a
great impact on society. It is necessary to
establish the impact of risk management in
disaster prevention in the Manuel Sandoval
Simbal Fiscal Basic Education School of
Guayaquil.
Keywords Disaster prevention, risk
management, natural disasters.
Sumário
Esta pesquisa está relacionada ao crescente
interesse na prevenção de desastres. Desastres
naturais trazem consigo uma série de problemas
que, se não forem abordados adequadamente em
espaços de socialização como a escola e a
família, terão maiores danos e terão um grande
impacto na sociedade. É necessário estabelecer o
impacto que a gestão de riscos tem na prevenção
de desastres na Manuel Sandoval Simbal Escola
de Educação Básica Fiscal de Guayaquil.
Palavras-chave: Prevenção de desastres,
gerenciamento de riscos, desastres naturais.
Introducción
El hombre siempre buscó dominar la naturaleza.
Sin embargo, en muchas ocasiones es la
naturaleza la que sin piedad destruyó lo
avanzado. En la antigüedad, la respuesta más
frecuente a los desastres naturales fueron los
rituales y sacrificios para “aplacar la ira de los
dioses”, en la actualidad la palabra prevención se
convirtió en una de las más importantes.
El pueblo ecuatoriano ha sido castigado en
numerosas ocasiones por los embates de la
naturaleza. El último terremoto acaecido en 2016
dejó cuantiosas pérdidas humanas y materiales.
Según informo el periódico Norteamérica (2017)
este desastre de 7,8 en la Escala de Richter
acababa con la vida de más de 650 personas y
dejaba a su paso daños materiales por valor de
175.000 millones de dólares”. Este terremoto
ocurrido el pasado 16 de abril de 2016 en la
provincia de Esmeraldas (Ecuador), viene a
corroborar un hecho ya conocido: “la alta
peligrosidad sísmica de esa zona del Pacífico,
asociada a la convergencia de placas Nazca y
Sudamérica”. (Universidad Politécnica de
Madrid, 2016)
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Otro factor que agudiza los problemas es el
denominado “cambio climático”. Se tiene
conocimiento que los trastornos del clima de
principios del 2017 están íntimamente
relacionados con los problemas de calentamiento
global y que la zona de Latinoamérica es una de
las más vulnerables. Las pérdidas económicas y
sociales que devienen de los desastres naturales
son cuantiosas. Rahman (2016) señala que “el
efecto de los desastres continuará aumentando a
medida que el cambio climático agrave dichas
tendencias”, esto complementado con una mala
infraestructura, crecimiento poblacional
desordenado hacen que la vulnerabilidad de las
zonas de riesgo aumente. Como lo indica el
Programa de las Naciones Unidas (2012, pág. 6):
La construcción inadecuada de
infraestructura, la destrucción del medio
ambiente, la contaminación, la
sobrepoblación de zonas peligrosas, el
crecimiento urbano desordenado y la
sobreexplotación y uso irracional de los
recursos naturales, son algunas de las
vías que la gran mayoría de las ciudades
o regiones han seguido para elevar sus
niveles de desarrollo, pero al mismo
tiempo son factores que han contribuido
a incrementar la vulnerabilidad o a
acumular una serie de vulnerabilidades
a lo largo del tiempo.
Es por ello la importancia que en los últimos
años se le está dando a la gestión de riesgos que
trabaja con planificación, capacitación e
inversión para infraestructura que ayuden a
mitigar los impactos negativos generados por los
fenómenos de la naturaleza. En el caso de
Ecuador se ha ido trabajando en gestión de riesgo
para poder minimizar los desastres. El presidente
Rafael Correa a partir del terremoto tomo
medidas de prevención para poder actuar frente
a cualquier eventualidad. Sin embargo, en la
institución educativa en estudio no se han
realizado capacitaciones a los estudiantes,
docentes y administrativos respecto a futuros
desastres. Siendo un tema de interés de muchos
sectores, Álvarez (2005, pág. 9) considera
importante que la:
Preparación de los centros educativos
con respecto a la gestión del riesgo se
convierte en una importante
herramienta de reducción de la
vulnerabilidad, que permita identificar
soluciones para responder de manera
adecuada a situaciones de emergencia
a las que se pueda encontrar expuesta
la comunidad educativa.
Otro problema aparte de la falta de capacitación
es que dentro de la institución educativa no hay
señalizaciones lo cual según las normas es una
falta grave de la institución pues frente a un
desastre no podrían evacuar o salir de las áreas
de peligro. Es por ello qué en la presente
investigación se estudiará el impacto de la
gestión de riesgos en la prevención de desastres.
Esta artículo como bien se menciona en el titulo
está enmarcado en la gestión de la cual se
encuentra en el punto E.3.1.7 aprobada por el
Vicerrectorado de Investigación.
Desarrollo
Gestión educativa
La gestión es la capacidad de gestionar una
iniciativa o un proyecto, así mismo es ocuparse
de la administración y funcionamiento de una
empresa, actividad económica u organismo,
siendo este término capaz de llegar a manejar o
conducir una situación problemática. Cabe
aclarar que el gestionar también hace referencia
a colectivos que se organizan y forma una
plataforma para poder interactuar desde allí hacia
los demás puntos a donde se quiere llegar, tal
como lo menciona Huergo (s.f., pág. 3) “cuando
se habla de gestionar se hace referencia a la
forma a través de la cual un grupo de personas
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establece objetivos comunes, organiza, articula y
proyecta las fuerzas, los recursos humanos,
técnicos y económicos”.
Así mismo, para definir gestión se debe tener en
cuenta las siguientes perspectivas:
Tabla 1 Perspectivas y definición de gestión
Perspectiva
centrada en:
La gestión se define como:
Movilización de
recursos
“Capacidad de articular los
recursos que se dispone de lograr
lo que se desea”
Priorización de
procesos
“Generalización y mantención de
recursos y procesos en una
organización, para que ocurra lo
que se ha decidido que ocurra”
Interacción de los
miembros
“Capacidad de articular
representaciones mentales de los
miembros de una organización”
Comunicación
“Es la capacidad de generar y
mantener conversaciones para la
acción”
Procesos que
vinculan la
gestión al
aprendizaje
“Un proceso de aprendizaje de la
adecuada relación entre
estructura, estrategia, sistemas,
estilo, capacidades, gente y
objetivos superiores tanto hacia el
interior de la organización como
hacia el entorno”
Fuente. Organización de las Naciones Unidas para la
educación, la ciencia y la cultura. (2011)
En estas distintas perspectivas se incluyen temas
como el aprendizaje, la generación de valores,
las interacciones, las representaciones mentales,
que de alguna manera son temas educativos.
Narváez, Lavell y Pérez (2009, pág. 9) definen
riesgo como:
Una condición latente que, al no ser
modificada o mitigada a través de la
intervención humana o por medio de
un cambio en las condiciones del
entorno físico-ambiental, anuncia un
determinado nivel de impacto social y
económico hacia el futuro, cuando un
evento físico detona o actualiza el
riesgo existente. Este riesgo se expresa
y se concreta con la existencia de
población humana, producción e
infraestructura expuesta al posible
impacto de los diversos tipos de
eventos físicos posibles, y que además
se encuentra en condiciones de
“vulnerabilidad”, es decir, en una
condición que predispone a la sociedad
y sus medios de vida a sufrir daños y
pérdidas.
Para Puac (2013, pág. 21) “el riesgo es un evento
que se puede dar y ocasionar detrimento de
acuerdo a las amenazas y al nivel de
vulnerabilidad en un lugar determinado”,
mientras que Neuhaus (2013, pág. 27) lo define
como la probabilidad de daños o rdidas
ocasionados en vidas humanas (muertos,
heridos), medios económicos (propiedades,
actividad económica) y el ambiente, como
resultado de la interacción entre amenazas de
origen natural, socio natural o antropogénico y
condiciones de vulnerabilidad”. En definitiva,
los riesgos están en función a las amenazas y la
vulnerabilidad de un lugar, cuya coexistencia da
las siguientes características son:
Dinámico cambiante: por ser un escenario
en movimiento y cambio.
Diferenciado: en la medida en que no
afecta de la misma manera a los distintos
actores sociales presentes en una
comunidad.
Percepción del riesgo: no todos los
miembros de una comunidad tienen la
misma percepción del riesgo, esto está
sujeto a intereses.
Carácter social: surge del proceso de
interacción continua y permanente entre la
comunidad humana y su entorno.
En la figura 1 se puede apreciar que el riego es la
configuración entre la vulnerabilidad y amenaza,
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que puede causar desastres, según la magnitud de
cada variable.
Figura 1 El riesgo como configuración entre la
vulnerabilidad y amenaza.
Fuente. Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit y
programa de desarrollo Rural Sostenible - Gesellschaft für
Internationale Zusammenarbeit citado en Neuhaus (2013,
pág. 27)
Según Buch y Turcios (2003, pág. 4)
Es una condición que resulta de la
interacción de un conjunto de factores
que interactúan entre de manera
compleja. Entre estos factores
destacan la falta de planificación con
enfoque de cuenca hidrográfica, la
ausencia de políticas de largo plazo, la
debilidad institucional, la
intensificación del uso de la tierra, el
aprovechamiento descontrolado de los
recursos naturales, el incremento
acelerado de la población y la
presencia de condiciones
socioeconómicas desfavorables.
Esta condición es producto que caracterizan los
entornos sociales, económicas de exclusión,
marginación y pobreza, la cual hacen que un
riesgo se haga un desastre, sin embargo, es
posible realizar acciones concretas para
contribuir a la reducción del riesgo del desastre
(Neuhaus, 2013, pág. 28).
Según las condiciones internas de un grupo, el
conjunto de factores mostraría la incapacidad
para anticiparse, resistir y recuperarse, es por
esto por lo que los principales factores de
vulnerabilidad, desde esta condición, sería la:
exposición, fragilidad y resiliencia.
Figura 2 Factores de la vulnerabilidad
Fuente. Elaborado a partir de Ministerio de Economía y
Finanzas y Dirección General de Presupuesto Público
citado por (2010, pág. 44)
Exposición: a áreas pocas seguras.
Fragilidad: condiciones de desventaja o
debilidad relativa de una unidad social frente
a un peligro.
Resiliencia: a nivel de asimilación o
capacidad de recuperación de la unidad
social del impacto de un peligro.
Mientras que, según las condiciones del entorno,
de un grupo social, los factores de la
vulnerabilidad serían: ambientales, económicos,
físicos, sociales. La cuales se muestran en el
siguiente cuadro.
Una amenaza es un fenómeno o proceso natural
o causado por el ser humano que puede poner en
peligro a un grupo de personas, sus viviendas,
sus bienes y su ambiente, cuando estas personas
no han tomado precaución (Medina & Pazmiño,
2012).
Mientras que Fabiana (2008) señala que también
sería un factor extremo de riesgo, ya que este
peligro seria latente, que, asociado a un
Vulnerabilidad
Exposición
Fragilidad
Resiliencia
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fenómeno antrópico o natural, con una
intensidad y una duración determinada causaría
impactos negativos en la salud, en los bines y el
medio de los seres humanos.
Figura 3 Factores de vulnerabilidad.
Fuente. Escuela Nueva (s.f., pág. 2)
Según el portal web Eduriesgo (2009) las
amenazas se pueden clasificar en:
Amenazas naturales: son aquéllas que tienen
su origen en la dinámica propia del Planeta
Tierra que, como sabemos, no es una roca
estática, sino un planeta dinámico y en
permanente transformación.
Amenazas antrópicas: son aquéllas
claramente atribuibles a la acción humana
sobre los elementos de la naturaleza (aire,
agua y tierra) o sobre la población, que
ponen en grave peligro la integridad física o
la calidad de vida de las comunidades (a
nivel global: la especie humana).
Amenazas socio-naturales: son aquéllas que
se expresan a través de fenómenos que
parecen ser productos de la dinámica de la
naturaleza, pero que en su ocurrencia o en la
agudización de sus efectos, interviene la
acción humana.
Por lo tanto, se considera que gestión de riesgo
es un proceso que debe ser planificado,
participativos y dialogado para reducir los
riesgos de una localidad o institución en la cual
deben intervenir todos los involucrados, como lo
señala Chuquisengo (2011, pág. 11) “la Gestión
del Riesgo: es el proceso planificado,
concertado, participativo e integral de reducción
de las condiciones de riesgo de desastres de una
comunidad, una región o un país” u Ortega
(2014) al manifestar que la “gestión de riesgos es
un proceso que implica un conjunto de
actividades planificadas que se realizan a fin de
reducir o eliminar los riesgos o hacer frente a una
situación de emergencia o desastre”.
Dimensiones de la gestión de riesgos
La gestión de desastres puede ser, según
Chuquisengo (2011, págs. 11-12): prospectiva,
correctiva y reactiva.
Prospectiva: Implica abordar medidas y
acciones en la planificación del desarrollo
para evitar que se generen nuevas condiciones
de riesgo. Se desarrolla en función del riesgo
aún no existente y se concreta en
regulaciones, inversiones públicas o privadas,
planes de ordenamiento territorial, entre otros.
hacer prospección implica analizar el riesgo
futuro para determinar un nivel aceptable.
Para que esa prospección sea exitosa, se
requiere un alto grado de voluntad política,
compromiso social y conciencia pública.
Correctiva: Se refiere a la adopción de
medidas y acciones de manera anticipada para
reducir los riesgos ya existentes. Se aplica
sobre la base de los análisis de riesgo y
teniendo en cuenta la memoria histórica de los
desastres. Busca, fundamentalmente, revertir
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o cambiar los procesos que construyen los
riesgos. Son acciones de reducción de riesgos:
la reubicación de comunidades en riesgo, la
reconstrucción o adaptación de edificaciones
vulnerables, la recuperación de cuencas
degradadas, la construcción de diques, la
limpieza de canales y alcantarillas, la
canalización de ríos, el dragado continuo de
ríos y reservorios y otros.
Reactiva: implica la preparación y respuestas
a emergencias, para estar siempre alertados y
bien preparados ante cualquier eventualidad,
de tal modo que los costos asociados, de tal
modo que los costos asociados a las
emergencias sean menores. El inconveniente
de persistir en ese tipo de políticas es que
favorece el asistencialismo más no el
desarrollo y, además, solo logra un alivio
temporal. También es usual que exista mucho
apoyo para los procesos de rehabilitación
después de desastres.
Objetivos de la gestión de riesgos
Es conveniente recalcar que los incidentes de
carácter físico y la vulnerabilidad se denominan
factores del riesgo, sin los mismos, el riesgo de
calamidad no puede hallarse. Al mismo tiempo,
es preciso dar la razón que no cualquier grado de
debilidad en cuanto a sufrir detrimentos y
lesiones alcanza a considerarse alarma de
catástrofe. “Habrá niveles y tipos de inseguridad
que sencillamente no anuncian pérdidas y daños
suficientes para que la sociedad entre en una
condición que sea denominada desastre”.
(Narváez, Lavell, & Pérez, 2009, pág. 9)
El objetivo de la gestión de riesgos es reducir
diferentes tipos de inseguridad relativos a un
ámbito preseleccionado a un nivel aceptado por
la sociedad. Puede referirse a numerosos tipos de
amenazas causadas por el medio ambiente, la
tecnología, los seres humanos, las
organizaciones y la política. Por otro lado,
involucra todos los recursos disponibles por los
seres humanos o, en particular, por una entidad
de manejo de contingencias (persona, staff,
organización).
Ahora bien, Buch y Turcios (2003) ostenta: si se
pretende desarrollar la gestión de riesgo,
consiguen ser orientadas en tres categorías.
Prevención. Prescindir el tropiezo entre los
componentes que causan pérdida; amenaza
y vulnerabilidad.
Mitigación. Aminorando dicho encuentro y
sus consecuencias.
Preparación. Aumentando la probabilidad
de salvar las vidas y los bienes de la
población, al momento de presentarse un
desastre.
Proceso de intervención a través de la gestión
del riesgo
El proceso de intervención a través de la gestión
del riesgo se caracteriza por lo siguiente (Sac,
2014, págs. 27-28):
Generar conocimiento sobre el riesgo
de desastre en sus diferentes ámbitos.
Necesario para identificar los factores
de riesgo de desastre (amenazas,
vulnerabilidad y exposición); los
factores subyacentes, sus orígenes,
causas y transformación; estimar el
riesgo de desastre, así como evaluar y
hacerle seguimiento de manera
permanente a su evolución y a las
intervenciones realizadas sobre el
mismo.
Prevenir el riesgo futuro. Con el fin de
identificar los procesos sociales
generadores de alarma y evitar que
concurran y se genere el peligro de
desastre, incluye tomar las medidas
necesarias de prevención sobre los
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factores de incertidumbre en proceso
de gestación antes de que éstos se
consoliden en la forma de riesgo de
desastre.
Reducir el riesgo existente. Reducir el
riesgo existente, con el fin de
establecer y tomar medidas necesarias
de prevención sobre los factores de
incertidumbre en proceso de gestación
antes de que éstos se consoliden en la
forma de riesgo de desastre.
Preparar la respuesta. De modo que las
instituciones y la población pueden
actuar y responder correctamente en
caso de que el desastre ocurra.
Responder y rehabilitar. Con el fin de
atender y asistir a la población cuando
el desastre ocurre.
Recuperar y reconstruir. Las zonas que
han sido afectadas, incluyendo la
recuperación social, económica y
física de la población y sus modos de
vida.
Mecanismos de gestión de riesgos
Lavell (s.f., págs. 49-50) describe los
mecanismos de la gestión de riesgos y son los
siguientes:
La introducción de normatividad y
metodologías que garanticen que todo
proyecto de inversión analice sus
implicaciones en términos de riesgo nuevo y
diseñe los métodos para mantener el riesgo
en un nivel socialmente aceptable.
Crear normativa sobre el uso del suelo
urbano y rural que garantizara la seguridad
de las inversiones y de las personas. Para
esto son claves los planes de ordenamiento
territorial.
La búsqueda de usos productivos
alternativos para terrenos peligrosos, como
puede ser el uso recreativo y para
agricultura urbana dentro de las ciudades.
Impulsar normativa sobre el uso de
materiales y métodos de construcción que
sean acompañados por incentivos y
opciones para la población pobre.
El fortalecimiento de los niveles de
gobierno local y comunitario, dotándolos
de la capacidad para analizar las
condiciones de riesgo y de diseñar,
negociar e implementar soluciones sólidas
y a la vez flexibles y viables.
Procesos continuos de capacitación de
amplios sectores de la sociedad que
inciden en la creación de riesgo y en la
sensibilización y conciencia sobre el
mismo.
Fortalecer las opciones para que los que
sufren el riesgo demanden legalmente a los
que lo provoquen.
Instrumentar esquemas de uso de los
ecosistemas y recursos naturales en
condiciones de sostenibilidad ambiental.
Conservación y regeneración de cuencas
hidrográficas.
Reformar los currículos escolares que
consideren de forma holística la
problemática de riesgo en la sociedad, sus
causas y posibles mecanismos de control.
El fomento de una cultura global de
seguridad o una cultura de gestión continúa
de riesgo.
Promoviendo “ascensores” entre
iniciativas y necesidades sentidos en el
nivel local y los formuladores de políticas
en el nivel regional y nacional.
Introduciendo o fortaleciendo incentivos
económicos para la reducción del riesgo.
Prevención de desastres
La Estrategia Internacional para la Reducción de
Desastres (2004, pág. 9) define a la prevención
como “la aplicación de medidas para evitar que
un evento se convierta en un desastre”. Este
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concepto no puede abarcar varios puntos como
las fases de un desastre, pues como sabemos para
que el riesgo sea desastres esto tiene que pasar
por un estado de vulnerabilidad y según sea la
magnitud de esto, es un desastre.
Más que evitar lo que se busca es que no ocurran
más desastres, sin embargo, por los factores y el
nivel de desarrollo de los países
latinoamericanos, sabemos que no son más
frecuentes en la ocurrencia de un desastre. Es por
esto por lo que citando a Camargo y Gómez
(2010, pág. 5) tenemos que “la prevención es una
intencionalidad práctica que atraviesa todo el
proceso de desastres y que da lugar a diferentes
objetivos y acciones en cada una de ellas”, lo
cual se acercaría más a realidades de países de
Latinoamérica. Complementando esta idea nos
presenta una tabla en donde distingue las fases de
los desastres y cuáles deberían ser los objetivos
para prevenirlos.
Tabla 2 Objetivos de la prevención en las distintas fases
de un desastre.
Niveles de prevención
Fases del
desastre
Antes
Después
Objetivo
s básicos
Transforma
r la
situación de
riesgo a fin
de impedir
su
concreción.
Suspensió
n de las
secuelas
de
desastres.
Fuentes. Camargo y Gómez (2010, pág. 5)
Dentro lo que es el desarrollo países como
Ecuador y Perú, solo han hecho trabajos para la
reconstrucción de lo que se pierde ante un
eventual desastre natural, mas no se hace trabajos
en el antes para poder de alguna manera mitigar
el durante y no tener pérdidas lamentables
humanas, económicas ni de infraestructura de
gran dimensión en el después.
Entonces bajo este criterio se debe tener en
cuenta que antes: en materia de prevención, es
necesario promover el compromiso con la vida,
con el ambiente, con los semejantes, ya sea
dentro de las instituciones educativas o dentro de
nuestra comunidad. En él durante es
imprescindible fomentar la autoestima, el respeto
a mismos y la solidaridad, valores que nos
atañen a todos y a todas. Y en el después ser
capaces de ser resilientes y adaptarse para que la
reconstrucción sea lo menos angustiante posible.
Desastre
Para Álvarez (2005, pág. 24) es una:
Situación o proceso social que se
desencadena como resultado de la
manifestación de un fenómeno de
origen natural, tecnológico o
provocado por el ser humano que, al
encontrar condiciones propicias de
vulnerabilidad en una población, causa
alteraciones intensas, graves y
extendidas en las condiciones
normales de funcionamiento de la
comunidad.
Mientras que en Ramírez (s.f., pág. 3) tenemos
que “El desastre representa la culminación del
estado de riesgo que venía afectando a la
comunidad, materializado por la ocurrencia del
evento esperado, con las nefastas consecuencias
que los secundan”.
Así mismo señalo que:
El desastre es una situación que
provoca daños cuantiosos en las
comunidades; de tal grado, que los
recursos locales resultan insuficientes
para atender las necesidades básicas,
por lo que se hace menester pedir
ayuda a otras comunidades vecinas,
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entidades o naciones amigas.
(Ramírez, s.f., pág. 3)
Por lo expuesto anteriormente sabemos que el
desastre es causado por el nivel de vulnerabilidad
y las amenazas, puesto que a mayor sea las
vulnerabilidades y las amenazas, de causa
natural o antrópica, los desastres serán mayores.
Esta situación demarca el nivel de desarrollo
alcanzado, que en muchos casos no es sostenible,
ya que no hay planificación e inversión en
infraestructura, ni en el cuidado y protección del
ambiente; el crecimiento acelerado hace que la
búsqueda de tener un espacio de donde vivir y
producir no sea adecuada, además de que el uso
de los recursos de manera irracional sean
factores para un eventual desastre. Los desastres
son productos, en los cuales hay procesos, que se
muestran en la tabla 2.
Por lo tanto, se indica que la prevención de
desastres son aquellas medidas que contribuyen
a mitigar o evitar que un evento natural o
antrópico se convierta en desastre; tal como lo
señala Consorcio Consultor INGETEC-IGR
(2007, pág. 182) “el término prevención de
desastre en sentido general, denota claramente
las acciones tendientes a evitar que los desastres
se produzcan”.
Sin embargo, estas acciones tienen que darse en
cada uno de los procesos, para que en las
secuelas de los desastres no se haga solo una
reconstrucción y recuperación de lo perdido, sino
más bien verlo como una oportunidad de
desarrollo sostenible, en donde se trabaje desde
las bases sociales, las instituciones educativas,
las organizaciones administrativas públicas y
privadas y el gobierno.
Tabla 3 Fases de un desastre.
Fases
Descripción
Antes
Equivale a lo que podríamos llamar
situación inicial de riesgo
Durante
Concreción del riesgo en el desastre
propiamente tal.
Predominan las acciones de respuesta y
rehabilitación. Esta fase no tiene un único
punto de término, ya que las variadas formas
de alteración social producidas variarán en
su evolución, dependiendo de su gravedad y
de la eficacia de las acciones de mitigación
emprendidas. En consecuencia, para definir
la finalización de un desastre es forzoso
hacerlo con base en una decisión evaluativa:
un desastre finaliza en el momento en que la
población afectada recupera su capacidad
global para manejar por misma la
alteración que ha sufrido, sin que esto
implique necesariamente la desaparición de
toda situación de urgencia
Después
Fase en que la población aplica la capacidad
de acción recuperada para hacer frente a las
“secuelas” del desastre. Predominan
objetivos de reconstrucción y se plantea la
posibilidad de darles un enfoque de
desarrollo sostenible.
Fuente. Campos (2010, págs. 32-33)
Dimensiones de prevención de desastres
En la presente investigación se considera
pertinente tomar como dimensiones los
siguientes puntos:
Conocimientos. El conocimiento es un
conjunto de información almacenada
mediante la experiencia o el aprendizaje (a
posteriori), o a través de la introspección (a
priori). En el sentido más amplio del
término, se trata de la posesión de múltiples
datos interrelacionados que, al ser tomados
por solos, poseen un menor valor
cualitativo. “Es la información en relación
con las actividades, que se ejecutan ante una
emergencia o desastre, considerando desde
antes de la inminencia de este hasta
inmediatamente de ocurrido éste”. (Burgos,
2017, pág. 55)
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Actitud. Es la forma de actuar de una
persona, el comportamiento que emplea un
individuo para hacer las cosas. En este
sentido, se puede decir que es su forma de
ser o el comportamiento de actuar, también
puede considerarse como cierta forma de
motivación social, de carácter, por tanto,
secundario, frente a la motivación biológica,
de tipo primario, que impulsa y orienta la
acción hacia determinados objetivos y
metas, es la predisposición aprendida a
responder de un modo consistente a un
objeto social. Las actitudes, conocimientos y
creencias de la población influyen
grandemente a la hora de aplicar medidas
preventivas y desarrollar comportamientos
racionales en situaciones de desastre. (Pastor
& Fernández, 2015, pág. 35)
La comunidad educativa como prevención de
desastres.
Para una buena gestión de riesgo en la
prevención de desastres es necesario
conceptualizar algunos aspectos, como el de
gestión de riesgos en un colegio, escuela o
institución de educación, para la prevención de
desastres. Sabemos que la educación es un eje
primordial para poder apoyar a la sociedad en la
prevención y mitigación de desastres, por lo que
cada alumno se vuelve un gestor dentro de su
familia y comunidad.
Para los fines de esta investigación es necesario
adoptar la idea de comunidad educativa, ya que
dentro de nuestra institución cada actor juega un
rol importante dentro y fuera. Es importante
aclarar que:
Para que un centro funcione como
una auténtica Comunidad Educativa,
es necesario que todos sus miembros
quieran trabajar solidariamente,
compartiendo el objetivo de lograr una
mejora en la calidad de la educación en
su ámbito concreto de actuación. (La
comunidad educativa y administración
educativa 2.0, s.f., pág. 28)
Para ello es necesario tener en cuenta bajo qué
criterios se debe fundamentar una comunidad
educativa, así como se muestra en la tabla 3:
Tabla 4 Aprendizaje de la prevención de desastres desde
los pilares de la educación.
Aprendizajes significativos
La persona debe aprender a:
Conocer
Los riesgos a que están expuestos y las
medidas para reducirlas y mitigarlas, así
como a responder a los eventos adversos y
a recuperarse.
Actuar
No crear más riesgos existentes, sino a
contribuir a reducirlos.
Practicar
A ser solidarios en momentos de
calamidad, respetuosos con la vida y con la
seguridad de sus semejantes.
Ser
Responsables, comprometidos con la vida
en todas sus formas y manifestaciones.
Fuente. Elaborado a partir de Ramírez (s.f., pág. 21).
Esto no será posible sin que los establecimientos
escolares se consoliden como ámbitos de
comunidad educativa, para ello sería
fundamental mejorar la malla curricular donde se
debe organizar bajo tres modelos, los cuales son
señalados por Ramírez (s.f., pág. 40):
Modelo centrado en objetivos conductuales.
Enfatiza el logro de productos de
aprendizaje, expresados en conductas
observables y medibles, lo cual le imprime
una gran importancia al uso de taxonomías
de destrezas y habilidades. Se
operacionaliza mediante actividades de
aprendizaje que crean el contexto en que el
alumno vive experiencias de aprendizaje,
predeterminadas por objetivos iniciales.
Enfoque centrado en la resolución de
problemas: De fundamento cognitivista, se
basa en el abordaje de problemas,
fomentado por la tensión cognitivo-afectiva
que se genera cuando son planteados por el
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profesor o los alumnos. Se intenta potenciar
las capacidades heurísticas del estudiante, es
decir, la posibilidad de procesar la
información de manera flexible y creativa,
estimulando sus recursos cognitivos de un
modo abierto a la exploración y a la
evaluación de cursos de acción.
Enfoque centrado en salidas expresivas. Las
"salidas expresivas" son consecuencias de
las actividades curriculares que son
intencionalmente planeadas con el fin de
proveer un campo fértil para vivenciar
propósitos y experiencias personales.
Esto ayudaría a que sea más participativa la
actitud del estudiante en las cuales serían más
fáciles de crear, ya en el campo de la acción todas
las campañas de sensibilización y crear grupos
de comités para poder actuar antes, durante y
después de un desastre.
Gestión de riesgos y su impacto en la
prevención de desastres.
La gestión de riesgos enriquece más el concepto
de prevención de desastres, ya que refuerza la
importancia de la idea de riesgo de desastre”.
Tal como los señala Campos (2010, pág. 35), al
explicar que:
Permite separar y relacionar dos conceptos
que sólo adquieren sentido si son puestos en
relación: riesgo (posibilidad) desastre
(concreción).
Especifica una forma particular de riesgo
social, junto a muchas otras que podemos
reconocer en una sociedad concreta y que
ponen de manifiesto sus condiciones de
desarrollo. Por ejemplo, las enfermedades, el
deterioro mental y físico en el trabajo, la
inseguridad ciudadana y la canalización
antisocial de las pasiones deportivas son
también formas de riesgo. De este modo, el
concepto nos ayuda a interpretar nuestra
realidad social con una perspectiva
totalizadora.
Privilegia como ámbito de acción la
“prevención antes", orientada hacia la
potencialidad de desastre, pero sin excluir
otros ámbitos.
Incorpora una idea fuerza - “gestión” - que
enfatiza la acción socialmente organizada y
corresponsable ante los riesgos de desastre.
La gestión de riesgos para la prevención de
desastres está basada en la investigación
científica y de registro de información, la cual
servirá para las políticas, estrategias y acciones
en todos los niveles de gobierno y de la sociedad
con la finalidad de proteger la vida de la
población y el patrimonio de las personas y del
estado. En la siguiente tabla se muestra cuáles
son las diferencias entre el riesgo y el desastre.
Tabla 5 Diferencia entre riesgo y desastres.
Riesgo
Desastre
Probabilidad de
ocurrencia de un evento
que genere pérdidas y
daños.
Sus consecuencias
pueden prevenirse y sus
causas se pueden
intervenir.
La intervención
preventiva implica
modificar las
condiciones de riesgo, en
el sentido de eliminarlas
o reducirlas.
El riesgo es parte de las
condiciones “normales”
de una sociedad como la
nuestra.
Hecho cumplido/ ya
sucedió.
No puede
intervenirse sobre sus
causas, sólo sobre sus
consecuencias.
La intervención en
general es curativa,
no preventiva.
Se considera como
un hecho “anormal”
en general fuera del
control de los
hombres cuando
ocurre.
Genera una situación
de emergencia,
implica medidas
extraordinarias.
Fuente. Escuela Nueva (s.f., pág. 1)
Conclusión
La necesidad de fomentar estrategias de
colaboración en la gestión del riesgo de desastres
entre las diferentes partes interesadas ha creado
la preocupación por la inclusión efectiva de la
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educación en la generación de alternativas de
valor agregado. Esto es consistente con la
necesidad de responder al cambio de paradigma
en la forma en que se han llevado a cabo los
desastres: de un modelo reactivo a uno proactivo.
En este contexto, el papel de la educación se ha
propuesto debido a su capacidad junto con el
potencial de la educación superior para liderar
cambios estructurales dentro de la sociedad. De
acuerdo con la preocupación internacional sobre
la necesidad de un enfoque de colaboración entre
las partes interesadas hacia la gestión del riesgo
de desastres, este tipo de educación no reducirá
el impacto de los desastres en el entorno
educacional, sino que apunta a promover la
generación de valor con una perspectiva de
gestión sostenible. Este documento identificó
una educación formal limitada en DRM en
algunos programas de Unidad Educativa Fiscal
Profesor Manuel Sandoval Simball, y una falta
de conciencia en los estudiantes de la institución
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